Gritos (25)
Kenneth tragó saliva lentamente ante la impasible tranquilidad de Leopold, quien se adentró más en el cementerio, ignorando a las dos chicas, a la rubia y a la pelirroja... Les daba la espalda, sabiendo que ninguna de las dos podía escaparse. El rubio oro sentía un mal presentimiento, pero intentó relajarse al saber que estaba rodeado de glicinias, estaban a salvo...
O eso pensaba, pues repentinamente una mano se apoyó en su hombro. Leopold notó como se estremeció, también sintió la presencia, por lo que reaccionó rápido y tiró de su brazo para alejarse. Se dieron la vuelta y se encontraron con un joven de piel tersa y pálida, cabello negro con las puntas verdes, lacio, una parte del mismo estaba recogido en un moño y el resto caía como una cortina por sus hombros. Sus prendas oscuras y extravagantes, con varios anillos de plata en sus dedos. Kenneth tembló de pies a cabeza al ver sus ojos verdes brillantes y sus colmillos de demonio. Puso a Leopold detrás de él y sacó la espada, un agarre firme, fiero, su espada tenía una tonalidad azulada como el océano y morada como las galaxias en el cielo virgen... Ante esos colores radiantes y la mirada intimidante que demostraba que no permitiría que lo matasen sin pelear, hizo que el contrario alzara las manos a la altura del pecho como si se rindiera.
- Stan me envió y dijo que no tendría que pelear.
- Stan está muerto.
- Oh, cielo... Stan está muy vivo...- ronroneó malicioso.- Podemos hacer esto por las buenas, o podemos hacerlo por las malas...
Kenneth se mantuvo en guardia con la katana en alto.
- Tienes dos opciones... Vienes conmigo voluntariamente o te haré venir conmigo... Pero de malas maneras...- ofreció las posibilidades ladeando la cabeza hacia un lado y después hacia el otro.
Sonrió radiante ante la incredulidad del rostro del rubio oro.
- Vete a la mierda...
- Oh... ¿Esa es tu decisión, cielo...?- sus ojos brillaron.
Kenneth apretó los dientes, junto al mango de la katana y frunció el ceño. Ante el mínimo movimiento del demonio, usó su espalda para detener el ataque al poner la katana en una posición diagonal y sus ojos se iluminaron en morado haciendo sonreír radiante al demonio. Este parecía gratamente contento y ya parecía haber sido avisado de que sus ojos se iluminaban. Ambos pelearon velozmente, incluso saliendo del bosque por encima de las glicinias, las cuales parecía ser, igual que Stanley, inmune a ellas y si lo había mencionado debía ser porque obviamente ambos tenían algún tipo de relación.
Parecía ser eso lo que el demonio estaba esperando, pues su capa se extendió como si fueran alas y planeó hacia el suelo lentamente, dejando al rubio oro solo en el aire, cayendo una enorme brecha a gran velocidad hasta el suelo, guardó la espada en su casaca para realizar una respiración que redujera su velocidad y le permitiera caer sin hacerse daño, incluso con algo de suerte podría caer de pie, pero fue noqueado por un golpe en mitad de la inspiración y agarrado por el placaje de otra persona.
- ¡KENNY!- gritó Karen al verlo inconsciente en brazos de la pelirroja de ojos verdes, quien sonrió engreída y confiada.
Los ojos de Karen se iluminaron en rosa y aplacó a la chica para liberar a su hermano mayor, pero la rubia de ojos relucientes se interpuso y la golpeó con fuerza, lanzándola a volar varios metros hasta un árbol que acabó derribado. El resto de espadachines llegaron corriendo posteriormente, en shock por la escena y el polvo que había provocado el árbol al caer, viendo a dos demonios, y a una tercera sujetar al rubio inconsciente.
Y como los tres huyeron del templo tan rápido como su velocidad se lo permitía... Impidiendo incluso a Karen poder seguirlos dado a que entre el chico de cabello largo y la chica rubia, la golpeaban con patadas en el rostro o en el torso, o incluso le arrojaban golpes de arena contra el suelo para levantar polvo y hacer que los perdiera de vista y de olor.
Esto hizo que Karen entrara en desesperación y entre lágrimas de impotencia abrazara a su hermano mayor por la culpabilidad de haber perdido a Kenny. Kevin la abrazó con fuerza y se lamentó en bajo. Leopold fue el que se llevó la peor parte, una crisis existencial que lo llevaba a escenarios fatalistas en los que, en su mayoría, Kenny Johns regresaba para destruir el templo hasta los cimientos...
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Kenneth recuperó la consciencia aproximadamente en la mitad del camino, después de que sus secuestradores se hubieran puesto a salvo del amanecer, pero estaba totalmente inmovilizado, y no había forma de que pudiera huir, de todas maneras, no sabía dónde estaba, así que tampoco podría hacer gran cosa más... Y eso lo hacía sentir impotente.
La figura del chico de cabello largo había desaparecido de su lado como si fuera simple ceniza desde hacía varios largos minutos de caminata, por lo que ahora solo estaban las dos chicas, las cuales caminaban por un espacio irregular, sin sentido, surrealista, con una gravedad irracional y un ambiente cerrado y sin viento que lo dejaba algo angustiado, tal vez ahogado, pero de alguna forma todo el lugar estaba bien ventilado. No había paredes, no había suelo, no había techo, pero al mismo tiempo todo eso estaba, se mezclaba y se interseccionaba... Tranquilamente podían estar caminando por el suelo y al paso siguiente estar caminando por una pared. Se sentía cohibido por la irradiación de poder que se extendía por todo el complejo y al mismo tiempo tenía un sentimiento interno que le gritaba y que le decía que ya había estado allí. De alguna forma todo el ambiente le resultaba conocido o con una sensación de déjà vú o similar, era una sensación extraña y asumía que aquellas nostálgicas sensaciones venían de la mano con la presencia del demonio que se hallaba en su interior y del cual tenía ventajas de combate verdaderamente absurdas por la fuerza que tenían.
Cada vez se acercaban más a una sinuosa música creada por un instrumento de cuerda, punzadas feroces y gritos con eco que lo hacían estremecerse.
Una voz potente e imponente cada vez se escuchaba más nítida, cercana y clara. Su cabeza dolía por cada grito, se metían en sus oídos y se convertía en un eco repetitivo en su mente que lo mareaba, y sentía que perdía la consciencia ante el dolor de cabeza que sentía. Pero había notado también que no era el único sintiendo ese dolor de cabeza, pues los gruñidos de la pelirroja de ojos verdes le daban evidencias de las ganas de arrojarlo al suelo violentamente para desquitarse.
Pobre de ella si realmente lo hiciera, muy probablemente no acabara ilesa.
Sobre todo sabiendo como era la personalidad del demonio de un solo ojo solo al ver lo patéticamente asustado y obedientes que eran todos los demonios aún cuando era conscientes de que no estaba presente o no los estaba viendo, observando o controlando... Tal vez la sensación de tenerlo a su espalda era eterna y por ello lo obedecían.
- ¡Son patéticamente inútiles! ¿¡Cómo pudieron permitir que la cabeza se quedara tan JODIDAMENTE DESPROTEGIDA!? ¡Solo quedan ustedes cuatro!- sus gritos provocaban un eco ensordecedor.- ¡Voy a tener que usar a los ojos para vigilar sus NEGLIGENCIAS!
- P-Por favor, señor... P-Piense que nos metimos en un a-avispero... Los cazadores no dejaban de acr. . .
- ¡EXCUSAS!- interrumpió provocando que los dos azabache, Stanley y Mike, temblaran.- ¡No quiero excusas! ¡Quiero resultados!
- L-Lo sentimos señor...- Stanley agachó la cabeza.- Prometo que no volverá a pasar.
- Me estás prometiendo de forma vacía DEMASIADAS veces, Stan. ¡CADA VEZ! que haces algo... ¡Cada vez que intentas complacer a alguien! Siempre... ¡Siempre lo acabas estropeando! ¡CÍÑETE Y HAZ SIMPLEMENTE LO QUE SE TE ORDENA, MALDITA SEA!
Las manos y ojos del azabache de cabello largo temblaban por la impotencia y un verdadero horror recorriendo su cuerpo.
- ¡ESE MALDITO INÚTIL!...- Ahora fue Mike quien sintió la ira del cuerpo del castaño sobre él, tenía su ojo azul de un rojo brillante, incluso Damien, quien estaba arrodillado sobre la plataforma, también estaba temblando por miedo, sujetando la mano de Pip para que este no se derrumbara en llanto.- ¡Ese inútil que transformaste solo está vivo porque es inmune a las glicinias! SI NO LO FUERA, OS MATARÍA TANTO A ÉL COMO A TI.
El lugar entero se quedó en silencio, pero el eco rebotaba en todas las paredes como si quisiera regresar. Los acordes de la música eran tan punzantes y altos que anulaban por completo ese eco.
- Al menos cumplimos con el objetivo.- la rubia arrugó su labio con irritación y molestia, su rostro era una mezcla de sufrimiento, impotencia y furia por no poder actuar de forma violenta para detener los gritos.- ... Señor...- también existía un poco de resentimiento, miedo y rencor por posibles represalias que podrían haber sobre ella al tardar tanto en decir: "señor" para dirigirse hacia el demonio de un solo ojo.
Especialmente cuando estaba tan furioso.
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DAMN...
Cartman ya tiene a Kenny :0
ewe
DIGO-
Aquí las opiniones ------------>
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1551 Palabras]
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