Abandonar las armas (34) [FIN]
- Puedo oler a Phillip cerca... Estoy a favor del viento, tiene perfume, y huele a ti...- sonrió cínico mientras detenía sus garras a pocos centímetros de su rostro, con una fuerza inusual en un humano.- ¿Sabes?- suspiró- Podría pegarme puñetazos y patadas contigo todo el tiempo que quieras...- suspiró pesadamente fingiendo estar cansado, pero no lo estaba.- pero lamentablemente apenas me quedan unos segundos antes de que Kenny despierte...- se encogió de hombros.- Bollito mío~...- giró los ojos hacia el castaño sonriendo con gentileza y algo de provocación.- ¿Me harías el relevoooo? McCormick está despertando...- lo notaba a distancia, las garras de Damien que detenía a pocos centímetros de su rostro, y que hasta ese momento las aguantaba bien, empezaban a temblar al empezarle a costarle mantenerlas alejadas.
Damien entró en pánico al ver al castaño sonreír de lado y dejar de cruzar los brazos, además de separarse del árbol, sus pasos relajados se acercaban a ambos y en ese momento la lucha era más por soltarse del agarre de Johns que no por querer seguir golpeándolo o arañarlo para envenenarlo. Por más que daba tirones bruscos y trataba de retroceder con una expresión de pánico y horror en su rostro, digna de la que puso Stanley aquel día que Phillip resultó herido por Karen, Kenneth no lo soltaba, como mucho derrapaba un poco por el suelo de tierra y arena, pero no lo dejaba escapar.
Las garras de Cartman se afilaron como las de un águila, ladeó la cabeza hacia un lado y sonrió con sadismo.
- Gracias, mi amor...- le sonrió el rubio con sorna.- Espero que nos volvamos a ver...- besó su pómulo de forma rápida, repentinamente soltó al azabache y cayó desmayado.
No mentía cuando dijo que Kenneth McCormick estaba despertándose.
Damien trató de escapar, pero las garras del castaño se clavaron inamovibles y voraces alrededor del cuello del demonio. Con una sola mano. Y la otra la usó para evitar la caída del rubio oro al suelo. Qué despertó como si fuera una pesadilla, con sus ojos nuevamente azules.
- ¿Qué diablos ha pasado...?
- Bienvenido de vuelta...- susurró con un sarcasmo algo grosero.- Johns evitó que te mataran.
- ¿Q-Qué...?
Lo dejó ir al notar que ya estaba consciente de su cuerpo.
- Recomiendo que deis un paso atrás.- sonrió de lado curvando el labio con malicia mientras su ojo rojo se iluminaba con más intensidad.- Ahora empieza la diversión...- su voz sonó áspera y divertida, con ligeros siseos, mientras paseaba la lengua contra sus colmillos inferiores.- Haganme el favor de acabar con Pip. Está detrás de los árboles...- dijo con desinterés.
- B-Bien...- susurró el rubio oro.
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Leopold revisaba, con su único ojo sano, las manos, uñas, boca y ojos de Kenneth McCormick en búsqueda de evidencias que le indicaran si Kenneth Johns aún estaba en posesión de su cuerpo.
No lo estaba.
Después de eso se alejó un par de pasos para revisar las heridas de los demás espadachines, deslizando suavemente las vendas de los brazos de Kyle, aunque las heridas del mismo pudieron llegar a ser peores si el castaño lo hubiera golpeado. Este había desaparecido del campo de batalla y de las inmediaciones más cercanas al templo a partir del momento que Damien Thorn empezó a desintegrarse después de darle un descanso eterno a Pip. El entierro había transcurrido con absoluta normalidad y los restos de Damien habían desaparecido por completo.
Las heridas de los espadachines sanarían rápido dado a lo leves que habían sido en comparación con lo que podría haber sido. La preocupación interna de Leopold estaba presente íntegramente en la aparición de Kenneth Johns en medio de la pelea. También había una preocupación generalizada por que Kenneth hubiera sido liberado de las garras de Cartman solamente por lo que parecía ser un trato puro y sin trampas.
- Kenny Johns me hizo jurar que no intentaría matar a Cartman; y Cartman me prometió que volvería a Karen humana si los McCormick abandonamos la herencia de cazadores de demonios y nos vamos al territorio sin armas. Para siempre.- explicó Kenny después de la revisión y confirmación de que Johns no estaba presente de Leopold Stotch.- Ni siquiera pensé en el insulto a nuestro legado o cómo nuestros ancestros nos castigarían por hacer un trato como este... Lo más importante para mí es Karen...- ella tomó su mano y le sonrió un poco.
- No voy a enfadarme contigo, Kenny.- dijo Kevin.- Yo también estoy de acuerdo en ese trato, pero no confío en que Cartman devuelva a Karen humana.
- Significaría que el trato que hizo con Johns y el de abandonar las armas con Cartman se rompería. Por tanto, podríamos tomarnos venganza por incumplir el trato.
- El propio Eric Theodore Cartman dijo que cumpliría el trato al hacerse presente...- dijo Wendy con tranquilidad en su voz.
- Cierto...- susurró Kyle cruzado de brazos.- La lucha continuará sin vosotros.- miró a los tres hermanos.
- Fue un detalle considerado de Cartman decirles que se confinen en el territorio sin armas...- suspiró pesadamente Leopold.- Espero que alguna vez vengan a hacernos una visita...- susurró sonriendo un poco.
Fue así como los McCormick pasaron de ser una familia de espadachines que cazada demonios, a una humilde familia campesina y artesana que convivía en un llano fuera de las armas, un territorio de paz rodeado de glicinias donde los demonios tendrían que pensárselo dos veces antes de entrar, pues las quemaduras que se haría en su piel podrían ser mortales. Empezaron a vivir en una casa humilde cercana al bosque, en el límite con las glicinias, las ventanas traseras daban a la oscuridad inmensa del bosque, a la desolación de las glicinias muertas, y más allá, la antigua casa chamuscada de Christophe... Ze Mole...
La noche que abandonaron las armas y las usaron para decorar las paredes del salón de la casa, Cartman hizo acto de presencia en el claro donde perduraban los restos de la casa de DeLorne... Allí tomó la mano de la castaña, con la palma hacia arriba y con un ligero arañazo, hizo rotar la mano para que ahora estuviera boca abajo, Karen perdió fuerza, perdió el brillo de sus ojos, sus colmillos, sus ojos afilados, sus garras... y cuando retiró su mano de encima de la palma del castaño, la herida estaba curada.
- Ya cumplí con mi parte...- susurró guardando las manos en los bolsillos de su pantalón.- Espero que ustedes también cumplan.
Kenny asintió con la cabeza.
- Dile a Johns que nos veremos en la próxima vida... Desapareceré de la faz de la tierra unos cuantos años... Buscaré una nueva defensa, un nuevo escondite, y algo de entretenimiento para otros doscientos años...
- ¿Sin contacto no puedes entrar en mi mente?- alzó una ceja McCormick.
- No. Pero sabiendo que he podido volver a ver a Johns... Me sirve con eso...- giró sobre sus talones y alzó una mano como despedida mientras se adentraba en el bosque.
Kevin, Kenny y Karen volvieron al interior de la casa, aliviados, tranquilos, con la seguridad de que sus vidas ahora estaban bien... Pero aún con una interrogante importante cuya respuesta aún no había llegado, o tal vez llegaría a su debido tiempo...
Pero por ahora...
Ya no tenían otra cosa que hacer que ir a dormir y descansar para empezar la monotonía de un nuevo día al siguiente amanecer... Teniendo una nueva vida como artesanos, viviendo en una relajada y apacible vida...
FIN
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Yo: LA MADRE QUE ME PARIÓ A MÍ Y A MÍ PÉSIMA ORGANIZACIÓN PARA CORTAR LOS CAPÍTULOS AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
*llora*
OS JURO QUE HABÍA MATERIAL PARA 40 CAPÍTULOS
Pero he cortado muy mal todos los capítulos y al final ha resultado que de las 41.657 palabras que había y que se supone que tenía que dividir en 40 capítulos...
Resulta que solo he tenido suficiente para 34 capítulos...
MALDITA SEA MI ORGANIZACIÓN >:cccccc
Todo mal...
Me perdonan? QnQ ------------------>
Aquí las opiniones de este capítulo ------------->
Aquí las opiniones de toda la historia en general ------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1394 palabras]
P.D.: Mañana publicaré el EPÍLOGO... Y espero que lo tomen como una compensación por no llegar a los 40 capítulos... Quiero decir... El epílogo es jodidamente largo. Y responde la duda que seguramente muchos tenían... desde el primer momento que Kenny Johns apareció ewe
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