*~Puppeters: Lesley x Roy~*
(¿Prólogo? :v)
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Esta historia comienza en un ático.
No es un espacio ni grande ni pequeño. Tiene un techo triangular. Mide poco más de quince metros cuadrados y con el techo lo suficientemente alto como para que una persona pase a centímetros de la vieja madera.
El lugar mezclaba un aroma a perfume de naranja, naftalina y encierro. No había ninguna ventilación ni nada que dejara mirar al aire libre. Las únicas fuentes de luz eran los vitrales, con formas de figuras geométricas y pequeños como platos de sopa; que salpicaban el lugar de colores verdes, azules, naranjas y amarillos, iluminados de alguna forma misteriosa.
Había un paisaje con nubes y montañas en una de las paredes...
Estaba... un poco vacío, ¿no?
No estaba ni el viejo árbol de navidad ni sus adornos, ni las cajas de juguetes viejos, ni las estanterías de libros empolvados que ya nadie quería leer.
Sólo había un piano blanco con una pequeña casa de muñecas encima.
El suelo estaba cubierto de polvo y había telarañas en todas las esquinas. En un recoveco, un nido de arañas aguardaba la liberación de las pequeñas arañitas. Un pececillo de plata mordía las astillas de madera que caían de la pared. Sin embargo, ni el piano ni la casita estaban sucios ni polvorientos. Al contrario, la casita estaba ordenada y todo estaba muy limpio, como si no hubiera estado guardado por muchos años.
En la casita, de color rosa con ventanas de colores, había una réplica a escala del ático, con sus propios vitrales, un piano diminuto y hasta otra mini casa de muñecas. Tenía su propio polvo simulado con pelusas de algodón.
Debajo del ático, empezaban los cuartos de la casita: Un cuarto con pizarrones para gis y muebles de madera tenía un letrero en la puerta que decía "Cuarto de chicos grandes" y uno enteramente blanco con una mesa y dos sillas blancas tenía un letrero que decía "Cuarto de chicos más grandes".
También había un dormitorio, con tres camas y tres mesitas de noche. La ropa de cama era verde, amarilla y roja, respectivamente.
En el primer piso estaba la sala de estar, el comedor y la cocina, todos con muebles diminutos. Había tres muñecos dentro: Una figurita que representaba a un niño amarillo de cabello azul con overol de mezclilla, una figura de un pato color verde con un traje marrón y una especie de criatura de largos cabellos rojos.
Todo reposaba en silencio.
Sólo había unas escaleras que subían más allá del ático. ¿A dónde irían? Quién sabe. Si pudiera pararme frente a ellas, hubiera visto una escalera de concreto que subiría a un abismo oscuro muy lejano, en el que no me gustaría estar. Quién sabe qué habría allí.
Lo importante es que algo venía de allí.
Unos pasos fuertes se hicieron oír en el ático. Alguien bajaba las escaleras.
Una mujer acababa de entrar. Tenía un largo abrigo hecho con retazos de tela y unos pantalones que le bajaban hasta los zapatos.
El aire se volvió pesado. El pececillo de plata se quedó quieto antes de hacerse polvo. El nido de arañas también se convirtió en nada, como si la presencia de la mujer absorbiera toda la energía del lugar.
Era una mujer de unos cincuenta años, alta como un árbol y de cabello muy corto. En lugar de cejas, tenía puntos de sutura sobre los párpados, en las mejillas y el cuello. Tenía un parche de tela cosido den la mejilla izquierda, como si fuera un muñeco. Tenía la piel muy, MUY pálida. Un pequeño bordado sobre su abrigo decía su nombre: Lesley.
Lesley miró a su alrededor con una expresión serena. Luego, metió la mano en el abrigo y sacó un muñeco. Lo soltó en el suelo y, sorprendentemente, este se sostuvo de pie.
— ¿Sabes qué día es hoy? — preguntó Lesley con una voz muy suave.
Se dirigía al títere amarillo que le llegaba como a la cintura. Bastante delgado y con un overol color café, con la letra "R" cosida en su bolsillo. El pobre tenía muy mal aspecto: sólo tenía cuatro cabellos azules, su nariz anaranjada torcida y una mirada incómodamente fija. Su boca era una fina hebra de hilo con tres dientes sobresaliendo.
El títere gruñó en respuesta.
— Exactamente — respondió Lesley como si comprendiera.
— Ahí dice "20 de junio", pero no me refiero a eso... — dijo señalando el calendario diminuto de la casa de muñecas, y luego murmuró embelesada — Hoy es San Valentín, querido Roy. San Valentín en el mundo real...
Lesley cargó a Roy y lo puso sobre el piano, mirándolo con mucho cariño.
— ¿Te acuerdas ese día que salimos a cenar... y me regalaste este parche que llevo en la mejilla?
El dichoso parche parecía tapar un auténtico hueco, porque se hundió en cuanto Lesley le puso el dedo, como si su mejilla estuviera vacía.
Lesley abrió la boca y empujó el parche desde adentro con la lengua para que volviera a su posición original. Efectivamente, su mejilla estaba hueca.
Lesley soltó una risa entrecortada y nerviosa. Su expresión era hasta cierto punto perturbadora, con las pupilas mióticas (anormalmente pequeñas) y varios tics. Su sonrisa completamente blanca con dientes pequeños y alineados contrastaba con lo imperfecto que era su rostro. Roy la miraba ensimismado y gruñó nuevamente, en un tono que a Lesley le debió parecer despectivo, pues se había enderezado para mirarlo desde arriba y había perdido la sonrisa.
— Grosero... No puedes decir que eso es cursi cuando tu creaste a tu abeja molesta obsesionada con el amor romántico. Y yo que quería regalarte mi flor espía...
Sacó otra cosa de su abrigo: una diminuta maceta con una especie de girasol, que tenía un ojo en vez de centro. También tenía una mirada incómodamente fija. Roy la sostuvo curioso. Se había quedado sin palabras. Mejor dicho, sin gruñidos.
De algún modo, Lesley era capaz de captar esas palabras inexistentes que emitía el títere cada que gruñía o suspiraba.
Roy parecía masticar un pensamiento, siempre con la mirada fija y sin parpadear. Trató de hacer otro sonido y soltó una especie de tos para llamar la atención de Lesley.
— ¡SÓLO ACEPTA EL MALDITO REGALO! — gritó ella.
Su voz se hizo más grave y un eco antinatural resonó en el ático. De repente parecía más alta y amenazadora.
Roy conservó su "inexpresión", por así decirlo, pero no dijo nada.
— Eh... Quiero decir... Espero que te guste, querido mío... — volvió a hablar repentinamente calmada y con una sonrisa — Yo sé que eres un buen marido... Así que, ¿te importaría ir a cuidar a tu-sabes-quiénes?
Roy se quedó quieto unos segundos y luego bajó del piano. Aunque no lo pareciera, estaba bastante contento con su regalo. Una flor que veía. Fantástico. A Roy le encantaba espiar, observar, enterarse de todo. Y sobre todo, le encantaba mirar a Lesley. Le parecía una mujer fascinante. Terrible sí, pero fascinante. No sonrió, pero en su lugar miró a la mujer que lo había traído ahí y volvió a gruñir algo incomprensible.
Lesley lo vio con ternura.
— También te amo, pequeño tonto...
Con estas palabras, el títere caminó hacia la puerta que iba escaleras abajo, y desapareció con su regalo.
Lesley dejó de mirarlo y luego miró hacia la casa de muñecas.
Las figuritas del chico rojo, el niño y el pato se habían teletransportado a sus dormitorios, sin que nadie los moviera.
Lesley giró una manivela que había al costado del piano. La casita dio vueltas muchas veces, mientras un viento misterioso se generaba en el ático por arte de magia.
La mujer se sentó al piano y tronó sus dedos. Luego tocó un par de teclas al azar, antes de entonar una melodía. El piano tenía un eco y reverberación propios, que no debería ser siquiera posible. Después, Lesley cantó como si arrullara no a los muñecos, sino a sí misma.
Oh, circumcise my love for you
It's far too vapid and aimless
I wanna be painless
Love soldier, I want closure
And a dollar for the bus back home
Oh, euthanize my heartbeat
As I set more in the concrete
The deified love me
Madonna, oh, we're far now
And you'll wanna ride the bus alone~
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El que haya pillado la Jack Stauber-referencia a la primera, se ganó un chocolate xdxdxdxdx
WAAAT, NUNCA HABÍA ESCRITO TANTO EN MI VIDA XDXDXDDWHGEMOGWH
Sip, se me antojó que Lesley tuviera un hoyo en la mejilla y que le regalara a Roy una flor weirdcore. No sé, se me hizo algo que tenía sentido :v NI SE CREAN QUE VOY A SER ASÍ DE SERIA Y POÉTICA PARA LOS CAPÍTULOS SIGUIENTES JSJSJSJ
Este no es el único capítulo de este ship. O sea, voy a hacer segundas o incluso terceras partes de todos los ships. Nada se va a limitar a un sólo capítulo.
Y qué chismoso el Roy xdxdxdx Weno, lo importante es que se quieren xdxdxd :vvvvv
En fin, espero que les gusten estos arcos argumentales sacados del sótano.
Y este cap va para @_C0lin_ Mi inspiración para hacer estas historias. Sin vos no sería nada ;-;
¿Y qué sería bueno para el próximo cap?
CreativeSpark
FluffyBird
Los dos me van a tomar tiempo igual pero ps ahí nomás :v
Se les quiere mucho, papulinces y panasfrescos
~ 🖋🖤
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