055 | #MAGDA


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NATALIE


—¿Cuál mierda es tu plan?

—También es un placer conocerte—ironiza.

—Habla.

Son tantas cosas en qué pensar ahora mismo.

De momento, haber aceptado la suite que Kaneki me ofreció y reunirme a conversar con Magda en el restaurant principal del hotel no parece ser la mejor idea. Creo que ninguna de las dos sabemos a ciencia cierta si nos están espiando, tampoco sabemos si podemos confiar una en la otra. Lo obvio es que ella está jugando para el bando enemigo y yo prefiero no fiarme de nada.

Pero sí necesito saber.

Este sitio es asombroso, no recuerdo haber estado en un lugar tan lujoso antes. Lo es aún más que la casa de Nick y todo el estudio de grabación de Dirty. Hay enormes mesas ovaladas para la gente que viene a reunirse, otras mesas más pequeñas en distintos tonos de blanco y gris, los pisos también rondan los matices grisáceos mientras que las paredes se erigen con grandes vidrios que evidencian la playa, el mar y el cielo perfecto con el que cuenta esta isla. Grandes nubes se ciernen sobre el sol de a ratos, lo cual no impide que algunas personas decidan bañarse. Me sorprende ver que algunos niños de los que viven en los distintos sectores se encuentran metiéndose al agua y divirtiéndose. Los veo y me dan ganas de salir corriendo, subirlos a un bote y sacarlos a todos ahora de aquí. Pero esa idea no sería la más sensata ya que haría que me maten a mí y a ellos. "Tienes que ser sutil elaborar un plan, encontrar aliados, Natalie, estás dentro del juego para destruirlo desde adentro tal y como querías, ¿no es así?".

A veces una desea cosas tan inmensas que, cuando llegan, no sabes qué hacer con algo tan impresionante. Debo estar a la altura. Debo estar a la altura de la situación.

Algunos tipos trajeados se encuentran reunidos, son tres, mientras que otro yace solo en una de las mesas más pequeñas pegadas al vidrio. Lee el periódico tranquilamente mientras se bebe su taza de café y afuera estallan las risas de los chicos como si nada de lo que se me pasaba por la cabeza estuviese ocurriendo. Más que un mundo de ciencia ficción, parece un sitio realmente para vacacionar, no tan horrible. Por un instante creo estar equivocada de todo.

—Cuesta creerlo, verdad—me dice Magda al notar que me he quedado conmovida viendo a través del vidrio.

Acto seguido me pasa una servilleta con algo escrito. Lo ha hecho mientras permanecía absorta examinando alrededor.

"Trata de hablar en códigos que solo yo comprenda. Estamos siendo vigiladxs desde todas partes".

—¿Audio también?—le pregunto casi en un murmullo.

—Incluido—me dice ella, también gesticulando prácticamente, en un movimiento de sus labios gruesos y pintados.

—Entonces no hay mucho detalle que se pueda descubrir mientras estemos en esta aislada zona—le digo, pasándole nuevamente su carta.

—¿Recuerdas la Natalie falsa a la que te enfrentaste cuando pudimos entrar al juego de realidad virtual?

Santo cielo, claro que sí. No puedo creer que esta persona haya sido a quien yo besé y quien me...masturbó. ¡¡Me masturbó otra chica!! O algo así, me dijo que en verdad se reconoce como ciborg, pero a quien tengo delante de mí ahora mismo es a una persona con sus particularidades, aun así, dentro de lo que se podría calificar en cuanto ordinario.

—S...sí—farfullo.

—Te sorprenderá saber cuánto conocía de ti. Cada centímetro, para ser exactas. De nada, por cierto, sé que fui generosa con algunos aspectos.

Nos interrumpe una camarera acercándose a la mesa. Me pregunto si no le resultará extraño ver a dos mujeres pidiendo desayuno en un restaurante de estos, considerando la manera en que surgió esta isla. Pero la camarera no nos trata distinto, ni pregunta o hace algún gesto de extrañeza. Posiblemente ya conocen a Magda y creerán que puedo llegar a ser su pareja. Santo cielo, ¡no! Bueno, quizá en mi adolescencia tuve algún acercamiento a alguna de mis amigas en gesto de broma o un poco ebria, pero jamás he llevado las intenciones de ser considerada bisexual o algo más. Puedo reconocer la estética femenina, pero cuando se trata de enamorarse elijo a hombres, además creo que la belleza sexual se encuentra en la figura masculina. Es, al menos, donde está puesta mi carga libidinosa. Si Magda lo es, fenomenal, aunque no estoy dispuesta a que sea conmigo...

—Gracias, Claude—le dice mi compañera a la camarera luego de que deja copas de jugo, agua, dos cafés, un jarro con leche caliente y un plato con tostadas y mermelada, mantequilla y queso de untar—. Te aviso si luego necesitamos algo más.

—Claro que sí, con permiso—dice ella y se retira.

—¿La conocías?—le pregunto.

Ella es la primera en animarse con la comida.

—Tenía el nombre en su mameluco—me contesta—, y puede que en otra visita la haya conocido.

—¿Tú eres...lesbiana?—le suelto indebidamente. Se que no es fundamental, pero quisiera aclararlo para que nada de lo que ocurrió en realidad virtual vaya a animarse a hacerlo conmigo en el entorno fáctico.

—Descuida, linda que no te tocaré si no me lo pides—me dice Magda—, y es tan retrógrado calificar a las personas.

—No era mi intención "calificarte", disculpa. Sólo que este lugar es tan...

—Mantén la mente abierta.

Sus palabras, más que un consejo, resultan una orden. Y tiene razón. Sin eso, será imposible que pueda llevar a cabo mis tareas.

—Si estamos acá reunidas—me dice, mientras deslizo leche caliente en mi café—, es porque quiero que trabajes para el proyecto CUERPOS.

—Olvídalo, tú puedes elegir estar con él, yo no.

—Por supuesto que trabajo junto a Kaneki. Ahora quiero que estés de mi parte y que ambas trabajemos dentro del proyecto.

Me cuesta un poco procesar las diferencias.

Cuando alzo la mirada, me encuentro con sus ojos examinándome en gesto "¿lo captas o no?".

Cielos.

—Trabajar para él, estar contigo—farfullo.

—Exacto.

—Ya capto—murmuro.

Estar con ella en contra de él, dentro de la isla. ¿Qué implicancias tendrá? ¿Por qué debería fiarme de ello?

—Conociste a Kaneki por mi culpa, ¿verdad?—me animo a ir al grano, dentro de lo que se podría "escuchar".

—Esa cuenta de OhMyCat fue realmente ingeniosa. Tu primera entrada en Dirty y ya encontraste alguien que te joda.

—No era de frecuentar sitios porno hasta entonces.

—Luego te acostumbraste a joder tipos que hacían las cosas mal con chicas indefensas.

—No entiendo por qué me ayudaste.

—Por el motivo que me ayudas ahora. Tenemos el mismo objetivo. Estamos del mismo lado, jamás fuimos enemigas.

—Pero estamos trabajando para una persona como...él.

—Exacto.

—Me obligaste a hacer cosas.

—Tú lo querías.

—Amenazaste a mi familia.

—Las protegí. Si tu no actuabas, ellos las iban a joder.

—¡No mientas! ¡Te estabas divirtiendo!

—Un poco.

—Y mataste a Nick.

—Soy indefenso y libre de culpa ante eso.

—Es realmente incómodo que cambies el género al referirte a ti misma, ¿lo sabías?

—Si no mantienes la cabeza abierta en este mundo, te extinguirás como los dinosaurios.

—¿Siempre eres tan insoportable? —hace que me duela la cabeza.

—Tus preguntas predisponen que responda siempre lo mismo: Un poco.

—Ufff, claro. Y no lo niegues. Mandaste a matar a Nick para que me arrastren a este sitio.

—No me responsabilizo de ello. De hecho, me complicaste los planes con eso, ¿cómo podría avanzar sin él?

—Porque te resultaba una molestia y lo eliminaste.

—A ti también te resultaba insoportable.

—Quizá.

—Además, lo odiaste durante mucho tiempo. ¿O te lo debo recordar? "Hazme como tú y te ayudaré a destruirlo".

—Pero no tenía idea que...

"Que era Kaneki el verdadero hijo de puta".

—Yo tampoco—me frena ella en seco. Luego de un ligero silencio, saca nuevamente su bolígafro, una servilleta y me la pasa—. Admito que aunque sea insoportable, no quita que sea un genio.

Por consiguiente, leo la servilleta.

Logrando así que mi corazón se me suba a la garganta.

"Para conocer un proyecto desde sus cimientos, se necesita a la persona que lo ideó. No podía dejarle morir".







[Aquí una selfie momentos antes de que Nick caiga de la lancha xD exclusiva pa los lectores de wattpad ♥]

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