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Todo empezó una noche de tormenta, los rayos, truenos y relámpagos caían y provocaban sonidos verdaderamente fuertes... Aún así sus ronquidos eran aún más fuertes. Dormía a pierna suelta, con medio cuerpo tapado, el otro medio colgado de la cama, la sábana casi tirada en el suelo... Nunca supo explicar cómo daba tantas vueltas que acababa arrancando las sábanas de la cama y su cuerpo acababa casita las las mañanas en el suelo. El suelo era más fresco, muchísimo más. El caso... Que todo empezó aquella noche, cuando en mitad de aquel sueño tan profundo que ni la tormenta chocando contra el cristal ni los relámpagos iluminando el cielo eran capaces de perturbar su sueño.

Pero lo que si lo hizo fue el sonido de los cristales quebrándose en miles de pedazos. Acabó sentado en la cama, desorientado, aturdido, perezoso, se frotó los ojos pesadamente intentando interpretar sin volver a quedarse frito que había pasado, pero el sueño pudo con él y acabó dormido de nuevo.

Ajeno a que tal vez algo había entrado en su habitación.

Sea como fuere, cuando despertó al día siguiente seguía medio drogui cuando vió los cristales rotos y su expresión se deformó al completo. Gritó a su madre que la tormenta le rompió la ventana y el regó el PC gamer, todo aquello con gritos escalofriantes y horrorizado por no poder volver a jugar al Minecraft o al calle of duty con sus amigos por culpa de la tormenta. De todas maneras, movió las cosas mientras su madre llegaba con la fregona y la escoba para recoger los cristales.

Cuando lo recogieron todo suspiró con alivio al ver que el ordenador funcionaba correctamente, no le cayó tanta agua, suspiró profundamente, su madre le dijo que la próxima vez que la despertase, él dijo que no se enteró de nada, que acababa de verlo.

En verdad no, se despertó, pero volvió a quedarse frito.

De todas maneras, empezó a prepararse para ir a clase mientras Sheila buscaba un teléfono en las páginas amarillas, seguramente una cristalería para que le arreglasen el suyo. Cuando llegó a clase todo el mundo hablaba con exagerado suspense. Se acercó a Filmore, quien por alguna razón estaba coqueteando con la hija menor de los McCormick, ella lo estaba ignorando por completo.

Bien hecho, Karen.

- Oye... ¿De que hablan todos? ¿Pasó algo?

- Claro que pasó algo...

- ¿...?- esperó a ver si se lo decía, pero como Filmore era así de especial, no se lo dijo.- ¿El que?- acabó por preguntar.

- Ah, yo que sé, pregúntale a otro.

- ¿Y por qué me dices . . .?

- Para quedar cool... Siempre eres el que se entera de los chismes antes y luego me lo cuentas... Quería quedar como que me enteré antes que tú.

- No pensé que fueses así de. . .- rodó los ojos y suspiró dejando ir un gruñido frustrado, no se merecía ni el insulto- Karen...- ignoró por completo a Filmore y se acercó a la castaña.

- ¿Si?- dijo ella atendiendo inmediatamente.

- ¿Qué pasó anoche para que todos estén tan revolucionados?- preguntó alzando una ceja.

- Ah... Anoche hubo una lluvia de estrellas... Lo gracioso es que no lo avisaron en las noticias.

- Que gracia, una rompió mi ventana en medio de la noche.

- ¿Tienes un meteorito en casa?

- No...

- ¿Entonces?

- Era broma...- rió un poco.- No, ahora en serio, creo que algún borracho tiró una piedra o algo por la noche, me rompieron la ventana y casi me estropean el PC...- hizo un puchero.- Y si no fue un borracho debió ser un meteorito de esos...

- Dicen que la lluvia proviene de un ovni que tiró su basura... Porque si nadie lo alertó en las noticias, debe ser eso...- ella se rió un poco por lo bajinis.

- Eso dice Tricia, dice que vió cosas brillantes cayendo a la tierra con el telescopio de su hermano.

- ¿Cosas brillantes?- alzó una ceja con extrañeza.

- No sé a qué se refería, me llegaron los mensajes de audio a las cuatro de la mañana y seguramente sería porque estaba medio dormida o las vio mal por la tormenta, de todas maneras ella me insistió que era como piedras espaciales.

- ¿Y dónde está ella?

- Cuando le hablé por la mañana me dijo que iba a ir a buscarlas al bosque donde cayeron.

- ¿Fue sola?

- Creo que sí...- dijo ella acomodando su mochila.- Después de las clases, ¿Quieres que vayamos a su casa?- preguntó ella.

- Hmph, bueno...- asintió con la cabeza.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Así lo hicieron, al salir de clases y al ir a sus respectivas casas a comer, ambos quedaron y fueron hacia la casa de los Tucker. Les abrió el hermano mayor sosteniendo la cobaya entre sus manos con suma delicadeza y les preguntó que querían... Ambos respondieron que fueron a ver a Tricia y él les dijo que ella no estaba en casa, que posiblemente estuviera en voleibol.

Lo cual le recordó a Ike que tenía que ir a baloncesto. Lo cual le hizo llevarse las manos a la cabeza, disculparse con Karen e ir corriendo a su casa a por la bolsa y la ropa de deporte para irse a su extraescolar. Karen se dio un facepalm y suspiró.

- Ruby no vino a clase hoy...- dijo ella mirando al azabache cuando Ike se fue.

- ¿Ah, no?- arrugó el entre ceño y giró la cabeza hacia dentro.- ¡Mamá! ¡Tricia no fue a clase!

- ¿¡Cómo que no!?- dijo ella gritando de vuelta con sorpresa en su expresión.

- No, señorita Tucker, Ruby me envió un mensaje diciendo que no vendría a clase, que se iba al bosque...

- ¿Al bosque?- preguntó la madre acercándose un poco más.

Llevaba el delantal puesto, es posible que estuviera haciendo la merienda para sus hijos, pues tenía restos de masa en la tela.

- Me dijo que a buscar una cosa que vió anoche... no me lo tomé muy en serio, me dijo que vio algo brillante cayendo entre las estrellas fugaces en el bosque...

- ¿Llamo a la policía por desaparición?- preguntó el pelinegro.

- Si Tricia no regresó a casa esta noche, llamaremos...- miraron a Karen.- Gracias por avisarnos.

- De nada...- dijo ella con una sonrisa.

...

Caminaba hacia su casa con un completo nerviosismo en el cuerpo... ¿Y si realmente alguien hubiera secuestrado a Ruby? ¿O lo que viera fuera algo extraterrestre? ¿Y si fuera peligroso?

Karen se detuvo al llegar justo a los restos de sodosopa y se puso a pensar en sí Tricia estaría bien o no... Su preocupación llegó a tanto que, con algo de temor en el cuerpo, entró en casa corriendo, picó educadamente a la puerta de la habitación de su hermano y casi con urgencia, tanta que su hermano se preocupó porque algo malo le hubiera pasado a ella, le pidió que la acompañase a buscar a Ruby al bosque.

Su hermano no comprendió los motivos después de explicárselo, parecía un cuento de hadas, pero si era su hermana la que se lo pedía y con tanta insistencia, la acompañaría por tal de que ella se quedase más tranquila.

Cuando regresaron del bosque sin haber encontrado tan siquiera una mera pista de donde o cómo estaba Ruby, volvieron a pasarse por la casa de los Tucker preguntando si ella ya había regresado, pero allí solo encontraron un coche de policía y a los padres hablando con él, Craig estaba allí también, cruzado de brazos, al verlos se separó un poco y se acercó a ellos.

- ¿Ruby...?

- No ha regresado todavía... La policía nos está diciendo que era una estupidez alterarse cuando solo pasó un día, que se declara como desaparecida a los tres o cinco días desde que se fue de casa... Los retrasados piensan que fue un berrinche... Mi madre está a punto de llorar y mi padre está a esto...- señaló muy poco con la mano.- de golpear a los policías... No quieren ayudarnos, dicen que no darán la orden de búsqueda hasta que no pasen varios días...

- En varios días Tricia podría estar...

- Ni me lo digas... Lo sabemos perfectamente, pero los gilipollas de los policías no lo ven... Dicen que es normal que los niños hagan berrinches y se escapen de casa...

- ¿Por qué siempre lo achacan todo a lo mismo para no cumplir con sus responsabilidades?

Karen miraba de lado a lado en silencio, sentía mucha impotencia porque los agentes de seguridad no buscasen a Tricia y le quitasen importancia al caso de desaparición.

- Lo peor de todo es que con el historial que tengo de la peineta constante y los revuelos que montó en la cafetería de Tweek cada vez que alguien no lo trata bien, creen que Tricia es igual de conflictiva que yo, ósea... Que creen que quiere llamar la atención...

- ¿Son estúpidos o se lo hacen?

- Ambas.- se cruzó de brazos.- En fin... En tal que sepa algo os aviso.

- Bien...- asintieron los dos con la cabeza.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Cuando llegó a casa después básquet y una bien merecida ducha, se tiró en la cama de espaldas como una estrella y suspiró placenteramente, lo necesitaba, pero tenía que hacer los deberes. Bufó pesadamente y se levantó para acercarse al escritorio con la mochila y empezar a hacer los deberes hasta el anochecer.

Cuando los acabó, Karen le envió un mensaje diciendo que Tricia no había vuelto a casa. Eso lo dejó a cuadros, realmente pensó que Ruby volvería a casa antes del atardecer.

"¿Crees que le haya pasado algo?"- contestó al mensaje sentado de forma relajada en la silla.

- "No lo sé... Me tiene muy preocupada... Ruby no suele ser de las que llama la atención fugándose de casa, además, dijo que iba al bosque... Y allí no había nadie... Fui con mi hermano a buscarla"

- "No lo entiendo..."

- "Creo que la han secuestrado..."

- "Woah, Karen, calma, no saques conclusiones precipitadas"

- "Pero..."

- "Tranquila... Seguro que mañana ya regresó..."

- "Eso espero..."

Pero no lo haría, aunque el canadiense fuese positivo, no regresaría a casa. Tal fue así que al día siguiente los padres y hermano de Ruby pasaron gran parte del tiempo insistiendo a la policia que Tricia no estaba, que no había vuelto, que la buscasen. Siguieron dándoles largas, así que denunciaron a la policía y buscaron ayuda donde pudieran encontrarla, tal vez en otras ciudades, pero les dirían que no, así que tendrían que buscar a otro tipo de personas, si fuera necesario buscarían detectives, les daba igual, querían que alguien encontrase a su hija.

Karen pasaba las tardes buscando a Ruby cerca del lago, pensando que tal vez ella estaba allí, pero no encontraba nada más que adolescentes y universitarios practicando movimientos y sonidos que su hermano siempre le decía que se mantuviera alejada y no los imitara por nada del mundo. Así que se alejó de aquella zona.

Ike, por su lado, pasaba el tiempo intentando calmar a Karen, a veces la acompañaba al bosque para que no estuviera sola ni le hicieran nada raro, siempre iba bien ir con ella para defenderla de cualquier tarado medio borracho. Otras veces le decía que estuviera tranquila, que ella regresaría.

Así pasó una semana entera sin que Ruby apareciera.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Habían pasado nueve días desde que Tricia desapareció, por lo tanto, diez días desde la lluvia de estrellas "brillantes". La ventana de Ike estaba arreglada, en ese momento se encontraba abierta, era una noche pacífica, salvo por los constantes movimientos de los coches de patrulla de policía que por fin se dignaron a ponerse a trabajar y a buscar a la menor de los Tucker.

Ike tenía los brazos cruzados sobre la repisa, no tenía sueño, pero tendría que acostarse pronto si quería atender medianamente al día siguiente. Se levantó de la silla gamer y la dejó en su lugar, siguió mirando por la ventana unos instantes y estiró los brazos hacia arriba para crujir la espalda al girarse hacia atrás, aún así no lo hizo y suspiró pesado, intentó crujir el cuello, pero tampoco lo consiguió, así que suspiró con pesadez.

Repentinamente, una tenue luz en su pared captó su atención, era una luz azulada intermitente, giró la cabeza hacia la puerta, estaba cerrada, después hacia el suelo, la luz también se reflejaba en el suelo, en la moqueta, en la madera...

Había algo debajo de la cama... ¿Como no se había fijado antes de esa luz? ¿Acaso alguna noche había una luz parpadeando?

Se acercó un poco y se agachó plantando las rodillas en el suelo, agachó la cabeza y miró bajo la cama.

Normalmente en las películas de miedo es justamente lo contrario lo que debía hacer, pero su curiosidad lo ganó.

Extendió el brazo y sacó una especie de mochila metálica de debajo de la cama, era la que estaba produciendo el brillo. ¿Que era aquella mochila? No recordaba haber guardado o comprado algo por el estilo...

Entre cerró los ojos y pasó sus dedos por el cristal que hasta ese momento se encontraba con vaho, impidiendo ver lo que había dentro, aunque se arrepintió de tocar el cristal, pues dentro había . . .

Retrocedió asustado hasta darse un golpe en la cabeza con la pared.

¿¿U-Una persona??

¿Q-Qué hacia ahí? ¿D-De donde había salido? ¿Q-Quién lo había metido ahí? Se acercó a gatas hasta la mochila en intentó abrirla para comprobar el estado de aquella persona.

Ajeno a que no era normal nada de lo que estaba pasando, su preocupación principal se posó en abrir aquella mochila para comprobar el estado de esa persona.

Sin pensar en que llamar a un adulto sería más correcto, o incluso llamar a una ambulancia, ni siquiera lo pensó, simplemente estaba haciendo fuerza para abrir aquella mochila, buscando si tenía algún botón, alguna cremallera... Parecía una cápsula, una mochila... Debía tener alguna forma de abrirse.

El cristal volvió a llenarse de vaho.

La cápsula empezó a enfriarse conforme más esfuerzos hacia por abrirla, era extraño, era como una nevera... Intentó romper el cristal, pero no consiguió nada.

La persona que estaba dentro estaba dormida.

Por lo poco que había podido ver, tenía una cabello negro corto y la piel muy clara, muy blanca...

Buscó algún botón, alguna cosa. No había nada. El brillo intermitente cada vez era más notorio y luminoso, cerró las cortinas y la persiana para que nadie viera nada desde el exterior... Después giró la cabeza hacia la cápsula una vez más.

Se acercó y se arrodilló delante, giró varias veces aquel dispositivo. Pensando que había encontrado un botón para abrirlo, lo pulsó sin pensarlo siquiera, aquella especie de luz que había rodeando la máquina se apagó de repente. El botón que había pulsado se introdujo y una especie de vapor gélido se dejó escapar de la cápsula al mismo tiempo que se abría lentamente hacia un lado, rebelando lo que había en su interior.

Un chico. Cabello negro. Piel blanca. En posición fetal hacia un lado. Dormido. Desnudo.

Su piel estaba fría, muy fría, parecía un muerto. Las luces de la cápsula se encendieron repentinamente, pero en vez de ser una luz azul y blanca, era una luz morada... A través de los orificios que había en la máquina empezó a esparcirse una especie de humo del mismo color, inmediatamente se apartó retrocediendo, pensando que podía ser tóxico o venenoso.

Ese humo cayó y cubrió por la gravedad al chico y cuando desapareció, empezó a despertar como si fuese por arte de magia.

Aún así mantuvo la distancia.

Se sentó sobre la cápsula, piernas finas, brazos delgados, cuerpo esquelético, sus párpados cerrados se abrieron un poco dejando ver unos ojos grises que por unos instantes brillaron con un tono morado... Sus dedos finos se encontraban posados sobre sus piernas, su expresión se paseó por toda la habitación, las paredes, el techo, el suelo, la ventana... Finalmente lo miró fijamente.

...

Fueron minutos de silencio verdaderamente incómodos.

...

Tal vez no supiera hablar.

O no supiera el idioma.

...

Aquello era muy incómodo.

¿Que se supone que tenía que decir?

...

Esperó unos instantes más, pero es que él ni siquiera parpadeaba.

...

Lo estaba mirando fijamente, sin reaccionar, pero lo que si hacía era observar su cuerpo, sus prendas, su peinado, su expresión asustada y confusa por no saber que hacer o cómo actuar...

Suspiró con pesadez y cuando fue a abrir la boca para hablar, el chico desvió los ojos hacia la ventana cerrada.

- Ahm... Disculpa... ¿Entiendes lo que digo?

No respondió, siguió mirando la ventana. Sus acciones siguientes fueron levantarse de la cápsula, caminar con pasos torpes hasta ella e intentar abrirla torpemente.

- ¿Qué estás haciendo?- se atrevió a levantarse y acercarse para apartarlo de la ventana y sentarlo sobre el colchón de la cama.- No puedes salir.

Se lo quedó mirando fijamente.

Volvió a levantarse a hacer el intento de abrir la ventana, Ike intentó impedirlo, pues si salía así, desnudo y sin saber s dónde iba, lo más fácil que pudiera pasarle es que alguien le hiciera daño.

- Deja de intentar salir...- lo agarró de un hombro para volver a llevarlo al punto de inicio.

Aquella vez con un resultado diferente, pues lo empujó bruscamente, un empujón con una fuerza superior a la de un jugador de futbol americano, y al acercar su mano a la persiana, cortina y cristal, estos estallaron en mil pedazos.

...

- ... Mamá, no me mates...- susurró en bajo al ver la habitación destrozada, llena de cristales y a él que salió corriendo por patas para que no lo matasen por el destrozo.

El chico había salido por la ventana, así que decidió seguirlo para saber a dónde estaba yendo y que era lo que quería.

- ¡Espera!

Aún así no detuvo su andar lento y meticuloso por las calles de aquella helada ciudad. Le puso una manta alrededor por el pudor de que fuera desnudo.

- ¿A dónde vas?

Pero no hubo respuesta, siguió su andar empujándolo hacia un lado para apartarlo de su camino.

Lo acabó siguiente hacia el bosque, cerca del lago, había una casucha de madera medio derruida, y aquel chico accedió a ella empujando los escombros bruscamente para acceder. Él, en cambio, miró por la ventana y su expresión se deformó al ver a Tricia atrapada y encerrada en una jaula de barrotes que parecía de animal, de un animal pequeño.

Ella les gritaba que quería salir, que la dejasen salir, podía escucharlo perfectamente por las ventanas rotas de la casa.

Dentro de aquella cabaña de madera había cuatro personas a parte de Tricia. Una mujer y tres hombres. Los tres con cabellos negros y pieles blancas, la mujer con ojos castaños claros, un chico alto de pelo rizado con ojos negros, finalmente el mediano que era más bajo que la mujer pero mal alto que el chico de su cuarto, tenía los ojos grises, pero parecían trasparentes.

Ninguno de ellos hablaban, solo se miraban entre ellos.

¿Qué estaba pasando?

Repentinamente miraron la jaula en la que estaba Tricia.

- ¡Soltadme desgraciados pervertidos!- gritó ella enfurecida.

Tenía que traer a la policía, ellos tenían que ver eso... Tenía que hacer algo... Retrocedió lentamente y se marchó corriendo evitando hacer ruido. Llegó a la estación de policía y dijo que había encontrado a Ruby Tucker, casualmente y convenientemente, los padres y hermano también estaban allí, así que lo miraron fijamente y la madre le suplicó saber dónde estaba su hija.

Los guió hacia la cabaña en medio del bosque, no supo cómo, pero fue capaz de ir hasta ella sin perderse... Les dijo que estaba dentro con cuatro personas. Inmediatamente los policías rodearon la casa al comprobar que era cierto lo que dijo Ike.

- ¿Ella está bien?- preguntó Craig.

- Si, pero la tienen encerrada en una jaula de barrotes para que no escape...- dijo él encarnando las cejas con preocupación.

De los cinco hombres que entraron en la casa, tres de ellos salieron por los aires, cayendo hacia atrás como si los hubieran empujado fuertemente, otro salió despedido por la ventana, que obviamente rompió y otro quebró la madera de la cabaña y acabó en el suelo totalmente ensangrentado...

La fuerza de seguridad tomó las armas entraron entre todos para matar a los intrusos, despistarlos y tomar a la chica.

Tuvieron que pedir refuerzos y aún así fueron totalmente inútiles.

Las balas atravesaban sus cuerpos como si fuesen porcelana que todavía no se había solidificado, como si fuesen una masa de agua, atravesaban el cuerpo, pero no salía sangre. Todos se quedaron atónitos por esto. Así que llamaron al ejército y pidieron a los civiles que se marchasen de allí.

Más que nada porque muchos ojos curiosos se habían acercado a ver qué estaba pasando, más al escuchar el sonido de las balas.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Ike estaba en casa, se sentía un manojo de nervios, no dejaba de temblar, estaba impaciente, sus padres le dijeron que se fuera a dormir después de que les hubiera contado todo lo que había pasado y porque su pared estaba completamente destrozada.

Pero no podía.

No podía dormir...

No después de lo que había visto.

Insistieron, y no pudo negarse, así que acabó acostándose en la cama pero sin conseguir nada más que dar vueltas, mirar por la ventana rota cubierta con un cartón.

"Lo siento, mamá, una especie de super humano entró en casa y rompió la pared"

...

Pasó toda la noche sin pegar ojo, y al día siguiente las noticias recomendaban no enviar a los niños al colegio por peligro a ser secuestrados o asesinados, que no salieran de casa...

Así que acabó encerrado en casa y con unos nervios que nunca se acababan.

Ni siquiera se desestresaba jugando a Minecraft en modo pacífico para no estresarse por los monstruos o los fantasmas si pasaba mucho tiempo sin dormir. No tenía apetito, ni siquiera tenía ganas de estar con el teléfono, se estaba empezando a aburrir del ordenador y solo habían pasado tres horas...

Ugh... Se le iba a hacer eterno aquel encierro.

La puerta de su habitación se abrió.

- Ike, tienes que comer algo.- Dijo su madre.

- No tengo hambre...

- Ike.

Suspiró con pesadez, la insistencia de su madre y el miedo que le tenían era superior a todo, así que acabó por bajar al salón y comer algo.

- ¿Como te estás entreteniendo tu?- preguntó hacia su hermano mayor.

- Leer.

- Ahm...- asintió con la cabeza y después bajó los ojos al plato.

Es como si fuese un día de fiesta, solo que en un día de fiesta normal no solía estar encerrado en su casa todo el día.

Cuando subió a su habitación, casi soltó un grito al ver al chico de cabellos azabaches y piel blanca en su habitación, la manta que le puso todavía rodeaba sus hombros...

- ¿Q-Qué estás haciendo aquí?

- Cuerpo dañado. Necesito regeneración.- habló con un tono neutro, casi como si fuese un robot sin sentimientos, su voz sonaba sumamente infantil.

- ¿Y-Y p-por qué viniste aquí?

- Cápsula de regeneración localizada en esta vivienda.

Sus pasos se dirigieron hasta su cama, obtuvo la cápsula y pulsó el botón para abrirla.

- ¿Q-Qué sois?

- Tú mente es de compresión menor, no puedes asumir la información.- se sentó en la máquina y se abrazó las piernas.

No le dijo nada más, la máquina se cerró y la luz se encendió en azul, posteriormente se apagó y una luz blanca empezó a parpadear intermitentemente.

Ike apretó los labios con extrañeza y se quedó vigilando aquella cápsula... No estaba fría aquella vez, ni siquiera se había cubierto de vaho al paso de las horas.

Pasaron tres días hasta que la máquina reaccionará y volviera a abrirse.

El chico volvió a sentarse sobre la cápsula con una expresión aburrida y casi dormida. Miró fijamente al canadiense, él estaba sentado en su mesa con el ordenador encendido, también lo miraba.

- ¿Que vas a hacer ahora?- preguntó con curiosidad.

- Compañeros atrapados. Liberarlos.- se levantó y la manta que cubría su cuerpo cayó.

Ike apartó la mirada por vergüenza.

- Mejor ponte algo de ropa.

- Innecesario. Incómodo.

- ¿Vas a ir por la calle desnudo?

- Cuerpo humano inútil, órganos reproductores molestos y e innecesarios. No veo problema.

- La gente se molesta si lo ve...- dijo evitando que sus ojos bajaran hacia el vientre bajo.- Debes cubrirlo, aunque sea la entrepierna.

- Innecesario.

- Para ti, pero no para nosotros.- dijo él.- Cúbrete.

- Innecesario.- dicho esto dirigió sus pasos hacia la puerta.

- Ponte la manta alrededor aunque sea.

- Poca libertad de movimiento. Es molesta, no puedo pelear eficientemente.- tomó el pomo de la puerta.

- Entonces te dijo algo ajustado pero elástico, pero no salgas así...- lo tomó del brazo, cerca de la muñeca.

- Innecesario.

- Deja de repetir eso- entrecerró los ojos.

No dijo nada, soltó bruscamente su mano para salir al pasillo de la casa. Ike actuó rápido y con miedo, después de todo su familia podría haber estado en el pasillo o su hermano podría haber salido de la habitación, lo cargó rápido en su hombro, lo metió en la habitación y cerró la misma apoyándose en ella.

- No.

La expresión neutra y silenciosa del chico se mantuvo impasible. Ladeó la cabeza a un lado.

- Eres un ser débil.- susurró repentinamente.- Apártate de mi camino.- amenazó.- Debo rescatar a mis compañeros.

- Y te dejaré ir a salvarlos... Cuando te pongas ropa.

- Innecesaria.

- ¡Deja de decir eso!- exclamó frunciendo el ceño.

Se estaba hartando de aquella palabra tan repetitiva. ¿Acaso no sabía decir otra cosa? Era muy frustrante y desesperante.

- ¿Que necesidad de gritar hay? No va a hacer que cambie de opinión o que tengas más fuerza sobre mí... Sigo opinando lo mismo. Apártate de mi camino. No volveré a repetirlo.

Ike apretó los labios.

- No vas a salir sin ropa.

El más bajo de tamaño y una expresión enmascarada por su seriedad, dió un paso adelante, Ike pensó que lo golpería terriblemente, pero no lo hizo.

- ¿A qué se debe tanta insistencia?

- No es ni moral ni ético no llevar ropa.

- Tenemos diferentes formas de entender esos conceptos.

- Tienes un cuerpo humano prestado, debes acatar los conceptos tal y como nosotros los entendemos, y no puedes ir desnudo por la calle aunque no haya nadie.

- Los humanos son patéticos.

- Entonces no haber venido a la Tierra, haberte quedado en tu mundo y no tendrías que cumplir con las normas.

No respondió.

Pareció procesar las palabras y decidir su intervención con mucho cuidado.

- Solo accedo a tu patética petición porque es innecesario dañar a humanos inocentes pero molestos o congéneres ahora que adquirí esa imagen, si no tuviera ese pensamiento, te hubiera matado la primera vez que te vi...- lo miró fijamente con amenaza.- No deseo ser visto.

- ... R-Ropa negra...- susurró en bajo y se movió rápido hacia su armario.

Luego tendría que explicarle a su madre porque desaparecieron prendas de su armario, menos mal que le dió ropa que le quedaba pequeña pero que no le dijo a su madre porque ella le haría cualquier cosa a la ropa por tal de que le siguiera quedando, o lo haría ir de compras...

Ugh...

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Una vez el chico desapareció de la casa, escondió la cápsula bajo su cama y fingió que no pasó nada, dentro de lo que cabe... Su familia seguía actuando normal y algunos días después se pudo empezar a hacer vida normal, pero no extraescolares, así que tendría que jugar a básquet en la cancha libre del parque infantil.

En clase, Tricia y Karen no dejaban de hablar de lo que había pasado en aquella cabaña y en el momento en el cual estuvo en el bosque, se añadió a la conversación más que nada porque también sentía interés por saber más sobre esas cosas, después de todo tenía una cápsula para que se recuperase en su casa, y lo más seguro que si atraparon a tres de ellos, los estuvieran investigando y quisieran encontrar la cápsula en su habitación al ya haber encontrado las tres pertenecientes a esos tres.

Bueno, eso era hipotético, no sabía si habían encontrado las cápsulas de regeneración de los otros tres.

Lo que si sabía es que si lo comenzaban a investigar a él por tener esa cápsula no dudaba en que la entregaría inmediatamente porque no quería meterse en problemas...

Aunque le harían un interrogatorio... Lo cual no le hacía ninguna gracia, porque él no tenía nada que ver con ellos, de hecho, quería tener que ver lo menos posible.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Habían pasado un total de cuatro semanas, lo cual era un mes; durante ese periodo de tiempo, aquel chico extraño no apareció, pero sí que hubo más actividad policial, no dijeron el porqué, pero si se notó que había más policías en la calle.

Todos seguían con vida normal ajenos a los verdaderos motivos por los cuales había mucha carga de seguridad.

Pero todo aquello se volvió insostenible en algún punto, pues la presión estalló y la gente se tiró contra los agentes por qué se sentía "oprimidos" al estar tan vigilados y que nadie les explicase el porqué.

Una total incoherencia y un acto completamente mal hecho por parte de la ciudadanía. Porque mientras ellos se preocupaban por sus egoístas sentimientos, y por el odio de que la policía los estuviera defendiendo de algo que nadie entendía y que no querían que descubrieran, esas mismas razones...

Escaparon...

Nadie sabe a dónde, pero escaparon, tal vez huyeron hacia sus cápsulas de regeneración en un intento desesperado por marcharse de aquel planeta, tal vez ellos fueron una avanzadilla anterior a la exterminación o la invasión...

Ike supo de primera mano que se habían escapado al entrar en su cuarto y ver al chico de cabellos negros allí sentado en su cama.

No gritó porque le taparon la boca, porque si no, garantizaba a todo lo que sabía que definitivamente habría gritado.

Los cuatro estaban allí, dos de ellos le taparon la boca, el otro, el alto de cabello rizado estaba en el escritorio apoyado con los brazos cruzados. Siendo sincero, solo el más bajo de ellos estaba cubierto por ropa, lo cual era jodidamente incómodo, hizo una expresión de póker para intentar no decir que se vistieran o intentar no verse afectado.

- ¿Qué hacéis aquí?- preguntó con una expresión algo siniestra y asustada.

Las expresiones de aquellos seres eran completamente neutras pero al mismo tiempo amenazantes.

- Nos vamos del planeta. La cápsula de regeneración está aquí, dámela.

Obedeció inmediatamente y sacó la cápsula de debajo de la cama.

- ¿Volverán?

- Es posible.

Dicho esto los cuatro se acercaron a la caja, pulsaron el botón con una especie de código y después la cápsula se encogió de tamaño, la tomaron con una sola mano y tres de ellos se fueron. El más bajo, entonces, lo miró fijamente.

- Ropa humana no ser tan mala.- se encogió de hombros.

- ¿Quieres quedártela?

- Lo iba a hacer igual.- dijo esto se acercó a la ventana también.- Si regresamos no vas a reconocerme, no vuelvas a entrometerte con nosotros.

- Bien...- susurró asintiendo con la cabeza.

Dicho esto también se marchó. Ike suspiró con alivio y se dejó caer en la cama.

Definitivamente aquel tiempo fue demasiado largo... Angustioso, y encima le tocaba a él tener que soportar las cosas...

Bueno... Al menos ya se había acabado...

Teóricamente...






















































•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

O tal vez no...

_______________________________________

Holu :3

Antes de que me tiren piedras y hagan reclamos sobre que no hubo nada de romance y que todo fue raro...

...

(*susurra* Últimamente me llevan muchos mensajes en las historias de que son raras y sin sentido, por eso lo dije).

...

Tengo que decir que habrá una segunda parte, así que por favor no se me alarmen :3

En la primera parte se conocen.

En la segunda parte se enamoran.

Okay?

Que nadie me mate, por fis :'3

Mañana publicaré la siguiente parte, así que, hasta mañana, paciencia, por favor UwU

Por ahora...

Aquí las opiniones -------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line / Ecchisforlife

[5302 Palabras]

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