Baje lo más rápido que mis piernas me lo permitían, estaban hechas gelatinas dado el terror que sentía.

No pude aguantar más y me desplomé al costado del que aparecer era un chico.

—Por favor dime que no estás muerto, dímelo —suplique y exigí tratando de moverlo para que respondiera, pero era inútil, el chico estaba inconsciente o eso es lo que observaba, no estaba sangrando. Eso era un alivio. No había sangre a simple vista.

Para asegurarme, me levanté de manera veloz y vi la parte delantera del auto.

No había nada que mostrara que hubiera tenido un impacto. Estaba el auto, igual a como lo había sacado de mi casa. Sin ningún rasguño a simple vista. Sólo fue un susto y por la sorpresa se había desmayado. Eso debía ser, sí eso. No obstante, comencé a marcar a la ambulancia. No podía dejar a este chico aquí, di media vuelta dispuesta a explicar lo que había pasado. Tenían que venir a por él, cuando comencé a sentir como unas manos rodaban mi tobillo, así de manera inmediata, me solté de él y me alejé de él, tirando así por casualidad mi celular.

Demonios

—¿Qué pasó? —Preguntó un desorientado el chico

—¿Estas bien? —pregunté preocupada, mi momento de actuar había llegado—¿Te ayudo? —ofrecí mi mano

—¿Qué pasó? —repitió lo mismo ahora un poco irritado

Pero que humor, debería ser yo la que este molesta.

Debía tomar el papel de chica buena.

—Te cruzarse en mi camino yo estaba conduciendo — traté se sonar tranquila y serena—Puedes pararte, si quieres te ayudo—le ofrecí de nuevo

—Enserio crees que te crea —la ironía en su voz era evidente, se comenzó a levantarse, apoyándose con una rodilla —Esto es tú culpa ¿Sabes podría denunciarte? —dijo con simpleza

—Pero ¿por qué? —no me estaba gustando la dirección que estaba tomando esta conversación

—Encima me lo dices

—Pues ¿sí? Soy una ciudadana responsable y tú, un impertinente que se cruzó en mi camino hacia a mi cita —dije, pero al ver su rostro de molesto trate de cambiar de tema—Igualmente perdón, si quieres te acompaño a un hospital para que te revisé, algo debió afectarte. —a menos que ya sea insoportable desde antes de este pequeño accidente.

—No ya déjame, —se zafo de mi mano de manera brusca— yo lo voy a hacer solo, ya suficiente me ayudaste— dijo ya incorporarse por completo

—¿Cómo te llamas?

—Oliver

—Oliver—pronuncie aquel nombre, por lo menos voy a saber su nombre porque este día nunca lo voy a olvidar ya que por su culpa...

Estaba siendo una pésima noche

Jordán

Mierda

Mire por los suelos para ver donde había quedado mi pobre celular y ver la hora. Casi me lacé hacia mi celular una vez que lo encontré y solté un suspiro de alivio al darme cuenta de que todavía encendía

8:00 pm

Mil planes se fueron al retrete junto con todo lo relacionado con él.

Era demasiado tarde de seguro, se fue y no le culpó yo también me iría.

Es frustrante es saber que voy a quedar solterona para siempre y todo porque, un idiota que se cruzó en mi camino.

Me volteó, para poder enfrentarle y poder desahogarme con alguien.

No me interesaba lo que pensara de mi o que me denunciara.

—Tú me jodiste mi historia, por tú miserable culpa Jordán ya no está conmigo—dije acercándome más a él

—¿Historia? ¿Jordán? Que te puedo decir nena hoy no fue tu día. —hablo de una manera tan relajada que me sorprendió

—¿Como que día?

—Recuerda que estamos viernes 13 así que márcalo en tu calendario porque a partir de esta noche todo cambia—dicho eso Oliver se da media vuelta y se larga dónde no conozco, ni me importa. Cuando estoy dispuesta a irme le escucho gritar.

—¡FELIZ VIERNES 13!! —se había detenido y me daba la espalda.

—¡¡Vete al mismo infierno de donde saliste, a partir de hoy tú eres mi día de mala suerte!!

—¡¡Gracias por el honor nena!! —luego de eso doblo la esquina y no lo vi más.

—Nena tu abuela

Y una preocupándose por él, esto es lo que ganó por ayudar

Con la poca paciencia que me quedaba traté de agarrar mi poca dignidad que me quedaba y me fui directo al coche, me monté en él y lo enciendo para si irme a mi cama y dormir como una bella durmiente, traté de poner un poco de música ya que era lo único que me relajaba porque en estos momentos solo pensaba ir a matar con mis propias manos a ese Oliver.

Pero quien se creía para hablarme así y encima decirme nena.

Si aceptó, esta guapo y todo lo demás, pero felizmente yo ya estaba enamorada de alguien porque si no ya estaríamos en problemas y unos bien grandes.

Tampoco era ciega para no reconocer lo evidente. Estaba guapo y punto.

De camino de casa, ya que ni loca pensaba ir a la cita en esta facha parecía una vagabunda y lo segundo era que Jordán ni siquiera este allí.

Sólo faltaba unos 4 km cuando vi que la gasolina estaba bajando cada vez más. Esto era un terrible problema, esto era lo último que me podría pasarme, quedarme varada a pocos km de mi casa

Sólo tenía tres opciones:

1-Bajar e irme del auto y simular que nunca estuve aquí

2-Llamar a mi mamá para decirle la verdad y que venga a recogerme.

3-Llamar a papá y desear que este de humor para que me ayude incluyendo que no le mencione lo de esta noche a mi mamá

La tercera era buena opción, pero siendo consiente mi papá nunca responde su celular ya que constantemente cambia de número y de novias.

Así que tome la primera opción, me bajé del auto, me quite los tacones y camine directo a mi casa. Sabía que los de vigilancia de la zona verían el auto y luego verían la placa y llamarían al dueño, es decir mi madre.

Al llegar a la entrada de mi casa saque mis llaves del bolso que tenía, pero antes de hacer eso retrocedí, levanté los brazos y me desahogue.

—¡¡Te odio viernes 13 este día voy a recordar como el peor día de mi vida, esta dicho!!—grite a todo pulmón mirando al cielo.

El cielo ...

Es impresión mía o creo que la luna se está riendo de mí con esa sonrisa tan brillante y perfecta

Que humillante, hasta el cielo se burla de mí.

Bajé los brazos y decidí abrí la puerta y olvidarme este día para siempre.

No va a ser tan fácil.

Al despertarme lo más temprano de lo usual decidí hacer mis cosas antes que mi madre se despierte y me obliga a escuchar sus sermones tan temprano, en unos minutos no tardarían en traer el auto a casa. Comencé a meter mi ropa a la mochila para mi estadía con mi padre, sinceramente no sabía cuánto tiempo estaría con él, junto con mi hermano.

Necesitaba relajarme después de lo sucedido con él.

Tenia que olvidarme de eso.

Oliver

Como te odio

No voy a poder olvidar lo que me pasó.

Era tan frustrante no poder desahogarme con alguien. Me acerqué a mi escritorio de mi habitación y prendí mi laptop.

Para comenzar a escribir.

13 razones para odiarte

Titulo un poco infantil, obviamente que sí.

Esa soy yo

Hola hola buenas noches ¿cómo están? espero que bien .
Pues aquí les dejo otro capítulo más ,muchas gracias a todas las personas que comentan y también votan con una estrellita me alegra mucho saber que les guste mi historia.
Y espero que sigan leyendo la historia de Lena porque está cada vez más interesante.
Que opinan ustedes .

Pdta.: no se olviden de comentar y de votar me alegra responder los comentarios❤❤

Atte.: Lady Night❤