Patada (33)
- ¿Johns?- susurró con cierta sorpresa en su voz, un susurro apenas perceptible que sorprendió a todos a su alrededor, y que tensó a Karen al ver que sus ojos morados no dejaban de estarlo a pesar de haberse calmado y recuperado del ataque.
- ... Si...
Y Karen cambió su posición amenazante a una defensiva.
- ¿Estás bien?
- ¿¡Dónde está Kenny!?- exigió saber Karen con desespero en su voz.
- Muerto.
- ¿¡ ... !?
- Resucitando más bien...- corrigió sonriendo con malicia.- Hasta que eso suceda estaré por a. . .
Jadeó como si le faltara el aire y dejó caer la cabeza. Esto llamó la atención del castaño, quien apoyó una mano en su espalda, casi como si susurrara: "¿Qué te pasa?" que nunca llegó a pronunciar. En realidad tampoco pudo hacerlo, pues el rubio oro habló antes.
- Damien...- agonizó entre dientes levantando los ojos hacia el azabache, sus ojos rojos estaban iluminados, con el puño cerrado en su dirección, boca arriba, como si apretase su corazón en su palma, con los labios apretados en una línea recta.- Hijo de p. . .- apretó más el puño y esto le hizo agonizar en silencio.
Cartman gruñó audiblemente y se levantó, era una clara muestra de que era capaz de atacarlo si no dejaba de hacer eso inmediatamente.
Los espadachines estaban en shock ante la escena, sin saber cómo reaccionar, parpadeaban incrédulos, pero al escuchar el nombre del demonio con voz agónica, siendo una clara evidencia de que lo estaba asfixiando al cerrar el puño, ella lo atacó con una voraz patada lateral en el estómago. Eso le hizo abrir las manos y que el rubio oro volviera a respirar sin impedimentos, tomando grandes bocanadas de aire. Damien fulminó con la mirada a la castaña y alzó el brazo, con las garras afiladas en su dirección.
Pero el arañazo nunca llegó a su destino.
Pues el rubio oro apartó a la castaña de su alcance, esquivó el arañazo que, evidentemente en el estado del cuerpo, siendo un humano; sería mortal y con sus ojos iluminados con tanta intensidad que parecía ser un foco de luz en medio de una noche oscura, golpeó fuertemente con una patada el cuello del demonio. Utilizó tanta fuerza, tanta potencia y atacó con tanta velocidad... que el azabache no tuvo siquiera oportunidad de verlo, solo vio sus ojos brillantes seguir un sinuoso recorrido en sus movimientos, iluminados como si fueran estrellas en el cielo y finalmente... Un intenso dolor en todo su cuerpo... pues la patada había sido tan fuerte que su cuerpo había colapsado por completo y se había rendido ante la gravedad y la propulsión, pero desgraciadamente no había muerto por más que su cabeza hubiera sido arrancada de cuajo, pues Phillip seguía con vida, y Phillip era el corazón y la cabeza al mismo tiempo, era el punto débil, hasta que él no muriera, Damien no lo haría; pero eso no impidió que acabase por derribar al menos doce o trece árboles, entre los cuales, varios eran glicinias. La onda expansiva fue abrumadora, y casi los arrojó al suelo si no fuera por la resistencia que opusieron. Obviamente Damien estaba en shock y tosió sangre y saliva, un poco afectado todavía por la propulsión después de gran parte de su regeneración, trató de levantarse, pero fueron movimientos lentos...
- ¡Oh! ¡Vamos!- se quejó el rubio ladeando la cabeza hacia un lado.- Que solo utilice un cinco por ciento de mi fuerza...- rodó los ojos poniendo los brazos en jarras y desviando la cadera hacia un lado.- Tampoco es necesario que me mires así...- Soltó una carcajada burlona.- Que patética defensa si tú eres la primera pata de nuestro señor...
Y eso pareció congelar el tiempo durante unas décimas de segundo. Eso hizo sonreír socarrón al rubio, achinando sus ojos con cierto desafío y elevando ligeramente su rostro como si lo mirase por encima del hombro. Con una mano lo señaló e indicó con un movimiento de flexión de los cuatro dedos que se acercara si era lo suficientemente valiente como para enfrentarlo.
Si nos fijamos en ese mismo instante en Cartman, parecía satisfecho con lo que veía, cruzado de brazos sobre su tripa y reposado en un árbol, observando con suma tranquilidad lo que estaba sucediendo, pero muy en el fondo, orgulloso de lo que estaba viendo. La satisfacción recorría su rostro especialmente al ver a Kenneth Johns en acción una vez más, aunque fuera solo durante los pocos minutos que Kenneth permanecía en el limbo antes de resucitar.
- Tenemos que parar esto...- susurró en bajo Kevin entrando en pánico al ver como la furia del demonio crecía cada vez más con cada paso torpe y lento que daba hasta recomponerse y curarse a sí mismo.
- ¿Pero tú no acabas de ver lo que hizo con solo una patada?
Kevin apretó los labios, miró a Karen, ella temblaba un poco, posiblemente por el poder que Damien Thorn estaba creciendo en su interior, cargando el ataque para atacar al rubio oro.
- No puedo permitir ver cómo mi hermano menor esté inconsciente y un demonio lo está controlando para matarse en una paliza con la primera pata...
- Tranquilo...- Karen, Kevin y Wendy se pusieron tensión y lo apuntaron con sus katanas, había pasado de estar en el árbol a cinco metros de ellos, a estar justamente a su lado, con la misma posición en sus brazos y una sonrisa relajada.- Damien no le llega siquiera a la huella que Johns pudiera dejar... Estará bien...
¿Cómo podía estar tan relajado y tranquilo en esa situación? Prácticamente estaban hablando con Eric Theodore Cartman, el mismo que había causado masacres, creado demonios imparables, arruinara la vida a muchas personas y roto familias enteras... Era como si no tuviera miedo de estar allí plantado, a merced de cualquiera que quisiera atacarlo, pero al mismo tiempo tenía la suficiente confianza en sí mismo porque su fuerza era tan abrumadora e intimidante que nadie se le pasaba por la cabeza siquiera mover la katana, o las garras en casa de Karen, y atacarlo... Era como si una mampara invisible e impenetrable lo rodeara. Y esa mampara era la propia irradiación de poner que emitía y que intimidaba a cualquier ser viviente.
- La herida que te hice no fue tan grande como para ser capaz de soportar tanto tiempo a mi lado, Nekar...
¿Nekar...?
Kevin la puso detrás de él cuando fue a tocar su cabeza para despeinarla un poco como si fuera un gesto inusualmente cariñoso, un gesto que podría causarle problemas. Kevin había movido la katana de forma automática e incontrolable, provocando un ligero corte en la palma de su mano que apenas llegó a sangrar, pues ya se había curado. Cartman levantó los ojos hacia él, alzando ligeramente la cabeza, también una ceja.
- No toques a mi hermana.- alzó las manos a la altura del pecho con cierta indiferencia.
- Eres idéntico al mejor amigo de Johns cuando era humano...- susurró.- Debe ser el destino...- hizo una breve pausa.- Solo porque Johns me suplicó que no te matase, sigues vivo, Kiven McCormick.
Kevin se estremeció ante la mirada de reojo y también ante la forma de llamarlo, un nombre que no le correspondía, pero que era tan similar al suyo, y nuevamente volvía a estar a cinco metros, en el árbol apoyado, cruzado de brazos.
Justo a tiempo. Pues la pelea que hasta ese momento había sido íntegramente un duelo de miradas, empezó a moverse con velocidad supersónicas que dificultaban la tarea de seguirlo a los espadachines. Pero definitivamente tenían el sentimiento interno de no meterse en la pelea, pero tampoco moverse del sitio, era como una pelea que no podían evitar que sucediera, pero tampoco podían parar de mirar.
- Puedo oler a Phillip cerca... Estoy a favor del viento, tiene perfume, y huele a ti...- sonrió cínico mientras detenía sus garras a pocos centímetros de su rostro, con una fuerza inusual en un humano.- ¿Sabes?- suspiró- Podría pegarme puñetazos y patadas contigo todo el tiempo que quieras...- suspiró pesadamente fingiendo estar cansado, pero no lo estaba.- pero lamentablemente apenas me quedan unos segundos antes de que Kenny despierte...- se encogió de hombros.- Bollito mío~...- giró los ojos hacia el castaño sonriendo con gentileza y algo de provocación.- ¿Me harías el relevoooo? McCormick está despertando...- lo notaba a distancia, las garras de Damien que detenía a pocos centímetros de su rostro, y que hasta ese momento las aguantaba bien, empezaban a temblar al empezarle a costarle mantenerlas alejadas.
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OS JURO... Que cuando escribí lo de "bollito mío" quedé como: UUUUUUUUUH... Valiste mierda, Damien
ewe
Aquí las opiniones ------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1480 palabras]
P.d.: No puedo decir nada de Nekar o Kiven hasta que no termine la historia ¯\_(ツ)_/¯
Pero estoy abierta a que me digan sus teorías uwu
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