Demonio (21)

Al quedarse solo, tomó una profunda inspiración y la música se relajó poco después. Tarareó el ritmo mientras sus pasos y sus ojos se perdían en la inmensidad del espacio, la resonancia era tan buena que permitía escucharla aún estando lejos del cubo del cual provenía la música.

- Otra vez juntos, Kenny... Parece ser un capricho del destino...- sonrió demencial...

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Kenneth despertó desorientado en lo que pensaba era su cama. Se había sentado frotándose los ojos con cansancio y algo de dolor de cabeza. Al abrir sus ojos, se encontró en un espacio oscuro, negro, sin final, abrió los ojos en shock y se levantó repentinamente de un salto, miró alrededor, tragó saliva lentamente.

- ¿Qué mierda...?- susurró en bajo girando su vista intentando buscar un punto de luz o una salida, intentando saber su localización.

Se abstuvo de caminar, simplemente intentaba orientarse. Pero viendo que no había ningún punto de referencia, no tuvo de otra que decidir tomar una dirección e iniciar sus pasos, pero por más que caminara... No había absolutamente nada. Después de lo que calculó... Fueron unas tres horas caminando en aquella inmensa oscuridad, se rindió y se sentó en el suelo despeinándose el pelo para no desesperarse y gritar un poco para soltar la tensión.

- ¡Maldita seaaaaa!- exclamó desesperado.

Se tumbó como una estrella en el suelo. Dejándose caer hacia atrás, dado a que ya estaba sentado en el suelo. Se cubrió el rostro gritandode forma inentendible: "¡Despierta de este puto sueño de una vez, joder". Emitió un sonido de frustración y dejó los ojos cerrados para intentar dormirse y despertar en la cama, al lado de su hermana.

- Hey...- soltó un grito al escuchar una voz cercana y se enderezó de un grito, alejándose de la voz que había sonado justo en su oído.

Una risa divertida lo alertó. Giró la vista hacia el origen de aquella risa y sus ojos se abrieron en shock.

- ¿¡QUÉ DIABLOS ERES TÚ!?

- Me ofende que digas... "Qué" y no "Quién", pero te lo dejaré pasar porque estoy en mi forma demoniaca...- una risilla divertida reflejó su rostro.

Kenneth se levantó y se alejó un par de pasos al escuchar: "forma demoniaca", pero se asustó aún más cuando esa "forma demoniaca" desapareció y volvía a parecer un humano, solo digo "parecer" porque aún se veían evidentes marcas de que era un demonio... Los ojos iluminados, los dientes afilados, una sonrisa cínica en su rostro y las garras afiladas, pintadas en un llamativo y vistoso tono rosado como los pétalos de las flores de loto y un tono negro mate.

Debajo de aquella apariencia de demonio se encontraba una imagen fiel reflejo de un espejo de él mismo. Eso lo había hecho retroceder.

- Sorpresa...- sonrió ampliamente, sus pómulos parecían estar siempre marcados por una radiante sonrisa, movió sus manos a los lados de sus rostro como si lo saludara.- Es la primera vez que nos vemos... De todas las veces que has muerto nunca habías llegado a despertar aquí... Es la primera vez...- ronroneó.

- ¿Qué diablos estás diciendo...? ¿Quién eres tú?- exigió saber con voz temblorosa.

Sentía emanar mucho poder de aquella persona.

- Soy tú...- ronroneó.- Doscientos años atrás, pero sigo siendo tú... Bueno...- ladeó la cabeza hacia un lado.- En todo caso, tú eres yo...

- ¿Qué...?

- Pero reencarnado...- hizo un puchero divertido.- Aparentemente tuviste la buena fortuna de nacer en los McCormick...- rodó los ojos haciendo una postura relajada mientras se cruzaba de brazos.

No podía dejar de mirar su vestimenta y sus manos, sus garras afiladas, aquellos colores que adornaban sus uñas.

Llevaba un kimono de época tradicional de color negro con un estampado un tanto particular... tenía tonalidades moradas y flores de loto rosadas en su estampado. Era hipnótico mirarlo, pero al mismo tiempo sentía que algo malo le pasaría si continuaba mirando... Tragó saliva con miedo.

- ¿Qué pasa con ellos?

- Asesinos de demonios ancestrales desde que existió el primer demonio en el mundo...- sonrió risueño y dejó escapar un suspiro bobo, como el de una colegiala de quince años totalmente enamorada por el chico malo o el chico popular de escuela, o algo por el estilo.- cincuenta y cinco años, tres meses, veintidós días, dieciocho horas y quince minutos sin tí, mi amor...

Kenneth palideció y retrocedió otro paso.

- Cuando estás muerto el tiempo pasa muuuuuy lento... ¿Sabías?- sonrió ampliamente.- Qué bien que pude reencarnar en ti... Deberías agradecerme... Si no fuera por mí te hubieras muerto cuarenta y ocho veces desde que naciste...

Kenneth tragó saliva.

- Eres exageradamente torpe... O tienes mala suerte...- rodó los ojos.

- ¿¡Por qué estás en mí!?

- Reencarné en ti...

- ¿Quién eres...?- su tono de voz estaba desesperado, con miedo, no entendía la situación pero la idea de un demonio en su cuerpo no le gustaba absolutamente nada.

- Ya respondí eso.

- No. No lo hiciste.

- Oh... Creo que lo capto...- sonrió radiante de nuevo.- Kenneth Johns...- Le tendió una mano.

Aunque Kenneth no correspondió el gesto por miedo a sus garras.

- Oh, vamos... no te voy a morder.- se rio entre dientes.- Sería algo estúpido de mi parte...- ronroneó.

- Kenneth McCo. . .

- Ya sé que eres un McCormick, chico... no hace falta que me lo restriegues...- bufó rodando los ojos retrayendo la mano con un giro de muñeca.- Aun estoy asumiendo que nos reencontraremos con el amor de mi vida y tan desgraciado que eres, lo intentarás matar aprovechando que soy su punto débil aunque no seamos la misma persona...

Exageró los gestos caminando de forma impaciente e inquieta por aquel espacio.

- ¿Estás hablando de Eric Theodore Cartman...?

- OBVIAMENTE...- lo miró con sarcasmo.

- Perdón.- hizo una mueca.

El contrario bufó y rodó los ojos.

- Entonces... ¿El hecho de que mis ojos se iluminen en morado cuando me enfado...?- alzó una ceja lentamente.

- Sí, chico listo; soy yo.- movió sus cabellos hacia atrás, su cabello era bastante más largo que el suyo, llegaba a los omóplatos y era parcialmente ondulado, el suyo se quedaba un poco más abajo del cuello y era liso.- Tienes algo así como un residuo de mis poderes de demonio... Aun así... No alcanzas ni el cinco por ciento del poder que tuve cuando estaba vivo...

- ¿Ni el cinco por ciento...?- murmuró con cierta sorpresa.

- Ni el cinco por ciento...- repitió sonriendo orgulloso.- ¿Por qué estás tan sorprendido?

- ¿Con el cinco por ciento del poder de un demonio debería ser capaz de golpear a uno de alto rango?

- ...- alzó una ceja y sonrió de lado, curvando su labio hacia arriba para formar una sonrisa gatuna...- Depende...

- La segunda pata...

- ¿Quién era ese?- hizo una mueca dudosa.

- Stanley Marsh...

- Ohhhh...- abrió los ojos haciendo una cara de sorpresa, manteniendo la sonrisa traviesa.- El sodomita que expulsaron de su casa en plena lluvia hace ochenta años... Cierto, cierto...- sonrió de lado.- No.- negó.- No deberías poder golpearlo...- movió la mano para indicar negativamente.- Recibió bastante sangre del señor...- se saboreó los colmillos con su lengua de forma traviesa y provocativa.- Me puse celoso incluso... Aunque se lo pedí yo...- se rio entre dientes.- Era muy tierno con su sentimiento de venganza después de ser expulsado de casa...- soltó una risilla traviesa.

Kenneth se lo quedó mirando con los ojos abiertos en shock. Cada vez que esa persona hablaba o decía algo en referencia a los demonios o sus recuerdos al respecto... Lo comprendía menos. Y cada vez comprendía menos cosas de cómo era posible que fuera un demonio, o que fuera tan poderoso si su personalidad era tan exasperante e irritante... Le sorprendía que incluso el demonio de un solo ojo fuera el amor de su vida...

La solución más rápida a la podía llegar era que posiblemente era un amor de una sola dirección...

- ¿Acaso lo golpeaste?

- Sí.

- Oh... Entonces eres un recipiente más resistente de lo que parece...- se rio entre dientes.- interesante...- con una mano en su mentón, cerca de sus labios, cubriendo su risa burlona, apareció una curva que no era burlona, sino siniestra.- entonces serías capaz de consumir tanta sangre como consumí yo...- sonrió de lado.

- ¿Q-Qué quieres decir con eso?

Movió sus manos con desinterés, susurrando entre dientes: "nada, nada" y después añadió un: "ya casi amanece, será mejor que te despiertes" y una carcajada llenó su mente... instantes antes de verlo todo negro después de una caricia en su cabeza.

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Todos ahora mismo: ...... ¿Por qué Kenny siempre es el más poderoso de todos tus fanfics?

Yo: *escondiendo todas mis figuritas, dibujos y peluches de Kenny* No sé porque será :0...

JAHDJSKAHDAJSKDHASJKDA

xddddd

Perdón <:

Pero sí, Kenny tiene ese prestigio XD

Lo gracioso es que los headcanon de Kenny han ido cambiando, de ser el típico estereotipo andante de Kenny en el fandom cuando empecé... A tener mis propios headcanon de comportamiento, de personalidad, de conducta, de altura, etc...

JSJSJSJS

Creo en realidad ha sido un moderfaquin (motherfucking) milagro que mi maduración mental se diera cuenta del cringe de personaje que era Kenny. De hecho, si la gente leyera todos los fábricas de Kenny desde el principio hasta el final...

Seguramente notarán que en algunos fanfics tiene demasiada simpatía por los personajes trans, pero no lo tomen en cuenta xD

Aquí las opiniones ------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1553 Palabras]

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