—¿Disculpe?

Sé que Jeill Nahej no es El Virus pero le hablo en códigos para que, en caso de que sí lo sea, caiga con su propio peso. Nunca está demás descartar opciones. Y ahora mismo debo apresurar las cosas porque el tiempo se agota: tengo una audiencia en la que se decidirá mi porvenir profesional y un nivel que superar en un juego donde hay mucho puesto en riesgo.

—Señor Nahej—le digo—, ¿le gustan a usted los juegos de guerra y de estrategia?

—De hecho... No. Lo mío es otra cosa. ¿Por qué lo pregunta? Su guardaespaldas me contacto, dijo que tenía que hablar conmigo pronto y no era una opción no hacerlo. Sobre todo si consideramos que hay un vídeo donde se la vincula a mi viejo socio... Del que no quiero saber absolutamente nada. Así que, ahorrémonos los sermones y dígame qué quiere, para qué me ha llamado.

—Comprendo absolutamente cada palabra con la que argumenta su disgusto al haber recibido noticias mías, señor Nahej. Sepa que no es mi intención incomodarle y el motivo por el cual me he puesto en contacto con usted, no tiene que ver con la persona de ninguno de sus viejos socios. Además, yo también estaría poco a gusto de que pongan en contacto conmigo las personas que me echaron de la empresa que también fundé. El motivo por el cual he querido contactarle es otro.

Nick me hace un gesto señalando el reloj de su muñeca, no obstante presta atención, completamente anonadado, de que esté hablando con la persona que fue co-fundadora de su propia empresa secreta pornográfica.

—Dígame qué sucede, doctora Hale.

—Hay un inconveniente, señor Nahej. Ahora mismo estoy por entrar a algo similar a un juicio donde se decidirá mi porvenir profesional dentro de la Medicina ya que se ha difundido un vídeo pésimamente editado. Y del cual, corroboro, usted ya ha tenido conocimiento. Al igual que sabe muy bien de qué se trata un juicio donde puede arrancarle a uno la matrícula profesional. Por lo tanto, le pido que pautemos una reunión en algún lugar público. ¿Cuál es su cafetería favorita de Yorkshire?

—Señorita Hale... No es de mi interés volver a...

—Me queda poco tiempo, señor Nahej. ¿Qué tan lejos se encuentra usted ahora?

Él suspira.

Nick también.

—Seis horas—me contesta por fin.

—Excelente. Malcolm le sacará un pasaje en el próximo avión que venga de Yorkshire desde dondequiera que usted esté ahora. No es mi intención indagar en su privacidad, eso lo hablará directamente con él. ¿Nos encontramos esta tarde en Tearoom?

Volver a la Universidad tiene un sabor agridulce. Por un lado, te invaden los recuerdos de los últimos años de tu vida donde compartiste con amigos, diversión, quizás algunas drogas y momentos de holgazanería. Pero es imposible olvidar la tensa espera de una nota, el agotamiento de que tu agenda se llene de exámenes y trabajos por entregar entre tantas cosas que te empujan a tener que sobrevivir a base de fideos y café, durmiendo menos de seis horas al día y probando el gusto asqueroso de masticar coca con tal de mantenerte despierto una noche antes de rendir.

El punto es que jamás imaginé que la próxima vez que vendría a este sitio sería porque entraría en debate una cuestión mía respecto a si es mejor denunciar a mi jefe de residencias hospitalarias por un vídeo íntimo difundido y una foto circulando por voluntad propia, o bien si se tendría que mantenerme a raya con la posición de que estaba confundida y él me obligó. Definitivamente esta última no es una opción.

Nick y yo estamos en dos asientos enfrentados mientras esperamos a que nos llamen para entrar en la oficina del Departamento de Asuntos Internos. Los abogados nos sugirieron ubicarnos en lugares distintos, sostener la distancia y que nuestro consentimiento sea brindado de manera verbal exclusivamente sin prestar espectáculos escandalosos.

—Pareces una persona a la que todo el mundo le vale lo mismo, actitud que adulo inmensamente ya que nos conviene al caso, de todas maneras te lo recuerdo: Nada de espectáculos ni actos escandalosos—me señala Joe Golem, el hermanito a cargo de mi defensa. Su cabe rubio peinado con raya al costado es justamente lo que menos aprecio en un hombre. Los prefiero un tanto más...desordenados.

—¿Crees que si me lo dices ochocientas mil veces surtirá efecto?—le pregunto.

—Nat—me dice Nick en un tono de reprimenda.

Pero Tristan se interpone con un nuevo lineamiento:

—Nada de hablar directamente entre ustedes o gestos que puedan dar a pensar confianza descarada. Luego de los antecedentes que se hicieron públicos, es importante demostrarle al director del Departamento que son personas que actúan con profesionalismo más allá de la vida íntima.

Suelto un bufido y me cruzo de brazos.

Hasta que abren la puerta y la señorita James es quien nos llama. Se trata de la sexy secretaria por la que se muere todo el alumnado y más de un profe en la Escuela de Medicina.

—Señorita Hale. Señor Jefferson. Señor Tristan Golem y señor Joe Golem. Gracias por su paciencia. Ya pueden pasar, el director Brooks los espera en su despacho.

Su gesto no me intimida y me meto en la oficina antes que los demás.

—Luego de tomar conocimiento de acontecimientos que podrían ser juzgados como escandalosos para la opinión pública y podría ir en contra de los acuerdos estatutarios de esta Universidad, el Departamento de Asuntos Internos ha decidido tomar parte—la lectura del acta por parte de subdirector York me resulta algo odiosa, sobre todo porque tengo siete pares de ojos encima: Nick, Joe, Tristan, el director, su secretaria, el abogado del Departamento y el mismo York quien lee—: La difusión en soportes digitales por parte de la señorita Natalie Hale donde se puede discernir que mantiene relaciones íntimas con el Doctor Nicholas Jefferson. En segundo lugar, una fotografía "selfie" difundida también por soportes digitales. Esto se empalma a hechos que les precedieron como la solicitud del señor Jefferson solicitando la baja de Natalie Hale del programa de Residencias, una discusión que tomó estado público dentro del hospital donde ambos desempeñan sus labores y el pedido de alta nuevamente en dicho programa. El Departamento ha vinculado que la situación podría tratarse de una amenaza o chantaje por parte de Doctor Jefferson donde amenaza el plan de estudios de la señorita Natalie Hale, quien por la secuencia en que se desempeñaron los hechos, es considerada la respuesta de ella en tanto enlazado a las amenazas en su programa de residencias. Por lo que el Departamento decide defender por un lado a la señorita Hale de cualquier situación que pudiere parece abusiva por parte del jefe de prácticas y profesor de la Universidad Yorkshire, al doctor Nicholas Xavier Jefferson. De esta manera, se da por iniciada la sesión.

Luego de la sarta de estupideces que acabo de escuchar, creo que una vena está a punto de estallar en mi cuello y me contengo de no saltar y cortarle el cuello a este imbécil. Si cree que amenazando con destituir del cargo a las personas que me importan, me está protegiendo, es que está haciendo muy mal su trabajo.

—Quisiera exponer la posición de mi clienta—murmura Joe.

—Adelante, doctor Golem—le cede el lugar el director.

Aunque hablo antes de que él se coloque las gafas y comience a leer sus papeles.

Necesito soltarlo o estallaré:

—Más allá de todas las formalidades que Joe decida emprender a sentenciar, podría resumirla del siguiente modo: no tienes una jodida idea de lo que pasa y todo lo que han dicho está sumamente fuera de quicio. Además, no soy alumna de esta Universidad, ya no más, sólo me encuentro haciendo un programa de residencias que ofrecían en convenio con el Hospital ya que necesitaba encontrar trabajo fijo urgente y eran lo más cercano a eso que encontré.

Un silencio sepulcral invade el lugar.

—Ah, y además...

—Su abogado tomaría la palabra—me interrumpe el director.

—...además, no necesito que me protejan—añado.

Nick se agarra la cabeza.

GiveMeTheDrugsBabe: Pastelito, ¿qué está sucediendo? Luego de haber visto lo que está afectándote, en las noticias, y que todos los youtubers y chicos influencers hayan decidido iniciar vídeos o respuestas en relación a lo que sucede, no he podido evitar preocuparme por ti. ¿Alguien te está chantajeando? Quisiera saber qué harás. No dudes en pedirme ayuda en caso de que así lo necesites.

GiveMeTheDrugsBabe: Va contra las reglas pero lleva días sin pasarse por el Hard y algo me dice que está metida en problemas.

WhoIsTheSamurai: Tenemos que ayudarla, pero ¿de qué manera? Todo el mundo habla de ellos. El secreto del doctor no tardará en salir a la luz.

GiveMeTheDrugs: Quizá tiene algo planeado. Pastelito es inteligente y si no ha pedido nuestra ayuda, será porque tiene en mente algún modo de proceder. Aún así, sigo preocupado. Ya sabemos cómo son muchas de las personas que nos podemos cruzar aquí.

WhoIsTheSamurai: ¿Y la empresa del doctor? ¿Permitiremos que se difunda y perjudique a alguien más?

GiveMeTheDrugs: No debiéramos. Hasta el momento, el mundo de la pornografía que él controla, cuenta con todas las de la ley y cierto sentido de la ética. Lo he investigado.

WhoIsTheSamurai: Es hora de que nos entrometamos.

GiveMeTheDrugsBabe: Tenemos que ayudarla.

WhoIsTheSamurai: Aunque vaya contra las reglas del Hard.

GiveMeTheDrugsBabe: Daré de baja a todos los archivos que suban en sus perfiles públicos. Pastelito, si estás leyendo esto, espero que entiendas que será por tu bien. Y averiguaré quién diablos te está jodiendo.

WhoIsTheSamurai: Cuento con un software que nos puede ayudar.

GiveMeTheDrugsBabe: Envíamelo encriptado así puedo seguirle el rastro. ¿No tiene proxy, verdad?

WhoIsTheSamurai: Claro que no tiene proxy, ¿por quién me has tomado?

GiveMeTheDrugsBabe: Sólo podemos confiar en nosotros tres. Somos un equipo.

—No era necesario que te convirtieras en una heroína—me dice Joe Golem mientras anda tras de mí al tiempo que salgo como un rayo del Departamento de Asuntos Internos.

Nick le sigue el paso:

—Sólo tenías que dejarlos hablar a ellos.

—Estaban diciendo un montón de estupideces y me tomaban como una niña tonta e indefensa hablando en mi lugar.

—Natalie, era en tu beneficio. Tu posición de víctima nos implicaba utilidad.

—Mi posición de víctima implicaría una suspensión a la matrícula de Nick—le suelto a Golem.

—Era preferible y terminar con este asunto de una vez por todas que no nos dejasen en suspenso hasta la próxima citación—me suelta Nick.

Me detengo justo antes de llegar a la camioneta y sopeso la idea de no irme con él.

Hasta que Tristan, quien se había quedado atrás, se aparece corriendo con el móvil.

Está pálido.

Parece haber visto muertos. Sus manos tiemblan. Las pupilas de sus ojos tiritan.

Todos nos preocupamos apenas lo vemos llegar.

Su celular cae al césped.

—Natalie, tengo un mensaje para ti. Lo... Lo siento.

Y todo sucede demasiado rápido...

...una vez que está lo suficientemente cerca, me da un puñetazo que me arroja al suelo y lo último que logro discernir es el macizo cuerpo de Malcolm arrojándose encima de Tristan.

Y empiezan los gritos. La sangre. Los golpes. Mientras mi mano se acerca al móvil que Tristan dejó caer. Hay un mensaje:

Hazlo ahora o tu esposa recibirá las putas fotos.

__________________________

#LosJuegosDelJefe

#ElVirus

#AlCarajoTODO

______________

https://youtu.be/j1KAVSh6iUg