1.- ¿POR QUÉ NO ESTÁS AQUÍ?

   Taemin abrió sus hermosos ojos verdes, como todos los días de los últimos dos años de su corta vida. 22 años, para ser exactos. Lo primero que vio fue el techo blanco con una lámpara de luz blanca. Volteó la vista y lo siguiente que miró fue un pequeño escritorio blanco con su respectiva silla, igualmente blanca, el piso blanco y las paredes blancas. Todo en ese maldito lugar era blanco.

"Dios, cómo odio ese no color. Como si fuera de ayuda para los jodidos enfermos que estamos en este infierno."

La puerta se abrió tras el sonido de un timbre que anunciaba la llegada de dos enfermeros, un hombre y una mujer. Llevaban consigo un carrito con medicamentos.

—Buenos días, Taemin. ¿Cómo te sientes esta mañana? ¿Pudiste dormir bien o tuviste nuevamente pesadillas? —preguntó la enfermera de nombre Soledad. Ella traía consigo un cuadernillo en cuya pasta dura se podía leer claramente el nombre del paciente: Lee Taemin. Pabellón V6V.

—Me siento como siempre, infeliz. Este lugar es patético, aquí no hay vida en sus paredes, hay ausencia de colores brillantes que nos ayuden a sentirnos mejor. Y no recuerdo haber soñado algo, el medicamento que me dieron anoche me noqueó totalmente.

Mientras Taemin expresaba todas sus inconformidades del día, Soledad anotaba todo lo que él decía, al tiempo que el enfermero le proporcionaba sus pastillas matutinas. ¿Cómo es que a ese tipo se le podía llamar enfermero? Más bien parecía luchador de sumo. ¿Cómo podía alguien con ese cuerpo trabajar en algo relacionado con la salud?

Cada vez que Taemin lo veía, una voz dentro de su cabeza le decía: "Qué asco, es una bola de grasa."

Después de ver cómo Taemin se tragaba las píldoras, el enfermero acercó su mano a la boca ajena y dijo en tono demandante:

—Abre la boca.

Con un abatelenguas comenzó a hurgar dentro de la cavidad bucal para corroborar que no guardaba nada en las mejillas internas ni debajo de la lengua.

Después de eso, Taemin tenía que tomar una ducha rápida y cambiarse el camisón de algodón que, obviamente, era blanco. Luego tenía que ir al lugar más terrorífico: el Gran Salón, donde se encontraba el comedor. Cada vez que Taemin pensaba en ese sitio, era como si su cabeza diera vueltas, su corazón comenzara a latir a mil y unas ganas irreprimibles de vomitar se apoderaban de él. Un sudor empezaba a perlirle la frente, y las manos también le exudaban. El ruido que hacían todos los que se encontraban tomando sus alimentos lo podía escuchar desde que recorría el largo pasillo blanco. Era como si un millón de moscas estuvieran zumbando.

—¡Qué horror!

"SE HA HECHO TAN LARGO EL CAMINO AQUÍ. SOLO YO SÉ LO QUE SUFRI.TODO EL AMOR QUE ALGUNA VEZ TE DI. SOLO YO SÉ LO QUE ESCONDÍ."

 Taemin era un chico hermoso, con ojos verdes y cabello cobrizo y largo. Tenía suerte tanto con las mujeres como con los hombres. Su familia, una de las más adineradas de Japón, tenía todas sus esperanzas puestas en él para que se convirtiera en uno de los más grandes bailarines de ballet clásico. Desde la edad de siete años, el pequeño Tae fue prácticamente obligado a ingresar a una de las mejores academias de Estados Unidos: la Academia de Ballet Kirov.

Taemin se resignó y obedeció sin chistar a sus padres. Cabe decir que era un niño prodigio en cuanto a la danza se refería. Cuando cumplió quince años, fue llamado para incorporarse a la obra "El Principito". Y ahí fue donde todos sus problemas comenzaron.

"NOCHE TRAS NOCHE FRENTE AL ESPEJO HABLANDO SOLO CON MI REFLEJO.TANTO SILENCIO LLEVO POR DENTRO CAIGO AL VACIO MUERO SIN TI"

 Las exigencias para conseguir los mejores protagónicos eran terribles. Sus papeles siempre debían ajustarse a su físico, ya que aunque su rostro era hermoso, su cuerpo siempre era menudo para tratarse de un hombre. Por consiguiente, los papeles que peleaba eran siempre delicados, tratando de parecer un preadolescente.

Las dietas que le imponían sus profesores, y luego su manager, eran un verdadero crimen, sobre todo para alguien que practicaba los 365 días del año, hasta 15 horas diarias. Nunca asistió a un colegio normal; siempre eran profesores privados los encargados de su educación. No tenía amigos, no iba a fiestas y mucho menos tuvo una novia o novio, porque Taemin había descubierto su bisexualidad desde muy joven.

Cualquier momento era bueno para mirarse en esos espejos que se encontraban de pared a pared y del piso al techo. La imagen que estos le proporcionaban de sí mismo era como si hubiese entrado a la casa de los espejos en alguna feria de pueblo, totalmente distorsionada de la realidad.

"Taemin, eres asqueroso. Nunca vas a conseguir ese papel, no vales nada. Pareces una vaca a punto de parir. Por eso nadie se fija en ti, eres un fraude como bailarín."

"¿POR QUÉ NO ESTÁS AQUÍ? ¿POR QUÉ YA TE PERDÍ? NO QUEDA NADA DENTRO DE MI ALMA PORQUE TODO TE LO DI"

 Y el día de su triste caída al abismo llegó. En plena función, realizando uno de sus majestuosos pasos, un Plié (flexión completa, hasta alcanzar una posición horizontal), Taemin colapsó en pleno escenario. Los espectadores lanzaron un ¡Ohhh! cuando el chico se desvaneció, quedando inconsciente.

Taemin fue recluido en un centro de rehabilitación, mismo en el que continuaba desde entonces. Al llegar, tenía un peso de 40 kilogramos, con una estatura de 1.68 metros. Totalmente descalcificado, su cabello opaco se le caía por el simple hecho de pasarse los dedos entre sus hebras. Algunos de sus dientes estaban despostillados y su piel, otrora nívea, ahora lucía un tono grisáceo. En conclusión, un verdadero desastre. Su cuerpo le estaba pasando la factura de años de mala alimentación y sobreesfuerzo físico. El parte médico final fue: Anorexia nerviosa.

Su familia, desde el momento en que lo internaron, no volvió a pararse por el lugar, argumentando falta de tiempo. Pero la realidad era su enojo ante la situación, pues ese hecho los puso en el ojo del huracán ante una sociedad que les pedía cuentas claras sobre la salud del chico. ¿Y cómo permitieron que tocara fondo?

"¿CÓMO VIVIR SIN TI? EN ESTE MUNDO GRIS ,ESTA TRISTEZA QUE ME DUERME ME ENLOQUECE Y ME CASTIGA ASÍ. NO TENGO A DÓNDE IR"

"DICEN QUE NO SOY EL MISMO DESDE QUE TE VI PARTIR Y ES LA ABSTINENCIA DE TI. TANTAS HORAS, TANTOS DÍAS QUE YA LLEVO SÍN DORMIR"

 Al principio, cuando Taemin llegó a esa clínica, todo era surrealista; nada tenía sentido para él. ¿Cómo era posible que le dijeran que tenía un trastorno de salud mental? Pensaba que se trataba de una maldita broma. Esos médicos solo querían aprovecharse y sacarle a su familia todo el dinero posible argumentando algo que no existía.

Se resistía a llevar el tratamiento indicado. ¡No, señor! No pensaba seguir las estúpidas reglas para algo que no era verdad.

Todo cambió para él cuando el psicólogo lo canalizó con el psiquiatra.

El chico entró al consultorio y lo primero que vio fue a un hombre jodidamente guapo detrás de un gran escritorio. Tomó asiento y se dispuso a escuchar lo que el médico quisiera decirle. Por un tipo así de divino, haría cualquier cosa.

—Siéntate, Taemin —le indicó el médico—. Ponte cómodo, tenemos muchas cosas de qué charlar.

"¡Demonios, esa sonrisa debería estar prohibida!", pensó Taemin.

—Soy el doctor Choi Minho y desde este momento seré yo quien te acompañe en tu tratamiento. Me han dicho que no has querido cooperar, y eso está muy mal. Eres un chico muy hermoso como para estar encerrado en este lugar. Hagamos un trato: tú obedeces, te curas y yo te doy un premio.

Cuando Taemin escuchó la palabra "premio", sintió que se mojaba nada más de pensar en cuál sería.

Contestó titubeante: —S...sí... yo... yo voy a hacer todo lo que usted me diga, doctor Minho.

—Muy bien. Primero debes saber que no has dimensionado el trastorno que tienes. La anorexia nerviosa te puede llevar a la muerte. Tienes un peso muy bajo, una percepción alterada de tu cuerpo, ignoras la realidad y tu autoestima está muy deteriorada.

—Desde hoy vamos a establecer horarios y orden en las comidas. No hay alimentos buenos ni malos, tampoco sanos vs chatarra. Lo bueno, según tu historial, es que no tienes purgas ni atracones.

A partir de ahí, Taemin comenzó a ver a Minho no solo como su médico, sino como su salvador. Era un ángel en la tierra; alguien allá arriba tenía que quererlo aunque sea un poquito para haberle mandado a tan maravilloso ser humano. Toques de mano disimulados, miradas furtivas, sonrisas discretas, palabras dulces, "te quieros" y "me gustas" susurrados, pensamientos sincronizados, sonrojos mutuos. Todo eso fue suficiente a través de un año para que Taemin se sintiera perdido de amor por Minho. Su Minho, como le nombraba en sus pensamientos, en sus sueños húmedos. Lo deseaba. ¡Dios, cómo lo deseaba!

Taemin solo necesitaba unos segundos cerca de él para que todo su mundo se volteara patas arriba. Su corazón era un tambor a mil, su sangre hervía. Era la primera vez que se enamoraba y pensaba que sería la última.

Después de un año de tratamiento, por fin llegó el día en que su premio le sería dado. Taemin se arregló lo mejor que pudo, que en realidad no era mucho, pues estando atrapado en ese lugar no había mucho que hacer con respecto a ese asunto. Pero de todos modos lo intentó.

Sus pasos eran largos; quería llegar lo antes posible, necesitaba su premio. ¿Qué sería lo que su Minho le daría? ¿Un abrazo? ¿Un beso? ¿Un "te amo"? Taemin pidió permiso para entrar al consultorio, su sonrisa se borró de inmediato y una cubetada de agua fría fue lo que sintió caerle al ver que no estaba ahí su Minho. Era otro doctor. El psiquiatra Choi Minho se había ido.

"ALUCINANDO TENERTE AQUÍ. SIENTO TOCARTE, ACARICIARTE. SIENTO TU CUERPO PERO NO HAY NADA. PINTO MI ROSTRO DE MASCARADA. SALGO A LA VIDA SOLO Y SÍN TI ¿POR QUÉ NO ESTAS AQUÍ? ¿POR QUÉ YA TE PERDÍ?"

 ¿Qué había pasado? ¿Acaso era culpa suya que Minho se marchara como un fugitivo entre las sombras? ¿Qué hice mal? ¿Acaso se cansó de mí y de mi inestabilidad?

"Choi Minho, eres un mentiroso. Me prometiste un premio."

Y entonces, todo ese año de tratamiento se fue al diablo. Otro año le llevaría recuperarse de la maldita enfermedad y de su decepción amorosa. Lo segundo no lo logró; no podía dejar de pensar ni un solo minuto en Minho y en el porqué de su inesperada huida.

"POR QUÉ NO ESTAS AQUÍ? ¿POR QUÉ YA TE PERDÍ?"

"NO QUEDA NADA DENTRO DE MI ALMA. PORQUE TODO TE LO DI. ¿CÓMO VIVIR SIN TI? EN ESTE MUNDO GRIS ESTA TRISTEZA QUE ME DUERME ME ENLOQUECE Y ME CASTIGA ASÍ. NO TENGO A DONDE IR"

 Dos años y un mes habían pasado desde que Taemin recuperó su libertad y volvió al mundo real. Las rejas de la clínica se abrieron para darle paso.

"¿Y ahora qué? Nadie vino por mí. Sigo sin importarle a mi familia." Comenzó a caminar sin rumbo conocido.

—¡TAEMIN... TAEMIN!— escuchó una voz que gritaba su nombre. Cuando volteó para ver de quién se trataba, sus ojos se abrieron como platos. Era él. ¿Era su Minho?

—¿Minho, eres tú?

Minho se acercó a él y lo abrazó con fuerza. Taemin sintió una calidez increíble y su enamorado corazón volvió a sentir ese pum, pum y su piel ese cosquilleo.

—Sí, bebé, soy yo. He venido por ti y a pedirte perdón por ser tan cobarde y haberte abandonado. Me enamoré locamente de ti, pero tuve que irme el día que debía darte tu premio. El director de la clínica se enteró de que yo te amaba; me vio cuando compré tu premio y no pude mentirle cuando me cuestionó sobre ti. Me amenazó con acusarme ante las autoridades por mi falta de ética profesional. Por eso desaparecí, pero Soledad me informó de tu salida y aquí estoy, amor mío, para darte tu premio, claro, si aún lo quieres.

Taemin, con lágrimas en sus hermosos ojos, le dijo:

—¿Minho, me sigues queriendo como dices?

—No, mi amor, yo te amo. ¿Y tú, bebé, me amas como yo?

—Sí, Minho, sí te amo aún.

Entonces Minho sacó de su bolsillo una cajita. La abrió y un anillo maravilloso estaba ahí.

—Toma, mi amor, este es tu premio. ¿Te quieres casar conmigo?

—¡Sí, sí quiero!.

FIN

💝💝💝💝💝💝💝💝💝💝

Gracias por leer, comentar y votar.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top