Segundo Flechazo
Face to Face
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— ¿¡Te han contratado para ser director!? — HyungWon asintió un par de veces y dio una enorme mordida a su hamburguesa, como si de nada se tratara el tema.
— Me van a pagar una cantidad de dinero considerable solamente por revisar y hacer planos para su empresa, así que está bien para mi, mientras no tenga que leer nada; tampoco quiero bañarme.
Minhyuk frunció el ceño al escuchar tal barbarie.
— Irás a trabajar, debes bañarte todos los días y por supuesto que deberás leer. Tienes que hacer un esfuerzo. — Se lo dijo con firmeza considerando que cada punto era de vital importancia, no era un niño jugando a ser adulto y Minhyuk no daba tregua en eso.
— Entonces sólo renunciaré — Levantándose de la silla el rubio caminó directamente a tomar su teléfono y su hermano mayor, espantado, se echó a correr impidiéndole seguir más allá del comedor.
— ¡Lo leeré por ti y quizá puedas bañarte unas cinco veces a la semana, pero no renuncies! — Eso fue repentino. Su hermano era bastante impulsivo para hacer las cosas, pero esto lo tomó tan desprevenido, que no le quedó más que negociar algo realmente inaudito.
— Que sean dos. — El menor levantó las cejas pretendiendo querer ganar una batalla que realmente no podría ganar, sin embargo lo intentó.
— Pero, pero- ¡HyungWon!
— Renunciar. — dijo sin espacio a opciones, pero Minhyuk era mucho más inteligente que eso.
— No. — HyungWon volvió a verlo con el ceño fruncido — Si renuncias deberás ir a mi clínica para tus terapias y se acaba el tema. Te bañaras todos los días, leerás esos documentos y en tus descansos haremos algunos ejercicios de concentración para que puedas hacer todo de la mejor manera.
Sin discutir más, sin ruegos y definitivo, Minhyuk se encerró en su discurso dejándole a HyungWon una única salida.
— ¡Eres diabólico!
— Soy tu hermano mayor y para esto estoy. No más, no menos.
— eegffhhhh
— Quieto. — El mayor lo señaló directamente con el dedo, en tanto HyungWon lo miraba estando serio; en silencio volvió a tomar asiento — Ahora ¿Cómo es eso de que te dieron el puesto de director de departamento? Hasta el momento sólo has tenido experiencia en pequeños puestos y nunca has ejercido tu carrera. Eso si me gustaría saberlo.
— No lo sé, quizá es porque se dieron cuenta de lo genial que soy. — Minhyuk de verdad quiso estar de acuerdo con lo que su hermano menor decía, pero algo no encajaba del todo.
— O quizá por fin te pusiste serio debido a mi amenaza de tratarte en mi clínica ¿No es así? Lo hiciste por mi ¿No?
— Nah, ellos sólo me llamaron y yo acepté, eso es todo. Fin de la historia, no hay más.
— Es extraño, pero satisfactorio. De ahora en adelante tendrás un nuevo reto para sobrellevar, así que no te preocupes y trata de dar lo mejor de ti. — Lo comentó Minhyuk revisando su rostro y sonrió al ver que los gruesos labios de HyungWon temblaron levemente. Podía llamar a eso un superpoder o algo parecido, él no sabía exactamente, pero conocía muy bien a su hermano como para no saber y entender.
— Sin embargo no estoy asustado. —HyungWon se defendió mirando hacia otro lado, frunciendo los labios levantó los hombros como si nada pasara, pero eso no era suficiente para desviar la atención de Minhyuk, quien estaba atento a cada uno de sus movimientos y gestos.
— Te conozco — Comenzó —aunque no te guste decirme cómo te sientes sé que estás ansioso y preocupado por si será demasiado difícil de afrontar, pero déjame decirte que eres maravilloso y que lograrás hacer cosas estupendas en esa empresa. Creo en ti. — Logró sentirse conmovido por la manera fraternal en la que Minhyuk hablaba, así que se cruzó de brazos mientras que su mirada cayó al suelo sin poder dar siquiera la cara.
— Bueno, sí. Como sea.
— Sí, como sea. — Sonriente, Minhyuk se levantó yendo a la cocina, abrió el refrigerador y miró lo que había en el. — Por lo pronto debemos hacer compras para ti, pronto será San Valentín y no tienes nada para ofrecer en caso de que tengas un invitado especial, mi querido HyungWon.
— Seguramente Hyunwoo estará con Kihyun, así que sólo veré el especial de los Muppets ese día. —De verdad que no le interesaba mucho si su mejor amigo no estaría para el en esos días "especiales" Solamente lo dejaría pasar y haría como si fuese cualquier otro día.
— Vamos, HyungWon, ya lograste conseguir un trabajo, obtener una pareja no será mayor reto para ti. Deben haber muchos hombres en la empresa donde trabajas ¿No crees? —Comentó el mayor, más el rubio no lo dejó continuar.
— De los cuales el 99% a lo mejor son heteros y el 1% muy seguramente no son mi tipo. Soy exigente, Minhyuk, me gustan los hombres con buena apariencia, que sean graciosos y muy inteligentes; además me gusta que tengan un buen trasero.
— Como ese tal Wonho. — El humor cambió totalmente.
— eegghhhh
— Quieto, HyungWon. — Minhyuk vio las intenciones del menor y logró detenerlo de lanzarle aquél florero.
— Ese maldito insensato, juro que partiré sus bolas si un día lo vuelvo a encontrar. —Lo sentenció sin dudar, parecía seguro de sus palabras.
— Te enamoraste, eso es todo.
— ¡Y me utilizó! Primero me besó y luego actuó como si no existiera ¿Cuál era su problema? Rompió mi corazón. — HyungWon se desparramó en la silla en la que se encontraba, cerró los ojos y negó con la cabeza al recordar ese tiempo; días mejores en los que aún guardaba la esperanza de curarse y así poder estar con él, con Lee Hoseok.
¡Oh, Lee Hoseok!
Si pudiera describirlo, entonces diría que Hoseok era un sueño de hombre, era casi perfecto, con un rostro divino, un cuerpo musculoso, con carisma y una expresión de póker que decía lo muy genial que era; HyungWon se enamoró a primera vista, su corazón latió desenfrenado por ese chico de cabello negro e inigualable apariencia, y creyó que sería el príncipe de su vida, pero al final lo único que obtuvo fue la peor decepción de su vida.
Por supuesto consideraba el amor como un eje importante en su vida, pero el mismo no le dio los frutos esperados, creyó en el y ahora que sentía había superado muchos de esos horribles aspectos que lo dejaron tan destruido, creía que no debía ser tan precipitado en buscar compartir su vida con alguien si seguramente terminaría igual o peor; no odiaba el amor, odiaba las personas que usaban esa excusa para lastimar a otros y eso definitivamente fue lo que hizo Hoseok.
— Seguramente te iría mejor en el amor si aceptaras que tienes un mal ojo para tus parejas, siempre te fijas en los que no pueden corresponderte; como Hyunwoo.
— Hyunwoo será mío, lo sé. — Reafirmó con mucha seguridad.
— Ahí está, te obsesionas. — Le contrarrestó.
— Por supuesto ¿Cómo me rendiría tan fácilmente? Si lo hago seguramente perderé mi oportunidad con él. — El rubio lo decía tan seguro, pero Minhyuk sabía perfectamente que eso no era así, que Hyunwoo vivía y moría por Kihyun, aunque su hermano menor no lo aceptara del todo.
— Lo importante en todo esto es que debes salir con alguien ¿no crees?
— Tal vez... Pero quizá pueda convencer a Hyunwoo de que-
— Basta—Minhyuk sentía su cabeza doler— ¿Cuánto ha estado Hyunwoo contigo? ¿Dos? ¿Tres años?
— Cuatro.
— ¿¡Ves!? Han sido muchos años ya y Hyunwoo no ha mostrado ningún interés, más que el de no dejarte morir por tu propia mano, así que detente de una vez.
— Está bien, pero sigue siendo estúpido ¿por qué debería traer a alguien a casa en pleno 14 de Febrero? Es un maldito dolor de cabeza y no lo haré, a nadie le gusta un hombre que se comporta extraño y que no puede estar concentrado al menos cinco minutos. ¡Oh, el comercial de los cereales de chocolate! — HyungWon saltó al sillón alegre y cantó al compás de la tonada infantil, al terminar se quedó estático y pensó en qué era lo que estaba haciendo antes de desconectarse, hasta que vio el rostro de su hermano que lo miraba con una sonrisa en el rostro — ¡Soy un desastre!
— Un bello desastre que merece a alguien en su vida. Hay muchas personas especiales allá fuera, HyungWon, y estoy seguro de que encontrarás a alguien que te ame tal como eres. — Minhyuk fue a la habitación y revolvió el closet buscando algo para cambiarse, mientras tanto, HyungWon entró y se apoyó en la pared mirándolo en total desacuerdo.
— Tu tienes a tu novia súper bonita, obviamente para ti es sencillo; tienes una clínica, tienes a tus pacientes y una vida perfecta sin ningún trastorno ¿Qué tengo yo? —Pocas veces HyungWon mostraba como se sentía realmente, así que el mayor lo escuchó con mucha atención.
— HyungWon... — El hombre castaño se acercó a su hermano menor, comprensivo le tomó la mano y con afecto la frotó. — Sin importar qué, sigues siendo increíble; muchas personas te admiramos porque eres gracioso y muy inteligente. Claro que tienes cosas que los demás morirían por tener, como esa cabeza de caballo.
— ¿Lo dices en serio?
— Jum, sí; así que no te desanimes sólo porque eres un poco diferente ¿Qué sería de este mundo su fuéramos todos iguales? Bah, seguramente sería aburrido.
— Lo sé, pero sigo estando en contra de conseguir a alguien para invitar este San Valentín, es aburrido. — Un pesado suspiro le siguió a su lánguida respuesta, quería dejar bien claro que le era indiferente el tema, y que por más que quisiera, no se dejaría convencer tan fácilmente.
— No todos son como ese tal Wonho, HyungWon, muchos serán más amables y quizá hasta más atractivos. — HyungWon movió la cabeza estando de acuerdo, pero aún le causaba molestia.
— ¿Y si mejor me cambio de sexo y pruebo suerte como mujer?
— Dios no, no. ¡Claro que no, HyungWon! Lo único que vas a hacer es cambiarte de ropa y me acompañarás al mercado porque pareja o no, aún necesitas alimentarte bien.
— Quiero una caja de cereales de chocolate.
— Claro, la tendrás.
— Y un robot de juguete.
— está bien, está bien. Ahora ropa.
◇◇◇
— ¿Te imaginas tener que vestir esos pantalones? Serían un maldito martirio — El comentario de Kihyun lo hizo despegar la mirada de la carretera, ese día comenzaba a trabajar como director de una gran empresa y lo peor que pudo haber pasado era que lo hubiesen dejado en manos de su más grande enemigo.
— Ajá.
Quería ignorarlo, de verdad quería, pero ese hombre era más insistente y molesto que cualquier otro.
— Vamos, no me odies — Kihyun bufó —¿Crees que fui corriendo a decirle a Minhyuk hyung que me dejara llevarte a tu nuevo trabajo? — Se quejó en cuanto pudo, en serio tuvo que usar su día libre para llevar al rubio, simplemente porque adoraba a Minhyuk y él se o había pedido muy desesperado.
— ¿No?
Al menor lo tomó desprevenido tanto descaro.
— ¡Claro que no! Quieres cogerte a mi novio. Te odio. — HyungWon soltó a reírse. — ¡Eres un-... Ni siquiera te importa ocultarlo, maldición. — Se quejó y giró a la derecha para tomar la siguiente calle.
— Es porque obtengo vida cuando sufres, claro.
Kihyun miró de manera fugaz a HyungWon, siempre le había parecido un hombre de extrema belleza, más su personalidad era otro asunto a tratar; uno bien denso. Sin dudar quiso molestarlo— Pero sigo siendo yo con quien se acuesta Hyunwoo
Y soltó a reírse en su cara
— aaaghhh
— ¡Quieto, bestia! —Lo detuvo antes de que se le lanzara encima y fue mermando la velocidad cuando vio a pocos metros su cafetería favorita. —Ya casi llegamos, paremos un momento aquí. Te compraré un café.
— Quiero uno con leche y bastante dulce — Kihyun aparcó frente al establecimiento; HyungWon, por su parte, se recostó por completo en la silla y cerró los ojos.
En lo que el menor salió, su mente viajó al momento exacto en el que fue inmediatamente feliz. En aquel entonces fue duro mantenerse en la universidad, y aunque Minhyuk fue demasiado estricto con eso de no dejarlo desistir, aún así se las arregló para soportar la presión al encontrar una forma de sobrellevar todo; esa forma tenía nombre propio.
Lee Hoseok
HyungWon sentía que su corazón palpitaba desenfrenado cada vez que recordaba lo suave de sus labios, el toque efímero de sus manos fuertes en su rostro y lo gentil y torpe del beso, no podía borrar de su memoria lo mucho que sintió en ese momento y lo maravilloso que era haber sentido que tocaba el cielo con las manos. Hoseok era su recuerdo más cálido, pero también era la razón por la que se odiaba a sí mismo y el motivo por el que se rindió totalmente en intentar controlar su enfermedad; fue demasiado cruel darse cuenta de aquella manera que no era especial, que nunca significó algo para Hoseok, quien simplemente lo usó.
Él de verdad que fue cruel.
Abrió los ojos disgustado porque, de no haber caído como un borrego enamorado, entonces quizá no hubiese tenido nunca la esperanza de poder mejorar, siendo que sabía perfectamente que nunca podría curarse; era muy triste y doloroso desde su punto de vista, ya que luego de su encuentro que fue tan extraordinario, vio a Hoseok salir con una mujer que era bellísima por mucho, además de elocuente y normal.
Para ser completamente elocuente HyungWon tenía que tomar medicamentos y aún con eso lograba distraerse enormemente.
Soltó un suspiro resignado, de la pequeña gaveta del auto sacó una revista para ver los diferentes artículos que hablaban de moda masculina y casi al final encontró uno que hablaba sobre el dia de san Valentín. Minhyuk le insistió hasta el final que debía encontrar a alguien con quien compartir durante esa fecha en especial, pero a decir verdad, hace un buen tiempo que había perdido el entusiasmo de encontrar a una persona que fuera tan paciente y comprensiva como lo sería el mismo Minhyuk o Hyunwoo, que era su mejor amigo; eso a su parecer resultaba ser un poco demasiado lamentable, pero al menos no estaba en el estrés extremo de verse rechazado de nuevo por su condición.
Los buenos hombres, definitivamente, no eran fácil de encontrar.
— O quizá sólo es difícil para ti. — Se lo dijo a sí mismo y lo consideró. Mirando la foto de la pareja, la manera en que la mujer sostenía la mano del hombre, y los adornos emotivos llenos de luces y brillantes, HyungWon sintió de inmediato unas incontrolables ganas de tener algo igual; pero también la inseguridad y el miedo lo dejaron pensativo.
— ¿Puedes abrirme? — la voz de Kihyun sonó ahogada desde afuera del auto, mirándolo se dio cuenta de que estaba ocupado con dos copas de café, una en cada mano, así que se estiró y abrió la puerta esperando que entrara.
— Estaba un poco lleno, pero he logrado traer lo que me pediste. — Kihyun estaba animado, pero HyungWon no supo cómo reaccionar ante su efusiva voz. Simplemente agradeció.
— Gracias. — lo recibió y se llenó del aroma del café.
— No vayas a manchar tu camisa. — HyungWon asintió y procuró tener cuidado. Era una hermosa camiseta blanca con un estampado de un labrador dorado con lentes y gorra, que decía: "Stay away from me, bitch" añadido a eso llevaba una chaqueta de traje gris y unos pantalones de igual color, más zapatillas. Minhyuk mismo se encargó de encontrar una forma de vestirlo cómodamente, sin necesidad de parecer que iba para unas vacaciones en el Caribe.
— Sabes, quiero salir con alguien.
Los ojos del menor se abrieron en su máxima expresión de asombro, claro, esperaba escuchar cualquier cosa por parte de HyungWon, menos que le dijera que deseaba salir con alguien; era demasiado repentino. — Ya te dije que Hyunwoo está conmigo y no soy de los que comparten. — Kihyun bebió un sorbo de su café, puso la copa en el porta vasos del auto y abrochó su cinturón sin siquiera verlo.
— No, hablo de salir de verdad. — HyungWon lo miró con ese tinte de seriedad que solía tener en momentos muy particulares, así que Kihyun lo escuchó.
— ¿Uh? ¿En serio?
— Minhyuk ha estado insistiendo y mira — HyungWon estaba le mostraba la revista, así que Kihyun la observó y luego a él que se veía bien convencido de lo que decía. — ¿No crees que es lindo?
— HyungWon hyung ¿no es este otro arranque tuyo? — Cuestionó — Debe ser algún impulso que te hace creer que realmente lo necesitas, pero no es así.
— Hablo en serio, Kihyun. Llévame a un bar, ahora.
— ¿Qué? ¡Claro que no! Debes entrar a tu nuevo puesto en veinte minutos, HyungWon ¿quieres que Hyunwoo y tu hermano me maten? — El menor se negó en absoluto escucharlo y el rubio rodó los ojos por su fuerte negativa. Soltando la revista, el mayor mordió el interior de su mejilla y frunció el ceño. — Sé que estás enfadado y lo comprendo, pero, no sé ¿Podemos ir mañana? Pronto será san Valentín y hay muchos hombres buscando un poco de diversión. Conozco un lugar perfecto en Itaewon.
— ¿De verdad harías eso por mi? — Kihyun lo vio muy esperanzado, le preocupaba mucho que quizá estuviese prometiendo cosas al diablo, pero tampoco quería negarse del todo a ayudar a ese loco hyung a cumplir su repentino deseo de socializar.
— De verdad. — Aseveró confirmando que le ayudaría — Pero, por favor, no vayas a avergonzarme. El dueño del bar es mi amigo, así que no hagas locuras.
HyungWon sonrió alegre.
— Por supuesto, lo prometo.
— De acuerdo. Ahora vamos por ese trabajo de tiempo completo. — HyungWon palidecio cuando recordó ese detalle importante de su salida ese día.
— Oh, no...
◇◇◇
— Esta será su oficina, es espaciosa y también tuvimos en consideración cada uno de los puntos que nos dejó ver durante la firma del contrato.
HyungWon entró revisando meticulosamente cada detalle, las paredes tenían algunos póster de Jojo's, además su silla era una ergonómica bastante cara que escogió por sí mismo. Estando contento con eso por el momento, asintió con la cabeza y aplaudió dejando al otro hombre desconcertado.
— Me quedaré.
— ¿Disculpe? Yo- creí que... Creí que ya estaba decidido. ¿No le gustó algo?
— ¿Gustarme? No, ¡me encantó!— Se tiró en su silla y el hombre que sostenía una libreta se alegró por ello.
— Nos hace completamente felices que usted se sienta cómodo de trabajar con nosotros, cualquier duda o consulta que tenga la puede aclarar con tan solo marcar a mi extensión; sin embargo, me encantaría que pudiera conocer a las personas que trabajarán con usted, ellos seguramente estarán esperando saber quién será su nuevo director.
— Claro, iré con usted. — Bajando los pies del escritorio estiró el cuerpo, el tipo bajo de traje elegante sonrió de verlo tan anímico y le mostró el camino con amabilidad. Orgulloso y con la frente en alto, HyungWon comenzó a caminar silbando y al salir del pasillo lleno de oficinas se encontró directamente con una sala enorme llena de cubículos.
— Señores, les pido un momento de su tiempo. Hoy conocerán a la persona que los dirigirá de forma permanente. — El caballero de traje bien pulido lo miró y sonrió dándole espacio para que se presentara.
— ¡Hola a todos, soy HyungWon! Espero que sean lo suficientemente eficientes o tendré que despedirlos a todos. — El comentario dejó en silencio a todos y cada uno de los pertenecientes a ese departamento, algunos se quedaron mirándolo con el mayor de los asombros y otros vieron hacia todos lados desorientados esperando que estuviera mintiendo.
HyungWon hablaba bastante en serio.
— Yo- creo que, el señor Chae lo que quiere decir es que espera trabajar alegremente con todos — El sujeto de traje mega estirado sonrió de manera nerviosa y caminó hacia dos personas en especial.
— Señor Chae, sígame por favor. — HyungWon puso sus grandes manos tras la espalda y caminó como si fuese un general en plena revisión de cadetes; su forma de actuar era realmente desproporcionada a cualquier otra cosa que todos los presentes hubiesen presenciado jamás — Estos son Lee Jooheon e Im Changkyun, ellos junto al arquitecto Lee Hoseok son los encargados de los proyectos externos y de presentar las nuevas propuestas de construcción.
— ¿Lee Hoseok? — un tic se apoderó de su ojo izquierdo, un sudor frío comenzó a brotar en su bonita frente cuestión de segundos , y como si fuera poco, comenzó a temblar como loco; miró por encima a cada persona que ahí estaba, más no halló ni un rostro familiar. — ¿Dónde está? —Se lo preguntó al par de hombres que se miraron entre sí, mientras que el inductor volvió a intentar comprender ahora el por qué de su comportamiento tan extraño.
— El-el señor Lee tiene un permiso de trabajo un vez a la semana, así que no asistió hoy. Espero pueda comprenda. —El inductor intervino de nuevo haciendo que ambos hombres asintieran confirmando lo que decía.
— ¿Es así? — HyungWon dejó de buscar sombras del pasado y miró al par de hombres que aún mantenían su desconcierto. — Díganme ¿Qué tal es ese Lee Hoseok? ¿Es quizá un mentiroso que ilusiona personas y luego las abandona? — Jooheon aclaró la garganta.
— Bueno, mmmm eso...
— Es un buen empleado, señor Chae. También es normal. — intervino Changkyun esta vez, antes de que su amigo dijera cualquier tontería que dejara a Hoseok en un aprieto peor.
— ¿Normal? — El rubio alto de enorme belleza hizo un recuento de su figura, de lo que emanaba cada que lo veía andar por los pasillos de la facultad, pero en su memoria Hoseok era todo menos normal. — Oh... Con que normal...
— Sí, normal. — Reafirmó el peliazabache sin dudar ni una pizca, sentía que si lo hacía moriría junto a Hoseok.
HyungWon soltó el aire mucho más tranquilo y acomodó su cabello rubio que se encontraba súper estilizado, cada detalle realzaba su belleza descomunal.— Está bien, pero soy duro con los horarios. Díganle a ese tal Lee Hoseok que un error y está fuera.— Se pasó el dedo por el cuello simulando la muerte laboral y Jooheon frunció el ceño totalmente fastidiado, mientras que Changkyun agachó la mirada cubriéndose el rostro.
A esa altura el inductor ya no sabía ni cómo reaccionar y menos cómo intervenir; aunque lo hizo igual.
— ...Bueno, continuemos. Regresen a sus trabajos, por favor. — Ambos hombres volvieron a sus puestos, sin escrúpulos siguieron con la mirada al hombre rubio y alto que iba rígido de camino al ascensor. HyungWon entró al ascensor junto al instructor, las puertas se cerraron y luego de varios segundos su rostro se iluminó todo.
— ¿Pudiste ver mi nueva faceta como jefe? Woah! Me gusta esto.
— ¿De verdad? Creo que- quizá fue un poco duro. No lo juzgo, pero tal vez ellos quieran a alguien un poco más amable. — Por alguna razón sentía la necesidad de resaltarlo, no sólo porque no entendía su forma de actuar, sino también porque le preocupaba la imagen del nuevo director ante sus empleados.
— No te preocupes, soy el director y seguramente haré que todos me obedezca. Ya verás.
— Claro... Como diga, señor Chae.
☽ ☽ ☽
— Es un maldito. — Changkyun expulsó el humo del cigarrillo negando con la cabeza, el ruido de algún videojuego se reproducía en la televisión y Jooheon se detuvo de seguir la carrera que llevaba.
— Creo que no ha follado en mucho tiempo ¿viste su rostro?— Parecía ser que Jooheon aún no salía de su asombro, sus ojos se expandieron y también tuvo escalofríos de solamente recordar lo aterrador que era el nuevo director.
— Jooheon tiene razón, ese sujeto tenía una terrible expresión de psicópata; prácticamente te buscó por todo el lugar cuando Kang le dijo que tenías el día libre. Creí que te despedirían.
— ¿Por qué?— Hoseok no se podía creer nada de lo que estaba escuchando. Los chicos llegaron ese fin de semana dispuestos a asustarlo con sus historias que parecían sacadas de un cuento de terror barato; algo debía estar verdaderamente mal con sus testimonios — Llevo trabajando años en esa empresa, ellos no harían eso ¿o sí? Además prometieron que me darían el puesto de director ¿Cómo es que hay alguien nuevo? — Changkyun hizo un gesto de vaya a saber qué y Jooheon aclaró la garganta. — ¿Chicos?
— Creo que tendrás que ganarte al jefe, quizá llevarlo a beber. — Changkyun lo propuso y Hoseok, quien estaba sentado cubriéndose el rostro, apartó las manos y lo miró. — Llévalo a algún bar cercano, pronto será San Valentín y puede que encuentre alguna mujer que quiera darle lo que se nota a leguas que le hace falta.
— Es cierto, eso también puede funcionar. — Jooheon apoyó al peliazabache, pero Hoseok dudó de todo.
— ¿Y si no es eso lo que necesita? —Cuestionó el hombre de cuerpo fornido— Quizá simplemente quiera hacer un recorte en el personal y yo... Dios, he metido la pata.
En serio no podía estar pasando.
— No te preocupes, en vista de que nuestro jefe es un horrible ogro, he buscado nuevos lugares que podrían contratar a un hombre de 34 años, soltero y sin ninguna esperanza en el futuro. —El hombre de lindos hoyuelos propuso aquello como última esperanza, sin embargo, a Hoseok no le causaba ninguna gracia; esperaba que el menor estuviera bromeando.
— Jooheon sabe cosas. —¿Debería o no creerles?
— ¿Y qué encontraste? — Hoseok mantuvo la esperanza al límite, sus ojos brillaron y hasta voces de ángeles sonaron de fondo esperando que su amigo estuviese siendo serio con lo que decía.
— Mascota para promocionar una marca de hamburguesas.
No podía ser.
— Wow te sienta bien, Hoseok hyung. Perfecto. —Dos pulgares hacia arriba y una sonrisa socavona lo decían todo; Changkyun estaba disfrutándolo.
— ¡Cállense los dos! — Se levantó falto de paciencia.
Estaba muy preocupado de que ahora tuvieran un nuevo director de proyectos, era un puesto que le fue prometido un tiempo atrás , de verdad creyó que sería su oportunidad de crecer, pero todo se desvaneció en el momento en el que supo que el puesto ya estaba ocupado por alguien a quien en realidad no sabía si podría enfrentar. Bueno, si lo pensaba con detenimiento, el sujeto debía ser bueno y por eso la decisión de su contrato tan inesperado, por lo que lo único que tenía que hacer con seguridad era un buen trabajo y ya, pero lo que decían Jooheon y Changkyun era demasiado aterrador y problemático porque no podía dejar las sesiones con el doctor Minhyuk cuando por fin había hallado un lugar en el que se sentía confiado y seguro; no quería perder esa única oportunidad que le quedaba de volver a ser él mismo.
Se cubrió el rostro de nuevo con ambas manos y gruñó totalmente falto de paciencia.
— ¡No quiero perder mi trabajo!
— Entonces no lo arruines. —Changkyun se levantó del sillón en el que se encontraba, habló pretendiendo advertir a su amigo , para finalmente ir directo a la cocina en busca de una cerveza, en la boca llevaba lo que le quedaba del cigarro y sacudió la mano a uno de los gatos de Hoseok en forma de saludo.
— Pero dijiste que me odia. —Cómo era posible que sus amigos no pudieran ayudarle a mantener la tranquilidad en una situación tal; quizá no era la primera vez que enfrentaba una dificultad en el trabajo, pero en ese momento no tenía la estabilidad emocional de soportar nada.
¡Nada!
— En realidad creo que odia a todo el mundo. — Jooheon tomó el control de la Nintendo comenzando a jugar — el sujeto prácticamente nos ve como a su ganado, así que, la verdad es que todos estamos en riesgo de perder nuestro empleo.
— ¿Y aún sabiendo eso sigues jugando como si nada? — Hoseok no lo podía creer, ¡Eso era terrible! Cada vez que recordaba el montón de cosas que tenía por pagar, las cuentas, el préstamo de su apartamento ¡Todo!
¿Cómo diablos haría para sobrevivir si perdía su empleo?
— Ese sujeto es un simple fanfarrón, Hoseok — comentó Changkyun sintiéndose seguro de ello, lo gritó muy firme desde la cocina. — El tipo tiene aires de superioridad y viste totalmente diferente a todos. No sigue para nada el código de vestimenta de la empresa.
Jooheon frunció el ceño al recordar algo demasiado impactante en su mente.— Llevaba una extraña camiseta que tenía un mensaje perturbador, parecía estudiante de universidad y ni qué decir de su cabello; es rubio el desgraciado.
— Exacto. ¡Llevaba zapatillas! — Changkyun buscaba entender.
— ¿Zapatillas? — Hoseok se alarmó mucho al escucharlo — ¡Pero sí está prohibido!
— Al parecer le importa muy poco las normas de la empresa, porque definitivamente llevaba puestas unas zapatillas. Yo lo vi con mis propios ojos — Reafirmó Changkyun regresando a su puesto.
— Va a ser despedido pronto —Aseveró esta vez Jooheon muy tranquilo— No va a cumplir con algún proyecto o quizá haga enojar al CEO cuando menos lo esperes; aunque estemos en riesgo de ser despedidos, también puede ser que tengamos suerte y el director Chae sea quien se largue primero.
— ¿Quién? — La manera en la que se desconcertó Hoseok fue increíble, su rostro se desfiguró por la incertidumbre y la impresión; Jooheon terminó la carrera y lo miró con la misma calma que solía mantener siempre.
— El director Chae, Hoseok. Obviamente será él quién decida irse primero, así que no te preocupes.
— ¿Co-cómo es él? — El mayor tembló sin control.
— ¿El director? — Jooheon lo pensó y Changkyun levantó el dedo teniendo una idea clara sobre ello.
— Es feo —Lo respondió sin dudar, Changkyun hizo algo con sus manos y se desinfló sin poder encontrar las palabras exactas.
— Sí, Changkyun tiene razón, no tiene estilo para nada.
— Además tiene una mirada de: "Si me hablas estás acabado" y definitivamente debe tener problemas para conquistar a las mujeres; no es muy social.
— ¿También lo pensaste?
— Por supuesto ¿no confiabas en mi?
— Siempre lo hago — Ambos hombres chocaron los puños y rieron estando en sus propios mundos, mientras tanto Hoseok se quedó pensando en los detalles que le habían otorgado.
— ¿Feo? — lo murmuró para sí mismo, sus labios se movieron vertiginosos rememorando cada detalle sobre él. Con atención se puso a reconstruir su propio concepto y llegó a la conclusión de que era imposible, HyungWon no era para nada feo, incluso su médico portaba el mismo apellido y eso no lo relacionaba directamente con aquel sujeto de sus pesadillas.
Respiró profundamente, dejó que la liviana calma lo encontrara de nuevo y sólo se dedicó a idear una manera en la que pudiera mantener su puesto; debía de convencer a su nuevo jefe de que era un trabajador responsable y comprometido.
— Entonces ¿ya decidiste lo que harás? — La pregunta de Jooheon era complicada por el hecho de que aún necesitaba pensar en cómo podría "impresionar" al dichoso nuevo director.
Eso ya habría de verlo.
— No lo sé. Pero haré que vea de lo que soy capaz, de estoy seguro.
◇◇◇
Sábado en la noche.
Mientras entraba al edificio se encontró con aquél bajo del apartamento de enfrente, su mirada ni siquiera recayó en él que iba hablando por teléfono, sino que siguió su camino ignorándolo como había estado haciendo los últimos días desde aquel incidente. Muy seguro de sí mismo pasó cerca, y sin quererlo así, terminó escuchando un poco de lo que hablaba.
— Voy de camino a tu casa, HyungWon hyung, así que no comiences a presionarme. Sólo espérame ahí y llegaré en cuanto pueda. — Con eso el chico de baja estatura siguió hasta la salida asintiendo y hablando de algo que no comprendía, lo único que lo hizo detenerse en medio del lobby fue ese nombre que no le mencionó a nadie y que se convirtió en toda una maldición.
Hoseok giró de manera brusca su cabeza buscando ver al sujeto que salía al estacionamiento y luego cerró los ojos pensando en las posibilidades de que ese "HyungWon" fuera el HyungWon de sus pesadillas; de inmediato se dio fuerza asegurándose a sí mismo de que era casi imposible, y es que...
¿Quién tendría tal suerte de mierda?
Continuó caminando con la mente totalmente hundida en el constante pensar sobre si no estaría equivocándose, últimamente se encontraba alucinando y creyendo que en cualquier momento aquel sujeto aparecería frente suyo como si fuera algún tipo de fantasma o espejismo, quizá un mal chiste. — No puede ser, es totalmente imposible. — A pesar de que se negaba a creer que fuese el mismo HyungWon, aún así tenía el corazón latiéndole muy rápido, una fina capa de sudor le cubrió la frente y como si fuera poco comenzó a temblar, era un temblor involuntario que provenía de la inmensa cantidad de estrés que le generaba pensar tan siquiera en la existencia de ese sujeto.
Pero no siempre fue así.
En el pasado, varios años atrás, era alguien al que le gustaba divertirse sin pensar mucho en lo que pudiese pasar, sólo salía, bebía y disfrutaba de su vida normalmente; hasta que apareció él. Recordó que al ser alguien de semestre superior, tuvo que servir como inductor a los nuevos alumnos que comenzaban la universidad y fue entonces cuando lo conoció.
Chae HyungWon.
Gran excéntrico y extraño muchacho, tenía el cabello teñido de rosa y su apariencia atractiva, alta y delgada era algo que resaltaba bastante bien entre los otros que lo rodeaban; él solía ser totalmente diferente al resto, siempre estaba hablando y haciendo cosas extrañas que en un principio le parecieron tonterías de un muchacho distraído y nada más, pero con el tiempo fueron volviéndose una marca inigualable de alguien singular y casi interesante; lo veía como a un simple chico que le gustaba mucho andar saltando de un lado a otro llamando la atención de los demás, alguien con demasiada energía a quien le gustaba fanfarronear y reír como a todo hombre de su edad, y en realidad eso estaba bien para Hoseok a quien le gustaba molestarlo y revolver su cabello cuando lo escuchaba decir cualquier comentario acertado o algún gesto de asombro de esos que eran tan exagerados bastante tiernos.
Como líder del grupo se esforzaba siempre en acompañar a cada uno de los nuevos estudiantes, pero aceptaba que cuando estaba con HyungWon se sentía mucho más tranquilo y hasta alegre, solían hablar de lo duro que resultaba a él la carrera o sobre las experiencias en la universidad que eran tantas; todo, hasta que comenzó a escuchar en los pasillos un rumor que consideró una tontería al principio, y no lo creyó a la primera. En los cotilleos de la universidad comenzó a rondar algo sobre que Chae HyungWon era gay, que el chico de ese entonces unos 21 años le gustaba salir con personas de su mismo género, y al escuchar aquella desfachatez rechazó por completo la idea.
¿Cómo alguien tan inteligente y elocuente podía en serio ser ese tipo de persona?
No podía ser, y sin embargo comenzó a evadirlo debido al insistente pensamiento, a la idea misma de que aquel chico tan activo y atractivo fuera lo que menos esperaba.
El día en que todo empeoró fue en el festival deportivo de la universidad, durante la prueba de valor. Lo planeó así junto a sus compañeros de años superiores para hacer que los estudiantes pudieran demostrar sus habilidades a la hora de afrontar dificultades, pero halló que HyungWon era tan temeroso como débil, lo era tanto como una chica y eso lo molestó demasiado; Hoseok podía recordar vestigios de lo que fue esa noche porque vio a HyungWon salir del solitario edificio junto a uno de sus compañeros del mismo año
Sólo el cielo sabía cuán enfadado se encontraba esa noche.
¿Por qué no podía HyungWon hacerlo por su propia cuenta? ¿Por qué tuvo que recurrir a la ayuda de alguien más si él también era un hombre? Debía ser valiente, varonil y defender a las mujeres, no recostarse en el hombro de algún otro más y verse como alguien fácil ante sus ojos.
¿Por qué no lo buscó en lugar de irse con ese sujeto?
Por supuesto no debía de haber metido sus narices en algo que no le correspondía en realidad, HyungWon era un hombre adulto después de todo y podía pensar por sí mismo en lo que estaba bien para él o no, pero como instructor — y que alguna vez se consideró su amigo — decidió detenerlo para hablar y lo único que recordaba luego de eso era el horror.
Ya en la sala de su casa cerró los ojos impactado una vez más porque en serio, en ese entonces, no buscaba nada más que aclarar sus dudas sobre los rumores que corrían sobre él por los pasillos, no buscaba nada a cambio, sólo comprender y terminó por constatarlo de la peor manera posible. Furibundo se limpió la boca creyendo sentir esos gruesos labios y se cubrió el rostro con ambas manos maldiciendo la existencia de HyungWon. Por su culpa estaba llevando una vida horrible, por su culpa estaba de nuevo buscando la manera de cómo curarse y el hecho estaba provocando que su puesto en la empresa peligrara; resultaba demasiado absurdo, pero al parecer HyungWon aún era la persona responsable de sus más grandes desgracias y eso ya era demasiado, ya no quería que su mente estuviera ligada a cosas del pasado, mucho menos sentirse como se sentía cada vez que lo tenía presente en su mente, lo único que esperaba era que el doctor Minhyuk pudiera darle una solución rápida a sus problemas y así mantener su trabajo y vida normal. Lo necesitaba mucho.
Yendo a su habitación se deshizo de la chaqueta, la organizó bien y tomó su teléfono revisando los mensajes que tenía, respondiendo algunos de Jooheon y Changkyun en los que insistían en que el nuevo director era el peor ogro de todos, y eso ponía cada vez más ansioso a Hoseok ¿por qué todo resultaba ser tan difícil últimamente? Ni siquiera podía pensar adecuadamente debido a la enorme presión de todo, necesitaba urgentemente un descanso; y bien podía pedir sus vacaciones adelantadas, pero si hacía eso seguro cuando quisiera regresar encontraría su carta de despido sobre su escritorio.
Se tiró en la cama sintiéndose acorralado, totalmente agotado de la rutina de huir y verse siendo diferente, de no poder controlar nada; y como si fuera poco, un sentimiento extraño de soledad sólo supo agobiarlo aún más ¿Qué podría hacer para escapar? Si pudiera simplemente detendría el tiempo, detendría todo con un chasquido de sus dedos y se dedicaría a tomar el nuevo aire que le faltaba. Rodando en la cama y quedando de lado se encogió dándose un débil aliento, se decía a si mismo que una vez el doctor Minhyuk comenzara con la terapia todo mejoraría, que seguramente sólo estaba confundido, estaba quizá pasando por alguna fase desagradable por la cual no debió haber pasado nunca y una vez recibiera el adecuado tratamiento entonces volvería a ser feliz, o al menos a tener el cuarto de felicidad que tuvo alguna vez.
No había por qué temer.
— Sé fuerte, Hoseok...
Debía ser fuerte ahora más que nunca.
◇◇◇
— Buen día.
Hoseok captó la voz lenta y profunda de alguien a quién no reconoció, así que levantó la vista sobre su cubículo encontrando que quien sea que fuera que entraba, iba ya por el pasillo directo hacia las oficinas. La figura alta de cabello rubio le brindó una familiaridad extraña, así que se quedó buscando en su memoria qué era lo que lo hacía ser así.
— Yak! Ve a hablar con él ahora. — Jooheon dio un golpe en su hombro, uno que lo hizo quejarse en el proceso y hasta quiso regresarle uno más fuerte.
— ¿Tenías que golpear mi hombro de esa forma? — Lo murmuró, pero la manera en que estaba fuera de sí era evidente.
— Esta es tu oportunidad, hoy parece estar más tranquilo de lo que estaba el viernes. Anda y dile que no puede despedirte. Dile las cosas como son.
— Que lo ponga en su lugar — Changkyun llevó una fritura a su boca, masticó y masticó haciendo ruedo, y volvió a repetir la acción sin parar.— Saca tu verga y muéstrale quién manda.
— ¿Qué?
— Es para mostrar quién de los dos es el líder de la manada. Seamos honestos, de todos aquí tú tenías más posibilidades de ser director ¿por qué contratar a alguien más? Ah, en serio... — Hoseok no quería añadirle más peso a su profundo dilema, simplemente soltó el aire, miró la pantalla de la computadora en la cual se mostraba un escrito a medio hacer y motivándose apagó la misma, se levantó tomando su saco de la silla y Jooheon levantó los pulgares orgulloso.
— Eso es, amigo, no te dejes intimidar. —Volvió a anaimarlo el menor.
— Eres fuerte, Hoho. Si te despiden pido tu puesto. — Changkyun lo comentó y Hoseok creyó que perdía las fuerzas con cada comentario; en su lugar, Jooheon se quejó.
— ¡No puedes pedir su puesto! Por orden de donsaeng, se supone que yo debo tenerlo — Jooheon le llevó la contraria de inmediato, por otro lado Hoseok corrió la silla y acomodó su traje para que todo estuviera en orden.
— Cállense los dos, nadie va a ser despedido. Voy a decirle la verdad, que he trabajado fuerte durante tres años, le explicaré mi situación y luego.... Y luego, no sé. Él entenderá, no puede ser tan malo como ustedes dicen.
algo en sus propias palabras lo motivaba a no temer.
— Bueno... — Changkyun no lo creía mucho
— El puesto de mascota aún está vacante. — El comentario de Jooheon no hizo más que molestarlo, así que lo ignoró por completo. Rodando los ojos fue directo al pasillo, varios de los que pertenecían al departamento miraron al hombre de cuerpo fornido caminar a paso seguro, asombrándose de que luciera así, pues fueron testigos de lo sucedido nada más el viernes.
Sin prestarles atención Hoseok atravesó el pasillo un tanto angosto para su gusto, ignorando que era incomodo para el siguió dejando atrás una a una las diversas oficinas que conformaban ese pasillo, hasta llegar a la última que era en la que se suponía debía estar el sujeto.
Tomó aire una vez estuvo de pie frente a la puerta.
Antes de tocar arregló bien su cabello, su traje azul y movió la boca para así articular bien cada palabra que tuviera que decir, quería que todo fuera perfecto y obviamente conservar su trabajo. Cuando sintió que estaba preparado tocó con sutileza la puerta, dio dos toques y esperó a que le indicaran de pasar, pero eso jamás sucedió, en su lugar una risa estridente y descontrolada lo recibió y frunció el ceño por lo extraño y desproporcionado de la situación; sin esperar más volvió a intentarlo pero el ruido se repitió, así que sintiendo que era lo mejor abrió la puerta por su cuenta, la abrió y contrariado miró al hombre que estaba frente a la computadora roto de la risa.
Increíble.
Una melodía que reconoció de algún programa infantil se extendía por toda la oficina y se sorprendió un montón al ver la manera en que aquél sujeto se reía con absolutamente todo su cuerpo. Frunciendo el ceño aún más, inclinó la cabeza para detallarlo mejor, y conforme lo hacía un enorme y poderoso sentimiento de angustia y horror se fue intensificando, sus ojos comenzaron a expandirse e incluso fue peor cuando aquél sujeto lo miró por vez primera.
— ¡Mierda! — El rubio saltó en su silla y rápidamente cerró el programa que tanta risa le causaba, enseguida intentó acomodarse, en tanto miraba a todos lados pretendiendo lucir serio, muy contrario a lo que ya Hoseok había presenciado. — Yo- ammh... ¿Quién diablos es usted? No le enseñaron nunca a tocar la puerta? ¡Largo de aquí! — Su voz seria ni siquiera venía al caso, Hoseok se quedó de pie en medio de la oficina en silencio, un absurdo silencio que le calaba los huesos. — ¿Hola? ¿Va a hablar o se va a quedar ahí de pie? Interrumpe mi trabajo.
— Yo- Señor, yo soy... — Hoseok sintió su corazón latir tan rápido, que creyó que se saldría de su pecho, las manos comenzaron a sudarle y desvío la mirada por un momento a una de las esquinas que era decorada por una verde planta. ¿De verdad era apropiado decir quién era? ¿Sería él capaz de reconocerlo?
— Déjeme adivinar, Lee Hoseok. — El rubio sonrió y tomó una pluma que descansaba a un lado en el escritorio y se dedicó a firmar algún papel. — Recuerdo que es usted quien tiene un día libre a la semana. No estoy seguro de qué clase de trabajador sea usted, pero no paso por alto ningún tipo de holgazanería.
— Señor Chae, no es lo que piensa. Yo- —Ni siquiera podía hablar.
— ¿Entonces qué es? Sus compañeros se esfuerzan el doble, mientras que usted deja su puesto solo. Por favor explíquese.
Hoseok se quedó en silencio mirando fijamente al hombre que tenía en frente, parecía que él no recordaba absolutamente nada y por un momento sintió alivio; sin embargo seguía siendo complicado porque no se sentía satisfecho del todo ¿Qué debía responder y por qué debía de estar en una situación igual?
— Trabajaré duro de ahora en adelante. — hizo una reverencia mientras se mordía el interior de la mejilla, su corazón seguía latiendo a una velocidad increíble y el nerviosismo lo hacía lucir inquieto.
— Es lo mejor que puede hacer si quiere mantener su puesto. Así que... — HyungWon se levantó un poco de la silla mirando por encima del hombro de Hoseok, asegurándose si la puerta estaba cerrada — Venga aquí — Hoseok abrió los ojos incrédulo de lo que escuchaba.
— ¿Pe-pe-perdón?
— Que venga, hombre. — Le insistió y Hoseok miró hacia atrás. No quería, es más, estaba a punto de salir de ahí, pero él seguía insistiendo. — ¿Está sordo? Muévase que no tengo tanto tiempo. — Dando un paso adelante se decidió a acercarse, su pecho era un lío y con cada paso que dio hacia él creyó desfallecer; el rubio de su cabello era algo que le sentaba muy, muy bien, sus facciones eran un poco más masculinas que años atrás y su forma de vestir era tan liberal como en ese tiempo.
Estando cerca aclaró la garganta y miró a otro lado para no caer.
— Señor...
— Venga, usted quiere mantener su puesto y yo el mío ¿no? Así que ¿Puede leer esto por mi? — Hoseok lo miró sin entender — Verá, es que- bueno... Es complicado, pero no se me va bien el leer algo tan extenso y necesito tener la revisión para mañana. Si lee por mi, le aseguro que no perderá su puesto.
— Me está-? Perdón, pero ¿me está chantajeando? — la ofensa fue real, Hoseok prácticamente lo miró con un rencor único y HyungWon soltó repentinamente las carpetas que sostenía, haciéndolas estrellar contra el escritorio.
Apretándose el puente de la nariz, el rubio alto cerró los ojos ante la desobediencia del otro.
— Aagghhhh — Hoseok escuchó una especie de ruido proveniente de la garganta del otro hombre, no comprendía su comportamiento, pero de lo que sí estaba seguro, era que el HyungWon que conoció años atrás no estaba por ningún lado; el sujeto frente suyo era un completo imbécil. — Usted necesita su puto trabajo y yo necesito mi puto trabajo ¿no? — de repente su tono de voz se elevó y comenzó a gesticular con sus manos sin control— Haga lo que le digo y no presentaré ningún reporte. ¡Hágalo, le subiré el sueldo si eso es lo quiere!
— Yo-
— ¿Eso es todo? ¿No dirá nada más? — el rubio se veía realmente fuera de sí, molesto a más no poder — Voy a llamar de inmediato, los llamaré en serio. — levantó la bocina y Hoseok se alarmó todo.
— Espere, pero ¿Qué es lo que quiere que haga exactamente? Ya tengo el suficiente trabajo con todos los proyectos diarios que registro, ¿Cómo podría hacer el suyo también? Esto- esto definitivamente no es legal, ¡yo podría demandarlo!
— Hágalo, pero perderá su puesto de igual forma ¿no? Sólo lea los informes, que yo me encargaré de dibujar planos y autorizar sus dichosos proyectos.
La manera descarada en la que aceptaba que quería quitarse trabajo de encima hizo molestar a Hoseok, así que frunció el ceño en completo desacuerdo con su forma de actuar; pero también temía que no estaba teniendo más salidas.
— ¿Sólo tengo que leerlos? — El rubio asintió varias veces antes de hablar.
— No logro concentrarme e interrumpe mi investigación en-un- en un nuevo programa especializado en infancia de- en mmmm...
— ¿Pocoyo?
— ¿Tiene usted algo contra Pocoyo? Eehhgggg
— Yo-no, no. Haré lo que me pide... Pero — Hoseok tomó aire — Quiero ese aumento de sueldo que me promete — Hoseok habría esperado negociar cualquier cosa, menos un aumento de sueldo. Creía que todo era una maldita broma, hasta que HyungWon chasqueo los dedos.
— Perfecto, lo haré posible ya que es inteligente. Hablaré para que el aumento de sueldo se vea reflejado en el próximo corte, pero antes — Saliendo de su escritorio se acercó a Hoseok observándolo intensamente, la manera en la que lo veía hizo que el hombre de cuerpo fuerte temblara entre su ropa, sus sentidos se difuminaron y prácticamente el ruido al rededor se disipó. — ¿Lo he visto en algún lado antes?
La pregunta fue un detonante, rápidamente Hoseok buscó en su cabeza una respuesta a la pregunta y aclarando la garganta miró a otro lugar.
— No. No lo creo.
— Por un momento creí haberlo conocido de algún lado, pero ya veo que no. — el rubio sonrió aliviado — Me gusta asegurarme desde que no soy bueno recordando rostros, siempre olvido cosas y las personas tienden a ofenderse ¿Me comprende?
— S-sí...
— Bueno, en tal caso, me parece interesante que haya decidido aceptar mi propuesta. Cuando termine de leer todo puede pasar de nuevo a mi oficina; venga después de que sea termino de jornada, así podemos hablar un poco más. — La manera en que se llevó el cabello hacia atrás lo dejó confundido, no dijo nada de inmediato, sino que se quedó mirándolo sin mover ni un sólo musculo, y cuando sintió que estaba demasiado fuera de lugar, retrocedió aclarando la garganta por cuenta nueva.
— Sí... Claro... Tomó las carpetas rápido bajo la mirada atenta del rubio y salió de la oficina yendo directo a su puesto de trabajo. Poniendo las carpetas sobre su escritorio tomó asiento y cerró los ojos muy fuerte.
— ¿Hoseok? — Jooheon fue el primero en hablar, pero Hoseok no respondió nada . él simplemente se quedó intentando lidear con el enorme estrés que le estaba generando el extraño encuentro.
— Oh, por dios, está pálido ¿Le sucede algo? — escuchó a la señorita Kim hablarle, pero él lo único que necesitaba era un minuto para recuperar el aire que HyungWon le había robado, sólo un minuto para recuperarse de la impresión...
Un minuto.
— ¡Hoseok!
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Hola! I'm here again.
Este es un nuevo capitulo de 14th, espero que lo disfruten, que se entretengan y por supuesto estaré atenta a cualquier comentario o petición que tengan.
las re amo un montón, manténganse bien y deseo que siempre estén felices <3 ¡Nos vemos en la próxima!
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