Primer Flechazo

Crisis.

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Un par de gatos maullaban con energía porque su dueño llenaba sus platos de comida, mientras una vieja banda de los 80's sonaba de fondo, además, el ambiente embriagante y solitario se podía sentir por todo el lugar, en tanto la televisión transmitía las noticias de la noche. Sólo quedaba 1 mes para san Valentín y Hoseok ya había fracasado terriblemente en mantener su relación aunque fuera por un poco más; estaba decepcionado de que fuera de esa forma, pero no lo suficiente como para estar arrepentido a muerte.

Simplemente estaba manejándolo ya.

Sin mucho qué pensar o hacer ese día de miércoles Hoseok bostezó enormemente dirigiéndose a la sala, se sentó en sillón y miró al techo preguntándose lo que podría hacer en un día como el día de San Valentín; no mucho, suponía, porque no era fanático de la fecha, y a decir verdad, le parecía ridículo que las personas exageraran todo lo que ello significaba.

¿Amor? ¿Regalos? ¿Salidas caras?

Estar sólo podría resultar muchísimo mejor a tener que molerse la cabeza tratando de entender qué diablos quería en realidad tu pareja ¿Por qué siempre debía ser tan complicado todo respecto a las relaciones sentimentales? Desde su punto de vista solamente quería algo simple, quizá un poco conmovedor y divertido, no exigía mucho y tampoco esperaba menos de la mujer que quizá estaba ahí afuera esperando también a que un día apareciera... 

Pero por el momento estaba solo. ¿Qué más podía hacer?

Solamente aceptarlo en lo que encontraba a ese alguien con quien se sintiera realmente cómodo y no solamente comprometido, alguien que no lo hiciera sentir culpable porque no era demasiado cariñoso o dulce, alguien que no le reclamara día y noche si olvidaba alguna fecha importante, alguien a quien amara de verdad.

¿Era mucho pedir?

Se lo preguntaba seguido y constantemente solía pensar lo que se sentiría estar con una persona a quien deseara en serio, sentir esas mariposas que decían muchos sentías cuando ese alguien especial te miraba o lo muy irracional que se podía llegar a ser simplemente por amor; amor era una palabra demasiado compleja para Hoseok, lo fue desde siempre, y en realidad, si él mismo lo hubiese previsto desde antes, se habría rendido de buscarlo tan insistentemente justo cuando se graduó de la universidad. Pensando esto y aquello se levantó yendo a cocina, soltó un suspiro lleno de rendición, tomó de la gaveta un paquete de frituras y se quedó mirando a un punto fijo, mientras la tonada melancólica de una canción de Jet sonaba y sonaba...

Cabello rosa, ojos grandes bastante expresivos, labios gruesos rojos y una sonrisa encantadora que pondría a cualquiera a delirar, Hoseok llevó una fritura tras otra sin poder detenerse de recordar cada detalle, con la mirada nublada repasó cada momento y cuando en su memoria se materializó un acercamiento de los mismos gruesos y húmedos labios, se espantó; El hombre de cabello naranja cerró los ojos muy fuerte y saltó  aterrado dejando a su paso un desastre de comida por toda la cocina, intranquilo tomó su corazón por que ni siquiera con los años lograba superar ese suceso tan traumático, su vida era un martirio cada que lo recordaba, y para empeorarlo todo, creía que tenía encima una terrible maldición debido al fuerte impacto que fue haber sido besado por él; sí, por él ¡Por HyungWon!

Hoseok se sentó en el suelo intentando que el terror y la angustia se disiparan, el rostro lo tenía colorado y la boca húmeda del mero recuerdo, pero también el fastidio y la culpa iban por partes iguales, porque jamás, nunca antes imaginó que sería besado por otro hombre; aquello no era natural, no era correcto, y sin lugar a dudas lo que le hizo ese tipo de cabello rosa y personalidad volátil fue lo peor que cualquiera pudo haberle hecho en toda su vida. Con la mano temblorosa se acomodó el cabello naranja, casi de manera neurótica miró a todos lados en la espaciosa y moderna cocina, y sólo después de confirmar de que estaba seguro se levantó para recoger el reguero que eran las frituras en el suelo.

No era un raro, es más, siempre se aseguró de dejar claro que era un hombre normal al que le gustaba salir con chicas, estar con ellas y disfrutar del momento, pero aquél encuentro lo único que ocasionó fue que su pensamiento y todo en lo que creía se volviera un montón de cosas confusas que no comprendía.

¿Cómo era que seguía pensando en ello?

No era lo correcto seguramente, pero ahí estaba él aún siendo afectado por aquél momento infame, las manos le temblaban como gelatina y hasta hubo algún tiempo en el que creía que escuchaba su voz; todo era tan aterrador, que cuando se graduó de la universidad no hubo nada que agradeciera más, porque si lo hubiese tenido que ver por más tiempo, seguramente aún estaría recluido en algún centro de reposo.

Y vaya que sí visitó un montón de doctores luego de eso.

Muchos decían que debía someterse a más estudios caros que no alcanzaba a pagar y otros más le recomendaban leer la biblia, o no se salvaban los que decían que era normal ¿Qué era normal de besar a otro hombre? Absolutamente nada era normal, y lo único que pedía con desesperación era poder olvidarlo, sacarlo de su mente y de su vida para que así las cosas cambiaran aunque fuera un poco. Soltando un suspiro pesado miró un punto fijo en el suelo oscuro y finalmente tragó grueso, su corazón latió tan fuerte que incluso podía escucharlo golpetear en sus oídos, el desastre seguía casi intacto y cerró los ojos sintiéndose hostigado; pero eso ya era normal, porque cada que lo recordaba era lo mismo.

— Santos dios...

No podía ser que en serio algo tan antinatural se hubiese sentido tan bien...

◇◇◇

Hoseok tecleo en su computador rápidamente, estaba enfocado tanto como le era posible y en medio de ello ajustó sus lentes, volviendo a la pantalla leyó lo que había escrito del informe retomando rápidamente luego de revisar la hora en su reloj de muñeca; no podía perder tiempo si quería salir a almorzar a una hora decente. Sumergido en el mar de letras y números que se encontraba registrando sintió que alguien tocaba su espalda, fueron un par de toques sutiles que llamaron su atención en seguida, medio aturdido giró la cabeza buscado a la persona y abrió los ojos al ver que se trataba de Kim Hyeoyong, su compañera de departamento.

— Lamento molestarte, Lee, pero es que-Verás, la fotocopiadora no funciona y necesito unos documentos. Es muy urgente.

— Claro, no hay problema. — se levantó ajustándose la chaqueta negra del traje de dos piezas y entró en el cuarto dispuesto a revisar lo que sea que estuviera sucediendo. No era un experto en el tema, pero llevaba un buen tiempo en esa empresa y por ende sabía lidear con algo sencillo como la fotocopiadora que dejaba de funcionar repentinamente. — ¿hizo algún ruido extraño? — lo preguntó mirándola por encima e intentando encenderla, pero nada funcionaba; frunció el ceño.

— No, realmente no lo sé... mmhh... Cuando vine y traté de usarla encontré que no funcionaba... — ella hizo una pausa y se apoyó en el marco de la puerta mirando a Hoseok que seguía intentado un no sé en la maquina — Lee ¿está usted saliendo con alguien? — Hoseok se detuvo de revisar y frunció el ceño una vez más al encontrar a la mujer interesada y expectante por una respuesta a su pregunta.

— No, en realidad no. — No tenía nada qué ocultar, total, aquello era sencillo de constatar pues ya no regresaba a casa más temprano de lo usual, simplemente aprovechaba su soltería y salía a beber cada que podía junto a Jooheon y Changkyun, quienes eran sus compañeros de trabajo. Con esa respuesta se contentó y volvió a intentar encender la fotocopiadora creyendo que el truco de siempre funcionaria, pero al hacerlo lo único que encontró fue nada.

¿Debía llamar al técnico?

Seguramente.

— ¿No es raro que personas como usted sean solitarios en un día tan especial? — Hoseok volvió a verla considerando su punto, en realidad no le importaba así de tanto; además ¿Qué tenía que ver eso de "personas como usted"? No era algún tipo de celebridad o ser de otro planeta, sólo era un hombre perdiendo la paciencia porque comenzaba a atrasarse para salir a comer.

— Verá, creo que necesita llamar al técnico. Lamento no poder ayudarla como necesitaba, pero no se preocupe, yo mismo me encargaré de llamarlo — Haciendo una reverencia se retiró de la fotocopiadora para ir enseguida hacia la salida, sin embargo, la mujer de cabello castaño y ondulado le impidió pasar interponiendo su cuerpo antes.

— ¿Eso es todo? Yo- yo creí que al menos lograría encenderla, no sé.

— Lo lamento, quizá confié demasiado en que lograría algo, pero pronto tendrá la oportunidad de usarla. El técnico es rápido y sabrá mejor qué hacer — Fue rápido en poner una excusa, miró por cuenta nueva la hora en su reloj de muñeca y finalmente a la mujer, la vio directamente al rostro mostrando su muy evidentemente necesidad de salir de ahí antes de perder la poca paciencia que le había quedado luego de luchar contra la fotocopiadora y de haber lidiado con la charla sin sentido que había tenido con la mujer. 

— Cla-Claro... — Escuchando sus balbuceos, el hombre fornido de cabello naranja se dispuso a salir de la habitación con la idea clara de que necesitaba terminar el informe que estaba preparando momentos antes, pero antes de poder salir completamente una delicada mano lo atrapó deteniéndolo... De nuevo. — ¿No le gustaría salir conmigo el día de San Valentín? Resulta que no tengo mucho por hacer ese día y me preguntaba si quizá- si quizá querría ir a algún lado a beber algo. —La mujer fue mucho más directa esta vez, sus ojos estaban bien abiertos y esperaba esta vez por una respuesta positiva de su parte. 

— No — respondió quitándose la mano de encima de manera cortés, ella se veía asombrada y Hoseok no pretendía corregir su respuesta de ningún modo— Tengo que alimentar a mis gatos ese día. — E hizo una nueva reverencia más profunda. Al levantarse volvió a verla notando que ella aún parecía no comprender el por qué de su respuesta.

— Pero- Es... ¿Sus gatos?

— Borum y Yerum, son mis gatos. 

Una risa entre incrédula y nerviosa salió de los delgados labios de la mujer castaña.— Será sólo una corta salida, y si no puede debido a sus gatos, entonces invíteme a su apartamento; será igual de interesante y divertido, se lo aseguro.

— Lo siento, sigue siendo un no. Ahora, si me disculpa. — Con eso terminó de salir, caminando rápidamente se acomodó en su cubículo correspondiente y leyó lo último que había escrito justo antes de ser interrumpido. Pensando en cómo podría continuar tomó el teléfono marcando una extensión y mientras repicaba el tono de llamada fue ingeniando una nueva forma de presentar el proyecto.

— Oficina de mantenimiento ¿con quién hablo?

— Soy yo, Hoseok. — Habló rápidamente y con confianza.

— ¡Oh, Hoseok! Que sorpresa escucharte. Dime ¿sucede algo? 

— Sí, la fotocopiadora está averiada y necesita que la reparen lo antes posible.

El hombre de mediana edad estaba sorprendido de escuchar aquello por parte de Hoseok, se levantó de la silla en la que estaba y siguió hablando viendo en el plano el piso en el que se encontraba, constatando si era la misma fotocopiadora que había reparado hacía poco. — ¿de nuevo? Pero si la revisé ayer, Hoseok ¿estás seguro? 

El hombre de cabello naranja tomó un bolígrafo y anotó varias cosas en un post-it antes de responder.— Pues no enciende. — Marcando con fuerza un punto final al terminar de escribir, Hoseok regresó la vista a la pantalla y sus dedos al teclado. — Ven a verla de nuevo, así la señorita Kim podrá dejarme trabajar en paz.

— Con que Kim Hyeoyong... — Su tono de burla no le afecto en nada, Hoseok siguió normal frente al computador y con el teléfono entre el hombro y el oído; lo único que buscaba era cumplir con ayudar buscando al técnico que le había prometido a la señorita Kim y así poder ir a almorzar como tanto lo deseaba.

— ¿Vendrás o tendré que llamar a algún técnico de afuera?

— Tranquilo, hombre. Ya iré. — hubo un movimiento, así que intuyó que Seungho ya estaría preparándose para ir de camino al piso en el que se encontraba. — Y, Hoseok...

— ¿uhm?

— ¿Revisaste si estaba desconectada? — Al considerar la pregunta, Hoseok se quedó estático y luego cerró los ojos pensando en cómo diablos no lo dedujo antes.

Claro, la fotocopiadora debía de estar desconectada.

◇◇◇

— ¿Y terminarás con ella?

En medio el ambiente un tanto solitario y medianamente ruidoso, el pelinegro de hoyuelos se cruzó de brazos mirando al techo del lugar y después de hacer un par de muecas incomprensibles soltó el aire, bebió de un golpe la copa de soju que tenía en frente y finalmente intentó responder  la pregunta de su compañero, no sin antes quejarse por lo fuerte del licor.— Aarrgf — Su expresión arrugada le sentó en gracia a Hoseok, quien sonrió y siguió a su amigo bebiendo también de su copa — he pensado que es lo mejor, pero tampoco quiero pasar san Valentín solo. No estoy loco, ¿sabes? — Respondió al fin. Su expresión era una lógica, pero descolocada, notándose inmediatamente que no cedería ni un centímetro si así se lo pidieran.

— ¿Qué tiene eso de malo? — La pregunta hecha por un sincero Hoseok  causó furor en los otros dos hombres que permanecían bebiendo y hablando ese Sábado; Changkyun, un hombre de 32 años, frunció el entrecejo y su amigo al lado, Jooheon, de 33, no hizo más que negar con la cabeza tal barbarie.

— ¿A caso no sabes lo tan malo que es pasar un 14 de febrero sin nadie? ¡Hoseok hyung, por favor! — le contrarió Jooheon sin pensarlo dos veces.

— Es terrible, Hoseok hyung, cierra la boca. — Respondió Changkyun rápidamente y sin dejar cabida a alguna refutación más de su parte; más sin embargo, Hoseok se apresuró a dar su punto de vista sobre el tema.

— Sólo digo que es estúpido tener que pensar que por pasar solo un 14 de febrero algo demasiado malo va a suceder, y no, es simplemente absurdo y no estoy de acuerdo. Si no te gusta más, entonces sé sincero y termina con ella, Jooheon.

— ¡Pero es San Valentín! — el hombre de lindos hoyuelos hizo un berrinche en su silla y Hoseok se encogió de hombros esperando a que Changkyun sirviera las copas de nuevo.

— Lo que dice Jooheon es cierto, hyung. Mira, si consideras que el 14 de febrero es el día en el que tienes la mayor oportunidad de ver florecer el amor y expresarlo de diferentes maneras, entonces por supuesto que es importante tener a alguien con quien compartir y tener sexo; claro que lo más importante es el sexo.

— Changkyun-ah tiene razón. Si no tengo a nadie ese día ¿Cómo y con quién diablos voy a coger? — Jooheon abrió sus pequeños ojos al tope prácticamente tomando una decisión — Le terminaré luego de San Valentín. Es lo mejor.

— Eres un idiota. — le recriminó Hoseok al escuchar tal cosa — ¿por qué te envuelves en una relación sin sentido? Sólo estás perdiendo tu tiempo y le haces perder tiempo a esa mujer.

— Bueno, señor "le haces perder el tiempo a las mujeres" ¿Qué pasó con tu última relación?— Hoseok casi regresa la bebida, mirando a un lado frunció el ceño y creyó perder la paciencia una vez la risa de los dos menores lo dejó casi sordo. La historia no era fenomenal, tampoco hubo nada especial, no hubo sentimiento de estremecimiento, noches en vela o tan siquiera una emoción desbocada, la relación había sido tan plana que terminó por aburrirse en menos de lo que esperó; y al parecer eso era tema de burla para sus amigos porque no paraban de reír.

— Hoseok hyung, de los tres, tu definitivamente eres el más jugador. Yo por lo menos llevo 1 año con Saeun ¿A ti cuánto te dura una relación? sé sincero.

— 3 meses. — Respondió Changkyun con burla y bebiendo más soju.

— ¿¡3 meses!? Hombre, eso es demasiado poco tiempo.

Hoseok se impacientó 

— Fueron 4 y no podía seguir con ella si no la amaba, no era justo. Al menos yo tengo la madurez para aceptarlo. —Defendiéndose dio sus razones, pero eso no era suficiente para los menores que pretendían seguir indagando en lo que había sucedido.

— Vamos, hyung ¿estás escuchándote? ¿Sabes todo lo que te perdiste por ser políticamente correcto?

— ¿uh? ¿Políticamente correcto? — Changkyun se interesó en la expresión y Jooheon asintió señalando al mayor de los tres.

— Ya sabes, eso que haces cuando no quieres ofender a un cúmulo de personas.  — le explicó — haces cosas que en apariencia están bien para alguien, pero en realidad es sólo fachada.

— ¿Dices que hyung en realidad es un mal hombre?

— ¡Claro! ¿Cuántas mujeres conoces a las que hyung realmente ha tratado con cariño y afecto?

— Ninguna.

— Ahí tienes la respuesta.

— ¡Woah, hyung, que malo eres!

— ¿De qué diablos están ustedes dos hablando? — Hoseok sintió por un momento que perdía toda la paciencia, él mismo se sirvió otra copa y la bebió enseguida, para luego seguir hablando mientras el rostro se le constipaba por lo fuerte de la bebida. — No me gusta ser cursi y eso no me hace una mala persona; además, ser políticamente correcto no es precisamente lo que dices que es.

— ¿Entonces qué es? — Preguntó con sincera curiosidad Changkyun.

— Es básicamente regular tu lenguaje y hacerlo lucir... Bueno, políticamente correcto.

— ¡Eso! como cuando hablas de los maricones. — el comentario de Jooheon salió disparado sin ningún tipo de pudor y varios a su al rededor voltearon a ver hacía la mesa en la que se encontraban los tes hombres conversando como si nada pasara. 

— Eso es políticamente incorrecto — aseveró Hoseok y Changkyun asintió aún sin entender. — Tendrías que decir homosexual, no maricones. Esa es una ofensa.

— Bueno ¿y eso qué? — Changkyun rio y encendió un cigarrillo mientras seguía riendo. — Siguen siendo maricones — Jooheon lo apoyó al reírse y Hoseok negó con la cabeza riendo también.

Al terminar la reunión se dirigió a su apartamento caminando, no le resultaba agotador y además de eso el trayecto a casa le permitía refrescarse un poco. Con las manos en los bolsillos del pantalón midió cada paso que daba e incluso contó los mismos entretenido, cruzó calles y se detuvo en una pequeña tienda cercana a su casa para comprar una bebida y una qué otra cosa que necesitaría al día siguiente. Al terminar entró al edificio que le correspondía, tomó rumbo a su apartamento y yendo por el pasillo, mucho antes de llegar a su puerta, divisó a dos hombres hablando de manera entretenida; Hoseok de inmediato sintió que el estómago se le revolvía.

El apartamento 607 era famoso en el edificio porque ahí vivía un chico joven, él era bajo, con rasgos bastante definidos y cabello negro, resultaba que el apartamento del sujeto quedaba justo frente al suyo, y aunque había escuchado extraños rumores, nunca tuvo la oportunidad de confirmar nada hasta ahora. Bajando la mirada continuó caminando intentado pasar desaparecido, en eso volvió a ver hacia el moreno de cuerpo bien formado que estaba sonriendo, cuando de repente vio como se acercó dándole un beso a aquel chico joven de cabello negro, esa sola escena fue de impacto para Hoseok, quien no podía creer lo tan desvergonzados que podrían llegar a ser esa clase de personas. Continuó caminando intentando no prestarles más atención y se detuvo frente a la puerta  buscando sus llaves.

— Disculpa... — Cerrando los ojos frente a la fuerte frustración, buscó aún más rápido las llaves intentando pretender que no había escuchado absolutamente nada. — Disculpe, señor. — Soltando un áspero suspiro volteo a ver al par de hombres que lo miraban con curiosidad, así que detallándolos se dio cuenta de que ambos eran jóvenes, quizá universitarios. — Verá, tengo un inconveniente y es que a diario usted aparca su auto demasiado cerca del mío, me preguntaba si podría dejar de hacerlo. Es molesto tener que cuidarme a diario de una demanda. — El más bajo de cabello negro pareció bastante cabreado, pero se contenía, mientras tanto el moreno alto sólo se mantuvo ajeno al asunto. — ¿Entonces?

— Tendré más cuidado la próxima vez. — lo refunfuñó y volvió a intentar abrir la puerta. Sabía que estaba mal, pero aún así sentía que el tipillo aquél no tenía derecho a reclamarle sobre nada; era un marica ¿con qué derecho se atrevía a imponerle algo? Sintió una enorme furia y maldijo en cuanto abrió la puerta — Malditos maricas asquerosos.

— ¿Cómo dices? — Lo había soltando sin tan siquiera darse cuenta, cuando escuchó la voz molesta del tipo bajo fue cuando se dio cuenta que lo había arruinado por completo, así que volvió a soltar el aire mostrando lo falto de paciencia que se encontraba realmente. — Creo que tienes algo por decir, pero no logramos escuchar, eh, señor perfecto ¿¡Qué mierda está mal con este maldito sujeto!? — dándose vuelta se fijo en que el bajo de cabello negro intentaba cruzar el pasillo, pero el moreno alto se lo impedía, la escena no hizo más que elevar su molestia.

— Lo que digo es que deberían cuidar de no hacer- esas... ¡Deberían considerar que más gente vive en este edificio! No es agradable ver a un par de-personas como ustedes haciendo cosas que la gente normal haría. — Hoseok lo sintió complejo, no sabía cómo decirlo exactamente sin sentirse incómodo y asqueado, la bolsa en la que cargaba las cosas que había comprado anteriormente, la sostuvo con fuerza y enfrentó con la mirada al par de jóvenes que se habían quedado mirándolo en absoluto silencio.

Lo hacían lucir muy patético. 

— Vamos, Kihyun, deja a ese sujeto. No vale la pena.

— Él- ¿Qué diablos trató de decir? — Hoseok logró ver la gran molestia del joven, pero eso era lo de menos, lo que buscaba era comprender por qué un par de hombres tendrían que estar en una relación de ese tipo sin sentir ningún tipo de vergüenza ¿les parecía divertido? ¡Ni una mierda! Era tremendamente una aberración y sin lugar a dudas no tenía por qué presenciar algo igual ni una vez más.

— Quizás seas tú quien deba considerar no volver a aparcar su auto cerca al mío. No pienso hacer nada de lo que un maríca me diga debo hacer, ¡son ustedes quienes no deberían estar aquí con su asquerosa existencia! — su cuerpo se agito, incluso respiraba con irregularidad debido al esfuerzo que había hecho a la hora de decir cada palabra y se sintió tan bien soltarlo; pero aquello no hizo más que empeorar todo, cuando menos intuyó tenía al moreno sosteniéndolo del cuello de la camisa blanca y pulida que llevaba ese día.

— ¡Dije que ya fue suficiente! ¿Qué mierda te pasa? — La fuerza del tipo era considerable, intentó zafarse, y aunque tenía el cuerpo bien ejercitado también, consideraba que necesitaba un poco más de fuerza para poder conseguir alejarlo. — No quiero que te vuelvas a referir a él de esa manera, la próxima vez no seré tan paciente ¿¡entendido!? — Hoseok lo vio el con rencor y se removió de nuevo, pero como si no fuera suficiente con casi ser golpeado por el joven matón, una imagen aún más desagradable se apoderó de su consciencia; como si un enorme camión lo fuese a estrellar cerró los ojos completamente aterrado, la bolsa que llevaba en la mano cayó al suelo y el tipo moreno lo vio con mucho asombro.

— ¡No te me acerques! — El sólo grito hizo que el moreno lo soltara alarmado, retrocedió un par de pasos casi asustado por la reacción tan repentina del mayor, mientras Hoseok seguía sumergido en un recuerdo que a su parecer era deplorable a más no poder.— ¡No me toques! ¡Aléjate de mi! — La manera en que Hoseok luchaba hacia ver como si realmente peleara con alguien, más sin embargo el moreno estaba varios pasos retirado y su consternación no hacía más que crecer con cada esfuerzo y grito por parte del hombre de cabello naranja.

Cuando el mayor recobró el conocimiento y abrió los ojos se dio cuenta que no había nadie ahí, o mejor dicho, que él no estaba ahí, no había nadie más salvo los dos hombres de antes y el. Su pecho subía y bajaba por la manera desenfrenada en que buscó alejar al tipo de sus pesadillas, y como si fuera poco, le pasó frente a ese par de estudiantes quienes prácticamente lo juzgaban con la mirada.

— Vamos, Hyunwoo, aléjate de ese tipo. Está loco. — El hombre bajo de cabello negro tomó de la chaqueta al más alto y este retrocedió con el ceño totalmente fruncido, no comprendiendo nada de lo que estaba sucediendo; prácticamente lo dejaron solo en el pasillo, y aún con el corazón palpitándole fuerte por lo asustado, tomó las cosas del suelo tan rápido como sus temblorosas manos se lo permitieron, entró y cerró la puerta de un portazo. Un vértigo horripilante lo consumió en cuestión de segundos, el suelo se hundió bajo sus pies y un vacío estrepitoso le llenó los ojos de lágrimas; cerró los ojos contando, intentando respirar, luchó por alejar el sentimiento de sofoco y pánico, incluso buscó con sus manos algo donde poder sostenerse porque sentía que se hundía sin ninguna medida.

El pasillo de su casa se convirtió en un enorme agujero que quería consumirlo, y aunque eso constantemente le sucedía, no podía decir alegremente que ya estaba acostumbrado a ello; era casi como morir cada vez.

◇◇◇

— ¿Señor Lee?

— Soy yo — Levantó la mano una vez escuchó su apellido, la enfermera lo miró y sonrió con cortesía.

— Siga por aquí, por favor — Se levantó rápidamente y agradeció con una corta reverencia, ese día llevaba puesto unos jeans ajustados al cuerpo y una camiseta blanca, más una gorra. Era Lunes y se suponía debía estar en traje listo para su jornada laboral en la oficina, pero se excusó con que se encontraba enfermo —Lo cual no estaba muy alejado de la verdad de las cosas —Luego de tener un nuevo episodio frente a esos sujetos extraños del apartamento de en frente, Hoseok optó por regresar de nuevo por ayuda profesional, debía volver a visitar al psicólogo si realmente quería erradicar el problema de raíz y por eso lo hizo; apenas pudo apartó una cita en una clínica que encontró en el directorio y se levantó lo más temprano posible porque no podía, no toleraba un minuto más vivir como había estado haciéndolo los últimos años.

Siguiendo a la mujer atravesó el pasillo de paredes sobrias, hasta que llegaron a una puerta de madera oscura que tenía el nombre de "Dr. C. Minhyuk" grabado en una placa de aluminio brillante.

— El doctor lo está esperando.

— Gracias. — Haciendo una nueva reverencia que fue correspondida se puso erguido y se hizo frente a la puerta, tomó una bocanada de aire, revisó que la enfermera fuera de camino a su lugar de trabajo y miró la perilla de la puerta tratando de convencerse que nada malo saldría de eso.— Vamos, lo necesitas para vivir bien de una vez por todas, Hoseok. — cerró los ojos llenándose de fuerzas, sólo así fue capaz de tocar un par de veces y abrir la puerta. Al entrar se encontró que el pasillo era bastante oscuro a comparación de la espaciosa habitación que era el despacho, detrás de un escritorio de vidrio se encontraba un hombre de cabello castaño y lentes redondos, el mismo levantó la vista y sonrió amablemente.

— ¿Es el señor Lee? — Hoseok cerró la puerta tras de sí mientras asentía, de inmediato el hombre tras el elegante escritorio se levantó mostrando animosidad. — Es un gusto conocerlo, hablé con usted por teléfono ¿Lo recuerda?

— Sí, mucho gusto. Lee Hoseok. — Estiró la mano y el doctor la recibió de una manera bastante educada — Chae Minhyuk. Espero que este lugar lo haga sentir cómodo y por supuesto, espero que podamos darle un buen  tratamiento para su problema de ansiedad.

— Gracias, el lugar es agradable.

Lo era de verdad y le pareció necesario resaltarlo.

Básicamente parte de la estructura estaba conformada por ventanales que daban una vista espectacular a una especie de patio trasero que se encontraba bien mantenido, era decorado por flores de diversos colores, la hierba era de un verde saludable, y dentro, los muebles modernos le daban un toque bastante especial al espacio. Caminó un par de pasos hacia adentro y el doctor siguió hablando animado y bastante jovial — Primero quiero agradecerle que haya confiado en nuestro programa. Cuando nos contactó fue de gran alegría, porque no es muy común que las personas se acerquen por sí mismas para tratar estos temas. Por favor, tome asiento y cuénteme ¿Cómo se ha sentido últimamente?

Hoseok miró al hombre arreglarse los lentes, por algún motivo su garganta carraspeo, la camiseta comenzó a quedarle pequeña y miró hacia el jardín; con la mirada clavada en unas mariposas que danzaban de aquí para allá, medio balbuceo algo.

— Bueno, yo- no... Verá, mmmm es...

— Tranquilo, no se esfuerce demasiado. Pero tome asiento, siéntase cómodo. — Hoseok hizo caso esta vez, tomó asiento en el cómodo sofá de color café y miró al doctor que regresaba a su escritorio, aprovechó que él estaba de espaldas para limpiarse el sudor de las manos sobre sus jeans y tomó otra bocanada de aire. — Ahora sí ¿Cómo decía usted que se siente? — El hombre de cabello castaño se sentó ajustándose la bata blanca y los lentes, su sonrisa le sonaba de algún lado, pero estaba seguro que nunca antes lo había visto porque era muy bueno recordando rostros.

— Pues, verá, lo contacté doctor porque necesito curarme.

— Claro, y nosotros lo ayudaremos para que aprenda a lidear con su problema, pero primero tendremos que ver qué tanto debemos trabajar. Ya sabe, hacer un diagnóstico detallado que es imposible hacer por teléfono y también ver si es necesario algún otro tipo de tratamiento o medicación, aunque espero sinceramente no sea necesario llegar a tanto.

— ¿Pero si hago esto podré estar bien? Necesito curarme, de verdad. No puedo seguir así, ¡Mi vida es un infierno!

— Y créame que lo entiendo, señor Lee, vivir con ansiedad no es nada sencillo, pero nosotros aquí le enseñaremos la mejor manera de manejarlo y sobrellevarlo.

— No, usted no entiende. — Hoseok ya sonó mucho más desesperado que antes, cosa que llamó la entera atención del hombre de cabello castaño que se encontraba escribiendo en su computadora.

— ¿Qué es lo que no entiendo, señor Lee? Por favor explíqueme. — Le preguntó para saber si así obtendría algo más detallado, más no se esperó la reacción siguiente a su pregunta. Hoseok sintió que no respiraba, cerró los ojos y las ganas de llorar lo abordaron rápidamente, su pecho era un frenesí y los pensamientos todos eran sobre volver a ser el Hoseok que alguna vez fue.

— Yo- creo que- creo que soy.... Creo que me gustan los hombres, doctor y necesito curarme antes de que esto me vuelva verdaderamente loco.

— ¿Perdón?

☽☽☽

La mañana estaba brillante afuera, el sol iluminaba todo alrededor, menos la habitación de HyungWon; un largo cuerpo permanecía tirado entre las sábanas, mientras que el espacio entero era penumbra, sumado a eso, montañas de ropa sucia, zapatos y demás llenaban el lugar haciéndolo parecer la habitación abandonada dentro de un cuento de terror. El suave respirar apenas y se sentía, todo estaba en calma hasta que

¡Splash!

HyungWon saltó desesperado intentando buscar la salida, los ojos los tenía ya abiertos de par en par y con desesperación gritó.— ¡Se hunde el barco, mierda! ¡Soy demasiado joven para morir!— Saltó de la cama vistiendo apenas unos bóxer y corrió hacia la puerta sin siquiera ver por dónde iba, tan despistado estaba, que en medio de su escape se estrelló contra el pecho duro de alguien.

— ¿Dónde crees que vas, HyungWon? — La voz de aquel hombre lo hizo reaccionar rápidamente, su mente dispersa se reorganizó por unos segundos y su ojos grandes se abrieron al máximo. 

— ¡Hyunwoo! — se asombró de verlo ahí y de inmediato se acordó del apuro que estaba viviendo — ¡Hyunwoo, mi amor! ¡el barco se está hundiendo! ¡Tenemos que saltar como rose y Jack del Titanic! — El moreno solamente cerró los ojos ante tal comparación tan absurda.

— Acabo de echarte un balde de agua encima, HyungWon, no estás en ningún barco y es hora de tomar el desayuno antes de que mueras de verdad. Eres demasiado irresponsable.

— ¡El barco... Espera ¿qué? — HyungWon dejó de arrastrar al moreno hacia la puerta, se detuvo un minuto para observar y entender que realmente no estaba sobre ningún barco, y que lo que había sentido antes no era más que agua que su amigo usó para levantarlo. — ¡Púdrete, Hyunwoo! ¿Cómo pudiste? — Se llevó el cabello rubio hacia atrás secando el exceso de agua, su pecho inclusive estaba brillante por el líquido, todo su cuerpo se encontraba mojado por culpa de su amigo.

— Es tarde, así que tenía que levantarte como fuera. —Dijo alejándolo porque de nuevo se le pagaba como alimaña, su camiseta comenzaba a humedecerse y resultaba molesto. 

— ¿Derramando un tarro de agua sobre mi? — Nunca rendirse era su lema al parecer, porque sin cansancio el rubio intentó colgarse del moreno, aunque este lo apartara sin pena ni gloria.

— Lo siento, entré en pánico. — Respondió sencillo empujándolo con más fuerza, tanta, que logró quitárselo de encima. — Es la 1 de la tarde ya.

— ¿la 1? ¡Voy tarde al trabajo! — Aseveró HyungWon con los ojos aún más abiertos, sus grandes manos fueron a dar a su cabeza y la boca casi se le cae al suelo de lo abierta que la tenía; no lo podía creer.

— Del día jueves, HyungWon. Me llamaron para decir que no regreses más.

— ¿¡Me despidieron!?

¡Oh, no!

— Ayer...

— ¿¡Y por qué no me lo dijiste antes!? — ¿De qué servía que se lo dijera en ese momento? HyungWon no entendía a veces cómo es que Hyunwoo era tan cruel y miserable cuando más lo amaba; de verdad que quería golpearlo, lo haría, de verdad lo haría.

— Lo siento, vine en cuanto recibí la llamada, pero había descuento en hamburguesas del McDonald's, así que lo olvidé.

— Maldita sea ¿ahora qué diablos haré? — Ignoró que naturalmente su amigo era así de distraído y lo perdono porque su amor hacía él era mucho más grande.

— Conseguir otro trabajo, por supuesto ¿No? es lo normal en ti. — El moreno comenzó a recoger el reguero al rededor, mientras que HyungWon caminó hacia el closet de donde tomó unos pantalones cortos y una camiseta. Sin ver qué tanto hacía el menor, continuó vistiéndose y hablando.

— Es el quinto en este mes, Hyunwoo, Minhyuk va a matarme si sigo perdiendo mis trabajos, tanto como pierdo sus sesiones tontas de terapia.

— Entonces escúchalo, asiste y tema resuelto. —Hyunwoo era así, su pensamiento era lineal y sencillo, si tenía hambre comía, si tenía sueño dormía y si tenía que dar una solución sencilla a un problema lo daba sin siquiera pensarlo dos veces, ni siquiera consideraba si aquello era del agrado para quienes lo rodeaban.

— ¡Por supuesto que no! No iré a sentarme frente a mi hermano y decirle cosas estúpidas sobre cómo mierda me siento ¡Es estúpido!

— Entonces muere y ya.

— eeehhggg — HyungWon hizo un sonido gutural desde su garganta y se lanzó sobre Hyunwoo dándole golpes por todas partes, esto mientras el moreno trataba de esquivarlo hasta que  por fin logró tomarlo de las muñecas y sacudirlo.

— Quieto. — HyungWon soltó a reírse de manera estrepitosa, su risa ni siquiera era una normal o al menos elocuente, simplemente reía y se movía alegre, fue entones cuando de repente se detuvo y miró a Hyunwoo.

— Tengo hambre.

— Hay comida en el microondas.

— ¡Yes! — Cuando Hyunwoo menos lo esperó HyungWon ya estaba corriendo entre cantos hacia la cocina, sin más regresó a la tarea de convertir la habitación en un lugar habitable de verdad.

HyungWon tenía 26 años y era egresado con honores de la escuela de arquitectura, su profesión, aunque era una que le daba la oportunidad de participar por buenos puestos en grandes empresas, aún así seguía aplicando a diversos pequeños empleos y perdiéndolos tanto como perdía su tiempo en buscar una solución a su trastorno por déficit de atención e hiperactividad; aunque eso último ya estaba más que decidido, no había real solución a su problema.

Decidido abrió el microondas sacando de ahí la comida que el moreno le había prometido y se sentó en la mesa devorando lo que había en el plato, sentía como si no hubiese comido en meses o en años, llevaba a su boca enormes cucharadas de comida, así que sus mofletes abultados lo hacían ver como a una ardilla.

— Hay que quemar tu ropa sucia.

— ¿Qué? ¿¡Por qué!? ¿Hay pulgas en la casa? — HyungWon se detuvo de masticar y al hablar un montón de trozos de comida salpicaron cayendo en su regazo y mesa — Si hay pulgas seria un problema real, deamn! seguramente tendré el trasero lleno de ronchas o algo peor.

— Sólo lo decía porque es imposible llevar todo eso a la lavandería.

— Oh, entonces no hay pulgas. Que buena noticia. Estaba preocupado de que quizá tendría que prenderle fuego a mi propia casa, ya sabes.

— Ni se te ocurra ¿Entendiste? — Hyunwoo sonó bastante serio, así que HyungWon tragó con dificultad lo que tenía en la boca y levantó los brazos abriendo los ojos.

— Prometido. Eso, si no hay pulgas. — Volvió a insistir, haciendo que el moreno lo mirara de frente y le hablara aún más claro y de manera absoluta.

— ¡No.hay.pulgas!

— De acuerdo. Dios, que sensibles amanecimos hoy ¿No? — Tomó el tenedor con la mano zurda aunque fuese diestro, miró la comida y comenzó a comer de nuevo, esta vez con mayor coordinación y calma.

— ¿Y cómo está Kihyun? ¿Por qué no está él aquí? ¿Al fin se rindió contigo y ahora si quiere dejarte libre? Te pido para mí.

— No he terminado con Kihyun, HyungWon, ahora come en silencio. — La mirada rencorosa de HyungWon recayó sobre el hombre musculoso de piel morena que seguía recogiendo cosas por todo el lugar, al escuchar su respuesta lo único que encontró en contraataque, fue imitarlo haciendo muecas a su espalda.

— Baboso — soltó como última instancia y se quedó rígido cuando el otro hombre volteo a verlo; sin más actuó como un robot y volvió a su posición inicial, moviendo el tenedor e insertándolo en la salchicha que estaba tan deliciosa. Hyunwoo al verlo actuar así, simplemente rodó los ojos y siguió su labor.

— Vas a tener que buscar un nuevo lugar para trabajar. Si encontramos uno que no tenga tantas exigencias, entonces será bien para ti.

— Piuk piuk — Hyunwoo escuchó los sonidos y giró para ver a HyungWon que ahora se divertía jugando con la comida, tomó una tira de jamón que se puso en la cara como si fuera un bigote, las tajadas de pan eran una casa a medio hacer y las salchichas simulaban ser soldados que peleaban entre sí. — ¿Cómo dices?

El menor suspiró derrotado.

— Nada, que termines y vayas a tomar un baño.

— ¡Odio el agua! Ya me bañé, recibí mucha agua hoy, es suficiente para mi.

— Hay un pato en la-... — La ropa quedó en el camino al baño; Hyunwoo se dispuso a recogerla, no obstante en el proceso escuchó el timbre sonar, razón por la cual rápidamente se dirigió a la entrada del apartamento para recibir al castaño de extrema belleza y lentes que esperaba de pie fuera. Enseguida abrió.

— ¡Minhyuk hyung! — Lo recibió con una alegría incomparable. Para ser mayor, Minhyuk era un hombre con una personalidad de oro, solía ser una buena persona todo el tiempo, muy comprensible y su mente también era una que estaba abierta a muchas cosas; eso, de todo, era lo que quizá lo hacía tan entrañable.

— Hyunwoo, llegaste primero. — El castaño le dio un breve abrazo al menor, analizó que había crecido mucho más y procedió a frotar su cabello corto que era suave; lo hizo en señal de afecto.

— Sí, llegué hace un rato.

— ¿Está él ahí? — Hyunwoo asintió haciéndose a un lado dejándolo pasar.

— Se encuentra tomando un baño justo ahora. — Confirmó y Minhyuk soltó el aire sintiéndose algo tranquilo. 

— ¿Y qué tal lo notaste hoy? 

— Se ve un poco más activo de lo habitual, supongo. — El moreno cerró la puerta y Minhyuk se frotó la barbilla con el dedo índice — No hay nada malo con ello, ¿O sí?

— Le he traído su medicina hoy, pero dudo que quiera recibir algún tipo de medicación. Últimamente se resigna a no tomarla, prácticamente lo estoy obligando a hacer cosas que no quiere y quizá eso sea lo que está fallando en todo el tratamiento; hace que me preocupe. 

— Entonces haz un trato con él, hyung — Respondió el moreno. Ambos continuaron caminando hacía dentro del apartamento conversando con naturalidad; Minhyuk, por su parte, sintió curiosidad por la propuesta del menor, quien se encontraba al parecer organizando el desorden de su hermano, porque mantenía con una camiseta de él entre sus manos.

— ¿Un trato? ¿Qué clase de trato? — Fue su pregunta.

— Perdió su trabajo.

— ¿¡De nuevo!? — Asintiendo Hyunwoo se sentó en el comedor y miró hacia dónde quedaba el baño, de inmediato regresó a ver a Minhyuk, quien se deshacía de su abrigo café. — Ese niño no tendrá un buen futuro si sigue negándose a asistir a las sesiones, definitivamente.

— Quizá sólo necesita tiempo, hyung, es difícil para él también. — Aunque sonara extraordinario, el menor defendió la posición de HyungWon dentro de todo, lo comprendía, no era mala persona y le tenía mucha paciencia por lo mismo; lo apreciaba.

— Lo sé, pero no puedo dejarlo a su merced por más tiempo, debe estar en tratamiento si quiere conseguir una estabilidad. Su trastorno no es un juego. —La sería advertencia por parte del castaño puso a pensar al moreno que lo miraba sentado desde su silla, suspiró comprendiendo que el profesional ahí era Minhyuk, y, si él decía que debía estar en tratamiento lo antes posible, entonces así debía hacerse aunque quisiera apoyar a HyungWon con todas sus fuerzas.

— ¿Entonces qué harás para convencerlo? — Preguntó curioso, ya que Minhyuk había estado intentando de todo para convencer a HyungWon, había hecho prácticamente todo y no lograba regresarlo al tratamiento que abandonó años atrás.

— Déjamelo a mi, haré algo. Por lo pronto, lo que debemos hacer es que consiga un-

— ¡Hola, marciano!

— ¡Mierda! — El hombre de lentes saltó de la fuerte impresión que tuvo  y rápidamente miró a su espalda — ¡HyungWon! ¡Por dios, ve a ponerte algo! Vas a enfermarte si sales de la bañera emparamado; además, arruinas la alfombra.

— Quería darte una sorpresa— Respondió como si nada el rubio alto—    ¿Qué haces aquí? ¿Ya sabes que no tengo trabajo?

— Sí y no estoy contento ¿¡Escuchaste!? — HyungWon ya los había dejado hablando solos, Hyunwoo se cubrió el rostro y luciendo resignado elevó la voz

— ¡HyungWon, tu hermano te está hablando! —Le advirtió buscando una consciencia que sabía no estaba, HyungWon no funcionaba de esa manera tan exacta.

— ¿¡Te gusta mi trasero!?

— No.

— Entonces no escucho nada — Hyunwoo soltó a reírse por el chiste sin sentido y Minhyuk negó con la cabeza yendo de camino al refrigerador.

— Debería esforzarse en mantener su empleo por al menos un mes, tanto como se esfuerza en conquistarte. —Lo comentó ya estando acostumbrado a ver las mil y un formas en que HyungWon se mantenía insistiendo en enamorar al moreno de cuerpo esbelto, pero ninguna de esas formas era mejor que la anterior.

— Él lo entiende, simplemente le gusta jugar. Es todo.

— No lo creo — Minhyuk se sirvió un vaso de jugo de naranja y volvió al comedor junto al moreno — HyungWon te acepta en su vida más que a cualquiera, sólo fíjate, ni siquiera es capaz de sostener una relación normal con nadie más que tú y Kihyun, porque sencillamente dijo ún día cualquiera que no podía relacionarse con nadie de una manera normal, pero aún con eso no te aleja ni se molesta por lo que le digas. Yo digo que le gustas en serio.

— Si lo dices de esa forma, entonces claro que sí lo hace  —Comentó riendo— Hace un momento casi muero por sus puñetazos de alegría — Minhyuk soltó a reírse.

— A eso me refiero, HyungWon sólo ríe de verdad cuando está contigo; por mi parte, creo que me odia por insistir en que tenga una mejor vida de la que lleva.

— Lo estás haciendo bien, hyung, y sé que él lo entiende mejor que nadie. — Minhyuk asintió ante las palabras de animo del Moreno, en eso vio a HyungWon salir de nuevo y se quedó pasmado sin poder creer.

— ¿Qué-

— ¿No soy yo más gracioso que tu novio?

— HyungWon, ve a vestirte de manera apropiada, por favor — Hyunwoo le señaló el regreso a la habitación y Minhyuk se tiró del todo en la silla sintiéndose agotado.

HyungWon tenía una cabeza de caballo, la camiseta al revés y no llevaba nada, absolutamente nada cubriéndolo de su cintura hacia abajo.

◇◇◇

— ¿Has encontrado algo que te agrade? — Minhyuk se dedicó a servir el par de tazas de café, mientras HyungWon leída el periódico con tranquilidad, en el proceso se escuchó pasar la hoja y lo miró esperando no estuviera demasiado enojado al punto de querer ignorarlo; no quería que fuera así, pero si no lo hubiese obligado a tomar su medicamento, seguramente habría terminado por estar en la cárcel debido a sus impulsos que eran demasiado precipitados. — ¿HyungWon?

— ¿Ah? — HyungWon asomó la cabeza por encima del periódico y Minhyuk ladeo la suya un poco.

— Que si ya encontraste un trabajo que te guste. — preguntó de nuevo.

— Oh, sí. Tengo entrevista el 19 a las 8 de la mañana. Aún hay tiempo.

— HyungWon, 19 es mañana.

— ¿¡Ah!?

— Por Dios... Me quedaré hoy para llevarte. — Soltando un suspiro llevó ambas tazas de café consigo atravesando la cocina, una la puso frente al menor de cabello rubio y la otra la tomó quedándose de pie tras la barra. — ¿Cómo te sientes?

— No me preguntes, ya sabes. No lo sé. — Su respuesta a medias la esperaba, Minhyuk conocía muy bien a su hermano menor como para no saber que intentaría evadir cualquier cosa que quisiera preguntarle al respecto.

— Es algo que me acostumbré a preguntar, por favor, no me culpes — la voz de Minhyuk sonó levemente herida y HyungWon dejó el periódico a un lado para verlo directamente al rostro con detalle, rápidamente le tomó la mano y la apretó con fuerza.

— Lo siento, no llores. — Por más enojado que estuviese el rubio, nunca intentaría lastimar  a su hermano mayor de ninguna forma, después de todo tenía claro que él era uno de los pocos que lo apoyaban; además, Minhyuk mantenía preocupándose constantemente porque estuviera bien. No era un idiota sin consciencia quien lastimaba a quien más amaba. 

De verdad lo respetaba y amaba muchísimo.

— No iba a llorar, sólo me duele un poco el corazón. — Le comentó el mayor.

— ¿Debería operarte?

— Ni siquiera eres doctor, Hyungwon, ¿de qué hablas?

— Entonces tomaré la carrera de medicina y-

— No.

— Pero-

— El trabajo y luego tu libertad.

— Demonios, Minhyuk, eres un maldito demonio. — El pensamiento más basico del rubio fue, que si abordaba a su hermano en su momento más sensible, quizá lograría que se olvidara del tema sobre la entrevista, sin embargo él no era así de tonto.

— Soy sensible, pero no soy un idiota. Prometiste que conseguirías trabajo y que lo mantendrás, sólo así elegirías dónde y cuándo retomarías tu tratamiento psicoterapeutico ¿no? De otro modo tendrás que ir a mi centro, sin quejas, sin reclamos y sin excusas. — Minhyuk fue absoluto en su modo de expresarse, tanto, que HyungWon no tuvo más opción que rendirse en su idea de poder convencerlo.

— ¡Odio ese maldito sitio! Es horrible, está mal construido y el jardín está lleno de horribles flores que ni siquiera son agradables a la vista. Sólo un tonto le parecería un buen lugar tal basurero.

— Entonces elige. Mi basurero o un buen trabajo.

— Juro que mañana conseguiré ese trabajo y me quedaré ahí hasta que envejezca y tenga nietos. — le advirtió el rubio al mayor, pero este último sólo soltó a reírse.

— eres gay, HyungWon.

— Existe la adopción ¿no? — Minhyuk asintió dandole un sorbo a su café; eso había sido bastante coherente. — O también puede ser que en diez años se cree un método efectivo para embarazar a los hombres, nunca sabes lo rápido que puede desarrollarse la tecnología. Fácilmente podría embarazar a treinta hombres con toda esta fuerza semental que manejo.

— Por favor, hermano. — Minhyuk frunció el ceño disgustado y negó con la cabeza tal tornería; enseguida recordó algo verdaderamente importante y que lo había tenido pensando por días enteros. — Verás, hace poco llegó un nuevo paciente a nuestra clínica y- bueno, ha sido un poco difícil para mí tratarlo. — comentó de manera un poco aislada, aunque aún interesado en saber la opinión de su hermano.

— ¿Por qué? Creí que sólo te sentabas en tu silla y jugabas candy crush mientras esos pobres hablaban de sus problemas existenciales sin solución.

— Por dios, Hyungwon, por supuesto que no hago eso... No todo el tiempo.

— Lo sé, te atrapé una vez ¿No lo recuerdas? — El castaño aclaró la garganta intentando regresar al tema, por nada del mundo le daría la razón a su hermano y así darle motivos para que buscara una nueva forma de librarse de su trato.

— La cosa es que el tipo es un buen sujeto, ya sabes, no es violento o nada por el estilo, incluso es muy educado y consciente de lo que hace, pero insiste en que está enfermo. Y lo está, pero él cree que- que ser homosexual es algo demasiado serio. — Hyungwon detuvo la taza a medio camino y su rostro se distorsiono como si hubiese comido algo peor que mierda.

— ¿Cómo dices?

— Lo que oyes. — Minhyuk negó con la cabeza — él está convencido que puedo curarlo de la homosexualidad, así que le dije que lo mantendría en observación por un tiempo, pero realmente no sé cómo comenzar por hacerle entender. Al final tuve que contactar a una sexologa de la universidad y pronto estaremos poniendolo bajo un tratamiento acorde a su necesidad.

— Que estúpido. — el comentario desinteresado de HyungWon llamó la atención de Minhyuk, quien no se quejó de su forma de expresar su pensamiento. — Si fuera alguien lo suficientemente inteligente, sabría que ser homosexual no tiene nada que ver con estar enfermo ¿qué clase de educación tuvo ese troglodita? Ya puedo imaginar qué clase de ser patético es.

— Él es demasiado conservador, sus pensamientos son diferentes a los tuyos, HyungWon; además, su temor y negación hacia su orientación sexual disparan otros factores que lo complican todo. — comentó Minhyuk buscando un punto medio en todo ello.

— Entonces haz eso que sabes hacer para que se mejore rápido y presentamelo para así poner celoso a Hyunwoo. — el rubio rio dando un nuevo sorbo a su café.

— No es tan sencillo y tampoco te presentaré a mi paciente, No, si tú mismo sigues siendo uno potencial. Primero el trabajo.

— aaahhggg

— ¡Quieto!

◇◇◇

— Chae HyungWon. — El elegante oficinista tras el escritorio revisó el nombre en el currículo y enseguida miró al hombre rubio y alto que estaba mirando al rededor sin escrúpulos. Por la complexión podría decir que era él, pero su foto adjunta.... — Aquí tiene una cabeza de caballo....

— Oh, eso fue un regalo de un niño que es paciente de mi hermano ¿No cree que es hermosa? Me hace ver sexy. — El hombre no dijo nada y cerró el currículo dejándolo a un lado — Verá, no tenemos muchas vacantes en nuestra empresa, lo único que podemos ofrecerle es un opuesto de  auxiliar o pasante y usted no cumple con ninguno de los dos perfiles.

— Messirve

— ¿Cómo dice?

— El trabajo, no importa lo que sea, lo único que necesito es que usted me dé el empleo y así poder evadir todo lo demás — HyungWon se acomodó la camiseta hawaiana que se había puesto ese día, una que por más que Minhyuk la ocultó, no le fue difícil encontrar y ponerse para su entrevista. — ¿Entonces estoy contratado?

El oficinista se quedó mirándolo, suspirando volvió a tomar el currículo y lo abrió de nuevo, habían muchas casillas vacías y ni hablar de esa foto perturbadora; era un 'NO' definitivo. Al despegar los ojos de la carpeta halló al rubio rayando los planos que había estado revisando, antes de recibirlo en su oficina.

— ¿Qué cree que hace? ¡Regrese eso a su lugar!

— aaaggghhh! están malditamente mal diseñados, a juzgar por quién dibujó los planos olvido medir correctamente el terreno; en unos cinco años tendrán que hacer remodelaciones y eso generará más gastos, ahhhfggg!!! — el hombre de traje le arrebató los planos a Hyungwon de un tirón, se levantó furibundo y comenzó a sacarlo de su oficina jurando que nunca en su vida había conocido tal loco.

Cuando por fin tuvo paz, luego de un par de horas, se sentó en su silla y abrió los planos del último proyecto a realizar y comenzó a ver lo que el extraño sujeto había hecho en los planos.

Lo que vio lo dejó con la boca abierta.

◇◇◇

Feels so good
Feels so good it's frightening
Wish I could
Stop this world from fighting
La-da-da-da-da, da-la-da-da-da-da
Da-da-da-da-da-da, da-da-da, da-da-da
Mystery
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In the trees
Blow in the night
In the southern skies
Southern nights
They feel so good it's frightening
Wish I could
Stop this world from fighting

La melodia se extendió por toda la sala. HyungWon estaba viendo la televisión mientras estaba de cabeza en el sillón y con las piernas apoyadas en la pared, estando así totalmente contrario a lo que normalmente debería ser, vestía una sudadera roja, no tenía pantalones y veía a la power ranger rosa transformarse totalmente concentrado. Luego de un buen rato de ver la pantalla al revés, se acomodó correctamente, miró a todos lados y finalmente caminó hacia la habitación abriendo la puerta de una patada.

— ¡Por el poder que me confiere la luna, yo te contesto! — inmediatamente comenzó a dar vueltas como una bailarina y aterrizó en la cama tomando el teléfono que volvía a estar en silencio. Al revisar tenía casi diez llamadas perdidas, más el móvil volvió a sonar de manera persistente. — Moshi Moshi?

— ¿Hablo con el señor Chae Hyungwon?

— Depende, si es alguien a quien le hice algo que no debía, entonces no.

— eemmhj... bueno, soy de Lite. International, hace unos días tuvimos una reunión para una entrevista ¿Lo recuerda?

— Seeeeep

— Su propuesta para la construcción de ese edificio le gustó mucho al ceo y me ha pedido que lo contacte de inmediato. El desea que por favor se una a nosotros como nuestro principal arquitecto y director del departamento de proyectos y desarrollo.

— ¿Y cuánto ganaré? No soy barato ¿Sabe?

— No se preocupe, arreglaremos su sueldo una vez firme el contrato. Estoy seguro de que podremos llegar a un acuerdo.

— Está bien, acepto.

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Hello, mis amigos y amigas que siguen esta cuenta, aquí les traigo el primer capítulo de esta interesante historia que busca contar una nueva aventura, así que por favor leanla y denme su sincera opinión sobre la misma.

Los quiero un montón y muchas gracias de antemano por su apoyo y amor ❤️

Tengan lindos días, nos vemos pronto en otras historias 🎉 comenten de cuál historia desean actualización 🍻

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