Séptimo Flechazo [Segunda Parte]
14th
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— ¿Estás listo? — Hyungwon abrió la puerta del auto alegre, subió, acomodó su cabello negro tras la oreja y miró al más bajo que esperaba se abrochara el cinturón. — ¿Cómo te sientes? — se lo preguntó, más Hyungwon no tuvo que pensarlo demasiado.
— Estoy nervioso.—Le respondió y sonrió viendose en el espejo retrovisor. — ¿Irá Hyunwoo? — Quiso confirmarlo porque así obtendría fuerzas para continuar.
—Jum, sí.—Le respondió Kihyun feliz de que fuera así, ya que también quería mucho estar acompañado del moreno. — Como los estudiantes debemos llegar después de los sumbaes, iré por Hyunwoo a su trabajo de medio tiempo luego de dejarte en el lugar ¿Te parece bien esperar un poco en lo que llegamos? ¿estarás bien?
— Perfecto. Estaré bien, no te preocupes. —Hyungwon soltó el aire y agarró el cinturón con sus manos emocionado. Kihyun sonrió de verlo de buen humor, hacía meses que no lo veía de igual manera, así que fijo su vista enfrente sintiéndose tranquilo y agradecido de que el mayor hubiese aceptado ir al reencuentro de egresados. Mientras iban atravesando la ciudad se dispuso a verlo de vez en vez, notando a su paso que él estaba centrado pensando en algo; por supuesto Kihyun sintió curiosidad sobre lo pasaba de repente en la vida de Hyungwon, no era muy común verlo perdido en sus pensamientos, por lo que aprovechó el cambio de luces en el semáforo, pasó su dedo índice por sus labios pensando en cómo preguntar y finalmente optó por algo simple.
— Estás pensativo ¿sucede algo? —Hyungwon volvió la atención a dentro del auto, sus ojos detallaron al bajo de cabello negro por un momento rápido, para al final ver hacia el frente el cómo los autos y motos atravesaban la calle principal.
— Deje de asistir a estas reuniones porque me avergonzaba no poder hablar sobre lo que había sido de mí después de graduarme, de hecho me sentí incómodo cuando vi que todos eran exitosos y yo sólo podía hacer trabajos de medio tiempo que me resultaran fáciles de hacer.— Kihyun asintió y escuchó atentamente —Pero te conocí a ti y a Hyunwoo, y ahora puedo decir que estoy trabajando en una empresa agradable ¿No? — Sonrió satisfecho y eso enorgulleció al menor — Me siento bien de alguna manera.
— Has trabajado duro, hyung. Estoy muy orgulloso de ti. — Hyungwon suspiró profundamente y asintió sintiéndose conforme con escuchar esas palabras por parte de su amigo el menor. Las luces cambiaron y Kihyun siguió el camino absorto en el pensamiento de que algo más sucedía, la voz del mayor sonaba muy nostalgica, y aunque su expresión era buena, intuía que faltaba información. — ¿Algo más que quieras decir?
— ¿Algo más? —Hyungwon miró por cuenta nueva al menor, pensó en si había algo que más al respecto y negó con la cabeza antes de hablar —No, nada...
Pero Kihyun no se rindió
—Mañana será San Valentín otra vez ¿Qué piensas hacer? — Se lo preguntó curioso, así que esperó pacientemente por su respuesta; Hyungwon fue simple en responder.
—Veré el especial de los Muppets.
—Oh...Claro...
La conversación murió ahí.
Kihyun sabía perfectamente que su hyung estaba atrevesando por un fuerte proceso de superación, muchas cosas buenas le estaban sucediendo en la vida, pero entendía también que luchaba constantemente en su interior con un amor unilateral que no pudo ser; era difícil, muy seguramente se encontraba sufriendo por dentro y mucho, pero él era de los que no le gustaba mostrar debilidad— al menos no más de la necesaria — En su lugar solía permanecer inalterable y jugar al rededor a ser el tonto, como si no fuera de los que se hieren fácilmente. Suspiró al darse cuenta que en realidad no podía hacer nada más que esperar por el día en que su hyung decidiera volver a sonreír de verdad, esperar a que se recuperase de su mal de amores que tanto estragos hizo en su vida y volviera a ser el genuino hombre alegre que fue durante el tiempo en que estuvo con aquel hombre.
Poco tiempo después del incidente se mudó del edificio porque se sentía muy incómodo de quedarse en el mismo lugar de aquel hombre, poco supo de él luego de eso y sólo sabía con certeza que Hyungwon lo llamaba todo el tiempo Wonho; su amigo el mayor hablaba del tal Wonho como si no hubiese otro hombre sobre la faz de la tierra, veía por él, respiraba y hasta moría por él. Para Kihyun fue de gran sorpresa enterarse que aquél hombre que se atrevió a enfrentarlo en la puerta de su apartamento por celos, hubiese tenido las agallas suficientes para engañar a su hyung con una mujer, lo había herido de la manera más cruel y estuvo a punto de reclamarle la desfachatez de haberlo hecho, más Hyunwoo le advirtió que eso era algo que debía solucionar Hyungwon y sólo Hyungwon.
Y era cierto.
Con eso en mente se contuvo de buscarlo para decirle sus verdades en la cara, pero eso no hacía que fuera más fácil de afrontar el ver al mayor tan decaído; tan triste. Entre el girar de esquina a esquina y cruzar las calles de Seúl, se preguntó si pronto Hyungwon tendría la oportunidad de encontrar a alguien que lo hiciera verdaderamente feliz, quería que fuera así, pues el mayor necesitaba de vuelta ese gran afecto que usualmente le daba a las personas.
Él merecía ser feliz también.
Al cabo de un rato se detuvo frente al enorme restaurante y le indicó a Hyungwon que se adelantara mientras iba en busca de Hyunwoo, y eso hizo. Hyungwon bajó recibiendo el viento frío de la noche, ajustó su grueso abrigo, guardó las manos en los bolsillos para mantener el calor y siguió su camino hacia adentro viendo como su aliento y respiración se veían reflejados en el ambiente, vio a ambos lados en la acera y entró encontrando a una hermosa chica en la recepción.
—Hola, vengo para una reunión de egresados.
—Claro que sí. Sígame, por favor, le indico el camino. —Ella hizo una leve reverencia muy formal que respondió de inmediato y la siguió hasta la tercera planta del edificio que estaba iluminado con lámparas de luces amarillas, plantas y cuadros de arte muy singulares, la música de ambiente era buena y había muy poca gente aún cuando estaban tan próximos a una fecha tan especial.
—Es un día antes de San Valentín, así que el salon que escogieron está disponible por el tiempo que deseen. —Se lo hizo saber de manera cortez. Hyungwon estaba impresionado de que esta vez hubiesen escogido un restaurante tan elegante, estaba impresionado en serio.
—Oh, gracias. — Frente a la puerta tradicional ella se despidió con otra reverencia formal la cual correspondió, le indicó que entrara para así irse y rápidamente se dispuso a deslizar la puerta; no sin antes tomar una bocanada de aire.
Al abrir el ambiente que encontró fue muy cautivador.
—¡Oh! ¡Pero si es Hyungwon-ah!— Gritó una de sus noonas, la cual lo trataba como si fuera su propio hermano; se alegró mucho de verla, aunque se notaba mucho mayor de lo que la recordaba.
—Vaya, es él en serio. —Su compañero estaba igual o más asombrado de verlo ahí, él se levantó y fue directo para recibirlo con un abrazo.
—¡La musa de la universidad esta aquí en serio, chicos! — Hyungwon sonrió viendo a varios de sus superiores y compañeros alegres por su llegada, se sintió nervioso de generar tanta efusividad, pero eso no le impidió ser el mismo Hyungwon que tenía una personalidad extrovertida antes que todo.
—Hola. — Cerró la puerta, terminó de entrar y se sentó en el puesto libre que le guardaba su compañero. —¿Por qué todos lucen tan viejos? —Hizo una pequeña burla que hizo reír a todos los presentes, le brindaron una bebida y la aceptó por cortesía.
—Tú eres el único que no envejece para nada. Mírate, sigues igual o más guapo que cuando ingresaste y te tuvimos bajo nuestro cuidado, pequeño Hyungwon-ah. —Su noona estaba absorta detallándolo, ella no salía del asombro y eso lo hizo sentir avergonzado, porque no creía que fuera para tanto.
—Por culpa de Hyungwon muchos tuvimos problemas con las chicas, él puede ser llamado un chico flor sin problema, ya sabes, como los idols. Todas querían estar con él, era muy popular. Dios, que recuerdos.—Uno de los más antiguos, un sumbae y compañero de Hoseok, fue quien habló. Hyungwon sonrió y asintió aceptando sus palabras. — Cuéntanos ¿Cómo has estado? ¿Qué haces para ganarte la vida?
Hyungwon hizo que pensaba y sonrió encantador.—Soy director de proyectos en una pequeña empresa.— Dijo con orgullo — Está creciendo, así que está bien por ahora.
Todos se asombraron y comenzaron a interesarse por el hombre alto de cabello negro, algunas de las chicas que ocupaban la mesa quisieron sentarse más cerca y sus compañeros más cercanos estaban muy felices de verlo salir adelante con su talento.
Su sumbae estaba orgulloso.—Aigoo, no me sorprende. Siempre fuiste muy bueno. Por algo Hoseok siempre te cuidaba. —la sonrisa de Hyungwon desapareció al escuchar ese nombre — ¿Lo recuerdas?
—O-oh..claro...
—Claro que sí se acuerda, hyung ¿Cómo no? Si ese loco bastardo odiaba que nos acercáramos a nuestro preciado dongsaeng para invitarlo a beber, alegando todo el tiempo que estaba muy joven para salir con nosotros de fiesta. —Otro de sus sumbaes intervino en la conversación. Era la primera vez que Hyungwon escuchaba algo igual, así que no sabía qué decir exactamente, sólo se dedicó a forzar una sonrisa mientras lo escuchaba dialogar.
En eso su compañero recordó el mal sabor de boca que Hoseok le hizo pasar cuando aún estaba en primero. —Aish, ese idiota te protegía más que un tesoro. El día del festival deportivo, después de la prueba de valor, me castigó con elevar mis brazos sobre mi cabeza por dos horas y todo porque te había llevado en mi espalda luego de que te torcieras el tobillo ¿Cuál fue el mal que hice? —Negó con la cabeza arrepentido de lo que fuera que hizo mal y a su queja se le sumaron muchas más como un río.
—Yah, yo fui castigada por Hoseok oppa porque una vez le pedí que le diera una carta de mi parte a Hyungwon ¿Por qué se enojaría tanto por eso? Yo sólo quería que mis sentimientos le llegaran a él.
— ¿Están diciendo que ustedes fueron castigados por cosas como esas? — Dijo su noona con los ojos bien abiertos — A mi nisiquiera me habla. Cuando nos graduamos sólo me dijo que dejara de consentir tanto a Hyungwon y que me comportara a la altura de una sumbae. Dios, obtengo un dolor de cabeza de sólo recordarlo. —Ella bebió de su copa disipando cualquier cosa y sonrió viendo a Hyungwon que escuchaba atento. —Pero creciste bien y ahora eres todo un hombre, Hyungwon-ah, no puedo negar que Hoseok hizo un gran trabajo. Lo estás haciendo bien. Ahora anda, bebe tu copa. —Una leve penumbra se posó en Hyungwon, quien sonrió con esfuerzo, bebió de la copa y frunció el ceño porque no acostumbraba a beber con frecuencia.
—Hablando de Hoseok-ssi, está tardo ya ¿No creen? Los de actual año no tardaran en llegar, ya están ocupando sus mesas. — Su sumbae miró por encima de las cabezas a la puerta, parecía preocupado.
Hyungwon por su parte palideció
—¿Hoseok hyung vendrá hoy? — Lo preguntó atónito, y su noona que momentos antes había hablado, asintió y se inclinó sobre la mesa comentando asombrada.
—Sí ¿Puedes creerlo? El hombre que luego de graduarse desapareció por completo sin dejar rastros y que se negó a venir a todas las reuniones de egresados después de eso, hoy decidió aceptar a venir. Vaya Dios a saber por qué.
—Ah, lo siento...— Su sumbae y compañero de Hoseok se rascó la nuca un poco avergonzado, alisando su cabello en la parte trasera de su cabeza trató de disculparse antes que nada. —Hyungwon-ssi, tuve que decirle a Hoseok que vendrías para convencerlo, si no, no habría aceptado nunca a venir y acompañarnos.
—Debo irme, recordé que tengo algo que hacer.
—¡Espera, Hyungwon-ah!
Se levantó tan rápido como pudo, sus mente sólo se enfocó en salir de ahí más rápido que nunca, pues su cuerpo solo respondio al instinto que le dio aviso de salir de ahí lo antes posible. Apresurado intentó abrir la puerta cuanto antes, pero la misma se deslizó sola dejando de ver de frente al castaño de cuerpo fuerte; él se quedó viéndolo, al principio sorprendido y luego miró hacia dentro a todos los presentes que se quedaron como estatuas de sólo verlo aparecer.
— ¿A dónde vas ? —Se lo preguntó acercándose más y Hyungwon lo fulminó con la mirada
—A casa.
—¿Tan pronto? creí que apenas comenzaba. — Miró hacia atrás y luego a Hyungwon de nuevo — ¿Por qué no te quedas un momento más? Yo me cargaré de llevarte a casa de ser necesario, pero quédate, por favor.
—Tengo cosas que hacer. Permiso. —Hyungwon hizo una reverencia rápida frente a él , escuchó a todos murmurar y salió de ahí sin siquiera dudarlo, en el trayecto de las escaleras pensó que su corazón estallaría por la impresión de haberse encontrado de frente con Hoseok, poco más de dos semanas pasaron desde su último encuentro y aún sentía cómo las piernas le flaqueaban, es que ni siquiera supo de dónde tomó fuerzas para enfrentarlo durante ese corto tiempo en el que intercambiaron palabras. Miró hacia atrás como si estuviera en una película de horror y no logró verlo ir hacia el, así que creyó que los sumbaes lo habían entretenido lo suficiente para darle tiempo de huir, sin embargo, no se sintió tranquilo del todo y continuó yendo a la salida mientras saltaba dos escalones cada vez.
Como fuera necesitaba que Kihyun regresara y lo llevara a casa.
En la acera miró hacia la parte donde debía estar el estacionamiento, así que dio varios pasos antes de ser detenido por alguien, ese alguien lo arrastró hacia el lado contrario con una fuerza abrumadora, lo llevaba directo a un callejón y el pobre corazón se le detuvo al darse cuenta que ese alguien era Hoseok; estaba tan sorprendido que ni siquiera impuso fuerza para zafarse.
En la soledad del callejón la voz de Hoseok sonó profunda.
— ¿Por qué quieres irte?— Se lo preguntó con voz herida. — ¿Tanto odias verme? —Hyungwon dejó florecer su orgullo al instante.
— Lo odio, sí. —Le aseveró Hyungwon muy ofuscado; estaba sorprendido todavía, sí, pero eso estaba pasando a segundo plano.— Odio mucho tener que verte ¿Por qué? ¿se me está prohibido acaso? — Se cruzó de brazos y miró hacia la salida del callejón en lo que un silencio absurdo se posó entre los dos; al cabo de varios segundos se escuchó la voz del mayor de nuevo.
— Chae Hyungwon... — La forma de pronunciar su nombre le hizo vibrar, y supo tragar grueso por sus seriedad.— Siempre has sido un loco insensato, un disparatado y un descarado sin control, pero nunca fuiste cruel.
Hyungwon no quiso dar el brazo a torcer.
— He cambiado, eso es todo. —Mantuvo su posición firme y evitó verlo al rostro, no importaba qué dijera, no le iba a permitir a Hoseok hablar como si realmente lo conociera; con lo queno contaba era que él se acercaría robándole el aire con la acción. Muchas de las actitudes nuevas del mayor lo estaba desconcertando demasiado, todo porque hacía cosas que no solía hacer cuando lo encontró de nuevo hace un tiempo atrás.
Era diferente.
— ¿Por qué no me miras a los ojos cuando lo dices? —Él se contuvo de acercarse mucho más y continuó — Estoy dispuesto a ser maldecido si te quedas aquí conmigo esta noche, pero si te vas, al menos llévame contigo. — Hyungwon por fin se atrevió a verlo, de nuevo ese sentimiento de sentirse diminuto por culpa de su aura matadora lo hizo sentir nervioso, así que desvió su mirada a la pared tras él.
— ¿Po-po-po-por qué debería llevarte a casa conmigo? Tu y yo no somos nada, creí que eso era claro. Iré por mi propia cuenta, soy un adulto y ya he tomado el bus un par de veces.— Trató de escapar, de rehuir, pero Hoseok puso su fuerte brazo acorralándolo por completo.
— Ey... — Él llamó su atención de nuevo buscando su mirada y siguió hablando con una voz suave que lo seducía.— ¿Por qué crees que estoy aquí? Lo que más odio es estar rodeado de personas con las que no me siento cómodo.
—Son tus compañeros de universidad, hyung.— Se lo recordó porque parecía haberlo olvidado.
—Ellos no son tú. —Dijo y parecía niño pequeño. — Además, la mayoría de ellos deseaba estar contigo y uno casi lo logró, sólo que eras muy despistado para entenderlo. Yo era el único que me daba cuenta.
—¿Y por eso castigabas porque sí a todos los que trataran de acercarse a mi? —Hoseok se asombró de escucharlo y miró a otro lado evitando su mirada por primera vez.
—¿Te dijeron eso? —Hyungwon se encogió de hombros sin responder. — No importa eso ahora, lo que importa es que vine aquí por ti, porque dijeron que vendrías ¿Por quién más me tomaría el trabajo de venir desde tan lejos, cuando socializar es lo que más odio? — Hoseok le confesó lo evidente — Cariño, quería verte de nuevo... Yo, quería tanto verte hoy.— Hyungwon se le quedó viendo ahí en silencio, lo analizó con minucia y por primera vez en la noche le sostuvo la mirada por más que pocos segundos. — ¿Qué? ¿Por qué me miras así? — lo murmuró y Hyungwon volvió la vista a algún del callejón.
— Nada... — Lo pensó y la verdad es que estaba curioso desde el momento en que leyó la carta, habían muchas cosas que quería averiguar y al parecer esa era la única oportunidad que tenía para hacerlo.— Estás... Estás muy raro, hyung ¿Por qué insistes en buscarme y decirme todas esas cosas?
Hyungwon esperó lo tomara en serio, pero incluso en eso era diferente.
—¿Qué cosas? — Hoseok se acercó hasta que no quedó nada y Hyungwon interpuso su brazo para impedir que se acercara más a su rostro.
—No juegues conmigo, ahora, Hoseok hyung. — Él soltó una pequeña risa que hizo que un cosquilleo naciera en el estómago del menor, en medio del aturdimiento esquivó un beso furtivo y volvió a marcar distancia; pensó que sería suficiente para hacer que se rindiera, pero Hoseok aprovechó para acariciar su cabello largo.
—El cabello negro te sienta muy bien. Te ves hermoso.
—No quiero saberlo de ti.
— ¿No? — Preguntó curioso, aún una sonrisa se asomaba por sus labios.— ¿Entonces de quién más? — Inclinando la cabeza lo cuestionó. No le dejaba ninguna salida, pues tenía a cada lado sus brazos fuertes que servían como jaula y su rostro no se alejaba del suyo, era como si quisiera provocarlo cada vez, pero no se dejó convencer por ese encanto masculino de ningún modo —¿A quién más le permitirías apreciarte, mi pequeño Hyungwon? — El peliazabache sólo levantó los hombros mirando a algún punto en el callejón solitario.
— Hay muchos hombres allá afuera.
De nuevo ese silencio abrumador.
Se interesó por qué clase de expresión haría, así que intentó verlo de reojo, dándose cuenta que él lo miraba fijamente en extremo silencio, su sonrisa coqueta que persistía ya no estaba y mostraba una expresión seria mezclada con tristeza; añadido a eso, su cuerpo se puso tenso, sus músculos estaban duros, más duros que de costumbre.
—Tú... En serio te has vuelto muy cruel, cariño... —Lo dijo y pellizcó uno de su mofletes con cuidado —Pero no puedo culparte, porque sé que es mi culpa. —Él se quedó mirándolo por varios largos segundos, su pulgar acarició la piel y se acercó de nuevo intentando besarlo, no obstante, Hyungwon por cuenta nueva lo rechazó esquivandolo.
—Aún no respondes a mi pregunta ¿Por qué me dices todo esto? ¿Que son todos esos detalles y esas cartas? ¿Por qué la insistencia en buscarme después de todo lo que sucedió? ¿eres consciente al menos de lo que hiciste mal?— Hoseok miró a un lado lamentándose no haber podido probar sus labios y asintió pensando, luego lo miró con firmeza.
— Fui un completo imbécil al ignorar tus sentimientos y los míos, me arrepiento por haberlo hecho. Me duele el corazon cada que recuerdo la manera cruel en que te herí y sé que un lo siento jamás será suficiente para remediarlo, es por eso que quiero compensar lo que te hice pasar dando todo de mí para que me aceptes de nuevo; quiero ponerme a tu disposición.
—Es tarde para eso... — Se negó a ceder, pero ya no se sentía bien de todo con hacerlo.
—Hyungwon, por favor... —Se lo rogó —Debería haber al menos una oportunidad para mi, una más. Prometo que no te voy a defraudar. — Extrañamente sus ojos comenzaron a picar, su corazón se sintió incómodo y las ganas de llorar llegaron sin remedio alguno; sin poderlo evitar las lágrimas comenzaron a salir.
— Demonios ... — Entre lágrimas se quejó de su sensibilidad, su corazón que estaba adolorido le decía de empujarlo lejos e irse, pero también esa pequeña llama que persistía comenzaba a querer encenderse; estaba confundido. Secó sus lágrimas con su mano y Hoseok lo acercó para abrazarlo y confortarlo.
—No llores, por favor. Me parte el corazón verte llorar. —
— ¿¡De quién crees que es la culpa!? Tú, idiota hyung irresponsable...
— Lo siento, yo... — No supo cómo decirlo al principio, pero sentirlo cerca suyo le dio la fuerza necesaria para ser sincero. — Hyungwon, estoy tan enamorado de ti, no puedo pensar en nada ni en nadie más, cada día sin ti es un martirio y sólo quiero estar contigo, que me permitas remediar el daño que te hice; quiero tenerte y nunca más dejarte ir, porque ahora sé que eres la persona que necesito para pasar el resto de mis días. Lo digo en serio, no quiero a nadie más. Sólo tú.
Hyungwon se separó no creyendo nada de lo que decía el mayor. Aún sospechando limpió un par de lágrimas más y enseguida lo miró con recelo porque lo que decía sonaba muy tentador, pero nada más.— te has vuelto un perfecto mentiroso — Bufó metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo, no quiso ni mirarlo más al rostro porque le molestaba que hubiese dicho esas palabras tan facilmente. Él intentó tomarle el brazo para acercarlo de nuevo a su cuerpo, pero se alejó no permitiendo que lo tocara. — Sigues pensando que soy fácil ¿No es así? — LO juzgó con dureza — ¿Soy así de fácil para ti, hyung?
Hoseok negó con la cabeza y abrió los ojos bien grandes al escuchar esas palabras por parte del menor.
— ¡No es así! Yo...—Cerró los ojos tomando la fuerza suficiente, se cubrió el rostro y luego estalló en una acción desmedida; como si estuviera expulsando algo que estuvo guardando con todo su esfuerzo durante mucho tiempo. — ¡Te amo, Chae Hyungwon! Sé que no vas a creerme, pero todo este tiempo te he amado como a nadie, incluso desde que te conocí te amé. Pero fui un tonto y lo arruine, porque estaba siendo egoísta y un mezquino al querer ocultar mis verdaderos sentimientos por culpa de mis tontas inseguridades.
Hyungwon se quedó otra vez en silencio analizando cada palabra.
Hoseok estaba diciendo con su propia boca las palabras que siempre quiso recibir de él, incluso más, su corazón estaba latiendo a mil, la cara seguramente la tenía roja porque la sentía caliente al igual que las orejas, y una sonrisa amenazó con salir en el momento en que él mostró una tierna expresión; parecía un cachorro a la espera de un respuesta.
Soltó el aire de golpe y bajó la guardia considerablemente.
— Eres un pobre tonto que se enamoró de otro hombre que, además, no puede estar centrado en una misma cosa más de cinco minutos ¿Lo sabías?
— Minhyuk fue muy claro cuando me advirtió de no acercarme a ti si no sería serio contigo, es por eso estoy aquí pidiéndote otra oportunidad de demostrarte que te amo. No me importa si tan sólo puedo verte y no tenerte cerca, Hyungwon, eres mucho más importante que cualquier cosa. ¿Qué tengo que hacer? cualquier cosa que me pidas lo haré, sólo pídeme lo que sea.
— ¿Y qué si tengo a alguien más con quien ya soy feliz? — Hyungwon quiso ponerlo a prueba, esperó ver su reacción y lo que escuchó le sorprendió sobremanera.
— ¿Lo tienes? — Hoseok estaba consternado por supuesto. — Oh...— Parecía que vacilaría, pero enseguida una fuerte voluntad lo llenó de absoluta seguridad; una que impresionó al menor. — No importa, esperaré tanto como tenga que esperar, tú lo hiciste por mí y es justo que pague por lo que hice. Mi amor por ti no cambiará facilmente...pero, Hyungwon, ¿Lo amas? — Se arrepintió una vez hizo la pregunta y negó enérgicamente con sus manos —No, mejor no respondas. Me rompería si llegas a decir algo que no quiero escuchar...
El menor estaba impresionado por el cambio tan drástico del mayor, pero también por sus palabras y el enorme sentimiento que le estaba transmitiendo; era mucho más grande de lo que pudo percibir antes cuando todavía tenía que adivinar sus estados de ánimo, incluso más.
— ¿Exactamente por qué no lo dijiste antes? — Se lo preguntó curioso; para ese momento sus ojos ya alumbraban llenos de esperanza y sólo necesitaba una última confirmación. — ¿Por qué esperaste tanto para decirlo?
—Porque temía tenerte y luego perderte, estaba inseguro de aceptarme tal como soy, no creía que fuera suficiente para ti, porque soy un tonto incapaz de comunicar mis sentimientos de manera correctamente... No sé, Hyungwon, sólo sé que fueron tantas cosas que me hicieron ser un idiota, que no logré distinguir este gran sentimiento a tiempo, en este mismo momento no logro entender cómo es que este amor crece cada vez más y más, sin parar. Eres tan precioso para mi, que no logro comprender... — Acercándose de nuevo sostuvo el abrigo de Hyungwon desde su manga probando suerte, cuando vio que el menor no rehuía de él fue más allá buscando tomar su mano, la buscó en el bolsillo de su abrigo y entrelazo sus dedos con los de él que eran largos y estaban tibios. — Quiero besarte, me muero por hacerlo... — Se lo murmuró mientras cortaba la distancia.
Mirándolo directamente al rostro esperó a que estuviera lo suficientemente cerca, sólo cuando estuvo a punto de tocar sus labios lo detuvo.
— Si mientes y me hieres de nuevo, Lee Hoseok, juro que no volverás a verme nunca más y ésta vez hablo en serio. Haré todo lo posible para irme muy lejos donde jamás puedas encontrarme. Te lo estoy advirtiendo, me iré. —Fue tan severo al advertirlo que una enorme angustia se posó en el pecho del mayor, quien frunció el ceño y el dolor en su pecho se vio muy bien reflejado en su rostro.
—Por favor, no digas algo tan aterrador.
Sus labios temblaron y vio el rostro serio de Hyungwon para ver si estaba bromeando, pero él había dicho todo tan en serio, que no le quedó de otra más que temer. Hyungwon al ver que comenzaba a temblar sostuvo más fuerte su mano que permanecía entrelazada con la suya, con su mano libre acarició el rostro del mayor, lentamente se acercó para cerrar la pequeña brecha que quedaba entre ellos y un suspiro entrecortado se escapó de los labios de Hoseok al sentir la suavidad de sus besos; sus labios temblorosos disfrutaban del roce delicado y sus corazones latieron al unísono, todos los sentidos dislocados porque lo que más deseaban ambos era poder estar tan cerca el uno del otro, al punto de que no quedara nada entre ellos.
Hyungwon se vio acorralado de nuevo contra la pared, su pecho se saturó e hizo un esfuerzo significativo para alejar a Hoseok, y así este le permitiera tomar el aliento que le robó con el beso que en poco se volvió tan profundo y desesperado.
— Quiero llevarte de aquí y hacer contigo mil cosas, pero prometí que saldría para convencerte de regresar a la reunión. Todos esperan que regresemos juntos.
Hyungwon abrió los ojos sorprendido de escucharlo y se cubrió el rostro avergonzado.
— ¡Oh, Dios, Oh Dios! ¿Qué haré?
— ¿Por qué?— Hoseok río por verlo tan emocionado de repente, eso le llenó el corazón de una manera muy tranquilizadora. Hyungwon descubrió su rostro y una espléndida sonrisa se alcanzó a vislumbrar ahí en medio del oscuro callejón que no le hacía nada de justicia.
— Dices esas palabras sin ninguna vergüenza y me haces sentir muy nervioso, hyung. — Hoseok no lo entendió en realidad y sólo lo besó sin poder contenerse, fue un beso tierno en el que transmitió su enorme anhelo y un millar de sentimientos más que lo tenían volando.
—De ahora en adelante te lo diré todos los días. Lo prometo, ya no te ocultaré nada.
Hyungwon asintió aceptando las palabras del mayor, aceptó sus besos y sus caricias, sin negarse más aceptó su cielo y su inferno; de nuevo lo intentaría y deseaba de todo el corazón que esta vez pudieran tener la oportunidad de que sus sentimientos conectaran y ser felices como lo deseó desde el momento en que lo conoció y se enamoró de él.
Era hora de cambiar...
◇◇◇
—Shin Dae, por favor, enviame esa hoja donde está lo que pactamos... mmm.... —Hyungwon molió sus sesos recordando, puso su dedo índice en su sien y cerró los ojos esperando poder recordar lo que necesitaba específicamente.
—Los contratos. —Ella le ayudó a recordar y él abrió los ojos alegre de conseguirlo.
— ¡Eso es lo que necesito! — Se levantó de su silla como un rayo y fue a la biblioteca buscando algún libro de arquitectura. —Quiero modificar algunas cosas en los planos de una vez, pero en los contratos estaba dispuesto de una manera diferente ¿Será que puedes ayudarme con esa información mientras hago el rediseño?
—Claro, lo haré lo más pronto posible. Tambien me encargaré de comunicárselo a la empresa aliada. — Shin Dae se habría dispuesto a salir de inmediato, de no ser que se quedó viéndolo leer algo con el ceño profundamente fruncido, y de repente, como si nada, él cerró el libro mirando a todos lados. Al notarlo tan desorientado esperó saber qué buscaba, más sin embargo, de la nada se tiró en el sillón.
Así, sin más.
— Debería llamar al director Lee para.... — Hyungwon dudó sobre las razones por las cuales debería llamarlo, no halló ninguna especial, pero quería hacerlo; luego vio a su secretaria que lo miraba bien curiosa.
—¿Qué?
—Creí que arreglaría los planos.
— ¡Es cierto, los planos! Había olvidado los planos. —Se levantó volviendo a tomar el libro, intentó leer una línea, pero volvió a cerrarlo mordiendo su dedo pulgar. — No puedo concentrarme —Lo dijo desesperado. — Cada vez que recuerdo que hoy me veré con hyung me pongo más y más nervioso ¿Qué pasará conmigo si no le gusto más por ser hombre? ¿Qué si cuando vuelva a encontrarme con él tiene un actitud distante? Oh, Dios... Eso me partiría el corazón.
Shin Dae levantó las cejas y evitó reírse de la manera tierna en la que el rostro del pelinegro se llenó de incertidumbre. — Bueno, eso es algo que solamente descubrirá cuando se encuentre con esa persona ¿No cree? — Él asintió atendiendo a sus palabras — La próxima vez mire directamente a sus ojos y ahí sabrá la verdad.
Hyungwon estaba pensando todo como un sueño. La noche anterior escuchó a Hoseok decir palabras que nunca habría esperado escuchar de su parte, era un sentimiento muy precioso, se sentía tan feliz, que no podía controlarse y en su lugar una sonrisa gigantesca persistía en querer formarse en sus labios.
Sonrió sin poderlo evitar más.
— Estoy muy contenta de verlo tan animado. Creo que le irá muy bien, así que no se preocupe demasiado.
— Me encantaría no estar nervioso, pero he estado amando a esta persona por muchos años ya, justo ahora estoy temiendo disfrutar del momento y que al despertar me de cuenta que ha sido solo un sueño ¿Está mal estar así?
Ella asintió buscando la respuesta en su cabeza, el sentimiento de estar rodeada de un ambiente diferente predominaba lo suficiente, como para darse cuenta de que nunca antes llegó a hablar con HyungWon de nada más que no fuera trabajo; se sintió diferente, era extraño, pero no era malo.
— Es normal, después de todo el amor es así ¿No? — Ella pensó en esa persona especial, aquél hombre con el que se casó hace cinco años y el cual era tan precioso para ella. — Lo importante es que ambos puedan entenderse y apreciar su relación, así lograrán que la misma dure el tiempo que ustedes deseen. Si no quieren que termine, no terminará.
Hyungwon asintió y volvió a sonreír emocionado porque deseaba esforzarse el doble, incluso el triple de lo que jamás se esforzó, todo porque amaba demasiado al mayor y quería compartir su vida con él.
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Jooheon se encontraba sorprendido de ver a Hoseok más activo que nunca antes, el hombre fornido de cabello castaño leía y aprobaba proyectos a una velocidad aterradora, estaba siendo tanto lo que hacía en cuestión de minutos, que muchos de sus compañeros comenzaban a murmurar a sus espaldas sobre cómo debía estar asustado de que, de pronto, cambiarían de director de proyectos y eso lo asustaba al punto de trabajar como loco.
¡Tonterías!
Si algo tenía presente es que a Hoseok lo amaban por su trabajo, era casi tan diestro como lo fue Hyungwon en su momento, así que, que dijeran esas tonterías resultaba grosero y hasta ignorante; Pero eso no cambiaba el hecho de que pasaba algo raro con Hoseok. El día anterior salió de la oficina diciendo que iría a reunirse con sus antiguos compañeros de universidad, eso dijo luciendo un semblante ansioso y hasta penumbroso, pero ahora parecía que había alcanzado el cielo de algún modo.
Dispuesto a saber lo que sucedía tomó varios papeles que descansaban en su escritorio, y como quien no está interesado, fue rumbo a la oficina de Hoseok la cual estaba ubicada al final del pasillo. Changkyun se le sumó en menos de lo que imaginó.
— También estás preocupado ¿No es así?—Comentó Changkyun nada más pudo y miró hacia atrás para saber si alguien más lo escuchaba.
— Claro que sí. Desde que encontró a Hyungwon sus cambios de humor fueron drásticos, casi pierdo la razón cuando llegamos al ascensor y me di cuenta que había encerrado a ese pobre hombre en la sala de reuniones. Cuando le dijimos de luchar por amor no nos referíamos a que casi cometiera un crimen y fuera a la cárcel, ese hyung es algo en serio.
— Lo manejó mucho mejor de lo que esperé que haría. — Lo dijo con sinceridad. — ¿No te diste cuenta la expresión que hizo cuando lo vio entrar? Tuve que tocarlo para confirmar que seguía vivo, él sólo dejó de respirar. ¿Y qué cuando lo vio hablando de cerca con su secretaría? Dios... Creí que se iría sobre él, así que lo sostuve del brazo para que no hiciera lo que sea que tuviera pensado.
Changkyun nunca imaginó que Hoseok pudiera ser esa clase de hombre sensible que no permitiría nada con su amante, sólo en sueños Hoseok sería celoso con alguien; pero al parecer con Hyungwon era más sencillo que con cualquier otro.
—Gosh...—Jooheon negó preocupado y tocó la puerta antes de obtener un dolor de cabeza real. la indicación de Hoseok no tardó, y al entrar se encontraron con que los ojos del mayor alumbraban tanto, que se sintieron aún más sorprendidos de verlo tan alegre y radiante de repente.
Lo sintieron como el pico de la locura del mayor y la verdad no sabían ni por qué.
— ¿Vinieron por los planos del proyecto en conjunto? Los tengo listo desde hace un rato. — Se levantó eufórico con los planos en la mano. Ambos hombres se miraron preguntándose qué diablos estaría sucediéndole para estar en tal estado de entusiasmo, si por lo general mantenía melancólico y huraño.
Jooheon dejó que él llegara a ellos, lo analizó con detenimiento sin escuchar exactamente lo que le decía, y cuando tuvo la oportunidad posó su mano sobre su hombro que era fuerte. — ¿Estás bien? — Hoseok se detuvo de hablar afanado y miró a ambos hombres que sostenían una expresión preocupada. — Lo que sea que te estés guardando deberías dejarlo salir. Comprendemos muy bien tu situación, así que no tienes que fingir frente a nosotros.
Changkyun asintió ante las palabras de su amigo.
—Lo que dicen en la oficina son sólo tonterías. Ellos no comprenden lo duro que trabajas por esta empresa. —Le comentó el menor y por fin Hoseok se preocupó en serio.
—¿Y qué dicen en la oficina? — Jooheon levantó los hombros restándole importancia a lo que diría —Los más envidiosos dicen que cambiarán de director y los que sólo quieren decir tonterías piensan que eres molesto porque les dejas mucho trabajo.
— No puede ser así ¿No? — Dejó ver su incertidumbre y Jooheon negó con la mano.
—No es cierto lo que dicen. Si quisieran cambiarte yo sería el primero en darme cuenta, porque por supuesto seré yo a quien escojan para reemplazarte,hyung.
— En tus sueños. — A Changkyun le hizo gracia lo que decía su amigo. — Todos saben que a quién escogerían sería a mi.
— Ustedes basta ya. —Hoseok regresó a su puesto dejando los planos a un lado, miró la hora en la pared, para finalmente dejar el alma en un suspiro. Se dejó caer en la silla y cerró los ojos rememorando las facciones del hombre que tenía su corazón por completo, la emoción de nuevo floreció y deseó mucho llamarlo. Quería escuchar su voz.
¿Pero qué le diría?
No sabía exactamente qué decirle, pero las ganas de escucharlo iban en aumento.
— Hoseok hyung ¿Qué sucede contigo? ¿Por qué estás tan extraño tan de la nada?
El mayor notó que la curiosidad y preocupación de ambos chicos era demasiada, apenas pasaron unas cuantas horas, pero creía que podía decirlo con confianza porque estaba seguro de que pasó en realidad. Aclarando la voz tiró la espalda contra el respaldo de la silla — Hoy...Hoy tengo una cita con Hyungwon. —Lo dijo al fin. Se sonrojó porque decirlo en voz alta le hacía ser consciente de que era real, pero más que eso, era el sentimiento en su interior creciendo a cada segundo.
—¿Cómo dices? — Changkyun estaba sorprendido y Jooheon no era diferente; escuchar algo como eso fue de alto impacto. — ¿Hablas en serio? — Hoseok asintió y se inclinó sobre la mesa cubriendo su rostro parcialmente. Estaba feliz a más no poder.
—Pasaré San Valentin con él y debo confesar que pensar en ello me pone nervioso. — Sonrió sin poder contener la enorme emoción. — Tuve mucha suerte de encontrar a alguien como él, no quiero volver a perderlo nunca más.
—Wow! Es bueno saber que estás mejor respecto a todo, hyung, sabía que ustedes estaban destinados a estar juntos. — Jooheon estaba igual o más contento que Hoseok. — Espero que ambos sean felices de ahora en adelante.
— Tengo un buen presentimiento sobre esto. — Changkyun sonrió alegre y tomó asiento frente al escritorio—Has cambiado, hyung, pareces más seguro de tus sentimientos y eso ayudó mucho a que Hyungwon los aceptara; quiero creer que fue así. Será un placer poder reunirnos todos y hablar, deberíamos hacer algo para después de San Valentín.
Jooheon soltó a reírse.
— Eso lo veremos después de su cita de hoy — Comentó con picardía el rubio, haciendo que Hoseok parpadeara sin entender el por qué del tono burlon. — Esperemos que Hoseok hyung deje su habitación y vuelva al trabajo con normalidad después del fin de semana ¿No?
—¿A qué te refieres? —Hoseok miró a Jooheon extrañado por lo que decía, mientras que Changkyun soltó a reírse sin escrúpulos.
— ¿No me digas que estás planeando llevarlo a cenar y regresarlo a su casa? — Jooheon tomó asiento también frente al mayor viendo con impaciencia su rostro lleno de inocencia; algo le decía que era exactamente lo que haría. — ¡Ni se te ocurra hacerlo, Hoseok hyung! ¿Estás loco? tienes que aferrarte a él y no dejarlo ir nunca ¿No lo recuerdas?
— Sexo. — Remató Changkyun y la sola acción hizo que a Hoseok el aire se le quedara atascado en la garganta, el rostro se le volvió un lío de lo rojo que estaba y de inmediato quiso cambiar de tema.
—Oh- Lo- los planos, es cierto, no hemos visto juntos los planos del nuevo centro comercial.
— ¿Qué importan los planos ahora, hyung? — Quejándose Changkyun se acomodó para explicarle la importancia de que fuera a su cita dispuesto a todo.— San Valentín es la fecha perfecta para reafirmar una relación, así que luego de llevarlo a cenar tendrás que invitarlo a tu apartamento y...Bueno, ya sabes, sostenerlo...
Changkyun hizo una mueca extraña porque seguro se imaginó algo inaudito, salvo que se frenó de decirlo por respeto a que era el mayor de los tres.
— Ustedes en serio... — Hoseok aclaró la garganta sumamente avergonzado. No era que no deseara a Hyungwon, por supuesto que lo hacía y con locura, pero no tenía ni la menor idea de cómo funcionaba exactamente el sexo entre hombres.
¿Qué haría si terminaba decepcionando a Hyungwon y por ende este lo dejaba?
Los pocos encuentros que tuvieron en el pasado los inició Hyungwon, él siempre fue el primero en mostrar sus sentimientos tan profundos y reales sin temor al rechazo, por eso no debía decepcionarlo de ninguna manera si quería mantenerlo a su lado; habría de encontrar la forma de expresar aquel deseo, pero...
¿Sería correcto?
No se acercó a Hyungwon por esa única razón, tampoco quería que sintiera que su futura relación se basaría en algo tan vanal ¿Dónde quedaba entonces su confesión de la noche pasada?
Un gran dilema comenzó a crecer en su interior debido a ello.
— ¿Qué haré? Yo no... — Hoseok agachó la mirada sin tener el valor de decir las palabras. Recordó el ejercicio que le recomendó el doctor Minhyuk alguna vez, así que trató de tranquilizarse, respiró varias veces y normalizó su pecho agitado; después de tomar aire miró a su par de amigos que esperaban oír algo de su parte. — No sé qué debería hacer exactamente...
— ¿Qué quieres decir? — Preguntó Changkyun sintiendo que la paciencia se le iba al traste, porque creyó que parte del viejo Hoseok regresaba de alguna manera.
— Yo... Ammm...Es sólo que nunca he estado con un hombre, es decir, sólo he amado a Hyungwon todo este tiempo y no...No fuimos a tanto... Nosotros nunca tuvimos sexo ¿Sí? No sé lo que debería hacer.
— Oh... — Jooheon miró a una esquina de la oficina comprendiendo y Changkyun por poco suelta a reírse de ver el sonrojo violento del que era preso el mayor.
— Hyung ¿de verdad te preocupa eso? — Changkyun negó con la cabeza no entendiendo del todo su punto. — ¿Por qué? No creo que Hyungwon esté esperando que seas el Dios del sexo, se ve como un hombre sencillo; además ¿A quién le importa si no tienes experiencia con hombres? No eres el primero, ni serás el último hombre primerizo en esto, así que no creo que lo hagas tan mal.
— Por Dios, Changkyun, ¡Claro que me preocupa! — Hoseok expresó todo su sentir en el momento en que decidió elevar sus brazos y poner el grito en el cielo. — En caso tal de que no logre hacerlo bien, seguro que me sacara de su vida de una patada sin dudarlo. — Hoseok recordó lo emocionado que estaba la noche anterior y cayó en cuenta de su gran error — ¡Oh, Dios! Y Le dije que quería hacer mil cosas con él, ¡seguramente piensa que me refería a sexo!¿¡Qué haré ahora!?
Jooheon se levantó para evitar reírse demasiado, miró la hora en su reloj y luego a Hoseok que estaba preso del pánico.— Tienes unas cuantas horas más hasta que te encuentres con Hyungwon, así que deberías comenzar buscando algunos videos en Internet. — Tomó sus papeles del escritorio y se despidió; Changkyun por su parte, esperó a que Jooheon terminara de salir y luego aprovechó que se quedó solo con Hoseok para hablarle.
— Ya quita esa expresión de terror y deja de pensar tonterías — Le advirtió primero.— Sólo piensa en la primera vez que estuviste con una mujer ¿Qué sentiste? — Hoseok se permitió pensarlo por un momento y enseguida negó con la cabeza.
— Nada... — Changkyun abrió los ojos totalmente asombrado.
— ¿Hablas en serio? ¿Ni vergüenza? — Hoseok se encogió de hombros pues era exactamente como lo decía, no había nada que decir al respecto, ya que sintió el acto tan normal como todos sus encuentros posteriores a ese.
Por alguna razón Changkyun no se sorprendió del todo de que el mayor le dijera algo igual, menos cuando había confesado ya que cayó enamorado de Hyungwon apenas lo vio; quizá siempre estuvo interesado en los hombres, pero no fue hasta que lo conoció que no supo desarrollar un gusto como tal.
Igualmente no se lo dijo y siguió.
— Entonces deberías centrarte esta vez en el sentimiento, en lugar de pensar en un futuro incierto. — Le aconsejó y se levantó buscando volver al trabajo. — Sólo déjate llevar, hyung, las cosas se darán de manera natural y sólo ahí podrás confirmar si la relación funcionará o no. — Haciendo el intento de salir recordó algo que escuchó alguna vez y regresó a ver al mayor que estaba ahora pensativo —Es cierto, recordé algo sobre que, no importa quién sea, un hombre inocente siempre es atractivo para las personas ¿Qué y si eso te funciona? Trata, nada pierdes con intentar.
— Yak! Changkyun, dame un mejor consejo ¿cómo diablos quieres que lo haga si no me dices nada en realidad? ¿Cómo que inocente?
— Piénsalo ¿crees que Hyungwon-ah te dejaría por no saber qué hacer exactamente durante un encuentro sexual? Ese hombre ya ha soportado la peor parte de ti, no habrá nada que lo haga huir, a menos que vuelvas a ser el mismo tonto de antes.
— ¡Eso jamás! — lo dijo estando totalmente seguro y Changkyun asintió orgulloso.
— Entonces ¡Suerte, campeón! Podrás darlo todo hoy, aunque no seas un experto.
Y se fue dejándolo solo.
Hoseok vio de nuevo la hora en la pared angustiado, se levantó tomando su teléfono y vacilando abrió el buscador de Internet, escribió un par de palabras claves esperando que fuera de ayuda y comenzó por lo básico creyendo que se moriría de la vergüenza; nunca antes sintió tanta curiosidad sobre el cuero de alguien más, como la sintió por el cuerpo de Hyungwon.
Sumergido en ese pensamiento pasó el tiempo.
◇◇◇
Hoseok estilizó su cabello esa misma noche y optó por una ropa casual que lo hacía ver un poco más joven de lo que realmente era. Dentro del auto esperó por el menor unos cuantos minutos y su corazón saltó emocionado al verlo salir de su casa tan bello como siempre, fue incluso más intenso su esplendor cuando, al levantar la mirada, él le brindó la sonrisa más brillante que jamás vio en nadie, la mera acción provocó un revoloteo en su estómago, las manos le sudaron, y las piernas le temblaban tanto, que de haber estado de pie seguro hubiese caído de rodillas frente a él. En cuanto Hyungwon abrió la puerta respiró hondo para sentir su esencia y con ello llegó un cosquilleo en su parte baja que le hizo tomarle de brazo, acercarlo y besarlo sin dejar que terminara de entrar siquiera; sus labios se movieron audaces sobre los suyos y se perdió a sí mismo cuando él acarició su mejilla y parte de su oreja con sus largos dedos.
Hyungwon rompió el beso y lo añoró incluso estando así de cerca.
— Te extrañé mucho, hyung.— Sus palabras fueron un gran motor, la voz dulce de HyungWon era tan reconfortante, que muchos de sus males desaparecieron enseguida. Abrió los ojos detallándolo parte por parte, notando a su vez que por alguna extraña razón él lo veía sorprendido. — ¿Qué sucede, hyung?
— Me gustas mucho más de lo que imaginas.
Hyungwon levantó las cejas aún más asombrado y asintió aceptando sus palabras llenas de sentimientos.
— Es extraño escucharte decirlo, pero me gusta. — Una nueva sonrisa alumbró en su rostro que era divino y Hoseok se quedó mirándolo fijamente, preguntándose cómo en los cielos fue tan afortunado de obtener el amor de un ser tan maravilloso— Sus ojos alumbraron conforme iba llenándose de él y el corazón le palpitó aún más emocionado.
— Es...Magnífico... Te amo tanto— Hablándole le sostuvo la mirada, pues estaba muy absorto en todo lo que transmitía Hyungwon con su presencia. — Eres muy hermoso, a veces creo que estoy imaginándote.
—Estás poniéndome nervioso. — Hyungwon sonrió acomodando su cabello tras la oreja y se removió en el asiento buscando evadir la mirada intensa de Hoseok, más cuando lo vio de nuevo, notó que persistía en verlo como si fuera algún ser demasiado fascinante. — Basta ya — Soltó a reírse porque pensaba que Hoseok exageraba su reacción. — ¿A dónde iremos?
Su pregunta lo regreso al mundo real, y por fin despegó la mirada de su ser que se le hacía de lo más precioso.
— Es un restaurante muy popular que sé que te va a gustar; o eso espero. — Se lo comentó esperando ver su acción y se alegró de que el menor reaccionara alegre y expectante sobre ello.
— Si lo escogiste tú, entonces debe ser excepcional. Ya quiero ver el lugar.— Hoseok sonrió loco de contento.
—Entonces espero no defraudarte, ya que tienes tan altas expectativas en mi.
Era espectacular, todo sobre salir con Hyungwon lo era.
Durante el viaje estuvieron conversando de manera muy alegre, era muy sanador escuchar la voz profunda de Hyungwon contándole sobre algún capítulo de alguna serie cualquiera que le gustaba, verlo sonreír cuando lo miraba a los ojos y escuchar cómo pasaba entre temas sin concluir ninguno en realidad era también muy extraordinario. Nunca imaginó que alguien le interesaría hasta ese punto, nunca creyó que le importaría la opinión de otra persona tanto como le importaba la de Hyungwon, y, definitivamente, jamás amó a alguien como lo amaba a él.
Al llegar bajaron del auto encontrando que el restaurante que visitarían esa noche estaba cerrado por algún daño ocurrido durante el día, y por ende, estaría así por un tiempo. Hoseok se decepcionó profundamente de que su plan no hubiese funcionado como lo tenía previsto, quería impresionarlo con la cena y aprovechar el ambiente para pedirle que saliera con el, pero ahora simplemente encontraba sus planes completamente arruinados por culpa de un daño
¡Oh Dios! ¿Qué haría entonces?
Cuando creyó que caería en una nueva crisis generada por su mucha inseguridad, apareció Hyungwon alumbrando su radio y diestro propuso ir a algún otro lado que fuera igual o más agradable que el primero; Y así fue, luego de viajar un poco más por la ciudad terminaron por ir a una pequeño restaurante popular que estaba a reventar, ya que por esos días era muy recurrido por los estudiantes, y aunque al principio no estuvo de acuerdo con que se quedaran, al final se dejó convencer por Hyungwon quien decía que la comida era deliciosa y con un toque único.
Entraron esperando encontrar una mesa libre, pero para ello tuvieron que esperar por la misma más de quince minutos, quince minutos en los que tuvo que soportar ver a chicas jóvenes gritar emocionadas por ver a su Hyungwon que brillaba sobre todos los demás.
¿Y qué fue lo peor de todo?
Pues que Hyungwon les daba alas para que enamoradas se acercaran a preguntarle si era algún idol o actor en ascenso; él les sonreía y las saludaba sacudiendo su mano, seguramente porque le hacían gracia sus reacciones exageradas que iban desde las risas tontas, hasta el quedarse estupefactas mirando su rostro.
Una vez encontraron una mesa Hyungwon lo analizó con su mirada meticulosa, dibujando al final de su análisis una sonrisa. — ¿Sucede algo?
— Esas mujeres siguen viéndote sin ningún escrúpulo. —Lo comentó molestó y lanzó una mirada gélida a una de ellas que la dejó de piedra.
—Son niñas, hyung, son niñas adolescentes.
—Niñas o no, es estúpido que crean que somos simples conocidos, y una de ellas incluso se atrevió a llamarme tío ¿Cómo que tío? Soy sólo unos cuantos años mayor que tú, Hyungwon. — Tomando asiento se dispuso a leer la carta, el enojo le había abierto el apetito, pero escuchar murmurar a cada persona alrededor comenzaba a querer enfadarlo en serio.
¿Por qué Hyungwon causaba tal impacto a dónde sea que iba?
Eso tendría que aprender a manejarlo o enloquecería cada que decidieran salir en una cita.
— Aish...En serio....
Hyungwon comprendió su sentir , claro que sí, pero para él lo más precioso e importante en ese momento, es que estaban juntos y que compartían un momento de felicidad infinita, nada más. Al verlo a punto del colapso decidió decirle lo que pensaba.
— No te desanimes, hyung. —Comenzó— Sé que estabas feliz de ir a ese restaurante que era elegante y tranquilo, pero no hay nada que podamos hacer al respecto. Pero podremos ir cualquier otro día ¿No? Estaremos juntos por mucho tiempo; además, quiero recordarte que te amo y que no me importa nadie más que tú. Eres único en el mundo. — Lo ojos de Hoseok alumbraron una vez escuchó aquello, asintió y ya la gente alrededor pasó a estar en segundo plano; solamente eran él y Hyungwon compartiendo, hablando de diversos temas, de cosas sin sentido que los hacía felices o tristes, eran tan divertido, que perdieron la noción de tiempo y solamente volvieron a ser conscientes del mundo real cuando la dueña del lugar les dio aviso de que estaban a punto de cerrar el lugar.
Sólo quedaban ellos dos.
Hyungwon salió primero, él esperó afuera de pie en la acera y desde adentro Hoseok se dedicó a verlo; era alto y realmente hermoso, algo en su presencia lo ponía bastante inquieto y lo hacía sentir un poco nervioso, mucho en realidad. Salió sólo después de pagar la cuenta, viéndolo de espalda se sorprendió de que una vista desde atrás le pareciera tan atractiva, así que rodeo su cintura delgada con su fuerte brazo y dio un beso en su hombro, recibiendo como respuesta una espléndida sonrisa y una mirada enternecida que le hizo temblar de nuevo las piernas.
— Es tarde ¿A dónde deberíamos ir? — Al recibir esa pregunta de su parte se sonrojó todo y de inmediato Hyungwon se interesó sobre ello. —¿Uh? ¿Qué pasa, hyung? —Riéndose le hizo frente para saber lo que le sucedía de repente, pero Hoseok se tensó todo y no supo cómo decirlo exactamente. Todo porque aún no hallaba las palabras adecuadas.
— Oh... Nada... Te llevaré a casa.
—Ammm...Claro...
El camino de regreso fue mucho más silencioso, Hoseok pensó en las posibilidades que habrían de invitarlo a su casa, cómo se lo diría y si él no se lo tomaría demasiado mal; es decir, se habían reencontrado recientemente, no sería normal invitarlo a su apartamento cuando hace poco lo había recuperado con tanto esfuerzo.
¿En qué clase de hombre lo convertiría eso?
— Hyung... — Volvió a la realidad al escuchar la voz del menor y miró a su costado el cómo tomaba el borde de su abrigo negro inquieto.— ¿Está mal que te diga que no quiero ir a casa? — Hoseok No entendió a la primera qué quería decir con eso, así que esperó a que se explicara mejor. — ¿Por qué no me llevas a tu apartamento? Prometo que me portaré bien. — No podía creerlo, su corazón casi se detuvo al escuchar esas palabras provenir de Hyungwon, y el sonrojo que un principio era uno delicado, se profundizó tanto que hasta sus orejas fueron víctimas del mismo. Aparcando a un lado en la carretera se quedó en silencio tratando de acomodar sus ideas que estaban dispersas tan de repente. — ¿Estás enfadado, hyung?
—No, no, cariño. Es sólo que, me sorprendiste un poco. — Fue sinceró, al menos con eso, y vio con atención cómo el menor negaba eufórico y buscando de nuevo explicar para convencerlo.
—Piénsalo ¿Por qué iría a mi apartamento a pasar San valentín si no estarás ahí tú? — Le mostró sus razones en un tono lindo y suave; Hoseok se le quedó mirando por un momento, mientras pensaba en tantas cosas. —Quiero estar contigo.
Hoseok miró hacia afuera aún asombrado por la valentía del menor y viendo pasar varios carros diferentes decidió que también quería decirle lo que pensaba. — Yo- Tambien quiero que vengas a mi apartamento, te deseo demasiado, pero, primero que todo, no creía que fuera correcto pedirtelo cuando sé que aún tengo una deuda que saldar contigo, Hyungwon; además... — se removió incómodo e intentó decirlo sin que la voz le fallara. — Cariño, nunca antes he estado con un hombre... Es...Me siento un poco nervioso de tener que decirte que no tengo experiencia en absoluto y una vez hecho termines decepcionado de mi.
Hoseok lo dijo y esperó ver su reacción, casi palidece esperando por lo que diría, pero Hyungwon resultaba ser precisamente la persona más espontánea y única que jamás había conocido.
—Oh, no te preocupes por eso, Lo sé perfectamente.—Respondió él como si nada— Por eso he pensando en que serás mi esclavo sexual, te enseñaré lo que sea que haga falta y hasta que no esté satisfecho no podrás escapar de mi, sencillo. Ahora vamos a tu apartamento, hyung, quiero probarte.
Al principio creyó que escuchaba mal.
— ¿E-e-esclavo sexual? HyungWon, pero ¿Qué cosas dices? — Hoseok ventiló su rostro que ardía por culpa de las palabras que decía el menor sin ningún tipo de reparo.
— Por supuesto que sí, después de todo soy todo un semental. — En serio quiso poder reírse por la manera tan segura en la que Hyungwon se refería a sí mismo, pero sabía que él nunca daba tregua a nada, así que temió terminar amarrado a la cama para hacer quién sabe qué cosa.
—Te llevaré a tu casa. Sí, eso es lo que haré. — Intentó encender el motor y en segundos tuvo a Hyungwon encima suyo rogándole que no lo llevara a casa, el tomó su brazo impidiéndole moverlo y comenzó a hablar con una voz infantil que le heló la sangre.
—Oppa, Quiero ir a tu casa ¿sí? ¿sí? Por fis.
— Basta. —Contuvo la risa que quería salir por culpa de su tonta actuación y él insistió en mantener esa voz aniñada tratando de hacer un aegyo extraño que ni siquiera era lindo, pero que le gustaba al fin y al cabo.
—Hyungwon quiere un abracito chiquito de oppa ¿No quiere oppa abrazar a Hyungwon?
—¿Qué diablos? —Hoseok por fin soltó a reírse con ganas, cubrió su rostro avergonzado e hizo que temblaba por el escalofrío que provocaban sus palabras. Desde su perspectiva estaba divirtiéndose como nunca antes lo hizo, y la verdad es que al final todos sus planes fueron muy diferentes a lo que hubiese imaginado.
Su corazón estaba tan lleno, que no cabía en su pecho.
Al final las palabras de Hyungwon fueron en extremo tentadoras, arrancó el auto en medio de un extraño éxtasis, y conforme se iba acercando al edificio, mayor era el deseo por llegar lo más pronto posible; pasaba calles y miraba al hombre a su lado que permanecía cantando, provocándolo de vez en cuando y haciéndolo sentir tan bien, tan amado, la soledad que sentia tiempo antes ya ni siquiera la recordaba, y toda su mente y ser estaban llenos de Chae Hyungwon.
Al llegar al edificio estacionó el auto lo mejor que pudo y entró junto a Hyungwon pretendiendo una tranquilidad que no existía en lo más mínimo, en el camino del ascensor al apartamento miró a todos lados mientras jugaba con los dedos del menor, conteniendose y deseando que los números cambiaran más rápido, mucho más. Le gustaba cuando Hyungwon volteaba a verlo con una sonrisa en el rostro, cada que lo hacía confirmaba que su decisión de cambiar era la correcta, y no se arrepentiría incluso si al final las cosas no lograban ser como deseaba, no había que temer, porque se esforzaría el doble y hasta el triple para que todo fuera lo mejor posible; lo que más quería era ser feliz junto a él.
Abrió la puerta dejando que pasara primero, y una vez la cerró tras de sí, detalló al hombre alto de cabello negro y alta belleza que veía alrededor curioseando; algo en su interior supo despertar en ese mismo momento, algo que estuvo conteniendo mucho tiempo y que ahora quería salir de manera salvaje ¿A eso se refería Changkyun con 'natural'? No supo exactamente, igual se acercó desde atrás tomándolo del brazo, sólo para besarlo porque deseaba mucho hacerlo de repente, su cuerpo ardía en deseo, sus manos las sentía entumidas y los pensamientos solamente estaban centrados en una sola cosa.
Hyungwon lo empujó sutilmente y habló en un susurró que lo dejó aún más desorientado y apasionado de lo normal.
— ¿Dónde está el baño? Necesito tomar una ducha y prepararme. — Hoseok no quería alejarse de él, se acercó de nuevo besando su cuello y colando su mano dentro de su camisa se atrevió a tocar su piel, sintiendo con ello que la vida se le iba por lo mucho que deseaba tenerlo.
— ¿Preparar? No. —Se quejó levemente frunciendo el ceño mientras proba la piel suave de su cuello — Vamos a mi habitación ¿Sí? Olvida el resto...
—Te dije que si me preparo puedo ser mejor que una mujer ¿No?— Hoseok se detuvo de golpe viéndolo, pasó saliva con dificultad y las manos le temblaron al caer en cuenta de lo que le decía Hyungwon.
—Oh...
—Sí, "oh"— Dijo Hyungwon burlándose de su expresión toda sorprendida. —Ahora muéstrame el camino, hyung.
Eso hizo.
Hyungwon entró al baño una vez le dio un beso fugaz, Hoseok se quedó de pie frente a la puerta y miró alrededor de su apartamento sintiéndose extraño, sus gatos de acercaron seguro para saludarlo, así que se agachó para acariciarlos mientras pensaba en lo dicho por él; recordó que se lo había dicho ya alguna vez y recordarlo le hizo sentir aún más avergonzado. Se levantó yendo a su habitación, frotó sus manos sintiéndose ansioso y abrió el cajón de noche sacando lo que compró temprano — Varios condones y un lubricante. —Recordó lo que leyó y se preguntó si realmente tendría hacer algo al respecto o simplemente ser dócil y dejar que HyungWon le mostrara el camino era lo mejor.
Es decir, ¿A qué se refería con esclavo sexual?
Dejarse llevar durante el sexo...
Aquello en realidad no era algo que habría hecho exactamente, sus relaciones siempre fueron muy convencionales, así que por lo general era quien tomaba la delantera, pero en ese mismo momento no tenía idea de cúal era el paso a seguir; se sintió avergonzado y al mismo tiempo emocionado por lo que vendría, esa mezcla de sentimientos lo tenían en un frenesí extraño que no estaba logrando manejar de ningún modo.
Sacudió su cabeza buscando no sobrepensar nada, simplemente quitó su camisa dejándola olvidada en alguna parte de la habitación , miró su cuerpo en el espejo y decidió hacer un par de flexiones para controlar algo de la mucha energía que estaba acumlado con él sólo imaginar el cuerpo desnudo de Hyungwon. En medio del delirio caminó por toda la habitación meditando, contando números, cantando y hasta estuvo a punto de ir a buscarlo porque deseaba tomar un baño junto a él, para verlo y así ya no tener que imaginar nada.
— ¿Hoseok? — Lo escuchó llamarlo desde algún lugar del apartamento, así que dejó de acomodar lo que literalmente ya estaba acomodado y corrió para buscarlo, cuando pasó la sala encontró a Hyungwon saliendo del pasillo.
Se quedó sin aire.
Hoseok vio al hombre alto vestir su bata de baño, el cabello húmedo peinado hacia atrás y sus labios rosados se movieron en slow motion sin poder entender exactamente lo que de ellos provenía, todo porque en ese momento recordó lo más importante. Hyungwon corrió apenas lo vio y saltó a sus brazos, él lo besaba con pasión, tanta, que lentamente se fue derritiendo.
— Hyungwon... — Fue retrocediendo con el delgado alto colgándole del cuello, él seguía insistiendo en besarlo y eso le gustaba, amaba tenerlo cerca después de haber sufrido tanto por su lejanía que fue todo un infierno, pero justo en ese momento necesitaba saber una sola cosa. — Hyungwon, escuchame.
— Aarggggg ¿Qué sucede? — El hombre alto de cabello negro se sintió al límite de su paciencia una vez más, esperó que Hoseok no estuviera arrepintiéndose o si no rompería sus bolas de un rodillazo; estaba en la posición perfecta para hacerlo.
— Cariño, sabes que te amo, te he amado mucho desde que te conocí. — Hoseok se avergonzó de decirlo de nuevo, pero el sentimiento era genuino y enorme — Sé que fui un idiota, así que no quiero que las cosas se den por simple inercia, quiero hacerlo bien esta vez; por eso voy a pedirte que salgas conmigo, que estemos juntos — Estaba muy nervioso de decírselo a la cara, pero lo dijo y ahora esperaba recibir una respuesta de su parte. —¿Aceptarías estar conmigo, Hyungwon?
Él asintió sonriendo feliz.
—Incluso si no me lo hubieras pedido yo ya habría pensado que quiero estar contigo, Hoseok. Te amo más que a nadie y eso no cambiará.
Hoseok se quedó en silencio al escuchar esas palabras, recorrió con su mirada aquél rostro con un encanto incalculable, detalló una vez más sus facciones bien proporcionadas y sus ojos brillantes que le brindaban esa tranquilidad. Besándolo se permitió sumergirse de nuevo en esa sensación de sanación y lo levantó del suelo llevándolo entre besos a su cuarto; extrañamente ya no le preocupaba cómo debía actuar frente a él, cuando en realidad lo deseaba tanto hasta el punto de perder la razón.
Los besos eran profundos, el escuchar sus jadeos y el sentir su cuerpo caliente le hicieron perder la noción del tiempo, el estómago lo sentía vacío y al mismo tiempo lleno de mariposas, el corazón le latía de manera descontrolada y la enorme angustia que sintió alguna vez cuando lo besaba ya le era desconocida; sólo quedaba ese enorme fervor que le despertaba poder verlo desnudo al fin.
Hyungwon bajó de sus brazos e hizo que se sentara en la cama, no sabía exactamente por qué la poca distancia le ardía en todo el cuerpo, pero tenía claro que quería tocarlo y sentir su respiración, escucharlo gemir como lo escuchó en el pasado y quería que fuera debido a el.
El peliazabache desató la bata de baño lentamente mientras lo veía a los ojos y abriendola dejó ver su piel dorada; Hoseok recorrió cada rincón con su mirada, su torso con un par de pezones oscuros erectos, su erección y sus piernas largas que lo dejaron sin aliento. Pasó saliva con dificultad, la respiración se le cortó y abrió la boca tratando de decir algo, pero nada salió; meses atrás no habría podido decir exactamente que un hombre le parecía sexy, ni siquiera atractivo, era un sentimiento muy abrumador el que sentía en ese mismo momento, así que miró a un lado en la habitación para reacomodar sus pensamientos que estaban todos dispersos de repente.
Se puso pálido como si hubiese visto un fantasma; uno muy bello, por cierto.
— ¿Hoseok? — Volteó a verlo encontrándose de frente con el rostro de Hyungwon, sus grandes ojos estaban buscando algo por todo su rostro y parte de su alma salió fuera de su cuerpo al ser consciente de que estaba tan cerca.— ¿Estás bien? —Hoseok pensó en que, aquello que decían de "quedarse sin aliento" cuando veías algo demasiado impactante era demasiado cierto, tanto, que le pareció una broma de mal gusto. Hyungwon se subió a su regazo y acariciando su cabello dio varios besos por su rostro, luego besó su cuello tan despacio que jadeó soltando un suspiro con los labios temblorosos.— ¿Estás asustado?
¿Estaba asustado?
No. En realidad no estaba asustado, era más bien como si la mucha belleza de HyungWon lo hubiese dejado de piedra, ni siquiera podía articular una simple palabra e intentó seguirle el ritmo a Hyungwon que permanecía dando besos gentiles por su cuello, pero le estaba siendo imposible hasta eso.
— No- no estoy asustado... — murmuró cerrando los ojos, frunciendo el ceño y evitando gruñir cuando Hyungwon metió su mano entre sus pantalones para tomar su erección y así tocarlo — es que- Oh, Dios...Hyungwon, eres tan hermoso que no sé qué hacer exactamente... —Hyungwon se rió.
Se rió
Hoseok sabía que sonaba como a un tonto cada que decía en repetidas ocasiones que Hyungwon era bellísimo, pero es que no supo qué otras palabras usar para lo que le estaba sucediendo; sus manos temblaban, estaba caliente como el demonio y quería devorar el cuerpo de Hyungwon de una manera muy poco sana, fue tan loco el pensamiento que se sintió como una bestia salvaje sin consciencia, eran muchas las cosas que pasaban por su mente y que persistían desde el momento en que lo vio desnudo, que creyó que si hacía el mínimo de lo que imaginaba, terminaría por asustarlo y alejarlo de su lado. En su lugar respiró profundo y rodeó la delgada cintura acercándolo mucho más, hasta sentir su piel contra la suya.
— ¿Es gracioso? — Lo besó y entre besos siguió hablando, mientras Hyungwon seguía tocándolo con absurda maestría.— Me haces sentir como un tonto enamorado. Te necesito, pero ¿Tú ríes? — Con mayor confianza tocó sus piernas y ahogó un gemido entre besos — Nunca antes había sentido tantas ganas de hacer el amor con alguien.
La sonrisa que se coló entre los labios gruesos de Hyungwon la pudo sentir, él era hermoso sin mucho esfuerzo e incluso sus sentimientos lo eran; cada vez era más y más fuerte el sentimiento en su interior, sus brazos cada vez lo apretaban más fuerte contra su cuerpo y los jadeos por parte del delgado fueron más constantes conforme los besos se fueron haciendo más intensos y desesperados.
Acostandolo, poniendolo contra la cama pensó en que sólo sus sueños pudo hacer algo igual, el temblor de las manos no lo abandonaba, pero el rostro sonrojado de Hyungwon le dio ese motivo por el cual debía seguir; porque era él, porque le gustaba de manera indescriptible e incontrolable, porque nunca antes sintió nada igual con nadie más.
Sólo con él.
Despojándose del resto de su ropa hasta quedar desnudo, en cuanto pudo, se dedicó a besar su pecho, dio besos hasta llegar a su ombligo y con entera pasión lo besó escuchando como suspiraba, su pecho se infló en orgullo y continuó provocándolo mientras disfrutaba de las dulces caricias que él le daba en el cabello.
—¿Qué debería hacer? Quiero hacerte enloquecer.
Levantando la cabeza Hyungwon trazó con sus largos dedos sus gruesas cejas, bajó por su nariz particular y llegó a sus labios introduciéndolo en su boca; Hoseok le siguió el juego sin queja alguna, la lujuria que le provocó la acción estaba en un nivel diferente a cualquier cosa, por lo que aprovechó aquello para pegar su cuerpo y frotar su hombría contra la de él, soltando un gemido profundo en lo que a ese dedo se le sumaba un segundo.
Los mojaba con su lengua y jugaba con ellos sin vergüenza.
—Déjame hacer esto. — Lo dijo Hyungwon en un murmullo. Abriendo sus piernas él llevó ambos dedos introduciéndolo en su entrada, soltando uno que otro suspiro a medida que sus propios dedos se deslizaban dentro de él y gimió; Hoseok se quedó viendo la manera en que lo hacía y su hombría que ya estaba lo suficientemente despierta se movió deseando entrar, buscó debajo de la almohada los condones y algo de lubricante, y aún viéndolo abrió el paquete brillante masajeando su pene lleno de lujuria. —Acércate... —Hoseok lo escuchó totalmente, la poca lucidez que manejaba le permitía al menos escuchar lo que le pedía en un hilo voz.
Lo besó antes de poner su pene en su entrada y comenzar a entrar, hyungwon se detuvo de besarlo y gimió rodeado su cuello preparándose por lo que venía, pero no funcionó a la primera, así que intentó de nuevo; esta vez Hyungwon le dio las pautas. — Hazlo despacio, hyung. No hay prisa. — Se lo murmuró sobre sus labios y sonrió dándole confianza. De nuevo lo intentó, se deslizó dentro de él y de sus labios aún temblorosos se escapó un suspiro conforme sentía que Hyungwon lo absorbía; le gustaba la sensación de ser derretido por el calor de sus interior y su mismo cuerpo era fuego.
Lo penetró tan lento, que todos los músculos de su cuerpo dolían de lo tensos que estaban.
Una vez dentro se detuvo al ver que Hyungwon aclamaba por algo de aire, sus pecho subía y bajaba buscando respirar con normalidad y el agarre de sus brazos se hizo fuerte. Besandolo se deleito con los jadeos y pequeños gemidos que escuchaba de su parte, esperando que nada de lo que estaba sucediendo fuera mentira porque estaba cayendo tan profundamente, que le sería imposible regresar de ese estado de aturdimiento.
Ya no había marcha atrás.
— Puedes moverte, Hoseok hyung. — Hyungwon lo tomó de la cintura empujándolo un poco para que saliera de el — Hazlo lento. Me gusta así. — Lo dijo en un hilo de voz y lo vio morderse el labio inferior, quizá soportando el dolor.
Pero algo no le agradó...
"Me gusta así" Fueron las palabras que usó nada más, sin embargo ahí estaba yendo más allá de lo que eso significaba.
Era claro que Hyungwon tenía mucha más experiencia, por supuesto, él no pudo haber estado completamente solo a lo largo de los años que estuvieron separados luego de la universidad, incluso él mismo tuvo diferentes mujeres con las que salió, entonces ¿Por qué le era imposible aceptar que Hyungwon también tuvo una vida? Lo sentía muy suyo, pero también quería competir contra esas otras personas que pudieron haberle dado mejores condiciones de lo que le estaba dando en ese momento.
Quería ser el único en su vida.
Hizo tal cual se lo pidió Hyungwon y movió su cadera lentamente volviendo a penetrarlo, la sensación le arrancó a ambos varios gemidos e inclinándose cubrió por completo el cuerpo del delgado buscando sus labios para besarlo. La pasión y el deseo que sentía en ese mismo instante era mucho más de lo que podría haber experimentado jamás, incluso el temblor que predominaba antes ya había desaparecido casi por completo, y con cada estocada que daba, con cada gemido que robaba de los labios de su amante, mayor era el sentimiento en su interior
Lo creyó imposible, pero de verdad lo amaba mucho más de lo que podría haber amado a nadie, y se sorprendió, porque jamás imaginó que pudiese amar de esa manera tan profunda e intensa.
— ¿Estás bien? — Se lo preguntó porque quería atesorarlo, los ojos de Hyungwon estaban brillantes y su cuerpo se retorcía bajo el suyo de tal manera, que lo hacía delirar.
—Me gusta...— Él le rodeo la cintura con su largas piernas enterrándose más— Me gusta mucho
Y gimió fuerte en su rostro.
—Oh- Oh por Dios...—Hoseok sentía que se derretía cada vez más debido a la manera sensual en la que pronunciaba cada palabra, su manera suelta de gemir y todo lo que le hacía sentir con sus jadeos y caricias.
Hyungwon aprovechó el estado de aturdimiento de Hoseok para darle vuelta sobre la cama, encima de él lo vio fruncir el ceño no entendiendo lo que pretendía, razón por la cual fue tan sincero como acostumbraba á ser.— Te dije que si me dabas la oportunidad de tener tu verga viviría sobre ella todos los días de mi vida ¿No te lo dije? — Le dio un beso fugaz y mordió su labio inferior con sensualidad — Esto es como un sueño...— Hoseok gimió de sólo escucharlo decir aquello y levantó su torso para besar su pecho, deseaba su cuerpo tanto, que creyó que perdía la razón con el pasar de tiempo.
Hyungwon tomo la erección de Hoseok, la acomodó en su entrada de nuevo y comenzó a bajar su cadera penetrándose a sí mismo, jadeó y comenzó a moverse a su antojo devorándole los labios.— Dios... Me gusta como me llenas — Gimió sobre sus labios, Hoseok estaba encantado con todo lo que estaba experimentando, sus manos se deslizaban sobre la piel sedosa de Hyungwon y se impregnaba completamente de cada una de sus genuinas reacciones, mientras sus caderas se movían subiendo y bajando, absorbiendo su miembro haciéndolo gemir; por un momento cerró los ojos y de nuevo se permitió derretirse entre sus besos, como si nada fuera suficiente lo tomó de la cintura y lo penetró a su gusto provocando que los gemidos de Hyungwon, que eran bajos, pasaran a aumentar cada vez más— ugh, aahh...Así...ugh
— uufff... De-debimos haber hecho esto hace mucho tiempo— Gimió con lujuria por ver su rostro que estaba preso del placer, algo definitivamente era muy diferente y se emocionó de saber por qué — En serio debí haberlo hecho antes, Hyungwon...— El choque de pieles se hizo más intenso y un cosquilleo en su vientre le dio aviso de lo que vendría, con cada estocada mayor fue el deseo y cerró muy fuerte los ojos una vez alcanzó el orgasmo. Su corazón palpitaba muy fuerte, la respiración completamente agitada y el temblor en sus manos regresó; una profunda satisfacción fue la prueba de que aquello era mucho más de lo que hubiese vivido nunca antes, todo lo pensó mientras Hyungwon buscaba aire también, su rostro y pecho estaban rojos, y estando así lo abrazó rodeando su cintura con sus fuertes brazos, besó su clavícula y marcó su piel
Ahí en la intimidad y sólo escuchando sus respiraciones agradeció no haber sido hasta el final el tonto que no se permitía ser feliz, estar con él era lo más deseaba y por primera vez en todos esos años su habitación no se sintió fría.
Ya nunca más sentiría esa horrible soledad.
◇◇◇
El olor a café invadió el cálido apartamento, Hoseok no solía tomarlo muy seguido, pero desde que salía con Hyungwon se acostumbró a mantener algo del mismo en su dispensa; se sirvió una taza escuchando el ruido del televisor, levantó la vista tratando de escuchar más allá, pero no obtuvo nada. Yendo hacia la sala, al salir del pasillo, vio al menor sentado de una manera muy singular en el sillón, su cabeza colgaba del mismo, los pies los tenía apoyados en el respaldo y su gato, Borum, descansaba en su estómago muy cómodo; miró hacia el televisor y vio que daban el especial de los Muppets, volvió a verlo, y se sorprendió de que pudiera amar tanto tal programa al punto de no determinarlo siquiera.
Ya estaba acostumbrado.
Quieto, en silencio se sentó a su lado, Borum levantó la cabeza viéndolo con sus brillantes ojos gatunos y Hoseok aprovechó el silencio para lograr entender qué le veía ese programa tan disparatado, luego recorrió el cuerpo de Hyungwon y se quedó sin aire cuando de frente se topó con sus largas piernas lampiñas; quiso morderlas, pero finalmente, luego de un par de minutos de lucha interna, tomó el mando del control y lo cambió a los deportes.
Un pesado suspiro se escuchó por encima del narrador de futbol.
— ¿Quieres morir?
— Es suficiente de los Muppets. — Se lo dijo con tranquilidad, aunque sabía que la amenaza de muerte podría ser más seria que cualquiera.— Veamos el partido.
— Yak, Lee Hoseok...
— ¿Algún problema, Chae Hyungwon?
El menor que tenía el cabello de color castaño se levantó furibundo y ambos se vieron dispuestos a empezar una nueva guerra.
Se enamoraron durante un día de primavera mientras iban a la universidad, se separaron, se encontraron de nuevo y pasaron por un montón de dificultades, sólo para descubrir que se amaban sin control; lo hacían en serio, pero aprender a convivir con tu contrario era tema para otra historia.
En otra típica historia de San Valentín.
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Hola mis queridas y queridos lectores.
Aquí les traigo el capitulo final de 14th como se los había prometido. Espero que les guste, que se hayan divertido tanto como yo lo hice mientras escribía, y si tienen alguna duda, no olviden que pueden escribirme por interno, en los mensajes o dejar sus comentarios en el tablero, que yo trataré de responder lo antes posible.
¡muchas gracias por todo. Nos vemos en una próxima historia!
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