028 | #RESURGE
Nick
Basta decir lo que me sucede con ella para que cuelgue de inmediato.
Sólo percibo sollozos, jadeos, su respiración agitada como cuando algo escapa de sus manos detallistas que siempre han de tenerlo todo bajo coordenadas de manejo.
Lo que Natalie no sabe es que no estamos solos en esta conversación.
En cuanto termina mi llamada, me dirijo al portátil e ingreso en el Hard Deep. Los dedos me tiemblan, por lo que debo teclear y borrar varias veces. Por suerte Vicent está en línea.
HotterOnPhone: Lo hice, santo cielo. ¡Lo hice! ¡Dime que ya lo tienes!
GiveMeTheDrugsBabe: Señor, tengo buenas noticias. Pero también otras muy malas.
HotterOnPhone: Empieza por las buenas.
GiveMeTheDrugsBabe: Encontré la ubicación, sin embargo, me costó mucho. El localizador en el software que le instalé no contemplaba que podría tener un bloqueo o algún proxy para desviar el Bot rastreador.
HotterOnPhone: ¿Entonces la encontraste o no? ¿Qué significa específicamente lo que dices?
GiveMeTheDrugsBabe: La encontré, no sin tener el tiempo justo y con muchísimas dificultades. Significa que, dondequiera que esté, ha sido bloqueada la manera de posicionarla en el cursor del mapa. Si ella está secuestrada, es por alguien que conoce de estos sistemas.
HotterOnPhone: Dame la dirección. Iré por ella ahora mismo.
GiveMeTheDrugsBabe: Señor... Al haberla localizado, también la hemos puesto en peligro.
HotterOnPhone: Carajo, no... ¿Cuánto crees que demore en llegar hasta allá? No ha de estar muy lejos, espero.
GiveMeTheDrugsBabe: ¿Qué tan rápido cree poder conducir a estas horas?
Apago todo y sigo vía nuestras conversaciones personales con Vicent desde el celular. Me visto lo más rápido posible con shorts, zapatillas deportivas sin acordonar y una camiseta mangas cortas. Salgo corriendo de casa y me subo al auto, conectando los manos libres al estéreo y continuando de esta manera, la comunicación con Vicent. Él realiza los nexos necesarios para que el GPS del auto me muestre la ubicación donde está Nat. Por momentos el cursor se deslocaliza, evidenciando los esfuerzos del proxy por desviar el Bot que Vicent ha de tener activo durante las próximas horas.
Creo que esta será una noche larga.
Pero también la más importante de mi vida.
Al fin siento que podré hacer algo importante que tenga que ver con algo mucho más allá de mí mismo.
Nat.
Aguanta.
Tienes que aguantar ahí.
Juro que mataré a quienquiera que te haya hecho daño.
Acto seguido reviso en la guantera y corroboro que tengo mi Glock personal dentro.
Natalie
Arrojo de golpe el celular a la cama como si este estuviese infectado con algo. Puede que sí: con desgracia.
Me levanto de la cama y voy rápidamente hacia el baño donde me encuentro con mi nariz enrojecida, los ojos hinchados y las lágrimas empapándome el rostro.
Me doy un lavado de cara rápido, busco centrarme en mi respiración para no pensar en nada externo y salgo del baño. Me coloco ropa cómoda que implica un short y la sudadera de Malcolm, mi preferida.
Impregnarme de su olor me hace sentir reconfortada y, a la vez, odiada por mí misma. Más allá de todos los límites a los que está sujeto, me tiene secuestrada y si, sus hijos son puestos en peligro, tendrá que matarme. No puedo adorarlo de la manera que lo hago.
Menos aun pensando en Nick.
No puedo.
Llevo demasiado tiempo encerrada, con ideas paranoicas y homicidas en mi cabeza. Cuando le propuse a Samurái trabajar juntos, no implicaba que sería su rehén a cualquier precio.
Lo que sea que estén haciendo conmigo, no está bien.
¿Realmente estoy rodeada de personas enfermas? ¿Me están enfermando a mí? ¿O soy yo quien está loca?
En medio de todos estos pensamientos, tomo la cobija y la coloco a un costado de la cama cuando oigo el motor de un auto acercarse al frente de la casa y estacionar con prisa en un freno desproporcionado.
Mi visitante de siempre no suele tener ese tipo de actitudes. Más allá de toda su pulcritud y meticulosidad, no ha hecho una llegada tan dramática a esta casa nunca.
Lo que sea que esté pasando, me inunda de un mal presentimiento desde el comienzo...
Me coloco las zapatillas y arrastro hasta la cocina, cuando me impacta el ruido de la llave entrando en la cerradura. Invadiéndome así una ligera idea, una estúpida idea...
Si Malcolm recién se marcha, si él nunca tuvo los motivos para hacer una llegada así, solo una persona ha mantenido contacto conmigo en estas últimas horas que van más allá de un extraño ciborg.
¿...Nick?
De pronto mi corazón se deja desbocar cuando la puerta se abre y entra Malcolm corriendo hacia mí, hecho una completa furia.
—¿Malc...?
Mi voz se corta por su respiración agitada. Está enfurecido, hecho una verdadera bestia.
—¡¿QUÉ DEMONIOS HICISTE?!
Él me traba los brazos desde atrás con una sola de sus enormes extremidades y, con la contraria, me cruza una mordaza por la boca.
—Tenemos que largarnos ahora—me advierte, dejándome completamente inmovilizada contra la pared, mientras me ata también de las manos.
Nick
Mi corazón golpea con fuerza las paredes de mi pecho al tiempo que conduzco. Más me he ido alejando de la ciudad, peor se ha convertido la señal para andar. El Bot ya casi ha sido destrozado por el proxy, sin embargo, me tengo el recorrido de memoria.
Me paso varios semáforos en rojo al andar, me encuentro cada tanto con mi propia mirada en el espejo retrovisor y hay algo ahí que percibo de manera chispeante, explosiva. De pronto una risita estúpida se me escapa de la boca, desapareciendo en el recuerdo de que ella está en peligro y que estoy siendo un completo idiota, suficiente como para querer reventarme la cabeza ahora mismo contra el parabrisas. Pero no lo hago.
Continúo mi camino y sigo.
Pienso en Nat.
Pienso en Anabel.
Pienso en mamá.
Pienso en Magda.
En Magda.
En Mamá.
Magda.
Mamá.
Las dos están muertas.
Todos los demás se fueron.
Todo lo que toco, se destruye.
Ya estoy lo suficientemente solo. No puedo perder a nadie más...
Natalie
Malcolm me arrastra hacia afuera.
Mis oídos trinan como campanadas que anuncian el Juicio Final.
Sé muy bien lo que hice.
Sé muy bien que no tenía que hacerlo.
Maldito Nick y todo lo que te convierte en la persona detestable que eres.
Maldito Malcolm por ser un imbécil y por estarme haciendo daño. Sé que basta de mi parte cualquier movimiento brusco de los brazos para que me disloque un hueso.
Lo cual sería nada, comparado con lo que El Virus le haría a alguno de sus hijos.
....y sería nada comparado con lo que me hará a mí. Ahora.
Me lleva con él.
No hay otro lugar donde ir.
Sólo una certeza se puede tener sobre ese desquiciado: no me quiere precisamente para algo lindo.
Un punzante dolor me atraviesa el estómago en cuanto Malcolm me mete en la parte de atrás de la camioneta. Ese dolor punzante me agria el estómago y, sin pensarlo por un momento, alzo mis piernas hacia arriba luego de que Malcolm me arroja en el asiento de atrás, las sacudo y doy con mi cometido al plantarle un golpe con todas mis fuerzas en el lado izquierdo de su rostro.
¡Carajo!
El golpe lo obliga a retroceder y cae de espaldas.
Mis ojos se abren como platos y me acerco al borde del asiento. Le he abierto la ceja izquierda y tiene mis zapatillas marcadas en una sombra rojiza, tiñéndose de gotas de sangre.
Las campanadas del Juicio Final se hacen aún más fuerte en mis oídos cuando decido salir del auto.
—¡Lo siento!—las palabras salen con mi mandíbula temblando—. Pero no dejaré que vuelvas a hacerme daño.
Malcolm intenta reincorporarse, no sin caer en el intento. Está mareado. Mi golpe le ha provocado perder el juicio.
Aún más que mi estúpida llamada.
Sin embargo, es suficiente para evitar que me haya atado los pies. Por un instante considero quitarle las llaves de la camioneta y largarme, pero Malcolm no está inconsciente y debo alejarme de él pronto.
Ahora.
Es ahora o nunca.
Corre, Nat. Corre lo más rápido que puedas.
__________________
#LasMentirasDelJefe
__________________
User en Instagram: luisavilaok
User en Twitter: luisavila595
Es todo por ahora, les amo con todo el kora
Besosssss
L.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top