Capítulo uno: Dime que lees y te diré...
Drake.
10 de abril, 2015.
—¿No te parece que Aska a veces actúa raro? —pregunto a mi hermana Hayley.
Ella alza brevemente la vista de su celular para darme su atención mientras continúo saltando la cuerda. Me mira por varios segundos sin responder, algo muy típico de ella porque a veces le gusta hacerse de rogar.
—No. Tú a su edad eras mucho más raro y durabas un montón de tiempo en la ducha supuestamente bañándote —responde finalmente.
No puedo evitar reír, lo que me hace perder la cuenta y el tiempo en los saltos de la cuerda. Dejo la cuerda a un lado y tomo una toalla para limpiarme el sudor, Hayley detiene el cronómetro que llevaba con mi serie de ejercicios y me sonríe.
La verdad es que mi hermana es un poco cómo una princesa para nosotros, es la única chica entre tres chicos, bueno, hombres. Y además de ello, es la hermana menor. Primero viene nuestro hermano mayor Holden quien es un muy reconocido presentador de televisión en el programa de Infonews, luego venimos nosotros los gemelos Harris para llegar a lo hermoso e insoportable de la familia además de una consentida: Hayley, quien nunca sabe escoger muy bien a sus novios porque parece que en lugar de novios busca sirvientes. Pobres desgraciados.
Tomo mi botella de agua y bebo antes de echarme un poco sobre el rostro, me siento al lado de mi hermana en las escaleras de nuestra casa.
—Hablo en serio. Todo el tiempo parece metida en su teléfono, a veces ríe viendo a su alrededor como si le avergonzara algo y luego está esa mirada risueña. Además...
—Ya ¿Te diste cuenta de todo eso con un rápido vistazo?
—Soy así de observador.
—Quizá Aska solo tiene un novio. —Se ríe, sacudo la cabeza.
—No lo creo.
—¿Por qué no? Es una chica preciosa.
—Nunca dije que Aska fuese fea. Eso sería una estupidez.
Alaska es preciosa al menos a mí me lo parece y seguro que cualquiera con ojos lo notaría. Los Hans siempre han sido nuestros vecinos y el hecho de que Jocker Hans, presentador también de Infonews, se hiciera el mejor amigo de mi hermano mayor, selló el pacto entre nuestras familias para volvernos todos cercanos.
—Entonces ¿Por qué no podría ser un novio? —pregunta mi hermana desconcertada.
—Porque Aska no es así.
—Discúlpame, pero es una adolescente y recuerda cuántas hormonas hay en esa etapa. Incluso para esa edad algunas chicas ya soñamos e imaginamos si alguna vez tendremos sexo.
—Pero Aska...
—Pareces horrorizado —se ríe—. Me sentiré celosa de que no te preocuparas así por mí.
—Sí lo hice.
—No lo recuerdo.
—Eso es porque estabas muy pequeña.
—Estúpido, tuve quince años hace casi cuatro años. —Golpea mi brazo y yo río envolviéndola en un abrazo— ¡Qué asco, Drake! Estás sudado, suéltame. Apestas.
Escuchamos un auto detenerse y dejo de abrazarla para ver a mi copia romanticona bajar del auto que compartimos, viene con una sonrisa de idiota que me hace enarcar una ceja.
La cosa sobre tener un gemelo es que se siente cómo tener otra mitad, dudo que alguna vez me sienta así de cercano con alguna otra persona. El amor que siento por Dawson es especial, es mi otra mitad, mi complemento. Y es el mejor hermano que puedo tener.
—Parece que recibiste una mamada sin que te mordieran —suelto.
—¡Drake! —Se queja Hayley ante mi expresión lo que me divierte aún más.
—Es todo tuyo. —Dawson me arroja las llaves del auto y aún sonriendo entra a casa pasando por el medio de nosotros.
—No quieres escuchar esto, pero conozco a mi copia romanticona y ese hombre consiguió un orgasmo de alguna manera.
—¡Iugh! Asqueroso. —Hayley se pone de pie y entra a la casa resoplando, no puedo evitar reír antes de ponerme en pie y retomar mi serie de ejercicios.
Salto la cuerda hasta terminar mi serie luego me encargo de unas sentadillas, flexiones, hasta llegar a los abdominales. Voy por mi segunda serie cuando una sombra cae sobre mí, alzo la vista encontrándome con una de las hermanas Hans.
—Alice Hans.
—Drake Harris —imita mi tono de voz antes de reír mientras me observa—. ¿Así es cómo consigues los músculos? Pensé que todos ustedes habían nacido con ellos.
—Nací con ellos, solo hago ejercicio para que crean.
—¿De qué hablan? —cuestiona Alaska ubicándose frente a mí.
Trae el mismo uniforme de escuela privada que lleva Alice. Incluso la falda de Alaska es más larga y su camisa más holgada de la que lleva su hermana. Ellas funcionan diferente, del mismo modo en el que funcionamos Dawson y yo.
—De lo bonita que te ves en uniforme. —Le guiño un ojo y de inmediato ella frunce el ceño antes de mover su pie contra mi pierna cómo si se contuviera de patearme. Detesta que me burle de ella— ¿Qué tal les ha ido a las bonitas damas en la escuela?
—Pregúntale a Aska por qué tiene un reporte escolar.
Las palabras de Alice me toman por sorpresa. Normalmente ambas son alumnas ejemplares en cuanto a notas, puede que la hermana mayor sea un poco más desobediente y rebelde mientras Alaska sigue las reglas y es soñadora. Ambas se sientan en la grama, Alaska a mi lado y Alice justo al frente.
—¿Qué pudo haber hecho este pequeño ángel? —cuestiono con curiosidad y un poco de sarcasmo.
—Me distraje en clase con el teléfono en una asignatura que nos exige apagarlos. —Se encoge de hombros dándome una pequeña sonrisa—. No es la gran cosa.
—Y yo que me esperaba que te hubiesen encontrado haciendo algo escandaloso.
—Ya lo has dicho, yo soy un ángel.
—¿Qué hay de ti?
—Buenas notas, cero reportes y ansiosa por terminar este último curso.
—¿Alguna decisión sobre la universidad?
—Me tomaré un semestre para pensar bien mis opciones, ya me he equivocado bastante en mi vida.
Asiento entendiendo a lo que se refiere, hace un tiempo Alice se vio envuelta en una mala y delicada situación cuando se practicó un aborto. Si bien el tema se discute sobre si está bien o no, uno de los problemas más graves fue el hecho de que lo hiciera bajo coacción del imbécil con el que salía y no porque ella se hiciera cargo de su cuerpo. Me hubiese gustado haber golpeado a esa pequeña mierda que se hace llamar hombre, pero Jack, hermano mayor Hans, se encargó muy bien de ello y de no haberlo hecho, justo antes de mí se encontraría Jocker preparado para darle unos cuantos saludos con sus puños. Creo que poco a poco Alice ha vuelto a desenvolverse un poco mejor de nuevo, su terapeuta ha ayudado mucho en ello.
Siento un dedo en mi brazo y giro mi cabeza encontrando el dedo de Alaska trazando uno de los tatuajes.
—¿Qué hará la dulce Aska cuando termine la escuela en unos años? —pregunto para enfocarme en otra cosa que no sean sus dedos en mi brazo. ¿Qué está pasando?
Abre la boca cómo si fuera a decir algo inmediato, luego se sonroja alejando su dedo de mi brazo para ubicar su cabello oscuro detrás de sus orejas. De pronto se mira un tanto tímida.
—No lo sé. —Es su respuesta final, pero sé que quería decir algo más.
—Algo me dice que sí lo sabes.
Se encoge de hombros y vuelvo mi atención a Alice que comienza a hablarme. A diferencia de mi hermano que hace carrera universitaria para ser veterinario, al graduarme hice un curso de marketing, me he dedicado a ello luego de concluirlo y he hecho otros cursos para reforzarlo. Ahora trabajo desde casa para un par de agencias y me va bien, no me arrepiento de mi decisión, era lo que quería y me desenvuelvo genial en un trabajo que me gusta mucho, me siento libre.
Mientras Alice y yo hablamos de tanto en tanto, Alaska tiene de nuevo esa expresión risueña y sus mejillas se sonrojan mientras revisa notificaciones que llegan a su teléfono. Me intriga demasiado saber qué está sucediendo con ella ¿Realmente está saliendo con algún tipo?
Hago como que me estiro y veo hacia la pantalla del teléfono. Hay una serie de palabras que no logro entender, pero capto el nombre de la aplicación: JoinApp. Trato de memorizar el nombre de la aplicación y la mitad de un nombre de usuario que capto. Ella bloquea la pantalla y suspira antes de ponerse en pie.
—Me iré a casa —anuncia.
No deja que le digamos nada cuando ya está corriendo a su casa, miro a Alice y ella solo se encoge de hombros.
—Ya sabes que Aska es así de atolondrada —dice mientras se pone de pie—. Te dejo hacer tus ejercicios, dile a Hayley que vendré más tarde.
—De acuerdo.
Retomo mi rutina de ejercicio para finalizarla y me repito una y otra vez el nombre de la aplicación para no olvidarla.
***
Creo que estoy a nada de tener el peor dolor de cabeza de todos los tiempos. Fui muy crédulo al creer que esto sería sencillo, qué inocente de mi parte.
JoinApp resultó ser una aplicación para leer y escribir historias que pasan por muchas categorías y en donde al parecer a partir de una cantidad alta de subscritores comienzas a obtener un ingreso según tu nivel de influencia en la aplicación, además de publicidad que pagan en la plataforma a los autores más reconocidos, me gustaría hacer una recomendación sobre el marketing, pero no es en lo que estoy enfocado en este momento.
Intento de nuevo poniendo otro nombre: Alaska Brooke Hans.
Usuario no encontrado.
¡Mierda! Me acuesto y observo fijamente mi celular. Me he tenido que bajar la aplicación, crearme un usuario y no encuentro a Alaska, pero el emblema de esta aplicación me asegura que es la misma página en la que ella se encontraba.
Me pongo cómodo contra las almohadas intentando recordar lo poco que vi. Estoy seguro de que vi su usuario solo que no logro recordarlo.
—Oye, iré a encontrarme con Holden ¿Vienes?
Cómo siempre Dawson no toca la puerta mientras entra, toma una de mis chaquetas y se gira esperando que responda.
—No. Paso, estoy en plan de investigación.
—¿Qué investigas?
—¿Recuerdas algún apodo o clave que haya usado Alaska alguna vez?
—A veces era obvia poniendo claves cómo su fecha de nacimiento, en Instagram es Aska Hans...
—No, piensa en otro.
—Oh. Recuerdo cuando me hizo una carta de cumpleaños cuando tenía diez años.
—Sí, lo recuerdo, recibí la mía. —Sonrío ante el recuerdo.
—Ella firmó como Alas Book H. Nos dimos cuenta de que sería una come libros cómo el señor Hans y Jocker.
Desbloqueo rápidamente mi teléfono, escribo el seudónimo que mi hermano acaba de darme y finalmente tras una hora y media de investigación doy con Alaska. Y sé que es ella por su foto de perfil. Sonrío y me pongo de pie abrazando a Dawson antes de alzarlo.
—¡Bájame, idiota!
—Eres un maldito genio. Seguro que todos los animales confiaran en ti para que los cuide. —Beso de manera sonora su mejilla.
—Ya, calma. Deja la locura ¿Qué estás haciendo?
—Algo de investigación. Vete, vete, dale mis saludos a Holden, dile que lo veré mañana.
Dawson ni siquiera se molesta en entenderme cuando sale y le grita a Hayley que se dé prisa. Escucho a mamá comenzar a recitar todo lo que mi copia romanticona debe decirle a Holden. Vuelvo a acostarme con mi teléfono. Comienzo por leer su biografía.
«Hola mundooooo si estás aquí es porque te parecí remotamente interesante y eso está bien.
ALERTA DE SPOILER: Puedo ser terriblemente rara.
Intento de escritora, lectora profesional. Mi edad es una incógnita. De Londres, pero con un corazón mundial para amar a personas especiales de todo el mundo.
Antes de conseguir la paz mundial creo que primero debemos matar la hambruna.
Hay un mundo de sueños esperando ser explorado y tengo muchas ganas de conocerlo.
Mi mente tiene pensamientos sexis.
Tengo metas por alcanzar y sueños por vivir.
Espero y disfrutes de leer el loco mundo que hay en mi cabeza y que quiero compartir contigo.
Besitos con sabor a fresas.
Alas Book H»
Sonrío y me sorprendo cuando veo que tiene casi noventa mil seguidores. Parece que posee tres historias. Decido leer de la más antigua a la más nueva, nunca me ha interesado leer novelas, pero siempre hay una primera vez.
La primera de sus obras es una historia corta de seis partes y es terriblemente dulce. Es tan cursi y cliché que en algunas ocasiones ruedo los ojos y hago muecas, pero admito que posee muy pocos errores ortográficos y gramaticales en esta historia, y no esperaba nada menos romántico de una chica que desborda dulzura y amor para el mundo. Puesto que mi cuenta es anónima le dejo un par de comentarios y un corazón.
Debido a que aún es temprano, decido comenzar su segunda historia. Es más atrapante con un montón de drama que ni siquiera sé de dónde sale, casi estoy esperando que los protagonistas sean hermanos o que la indeseada diga estar embarazada del protagonista porque es así de dramática y novelera, pero es entretenida y descubro que me meto tanto que me siento frustrado en muchas escenas. Debo aplaudirle que para esta historia pulió un poco más su redacción y los errores ahora son casi mínimos. La historia posee veintinueve capítulos así que cuando termino son las tres de la madrugada y tengo los ojos muy cansados. Bostezo y escribo un rápido comentario.
«Excelente historia, un tanto dramática... Bien, muy dramática. Nadie pasa por tanta mierda en su vida.
Sin embargo, me entretuvo y atrapó.
Si yo fuese tú, acomodaría un par de detalles, pero es una buena historia.
Por cierto, no tienes que generalizar en tus notas como si creyeras que solo te leen chicas.
Sí, soy un chico. Así que bien puedes comenzar a poner en tus notas "Hola chicas y chicos" "¿Han quedado enloquecidos?"»
Conecto a mi pobre teléfono sin batería y procedo a dormir aliviado de saber que en lo que Alaska invierte su tiempo es algo tan inocente, productivo y sano como escribir. Ya luego leeré su última historia todavía en curso.
***
12 de abril, 2015.
Bien, esta historia de Alaska comienza muy diferente. Demasiado.
Sus personajes son más adultos que los anteriores y se desenvuelven de una manera distinta. Su personaje masculino tiene mucho dinero porque es un actor que vive una vida que quedaría perfecta para ser documentada por MTV. La protagonista es una maquilladora latina, no es inocente cómo sus anteriores personajes.
Sin embargo, esta historia atrapa desde el prólogo y aunque es casi la medianoche me planteo leerla aprovechando que ya terminé mi trabajo del día de hoy. No son capítulos largos y parecen concisos, resultan muy divertidos. Descubro que me hacen reír muchas expresiones latinas que no tengo ni idea de dónde aprendió.
Todo va bien.
Hasta el capítulo cinco.
En el capítulo cinco luego de que la protagonista entre en el camerino del súper actor caliente —cómo ella lo llama— las cosas comienzan a ponerse un tanto subidas de tono con besos que me sorprenden en su explícita descripción, no me creo que haya sido escrita por Alaska.
Trago y bajo el teléfono.
«Era un beso arrollador que estaba encendiendo cada parte de mí, su mano apretó con fuerza mi pecho, su pulgar parecía muy dispuesto a dar con un pezón que no dejaba de erguirse. Lo sentía en todas partes. Era su lengua acariciando la mía, su mano en mi pecho, sus piernas entre las mías creando fricción y haciendo que una incesante humedad comenzara a estropear mis bragas.
Más, yo quería pedirle mucho más mientras la razón y la cordura escapaban de mí.
Quería sentirle en cualquier parte de mi cuerpo, no importa en dónde la pusiera. Yo quería sentirla.
Sus besos fueron a mi barbilla mordisqueando mientras su mano libero mi pecho y pareció concentrarse en otro lugar, desconcertada di un paso hacia atrás para observarlo..
Jadeé mientras mis ojos bebían ante la vista de su miembro erecto. Dios mío. Pero eso no fue nada para lo que él me dijo a continuación:
"Harper, chúpame la polla"»
El teléfono cae contra mi rostro haciéndome saltar. Mierda.
Lo agarro de nuevo y necesito leer una y otra vez la última línea para realmente entender que Alaska ha escrito «chúpame la polla». ¡Jesús! ¿Pero qué es esto?
¿Lo ha escrito la dulce Alaska Hans que nunca habla de nada sobre el sexo? Eso ha sido desconcertante e inesperado. Si sigo leyendo no hay manera en la que vuelva a ver a Alaska con los mismos ojos.
Tomo fuertes respiraciones, intentando no tomar de nuevo mi teléfono incluso aunque estoy muy tentado.
—A la mierda, ya lo comencé. Voy a terminarlo.
Agarro mi teléfono nuevamente y leo una vez más la escena antes de seguir. Y cómo dice Alaska:
ALERTA DE SPOILER: Harper lo hace y es tan explícito que puedo imaginarlos.
¿Qué mierda ha estado haciendo Alaska?
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