Surrealista (19)

Solo en ese momento, todos sintieron que la presión aterradoramente fuerte que tenían sobre su espalda desde la primera mirada que el demonio les lanzó al hablar, o al mirarlos, había sido eliminada.

Todos volvieron a sentir el aliento llenar sus cuerpos.

Todos volvieron a sentir que eran capaces de moverse al ya no tener ese terror recorriendo sus venas a través de cada célula de sus cuerpos; y se acercaron preocupados a Kenneth cuando Kevin les gritó que estaba perdiendo el conocimiento y que las probabilidades de tener una herida muy grave y sangrado interno eran tan altas como las posibilidades de morirse allí mismo si no hacían algo o lo llevaban al templo inmediatamente.

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El espacio no tenía sentido, paredes, suelos, techos, escaleras, puertas, pasadizos, todo estaba mezclado con cambios de gravedad que tenían poco, por no decir que nada tenía sentido. Ni siquiera las luces, ni las sombras. Todo era luz y al mismo tiempo, todo era oscuridad... Había focos de luz en puntos inexplicables y puntos de sombra que no tenían sentido... Ni siquiera el tiempo tenía sentido, pues el tiempo que pasaban allí, transcurría de forma exageradamente lenta a como la vida se vivía en la tierra... Nadie era capaz de medir la cantidad exacta de tiempo con la que calcular una proporción, simplemente dejemos en claro que los demonios pasaban el tiempo allí como forma de evitar que la monotonía y el colapso de las sociedades les alcanzara a ellos... Pasando velozmente el tiempo... Y así perdurar con vida miles de años... Aunque ninguno de los presentes tenía tantos... Solo el señor...

La gravedad solo tenía sentido en el suelo donde los pies se posaban... Había una enorme plataforma tan grande como un campo de fútbol, la cual se movía gentilmente a través del espacio, como todos los objetos, paredes, suelos o paredes... Sin golpearse entre ellos sorprendentemente. Delante de aquella plataforma sin gravedad, se encontraba una nueva plataforma con una forma cúbica en cuyo interior podía escucharse una gentil música de un instrumento de cuerda que retumbaba por todo el lugar y daba una sensación angustiosa si le sumamos la presencia temeraria y mortífera de alguien que no había cambiado desde que empezó a existir.

Sobre la enorme plataforma se encontraban ocho demonios y un humano arrodillados con una rodilla en el suelo ante la imponente figura que estaba sentado de forma relajada sobre un trono de tirano y perdía su vista en el horizonte con una línea recta en sus labios.

- ¿Son capaces de hacerse una mínima idea en sus cabecitas estúpidas que lo estropean todo siempre y tengo que hacerlo yo de por qué les avisé a todos?

- El estúpido torpe basura cara moco de Stanley murió de nuevo de la forma más patética del mundo, señor...- susurró una rubia de ojos azulados aguamarina con voz rancia, pero sin levantar la cabeza del suelo, dentro de que odiaba estar comandada por alguien, y dentro de que odiaba a todos los que estaban allí, no podía enfrentarlo, porque sabía que era mil millones de veces más poderoso que ella, sabía sus límites.

- Damien lo mató por incumplir su misión, señor.- habló una chica de cabellos rojos y ojos verdes.- Fue una muerte merecida.

- En efecto que lo fue...- rodó los ojos el hombre castaño que se encontraba sobre el trono.- Al menos no son tan estúpidos y pueden comprender algo tan intuitivo como eso...- suspiró con pesadez.- Él lo hubiera hecho mejor y más rápido...- suspiró nostálgico.

Los ocho demonios gruñeron por lo bajinis, ocultando esos mismos gruñidos en lo profundo de su garganta por la impotencia. El humano mantenía la cabeza baja y se acercaba con miedo al demonio de cuernos retorcidos.

- Como sea...- bufó el castaño levantándose del trono, muchos se estremecieron al sentir su poder más cercano, cuando se atrevieron a levantar sus miradas ligeramente fue verlo justo delante de ellos, había bajado con mucha velocidad del trono en el que sus posaderas se encontraban siempre.- ¿Damien, podrías recordarnos porque tu ira SIEMPRE se desborda?- al momento del grito, muchos sintieron como perdían el aire, a otros les costaba respirar, la onda de su poder era tal que volvía el ambiente irrespirable.

Incluso la música que sonaba a través del instrumento de cuerda se detuvo repentinamente y emitió un sonido desafinado que resonó por todo el ambiente.

- Phillip resultó herido, señor...- respondió el azabache.- Stanley solo tenía una cosa que hacer... Y n. . .

- SILENCIO.- dos de los demonios se llevaron las manos a la garganta y tosieron sangre.- ¡Ustedes dos!- los dos que agonizaban y tosían sangre lo miraron con temor, sus ojos cristalizados y suplicantes.- Ambos son tan sumamente inútiles como innecesarios si no pueden aguantar un par de grititos...- arrugó su labio con desagrado y con un chasquido dedos, del cual todos se estremecieron, dos bombas de sangre estallaron en el ambiente y solo con inspirar profundamente... La sangre de los demonios, un rubio sucio y un castaño aún más sucio, ambos desagradables y débiles para el castaño, se acercó al más poderoso y fue absorbida a través de la palma de su mano.- Una araña puede sobrevivir con solo seis patas...

Todos se quedaron pálidos, chorreados por la sangre de la explosión sangrienta, con las pupilas temblorosas y la convulsión de sus cuerpos, además de sus gritos de dolor, antes de la muerte para siempre en sus mentes grabadas.

- Olvidaremos el asunto de Stanley y de Pip... No tiene caso que lo sigas teniendo, solo necesitábamos un trofeo que engañara a esos estúpidos cazadores de demonios que no dejan de INTENTAR DESTROZARME LA VIDA una y otra, y otra vez...- todos se estremecieron y apretaron los dientes para controlar su miedo y su temblor, pero sus ojos estaban cristalizados en algunos casos.- Lamentablemente el de Estella era demasiado sumiso y el tuyo fue descubierto por culpa del de Estella ¡QUE DEBERÍA HABER ESTADO MUERTO!...- rodó los ojos con una expresión aburrida mientras ladeaba la cabeza hacia un lado... Estella tembló ligeramente pensando que la mataría al sentirlo gritar tan cerca de ella, pero se alejó un paso y regresó a estar en la plataforma superior en la que se encontraba el trono.- Si ninguno de los dos muñequitos existe...- sonrió demencial.- Nadie descubrirá el siguiente movimiento...

Damien levantó la cabeza de inmediato. Eso parecía ser un desafío a la autoridad.

- S-Señor... Pip es mi corazón... Si Pip desapa. . .- al ver el ojo azul del demonio tornarse rojo las palabras se quedaron en su garganta y tragó saliva audiblemente.

- ¿Estás desafiando algo de lo que estoy diciendo, D A M I E N?

Este bajó la cabeza de inmediato.

- No, señor...

- Eso pensaba...- bufó volviendo a sentarse en el trono.- Esta vez será tu última oportunidad, Stanley...- este se tensó al escuchar su nombre.- Crea a un esclavo que se infiltre como ayudante... Aprovecharemos el don que tienes con tu resistencia a las glicinias...

- N-No le fallaré...

- Más te vale.

- ¿Y qué hacemos con la demonio del templo, señor?- el castaño bajó los ojos hacia el humano.

La expresión de Damien se tornó blanca como la de un muerto, sus ojos se salieron de las órbitas, e inmediatamente llevó una mano a la cabeza del rubio e inclinó su frente al suelo, él imitó la acción al mismo tiempo, gritando con voz temblorosa que lo perdonara por la falta de respeto de hablar sin permiso y que jamás volvería a pasar.

- ¿Demonio?- La expresión de Cartman se arrugó y se levantó del trono para un paso después, encontrarse delante del humano y levantarlo con un mano en su cuello por encima de su altura, sin que sus pies rozaran el suelo.

Damien se llevó las manos al cuello y su respiración se volvió errática, todos sintieron un terror intenso en sus cuerpos en ese momento. Más del que ya estaban sintiendo. Damien era el más fuerte de todos, y si estaba agonizando con las manos en el cuello, a pesar de que era a Phillip Pirrup a quien estaba sosteniendo del cuello implicaba que definitivamente la unión física y psíquica que ambos poseían no se limitaban solamente a ser el corazón se un demonio, simplemente el recipiente que protegía la existencia del demonio por encima de la propia existencia del mismo, y eso parecía ser algo estúpido al pensar que los humanos eran tan frágiles...

Pero era el doble de estúpido pensar que ese humano podría morir fácil al tener a un demonio tan poderoso protegiendo como una madre de cerdo montañés / jabalí a sus jóvenes lechones...

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Primer momento cara a cara con Cartman.

Ufffff....

Cuando escribí esto, estaba muy tensa y nerviosa, quería que Cartman diera una impresión imponente <:

Quería que diera miedo, que tuviera un aura poderosa que incluso Damien... DAMIEN... sintiera miedo <:

Espero haberlo logrado <:

Ya me dirán ustedes si lo logré :3

Aquí las opiniones --------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1508 palabras]

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