Los días siguientes al encuentro que tuvo con Douglas, Allison empezó a sentirse extraña, como si no fuese ella misma, puede ser porque él aún no la había llamado luego de aquel día, y por supuesto que ella no lo iba a llamar a él, ya saben cómo funciona el orgullo. Tal vez por eso es que no podía concentrarse en las demás cosas que normalmente hacía en su vida cotidiana, incluso a veces durante los cortos descansos que le daban en su trabajo, caminaba por los alrededores de aquella cafetería con la esperanza de encontrarse con él. La vida de Allison se había desorganizado por completo, sus emociones eran un completo desastre, no podía parar de pensar en él. Ya pasada una semana, su estado pasó de ansiosa a enojada, pues llegó a pensar que Douglas no la iba a llamar nunca y que solo la ayudó y la acompañó por cortesía, pero la verdad es que le sucedió algo malo a Douglas, la noche que acompañó a Allison hasta la parada de autobuses, fue asaltado, le robaron el teléfono y la cartera, en la cual, por suerte, solo traía dinero, todos sus documentos legales los había dejado por accidente en su casa, lo que no sabía ella, era que él también frecuentaba la cafetería donde se conocieron para intentar localizarla de alguna manera, pero no tuvo suerte, porque los días que él fue ella o no estaba o ya se había ido tras esperar un buen rato a ver si él aparecía. A las dos semanas ya Allison había perdido toda esperanza de volver a hablar con aquel chico que la ayudó en la cafetería, pero aunque a veces el destino suele ser cruel, este no fue el caso, pues al final el sol salió para los dos, resulta que el teléfono de Douglas fue encontrado por la policía, él anteriormente había hecho la denuncia. El asaltante había vendido el celular a un vendedor ambulante, que frecuentaba mucho la zona donde estaba viviendo Douglas en esos momentos, el hombre tenía dicho celular en venta, al ver que los oficiales le preguntaron de manera intimidante por el teléfono, el vendedor, asustado, le dio el celular al oficial y le explicó todo. Los oficiales le entregaron el celular a Douglas ese mismo día por la tarde, algo que lo sorprendió porque casi siempre ¨la justicia va despacio¨, como dicen por ahí. Lo primero que hizo Douglas luego de recibir su teléfono de vuelta, fue llamar a Allison, aunque tenía miedo de que ella no quisiera hablar con él, puesto que había roto su promesa de llamarla pronto, pero como dicen, ¨es mejor intentar y perder que no intentar¨, así que Douglas, aunque estaba nervioso y no sabía cómo iba a reaccionar Allison, o tan siquiera si le iba a contestar la llamada, marcó su número y esperó. Por otra parte, Allison, decepcionada ya, estaba en su cama, se sentía como si estuviese a punto de estallar en llanto, pero se contuvo, y de momento, su teléfono, que estaba a otro lado del cuarto, empieza a sonar, Allison pegó un salto que casi cae al otro lado del cuarto, aunque tal vez estoy exagerando un poco, ella no estaba esperando ninguna llamada, al ver que era Douglas quien la llamaba, su cara cambió totalmente, se le puso una sonrisa de oreja a oreja, aunque en ese momento una lágrima empezó a correr por su cara, pero antes de atender a su llamada, se puso a pensar en que él no la había llamado pronto como se lo prometió, lo que la hizo enojarse un poco, así que esperó para contestarle. Al contestar la llamada su orgullo desapareció, porque a pesar del enojo, ella estaba esperando hablar con él de nuevo
-Hola-
-Hola Allison, es Douglas, perdón por no llamarte antes, es que....-
Él le explicó todo lo sucedido, y Allison entendió pero se mostró un poco incrédula aunque era de esperarse ya que apenas se conocían.
-Perdón en serio-
En ese momento Allison recuperó su hermosa sonrisa y otra lágrima corrió por su mejilla, pero esta vez fue de alegría.
-Esta bien, pero, puedo creer lo que dices?-
-Puedes creerme o no, es tu decisión-
En ese momento Allison estaba desquitándose con él pero se dio cuenta de que estaba siendo egoísta.
-Discúlpame tú a mi ahora, no sé en qué estaba pensando cuando te dije eso, soy una....
-No digas nada más, te entiendo, ninguno de los dos tenemos la culpa-
-Gracias. No puedo creer que estuviese tan enojada, no sé qué me pasa, yo no soy así, parecía una novia celosa-
Douglas lanza una carcajada.
-No te burles!!!-
-No me estoy burlando, solo me pareció gracioso lo que dijiste-
Allison se sonroja.
-Y yo preocupada por ti, eres un pesado-
-Si, lo soy, disculpa por ser yo mismo, aunque no creo que eso te moleste cierto?-
-Aunque no quiera admitirlo es obvio que no me molesta, de hecho, eso de ti me parece interesante, joder!!! es que todo lo que he podido conocer de ti me parece interesante-
El comentario de Allison hace que Douglas se sonroje y a la vez muerda sus labios, la cosa ciertamente estaba tomando otro rumbo y él lo sabía.
-Pues que bueno porque pienso lo mismo de tí-
-A si? Pues es normal que lo pienses-
-Wow!!! Esa actitud arrogante es nueva!-
-Es que aún no me conoces-
-Cierto, pero te recuerdo que tú a mí tampoco, pero eso se puede solucionar-
-Cómo?-
-Tienes planes para esta noche?-
-No que yo sepa-
-Pues prepárate que te invito a comer-
-Y si digo que no? Te recuerdo que me hiciste esperar demasiado-
-En serio vas a jugar esa carta?-
-No sé, tal vez, pero si me convences puede que cambie de opinión-
Dijo mientras una riza se escapaba de su boca.
-Pues verás, no tengo porqué ofrecer nada para convencerte, el solo hecho de que salgas conmigo es motivación suficiente-
-Ja! Me la devolviste, perfecto, creo que puede ser una noche muy interesante-
-Entonces te veo frente a donde nos conocimos a las 8-
-Me parece bien, no te preocupes si llego tarde, me gusta hacerme esperar-
-Jaja, está bien, ya veremos si eres así-
-Te lo aseguro-
-Entonces nos vemos dentro de un rato-
-Nos...-
Se despide y cuelga dejándola con la palabra en la boca y ella sonríe con malicia
-Me dejó hablando sola-
(Murmura molesta)
-Ya verá.