Descansar (31)
Sus ojos estaban iluminaron en morado, se propuso el acabar con Stanley él mismo, haciendo un triple combo; los cortes diagonales con la katana y la expresión que apretaba sus dientes hasta hacerlos crujir, saltó con una voltereta en el aire y lanzó una patada lateral con la rodilla, una imitación al movimiento que realizó Johns contra Cartman, pero a diferencia de él, su fuerza era absurdamente inferior, por lo que apenas provocó que Stanley gruñera entre dientes y bloqueara el ataque con facilidad. Kenneth retrocedió varios metros y lo apuntó con la katana en guardia.
...
Mike despertó en un lugar extraño pero nostálgico para él. Miró alrededor con duda y bajó sus ojos a sus manos, no había sangre en ellas, sentía una fluidez inusual, una ligereza de una mariposa, se sentó sobre la paja en la que estaba recostado. El granero era su habitación desde bien joven, había aprendido a cubrirse con paja para no pasar frío durante las noches...
Se enderezó para levantarse y peinar sus cabellos largos, enredados y sucios. Perdió el interés cuando la puerta del granero se abrió con una presencia conocida, una sonrisa apareció en sus labios.
... Aunque fuera forzada.
- Buenos días, padre.
- ¿Qué haces que no estás trabajando?
- Malestar en la cabeza padre...- respondió con ingenuidad ante el tono arrastrado de su padre desde la mañana.- Me desperté un tanto más tarde...
Lo abandonó encerrado en el granero después de darle una lección, sin desayuno, sin comida, sin cena.
Se conformó con eso y considero justo el castigo por ser tan irresponsable.
Aquella noche, el granero se abrió una vez más, y al no ver a nadie entrar o la voz de su padre anunciando su entrada, decidió acercarse, saludando a su padre, pero no fue su padre lo que lo esperaba en la puerta.
- ¿Mike?
- Si, señor.- hizo una reverencia.
Estaba bien vestido, formal, su cabello largo suelto era verdaderamente elegante y atrayente a la vista, liso, caía por su espalda y hombros con gentileza. Una pequeña perilla y bigote poco pronunciado captaron su atención, pero no tanto como los intensos ojos azules marinos que lo observaban de arriba a abajo.
- Ven conmigo.
Obedeció sin dudar.
- ¿Mis padres me llaman?
- Tus padres te vendieron.
No hubo respuesta, pero girando la mirada esperando ver los ojos cristalizados, se encontró con una mirada bastante tranquila.
- No debí hacer buen trabajo...- respondió finalmente.
- ¿No te importa que te hayan vendido?
- Si no hice bien mi trabajo como hijo obediente y competente... No. Si mis padres tomaron esa decisión aún amándome como lo hacen, debió ser porque no hice lo que debía hacer.
- ... Creo que no estamos de acuerdo en eso de que te amen...
No preguntó, tampoco mostró curiosidad. Pero el azabache de cabellos largos y ojos marinos había entendido lo trastornado que estaba el chico con solo un par de interacciones, especialmente al ver como el padre lo había tratado como si fuera simple ganado al venderlo prácticamente como si fuera un regalo. No tenía valor.
- ¿Qué debo hacer para complacerle? Si mis padres me entregaron a usted, es porque debo serle útil, ¿No?
- Primero alejémonos, pongámonos bajo un techo y luego te diré lo que debes hacer.
- Me parece bien.
No rechistaba, no se quejaba, no hablaba, no mostraba curiosidad más allá de la misión que tenía para él, solo buscaba ser útil...
No sentía lástima por él, porque de hecho, iba a seguir haciendo lo mismo, ser una carnada, pero al menos sería un tanto más útil que siendo simple ganado que vivía en el granero.
Cuando Mike regresó a su cuerpo, siendo consciente de que volvía a ser un demonio y siendo consciente también de su muerte, de su pasado y de sus acciones, miró sus manos... dedos largos y llenos de callos cicatrizados, heridas de cuando era humano, sus uñas negras, como Stan, signo de que le pertenecía, el anillo de plata que decoraba su anular derecho, contrario al matrimonio, pero que era otra evidente marca de pertenencia, era el anillo que Stanley le entregó como un presente para que lo observara cuando no sabía qué decisión tomar y cuando estaba lejos de Stanley, como si fuera una parte eterna de Stanley en él... Se quitó el anillo lentamente y lo miró detenidamente.
- ¿Qué he estado haciendo toda mi vida...?- se lamentó en bajo.- Soy un idiota...- susurró en bajo dejando caer el anillo al suelo y caminando hacia las sinuosas llamas del averno.- Solo he nacido para complacer a la gente y nunca he podido complacerme a mí mismo...- bufó con lástima en su voz.
Sus pasos se adentraron en las llamas y su cuerpo dejó de sentir dolor y sufrimiento.
- Que patético...- susurró para sí mismo.
Suspiró con alivio y casi de forma placentera.
- Solo después de morir soy capaz de ponerme a mí delante de todos...- levantó los ojos con lágrimas hacia el inexistente cielo.- soy tan patético...
Una calidez inesperada llenó su cuerpo con una gentil caricia en su cabeza. Su madre acariciaba sus cabellos. Él enterró la cabeza en su pecho y la abrazó nostálgico.
- Gracias, mamá...
Por fin era capaz de decir que sentía un poco de paz...
...
- ¿Cómo te escapaste?- preguntó Stan un tanto jadeante por el cansancio de la batalla en la que ambos estaban sumidos de forma tan frenética e intensa.
- No es importante.- sus ojos se iluminaron más todavía y lo aplacó con otro corte diagonal que el demonio pudo esquivar fácilmente.
La batalla era tan rápida y con tanta energía derrochada en movimientos y destrucción de aquello que los rodeaba que ambos estaban agotados física y mentalmente.
Kenneth giró la katana para agarrarla de forma defensiva en una diagonal hacia abajo para detener las garras de Stanley, esto produjo que se cortase él solo. Gruñó audiblemente.
- ¿¡Mataste a nuestro señor!?
- ¿Acaso hice el trabajo sucio por ustedes?- frunció el ceño.- Seguramente planean lo mismo que pasó hace cincuenta años y que se llevó la vida de Kenny Johns... Pero ahora ya no está aquí para volver a impedirlo...
Stanley se quedó perplejo.
- ¿Q-Qué?
El resto de espadachines de la élite de separaron en dos grupos, Kyle y Wendy fueron con él, junto con su hermano Kevin... Craig, Tweek y Karen se quedaron atacando a Damien. Aunque todo sería inútil si no acababan con la vida de Phillip primero...
- ¿Qué quieres decir con eso?- interrogó Kyle frunciendo el ceño.- ¿Cómo coño estás aquí con vida?
- Larga historia, ahora mismo no me da tiempo...- susurró rápidamente.
- Tenemos tiempo.- susurró Wendy.- Stanley parece haber colapsado mentalmente.
- ¡Es el momento perfecto!- Kyle aplacó al azabache con la katana en alto para tomar más impulso.
Los cuatro aplacaron al azabache desde diferentes direcciones, pero este las esquivó y bloqueó todas en el último momento, salvo la última de ellas, el último ataque el cual había inmovilizado para su propia defensa.
- ¿Cómo sabes de Kenny Johns?- había agarrado su katana y sus brazos, imposibilitando que pudiera soltarse.
- Oh, pareces ser más idiota de lo que pensaba...- sus ojos morados se iluminaron más.- ¿No te suenan de algo mis ojos?- sonrió de lado.
Stanley se estremeció y cuando fue a alejarse, el rubio oro lo pateó de forma precisa en las costillas, un crujido resonó por todo el claro y el cuerpo del azabache rodó por el suelo como una croqueta por varios metros, deteniéndose boca abajo y debilitado.
- Buen golpe...- susurró Kyle.
- ¿Ehm...? ¿Gracias...? Supongo...- susurró en bajo.
¿De dónde había salido tanta fuerza de repente?
El pelirrojo se acercó al azabache de cabello largo y clavó su espalda en su cuello, atravesando por completo su garganta y clavando el metal en el suelo, este escupió sangre y agonizó incapaz de moverse o hablar más que escupiendo sangre en el proceso.
- Espera un segundo antes de matarlo...- susurró el rubio.- Cartman me dijo algo...
- ¿Si sabes que vas a tener que explicarnos muchas cosas, no?- giró los ojos hacia Wendy.
- Todo a su debido tiempo.- se rió un poco.- esto es importante.
Se agachó para quedar de cuclillas delante del azabache, este temblaba y sus ojos estaban cristalizados.
- Cartman te dejará descansar esta vez... No necesita revivirte otra vez para volver a ver a Kenny en tus recuerdos...- una lágrima se escapó de los ojos del azabache.- Descansa, Stan... No sé cuántas veces habrán sido... pero esta es la definitiva...
- Seis veces...- susurró en bajo.
Kenneth miró a Kyle y este acabó de enterrar su espada, iniciando el proceso de desintegración de Stanley.
Solo quedaba la primera pata con vida...
- ¿Cómo te has escapado de Cartman?
- Un trato que nos beneficia a ambos. Y me dejó escapar...
Wendy y Kyle alzaron una ceja al mismo tiempo y Kevin lo abrazó desesperadamente.
- ¡Me sirve con eso! ¡Mientras estés bien me conformo!
- Obviamente el resto de seres humanos en el mundo no se conformarían con esa respuesta.- respondió Kyle rodando los ojos.- Dime la verdad.
- Esa es la verdad. Cartman y yo llegamos a un trato... porque Kenny Johns reencarnó en mí, solo porque he tenido esa suerte... Cartman regresaría a Karen a ser humana y nosotros...- apretó los labios mirando a su hermano.- Los McCormick tenemos que dejar la herencia de cazadores de demonios, para siempre... Acepté solo el bienestar de Karen...
Kevin se lo quedó mirando fijamente.
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Ya pueden intuir que no puede quedar mucha historia...
Y están en lo cierto...
Pero aguanten, aún queda uwu
De hecho, queda una de mis partes favoritas uwu
Y seguramente será la parte favorita de muchos si les gusta cuando hay desmadre ewe
Aquí las opiniones ----------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1624 Palabras]
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