Sexto Flechazo
No.
_____________
— Debe ser hermosa.
— ¿De qué hablas?
— La novia del director, por supuesto. — El hombre alto de cabello castaño natural agitó su mano para acentuar su intervención. Hoseok se interesó por lo que decía una vez lo escuchó hablar, así que dejó de beber de su pequeña taza de cartón, se quedó en silencio mínimo intentando casi que ni respirar y esperó por lo que seguía; se encontraban en la sala de descanso tomando café, compartiendo el break que les correspondía y no hubo nada mejor para animar el ambiente, que opinar acerca del tema más candente que iba de boca en boca por los pasillos de la empresa.
Típico
La mujer de cabello rojizo, una extranjera, suspiró muy profundo antes de dar su punto de vista.
— ¡Él director Chae es tan peculiar! —Lo dijo verdaderamente admirada, podría ser que hasta ilusionada — Pienso que es muy atractivo, serio y seguramente es rico. Es director ¿No? ¿Alguien sabe a qué universidad fue? — La mujer de cabello negro y traje formal levantó la mano a medias y miró a todos esperando no parecer rara por lo que diría.
— Creo que fue a una universidad privada, se nota por su forma de vestir; lleva siempre encima lo más caro, por lo que su fortuna no debe ser broma. He visto cómo lo llevan y lo traen en autos diferentes y usualmente almuerza en los restaurantes más caros de la zona, también escuché que su hermano es doctor y tiene su propio hospital.
— ¿Y saben con quién sale?
— ¿No es Jaein-ssi del área de contabilidad? Oí que los vieron juntos en un bar besándose delante de todo el mundo. No hay vergüenza. — Lo comentó sin dudar una mujer de cabello corto y negro que solía encargarse de contactar a todos los nuevos contratistas, ella hizo un mohín de desagrado y bebió un sorbo de su café, quemándose en el intento. — ¡Aish! — Exclamó al sentir tremendo ardor, más eso no la detuvo, porque ventilando su lengua continuó hablando. — El director es sólo un hombre más intentando hacer uso de su poder para subyugar a las mujeres, creanme, es de los que someten sólo porque es hombre. — Reclamó ella y Hoseok asintió con la cabeza estando de acuerdo en una que otra cosa.— Les aseguro que ese tal Chae Hyungwon no es más que un adinerado sin sentimientos.
Claro, para ella era así, pues solía denominarse a sí misma como una feminista defensora de los derechos de la mujeres dentro de las empresas en corea. Total, ella no estaba de acuerdo con que alguien como Hyungwon estuviese tratando de hacerse a la fama abusando de su puesto como director, para ella eso era de lo peor, lo más bajo y lo condenaba; aunque no se atreviera a decírselo de frente.
— Yo opino que es de verdad envidiable. —Habló el hombre de cabello castaño de nuevo muy admirado. —Si tuviera el dinero y la belleza del director Chae, seguramente no dudaría en buscar a las mejores mujeres ¿O qué opinan de Kim? — Él soltó a reírse jugueteando. — El director Chae definitivamente sabe lo que hace, sólo hay que ver a las mujeres que trae locas por él.
Hoseok escuchó atentamente lo que cada uno de ellos decía sobre el rubio de inmensa belleza, y al final estuvo de acuerdo en un par de cosas:
1. Hyungwon era endiabladamente hermoso.
2. Era un idiota seductor sin control.
¿Cómo llegó a la conclusión?
Eso era muy fácil de ver, a Hyungwon le gustaba andar jugando al galán de un lado a otro sin importarle cuántos corazones pudieran estar colgando entre sus dedos, por eso no era mentira cuando ellos decían que el rubio era inmensamente famoso en todo el edificio, de verdad que no había nadie que no hablase o supiese al menos de él, de su ropa, de sus citas, su dinero, su casa, universidad y parejas; de él en todo el sentido de la palabra. No quería exagerar con todo el tema, pero a veces hasta culpaba a ese gran impacto que provocaba su mera existencia, debía ser intencional, o si no ¿Entonces por qué ocasionaba tanto revuelo por donde sea que iba? Y no creía estar equivocado del todo, pues veía constantemente como el menor le sonreía prácticamente a todo el mundo, eso le ponía los pelos de punta y hacía que se pusiera de muy mal humor
¿Por qué?
La respuesta era simple, sin embargo no quería aceptarlo; no lo haría de ningún modo.
Soltó un pequeño e íntimo suspiro antes de tomar otro sorbo de su vaso de café, divagando en esto y aquello miró hacia una esquina y de repente recordó la forma de sus labios, su manera de besar y lo muy sensual que era cuando gemía su nombre, su cuerpo se sentía hervir con sólo la imagen que en su mente se creaba; De hecho, ya no tenía que imaginarlo y soñar con que algún día sucedería, porque ya lo había sentido en carne propia y no se arrepentía de haber cruzado esa línea, sin embargo, seguía sin querer aceptarlo.
Porque por encima de la lujuria predominaba un sentimiento mucho más grande y sincero, uno que intentaba reprimir con todas sus fuerzas para que no saliera expulsado como una mezcla de colores primaverales.
— ¿Qué piensas tú Hoseok? —La mujer de cabello rojo le tocó el hombro con delicadeza, pero aquello no hizo más que sorprenderlo sobremanera, al punto de provocar que se lanzara lo que le quedaba de café encima.— ¡Oh, Dios mio! ¡Lo siento! No fue mi intención asustarte, Hoseok.— Ella intentó en vano sacudir su camisa blanca que segundos antes se veía tan pulcra, pero el pelinaranja la apartó primero antes de que pudiera seguir tocándolo.
—Está bien, sólo tengo que arreglarlo. No es nada demasiado grave. — Tomó un par de servilletas para limpiar sobre la tela, mientras que su compañero habló de nuevo.
— Olvidaba que tú, Hoseok, eres el peor enemigo del director Chae. — Su comentario no le vino en gracia ¿Cómo es que insistían con ese estúpido tema?— A lo mejor debes estar molesto aún porque te quitó a la señorita Kim ¿No? Hace poco supimos que Kim fue osada en invitar al Director Chae a una cita en una cafetería, así que debes estar un poco dolido. Pero no te preocupes por ellos dos, lo mejor que podemos hacer es desearles lo mejor para el futuro ¿Ok?
Hoseok lo miró muy falto de paciencia.
En serio ¿A quién se le había ocurrido decir tal tontería? No sabía cómo más decirles que no peleaba por la castaña, ni por un segundo lo imaginó siquiera, menos cuando era totalmente consciente de que fue Hyungwon quien se le abalanzó esa noche sin dejarle más escapatoria, no podía ser que él hubiese aceptado salir con esa mujer excéntrica ¿Cierto? no lo quería creer... Pero ¿Y si era como ellos decían?
Tomó aire profundamente buscando no perder la calma; aunque falló en el intento.
—¿¡No hay nada mejor que deban hacer!? — Y salió de la oficina dejando a todos sus compañeros altamente sorprendidos ante su repentino ataque de ira.
—Idiota, lo hiciste molestar...
—Lo siento, no creí que se pondría tan sensible.
—Lee anda muy extraño últimamente — La mujer de cabello corto y negro lo siguió con la mirada hasta que él desapareció de su vista y luego negó con la cabeza con pesar. —Con sólo verlo puedo asegurar que está enamorado de Kim ¿Vieron su reacción? estaba celoso, por supuesto.
—Pobre hombre...
◇◇◇
Jooheon terminó de reunir toda la información necesaria en su computadora, movió algunas carpetas organizándolas y sonrió una vez dio por sentado su trabajo de la mañana; al menos de momento. Levantando la vista vio regresar a Hoseok de la dispensa hecho una furia, él estaba rojo, así que se sorprendió de verlo de tan mal humor tan de repente.
últimamente su estado de ánimo cambiaba tanto, que comenzaba a marearse.
— Ey, ¿Qué pasa? —Jooheon esperó a que estuviera en su puesto, él se lanzó en su silla soltando un suspiro pesado y finalmente se agarró la cabeza quién sabe por qué.
— Nada, es sólo que... —Hoseok volvió a tomar aliento preguntándose en su interior, en serio, qué estaba tan mal en él, ¿por qué perdía el temperamento tan rápido cuando se trataba de él? No estaba manejando nada bien y temía que si seguía así todos terminarían por descubrir que estaba perdida y profundamente...
Oh, Dios...
Desde el pasillo apareció la figura alta y bien definida de Hyungwon, él se dirigía al ascensor buscando seguramente ir al piso donde se encontraba la sección de contabilidad, más el pobre corazón de Hoseok no estaba aguantando tal derroche de extrema belleza. Jooheon se fijó en la manera en que Hoseok siguió al director con la mirada hasta que entró en el elevador, y no, no ignoró para nada el profundo suspiro que lanzó una vez las puerta se cerraron; vaya escena.
La verdad no le sorprendía.
Desde que llegó el director Chae a la oficina Hoseok cobró una actitud muy extraña, la típica serenidad que solía mantener desapareció y ahora era muy común ver cómo su temperamento se volvía volátil, mantenía muy susceptible; y ni hablar de la cena de la empresa, podría ser que los otros no hubiesen estado atentos a ello, pero esa noche Hoseok se llevó afuera al director y ninguno de los dos regresó después de eso, ¿Y qué con sus berrinches alrededor del hecho de querer renunciar? Eso lo dijo con su propia boca mostrando estar muy convencido, pero no creía que en realidad quisiera irse a ningún lado y todo ello estaba relacionado con el director Chae.
Hoseok quería estar cerca de él, no importaba cuánto quisiera ocultarlo.
Jooheon miró su pantalla perdido en el recuerdo de lo que había visto días atrás, en ese entonces estaba preocupado porque notaba a su compañero y amigo mucho más tenso de lo normal, así que quiso buscarlo después de la reunión con el CEO para invitarlo a un café, descubriendo en el intento que Hoseok estaba besando al director Chae en la sala de reuniones muy apasionado. Aquello fue de gran impacto, por supuesto, pero lo fue de manera monumental pues conocía a su amigo de años y entendía que él no era muy amistoso con el tema de la homesexualidad.
Suspiró intentando saber qué decir para su lamentable situación compleja.
Desde su punto de vista Hoseok debía estar llevando una enorme batalla en su interior, una que le impedía poder aceptar abiertamente que le gustaban los hombres, y si no era así, al menos por el director Chae sí que perdía la cabeza; se le notaba. Creía también comprender que le era difícil tener que decir aquello a viva voz, sobre todo porque debía preocuparle las reacciones que tendrían el o Changkyun, pero este último fue quién se acercó una tarde durante el almuerzo y curioso le consultó si Hoseok tenía algo que ver con el director, pues sentía al mayor mucho más tenso alrededor de él que de cualquiera; Changkyun lo sabía, y no tardó nada en confirmar que también los había visto besarse en el market cerca de la casa de Hoseok, los vio cuando siguió al mayor para acompañarlo porque lo notaba demasiado bajo de nota.
Groso error.
Ese día Changkyun regresó pálido como el papel y muy falto de aire por estar corriendo al parecer, sorprendido de verlo en ese estado le preguntó qué era lo que le había sucedido, más no dijo nada, hasta que ambos fueron honestos con lo que habían estado presenciando a lo largo de los días desde que el director Chae llegó a la empresa. Ahora, le sorprendió muchísimo que aquél chico joven hubiese detenido al mayor para "hablar", con Changkyun estuvieron nerviosos de que quizá las cosas fueran a complicarse, ya que el chico se veía muy molesto, pero todo terminó por ir de la manera más inesperada porque al final Hoseok regresó con su ex.
¿Qué diablos sucedía realmente?
No lo entendían para nada, no entendían nada. En serio.
Cuando decía que las relaciones de Hoseok no duraban mucho lo decía en serio, conocía a su amigo desde hace varios años y eran muy pocas las veces las que había presenciado al mayor siendo amigable— O al menos ameno— Con una que otra persona; cuando ingresó nuevo a la empresa fue como una sólida pared de hielo que tuvieron que ir atravesando con mucho esfuerzo, y cada que formaba una relación sentimental con alguna chica, esta siempre decía lo mismo: "Hoseok es tan frío y distante, que es imposible tratar con él." Él nunca se acercaba más de la cuenta a las personas si no era estrictamente necesario, siempre manteniéndose a raya de quienes sentía no eran cercanos a él, encerrando sus sentimientos y no mostrando debilidades; ni siquiera su relación con SunHae duró más de lo que hubiese previsto, a pesar de que hacían una linda pareja y ante los ojos de todos se querían lo suficiente, al final todo fue en vano porque, como siempre, al parecer el problema fue el mayor.
Hoseok terminó la relación, pero así como la terminó la reanudo.
Y no entendían.
Tanto Changkyun como Jooheon no comprendían qué tanto estaba sucediendo para que ahora Hoseok estuviera faltando a su propio principio, y sí, estuvo de acuerdo con celebrar que hubiese regresado con su ex novia, sin embargo, luego de saber la verdad tras de todo se le hizo muy extraño ver que su hyung se comportara como un jugador inconsciente; estaba bien bromear sobre ello, pero ahora en serio estaba siendo un miserable al engañarla, pues era evidente que no tenía sentimientos hacía ella.
¿Qué pretendía entonces?
Era posible que su amigo se sintiera muy confundido, claro, pero no hallaba la forma de acercarse para decirle — Sin arruinar todo a su paso con la acción— Que lo ayudarían a aclarar todo con el director de la mejor manera posible; por supuesto, no querían ponerlo incómodo, pero ya comenzaba a preocuparse en serio por cómo terminaría todo si seguía permitiendo que Hoseok tomara decisiones como había estado haciendo hasta ahora.
— Hola, chicos ¿Cómo va todo? — Changkyun saludó apenas llegó dónde se encontraban sus amigos, cansado bostezo mirando la hora en su reloj y enseguida fijó los ojos en el hombre de cabello naranja que tenía el ceño fruncido, luego en Jooheon que se encontraba pensativo; desde hace una semana entera que encontraba ese mismo panorama y no hizo más que rascar su nuca pensando en lo complicado de todo. —Ey ¿Por qué esas caras? — Preguntó por no dejar y siguió a su puesto tocando el hombro de su amigo Jooheon, quien reaccionó viéndolo.
— ¿Cómo fue todo con el contratista? — Changkyun levantó sus pulgares sintiéndose orgulloso de su trabajo y Jooheon celebró tener ese contrato que era enorme; en medio de ello el peliazabache le golpeó el hombro de nuevo y señaló con sus labios al mayor que tecleaba fuerte aún con el ceño fruncido, Jooheon lo miró asegurándose de que no los escuchaba, y luego se acercó a su amigo. — Está de mal humor otra vez. —Susurró viendo a Hoseok, quien seguía sumergido en sus cosas.— Creo que tiene que ver con el que ya sabemos... — Changkyun rodó los ojos ante la respuesta de su amigo, ya ni siquiera le sorprendía, si en realidad cada que veía a Hoseok en ese estado resultaba estar relacionado con el director Chae.
Hoseok estaba enamorado de su jefe ¿Qué más daba si era así?
Sentándose escucho el ascensor llegar, sólo tuvo que levantar un poco la vista para darse cuenta de que el director Chae entraba apurado mientras hablaba con la directora de contabilidad, una imagen que a era ya común porque ambos eran muy amigos; o eso creía. Al ver hacia Hoseok tuvo la intención de levantarse y decirle que ya dejara de pretender tonterías, de verdad que no era necesario si cada que lo veía se volvía un lío, sus ojos estaban tan fijos en la pareja, que creyó que en cualquier momento se levantaría a separarlos, sus manos se hicieron puños furiosos y el rostro en general mostraba la gran molestia que sentía de ver ambos caminando hacia la oficina del director.
Era sorprendente, y, debía de aceptar con honestidad, que también era divertido.
En sus años de conocer a Hoseok, era la primera vez que lo veía mostrando tanto de sus verdaderos sentimientos, estaba siendo tan auténtico sin ser consciente, era tan real, que sintió que comenzaba a conocer al verdadero Hoseok, al ser humano que sentía y no al que aparentaba siempre estar relajado y sereno, distante y sin emociones; a lo que usualmente mostraba enorme afecto era a su par de gatos que adoraba con locura, a nadie más. Pero ahí estaba él desviviendose por el director, y en lugar de sentirse traicionado o asqueado, lo único que sintió fue alegría de saber que Hoseok no era un solitario desdichado sin sentimientos.
Él merecía ser feliz, claro que sí, fue por eso que estuvo tentado a decirle que lo sabían todo, era algo que le había propuesto a Jooheon días atrás, no obstante a él no le parecía que fuera adecuado. Miró el calendario, ese mismo día era san Valentín, se supone que debían salir y divertirse, pero no podría haber San Valentín más loco que ese.
No era capaz de deducir lo que sucedería.
◇◇◇
— Muero de hambre. —Jooheon se quejó, su voz estalló contra las paredes del elevador y enseguida lanzó un bostezo, Hoseok veía los números pasar con calma y Changkyun picó con el codo las costillas del hombre de hoyuelos llamando su atención; Jooheon negó con la cabeza no queriendo intervenir para nada, si algo odiaba Hoseok era que se metieran en sus asuntos y sería peor si se daba cuenta de que sabían lo que le sucedía en su vida últimamente.
No quería ni imaginarse su reacción.
Estuvieron en la lucha por al menos un minuto entero en lo que el mayor estuvo distraído pensando quién sabe en qué cosa, las puertas del ascensor se abrieron permitiendo que Hoseok saliera y Jooheon dio por sentado con su mirada que ese día tampoco intentarían decir nada al respecto, al menos no algo que hiciera que el mayor se sintiera incómodo. Salieron siguiéndolo, sorprendiendose de verlo de pie en medio del ancho pasillo que daba a la salida, mirando en dirección en la que estaba fija su mirada encontraron al director Chae abrazando al mismo chico alto moreno con un afecto inigualable, tanto que creyeron en serio que el chico joven era su verdadera pareja.
¡Santo Dios!
Changkyun y Jooheon palidecieron cuando notaron al mayor mucho más enojado que nunca, podía ser cierto que no les molestaba para nada que su amigo estuviera en una extraña relación con el que ahora resultaba ser su director y jefe, pero no entendían qué estaban haciendo ambos en realidad ¿Qué clase de relación tenían? No lograban entender nada porque lo que sabían era mínimo comparado a lo que podría estar sucediendo realmente en una situación disparatada como esa, sin embargo, Jooheon estaba totalmente dispuesto a impedirle al mayor formar una escena que pudiera dejarlo en una mala posición; aún se encontraban en la empresa y cualquier cosa que sucediera seguro serviria de comidilla para aquellos que solo les gustaba malinterpretar todo y divulgarlo sin ningún tipo de pudor.
—¿Qué les parece si hoy almorzamos carne? — Jooheon fue el primero en intervenir, con su brazo rodeó el cuello de Hoseok y con eso al menos mató el impulso que tuvo de salir corriendo hacia la pareja; él se asombró de verlo aparecer a su lado, era muy evidente que no era consciente de que estaban juntos y casi se dejó llevar por los muchos celos que parecía tener.
Changkyun aclaró la garganta para hablar. — oh-Oh, sí ¡Carne! — Trató de parecer natural al levantar los brazos celebrando tal tontería, pero su intento era tan pobre, que Jooheon le lanzó una mirada punzante juzgandolo por no intentar lo suficiente.
— ¿Qué opinas tú, Hoseok Hyung? — Se lo preguntó intentando captar su atención que de nuevo quería estar centrada en la pareja que subía al auto particular para irse; Jooheon respiró una vez los vio desaparecer calle arriba y sólo fue hasta entonces que lo dejó libre del agarre.
— Lo que sea, no me importa. — Hoseok bufó arreglando su traje de manera exagerada, su rostro era un poema que sacaba a relucir el sentimiento poderoso que lo invadía y no fue ni siquiera consciente de la enorme maldición que lanzó entre dientes. — Estoy harto de esta mierda...— Salió del edificio caminando a pasos agigantados, estaba tan furioso, que Jooheon no tardó en dar un buen golpe en el hombro de su amigo Changkyun, lo culpaba de no haber colaborado lo suficiente; él por supuesto se quejó del dolor por no entender qué diablos debía hacer en una situación semejante, sentía que la habían librado por un pelo.
—¿Qué? ¿Ahora por qué? —Jooheon se apretó el puente de la nariz intentando mantener la poca calma que albergaba; no estaba siendo fácil de cualquier manera.
— Oye, necesitamos hacer esto juntos o si no vamos a fracasar en el intento ¿Entiendes? — Él soltó un suspiro cansado y luego se acercó a Changkyun insistente en el tema. — No hagas que se enoje hyung, ¿cuántas veces te lo he dicho?
Changkyun por un momento creyó no comprender a lo que se refería Jooheon.
— ¡Pero si yo no soy el que anda engañándolo con un muchachito de universidad!— exclamó regresándole el golpe e hizo que se quejara en su lugar —Además ¿Carne? — El hombre de voz profunda estaba comenzando a indignarse. — Si querías ponerlo de buen humor debiste decirle que iríamos a comer ramen, ¡tú idiota! Por tu culpa está peor que cuando vio al director irse con ese mocoso.
—¿Perdón? —Jooheon frunció el ceño. —Yo al menos traté de detenerlo de ir contra él como toro embravecido, tú sólo te quedaste ahí de pie sin hacer nada ¿Qué querías que hiciera? entré en pánico, por supuesto que sí, nunca vi a Hoseok hyung tan enojado, ni siquiera cuando dije que sus gatos eran feos pareció enojarse tanto como hoy. Tuve miedo ¿Ok?
—Yak! es por eso que te he estado diciendo todo este tiempo que le digamos la maldita verdad ¿Qué otra cosa podemos hacer más que eso? Sólo digámosle que sabemos lo que está sucediéndole y hagamos que esta tontería termine de una vez, Lee Jooheon, tú en serio...—El bajo pelinegro cerró los ojos muy fuerte frustrado. — Aish, en serio ¿qué es todo esto? — Ambos hombres estaban comenzando a sentir que enloquecerían con lo enredado de todo, estuvieron pensando en posibles soluciones en lo que apareció Hoseok por la puerta llamándolos de nuevo para que se apresuraran en ir a almorzar, antes de que llegara la hora de regresar a la oficina.
Una vez en el restaurante no fue diferente de lo que habían venido viviendo los menores, ambos comieron en silencio mirándose y echándose la pelota sobre quién hablaría primero y así obtener algo de información que les fuera de ayuda para comprender, pues Hoseok comía más callado de lo normal; llamarle comer era demasiado, pues el hombre de cuerpo musculoso sólo se dedicó a ver su plato mientras suspiraba de manera tan desgarradora, que ambos comenzaban a querer tener indigestión.
Esta vez fue turno de Changkyun para intervenir.
—Ammmm.... — Miró a Jooheon antes de seguir y él le indicó con un movimiento de cabeza que lo intentará de manera ardua. — Esto... ¿Hoseok hyung?..— el mencionado los miró con los ojos bien abiertos y aclarando la garganta procedió a ver a todos lados sintiéndose desorientado.
— ¿Qué sucede, chicos? ¿Pasó algo? —Changkyun y Jooheon de nuevo se miraron entre sí; para Changkyun seguía siendo mejor decirle todo, pero Jooheon no le permitía hacer nada al respecto.
— Pues, verás...—Se dio cuenta que no tenía nada en mente en realidad ¿Qué le diría? miró de nuevo a Jooheon por ayuda, y este, como todo gran traidor, enterró su rostro en el plato. — Bueno, ammmm... Hoy es el día de san Valentín ¡Sí! hoy es el día de san Valentín, así que ¿Por qué no vamos todos a un bar cercano y nos divertimos? — Esperando por una respuesta vieron con intensidad al mayor, pero este negó con la cabeza antes de siquiera hablar.
— Decidí que me encontraré con SunHae hoy.
—No puede ser ¿¡Hablas en serio!? —Jooheon fue el más osado en mostrarse impaciente ante la respuesta del mayor, al darse cuenta de que se salía de su papel, tosio y golpeó su pecho viendo a Changkyun que negaba la cabeza decepcionado de su pobre actuación. —¿Por qué demonios lo juzgaba? No era su culpa que Hoseok siempre terminara haciendo estupideces. —Lo- lo que quiero decir es que ¿De verdad irás y nos dejarás solos? —Trató de nuevo para evitar perder en el intento, pero Hoseok se quedó viéndolos a ambos, eso los puso a sudar frío, ya que seguramente comenzaría a sospechar.
—¿Qué sucede con ustedes dos? —Dijo medio burlesco, Changkyun volteó a ver hacia una esquina del cielo del lugar y Jooheon bebió de su agua ignorando la pregunta; gracias a los cielos que Hoseok no siguió insistiendo en el tema o seguramente terminarían diciéndolo todo.— Yo- digamos que tenía algo por hacer el día de hoy, pero no me siento de humor, así que llamaré a Sunhae para verla. Creo que es lo mejor.
Ambos amigos dudaron de sus palabras por su voz tan apagada a la hora de hablar de la persona que era su novia ¿Quién estaría tan triste a la hora de hablar de reunirse con su propia novia en San Valentín? Sólo un idiota insensible. — Con que es así... — Changkyun se quedó sin qué decir, estaba confundido, pero más frustrado de verlo casi desvanecer por la evidente angustia que se veía a leguas sentía; aunque aparentaba estar de lo mejor delante de ellos, sentía que en realidad se moría de ganas de saber dónde y qué estaba haciendo el director Chae, estaba escrito por toda su cara. Sin pensarlo preguntó curioso. — ¿No es ese otro asunto más importante para ti? ¿tiene que ver con alguien especial? — Hoseok abrió los ojos muy grande, un sonrojo apareció poniendo su rostro como un tomate e incluso sus orejas fueron un lio, fue tan inesperado todo, que los menores se quedaron la boca abierta de lo asombrados que se encontraban.
Debía ser sobre el director Chae, no tuvieron que verse a los ojos para confirmar y decirlo cada uno en su mente como si tuvieran algún tipo de sincronización especial.
—¡Claro que no!—Exclamó aterrado de las palabras del menor, mirando a otro lado cubrió parcialmente su rostro y casí no pudo encontrar la forma de seguir hablando — o- no era nada importante, seguramente ya no importa, él... esa persona debe estar haciendo cosas mejores que encontrarse conmigo, así que no pregunten más.
y así dio por terminado el almuerzo.
Durante todo el resto de la tarde Hoseok se la pasó completamente bajo de nota, Jooheon y Changkyun concluyeron al final que quizá dejarlo solo y darle su espacio era lo mejor que podían hacer, y cuando lo vieron apagar su computadora, tomar sus cosas e irse temprano, no insistieron en detenerlo.
Hoseok ya sabría qué hacer, o eso pensaban ellos.
◇◇◇
Hoseok condujo de camino a casa con la mente sumergida en un millón de cosas que no quería pensar, por ejemplo ¿Qué hacía Hyungwon de nuevo con ese hombre? No quería ser insistente con el tema, pero el recuerdo de las amenazas del chico permanecía muy vivido en su cabeza, todavía le hervía la sangre de tan sólo recordar todo el descaro que tuvo el mocoso aquel de hablarle como quiso y que luego se largara llevándose a Hyungwon con el, igual que al medio día.
Era inaudito que fuera así, sabía que cualquiera que escuchara sus pensamientos diría que era estúpido y muy inmaduro de su parte, pero odiaba tanto a ese chico por el simple hecho de que no conocía la vergüenza y en su lugar buscaba y abrazaba a Hyungwon frente de la empresa y donde fuera ¿Cómo podía? Se sentía minúsculo, porque comparado a sus intentos que siempre terminaban en arrepentimientos y largas noches de no dormir por estar pensando en lo que pensarían los demás si llegaran a enterarse de lo que hacía con el rubio a escondidas, los de él parecían siempre terminar haciendo que el rubio corriera a sus brazos muy sonriente y feliz; fue ahí cuando se dio cuenta de la gran diferencia que lo hacía odiar a ese chico, que él podía amar a Hyungwon a placer.
Increíblemente, era la primera vez que sentía detestaba a otra persona como lo hacía con el moreno, no le gustaba para nada ver a ese hombre estando cerca de Hyungwon y comenzaba a no poder manejarlo de ninguna manera, le estaba resultando imposible contener el enorme enojo y creyó que armaría una escena en el momento en que vio al menor abrazar a ese otro sujeto, lo tenía decidido, pero Jooheon desprendió el velo en sus ojos con su pregunta tonta e inesperada. Estaba avergonzado, por supuesto, su temperamento poco a poco iba tornándose más y más penumbroso con el pasar de los días y todo porque no se permitía aceptar, por nada del mundo, eso que llevaba dentro y que intentaba salir de todas la maneras posibles.
Sus manos sudaron al imaginar hacerlo y de inmediato negó con la cabeza.
No podía hacerlo de ninguna forma, no era como debería hacer las cosas, porque temía que todo terminaría y al final se quedaría cargando para toda la vida con un sentimiento que era insoportable, era demasiado intenso, tenía miedo y estaba muy sorprendido de sí mismo por albergar en su pecho tal magnitud de sentimientos indescriptibles; no quería aceptarlo porque, de no ser quien a Hyungwon eligiera al final, seguramente sería el fin de su vida y sus días.
Y bajo el semáforo en rojo se preguntó entonces: ¿Por qué no se alejaba de una vez por todas?
Estaba comenzando ser agotador estar indispuesto cada vez, feliz un día y al siguiente tener una nube negra sobre la cabeza que hacía que sus días fueran grises, lo sabía, pero ¿Qué más podía hacer? El sentimiento de necesitarlo también era demasiado fuerte, no quería soltarlo por nada del mundo, porque a pesar de todo, en su interior, aún guardaba la esperanza de que todo terminara bien; aunque no fuera a ser así
Un deseo no es lo mismo que un hecho. La realidad era otra y en esa realidad las relaciones de ese tipo no tenían ningún futuro, esa era la única verdad que debía tener en mente.
Con un profundo suspiro alejó los pensamientos intrusivos y volvió a correr por las carreteras atestadas de Seúl, su corazón estaba pesado, adolorido, y una vez alcanzó el estacionamiento del edificio en el que vivía, soltó otro profundo suspiro dejando ir el cansancio y parte de la enorme frustración que sentía; ahí sentado en la soledad de su auto pensó en si sería correcto declinar la cita de Hyungwon y en su lugar invitar a su novia a salir en serio...
¿Debía de verdad hacerlo?
Sabía que estaba siendo todo un miserable al intentar borrar las marcas de sus besos con alguien más, pero en ese momento no halló ningún otra solución a la insistente molestia que tenía atorada en el pecho; si Hyungwon podía hacerlo ¿Por qué el no? No era un tonto que se quedaría para siempre sentado quieto esperando por su turno, definitivamente si HyungWon seguía su vida después de sus encuentros, entonces por su puesto también seguiría su vida sin consultarle, porque también tenía una dignidad y un orgullo que guardar.
Soltando un quejido dejó el auto, en el camino hacia su apartamento dejó de pensarlo demasiado y marcó al número de su novia poniendose de acuerdo encontrarse ese día para celebrar el San Valentín junto a ella; fue muy breve, casi como mutuo acuerdo frío y sin sentimientos por parte de los dos. Al llegar a la puerta de su apartamento miró la misma con intensidad, su pecho estaba intranquilo y sin mucho más en la mente dio la vuelta para tocar la puerta que daba justo al frente de la suya. Un par de minutos fueron necesarios para poder escuchar una voz masculina que le decía de esperar y en seguida tuvo al frente al bajo de cabello negro que lo miraba muy extrañado de tenerlo ahí de pie.
— ¿Cómo puedo ayudarle?
—Mire aquí... — Hoseok estaba falto de paciencia más que todo y la verdad es que ni siquiera era por culpa del bajo que lo veía con suma atención. — ¿Podría por favor prestar más atención a lo que hace su amigo o lo que sea ese tipo para usted?— Kihyun se detuvo a pensar qué demonios trataba de decirle ese hombre de cuerpo imponente que tenía enfrente, dirigió su mirada al suelo pensando y recordó lo que Hyunwoo le había dicho días atrás.
—¿A qué se refiere exactamente?—Preguntó con la intención de confirmar, lo vio con mayor atención, lucia alterado y eso no le sentó muy bien, pero con tal de averiguar de una vez por todas lo que sucedía, podría hacer el de la vista gorda y seguirle el juego.
—Al gorila que siempre está encima de Hyungwon, a él me refiero. Tengo entendido que sale contigo ¿Cómo es que todo el tiempo está detrás de ese mocoso inconsciente? No tiene ni una pizca de vergüenza, lo busca en el horario de almuerzo y siempre están de una lado a otro sin un maldito cansancio ¿No lo sabías?— Con esas palabras tuvo lo que necesitaba para saber lo que le reclamaba, Kihyun se le quedó mirando sin decir nada, la forma en que se puso de pie muy firme imponiendo su cuerpo fuerte fue de muerte; aunque no creía sentirse intimidado para nada, si aceptaba que era muy atractivo sin mucho esfuerzo.
Hyungwon tenía buen ojo para los hombres, eso no se lo podía discutir.
—Bueno... — Tomando el aire suficiente para mantener la calma, buscó las palabras que fueran fácil de entender para él que parecía bastante denso. — Entiendo que esté molesto con Hyunwoo por diferentes razones ¿Sí? créame, siento lo mismo a veces ¿Cierto? — Buscó ver sus expresiones y agradeció que al menos lo escuchaba atento. — Pero verá, yo no soy quién para decirle a un hombre adulto con conciencia propia qué hacer ni con quién ¿Me explico bien? Yo sólo soy su pareja, lo amo, en serio ¿Pero cómo quiere que le diga que deje a Hyungwon hyung? Dígame usted ¿Cómo?
Hoseok no quería entender las típicas razones de por medio, tampoco sabía bien el por qué se desvió de su camino hacia su apartamento para tocar a la puerta de su vecino y decir lo que pensaba sobre el tema, no lo tenía planeado para nada, simplemente lo hizo y ahora estaba ahí de pie tratando de encontrar una respuesta a la simple pregunta que lo tomaba desprevenido.
No quería aceptarlo tan fácilmente.
— Creí que usted sabría qué hacer, pues lo conoce más que yo, claro está. — Lo dijo con dignidad y a un ritmo rápido que le sorprendió al menor escuchar en él.
—Y entiendo a lo que se refiere ¿Ok? pero no puedo interferir en su amistad ¿En qué me convertiría eso? —Hoseok abrió los ojos altamente sorprendido por lo que escuchaba, la forma relajada en la que hablaba el chico bajo le tenía los pelos de puntas debido al horror.
— ¿A-A-Amistad? — Casi lo grita de no ser que sabía muy bien que habían muchos entrometidos en su piso, se acercó al menor lo suficiente para hacer que él retrocediera la cabeza porque se sentía amenazado. — No creo esa mierda de que sea una simple amistad ¿Cómo diablos sería eso una amistad? ¿Me cree un tonto? Tengo dos amigos excelentes y no por eso he visto sus vergas más veces que la mía ¿Ha enloquecido usted para llamar a esa aberración una amistad? ¡Exijo que me diga la verdad!
Él estaba frenético.
Kihyun trabajaba en una cafetería clásica de buena pinta a la que iban muchas parejas de todas clases y había presenciado muchas escenas de todo tipo, muchas cosas pasaban en cada rincón, pero era la primera vez que alguien le reclamaba, lleno de celos, sobre controlar a su propio novio ¡Sólo había que estar vivo para experimentar cada cosa en el mundo!
Ni siquiera sabía qué decirle que le brindara paz, se veía torturado y muy desesperado, por lo que en medio de su rabieta levantó los brazos al aire sacando su frustración; Kihyun comprendía muy bien su sentir, de verdad que lo hacía, no quería restarle importancia a lo que le pedía con tanta angustia y desespero, pero era ilógico decirle a Hyunwoo que se alejara mientras era consciente de que él conocía a Hyungwon desde hace años, tenía muy presente el cariño fraternal que su novio le tenia al mayor. No había nada que pudiera hacer, incluso si eso implicaba que a veces temiera que su hyung le robaría a Hyunwoo en cualquier momento.
Pero, hasta ahora no había sucedido y todo porque Hyungwon amaba con locura al sujeto que tenía en frente.
Kihyun entendió todo con simplemente verlo; eran tal para cual.
—¿Por qué no se lo dice? — La pregunta lo hizo detenerse en seco, Hoseok abrió muchos los ojos y dejó caer sus brazos preso del impacto.
— ¿¡Qué!?
—Sí, ¿Por qué no intenta hablándolo con Hyungwon hyung? — Lo repitió cruzándose de brazos y mirándolo directamente al rostro que estaba desfigurado porque al parecer no podía creer lo que escuchaba. — Yo sé que sí es usted quien se lo dice, lo escuchará y le explicará todo, estoy seguro de eso.
No era una opción.
Hoseok se retiró alarmado y completamente sonrojado, apurado cruzó el pasillo hacia su puerta escuchando la voz del chico bajo de nuevo.
—¿Quiere que le de un consejo? — Hoseok tenía la mano en la perilla, sólo era girarla y entrar a su hogar, ignorarlo y hacer de cuenta que eso no había sucedido jamás; Pero no lo hizo.— Lo mejor que puede hacer es dejar de actuar como un tonto homofóbico y comience a darse cuenta que empieza a verse realmente patético por no aceptarse a usted mismo. Los sentimientos nunca engañan y si sigue así no sólo se hará daño a usted mismo, sino también a hyung. Por favor, pienselo, se lo digo con la mejor de las intenciones, porque aprecio a Hyungwon hyung tanto como lo hace Hyunwoo.
Entrando a su apartamento dejó atrás al otro hombre, cerró la puerta y enseguida se apoyó en ella cerrando muy fuerte los ojos a la realidad ¿Qué si él tenía razón? no le importaba si parecía un lunático patético por actuar así y no aceptarlo, nunca lo diría en voz alta, no lo haría porque le aterraba muchísimo lo fuerte del sentimiento, le espantaba que una vez lo aceptase ya no pudiera volver a su zona de confort y estaría condenado de por vida; jamás diría a viva voz que amaba como a nadie a Chae Hyungwon, incluso si eso se lo carcomía por dentro y terminaba destrozándolo.
¡Jamás!
◇◇◇
— ¿Y a dónde iremos esta noche? — La pregunta por parte de la mujer castaña lo trajo de nuevo a la realidad, mirando hacia afuera por la ventana recordó dónde se encontraba y habló respondiendo a su pregunta. — Iremos a cenar y luego a mi apartamento, si eso está bien para ti. — Sonrió a medias porque era necesario, más no se encontraba de ánimos en ese día de San Valentín, sentía que era el 14 de febero más confuso y distorsionado de todos.
— Claro...— Fue la respuesta de la mujer, así que asintiendo encendió el motor y se puso en marcha para su cita.
Era muy extraño, un par de días antes estuvo verdaderamente emocionado por lo que sería el día de san Valentín, no era muy consciente de qué tanto, pero definitivamente era muy diferente a lo que sentía en ese momento; el estómago lo sentía revuelto, tenía náuseas, la cabeza le dolía y ni hablar de la opresión en el pecho que no se iba desde que vio a Hyungwon salir de la empresa junto a ese chico.
Soltó un suspiro que dejó a su acompañante altamente desconcertada, pensando en que quizá no era buena compañía para él que estaba en las nubes como siempre. Mirando hacia afuera desde su lado de la ventana, recordó el momento exacto en que conoció a Hoseok, él había visitado su empresa para terminar de cerrar el contrato de un proyecto de remodelación, así que al encontrárselo en el ascensor y escuchar su voz preguntándole por el piso 12 cayó enamorada perdidamente, tan sólo con eso tuvo para sentir mariposas en su estómago y sonreír como nunca antes lo había hecho; sus ilusiones fueron en alto cuando él fue una segunda vez y la recordó, la invitó un café, y lo que antes era una coincidencia, terminó por dar paso a una relación que no terminó siendo si no angustiante en todo el sentido de la palabra.
En parte era su culpa, lo aceptaba.
Sabía que era demasiado insistente al querer confirmar los sentimiento de Hoseok, se suponía que cuando amabas no debía ser importante constatar el cariño de tu pareja a toda hora y en cada momento, pero para su infortunio se encontró con que Hoseok era la persona más fría y cerrada a las emociones de todo el planeta; sus besos que en un principio sintió como unos nerviosos y distantes lo fueron incluso más con el pasar de los días, creía que el problema era su personalidad algo introvertida, pero con el pasar del tiempo estuvo más y más desconectado, al punto que comenzó a sentirse sola incluso cuando estaba con él, aquello provocó que su necesidad de confirmar su amor fuera creciendo sin medida alguna, al punto en que ambos se sofocaron y terminaron la relación.
Por algún motivo creyó que Hoseok la seguiría, pero eso jamás sucedió.
cerró los ojos con dolor. No se entendía, ¿cómo es que no terminaba de superar a ese hombre? cuando él la llamó para verse no dudó ni un segundo en dejarse seducir por esa misma voz de la primera vez y cuando lo encontró de frente sus piernas temblaron como en aquél momento, su corazón latió y las mariposas en el estómago aparecieron de nuevo, las mismas que rondaban de ahí para allá siempre que lo veía a él flotaron haciéndola sentir liviana, como en otro mundo.
Pero estaba segura de que eso no sucedía con él, y si era así, entonces ¿Por qué insistía? No sabía en realidad, asumía que estaba siendo testaruda hacía un hecho que era tan sencillo y evidente: Hoseok no la amaba.
Durante la cena no fue diferente, la pareja apenas y charló, la mayoría del tiempo se la pasaron centrados en sus pensamientos y cuando fue la hora de ir al apartamento del hombre de cuerpo esculpido, fue cuando por fin volvió a verlo nervioso, tanto como la primera vez que se reencontraron y fueron a un motel; después de aquél día sintió que algo iba mal con ella y Hoseok en su amabilidad no le decía las razones, tenía muchas ganas de preguntárselo desde ese entonces, pues ni siquiera quiso dormir junto a ella el resto de la noche y en su lugar durmió en un sillón incómodo, haciéndola sentir mal de nuevo porque no quería que las cosas fueran de esa manera.
Quería en serio agradarle al menos a Hoseok, que disfrutara de estar con ella así no la amara.
Al llegar al edificio la mujer notó que Hoseok sudaba a mares, pensó alarmada que estaba enfermo, así que se sintió fatal por juzgarlo durante toda la noche de su tan evidente distanciamiento y frialdad. — ¿Te encuentras bien, Hoseok? Te ves un poco mal.
—Oh... No te preocupes, estaré bien... — Su sonrisa forzada no le ayudó a confirmar nada, sin embargo lo siguió siempre pensando en qué era lo que lo hacía comportarse de esa manera tan extraña, estaba preocupada, porque a pesar de que Hoseok siempre ponía una barrera impenetrable ante los demás, nunca había llegado a rozar el límite de lo extraño y eso aumentó su sospecha de que algo enorme pasaba con él; por supuesto también se molestó, porque en un principio Hoseok la rechazó tajantemente diciéndole que no se verían ese día, pero luego de eso la invitó a salir como si nada hubiese sucedido.
Entre pensamientos concluyó de que debía haber alguien más, alguien que tenía a Hoseok dando vueltas y seguramente estaba tan confundido que comenzaba a no saber qué hacer; Le dolió su mismo pensamiento, pero ¿Qué más podría ser? Mientras esperaban el ascensor se dio el lujo de pensarlo mejor, con más detenimiento, no debía de ser muy lista para confirmar que algo estaba yendo mal con él quien se comportaba más misterioso y distraído que nunca, su forma de rechazarla en la cama con esa sutileza, su pared era incluso más sólida de lo que jamás experimentó, la misma pared que nunca le permitió hablar de cosas triviales sobre su vida o de su pasado del que apenas y sabía lo que estudió y a sus amigos que eran cercanos; SunHae sabía prácticamente nada de Hoseok, de sus sueños, sus metas no tenía la menor idea, era tan distante que de manera somera intuía que le atraía porque fue el primero en invitarla a salir.
¿No?
En realidad, ni eso sabía.
El ascensor llegó, aún aturdida se dispuso a entrar, más dos hombres altos y atractivos le impedían el paso. Inmediatamente se disculpó con una leve reverencia y cuando levantó la vista se dio cuenta de que tenía la intensa mirada de uno de ellos en ella; Por poco y se sonroja toda, pues el hombre era aterradoramente hermoso, su belleza era abrumadora, rubio, alto, delgado y con labios gruesos muy tentadores, el corazón le latió desembocado y tuvo que ver a otro lado para zafarse de ese magnetismo que poseía la existencia de ese extraño.
— Hoseok hyung ¿Qué crees que haces justo ahora? Creí que estabas enfermo y vine a verte preocupado, pero no estabas. No respondes mis llamadas y tampoco mis mensajes ¿Por qué? — La mujer se sorprendió de la manera en que el hombre se dirigió a su novio, y para terminar de desconcertarse, él de cabello naranja resopló furioso haciendo que el asombro fuera mayor que nada, pues nunca tuvo la oportunidad de ver al hombre fornido tan enojado, ni siquiera un enojado, él siempre fue del tipo condescendiente y quizá eso era lo que más odiaba a la hora de discutir con él; ahora era tan diferente y espontáneo con sus emociones, que le costó creer que se trataba de Hoseok.
— No tengo nada que explicarte, así que vete. — Hoseok pretendía estar tranquilo, más era un fracaso por su expresión corporal; podía estar tratando de aparentarlo con su voz, pero el resto lo traicionaba completamente.
— ¿Quién es ella? Prometiste que irías conmigo hoy, hyung ¿Por qué me haces esto de nuevo? — Creyó estar escuchando mal así que intentó aclarar sus pensamientos.
—¿Qué significa esto Hoseok? —Se lo preguntó verdaderamente curiosa y luego miró al hombre alto que fruncía el ceño disgustado; era evidente que la odiaba, no importaba si trataba de pensar que no. — ¿Quién es él?
— No es alguien importante. Yo arreglo esto, así que no te preocupes. — Para SunHae no parecía así, algo era demasiado extraño en la manera en que el alto rubio le reclamaba a su novio, sin embargo, trató de mantenerse a raya de lo que ahí se daba, sólo porque Hoseok había dicho que lo arreglaría.
— Aarggggg — Un gruñido se escuchó y vio al alto cerrar los ojos, su cuerpo se tenso y enseguida el tipo moreno y alto intervino.
— Suficiente. —Dijo sosteniéndolo de sus muñecas con fuerza y lo miró a los ojos hablándole firmemente. — Es suficiente, Hyungwon. Es momento de ir a casa. Te acompaño. —Increíblemente el hombre alto de cabello rubio fue soltando su cuerpo, casi sin quererlo y sin ver a Hoseok asintió con los labios temblorosos, y así terminaron de salir del ascensor dándole vía libre de entrar, algo que Hoseok no dudó en hacer ni un segundo en el momento en que la tomó de la mano arrastrándola dentro.
¿Sonaría raro?
Pero fue casi fascinante haber visto por primera vez una verdadera expresión de dolor en el rostro de Hoseok cuando clavó la mirada en la pareja, y no era para más, pues el delgado de extraordinaria belleza lloraba desconsolado en los brazos de aquél otro hombre; fue cuestión de segundos en los que intentó comprender, segundos en los que quiso entender lo que estaría sucediendo y se sintió aludida de alguna manera por el llanto de aquél hombre; al voltear a ver a Hoseok para preguntarle de nuevo por una explicación, lo vio dar uno, dos y tres zancadas hacia la pareja totalmente cegado, sus ojos se abrieron mucho y presintió lo peor, pues su expresión definitivamente no era la mejor, su cuerpo estaba demasiado tenso y una vez llegó a ellos lo primero que hizo fue separar al rubio del moreno.
—¡Ya alejate de él!— Le escuchó decir, sentencia que llamó la atención el moreno, quien no temió ante la imagen atemorizante de Hoseok, al contrario, decidido se acercó tomándolo del abrigo que llevaba puesto el mayor ese día, y sólo fue ahí cuando reaccionó saliendo del ascensor dispuesta a detener lo que sea que estuviese sucediendo.
— ¡Detente ya, Hoseok! ¡Suéltalo!
Hoseok parecía haber perdido todos los estribos, no escuchaba razones y como si fuera un sueño de mal gusto le vio irse contra el joven en un ataque de ira sin sentido. En el tiempo que llevaba de conocerlo nunca lo vio tan furioso, tan emocional y sensible ante nada y no se detuvo de intercambiar golpes hasta que el alto rubio le rogó que por favor se detuviera; él fuerte y claro grito.
—¡Yo te amo a ti, hyung, te amo a ti! ¡lo juro, no estoy mintiendo! ¡Por favor no le hagas más daño!
Sólo ahí supo comprender de qué se trataba todo, muy fácilmente supo comprender y entender lo que realmente sucedía con Hoseok.
☽☽☽
— ¿Estás bien?— Hyungwon estaba profundamente angustiado, sus ojos enfocaron el labio roto de su amigo Hyunwoo y cerró los ojos sintiendo su dolor prácticamente; le era fácil porque así de susceptible se volvía ante la imagen de sus seres queridos siendo heridos de alguna manera.
— Oye, en serio detente. — El moreno le sostuvo la mano para que dejara de aplicarle hielo con las manos temblorosas y esa expresión de querer morir. Sabía que lo había asustado, pero tampoco estaba en sus planes el haber tenido que lidiar con el molesto crush de su hyung, menos esperaba que el sujeto se enojara al punto de atacarlo; haber salido librados de esa situación con unos simples golpes fue casi un milagro.— Deja de poner esa cara, me haces querer llorar a mi tambien, Dios... Para ya, en serio.
Hyungwon de la nada se arrancó a llorar de nuevo, sus ojos se cerraron fuertemente queriendo que todo aquello no fuera así, se sentía muy culpable porque había envuelto a su mejor amigo en algo que era su responsabilidad ¿Qué clase de hyung era si dejaba que su donsaeng resolviera sus problemas de esa manera? Se sentía una persona terrible por simplemente haber hecho que en el proceso el moreno hubiese recibido tal daño.
—Lo siento, Nunu, de verdad lo siento ¿Te- te duele mucho? de verdad lo siento. —Hyunwoo sintió su corazón partirse en dos en el momento en que lo vio sumido en llanto, decidido lo abrazo y frotó la parte de atrás de su cabeza para tranquilizarlo y en el proceso luchó para que sus lágrimas no salieran; si tan sólo se hubiese negado en absoluto a llevarlo al apartamento de ese tipo, quizá al menos hubiese evitado que su hyung estuviera triste por tal trivialidad.
Él siempre fue así.
Hyungwon era un hombre valiente y aguerrido, con una personalidad extrovertida muy llamativa, lo supo desde el primer momento en que lo conoció durante la reunión de nuevos y egresados de la universidad. Ese día se encontraba muy deprimido porque había perdido la oportunidad de decirle a Kihyun lo que sentía y terminó dándose cuenta que él iría a una cita a ciegas con otro sujeto que no tenía ni idea, pensaba que nunca más tendría oportunidad de salir con él, así que bebió más de la cuenta y se metió en problemas; de todos quienes estaban ahí con el, Hyungwon fue el único en ayudarlo. Lo llevó a su casa, le dio de comer y luego le brindó las palabras más sencillas, pero conmovedoras que jamás escuchó en nadie.
"Chico, sé que es una tontería lo que te voy a decir, pero, deja de estar triste ¿Si? El mundo no se va a detener porque estás sufriendo y mucho menos se resolverán las cosas si huyes de ellas, así que deja de estar triste ¿Ok? seré tu hyung y te escucharé, ya no estés más triste."
Eso fue suficiente para llorar mientras probaba la horrible comida que le preparó aquella noche, a esas alturas no supo si lloraba por lo cálido de sus golpes en su espalda dándole fuerza o por lo salado que estaba el supuesto omelette que comía con tanto entusiasmo y agradecimiento.
Sonrió al recordar y abrazó al delgado más fuerte confortándolo.
— Deja de llorar, ah. Lo siento, no me volveré a meter en problemas, pero deja de llorar que me estás haciendo sentir fatal.
Al menos unos quince minutos más pasaron hasta que Hyunwoo logró calmar el llanto del mayor, corriendo a la cocina le sirvió un vaso con agua y se lo brindó, sus ojos estaban hinchados y la cara roja, aún le dolía mucho verlo tan triste, pero también le causaba gracia verlo así porque no sucedía muy seguido. Sentándose a su lado miró hacia la espaciosa cocina y cruzó los brazos buscando las palabras adecuadas.
—Hyung... —El mayor lo miró atento, mucho más tranquilo de lo normal y eso fue en parte positivo. —¿Sabes? creo que es hora de parar... —Lo dijo y sus ojos hinchados hicieron un extraño al intentar comprender. — Deberías dejar de ver a ese sujeto Wonho, hablo en serio; sólo mírate. No diré nada demasiado serio en su contra porque en realidad no lo conozco, pero él debería al menos respetarte, Hyungwon hyung, debería valorarte, tú también eres un ser humano preciado por alguien y te mereces lo mejor, no sólo las sobras de alguien más ¿Cómo es capaz él de hacerte algo tan bajo y cómo le permites que pase por encima de ti? Ese no es el hyung al que admiro, me tienes muy sorprendido con tu actitud hacia ese hombre. — Hyunwoo soltó el aire y atinó a tomar su mano confortándolo —Hyung, sé que es muy dificil, pero ¿Sabes que Minhyuk hyung, Kihyun y yo te amamos, no? Pues bien, tú no tienes que preocuparte porque tú nunca estarás solo, nosotros te amamos sin importar qué. No permitas que ese sujeto te siga haciendo una persona triste, por favor...
Hyungwon lo sabía, lo sabía perfectamente, que había sido demasiado obstinado en el momento en que decidió insistir hasta el límite, pensó en aquél entonces que sería capaz de soportar cualquier falta por parte de Hoseok, pero ahora no estaba seguro de ello...
Porque realmente dolía en el alma.
◇◇◇
Era temprano para llegar a la oficina, pero si era honesto, no había dormido nada pensando en todo lo que sucedió en pleno día de San Valentín. Hasta temprano estuvo feliz porque se encontraría con Hoseok en su casa, pero de la nada recibió un mensaje de él diciéndole que se encontraba enfermo y que no iría a verlo esa noche; lo aceptaba, fue insistente con Hyunwoo a la hora de decirle que estaba muy preocupado por el mayor, al punto que su amigo le confesó que sabía dónde vivía y que lo llevaría a confirmar que él estuviera bien, con la única condición de que enseguida volverían a casa, pues al parecer no se llevaban bien por algún motivo. Total, se sorprendió que en serio Hoseok viviera justo en frente del apartamento de Kihyun, estaba muy impactado, pues fueron varias las veces en las que visitó a su amigo, pero nunca imaginó que Hoseok estaría tan cerca.
Insistiendo en la puerta del apartamento del mayor creyó que podría tener una respuesta, más eso nunca sucedió. Rindiéndose en insistir, pues él tampoco tomaba sus llamadas, volvió al ascensor junto a Hyunwoo dispuesto a cumplir su promesa regresar a casa para descansar, estaba muy preocupado por Hoseok, pero contaba con que al día siguiente podría hablar de ello con él, saber y comprender lo que sea que le hubiese sucedido.
Pero no fue así. Con él nunca era sencillo, todo era complicado, sofocante y doloroso ¿Cómo un ser humano podía hacer tanto daño con simples palabras y acciones?
No lo entendía.
Sentándose tras su escritorio se recostó en la silla y cerrando los ojos sintió el cansancio que le generaba el no dormir, no se encontraba bien de ánimos y aún se sentía muy mal por las heridas en el rostro de Hyunwoo, ni siquiera podía mirar al rostro a Kihyun; aunque él decía que no debía preocuparse por esas "tonterías", se sentía muy avergonzado de haber hecho que su preciado novio hubiese recibido tal daño por su culpa.
Hyunwoo era su amigo, la unica persona por la que sintió algo cálido y conmovedor cercano al amor después de haber conocido a Hoseok, lo apreciaba tanto, que no le gusta verlo herido de ninguna forma, le pasaba con todos aquellos quienes lo rodeaban, preferiría mil veces estar herido y nunca ellos; eso pasaba.
Aturdido abrió los ojos y en los mismos las lágrimas se acumularon, quitando algunas de ellas con el dorso de la mano pensó en el dolor que sentía debido a lo que tuvo que presenciar; Hoseok era un mentiroso y no lo entendía para nada ¿No estaban bien a caso? De verdad que ya no comprendía su extraño comportamiento errante, y el cansancio y la frustración no hacían más que aumentar considerablemente esa enorme angustia que era provocada por encontrarse de frente con una sólida pared que no le permitía comprender lo que buscaba Hoseok en realidad; a veces sentía que sabía lo que sentía, pero después era tan frío y distante que lo hería.
¿Qué más debía hacer? Ya había intentado todo lo que estaba en sus manos, había tenido la paciencia e incluso se denigró en el proceso de comprenderlo, y las palabras que Hyunwoo le dio la noche anterior le sonaban aún claras en la cabeza; estaba siendo un tonto al estar esperanzado en alguien que a lo mejor no quería estar con el, Kihyun debía tener razón, no había forma de obligarlo de ningún modo a que lo amara y simplemente habría de aceptar la cruel realidad.
Hoseok nunca lo amaría, ni siquiera si intentaba mil años lo haría.
Con ese profundo dolor, muy semejante a lo que sintió la primera vez que su corazón se rompió, dejó caer su cabeza en el escritorio tomando la decisión más difícil de su vida.
◇◇◇
Después de hacer un buen esfuerzo supo leer algunos documentos que le fueron fáciles de terminar y se dedicó a firmarlos, siempre pensando en una que otra que cosa que permanecía en su mente inquietándolo. Al cabo de un rato escuchó que tocaban la puerta.
—Siga.. —Levantó la vista para saber quién era, encontrándose con que se trataba de Hoseok quien entraba y cerraba la puerta tras de sí.
—Necesitamos hablar...— Su corazón dolió igual o más cuando vio su rostro golpeado, tenía un claro golpe en la mejilla y su labio también estaba roto. No queriendo seguir viendo miró hacia una esquina de la oficina cobrando fuerzas; siempre con las palabras de Hyunwoo en su mente.
—Yo- Yo también lo creo hyung... —Dejó el esfero a un lado y de nuevo tomó aire, sus manos temblaban, su corazón latía muy fuerte adolorido y aceptando que lo que diría era lo mejor, continuó. —Vamos a detenernos aquí. —Lo dijo con la voz temblorosa, pero decidido. —Ya no quiero esto, hyung, esto me hace sentir demasiado triste cada vez y no se si realmente quiero seguir así... —Las lágrimas salieron de manera inevitable, ni siquiera podía ver correctamente a Hoseok de lo borrosa que tenía la vista, pero se esforzó por resistir hasta resolver la situación por su propia cuenta.
—¿Qué dices? —Él no parecía comprender, acercándose a penas lo suficiente lo miró con los ojos bien abiertos mostrando su intranquilidad, una que no se permitió malinterpretar más.— ¿Por qué?
Hyungwon frunció el ceño completamente ofendido.
— ¿Por qué? ¿me estás queriendo decir que ni siquiera sabes por qué te estoy diciendo de detenernos? — Hyungwon lo miró atento esperando que estuviera bromeando con el, pero Hoseok nunca río, siempre mantuvo una expresión dura y desconcertada muy digna de la situación — ¿Por qué eres así conmigo? ¿Tanto me odias, Hoseok hyung?
—Lo único que entiendo a cabalidad es que no estaba obligado a decirte sobre mi vida privada, en ningún momento te negué que salía con alguien, total, tú también mentiste ¿No? Sales con ese chico universitario, conoce tu comida favorita, sales a todos lados con él e incluso te protege como un perro fiel, todo el tiempo está tras de ti y tú estás bien con ello ¿No? — Hoseok se mostró altamente ofendido— ¿Y qué hay de mi entonces?
Hyungwon cerró los ojos y tomó aire llenándose de paciencia.—Es mi amigo...
— ¿Sólo tu amigo? Yo no lo creo así, Hyungwon, no me lo parece. Los he visto con mis propios ojos, su forma de tocarte y acercarte a ti ¿Cómo te atreves a decirme que es tu amigo? ¡No mientas más y dime la verdad! No pienso irme hasta que me digas lo que tienes con ese hombre que todo el tiempo está sobre ti buscado quién sabe qué cosa, incluso busca alejarme de ti como si fuera su asunto.
El rubio abrió los ojos altamente sorprendido por lo que escuchaba y no lo toleró.
—¡Hyunwoo jamás haría eso! ¿Cómo osas juzgarlo de esa manera tan cruel? Es un buen chico, lo conozco desde hace mucho y sé que jamás se metería con nadie a menos que lo molesten. Debiste hacerle algo que lo molestara ¿No es así? o si no ¿Qué razones tendría para decirte algo?
La rabia de Hoseok fue en aumento con sólo escuchar la manera apasionada en la que Hyungwon defendía a ese tipo, al cual no supo más que odiar cada vez más y más.— ¿Con qué maldita cara me dices tú que es sólo tu amigo si estás absolutamente cegado en amor por él? ¿Cómo te atreviste a lavarme el cerebro diciendo que me amas si no tienes ojos para nadie más, ah? — tomando una gran bocanada de aire Hoseok miró al techo sintiendo que el cualquier momento estallaría por la profunda decepción que estaba enfrentando. — Estoy harto de esta mierda, Hyungwon, no puedes hacerme esto.
—Hyung, él es la única persona que me comprendió y apoyó después de que me dejaste sin ningún tipo de explicación, fue el único que me hizo sentir humano cuando el mundo me rechazaba por ser como soy ¿Cómo te atreviste siquiera a lastimar a la persona preciada de alguien más por un simple arrebato? ¿Quien te dio el derecho de siquiera pensar en hacerlo? ¿¡Quien!?
—¿Tanto te importa? Entonces no debo ser humano por atreverme a tocar a tu amante ¿¡Eso es lo que quieres decir!?
—Sí, así es, me importa porque lo quiero. Es mi amigo, te lo he dicho hasta el cansancio y no pienso darte más explicaciones ¿¡Por qué es tan difícil de entender, maldita sea!?... —Hoseok soltó a reírse burlándose de sus palabras y eso le dolió
—Eso es completamente ridículo... ¿Te estás escuchando?
Hyungwon se quedó mirándolo muy quieto en silencio intentando comprender, al menos un poco, su actitud.—¿Por qué sigues haciendo esto? Sé honesto al menos una vez y dime qué sucede contigo, pensé que te gustaba, estábamos tan bien hasta ayer que...
—¡No te equivoques! No soy tu estúpido perro para definir qué días estás bien y cuáles no, no soy tu mascota, ¡entiéndelo de una vez!—Su voz furiosa lo hizo mirarlo aún más extrañado que al principio —Si a ti te hace feliz estar detrás de ese mocoso entrometido, pues bien por ti, ve y defiéndelo tanto como quieras, ¡pero luego no andes yendo a buscarme para confundir mi mente con tus tonterías enfermizas!
Hyungwon estaba muy desconcertado, demasiado, pues se sintió juzgado por algo que no entendía.—A-aquí el único confuso en sus acciones eres tú, hyung, yo siempre he sido sincero cuando te he dicho que te amo como nunca a nadie y quiero entender qué es lo que quieres en tu vida, quiero estar contigo, quiero amarte, pero tú no me dices nada, no sé qué es lo que quieres exactamente. Sólo dímelo claramente para poder entenderte ¡quiero hacerte feliz, no miento! ¡Nunca lo he hecho!
—Yo...—Se detuvo de hablar, su cuerpo estaba tenso y miró a todos lados nervioso; por un momento creyó que obtendría algo de su parte, así que insistió.
—Si me lo dices de una forma que pueda entender, quizá pueda ayudar a resolver todo esto, Hyung, confía en mí.— Hyungwon estaba dispuesto a intentarlo nuevamente, algo en su interior le decía que Hoseok no era tan malo como aparentaba ser, simplemente estaba reprimiéndose por temor o algo, algo debía de estar sucediéndole y quería ayudarlo a resolver ese dilema.
—¿Por qué deberías tú ayudarme? — Su voz sonó temblorosa, como si hablara en contra de su voluntad.— ¿Por que me amas? —Riéndose tomó el puente de su nariz y negó con la cabeza. — ¿Cómo podría yo llegar a amar a otro hombre? Sólo piénsalo, eso es...Es una tontería sin sentido. Esas estúpidas fantasías sólo están en tu cabeza.
Hyungwon se decepcionó por completo de sus palabras.
—Ya no quiero hablar...
—¿Qué pasa? ¿Dije algo que no te gustó? Comenzaste siendo sincero, pero ahora que estoy siéndolo te enojas y me apartas? Estás bien porque a ese hombre no le importe mostrarse cariñoso contigo en público, bien por él, pero yo tengo muchas cosas que perder y no pienso arriesgarlas para estar viviendo tu tonta historia de amor ridícula, Hyungwon.
Un dolor se acumuló en su nuca y sólo deseo que el hombre enfrente suyo se desvaneciera de una vez.—Dije que no quiero hablar más contigo, Hoseok hyung, sal de mi oficina.
— Mira aquí, Chae Hyungwon...
—¡No quiero hablar más contigo! ¡No quiero verte más, maldición, sal de mi maldita oficina ahora mismo! — La fuerza con la que gritaba y golpeaba el escritorio dejó altamente sorprendido al mayor, quién se le quedó viendo sin decir una palabra más. Hyungwon escuchó la puerta ser tocada de nuevo de manera sútil y tras ella la voz de Jooheon se escuchó
—¿Director?
— Lárgate y no vuelvas a buscarme nunca más en la vida, Lee Hoseok...— Lo dijo conteniendo gran parte de su explosiva ira, tomó su esfero con las manos temblorosas y pretendió que regresaba a sus cosas, mientras que Hoseok se le quedó mirando por un tiempo determinado; al segundo toque se dio vuelta hacia la puerta.
—Ey ¿Hoseok?, ¿Director, está todo bien? — La voz de Jooheon era insistente. Él dio varios pasos indecisos yéndose como se lo ordenó, Hyungwon lo vio irse con el corazón haciéndosele trizas, tanto que quiso arrepentirse de sus crueles palabras y detenerlo, pero se forzó a en serio parar lo que sea que tenían, era demasiado dañino para ambos y eso era peor que cualquier otra cosa.
Cuando creyó que se iría del todo, él dejó el pomo de la puerta, giró de nuevo a verlo haciendo que su corazón se detuviera por la impresión, y creyó que le diría algo, más las palabras no lograban salir de su boca; finalmente hizo una reverencia formal dejándolo consternado por su cambio de actitud.
—Siento mucho haber irrumpido en su oficina, no se volverá a repetir nunca más.— Y se fue sin decir una palabra más.
Aquello dolió mucho más que la primera vez que le rompió el corazón...
________________________
Hola, mis amores preciosos.
Aquí les traigo un nuevo capítulo de 14th, espero que les guste mucho, recuerden dejar sus comentarios y votos. Si tienen alguna duda, dejenlas en los comentarios, mensajes o tablero, yo estaré atenta a responder en el menor tiempo posible.
gracias de antemano, y muchos besos y abrazos. Se les quiere un monton!
próximo cap es el final ;)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top