099 | #GAMEOVER (II)

—Pero te refieres a lo de "un caballero"—lo provoco, dejando evidenciar las notas de odio en mi voz—,  porque naciste hombre, ¿verdad?

Me mira y saca su mano de mi entrepierna.

—Eres perfecta para romper con momentos deliciosos—se aparta, aunque no se incorpora de pie. La distancia entre su rostro y el mío sigue siendo de menos de un metro.

—Pero estoy en lo cierto. Debes darme créditos por ello. Eres Samurái. Eres cyborg. Fuiste hombre. Te gustan las chicas delgadas y tetonas. No estás del todo contento con tu aspecto, por eso no te gusta que la gente te vea. Y sobre todas las cosas, eres un cerdo asqueroso que te gusta abusar de chicas y te haces la paja viendo escenas lésbicas.

Me observa pero no dice nada. Un cyborg es una persona que no está en acuerdo del todo con su situación de humana y decide incorporar partes a su cuerpo y reemplazar otras por partes de robots, dispositivos cibernéticos, microchips. El objetivo es mejorar lo que la condición de humanos nos limita, aunque no todos tienen la manera de pensar del que tengo delante de mí justo ahora.

Lo he atrapado.

No hay muchos cyborgs en el mundo. Será fácil localizarlo.

Así que le sigo provocando:

—Quizá...tengas razón—le digo dejando entrever la desesperación en mi voz—. No te conoceré en persona. Ni sabré tu nombre verdadero. Pero he descubierto tu perfil, sé hasta la más profunda de tus intimidades y no podrás contra eso. Sé cómo encontrarte si llego a salir de aquí.

—Exacto, Pastelito. Pero hubo algo que salió de mis planes y no lo pude controlar. Estaba todo milimétricamente pensado hasta que empezaste a dar pelea y me fuiste arrinconando. Lejos de horrorizarme.

Por lo general los cyborgs generan un talento. Algo que se esfuerzan por mejorar.

—Dime—le digo—, cuál es tu sentido secreto.

Una sonrisa se va marcando en su rostro evidenciando su locura.

—¿Qué querías compensar con ese...dispositivo que has generado...en ti mismo?—le sigo insistiendo. Esta vez con un enorme interés.

Debo admitir que admiro a algunos que se han modificado el cuerpo con finalidades protectoras, activistas y filantrópicas.

Pero, nunca imaginé que conocería a alguien que se valiere de la Tecno-medicina para perseguir mega corporaciones y destruirlas.

—Eres una chica inteligente—declara. Poco a poco se va acercando a una verdad que no me siento del todo preparada para escuchar...—. No quiero ponerme melodramático pero esa parte nueva de mí que he creado, ha sido para ayudar a otros. Soy un activista, soy una persona que sostiene su ética sin discriminar ni hacer daño a nadie.

Sus ojos, mis ojos, se llenan de lágrimas mientras relata y mi corazón se queda helado:

—A mi me hicieron mucho daño. Era solo una niña pequeña cuando mi papá me azotaba con el cinturón porque me gustaba usar faldas o jugar con cochecitos pese a que me obligaba a ser como los varones. Él también tenía sus gustos fuera de lo común, pero nunca se los critiqué.

—Ay, no—me llevo una mano a la boca.

—Nací varón. A veces fui una nena. Papá me azotaba. A mamá le gustaba tocarme. Yo era su princesita, un juguete preciado. Siempre me sentí bella a su lado. El problema es que los demás no entendían y me criticaban por ser a veces una y otras veces, otra.

—Tú... Tú... No...

—¿Yo no soy una persona normal? Es probable. Y me siento agradecida de ello.

Vuelve al femenino.

Diablos, mi cabeza está a punto de estallar.

—Siempre supe que yo estaba por encima de lo que a mis compañeritos les gustaba, o lo que decían ser. Tuve desde siempre una conexión particular con las computadoras. Dediqué mi vida a amarlas y ser como ellas. Una computadora puede ser exactamente lo que quiere ser y nadie le jode su sistema operativo. Ahora lo que he hecho contigo y conmigo, ha sido corregir cualquier límite que te puede imponer la vida. Siempre amé las computadoras porque...yo me siento una. Y esto va mucho más allá de un fetiche. Tú no lo entenderías. No entenderías mi hardware ni mi software porque ahora eres una simple mundana. Pero podrías seguir creciendo a mi lado. Sólo ayúdame a destruir a todos esos enfermos que intentan joderles la vida a personas indefensas que nada tienen por hacer. Yo sí. Puedo seguir creciendo.

—¿Cómo es posible que te hayas metido algo para ser un...software?

—Insertando un hardware, por supuesto. Ahora tengo un sistema operativo en mi cerebro para poder entender mejor a las máquinas. Ser más...sensible a ellas.

—¿Có...cómo es que...te...lo inser...taste?

—Me operó un médico amigo de la familia. Mamá le pagó. Soy mucho más que un cyborg, estoy por encima de cualquier especie, Natalie. Entiende mis cualidades, estoy segura de que podrías hacerlo porque tú también eres especial. Siempre tuviste un talento nato para las máquinas.

—Yo no...

—A ti te violaron en verdad. Te jodieron la vida. Te prostituyeron. Y eso podría haber arruinado tu talento, pero no. No lo lograron. Puedes seguir creciendo. Sólo debes estar de lado del software correcto.

—¡Carajo, no...! ¡A tu lado jamás!

—¿Por qué? ¿Porque tu corazón es de Jefferson?

Me quedo mirándole en silencio.

Me siento perdida y al borde de la locura. Pensar en él, pensar en que algún día le volveré a ver me arma de valor y me logra anclar a un pequeño sentimiento de humanidad alzándose en mi interior.

Lo amo.

Lo amo y...si este... ya ni sé cómo llamarle, pero si me mata, no habré tenido tiempo de decirle lo que siento. De despedirme de mamá. De abrazar a mi hermana. De disculparme con Malcolm. De cederle parte de mi dinero a Sophia para que no tenga que rogar nunca más por quinientos dólares.

—Aún no lo conoces, Nat—insiste—. Quizá no sea yo lo que a ti te convenga, pero podrías intentarlo. De lo que estoy segura es que ese pornógrafo no te conviene. Tú estás...para mucho más que...eso... A ti te prostituyeron. Y él junto a sus amiguitos sostienen ese negocio.

Las palabras cruzan por mi cabeza sentándose en ella y cada vez me siento más gélida.

Pese a que las llamas del infierno arden a nuestro alrededor.

—Tú...no tienes idea lo que es que...—empiezo. Pero lo pienso varias veces. Este individuo será de una locura monumental pero también de una inteligencia invaluable, la cual nos ha traído al lugar donde estamos ahora.

—¿Qué sucede?

Las palabras de Jeill resuenan en mi cabeza.

Si los está persiguiendo es porque algo terrible encontró.

Mi corazón se pulveriza y le miro a los ojos. Mis ojos. Esos donde yo no soy.

Debo avanzar aunque la decepción se vaya dejando mi alma en el camino.

—¿Qué...encontraste sobre...Dirty?—le pregunto casi sin aliento.

—Ay, Nat—suspira—. En verdad, creí que lo encontrarías por ti misma. No quería ser yo la que te rompiese el corazón.

—Dilo. Dilo de una puta vez.

—¿Conoces Little?

¿"Little"?

—N...No...

—Dirty ha fundado una empresa pornográfica en la Internet Sombría. Es un criadero de chicas. Compran los bebés antes de nacer, los implantan en mujeres encerradas en campos de concentración que nadie ha podido ubicar en islas recónditas del mundo y venden sus órganos. A otros los venden, a pedófilos. Los filman. Puedes pagar millones por estar online en uno de sus cuartos. Hacen lo que tú les pidas. Si te gustan, los puedes comprar.

Mi cabeza empieza a atar cabos y sólo quiero desaparecer.

Los bebés.

CUERPOS.

Los embriones.

Las madres.

El proyecto...

CUERPOS...se trata de salvar embriones para vender a la industria del porno, proxenetas, tráfico de personas y venta ilegal de órganos...en una actualidad gobernada por la informática.

—¿Nat?—insiste, buscándome los ojos.

Me siento terriblemente engañada.

Destrozada.

Estúpida.

¿Es eso lo que escondía en el piso quinto y sexto? ¿La verdadera información sobre el proyecto de CUERPOS? Yo estuve...intentando...darle vida a un bebé todo este tiempo...

...un bebé que podría ser vendido a un psicópata de cualquier país. ¿Es que ese futuro quería yo para él? ¡Mierda, mierda y más mierda!

—¿Sigues queriendo salir corriendo de este sitio para buscarle?—me pregunta, concluyente.

Y con el corazón en un puño le contesto:

—Estoy...contigo. Dame las pruebas. Muéstrame que ese lugar existe... Y me implantaré lo que haga falta para destruir a Jefferson. Seré como tú.

FIN DEL PRIMER LIBRO

__________________

#LosJuegosDelJefe

#FINALPara más info visita instagram.com/luisavilaok <---síganme y díganle a sus amiguis que también lo hagan xD  besos y abrazos!


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top