Quinto Flechazo
Aceptación
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— ¿Uh?
— Tengo hambre, dame de comer. — HyungWon rodó por la cama doble y quedó con la cabeza colgando de un extremo de la misma, ahí se dedicó a ver las cortas piernas de su archienemigo.
— Claro que no. — El hombre bajo se negó en absoluto a ser cordial con él, de ninguna manera. — Lárgate de mi casa ¿Crees que estoy feliz de saber que te llevarás a mi novio a tu casa el día de San Valentín? ¡Eres un aprovechado! Sólo porque tengo que trabajar en la cafetería ese día; juro que si pudiera golpearte ahora mismo lo haría.
— Cancelé nuestra cita. no haré nada para conquistar a Hyunwoo, no me interesa.
Kihyun abrió los ojos tan grandes que casi fue tierno verlo sorprenderse.
— ¿En serio? ¿Lo dices en serio?— Eso era alentador, bastante tranquilizante si venía de la propia boca de HyungWon, quien siempre era tan insistente.
— Seeee — El mayor dio una vuelta más quedando sobre su estómago y miró a Kihyun a la cara. — ¿Cómo hiciste para conquistar a Nunu con esa estatura? — Debía de haberlo previsto, que su hyung nunca podría decir o tratar un tema de manera seria jamás. El menor cerró los ojos cada vez más impaciente por la presencia sin vergüenza de HyungWon en su casa y sintió la ira surgir desde lo más profundo.
— ¡Yak! — Gritó fuerte y se fue contra el mayor, quien saltó de la cama corriendo por toda la habitación sin dudarlo dos veces; lo más importante en ese momento era su vida. — ¡Más vale que vengas aquí, hyung!
— ¡Está bien, está bien! — Lo detuvo con sólo alargar su brazo delgado pero fuerte y se tiró en el suelo cansado. Kihyun no pudo hacer nada contra ello, la palma de su mano le había cubierto casi por completo el rostro y eso lo espantó, porque creía que le iba a aplastar el cerebro en un abrir y cerrar de su mano; una vez hubo recuperado el aliento, soltó un bufido mirando al mayor desde arriba y se tiró a su lado para acompañarle.
— Habla ya. ¿Por qué estás aquí, hyung? Siempre dijiste que odiabas venir a mi apartamento porque es estrecho, de hecho lo llamaste "Pocilga hogareña". — Se lo reclamó al ser consciente de que era verdaderamente extraño, HyungWon no solía visitarlo muy seguido y cuando lo hacía era básicamente porque huía de Minhyuk o tenía algún problema que no podía solucionar.
Curioso se preguntó qué pasaba ahora que era de tan alta urgencia.
— Lo es. — Comentó y miró hacia un lado al menor que fruncía el ceño; parecía que nuevamente se enojaría por su palabras, pero qué más daba, ya las había dicho sin pensar en las consecuencias. —Es condenadamente estrecho, pero cálido como un nido de gallina. — Completó al final y a Kihyun no le sorprendió nada su respuesta. HyungWon se quedó pensativo por unos segundos en los que miró hacia la puerta de la habitación por encima de la silueta del menor y sólo después de formular bien la pregunta habló mostrando su faceta más curiosa.—
¿Fue muy difícil para ti hacer que Hyunwoo se fijara en ti? — Soltando el aire y aflojando el cuerpo Kihyun negó con la cabeza antes de responder cualquier cosa.
— En realidad no lo sé. — Confesó — Creo que no soy el indicado para decirte nada — Lo dijo con pulcra sinceridad, sus ojos se movieron rememorando aquellos días y nuevamente los enfoco encontrando aquél recuerdo cálido que hacía que su corazón se detuviera, que provocaba que su respiración se entrecortara. —Fue Hyunwoo quién se acercó a mi y yo sólo- no sé, es atractivo ¿no? Claro que no podía ignorarlo. Estaba enamorado de él desde mucho antes.
Sintiéndose aún más cansado, HyungWon llevó sus largos brazos atrás de su cabeza apoyándola en ellos y mirando al techo se preguntó si es que quizá no era atractivo para Hoseok; debía ser así. Le mostró en variadas ocasiones lo tan enamorado que se encontraba de él, se lo dijo en voz alta e incluso le prometió hacer lo que sea que él quisiera ¿Qué más necesitaba alguien para poder entender algo tan simple? Hoseok no era idiota, él era muy inteligente y la única razón de peso que quedaba era aceptar que para él su imagen le resultaba poco atractiva.
Quizá desagradable.
— Debe ser eso, seguro. —Lo musitó muy convencido de que así era.
— ¿De qué hablas ahora? —Kihyun estaba curioso de la manera en la que el mayor se centró en sus pensamientos, para finalmente hablar por su cuenta; la verdad es que usualmente hacía eso y no era de sorpresa ya, más si lo fue su respuesta dicha en un tono serio, uno que no era común en él.
— Que soy un hombre poco atractivo. Yo debo ser horrible físicamente ¿No es así?
Kihyun soltó a reírse como un loco y se giró a verlo después de un momento aún con la risa insertada en su boca.
— Oi! Créeme, hyung, he visto hombres feos y ninguno tiene alguna relación contigo. Inventa algo más si quieres tanto llamar mi atención. —El menor secó las lagrimas producto de la risa y negó con la cabeza aún incrédulo ¿Su hyung feo? Si era una leyenda en la facultad de arquitectura, pasaban los años y nadie dejaba de hablar de aquel hombre descomunalmente bello que no hacía sino locuras, no había nadie que no hablara de su belleza, incluso temía perder a su novio por culpa de ello, Dios...
Sentía perder la cabeza ante tal conclusión de su parte.
— ¿Por qué? ¿Si no es porque soy horrible, entonces qué hace que Wonho hyung me rechace cada vez? — La risa que antes predominaba en el menor fue disipándose de manera gradual, hasta que sus ojos se enfocaron en HyungWon que se cuestionaba aún serio, muy centrado, mucho más que nunca, así que no le tomó mucho entender que hablaba en serio.
Parecía frustrado quién sabe por qué cosa.
— ¿Wonho? — interesado sobre eso Kihyun optó finalmente por sentarse cerca de HyungWon, él seguía mirando al cielo del lugar y hablaba un montón de cosas que no lograba comprender por lo vagas que resultaban ser. — ¿Es algún artista?
HyungWon suspiró.
— Es mi crush de la universidad... — Comentó desanimado, aún pensando en que inclusive se bañaba todos los días y supo ir al centro comercial junto a Jaein en busca de la mejor ropa que llamara la atención de su hyung; ahora, simplemente era decepcionante su actitud.
— Con que crush.... ¿HyungWon hyung tiene algo como eso? — Su amigo el menor estaba incrédulo, y quizá si era muy extraño hablar de su crush luego de tanto tiempo, pero es que era tan simple como eso.
— Por supuesto que lo tengo.
— Pensé que estabas detrás del trasero de mi novio porque te gustaba él. — El menor no alcanzaba a comprender ciertas cosas que decía HyungWon en pleno azar y que le parecían contradictorias; mirándolo también se puso a detallar con minucia las razones por las cuáles alguien como el mayor diría de la nada que es feo, cuando la verdad del asunto es que el hombre era tan bello como un demonio, era indiscriminadamente atractivo y eso era lo más desconcertante de todo. — ¿Alguien está molestándote? ¿Te están diciendo cosas malas? — Su instinto protector salió a flote en cuestión de segundos, en los que no tardó en deducir por su propia cuenta que quizá su hyung estaba siendo acosado por alguien que quería hacerlo sentir menos con sus horribles palabras y como un tonto HyungWon interpretaba eso como amor.
El mayor negó con la cabeza.
— Te equivocas... Al principio me atraía mucho Hyunwoo y deseé hacerlo mío a como de lugar, pero luego me di cuenta de que él te ama demasiado y que no tendría ninguna oportunidad de llevarlo a mi cama, a menos que fuera Yoo Kihyun — Se quejó soltando un bufido. — Es un fastidio, pero lo entiendo. — Al escuchar aquello por parte de HyungWon, el menor sonrió satisfecho y se tiró al lado de él que seguía analizando quién sabe qué cosa en su cabeza; no sabía quién podría ser el sujeto aquél del que se enamoró, pero estaba completamente seguro de que debía ser un idiota si no se daba cuenta de cuán bello resultaba ser su hyung.
Y una nueva pregunta surcó su mente.
— ¿Es tan importante para ti ese tal Wonho? — Era simple curiosidad, tenía intención de saber lo que por su mente pasaba y que a veces era tan impredecible. Kihyun lo vio soltar un suspiro bastante significativo y sonrió porque en serio comprendía el sentimiento.
— Lo amo con todo mi corazón, pero no logro hacer que me acepte de ningún modo. — Una de las cejas de Kihyun se alzó en contraposición a lo que decía.
— ¿Realmente lograrás algún día hacer algo como eso? — HyungWon lo miró intentando entender su punto. — No puedes obligar a nadie a gustar de ti, hyung, si él realmente no quiere estar contigo entonces no lo estará. Y no pienses que es culpa tuya o tu apariencia física, es simplemente que las cosas no siempre están a nuestro favor.
— Ah...—El rubio de maravillosa belleza compendió al fin lo que le decían, sus ojos se opacaron y asintió desde su posición.
— Aish, este hyung. —Comprendía lo doloroso que resultaba darse cuenta de que tu amor no sería recompensado de ningún modo, la pesadez y la desolación, pero darle esperanzas era incluso peor que nada. Aún apacible siguió buscando saber más sobre lo que sucedía entre ambos. —Seguramente no te fijaste siquiera si lo ponías incómodo con tus confesiones locas y sólo fuiste a él diciéndole un montón de cosas raras ¿no es así? Aigoo, te conozco.
— Define 'Cosas raras' — Kihyun ni siquiera tuvo que preguntar más por ello y simplemente intuyó que así fue; soltando un suspiro lleno de resignación pensó en algo que podría serle de ayuda a su hyung.
— Creo que lo que deberías hacer es ir con él y disculparte, HyungWon hyung, muéstrale tu sinceridad y luego lleva las cosas con calma.
— Con que disculparme...
Quizá debería.
◇◇◇
6:30 AM
La mañana estaba llana de nubes grises y no paraba de llover desde muy temprano en la madrugada, así que aprovechando ese ambiente que era embriagante —Porque amaba los días así. — HyungWon se quedó por un tiempo indeterminado en la bañera, vio pasar el patito amarillo de hule que había sido regalo de Hyunwoo, lo vio navegar de un lado a otro y soltó un suspiro profundo. Colgando la cabeza a un lado de la bañera cerró los ojos y mientras escuchaba la lluvia caer recordó el instante en que conoció a Hoseok.
Fue en su primer día de clases, muchos tenían ya formados sus grupos de amigos y él era el único que se mantenía solo en un rincón, simplemente porque no creía que pudiera encajar jamás en un sitio como ese, aunque su hermano Minhyuk le hubiese dicho que al final lo lograría con esfuerzo y dedicación. Entre todos, Hoseok brillaba de todas las formas y sentidos posibles, rememoró su sonrisa y el cálido sentimiento que afloró en su pecho una vez le habló.
Un saludo, sólo eso bastó para caer totalmente enamorado de él y su manera de ser tan relajada, tan dulce y atractivo.
Para HyungWon no existía otro hombre que pudiera comparársele, y sinceramente, si se quedó soltero por tanto tiempo luego de eso, era porque no perdía la esperanza de que en algún momento de la vida lo encontraría de nuevo; sólo que no esperó que en esas condiciones y menos en esa situación tan extraña. Estaba sorprendido de sí mismo, creyó que lo que sentía por él en la actualidad era sólo un simple deseo inconcluso, pero apenas tuvo la oportunidad estar cerca de Hoseok no fue de nuevo ese chico tímido y tonto que se dejaría manejar como una marioneta, no, sorprendentemente le mostró esa parte salvaje e indomable que frente él en aquel entonces ocultó y quiso mucho que lo conociera como realmente era.
Abriendo los ojos su determinación brotó de ellos como una ola de fuerte voluntad ilimitada.
Hoseok podría haber huido en el primer momento en que lo vio siendo él mismo ¿Por qué no lo había hecho aún? Estaba parcialmente convencido de que debía aliviar la situación siendo sincero con él, así que daría lo mejor de sí para intentar que el mayor aceptase su corazón sin miedo al rechazo, porque estaba completamente seguro que aunque no lo amara de vuelta, igualmente presentía que Hoseok no le era completamente indiferente; lo podía deducir por muchas razones, pero en especifico por aquella vez en la sala de reuniones...
Soltó a reírse y cubrió su rostro sonrojado.
Nunca creyó en serio que escucharía esos sonidos provenir de la boca de alguien como Hoseok, soltando un suspiro bajó las manos abriendo los ojos y deseando en serio poder escucharlo de nuevo; de verdad creía que podría hacerse adicto sólo con eso...
◇◇◇
Salió del ascensor siendo consciente de que era buena hora. Apenas puso un pie fuera lo primero que hizo fue ver hacia el cubículo de Hoseok, pero no logró ver su cabellera naranja, en su lugar casi se estrella de frente con la señorita Kim.
Esa mujer...
— Disculpe, Director Chae ¿Le gustaría tomar un café? Conozco una cafetería cerca de aquí que podría gustarle.
¿Y a él que le importaba?
Su voz se le hizo muy molesta, así que trató de pasar un por un lado ignorándola, más ella de nuevo le cortó el paso poniéndose enfrente suyo.
— La cafetería es muy de su estilo ¿Sabía?
— ¿Ah, sí? Debería decirme el nombre, así iré por mi cuenta. — Lanzó una falsa sonrisa sin un interés en específico y buscó de nuevo abrirse paso hacia su oficina, sin embargo la mujer insistió en seguir bloqueándole el camino.
— Me gustaría que fuera conmigo, Director Chae.
— ¿Quién diablos es "conmigo"? — HyungWon frunció el ceño al no entender ni saber de verdad a quién se refería.— Mire aquí, si quizá usted está rabiosa de que interrumpí su imprudente descarado acto, pues -
— ¡No estoy molesta, Director! No lo estoy... —Ella se sonrojó y murmullos comenzaron a escucharse por toda la oficina. — Realmente yo- Verá, yo- yo quiero conocerlo, acercarme a usted. Quiero ir a esa cafetería con usted. — HyungWon sintió cómo un tic se formó en su ojo derecho, y como campanas en el cielo, el timbre del ascensor sonó anunciando su llegada; de el salió Hoseok, y tanto él como HyungWon se sorprendieron de encontrarse de frente.
— Bueno días. — Hoseok hizo una leve inclinación saludando, una que respondió respetuosamente la mujer, mientras que el menor de cabello rubio se quedó mirando algo con demasiada insistencia. Hoseok continuó hasta su puesto de trabajo sin nada más por decir, en eso la mujer de cabello castaño volvió a captar su atención que se mantenía centrada en el mayor.
— Director ¿entonces acepta mi propuesta? — Lo preguntó de nuevo y HyungWon soltó un bufido furibundo.
— No me interesa en lo más mínimo. — Fue su respuesta antes de seguir hasta su oficina con el ceño profundamente fruncido.
◇◇◇
— ¿Se puede saber por qué estás asesinando tu carne hoy? — La curiosidad de Jaein era una mezcla de ironía y encanto; ella sonrió y cortó de manera fina su carne, en lo que HyungWon bufó por millonésima vez en el transcurso del día.
— ¿Qué se cree llegando tan tarde a la oficina? Debí reprenderlo ¡debí de haberlo hecho! — HyungWon refunfuñaba, ni siquiera hablaba sino que refunfuñaba mientras intentaba cortar un pedazo de carne; no se daba cuenta que tenía los cubiertos al revés, más Jaein no quiso distraerlo de su osadía sin sentido y aprovechó para reírse del momento.
— ¿Lee? — Al escuchar ese apellido HyungWon soltó sus cubiertos contra el plato de manera estridente; fue repentino, totalmente impulsivo al punto de asustar a su acompañante, el hecho hizo incluso que muchas personas a su alrededor lo miraran con desaprobación y molestia, pues pensaban que era una pelea de pareja la que se estaba formando ahí.
— ¡Ese hyung insensato! — Se jaló los cabellos rubios y cerró muy fuerte los ojos queriendo estalla en llanto desenfrenado por la impaciencia y la mucha frustración que cargaba de repente. Por su parte, Jaein calmó a la gente a su al rededor y siguió comiendo tranquila y acostumbrada a las rabietas públicas de su amigo. — Hoy llegó luciendo como si recién hubiese dejado la cama de alguien, su cabello estaba húmedo ¡Y olía a perfume de mujer!
— Oohh.... — HyungWon sabía que ella estaba disfrutando del momento, pero por su parte no hizo más que sentir inconformidad con cada una de las acciones por parte del mayor. — Incluso si es así, debes estar dispuesto a confirmarlo. Creo que debe haber un razón ¿no crees?
HyungWon abrió grande los ojos debido a sus palabras. El no estaba loco, sabía lo que había visto. — ¿¡Quieres decir que lo estoy malinterpretando!? — Se detuvo un momento a pesarlo bien, quizá Jaein tenía razón, no había podido constatar nada ¿Quién podría asegurar lo que por su cabeza estaba pasando? Solamente Hoseok, así que cerró los ojos y tomó una buena bocanada de aire. — Hablaré con él.
— Ese es nuestro HyungWon. Estaré apoyándote. —Ella lo pensó un poco antes de continuar — Recuerda tener la suficiente paciencia, no olvides eso.
Otras cuatro horas pasaron antes de que pudiera siquiera animarse a llamar a Hoseok. Las palabras de Jaein durante el almuerzo fueron de verdad gratificantes, pero cuando fue consciente de que no sabía exactamente cómo debería de acercarse a Hoseok para preguntar lo que había estado haciendo la noche anterior, fue cuando los nervios lo atacaron con todo, las manos le sudaban y al levantarse de su silla tropezó casi cayendo al suelo; lo único que lo evitó fue que logró aferrarse a su escritorio.
Suspiró saliendo del pasillo y miró hacia el cubículo en el que se encontraba Hoseok; llenándose de fuerza movió los labios.
— Señor Lee ¿Podría pasar a mi oficina un momento? Es urgente. — Lo dijo y vio como el hombre levantaba la cabeza para verlo. Regresando a su oficina a buen paso, entró y miró que todo estuviese bien, incluso intentó acomodar su corbata, eso antes de escuchar dos claros toques a la puerta; en seguida abrió encontrando que era Hoseok.
— He venido porque ha dicho que era urgente ¿Sucedió algo? — HyungWon esperó a que terminara de entrar antes de cerrar la puerta y mirarlo desde atrás; era tan sensual y tan fuerte. Tomó otra bocanada de aire yendo directo a su escritorio, ahí se sentó, ignorando que tenía una silla que funcionaba a plenitud.
— Quería hablar contigo hyung. — Se lo dijo muy despacio mirándolo directamente a los ojos , lo hizo con calma para que entendiera que realmente le era importante y porque no quería terminar en una nueva discusión sin sentido que no le permitiera mostrar lo mucho que deseaba que las cosas cambiaran para bien; hizo una pausa, se mordió el interior de su labio y soltó el aire nervioso por si sería capaz de lograr algo bueno. — Hoy llegaste tarde... — Sus ojos lo fijaron esperando una respuesta de su parte, más Hoseok hizo algo incomprensible.
Hoseok hizo una leve reverencia.
— Fue mi error, haré que no vuelva a suceder. — Lo dijo muy serio y volvió a ponerse erguido. No era la respuesta que quería, y tampoco le gustaba la manera fría y distante en la que estaba siendo tratado ¿Qué pasaba con lo que sucedió días atrás en la sala de reuniones? ¿Por qué ahora de este nuevo rechazo tajante e hiriente? Tal vez aquello ya no importaba en esa situación, así que mantuvo la paciencia y sonrió a medias intentado no perder la compostura como solía hacerlo; era muy, muy difícil para él, pero algo en su interior relacionado a los sentimientos por el mayor lo mantenía ahí centrado queriendo entender todavía.
— E-¿Estabas con alguien anoche?
Lo intentó de nuevo, pero cada intento terminaba en un horroroso fracaso.
— No creo que eso sea algo a lo que esté obligado a responder, director.
¿Director?
HyungWon comenzó a sentir esa extraña sensación de enojo subir por su nuca, un tic se apoderó de su mejilla e intentó sonreír como lo había estado haciendo minutos atrás, pero lo único que logró fue que en su rostro se reflejara una expresión extraña, muy desfigurada.
— ¡Aarrghhh! Bueno, ya que soy yo quién lo está preguntando, pensé que hyung podría responderme, ¡traías perfume de mujer encima! ¿no te parece que eso merece una explicación?— Un pesado suspiro resonó entre las cuatro paredes, HyungWon vio fijamente cada movimiento del mayor y frunció el ceño al no comprender el por qué de su repentino cambio de humor y acciones; de alguna manera se sentía igual que al principio.
— Tú, mocoso ¿a quién crees que le hablas así? Entiendo que seas el director, por lo que he hecho todas las malditas cosas que me has pedido hasta ahora, pero hasta ahí llegas tú. Lo que haga o deje de hacer con mi vida privada no te corresponde saberlo ¿entendiste? — Hoseok le punzó el hombro con su dedo mirándolo fríamente, sin embargo HyungWon no quiso rendirse en el tema. Tomando su mano lo miró con el sufrimiento plasmado por todo el rostro.
— Lo siento. — Comenzó siguiendo el consejo de Kihyun, definitivamente debía haber algo que pudiera hacer. — Si hice algo mal entonces dímelo, hyung, lo haré mejor esta vez. Lo prometo.
Se lo suplicó, pero él no entendía...O no quería entender.
— Tsk... — Hoseok apartó a HyungWon de un empujón. — Lo que quiero es que dejes de acercarte a mi, no vuelvas a buscarme si no es por trabajo. No quiero tener nada que ver contigo.
— ¿Por- por qué, hyung? —Sus ojos se expandieron ante el horror de sus palabras— ¿Qué te lleva a ser así conmigo otra vez? ¿Es por mi?
Esperaba que no, por favor, que no.
— Es asqueroso... — El paso que daría HyungWon hacia Hoseok se detuvo y en lugar de eso el desconcierto lo abordó. — Dos hombres estando en ese tipo de relación es simplemente asqueroso. Te lo dije, no soy un jodido homo, pero sigues insistiendo tanto en tratar de arruinar todo como en aquél momento ¡y no quiero! ¡No es como soy, así que deja de joderme con tu mierda!
Molesto.
HyungWon se molestó en serio por su actitud, por la manera fría en la que le hablaba y la forma en que se refería a algo tan natural. Apretando los puños sintió una opresión en el pecho, los ojos se le llamaron de lágrimas y sin siquiera preverlo alzó su mano estrellándola enseguida contra la mejilla de Hoseok; él estaba aturdido, por supuesto, no tardó nada en caer en cuenta de lo que el menor le había hecho en, lo que él mismo determinaba como, un berrinche tonto, así que furioso se abalanzó sobre HyungWon sin dudarlo.
— ¿¡Estás loco!? — Para Hoseok era muy sencillo sacudir a alguien alto y delgado como HyungWon, sin embargo este no dudó ni un segundo en volver a levantar las manos y comenzar a arremeter contra el mayor en un acto de profunda frustración y decepción; para detenerlo Hoseok tuvo que tomarlo de las muñecas, asombrándose de encontrar una inexplicable expresión en su rostro una vez logró detenerlo parcialmente. —¡Quieto! ¡Te estoy diciendo que te detengas, HyungWon! — Volvió a hablarle, esta vez agitado por la lucha, y se sorprendió de sentir cómo ese cuerpo delgado y tenso comenzó a aflojar poco a poco; sólo así se separó permitiéndose al fin tocar su rostro que dolía. — Búscate a alguien más. No vuelvas a acercarte a mi ¿entendido? No estoy bromeando, la próxima vez no seré amable.
Hoseok soltó un bufido antes de salir por completo de la oficina, él lo dejó sólo mientras que su mente se llenó de un montón de cosas que no comprendía, todo se revolvía, una a una llegaban y se difuminaban sin dejar que nada fuera claro realmente, salvo una cosa; en medio de ello salió abriendo la puerta de par en par y caminó con afán hacia el ascensor, por más que le preguntaron a dónde se dirigía no respondió, simplemente caminó en una dirección específica y cuando entró por la puerta asustando a la enfermera, fue cuando por fin se detuvo.
— ¿HyungWon-ya? — Ella estaba espantada de verlo ahí y de inmediato corrió alarmada llamando a Minhyuk, quien no tardó nada en aparecer absolutamente asombrado de verlo en su consultorio.
— HyungWon, pero ¿Qué fue lo que sucedió? — Los labios del menor temblaron antes de romper a llorar.
Le dolía todo, estaba confundido, asustado y herido; en serio HyungWon no comprendía qué había hecho tan mal.
◇◇◇
— ¿Crees que es bueno que siga yendo a esa empresa con todo lo que sucedió? — La pregunta por parte de un airado Hyunwoo supo poner a pensar a Minhyuk, quién se perdió por un momento en sus pensamientos. No sabía que las cosas se podrían así de complejas y distorsionadas, sólo creyó que si permitía que el tiempo lo resolviera todo, seguramente algo bueno de ello tendrían ambos, pero no contó con el factor primordial de que ambos eran absolutamente impredecibles.
— Si ha ido después de tanto, es porque realmente quiere, Hyunwoo. Le di la opción de descansar un par de días, pero no quiso y simplemente fue como cualquier otro día. — El castaño acomodó sus lentes soltando un quejido por lo cansado del asunto— Respeto sus decisiones porque es un adulto ¿Sabes? soy su hermano mayor y fui su medico, pero eso no me da el derecho de intervenir en su vida privada a mi antojo, no el suficiente; además, Kihyun se ofreció a llevarlo para asegurarse de que todo iba bien y él dice que entra a la empresa y no vuelve a salir, así que seguramente lo está haciendo bien.
El moreno bufó inconforme todavía.
Hyunwoo pensó por varios segundos y recordó lo que era seguramente más importante de todo — ¿Crees que tenga algo que ver con ese Wonho? — Minhyuk tosió sin control al escuchar la pregunta, permitiéndole al menor saber de inmediato que era por eso; lo sabía, su hyung no era bueno para mentir de ningún modo. —Claro que lo es, no sé por qué lo pregunto. La última vez lo vi...mmm —Dudó un poco en si decirlo o no, pero a ese punto cualquier cosa ayudaría a aclarar las circunstancias. —Verás, salía del market del barrio de Kihyun junto a HyungWon hyung y nos encontramos a un sujeto extraño que parecía estar siguiéndolo, lo increíble es que hyung conocía a este tipo e incluso lo besó sin importarle que estaba ahí presente. — El menor mostró muy bien el impacto que tuvo y Minhyuk frunció mucho el ceño al escuchar lo que le decía —Minhyuk hyung, ese sujeto no me da buena espina. Él tipo es un loco que vive justo en el apartamento de enfrente de Kihyun y es un homófobo patán, que no hace sino molestar a Kiki cada que puede. No me gusta él, y si ese sujeto es el tal Wonho, entonces no voy a estar de acuerdo con que se acerque a HyungWon hyung por nada del mundo.
— ¿Dices que lo besó? — Minhyuk se quedó pensando — ¿Cuándo sucedió eso? — Hyunwoo vio el interés del mayor y volvió a hacer el esfuerzo por recordar.
— Hace poco más de una semana, creo — Comentó y miró al mayor de nuevo. — ¿Por qué? — Minhyuk miró un punto fijo en el suelo y luego cerró los ojos suspirando.
— Quizá sea más complicado de lo que pensamos, Nunu. — Tirándose por completo en el sillón se quejó a libertad. — Ese par de niños realmente.... — Hyunwoo, quien no entendía a qué venían esas quejas sin un claro contexto, movió la cabeza concordando al menos en el hecho de que sí era complejo; por ejemplo, ¿Cómo en la tierra podía HyungWon conocer al vecino homofóbico de Kihyun? ¿Y cómo era que ese tipo resultaría ser el antiguo amor de su amigo? Por supuesto que las cosas eran más complejas de lo que cualquiera pudiera esperar, pero no por eso significaba que pudiera permitir que siguieran así.
Sin mucho esfuerzo supo qué tendría que hacer en ese caso en especial.
— Iré a buscar a HyungWon para ir a almorzar. Quizá no entienda lo que está sucediendo, pero si puedo animarlo será suficiente. — Minhyuk asintió no intuyendo las verdaderas intenciones detrás de las palabras del moreno, él sólo lo aprobó porque sentía que su hermano necesitaba el apoyo de su amigo más cercano.
— Lo mejor que podemos hacer es eso, por su bien. La verdad es que... — El castaño miró a un sitio en específico dudando en sí sería lo correcto decirlo y luego soltó el aire demasiado intranquilo. — Creo que se hará más difícil cuando se de cuenta que Wonho no podrá corresponderlo como él quisiera.
— ¿Por qué lo dices?
— El señor Lee ha estado visitando nuestro consultorio, él ha dicho que ha conseguido una pareja, una mujer. Parece que es definitivo, Hyunwoo... — El moreno se rascó la nuca sintiendo que en serio era más que complicado. — HyungWon quizá no lo entienda a la primera, Hyunwoo.—Entendió el punto del castaño que se oía bastante preocupado, pero algo no era claro del todo.
¿Entonces por qué ese sujeto correspondió tan fervientemente al beso de su hyung?
Hyunwoo entendía que HyungWon era altamente impulsivo, pero estaba seguro de haber notado, en ese momento, que él no era el único que había iniciado todo; ese tal Wonho seguramente era un jugador de lo peor y estaba aprovechándose del enamoramiento de su hyung para jugar con él como se le antojaba.
Eso era de lo peor.
◇◇◇
Hyunwoo aparcó su auto fuera del edificio, en lugar de quedarse ahí, se preparó para salir y sacó su teléfono para escribirle a HyungWon de que lo esperara en su oficina, mientras iba de camino hacia dentro; pasar por la recepción no fue nada difícil, sólo tuvo que decir el nombre de HyungWon y confirmar que tenían cita fue suficiente. Estando en el ascensor se dispuso a pensar un poco en aquél trabajo que debía enviar justo después de San Valentín, bueno, HyungWon había cancelado la cita que tenían para ese día y Kihyun estaría trabajando en la cafetería donde trabajaba medio tiempo, así que a lo mejor lo visitaría un rato y luego iría a casa a estudiar.
Soltando un suspiro esperó a que cambiaran el par de números en el tablero y al llegar al piso al que necesitaba llegar, una vez abiertas las puertas, se encontró de frente con tres hombres de oficina; dos de ellos totalmente desconocidos para el, salvo por uno que distinguía muy bien.— Buenas tardes — Escuchó la voz de los otros dos hombres a quienes no conocía, por lo que hizo una pequeña reverencia terminando de salir del ascensor. Los tres hombres entraron y por alguna razón el moreno no pudo continuar su camino por donde se lo había indicado HyungWon en su mensaje de respuesta, en su lugar se giró en sus talones e impidiendo que las puertas del ascensor se cerraran por completo sorprendió a todos quienes ahí iban, dirigiéndose directamente al hombre fornido de cabello naranja, quién mantenía la mirada gacha pretendiendo no conocerlo.
— Ey, usted ¿Me permite un momento para hablar? No será demasiado, lo prometo. — Hyunwoo no esperaba fuera aceptar su invitación para hablar, y por la reacción de los otros dos sujetos, supuso que se volvería una situación compleja si no sabía manejar las cosas con responsabilidad; pero aquél hombre de cabello naranja sólo frunció el ceño y luego asintió aceptando lo que el menor le había pedido.
Así, sin más.
— Iremos a la terraza, ahí hablaremos mejor... — Comentó saliendo del ascensor.
— ¿Quieres que te esperemos? Lo podemos hacer, igualmente queda un buen tiempo antes del almuerzo. — comentó un peliazabache de voz profunda.
— Sólo esperaremos a que termines. — Decidió el hombre de hoyuelos y pequeños ojos, siendo el mayor quien negó con la cabeza antes de siquiera hablar.
— Sigan adelante, yo los alcanzo. — Con eso dio por zanjado el tema.
Una vez dispuesto a hablar, Hyunwoo se dedico a seguir al mayor hasta el lugar donde tendrían más privacidad, lo siguió cauteloso preguntándose siempre qué tendría de especial alguien como él, siendo que HyungWon estaba prácticamente desviviéndose por ese sujeto, pero llegó a la conclusión que los gustos de su hyung eran tan impredecibles como su vida misma; una lastima, ya que él merecía alguien que lo cuidara y comprendiera, que fuera tan noble y cálido como su hyung sabía ser a mayoría del tiempo.
Se detuvo en el momento en el que el otro lo hizo.
— Está aquí por HyungWon ¿No es así? — Lo escuchó preguntar con un tono que interpretó como hostil; pero él ni siquiera lo dejó responder, pues enseguida continuó hablando siempre de muy mal humor, quedándole claro a Hyunwoo que aquél hombre no tenía ni la más mínima buena energía y sólo era un patán intolerante. — Mire aquí, muchachito, no me interesa con quien o qué haga ese mocoso insensato ¿Entendido? Estoy fuera de esto, ni siquiera me interesa. ¡Pasó ya de querer saber!
¿Por qué sentía que quería preguntar algo más y no decir lo que acababa de decir? Hyunwoo comenzó a sentirse confundido.
Pero algo sí era claro.
— Bueno, sí, en realidad sí lo llamé aquí porque quería hablar sobre HyungWon hyung, y créame, es un alivio saber que no quiere acercarse más a él. Espero que no cambie de parecer, porque eso no sería bueno para hyung.
— ¿Cómo dices? —Por alguna razón el se ofendió con lo dicho, sus acciones se hacían más confusas con cada instante que pasaban ahí hablando, no obstante no permitió que eso le impidiera decir lo que pensaba sobre todo lo que sucedía al rededor de HyungWon, por culpa de aquel jugador inconsciente que al parecer no sabía ni siquiera lo que quería en su vida.
— Como escucha —Lo señalo un poco molesto también, sin miedo alguno se permitió a sí mismo mostrar algo de su temperamento que no era broma. — He escuchado mucho de usted ¿Sabe? sé que solía ser el sumbae de hyung durante la universidad y también sé que le rompió el corazón al dejarlo luego de haber jugado con él. Lo sigue haciendo, así que no estoy de acuerdo con que se acerque a él de ninguna manera, no importa cuánto él insista.
— ¿Qué?— un rojo poco común se apoderó de las orejas de Hoseok, su nica estaba roja también e hiperventilaba, eso fue suficiente para Hyunwoo entender que se encontraba realmente cabreado, así que se preparó para lo peor. Él lanzó un grito al aire y finalmente volvió a verlo — ¿Quién eres tú para decirme eso a mi? —Los ojos del mayor estaban inyectados de furia — Están saliendo, ¿cierto? ¡Lo sabía, ese mocoso va a escucharme!
De verdad que nada tenía sentido y comenzaba a sentir que esa conversación era una completa perdida de tiempo.
— ¿Está escuchándome? — Hyunwoo se lo cuestionó muy falto de paciencia— ¿Qué es lo que no entiende? — El menor soltó el aire y cobró las fuerzas necesarias para no rendirse en el intento de hacerlo comprender lo que en un principio parecía haber quedado claro.—Mire, Wonho o como se llame, en serio deje de acercarse a HyungWon hyung de manera que lo pueda malinterpretar, si alguien está equivocado aquí ese es usted. No puede pretender rechazar a una persona y luego ir hacia él dándole vagas esperanzas, eso es irresponsable y muy miserable de su parte. — El moreno bufó al final e hizo una pequeña reverencia. — Por favor, compréndalo y no culpe de mi mal comportamiento a hyung, él no sabe nada de esto.— poniéndose erguido observó lo desconcertado que se encontraba el otro. Dando la vuelta intentó regresar para encontrarse con HyungWon, pero fue detenido por Hoseok.
— ¿No estás tu con ese otro chico del apartamento de enfrente? —Un tipo de rencor especial supo percibirse en sus palabras dichas en un tono de reclamo exacerbado — También deberías alejarte de HyungWon ¿no?¿Por qué sólo yo tengo que ser maldecido? —Su voz se tornó temblorosa, abrió mucho los ojos queriendo entender y se señaló el pecho intensificando con la acción, sus palabras. — No me importa con quién salga él ¿ok? Pero tampoco estoy de acuerdo con que ese mocoso se enrede con un jugador como tú, ¡con cualquiera, menos tú! — Hyunwoo se quedó viéndolo sorprendido de lo que acaba de escuchar, sus ojos lo analizaron en el tiempo en que lo vio asustarse de su propia actitud infantil y luego voltear a ver a otro lado sin atreverse a decir nada más.
Hyunwoo por fin comprendió aquello que lo traía tan confundido desde principio y lo supo porque ya había sentido eso antes. Su teléfono sonó, así que lo respondió descubriendo que se trataba de HyungWon. — Hyung — Hoseok frunció el ceño mirándolo fijamente y agarró su brazo para impedir que se fuera. — Sí, estoy llegando. Espérame un poco. — Soltándose del agarre del mayor le dio una última mirada de advertencia y dio la vuelta yendo directo a la oficina del rubio. — ¿Tanto así? No te preocupes, podemos comer tus favoritos, camarones.
Ojalá ese hombre pudiera aclarar su sentimientos antes de que fuera demasiado tarde.
☽☽☽
Las calles esa noche estaban atestadas de personas, veía pasar un montón de diferentes tipos, unos eran oficinistas apurados, gente común, estudiantes, jóvenes adultos, ancianos; todos yendo a sus lugares de destino a ritmos variados. La mirada de Hoseok se centro por un rato en ello y finalmente fue a dar a una tienda al otro lado de la calle, una tienda de regalos que sabía estar bien decorada, totalmente lista para el día de San Valentín que sería en unos cuantos días.
Suspirando apoyó el brazo en la mesa y luego su cabeza en la mano, así se imaginó lo que sería del mundo si tan sólo el día de San Valentín no existiera ¿Por qué seguían insistiendo en que fuera tan importante? Era molesto, y más cuando pensaba en lo que había pasado justo en la tarde con aquél tipo grosero y quisquilloso que rondaba a HyungWon. Frunciendo el ceño sacudió la cabeza recordándose que eso ya no era su tema, si el mocoso insensato permitía que lo engañaran eso ya era su propio asunto
¿Por qué tendría que preocuparse? Ja, tendría que estar loco si lo hacía.
Igualmente, era problemático.
Ellos debieron tener algún tipo de cita esa misma tarde durante el almuerzo ¿no? Pasarían San Valentín juntos y eventualmente... Saldrían... ¿Cierto?
—Dios, no...—Lo murmuró profundamente angustiado. El pecho lo sintió pesado, su cuerpo estaba flotando y era como si no perteneciera a ese tiempo y mucho menos al espacio en el que se encontraba; pensó en que debió decirle a ese chico algo más que sólo las simples palabras que le dijo, a él, que se creía genial sólo porque sabía cuál era el plato favorito de HyungWon ¿Qué con eso? También lo sabía, era demasiado obvio si en la universidad sólo sabía comer todo lo relacionado a ello. Con un nuevo suspiro volvió a enfocar la vista en la calle, pero al cabo de varios segundos de ver pasar a la gente regresó a ser consciente de que se encontraba en un restaurante y que estaba en medio de una cita; abrió los ojos completamente sorprendido al ver el rostro inconforme de su novia.
— Lamento mucho que sea aburrido para ti, siempre olvido lo mucho que odias todo lo relacionado con el mercadeo, Hoseok.
— ¡No- no es eso! — Cerrando los ojos reunió toda su muerda y comenzó de nuevo.— Lo siento mucho, es sólo que no tuve un buen día...
— Está bien. —Ella siguió comiendo de manera muy delicada y elegante como sabía ser. — No es como si fuera la primera vez que lo haces. — Al cabo de un momento la mujer lo miró y sonrió a medias, su sonrisa ocultaba ese sutil enojo que se asomaba por cada una de sus diferentes facciones. Ella tomó de su copa de vino con delicadeza y Hoseok la analizó a detalle. — Dime ¿Por qué lo hiciste?
Se sorprendió por la pregunta, claro.— ¿Hacer qué?
— Esto — Miró al rededor mostrándole el teatro que sentía él había creado.— Volver a contactarme, reanudar lo nuestro. Al principio creí que lo hacías porque realmente algo de consciencia había despertado en ti, pero viendo que sigues siendo tú, incluso peor, no entiendo cuál es mi papel en esto ¿Quizá te sentías solo por el San Valentín? Podrías habérmelo dicho, habría sido mucho más sencillo, Hoseok.
El hombre negó con la cabeza antes de beber de su copa.
— Estás exagerando, todas esas teorías y cosas están sólo en tu cabeza. — Comentó y miró hacia una de las esquinas del lugar, la cual era decorada con una planta verde bastante llamativa. Rezaba para que por favor se detuviera de indagar y no se diera cuenta de nada de lo que había estado viviendo las ultimas semanas.
— ¿Quieres decir que estoy loca? — Su forma de hablar fue contundente, así que Hoseok tuvo que pensar muy bien sus próximas palabras.
— Lo que quiero decir es que no tienes por qué llevarlo a ningún extremo. Q-quiero estar contigo ¿Qué hay de mal en eso? Me gustas mucho, SunHae. — Sus palabras no tuvieron ni el cinco de afecto que pudieran tener las palabras dirigidas a sus gatos, su rostro hizo una extraña mueca y se encargó de cubrirlo bebiendo todo su vino. Luego de cenar llegó el momento que por media hora, antes de terminar la cena, estuvo buscando aplazar.
Pero eso no sucedió.
De camino al motel en su auto, Wonho comenzó a sentir que las manos le sudaban, su frente misma estaba así, mientras que su acompañante revisaba su teléfono con tranquilidad. Mirando al frente se detuvo en el semáforo pensando en qué excusa haría que fuera más creíble su declinación a estar juntos, tragó con dificultad y dirigió su vista hacia fuera por su ventana y finalmente miró de nuevo a su novia.
¿Qué le diría?
Obvio sería grosero simplemente ir a decir que de repente no se sentía de "ánimos" para ir con ella a ningún motel, porque, para empezar era una mentira de la más grande, ya que en realidad ese supuesto ánimo nunca estuvo ahí desde un principio; pero era cierto que le gustaba, al menos trataba de que le gustara, sólo que necesitaba ir un paso a la vez. Pero supo arruinarlo a la primera y quizá eso era lo que lo indisponía totalmente.
Nunca debió acostarse con ella desde el inicio.
Mordiéndose el interior de la mejilla pensó en otra forma de evadir lo que comenzó, lo hizo hasta que escuchó a su acompañante aclarar la garganta.
— Hoseok, lamento decir esto, sé que te dije que iría contigo, pero justo ahora tengo que reunirme con alguien y es algo urgente. — Una iluminación divina; Hoseok abrió los ojos más de la cuenta y una sonrisa de oreja a oreja amenazaba con salir brillante y animada. Se forzó a no parecer demasiado efusivo ante la idea y en su lugar miró hacia afuera de la ventana celebrando aquello en su interior, como si se hubiese ganado la lotería.
— Ammmm, Dios... Bueno, es urgente ¿No? Qué podemos hacer... — Dijo fingiendo un tono que iba entre una mezcla extraña de la plena satisfacción y la decepción. Ella se quedó mirándolo por un tiempo indeterminado en silencio y muy quieta. — ¿Q-qué sucede? — lo preguntó realmente curioso por saber qué pasaba por su mente en esos momentos de extraño silencio y ella negó con la cabeza acomodándose la ropa; centrada en lo suyo sacó un pintalabios y un espejo para retocarse.
Lo hacía intentando contener las ganas de llorar.
Hoseok sólo esperó a que ella estuviera lista, divagó por diferentes cosas relacionadas al siguiente día de trabajo y soltó suspiros sin siquiera ser consciente de que lo hacía. Ella al fin anunció que se iría y el hombre de cabello naranja sonrió asintiendo la cabeza ante ello, con un beso en la mejilla se despidió y salió acomodando su pequeño bolso en el hombro; él, quién la vio bajar hasta el final, esperó y bajó el vidrio cuando de nuevo tocó porque al parecer aún tenía algo por decir.
— ¿Te arrepentiste? — Le preguntó esperando que no.
— ¿No me preguntarás con quién iré a esta hora, Hoseok?
¿Debería?
Lo pensó y sintió que realmente no era algo que tuviera saber, aquello era problema de SunHae y nada más que ella; negando con la cabeza y frunciendo un poco los labios negó el hecho de que estuviera curioso o nada parecido, luego lo reafirmó con sus propias palabras. — No. Ve con cuidado. Llámame cuando estés en casa. — La sonrisa de la mujer se difuminó levemente y asintió alejándose de ventana, Hoseok se dedicó a cerrarla encendiendo el motor para dirigirse de una vez a su apartamento; de verdad que se sentía supremamente aliviado.
En el camino a casa se preguntó las razones de ser así como era.
¿Qué hombre no querría estar con su novia? ¿Tenía eso sentido? Suspiró realmente frustrado porque todo comenzaba a tornarse demasiado complicado. Cuando contactó a SunHae la semana pasada, lo hizo pensando en borrar el horrible desliz que tuvo con HyungWon en la sala de reuniones
¿En qué demonios pensaba al haber...
—Eres un estúpido, Hoseok... — Estaba enfermo y era peor de lo que nunca hubo imaginado ¿no? No era normal ponerse así de duro con un simple beso, estaba tan inconsciente por culpa de HyungWon que incluso... No quería ni recordarlo, ese día salió corriendo y fue directamente al baño porque las arcadas y un inmenso asco se apoderaron de él, las manos le temblaban y tuvo una nueva crisis que sobrellevó por si solo; fue demasiado vergonzoso y una enorme alerta roja se encendió en su cabeza, concluyó que aquella reacción suya se debía a que comenzaba a sentirse más solo de lo habitual, y aunque el doctor Minhyuk y la sexóloga le hubiesen recomendado llevar todo con calma, su decisión primera era que necesitaba a alguien a su lado y esa no era nadie más ni menos, que su ex.
Por supuesto duró un tiempo determinado decidiéndose si sería buena idea, sobre todo porque la manera en que cortaron no había sido la mejor de todas, en realidad fue incómodo y no hizo demasiado esfuerzo por detenerla de irse tampoco; pero se sorprendió cuando, al llamarla, fue tan amable de aceptar verlo, aún más, cuando se encontró con ella esta aceptó acompañarlo a un hotel cercano sin queja alguna.
Deteniéndose en un semáforo se pasó ambas manos por la cara plenamente decepcionado de sí mismo.
Se sentía el peor de los infelices porque, aunque debía de haber sido una experiencia buena o por lo menos agradable, en realidad fue que se sintió horrible ya que ni siquiera quería tocarla, se sentía como una basura por no poder sentir el cosquilleo en su estómago y la sensación de alivio y vacío que había cuando lo besaba a él, y ni hablar del hecho de que tardó muchísimo en estar listo para la acción; lo cual era ilógico, porque siempre acostumbró a ser un hombre muy sano, incluso con el mocoso insensato lo comprobó
¿Qué demonios estaba sucediendo entonces? ¿Por qué diablos de repente le era imposible tener una erección como debía?
No se sintió mejor al día siguiente cuando llegó tarde a la oficina porque no logró dormir durante toda la noche, puesto que le producía un profundo estupor estar sintiendo el cuerpo desnudo de su ex, así que prefirió dormir en el sillón que servía de decoración de la habitación de hotel; al final cayó luego de un esfuerzo y cuando ella lo despertó era más tarde de la cuenta. Corrió por toda la ciudad intentando llegar a tiempo, pero al entrar al piso que le correspondía se lo encontró de frente.
¡A HyungWon!
Por alguna razón se sintió sucio, avergonzado y culpable, porque había usado su rostro y sus labios, las sensación que le provocaban, para justificar lo que hizo. Rápidamente hizo una reverencia corriendo a su puesto de trabajo mientras pretendía que no existía, pero aún así se sintió tremendamente juzgado, y cuando Jooheon lo miró con los ojos bien abiertos no quiso explicar nada por el momento.
Pensó que se quedaría así, pero HyungWon era HyungWon.
Ese muchacho insensato tenía unos sentidos agudos y un olfato de perro, nunca creyó que él lo atraparía sólo con la mera intuición y fue peor cuando no pudo explicarle absolutamente nada; en su lugar recordó ese momento justo en que se estaban besando en la sala de reuniones, así que desesperado porque lo dejara solo y no lo presionara más, le dijo a medias la primera mentira no tan mentira que tenía a la mano, le pidió que lo dejara en paz sin decirle a ciencia cierta la verdad sobre que había regresado con su ex. Por supuesto HyungWon no escuchó ni una palabra de lo que le dijo ese día, a pesar de haber salido de la oficina como un loco histérico, el hecho lo volvió más intenso que nunca, pues todo el tiempo lo acorralaba en algún rincón de la empresa; lo buscaba, lo acosaba, intentaba engatusarlo ofreciéndose entero, e incluso una vez casi le baja los pantalones en el baño porque decía estar decidido a recuperarlo a como de lugar, así tuviera que chuparle la verga por el resto de su vida.
Esas fueron en serio sus palabras.
Soltó a reírse en su intimidad, era extrañamente lindo pero también aterrador a más no poder; no importaba cuántas veces le dijera que se alejara, él siempre encontraba la forma de regresar para asediarlo con su presencia en el momento menos esperado. Soltando un suspiro y negando con la cabeza se dispuso a seguir su camino, pero en eso vio pasar a una pareja que conversaba distraída; no iba a mentir, creía que era una broma de muy mal gusto e incluso se talló los ojos buscándole el sentido al chiste, más sin embargo lo creyó muy posible una vez recordó la osadía del moreno al llamarlo para advertirle de alejarse de HyungWon.
Era consciente de lo que dijo y por supuesto que trataba de sostenerlo, era HyungWon quien siempre lo buscaba, así que no lo podían culpar de ninguna de las cosas absurdas que ese idiota quería culparlo; la respiración, una errática, comenzó a hacerse audible y sin siquiera pensarlo los siguió en el auto. Desde atrás parecían una feliz pareja que no eran conscientes del mundo al rededor y esa sola idea lo hizo molestar profundamente, porque no entendía entonces por qué el menor seguía insistiendo en convencerlo de tonterías como el amor o lo que sea que su retorcida mente estuviera confabulando.
Soltó un bufido y mordió su labio inferior hasta que ardió y sintió el sabor metálico de la sangre.
Mirando al rededor se percató de que el vecindario era muy bueno — Era una zona residencial. — Así que supuso que se dirigían a casa de alguien, de algún familiar... o sólo estaban caminando por ahí.... — Por favor que sea eso... — Ni siquiera supo por qué lo pidió con tanto fervor, pero esperaba que fuera así. Los siguió a una distancia considerable, mantuvo los ojos pegados en ellos hasta que se detuvieron fuera de la que parecía ser la casa del rubio, pues era este quien estaba despidiéndose listo para entrar.
Fue un alivio darse cuenta que el moreno seguía su camino, y sin embargo una gran molestia permaneció por el resto de la noche. En serio que HyungWon sabía jugar con sus nervios de la peor manera.
◇◇◇
— Hyung... — Era un susurro, uno que ignoró mientras seguía revisando el proyecto que dejó para el final de la jornada, quién sabe por qué demonios. No había nadie más en la oficina y simplemente optó por decirle a HyungWon que le enseñaría los puntos más importantes del último proyecto que llevaría a cabo la empresa, aunque aquello no era necesario; no todavía. Suspiró cansado cuando lo escuchó de nuevo — Ey, hyung...
— ¿¡Qué demonios quieres!? — Golpeó la mesa con fuerza luego de lanzarle una mirada filosa, no le gustaba verlo directamente al rostro porque recordaba la noche anterior cuando lo vio caminando junto a ese moreno y eso le causaba más molestia todavía. — Eres un maldito dolor de cabeza ¿¡No has terminado con esa hoja!?
HyungWon lanzó un suspiro lleno de cansancio y se tendió en la silla
— Pero, Hyung, no logro pasar del primer párrafo. Ni siquiera tomando mis pastillas lograría mantener mi cabeza en una sola cosa si estás aquí. — La mirada del menor que estaba en el techo pasó lentamente a Hoseok, quién lo miraba con el ceño fruncido. — Además, justo ahora luces tan ardiente... — Lo murmuró de nuevo con una sonrisa que le erizó la piel por completo, Hoseok sentía que se volvería loco en cualquier momento.
— Basta. — Se lo advirtió al menor que no hizo más que burlarse de su advertencia mordiéndose el labio inferior y arrastrándose por debajo del escritorio lo sorprendió al aparecer de rodillas frente a él. Pasándole las largas manos por encima de los pantalones de traje negro que llevaba ese día, HyungWon esbozó una sonrisa que le decía muchas cosas que quería ignorar. — ¡Yak, tú punk!
— Hyung, aquella vez en el baño no me dejaste terminar, pero esta vez no vas a detenerme ¿Cierto?
— ¿Crees que estoy jugando? Detente de una vez, HyungWon. Hablo en serio. — Hizo el esfuerzo por alejarlo, pero el menor tenía la fuerza de un ejército entero, sin contar con que comenzaba a quedarse sin pensamientos; de verdad no entendía qué diablos pasaba de repente con él.
— Vamos, vamos, hyung—Rogó él con una vocecita que le puso la piel de gallina —¿No es bueno así? Incluso si de verdad salieras con alguien, sé que puedo hacerte sentir mejor. Si me preparas bien puedo ser mucho mejor que una mujer, lo digo en serio.
Ni siquiera quería saber a lo que se refería con aquellas palabras dichas en un tonito de voz sumiso que le encrespaba los vellos de la nuca, intentó levantarse pero HyungWon lo fijó en la silla, desabrochó su cinturón, abrió su pantalón en cuestión de instantes y puso su cabeza a dar vueltas en el momento en que enterró su rostro besando su pene sobre su ropa. Se sobresaltó, por supuesto y cerró los ojos al sentir su hombría despertarse conforme los movimientos eróticos de HyungWon se hacían más y más intensos.
Era diferente...Se sentía diferente en su totalidad.
Porque a él lo deseaba.
La sensación de las manos al rededor de su erección fue a lo que podría llamar increíble, la piel se le puso de gallina una vez más, y cuando la lengua de HyungWon pasó húmeda por la punta de su miembro, dejó salir un profundo suspiro lleno de satisfacción; como si nunca hubiese sentido algo igual. Sus manos apretaron el apoyabrazos y su cuerpo se tensó entero por la forma en que la boca de HyungWon lo hacía sentir; gimió en voz tenue, ni siquiera se atrevía a mirar hacia abajo porque temía que se arrepentiría de continuar, solamente le bastaba con la sensación que le brindaban, inclusive abrió la piernas permitiéndole al menor más acceso y comodidad.
Entre movimientos suaves y rápidos su cuerpo ardió sin control, la lengua seguía siendo maestra en hacerlo jadear deseoso de más y la delgada mano del rubio se coló por debajo de su camisa blanca acariciando su torso; Hoseok nunca sintió una manos más suaves, atractivas y sensuales, o ¿quizá estaba comenzando a perder la cordura en serio? Soltó un nuevo caliente gemido y su cuerpo se contrajo, jadeando miró hacia abajo sin pensarlo lo suficiente y su mirada que estaba nublada conectó con los ojos oscuros del menor, quién seguía brindándole placer con su boca.
Separándose él habló.
— Hyung ¿Quieres sentirte bien? — A ese punto ya ni siquiera era consciente de él mismo, asintió rápidamente y lo vio levantarse con dolor de que lo hiciera, no quería que se detuviera aún; por alguna razón lo necesitaba con desespero. Lo vio deshacerse de sus pantalones grises, los mismos bajaron por unas largas piernas blancas lampiñas que se le hicieron de lo más atractivas y un ajustado bóxer guardaba una notoria erección — Ven aquí, hyung. — Se levantó sin quejarse siquiera y atrapó sus labios sintiéndose no ser él mismo, su corazón iba a mil por horas y sus manos no sabían dónde tocar exactamente, así que atrapó el rostro del menor besándolo con más profundidad, hasta que sus lenguas chocaron y jugaron entre sí.
HyungWon sin previo aviso agarró su propia erección frotándola con la suya, ocasionando con ello que Hoseok rompiera el beso para lanzar un gemido ronco, sus brazos quedaron suspendidos en el aire debido a la sorpresa y sus ojos se abrieron muy grande.
— ¡Espera, espera, espera, mocoso!
— Shhh shhh shhh... — Un movimiento de su mano fue suficiente para hacerlo caer, las piernas las sintió débiles y de entre sus labios temblorosos se deslizó un suspiro seguido de un nuevo gemido lanzado con fervor. Cerrando los ojos con fuerza dejó que HyungWon hiciera lo que quisiera y se pegó más a él abrazándole. — Me encanta... Me encanta el perfume de hyung — Su voz era demasiado embriagante, tanto que rápidamente se sumergió en las sensaciones de sentir la erección del menor contra la suya.
Un jadeo de su parte hizo a Hoseok buscar su rostro y fundirse en un nuevo beso, HyungWon seguía firme masturbandolos a ambos, era tan increíble para el sentirse así, que no temía seguir gimiendo satisfecho mientras ahogaba los mismos en aquella boca ardiente que sabía tan bien. Sin control sobre sí mismo aflojó la corbata del menor, desabrochó un par de botones de su camisa con esfuerzo y se dedicó a besar su largo cuello, repartió besos por doquier, su respiración chocaba sobre la piel sensible del rubio que jadeaba y gemía disfrutando también; eso fue de mayor motivo e impulso.
Rodeando su delgada cintura con su brazo lo pegó más a su cuerpo, volvió a fundirse en un beso y lo rompió tan rápido como lo comenzó; observándolo pudo notar que el rostro de HyungWon estaba preso del placer, su sonrojo y la manera caliente en que se mordió el labio suprimiendo un nuevo gemido, eso lo hizo preguntarse en qué momento él cobró una imagen tan sexy, en serio que no hacía sino sentirse más y más enganchado, aunque su subconsciente le dijera de parar por muchas razones; entre ellas, que HyungWon era un mocoso que le gustaba jugar con otros hombres
No era el único ¿No?
Cerró los ojos jadeante ante la sensación del suave dedo de HyungWon sobre la punta de su erección y volvió a pegarse en su cuello decidido a joder lo que sea que tuviera con ese idiota con el que solía mantener. Apretó con fuerza la piel blanca entre sus labios y una corriente intensa le recorrió el cuerpo completo, se tensó todo y gimió aún más ronco al sentir esa extrema sensación placentera de llegar al clímax junto a él. Habría sido sensato separarse inmediatamente e irse, pero en su lugar su cuerpo se negaba a soltarlo por las caricias que él le brindaba a su cabello, los suaves besos y el calor que le transmitía con cada acción, todo aquello lo tenía totalmente perdido entre sensaciones que comenzaba a darse cuenta eran diferentes y hasta nuevas.
— Hyung, te amo...En serio lo hago.
Escuchar eso se sentía bien, tan bien que no fue consciente de la enorme sonrisa que supo ocultar de él porque había enterrado su rostro en el hueco de su cuello y repartiendo pequeños besos sobre la piel acaramelada decidió que debía decir algo al respecto.
— Intenta provocarme más y sabrás... — Escuchándolo reír y siendo abrazado de la manera en que HyungWon lo hacía, extrañamente sintió que algo de su soledad desaparecía; aunque ni siquiera supiera por qué lo hacía realmente.
◇◇◇
Hoseok llegó a la mañana siguiente con signos en su rostro de no haber dormido absolutamente nada, la noche entera se la pasó pensando en... En eso que hizo con el mocoso en su oficina. Saliendo del ascensor deseó ser un hombre invisible al resto, pero al poner un pie en el piso que le correspondía se dio cuenta que no era excelso punto de atención, al contrario, lo era su escritorio.
— Yak! — Escuchó a Jooheon que estaba viendo algo en su cubículo y lo saludó de esa manera una vez lo vio llegar, él corrió animado y pasó su brazo por encima de sus hombros rodeando su cuello y hablando tan bajo a su oído, que pensó que se trataba de algo demasiado grave o importante. — SunHae realmente se está esforzando en retenerte esta vez ¿no es así? Woah, ella está haciendo todo tipo de cosas. — Hoseok frunció el ceño.
— ¿De qué hablas?
— De eso. — Llegando a su puesto de trabajo se encontró con que había un ramo de flores, con el codo Jooheon le hizo burla, pero por alguna razón no lo sentía gracioso de ninguna manera; sospechaba quién era el remitente. — Acaba de llegar un mensajero diciendo que iban dirigidas a ti, galán.
— ¿Estás diciendo que alguien las envió? — Jooheon asintió y fue el turno del peliazabache para opinar.
— Lo único seguro aquí es que hyung nos engañó completamente; en serio creí que pasaríamos los tres el San Valentín. Mentiroso, ahora tendré que ver jugar videojuegos a Jooheon toda la maldita noche.
— ¡Oh, vamos! Si quieres, después de eso podemos ir a un bar a buscar chicas. Hay un montón solteras, no creas que todo es aburrimiento y compromiso como hyung. — Changkyun soltó a reírse y Jooheon igual, quitándose de encima al menor Hoseok tomó asiento frente a su escritorio repasando las flores que por alguna razón no le parecían un regalo de su novia. Soltando un suspiro tomó la tarjeta que veía junto al ramo y la abrió leyéndola.
"¿Por qué no vienes a mi casa este 14 de febrero, Wonho hyung? Me he estado sintiendo solo como el infierno todos estos años, pero sé que contigo esta vez será diferente. Te dejaré mi dirección, te estaré esperando este fin de semana y te aseguro que esta vez llegaré hasta el final."
Att: Quién te ama más que nadie
Hoseok cerró rápidamente la tarjeta y levantó la vista para constatar que nadie había visto nada, miró a Jooheon que seguía jugando con Changkyun y lo llamó — Jooheon ¡Ey, Jooheon!
— ¿Qué sucede, hyung?
— ¿Alguien más vio esto? — Le mostró la tarjeta y el menor negó con la cabeza.
— No, sólo dejé todo en tu escritorio tal cual me lo entregaron. ¿Por qué? ¿Es algo sucio? — soltó a reírse el rubio — Vamos, SunHae se ha vuelto osada con el tiempo ¿No es así?
— No-no es nada de eso. Idiota. — Hoseok se sonrojó. Sabía que las palabras de HyungWon significaban una sola cosa; las manos le temblaron, ya que aún se sentía demasiado culpable por lo que había sucedido el día anterior, pero contrario a ello su cuerpo también supo encenderse en respuesta. — Por Dios...
Comenzaba a imaginarse lo que sería de ese día y ya estaba anhelando cosas sin sentido.
— Buenos Días a todos. — HyungWon salió del ascensor con una sonrisa espléndida en el rostro, su corazón comenzó a latir con fuerza desmedida y agachó en un principio la mirada porque se encontraba avergonzado de tan siquiera alegrarse de oír su voz. Escuchó a Jooheon ocupar su puesto correspondiente y a todos saludar, de manera fugaz levantó la vista para verlo. odiando que fuera directamente a su oficina.
— Wow... — La expresión de Changkyun fue de genuina sorpresa y los murmullos no se hicieron esperar. — ¿Vieron eso? ¿Estoy soñando? — Jooheon soltó a reírse incrédulo.
— ¿La marca en su cuello? Parece que tuvo una buena noche con su novia. Vaya, ahora si tengo mucha envidia. Incluso el jefe se hizo de alguien para pasar el San Valentín ¿no es eso sorprendente, hyung?
— ¿Ah?
— ¡Vamos, hyung, no te hagas el tonto!—Le reclamó el menor de hoyuelos —¿A caso no viste la gigantesca marca en su cuello que decía "¡Atrás, este hombre es mío!" En serio no era broma. Esa mujer debe ser una fiera en la cama.
— ¿Co-Co-con qué? No-no-no estoy ocultando nada... Déjame en paz, Jooheon. — Jooheon se le quedó mirando atentamente y Changkyun se inclinó sobre su silla para hacer lo mismo.
— Hyung nos está ocultando algo.
— Hyung nos está ocultando algo.
Dijeron al unísono, haciendo que se sintiera en un verdadero aprieto.
¿Cómo se le ocurrió hacer semejante idiotez de marcar a HyungWon y cómo es que ahora pensaban que era su novio?
En serio nunca nada le salía bien en la vida, ¡quería desaparecer!
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Hola, bellas criaturas de este espacio-tiempo literario.
nuevamente les traigo un capitulo de esta historia, espero que lo disfruten y que se diviertan. Recuerden votar y dejar sus comentarios, ya saben que estaré atenta a sus dudas si es que las tienen.
¡Las y los amo mucho!
por favor recuerden tomar agüita.
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