061 | #TRAICIONADA
SOPHIA
—¿Cómo diablos fue que terminaste metido en algo así?
Serge me observa con suspicacia, sopesando el límite entre ceder o no ceder a formar una tregua conmigo. A decir verdad, no sé si "tregua" es el término que cabe aplicar ahora. La situación es mucho más compleja y difícil que eso.
El lugar para cenar no resulta el más idóneo ya que estamos con mucha gente alrededor, pero cada uno yace enfrascado en su propia conversación. Cualquiera podría pensar que esto se trata de una cita común y corriente.
Tras ordenar nuestra cena, dejo sacar a relucir el tema.
—Lo que me sorprende es de qué manera se supone que tú te enteraste de lo que en verdad sucede.
—Mi amiga se está jugando todo en esto.
—Natalie tomó malas decisiones. No sigas sus pasos.
—¿Las tuyas fueron las mejores?
—No tuve opción. Necesitaba lo que me ofrecían a cambio.
—¿De qué hablas?
—No me conoces. Nunca quisiste esforzarte por hacerlo, ni tu ni Natalie, aunque hayan dicho siempre que somos un grupo de amigos.
—¡Lo somos!
—¿Sabes al menos dónde vivo?
—Serge...no...
—Lo siento, pero estás pasando por obvio muchas cosas que no lo son. Toda la vida hice lo posible por conseguir una beca y doctorarme en Oxford.
—No pongo en duda que algún día puedas lograrlo.
—Con las buenas intenciones no alcanza.
—¿Y vendiste a mi amiga con tal de poder hacerlo?
Serge se sostiene la cabeza como si fuese a caérsele de encima mientras lo torturo con preguntas.
Pero el momento es aliviado con el mesero quien se acerca con la botella de vino que pedimos y deja dos copas sobre la mesa. Sirve un poco para mí y menos para Serge, quien además solicitó una botella de agua mineral.
—En minutos saldrán sus platos—anuncia el mesero y ambos dejamos que se retire. Ha de pensar que la supuesta parejita yace en crisis.
—Serge—insisto—, esto va en serio.
—¿Cómo demonios terminaste enterándote de esto?
—Hice algo que hace tiempo me traía con ganas. Y, además, obtuve un plus de información necesaria.
—¿Te acostaste con Jefferson?
—Debería arrojarte la copa en la cara ahora mismo.
—Siempre hablabas sobre él.
—Dejó de parecerme una persona atractiva en cuanto nuestra amiga se involucró con él. Y es insoportable, de todas maneras, ese hombre. Creo que no al punto de que mereciera ser suspendido, pero estábamos anticipados de que podría llegar a ocurrir.
—No hay alternativa con él. Dudo que vuelva, se ensució la reputación que intentaba mantener, tendrá que irse a trabajar a algún lugar aislado. Médicos sin fronteras o algo así. Ello no quita que siempre hablabas sobre él.
—Pareces celoso—suelto una carcajada indignada.
Él hace silencio y el clima adopta una situación tensa demasiado incómoda.
—Oh, mierda—farfullo.
—Olvídalo. Te contaré, pero debes ir con mucho cuidado.
—¿Por qué?
—Es información peligrosa, no quiero quedar expuesto.
—Habla. Hay una manera de llegar a Natalie, pero necesito antes todo lo que sepas al respecto.
—Me pagaron para difundir información sobre el Proyecto CUERPOS.
—¿Qué diablos es eso? Lo vi y me temo lo peor.
—No...deberías haberlo...visto.
—¿A qué te refieres?
—Natalie fue la última persona que lo estudió y ahora está desaparecida. Temo ser el siguiente.
SERGE
Basta, Sophia, por favor.
No sigas.
Mejor hablemos de nosotros. Mejor hablemos de nuestros sentimientos.
Porque nos están escuchando ahora.
Porque si haces un solo movimiento en falso o si filtras ideas demasiado megalómanas, hay un auto esperándonos fuera para liquidarnos a ambos en caso de hacer un solo paso en falso.
Por favor, no me obligues a...
NATALIE
Yo no soy esto.
No lo soy.
Quieren hacerme caer en la vía carnal, no la opción más sencilla, pero desestimando plenamente que mi deseo hoy no es este.
Y no permitiré que avasallen por encima de aquello que no presta mi consentimiento.
Lo confuso es que algo en mi interior sí me empuja a satisfacer un ansia sexual. Pero no con estas personas que plagan de buenas intenciones mi camino al infierno.
Lo aparto.
Él parece no esperárselo. Intenta insistir, pero mi mensaje ha sido claro.
No me fuerza.
Sin embargo, se trata de la voz de Magda aquella que me devuelve a la realidad, quien reaparece a mis espaldas, desde la oscuridad, evidenciando que no se ha ido. Ella permanece ahí, observando.
Justo en el lugar que yo quisiera tomar.
El poder.
—¿Va todo bien?—me pregunta.
Intento retroceder hasta ella, pero me detiene:
—Aguarda un momento con él. Obsérvalo.
Necesito de su orden para captar que intento evadirlo con todas mis fuerzas. La tentación comienza por la mirada.
—Hazlo—insiste.
Y me detengo para deleitarme poco a poco, dejándome atraer por su piel morena y reluciente. Desde sus pies, sus piernas musculadas, su cintura, el abdomen, su ombligo predilecto, sus pectorales, sus brazos, sus manos grandes, su cuello ancho, los labios gruesos, los ojos negros clavados en mí.
—Tranquila—insiste ella con su voz en un tono más aterciopelado— Sólo obsérvalo y piensa en lo que quieres hacer tú.
Lo que yo quiero. Estar con él, es probable, pero no bajo estas condiciones. No quiero dejar de ser la persona que soy por creer que he optado por la vía segura que me permitirá subsistir.
Aunque sí quiero algo de él...
—¿Ya lo tienes?—me pregunta.
Y asiento.
—Ahora—continúa la voz de la Diosa—, dime qué es lo que quieres hacer con él. O para él.
—No es un objeto—le digo.
—Por favor, Natalie, tampoco es hora de que nos pongamos moralistas. Dejemos las clases humanísticas para otra ocasión, ¿sí? Ya sabes que en estas circunstancias no eres una persona que cuenta con las grandes opciones. Aquí sólo se te pide que te relajes y disfrutes. Tienes vía libre de hacer con él lo que te plazca. Pero vamos por partes.
Trago saliva.
Hacer con él sin límites. Magda insiste:
—Natalie, se terminaron los juegos. No más reglas, no más mentiras. Es su vida o la tuya.
—Bien—asiento—, haré lo que realmente quiero hacer.
____________________
#LasMentirasDelJefe
____________________
Para más información visita instagram.com/luisavilaok
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top