Epílogo
—¡Esto es tu culpa! —SooBin gritó con los ojos acuosos.
—Oh no, no lo es —YeonJun tenía su ceño fruncido y sus brazos en jarra.
—¡Si lo es! ¡Estoy mareado y con náuseas por tu...—el menor sintió una arcada y volvió a agacharse e el escusado en donde, por segunda vez, expulsó todo lo que guardaba en su estómago— Ugh...—dijo tapando su boca a la vez que le daba a la palanca.
YeonJun suavizó su expresión y avanzó para ayudar al menor a levantarse e ir al lavabo para lavar sus dientes.
—Es tu culpa..—murmuró recostándose en la cama boca abajo.
—No lo es, mocoso —negó YeonJun sentándose a su lado.
—¡Tú me compraste las brochetas! —gritó moviendo sus piernas.
—Si, yo las compré pero te dije muy bien que las debías comer al instante y no guardarlas por dos días, SooBin —le regañó— El cochino es algo muy delicado, tiene una bacteria, mocoso... Por eso las debes comer calientes y no frías a media madrugada —suspiró— Iré a hacerte algo que comer, llámame si pasa algo urgente —se levantó y dejó una palmada en el trasero del menor.
—¡Dejame! —gritó volteando con el ceño fruncido— Estoy de mal humor, ¿no entiendes?
—Dime porqué, mi cielo —dijo volviendo a tomar asiento.
—Quitando que tengo náuseas y me estoy mareando con cada movimiento que hago. Hay un nuevo ayudante en el Instituto y... ¡Lo que hace es golpear a los niños! ¡Los maltrata, hyung! —dijo con los brazos cruzados. YeonJun le miraba con total atención, era muy extraño ver a SooBin de mal humor— ¿Y adivina qué? ¡Lo halagan como si fuese... Si fuese...—el menor tapó la boca y salió corriendo al baño en donde nuevamente expulsó líquido.
—Ya... Descansa, recuéstate —YeonJun lo tomó en brazos y lo llevó a la cama. El mayor frunció el ceño sintiendo la temperatura alta del menor— Ah, tienes fiebre...
—Hoy es la reunión... Hoy es navidad, YeonJun —dijo mirando como el mayor lo arropaba hasta la cintura.
—Lo sé, mi amor —asintió— Descansa, se te pasará en un rato —dejó un dulce beso en su frente y salió de ahí a preparar una sopa que ayudaría al estado del menor.
SooBin por otro lado se arropó hasta los hombros y tomó su teléfono para revisar sus redes.
—No puedes usar eso, te dará dolor de cabeza —YeonJun apareció quitándole el teléfono al menor.
—¡Hey! —SooBin puchereó sintiéndose sin enérgicas para intentar quitar el aparato de las manos del mayor.
—Te dará dolor de cabeza —dijo suave tomando asiento a su lado, SooBin se enrolló en las sábanas se colocó de costado— Ten, esto ayudará a tu fiebre —dijo extendiendo una pastilla blanca al menor junto a un vaso de agua.
SooBin se levantó y bebió, sintiendo un escalofrío.
—¿Qué está cocinando, hyung? —preguntó volviendo a su posición anterior, YeonJun acarició su cabello con delicadeza.
—Te haré una sopa, mi amor —dijo agachándose para besar sus mejillas— ¿Aún tienes náuseas? ¿Mareo?
—Por ahora no...—murmurró achicándose más en su lugar, el frío que sentía era muy fuerte— Hyung... Hoy es navidad... No quiero faltar a la reunión... —dijo sintiendo los mimos del mayor.
—No lo harás, bebé —dijo besando su nariz— En un rato estarás mejor...
—Ujum...—SooBin asintió y suspiró sintiendo las caricias del otro en su cabello adormecerle y llevarle a un profundo sueño minutos después.
[...]
—Se levantó vomitando, con náuseas... Mareos —contó YeonJun revolviendo la sopa que le daría al menor mientras hablaba con su mejor amigo por teléfono— A los minutos le dió fiebre y está dormido en este momento...
—Uh, ¿de verdad dejó que se comiera esas brochetas, hyung?
—No pude hacer nada, estaba en mi trabajo cuando se las comió... Odio haberme quedado hasta tan tarde en el trabajo —suspiró— Y yo le dije, Gyu, le dije que no las comiera así... Pero no me hizo caso.
—Hyung pero... Si van a venir, ¿no?. Ya tenemos todo preparado, Hyuka está aquí, estuvo ayudando con las decoraciones...
—¿Él no tenía que hacer compras con su mamá? —preguntó apagando la hornilla.
—¡Hola, hyung! —se escuchó la voz del menor del grupo— Agradezca que SooBin hyung es chico, ¿imagina que fuese una chica? ¡Mini-YeonJun en camino!.
—Eres un demente —dijo riendo por las palabras del menor— Por favor, dile a Gyu que sí iremos.
—Como diga, hyung. De todas formas, escriba en nuestro chat informando el estado de hyung.
—Lo haré —y colgó dejando el teléfono en la encimera. Tomó un plato hondo y sirvió la sopa asegurándose de que la mayoría de verduras agregadas estuvieran ahí.
Caminó a la habitación y dejó el plato en el buró.
—Moco-... —se quedó callado mirando al menor dormir plácidamente mientras tenía el cabello mojado de sudor.
Se acercó un poco más y quitó el cobertor que tenía encima, luego rodeó la cama y tomó asiento para desabrochar, botón por botón de la camisa de pijama del menor. Mirando su cara de vez en cuando pasó sus brazos por las mangas hasta despojarlo de la prenda.
Como un bebé. Pensó sonriendo.
—Mocoso... Despierta —susurró besando la mejilla sonrojada por el calor del menor.
—Ugh...—SooBin abrió los ojos tocando su pecho húmedo— ¿Por qué estoy casi desnudo? —preguntó mirando al mayor aún adormecido.
—Mira como estás sudando —YeonJun pasó una de sus manos por el cabello del menor arrojándolo hacia atrás— Come y luego tomas una ducha...—le dió el plato al menor que empezó a comer con calma esperando mejorarse para ir con los demás.
[...]
—Ya dije que no —dijo YeonJun con el ceño fruncido.
—¡Pero, YeonJun ~! —SooBin se quejó tras él. Hace unas horas atrás el menor estaba vomitando la sopa que había hecho el mayor, su fiebre había bajado y no tenía tantos mareos como antes, así que SooBin, queriendo ir con sus amigos convenció al mayor de ir a la dichosa reunión.
YeonJun cada cierto tiempo le hablaba para preguntarle como se sentía o simplemente se le acercaba a tomar su temperatura. Todo iba bien, todos estaban hablando y riendo sentados en la pequeña sala con la que contaba el apartamento en donde residían TaeHyun y BeomGyu, hasta que a este último se le ocurrió sacar algunas botellas de soju.
SooBin había negado a todos los dulces que le ofrecieron no queriendo vomitar en plena sala o en el baño de los menores y tampoco volver a estar como horas antes en su casa.
Pero SooBin quería un poco de soju.
—SooBin, estás tomando medicina —YeonJun miró el reloj en la pared de la cocina— Si en unas horas te da fiebre tendrás que tomar la pastilla, la que te di antes de venir aún no se ha ido de tu organismo. No puedes tomar cerveza, SooBin —dijo bebiendo de su botella.
—Todos están tomando... ¡Hasta HuenIng está tomando! —dijo señalando al menor del grupo jugar con unos cascabeles que había por ahí.
—HuenIng no se comió unas brochetas frías y está mal del estómago y con fiebre —dijo.
—Dame un poco de la tuya —pidió estirando su mano a la botella.
—No, SooBin —negó dejando la botella en la encimera— Ven,por aquí hay un poco de jugo de frutas...—dijo abriendo el refrigerador con total confianza. Sacó la jarra del jugo y lo sirvió en un vaso para entregarlo al menor.
—No me regañes —dijo bebiendo del vaso.
—No lo estoy haciendo —negó tomando su botella para pasar una de sus manos por la cintura del otro para avanzar a la sala de estar.
—¡Suban la mirada, hyungs! —Kai señaló arriba de ellos.
—¡Están debajo del muérdago~! —canturrearon todos los demás mirando a la pareja reír.
—Te amo, ¿está bien?...—dijo antes de besar sus labios lentamente.
—¡Vivan los novios! —gritó BeomGyu esta vez haciéndolos separarse y reír.
—¿Por qué siempre dicen eso? —SooBin, olvidando momentáneamente su pequeña molestia, caminó y tomó asiento en el sillón cercano.
—No lo sé —TaeHyun alzó sus hombros sonriendo— ¡Que vivan! —gritó alzando su botella.
—¡Que vivan! —contestaron los otros dos haciendo reír a la pareja.
—¿Qué hora es? Ya llega la hora de abrir los regalos —BeomGyu miró el reloj de su teléfono emocionado.
—No, hyung, usted está mal —Kai negó a darle de su cerveza al pelinegro que puchereó— YeonJun hyung nos dijo que no le diéramos
SooBin bufó conformándose con su jugo de frutas.
Minutos después todos estaban sentados charlando y comiendo de unas botanas que había llevado Kai, y cabe destacar que SooBin estaba comiendo de ellas por cantidad.
—Uh...—agachó su cabeza mientras tapaba su cara.
—¿Está bien, hyung? —el castaño tocó su hombro mirando al mayor.
—Estoy mareado... —contestó captando la atención de todos— Q-quiero... Vomitar —dijo apretando sus ojos.
—Hyung, el baño está a la derecha —TaeHyun se levantó y señaló una puerta marrón.
—Acuestese un momento, hyung —BeomGyu le indicó como llegar a la única habitación con la que contaba el departamento.
—Vamos —el peliamarillo ayudó al menor a levantarse.
—Yeon-...—SooBin corrió en dirección al baño y se agachó frente al escusado— L-lo siento... —dijo bajando la palanca y reposando su frente en su antebrazo.
—Tienes fiebre otra vez...—YeonJun hizo una mueca con la boca y tanteó su bolsillo sacando el pequeño blíster de pastillas.
—Tenga, hyung —TaeHyun extendió un vaso de agua fría al peliamarillo y miró con preocupación a su amigo. Había empezado a sudar repentinamente y estaba pálido.
—Mocoso...—YeonJun llamó al menor que alzó su mano solamente hacia el vaso, bebió un poco y tomó la pastilla.
—Lo siento, chicos...—se disculpó levantándose y apoyándose en la pared— Debí hacerle caso al pollito...—señaló al peliamarillo a su lado.
—Eso es cierto, hyung —TaeHyun asintió— Ahora vaya a acostarse, en unos minutos podremos abrir los regalos —sonrió guiando a SooBin a su habitación.
—YeonJun...—SooBin estaba recostado de lado al final de la cama estirando su mano al mayor.
—Dime, mocoso —preguntó tomando asiento a su lado, SooBin se acomodó con su cabeza en los muslos ajenos.
—Quédate conmigo...—murmuró cerrando los ojos para intentar mitigar sus náuseas y mareo. YeonJun asintió y empezó a acariciar sus cabellos, los otros tres se miraron y decidieron silenciosamente quedarse unos minutos allí.
—Hyung, hyung... —Kai tocó el hombro del rubio a su lado emocionado— ¿Qué hora es?
—Umm... Las once con cincuenta y ocho —los mayores que estaban despiertos miraron con ternura como el menor salía corriendo de ahí y, a los segundos, volvía arrastrando la alfombra que tenía los regalos de todos.
—¡Feliz navidad! —susurró moviendo sus manos emocionados. Todos rieron y contestaron en tono normal— ¡Yo lo despierto, yo lo despierto! —Kai tomó un pequeño regalo de la alfombra y se sentó sobre sus pantorrillas frente al mayor durmiente— SooBin hyung~ —llamó pellizcando las mejillas calientes del otro— Despierte, hyung... —SooBin gruñó sintiendo el dedo del menor picar su frente una y otra vez, abrió los ojos encontrando la cara sonriente de Kai a un lado de una caja colorida— ¡Feliz navidad! —el mayor sonrió y estiró sus manos al regalo— Con mucho cariño de mi, para usted —dijo mirando como el mayor se sentaba con ayuda del peliamarillo que sonrió más que enamorado de su mocoso acabado de despertar.
—Hyuka~ —SooBin rompió el envoltorio del regalo y abrió su boca mirando el reloj de muñeca que tanto había dicho que quería— ¡Mira! —YeonJun asintió con una sonrisa mirando el reloj que le habían regalado a su novio— ¡Muchas gracias! —bajó de la cama y se lanzó a los brazos del menor, besando su mejilla después.
—Ahora los de nosotros —BeomGyu, conociendo los envoltorios que le tocaban a cada quién entregó uno de color naranja a YeonJun, uno azul a SooBin, uno verde a Kai y uno rojo para su pareja.
Todos decidieron hacer lo mismo, teniendo Kai cuatro regalos, BeomGyu cuatro al igual que TaeHyun y YeonJun, pero SooBin...
Él solo tenía dos.
Ya había destapado el de Kai, faltaban el de TaeHyun y el de BeomGyu, ¿dónde estaba el de su novio?.
—¡Wah! ¡Esto es genial! —volteó su mirada para observar como Kai festejaba por la MacBook que le había regalado YeonJun.
—¿Hyung? —TaeHyun, con una gorra negra con anillos en el ala, miró preocupado al mayor que jugaba con un pedazo de papel de regalo.
—Si, ¿por qué no ha abierto mi regalo? —BeomGyu le animó moviendo la mano sobre el regalo.
—No pasa nada, Beom... —negó sonriendo animándose a abrir el regalo— Solo... Me dió un mareo, eso es todo —y rompió el papel descubriendo una caja de zapatos.
[...]
—¿Ya se van? —TaeHyun miró a YeonJun recoger sus cosas y las de su novio que se hallaba nuevamente recostado en la habitación de antes. Ya habían abierto sus regalos, se habían abrazado y habían jugado varias cosas, hace unos minutos la madre se SooBin llamó preguntando porqué no habían llegado aún a la cena que habían organizado ambas familias que, por cierto, con el pasar del año que llevaban juntos se conocieron mejor y entablaron un buen vínculo.
—La madre de SooBin y la mía preguntan porqué no estamos en la cena de navidad aún —dijo rodando los ojos— Pasaremos por el apartamento primero y luego...
—¿Se lo dará hoy? —interrumpió el castaño curioso. YeonJun asintió suspirando con nerviosismo— Ah, yo quiero estar ahí —dijo haciendo reír a los mayores.
YeonJun caminó a la habitación del departamento y abrió con lentitud esperando encontrar a su pareja durmiendo pero la encontró mirando por la ventana mientras sobaba sus brazos con un puchero molesto.
—¿Tienes frío? —preguntó sacando al menor de su ensoñación. SooBin volteó y negó— ¿Náuseas, fiebre? ¿Nada de eso?
—¿Y mi regalo? —preguntó aún con su puchero molesto— Estoy impaciente por verlo... —dijo moviendo su pié repetidas veces.
—Tu regalo espera en casa, vine a buscarte —explicó.
—Si estoy mareado —contestó la primera pregunta que se le hizo, haciendo reír al mayor.
—Vamos entonces... —dijo sintiendo sus nervios a flor de piel, estaban a minutos de llegar a su hogar y que SooBin mirase su regalo.
O mejor dicho, su propuesta.
—¡Adiós! —gritaron los otros tres moviendo sus manos al auto que habían comprado hace unos meses.
—YeonJun...—SooBin, en el asiento del copiloto pegó su frente a la guantera sintiendo las ganas de vomitar apoderarse de él— Q-quiero... Quiero vomitar, YeonJun...—dijo asustando al mayor.
—Recuéstate —indicó haciendo uso de una de sus manos para ajustar el asiento del menor para que se recostase.
—Ah, no puedo creer que unas brochetas me hicieran esto...—dijo mirando por le ventana del auto— Supongo que ya vomité las que me comí, ¿por qué sigo enfermo?
—Bebé, eso... Eso no es así como así —habló manejando cada vez más lento, estaban a punto de llegar— Tu cuerpo aún está combatiendo le bacteria que te dejó el cochino de la brocheta, o eso supongo yo, y los vómitos son porque... Simplemente tu estómago aún está sensible...
—Doctor YeonJunnie~ —canturreó haciendo al mayor reír.
—Llegamos —murmuró mirando al menor emocionarse— No bajes tan rápido o tu mareo hará que... Ah, ya se bajó —dijo siguiendo al menor con nerviosismo.
Subieron las escaleras debidas y caminaron por el pasillo hasta llegar a la puerta número veinticuatro.
—¡Abra la puerta! —SooBin miraba emocionado al mayor jugar con las llaves. YeonJun tomó un par de respiraciones y adentró la llave, abriendo la puerta de par en par, mostrando el apartamento con todo a oscuras.
—Prende la luz, mocoso —dijo colocándose tras el mencionado para abrazar su cintura.
—¿Por qué está todo oscuro? —SooBin estiró su mano tanteando la pared para encender la luz— Nosotros dejamos-... —al prender la luz globos de sus colores favoritos, dulces y un ramo de rosas estaban en el suelo, obstruyendo el paso y rodeando en puntos específicos una larga lámina de papel bond que por título decía:
~16 Razones para casarte conmigo~
—Hyung...—con ojos acuosos volteó al mayor que sonrió de medio lado.
—Léela, mi vida —animó cerrando la puerta a sus espaldas para mirar como el menor tomaba el ramo de flores de todos los colores para olerlas y pegarlas a su pecho.
~16 Razones para casarte conmigo~
1— Doy muy buenos masajes.
2— Sé cocinar y me queda muy bien.
3— Sé lavar ropa.
4— Escucharé cada uno de tus relatos e historias sin aburrirme o mandarte a callar.
5— Haré que todos los días tengas una sonrisa en tu cara.
6— Secaré tus lágrimas y estaré ahí para escuchar tus frustraciones laborales.
7— Te recordaré cada día lo valioso y hermoso que eres.
8— Te diré un "Te amo" cada mañana que despiertes.
9— Soy muy guapo, ¿quién no quiere un esposo guapo?.
10— Aparte de tu esposo, seré tu mejor amigo, tu consejero y tu mano derecha.
11— Me reiré de todos tus chistes por muy malos que sean.
12— Te compraré todos los dulces que desees.
13— Te acompañaré en cada momento, nunca te dejaré caer.
14— Te abrazaré cada que llegues exhausto del trabajo.
15— Puedo darte mimos cada que lo desees.
16— Te esperaré todo el tiempo que quieras y te amaré con todo mi ser.
•Choi SooBin•
• ¿Quieres casarte conmigo? •
—Puede que para ti sea muy rápida la propuesta... —YeonJun se agachó a la altura del menor y pasó sus manos por los hombros del otro, SooBin volteó y mostró sus mejillas mojadas por su llanto— Pero te amo, ya debes estar harto de la palabra de tanto que la digo pero de verdad te amo, mocoso... Y quiero hacer tantas cosas contigo, entre ellas, casarme... Casarnos, mocoso —sonrió extendiendo su mano a un lado, tomó una caja terciopelo gris— Quiero una vida contigo, una vida a tu lado, no en otro lugar... Te amo inmensamente, siquiera sabía que podía amar a una persona que no fuese de mi familia de esa manera... —sonrió acariciando una de las mejillas húmedas del menor que hipó apretando el ramo en su pecho— Y aquí estás tú... Mi mocoso hermoso... —dejó un pequeño beso en los labios ajenos— ¿Quieres casarte conmigo? —preguntó casi en un susurro rozando sus narices— Estaré de acuerdo con tu...
—¡Si quiero! —el menor se lanzó a los brazos del peliamarillo, abrazándolo mientras lloraba— Y-yo... Lo amo mucho, hyung...—sorbió su nariz y rió emocionado separándose. Los dos se miraron un breve momento y unieron sus labios en un dulce beso, SooBin dejó el ramo de rosas caer a su costado y enredó sus dedos en el cabello ajeno.
—Déjame...—SooBin volvió a atacar sus labios— Ponerte...—otro beso— El anillo... —SooBin se separó al fin extendiendo su mano izquierda al mayor mientras con su otra mano secaba sus mejillas. YeonJun tomó el delgado anillo de plata y lo deslizó en el dedo anular de su mocoso que sonriendo volvió a lanzarse a los labios ajenos.
Se separaron en un chasquido y se miraron, SooBin apretó los hombros ajenos y volteó para ver de nuevo aquel detalle que le había hecho el peliamarillo.
—¿E-esto... —SooBin se separó y tomó una caja rectangular que había cerca de ellos.
—Hace meses me dijiste que querías una...—murmuró rodeando con sus manos la caderas del menor que abrió la caja mirando con impresión la NoteBook que había allí.
—Esto es mucho, hyung...—negó riendo con nerviosismo— Mi regalo no es nada con esto —dejó la caja a un lado y se levantó junto al peliamarillo.
—Tu cupón para besos y abrazos lo es todo —contestó rodeando su cintura— Y la nueva colección de Gucci también lo es... —SooBin rió tomando de la mano al mayor y caminó a la habitación.
—Yo... Estuve pensando mucho en pedirle compromiso —dijo parado en el arco de la puerta— Pero me sentía inseguro de que... Dijeras que no o dijeras que era muy apresurado...
—Mi mocoso hermoso...—rió atrayéndolo hacia él por la cintura, pegando sus pechos— Nunca me negaría a pasar todos mis días junto a ti...—sus labios se unieron en un beso romántico y apasionado. SooBin haló al mayor hacia la habitación— Mocoso... L-la cena con nuestra familia —dijo YeonJun al separarse para tomar aire.
—Pueden esperar —dijo volviendo a besarlo para arrojarse de espaldas a la cama y traer al mayor sobre él.
Primer y único amor. Esa era una de las descripciones que tenía YeonJun para SooBin, él es su primer y único amor por eso, anhela unirse a él de todas las formas posibles que hayan.
Ya eran novios...
Pronto esposos, dispuestos a darse todo el apoyo, amor y compresión posible, tal como dirán aquel día especial...
Hasta que la muerte los separe.
Me extendí un poco, ¿les gustó?
Faltan los extras! Tardaré un poco en subirlos pero será un trabajo sincero ♥
Por eso y por otras cosas, ¡no borres este libro de tu biblioteca!
The_Dark_Diamond
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