4.- LIBERTAD.

 Gases lacrimógenos, petardos y chorros de agua eran lanzados contra la multitud de jóvenes que exigían sus derechos a ser tratados como cualquier persona. Ellos no estaban haciendo nada malo; solo querían ser libres de expresar sus preferencias sexuales, poder decir abiertamente a quién aman, sin importar sexo, raza o creencias religiosas.

Taemin fue uno de los chicos que logró ponerse a salvo de esa brutal agresión por parte de la policía y el ejército. Claro, no sin antes recibir algunos golpes, pero nada que una buena pomada y pastillas para el dolor no pudieran curar.

"EL SILENCIO SE VA, JUNTO A MÍ YA NO ESTÁ. EL DOLOR SE MARCHÓ, Y MI ALMA ES LIBRE DEL TEMOR. COMPRENDÍ QUE SI ESTOY AQUÍ, ES PORQUE YO ASÍ LO DECIDÍ"

Se encontraba en el estacionamiento de un edificio de departamentos de lujo, oculto tras un auto negro grande, para ser exactos, un Mercedes último modelo. Afuera aún resonaban los gritos de sus compañeros de lucha. Todo era un caos total.

De pronto, escuchó voces acercándose a su escondite: era una pareja discutiendo.

—La verdad, no te entiendo, Lola. Primero dijiste que querías cenar en el departamento y ahora sales con que prefieres ir al restaurante francés. Hiciste que el señor Kim cocinara tu platillo favorito. Trato de entenderte, pero te juro que no puedo.

—Minho, cariño, no trates de entenderme. Lo único que tienes que hacer es adorarme y cumplir todos mis caprichos. Por algo soy tu prometida.

Taemin intentó salir de ese sitio sin ser visto, pero no lo logró. La chica de la discusión comenzó a gritar:

—¡Un ladrón, un ladrón! ¡Auxilio, policía!

Minho volteó hacia donde estaba el chico, quien ya se encontraba más arrinconado y nervioso por los gritos de Lola.

Sus ojos negros se posaron en los almendra de Taemin. El impacto al verlo fue brutal; sintió que todo su ser se estremecía al mirar a ese chico menudo, con facciones delicadas que recordaban a las de una chica. Llevaba los ojos delineados y arillos en ambos lóbulos. Su cabello, de un tono cobrizo, le llegaba hasta los hombros. Vestía un pantalón ajustado de cuero rojo, un suéter negro de punto y una mascada arcoíris alrededor de su largo cuello.

—Yo... yo... no soy un ladrón, por favor no grite, señorita. Si me encuentra la policía, me van a llevar preso. ¡Señor, se lo suplico!

—Lola, cállate y deja de armar escándalo por todo. Este chico no es un ladrón.

—¡Ajá! Si no lo es, ¿qué hacía escondido detrás de tu auto?

—Me escapé de una redada. Estábamos haciendo una marcha pacífica por la libertad y...

—¡AHHH! Tú eres uno de esos afeminados que estaban haciendo alboroto afuera. ¡Qué asco!

—Lola, cierra el pico. Que sea la última vez que sacas a relucir tu falta de tolerancia.

—Pero, Minho, ¿no te das cuenta? Todo lo que quieren estos tipos es parecerse a nosotras, las mujeres, y no logran nada. Qué ridículo.

—¡Que te calles, Lola! Además, ¿sabes qué? Ya me fastidiaste lo que resta del día. Será mejor que te vayas a tu casa.

—Pero, Min...

—No hay peros. Y ni pienses que te voy a llevar. Pide un taxi que venga por ti.

—¿Qué? ¡Minho, si me haces esto, te olvidas de mí y de la boda! Yo no pienso casarme con un guarro que...

Minho tomó del brazo a Taemin y sin decir palabra, lo llevó hacia el elevador. El chico no dijo nada; estaba sorprendido por la situación.

Lola gritó una vez más:

—¡Minho, Minho! ¡Esto lo va a saber tu papá!

Antes de subir al elevador, Minho le respondió:

—No me importa. Dile lo que quieras. Ya me tienen cansado tú y él con sus estupideces sobre la maldita boda. Entiéndelo, soy yo quien no quiere casarse contigo. ¡Adiós, Lola!

 "CONOCER Y RECONOCER, QUE NADA ES PERFECTO Y EL DEFECTO ES BELLO TAMBIÉN. LIBERTAD, LIBERTAD. NO VOY A ABANDONAR MIS SUEÑOS."

 Minho y Taemin salieron del ascensor directamente a su penthouse. Taemin quedó impresionado por lo amplio y lujoso que era el lugar.

—Wow, qué hermoso está tu departamento —dijo Taemin.

—No más que tú.

—¿Cómo?

—Quiero decir que eres más hermoso que este o cualquier otro departamento que haya tenido.

—¿Estás bromeando conmigo? ¿Para luego ofenderme por ser como soy? Pero déjame decirte una cosa, el hecho de que tengas mucho dinero no te da derecho a querer humillarme.

Taemin se dirigió hacia la entrada, pero Minho lo detuvo y lo acercó, quedando sus rostros frente a frente con sus narices rozándose. Podían escuchar la cálida respiración del otro antes de que sus bocas colisionaran en un beso suave y dulce.

Cuando se separaron, Taemin se sentía mareado y su corazón latía como un motor acelerado, al igual que Minho. Ese chico era malditamente hermoso, un hermoso ángel.

—¿Minho? ¿Así te llamas, verdad?

—Sí, ¿y tú?

—Taemin.

Tras las breves presentaciones, se besaron de nuevo, esta vez más audazmente. Sus lenguas bailaron en sus bocas y se dieron algunas mordidas y chupadas, haciendo que ambos gimieran de placer.

—Mmmg... mghm...

"LIBERTAD, LIBERTAD. ES TIEMPO DE VIVIR SIN MIEDO. YO SOLO QUIERO LIBERTAD Y SOLO QUIERO LIBERTAD. YO SOLO QUIERO LIBERTAD. YO SOLO QUIERO LIBERTAD."

Después de pasar casi tres horas besándose, Taemin ya se tenía que ir, pero Minho le pidió que se quedara a dormir.

—Tengo una habitación de huéspedes, mañana yo te llevo hasta tu casa, hermoso.

Taemin aceptó encantado; Minho le gustaba y mucho. Además, sabía besar increíblemente bien.

A la mañana siguiente, Taemin se despertó temprano y se dirigió hacia la cocina, guiado por un olor exquisito que lo llevó directo al lugar. Ahí se encontró con un hombre de mediana edad, que cantaba mientras cocinaba.

—Hola, hijo. Siéntate, soy el señor Kim y puedo prepararte el desayuno que desees. Tú debes ser el hermoso chico del que tanto me habló Minho.

—¿Ehh? ¿Cómo es eso si apenas nos conocimos ayer?

—Sí, pero mientras tú dormías, Minho fue a despertarme para contarme sobre ti, lo maravilloso y hermoso que eres, la sesión de besos y sobre todo lo valiente que eres.

—¿Valiente?

—Ya supe que estuviste ayer en la marcha por la Libertad para amar a quien quieras. Eso, hijo, es digno de admiración, sobre todo para mí y para Minho.

—Bien, nosotros nos besamos, pero él tiene novia y no creo que sea totalmente gay.

—Jajaja, Minho es tan gay como tú y yo. Solo que su padre lo ha complicado toda la vida, imponiéndole novias para ver si se casa con alguna de ellas. ¿Sabes cómo termina siempre eso?

—Ugh, no sé...

—En nada. Solo provoca problemas y las relaciones terminan sin más.

—Ayer creo que hizo algo así... ¿Entonces, yo...?

—No, ni lo pienses. Ya sé lo que pasó. Él iba a terminar con ella cuando llegaran al restaurante al que iban. Le había llenado la cabeza con tonterías. Lo tuyo fue circunstancial. ¿Te cuento un secreto?

—Sí.

—Me confesó que en el momento en que te miró a los ojos, sintió algo que nunca había experimentado con nadie. Y que cuando se besaron, fue algo maravilloso. Chico, tú le gustas y mucho a Minho.

 "DEJA ATRÁS EL DISFRAZ, QUEMA YA EL ANTIFAZ. TU DESTINO ES VIVIR, Y SENTIR DEJANDO DE FINGIR. PUEDO AMAR, NO HAY OBSCURIDAD."

Después del desayuno, Minho le pidió a Taemin pasar todo el día juntos, y por supuesto, su respuesta fue un rotundo "sí, quiero". Se entregaron de nuevo a besos y caricias, llenando el lugar solo con sus suspiros.

El celular de Minho sonó insistentemente, interrumpiendo el momento romántico. Era su padre, y tenía que contestar sí o sí.

—¿Qué sucede, papá? Estoy ocupado. ¡Ahhh, eso! Te lo advertí la última vez, estoy cansado de que intentes imponerme a quién debo amar. Lo siento, pero desde ahora no me busques novia, porque ya encontré a mi pareja, un hombre maravilloso, justo lo que siempre esperé en mi vida. Nos vemos luego, papá. ¡Adiós!

 "HAY NUEVOS HORIZONTES QUE BUSCAR, HOY MI FE ME HACE CREER QUE TENGO MIL RAZONES PARA TOCAR EL CIELO Y GRITAR. LIBERTAD, LIBERTAD."

 —¿Qué fue todo eso que le dijiste a tu papá, Minho?

—La verdad es que ya encontré al chico que me hace sentir feliz y que mi corazón reclama como suyo. Taemin, ¿quieres ser mi novio?

—Pero tú no sabes nada de mí, yo... yo...

—No necesito saber nada. Eres un chico excepcional que lucha por sus ideales, que defiende lo que es. Un chico lindo, diferente, digno de ser amado y respetado.

—Me gustas mucho, Taemin. Siento que yo también te gusto. Vamos a darnos una oportunidad, vamos a conocernos más. Tengo el presentimiento de que somos el uno para el otro. ¿Qué dices?, ¿aceptas salir conmigo a la calle tomados de la mano, sin que nos importe lo que dirán? ¿Que todos vean que somos valientes y que luchamos por nuestro derecho a la libertad de amar?

"VIVE Y SUEÑA EN LIBERTAD, TÚ DECIDES A QUIEN AMAR, HOY TU VOZ NO VAN A CALLAR. GRITA FUERTE, QUIERO ESCUCHAR, LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD."

 Taemin, emocionado y con lágrimas en los ojos pero con cientos de mariposas revoloteando en su estómago, le dijo que sí.

Desde esa noche, Taemin se quedó a vivir con Minho para siempre.

"YO QUIERO LIBERTAD, YO QUIERO LIBERTAD, YO SOLO QUIERO LIBERTAD. LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD."

FIN

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