094 | #SANTIFICADO


Acercarme al casco en la caja sobre la mesa, podría equivaler a subir hasta el sexto piso del edificio de Nick y saltar por la ventana.

Un pequeño acercamiento a la verdad podría implicar el mayor de los desastres. Las opciones, una a una, se fueron recortando de mi disponibilidad en el mapa de lo posible. Nick ya no está. Yo me fui. Porque él me abandonó en cuanto decidió hacerme daño, pese a que se lo pedí. Creí que podía protegerme pero no era cierto.

Las cosas deberían haber seguido un curso sensato, enamorarme de un hombre que me convenga, alguien como Serge quizás, pero no, tuve que fijarme en Nick. Y las cosas podrían haber ido muchísimo mejor, de no haber sido que un imbécil se cruzó en el camino para declarar una guerra que sólo va dejando consecuencias detestables y muchísimo miedo.

Aún pienso en su sonrisa. En esos ojos azules que nunca volverán a mirarme del mismo modo. En sus manos firmes. En su semblante enigmático, imposible de descifrar.

Sus secretos.

Sus mentiras.

Sus juegos.

Su perversión.

Mi destrucción.

¿Se puede extrañar a alguien que te hizo tanto daño? A un hombre que no terminaste de conocer, pero que él si sabe de ti hasta el último detalle. ¿Me extrañará cuando ya no esté a su lado? ¿Querrá volver a verme por la mañana? ¿Compartir conmigo la cama o cualquier de sus espacios de interés íntimo, personal?

Desconfié de él, sin embargo, debía descartarlo en tanto opción. Es el lado oscuro de la luna.

Una oscuridad en la que apenas pude adentrarme y darme cuenta el horror que hay dentro. Lo que no sé es si en verdad no querría volver jamás. Volver a él aunque salga dañada en el intento. Es justamente aquello contra lo que no he podido cortar en este último tiempo.

"Tú también me caes mal".

Él sabía que nunca lo soporté, aún cuando me tomó en sus manos por primera vez y nos besamos como dos personas sedientas y cada uno tuviese la última gota de agua.

"¡Nat, vuelve!"

Lo siento, Nick.

"No te vayas, por favor..."

Debo hacerlo. Asumí el compromiso de descubrir y detener a quien andaba tras todo esto.

"No te marches, Nat. Si quieres ignórame a mí."

Tomo el casco. Lo enciendo. La voz de Nick me sigue atormentando.

"No volveré a hablarte, no te saludaré en las mañanas, pero...te pido que no me abandones..."

Con lágrimas en los ojos me pongo finalmente el casco, encendido, mientras los ojos de Malcolm están clavados en mi espalda ante cualquier emergencia o acto fuera de quicio que intente cometer.

Pero no se hace la más mínima idea de lo que está a punto de ocurrir.


La pantalla se enciende. De a poco el escenario se va abriendo lugar frente a mí.

Mientras una de mis canciones favoritas suena como un parlante lejano o una radio que alguien olvidó apagar. Oh, vamos, tiene que ser una broma.

El Virus ha creado este escenario tan a medida que me deja impresionada. Hasta tuvo el detalle de indagar en las canciones que más reproduje últimamente en mis cuentas.

La voz de Bobi Adonov me llega tan seductora y ronca como siempre. Sabe que es mi cantante favorito, ¡un poco más y logrará conmoverme!

Lo ignoro y avanzo en el suelo pantanoso que se extiende en la pantalla diseñada a medida de mis ojos virtuales. Miro hacia abajo y encuentro que mis piernas están desnudas. Llevo puestas unas sandalias atadas a los tobillos. Más arriba sólo porto un short de gabardina que deja la mitad de mis glúteos descubiertos. ¿Qué carajos le sucede...? Además, tengo puesto sólo un corpiño en mi torso con el estampado camuflado, típico de una militar porno a punto de salir a la guerra.

-¿Qué carajos crees que soy que me diseñas de esta manera, eh?-le grito a la oscuridad de la noche pixelada que se alza delante de mis ojos.

Pero no obtengo respuesta más que el sonido de un lobo a lo lejos. Santo cielo, ¿por qué no puede hacerlo simplemente más sencillo?

La respuesta llega de inmediato.

Porque soy parte de sus juegos.

-¿Dónde carajos te metiste?-insisto pisando las hojas y la hierba que cruje bajo mis pies.

Avanzo. Estoy cerca.

Lo sé porque algo llama mi atención...

Un pasaje en el camino del bosque. La luz se ciñe sobre los troncos de los árboles formando rostros fantasmagóricos.

Carajo.

Alguien pasa corriendo detrás de uno. No es más que un destello verde a gran velocidad que reconozco de inmediato.

Lo cual da certeza a mis suposiciones de donde me encuentro.

-No te haces una idea lo considerable que es de tu parte saber que te has percatado de cada uno de los aspectos que me gustan. ¿De qué se trata esta mierda de bosque? ¿Y esa música? ¿Intentas seducirme? Lo siento, no quisiera romper tu corazón, pero me gustan las personas de carne y hueso, no los virus informáticos, lamentablemente aún no soy robotfílica. Si es que el término "robot" pudiera describir tu inconsistencia material. O debería llamarme "softwarefílica", ¿no crees?

Alguien vuelve a pasar corriendo tras un árbol y doy un salto tras escucharlo. Carajo. No saldrá. No van a atacarme. Estoy en mi escenario favorito, de mi juego de pelea favorito de siempre. Él lo sabe. Cómo demonios lo ha descubierto, no lo sé. Los personajes andando detrás son parte del paisaje, nunca han atacado a los contrincantes.

Pero aquí estamos.

Y si quiero que esta mierda siga y se termine, debo ponerme en posición.

-Bien, bien-le digo-, voy a ponerme de pie justo donde debo y mira-me inclino un poco, levantando las manos con los puños cerrados y haciéndome hacia adelante y atrás.

Lo cual es exactamente lo que estaba esperando para aparecerse.

La grava cruje bajo sus pisadas a medidas que se va recortando su figura en una definición altísima. Se abre paso entre los árboles y el terreno empantanado. En esta noche ficticia no hay luna. Su figura sólo se recorta de una luz ficticia propia del juego.

Lo ha vuelto a hacer.

Ha vuelto a valerse de mi imagen para diseñar la pista con sus personajes.

La versión de Natalie Hale que se aparece, me impacta como algo terriblemente loco, aunque me permite hacerme una idea de cómo he de verme ahora mismo. Puede hacerme ver con mis propios ojos, creo que debería intentar la programación en el mundo de realidad virtual, pero con Nick, a ver si el cabronazo me entiende de una vez por todas.

-Natalie.

Su voz es idéntica a la mía aunque mucho más decidida.

Tiene puesto exactamente el mismo atuendo que yo, aunque todo es de color morado intenso. Las tetas le resaltan y parece que me las hizo más grandes. Me sigue provocando el idiota, yo nunca he querido ser pechugona.

-Fíjate que tengo el honor de decir lo mismo-articulo con cierto odio-, Natalie Segunda.

Sigue caminando y se pone de pie justo a unos pasos de mí. Donde se supone que debemos estar para que empiece el primer round.

-¿Así que me trajiste a pelear?-le digo.

-Yo no te traje. Tú viniste solita.

Carajo, no deja de intimidarme tener que estame hablando conmigo misma. ¿Cómo sería tener que golpearla? O golpearme. O el uso que deba hacerse de la primera o tercera persona...

-Vine porque tú dejaste ese casco en mi casa a fin de que nos comuniquemos. Sabías que volvería. Y tenías preparado este sitio para ese día.

-Eres tan inteligente, cariño.

-Métete tus adulaciones por el culo, idiota

-Oh, vaya, veo que te has enojado.

-Sí, estoy muy jodida y enojada con el hijo de puta que me mandó a secuestrar, amenazó a los hijos de la persona que me protegía y me quitó cada uno de mis dispositivos tecnológicos. Mejor dicho, me quitó todo, hasta la libertad. ¿No crees que tengo motivos de sobra para enfurecerme?

-Lo supuse. Por eso preparé el terreno para que te sientas cómoda en un lugar donde pelear.

Su cabello recogido en una trenza gruesa se mueve a medida que habla torciendo la cabeza. Lo cual me hace suponer que quizá, se ha de estar moviendo al otro lado, donde quiera que esté, en la cabina o en las sillas tras el casco. Algo hace que se mueva de esa manera. ¿Quizá tantas horas frente al computador le jodió el cuello?

-Hay que hacer ejercicio de vez en cuando-le digo-, más aún si te pasas horas frente al PC.

-Tengo experiencia noqueando a mis contrincantes cuando se trata de videojuegos, Hale. De todas formas te agradezco. Me alegra saber que te preocupas por mí, cariño. Iré al médico. ¿O quieres ser tu quien me atienda? No podrías negarte y ni siquiera sabrías si el mismísimo Virus es quien esté metido en tu despacho para que le cures los dolores de cuello.

-Claro. Estaré encantada de recibirte en mi consultorio. En primer lugar, te meteré una aguja con anestesia y cuando despiertes, estarás tras una celda y con un testículo mutilado por haberme violado.

-¿Violado? Creo que te estás equivocando, bebé.

-Sí. No te sigas esforzando. Ya sé quién carajos eres y he estado esperando mucho tiempo poder darte una paliza, imbécil. ¿Por qué mejor no te acercas y me pones a prueba?

___________________

#LosJuegosDelJefe

ÚLTIMOS 5 CAPÍTULOS

#Maratón #1/3

Última de todo este librote ToT

#ALCARAJOTODO

___________________

ALERTA SPOILER

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

en el próximo capi...

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

en el próximo cap sabrán quién es El Virus

.

.

.

#AlCarajoLasReglas

#AlCarajoTODO

https://youtu.be/j1KAVSh6iUg

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top