12° llave: El desafío final.

  Belu y yo decidimos que yo sería el narrador N°2 siendo mis preguntas:

1- ¿Por qué hechizar el corazón de Luci-6 y correr el riesgo de que también hechicen el suyo?

2-¿Por qué desear gobernar en todo el universo y destruir para ello a toda una familia?



Con el  poder que había obtenido de la piedra logré transportarnos a un lugar donde por experiencia sabía muy bien que tendría ventaja sobre el pequeño cometa. El odio acumulado estaba explotando dentro de mí; aquel que me engaño llego a penas unos segundos después que yo.

-Me temo que en este mundo no te daré la oportunidad de vencer -hablé fuerte- mi inmortalidad me ha dado miles de recuerdos, memorias que por los años permanecerán conmigo, eres el primero en verlos  ¡Bienvenido a ellos! 

Valentín permaneció atontado unos instantes por el viaje abrupto, cuando tuvo la oportunidad de mirar a su alrededor mantuvo la vista en la inmensa llanura verde que nos rodeaba contando con apenas unos arbustos a unos pasos. 

El portal volvió a abrirse y mi padre apareció rápidamente, sumiéndose en una pelea con Valentín.

Me acerque con paso triunfal a la planta de la muerte, mi preferida, de un blanco impoluto. Acaricie suavemente su único pétalo y extraje una pequeña gota de rocío, acercándola a mis labios susurre el recuerdo que necesitaba. Aquel mundo de memorias comenzó a deformarse para de a poco tomar la forma de ese recuerdo.

Al ser un mundo puramente de recuerdos solo podía viajar con quienes compartieran mis memorias, la que seleccione excluía a mi padre que decepcionado me miraba mientras nos trasportábamos al recuerdo. 

-Quiero que veas lo que provocaste -sentencié a un Valentín muy desorientado- tú estupidez y vanidad desató esta guerra

-Oh por favor, me alagas pero no merezco todos los honores, ¿Acaso fui únicamente yo? Hasta hace poco tú eras igual o hasta más culpable en todo este asunto. Una dama que simplemente no conocía como controlarse, eso eres.

El cometa se rio burlonamente una vez llegamos. Una pequeña casa nos esperaba, el ruido de dos niñas jugando era perceptible, por un segundo me pregunte como sería ser capaz de sentir nostalgia, mis sentimientos eran básicos a diferencia de los de mi hermana. Me centre en la casa, pronto aparecería el momento que cambio las vidas de los tres: el momento en que Asha y yo conocimos al pequeño Valentín.

-¿Planeas conmoverme con tu infancia? Para ser un ser inmortal realmente eres muy ingenua, no me importa dónde sea que estemos tu poder será mío... al fin y al cabo siempre haces todo por mí... como tu hermana...

El odio volvió a hacerse presente, haría que se tragara aquellas palabras. Fue imposible que esa escena no volviera a mi mente usurpando el lugar del recuerdo elegido; el entorno cambio abruptamente por un lugar en ruinas, una leve llovizna caía sobre nosotros. A lo lejos se veía un Valentín no tan joven acompañado de la aún noble Sofía, "¡Despierta niña!" solo era capaz de pensar, aquella imagen ahora me daba asco. 

-ohh mira te lo he recordado - dice Valentín con tono airoso- creo que me amabas por ese entonces

El recuerdo reproduce una y otra vez la misma escena, lo poco que recuerdo de aquel día, el Valentín del recuerdo le ofrece la diestra galante a Sofia quien en su inocencia la toma y escapan juntos de sus hogares, destruidos por ellos mismos. 

-creo necesario decirte que nunca te amé -suelta, y por más que ya lo sé duele y molesta- tal vez te tuve cariño... no más que el que se le tiene a un perro claro está, fuiste un buen utensilio, sumiso y obediente...tu falta de curiosidad fue lo que más me aventajo...

-¡Cállate! nunca fuiste quien para hacer lo que hiciste -la llovizna sigue cayendo, por algún motivo me siento sin fuerzas, pero debo mantenerme en pie.

-Pareces débil -dice interrumpiéndome- Melantha, es necesario que me entregues tu poder no estás en condiciones de controlarte, mírate..

Su encanto fingido me revuelve el estómago, siento un dolor punzante en la sien ¿Qué está sucediendo?

-Piensa en todo lo que hiciste, incluso te arriesgaste a controlar el corazón de Luci-6 necesitas ayuda y solo yo puedo dártela...lo sabes, solo entrégame tu poder -me dice acariciándome el rostro.

No fue así, pensé en todo miles de veces, intente hechizar el corazón de Luci-6 con la esperanza de que su pueblo fuera capaz de luchar contra Valentín, odio recordar cómo me manipulaba, sabía muy bien que era peligroso aún para mí si mi intento salía mal y mi corazón quedaba hechizado de igual manera, pero aquella fue la única solución que encontré en aquellos momentos donde comenzaba a dudar. Tantos años me tomó darme cuenta y aun cuando lo hice no entendía cómo actuar, los deseos de Valentín habían suplantado los míos de una forma tan artificial como lo era la manipulación que no fui consciente de eso hasta que era un irreflexivo títere.

Asha me advirtió de todo, ella siempre fue más astuta, y lamentablemente en mi enceguecido amor lo confundí con celos, celos de algo que ella quería. Porque al ser criados juntos era inviable para mí que nunca surgiera un sentimiento, o al menos así parecía.

Mis piernas temblaban, me sentía desfallecer, mire a mi alrededor, el recuerdo se estaba desprendiendo lentamente. Suspire para mí misma, "Papá siempre acude a salvarme" pensé, entendiendo que él causaba aquello. 

Él mismo fue quien termino de convencerme, mi poder estaba destinado a cosas más grandes que a obedecer a un cometa gris.

 Valentín estaba nervioso, sabía que pronto mi padre nos devolvería del recuerdo, me agitaba gritando cosas que no era capaz de comprender, el intento de papá por sacarnos de allí me debilitaba ya que estaba combatiendo mi recuerdo.

Y sin que pudiera hacer nada la gota de rocío se evaporo rompiendo mi hechizo. Valentín soltó mis hombros cuando se vio rodeado por todos, por inercia me desplome sobre mis rodillas ensuciando mi vestido de encaje negro. La fortaleza volvía a mí poco a poco pero debía esperar un tiempo si quería pelear.

-Bienvenidos -mi padre también parecía agotado- Sofia, no estás sola en esta batalla, todos te apoyamos... y a ti escoria -dijo alzando la voz hacia Valentín- ...te derrotaremos cueste lo que cueste. 

Melantha parecía conmovida al ver a la dama dorada, su madre. Realmente era una sorpresa verla de nuevo, supongo que en este mundo de recuerdos ella nunca faltaría. David y Mat intentaron acercársele a Melantha para ayudarla, pero no dejaría que tocaran a lo único que me daría la victoria. Una ráfaga de fuego fue suficiente para mantenerlos a raya y ganar un poco de tiempo.

-Puedes traer un batallón de idiotas como estos, pero jamás me van a detener, voy a cometer mi objetivo- Grite, el líder del concejo estelar parecía firme implantando duda en mí.

-A ti, niño maleducado, te di todo el amor que tu padre no fue capaz de darte -dijo notablemente enojado y desilusionado.

Que podría importarme a mí su amor si el único verdadero sería obtener el de mi padre, y pronto lo tendría. La exigente infancia que mi padre me había hecho vivir fue la que me convirtió en el valiente guerrero que era hoy en día, y no abandonaría mi meta por un intento de victimizarse tan ridículo.

-Tu amor, no me sirve, yo solo quiero destruirlos, ¡por su culpa mi padre mi verdadero padre nunca me aceptó! 

Al fin tendría el anhelado reconocimiento de mi padre, aquel por el que durante años competí contra las hermanas para mejorar mi poder, el mismo por el que fui juzgado por mi padre cuando intente dominar a las hermanas, él no entendía que cualquier cosa era válida en mi intento de superar a Melantha y Asha, una vez que terminara con ellos que los eliminara para siempre, sería el ser más poderoso sobre todo el universo y mi padre no tendría más remedio que aceptar mí superioridad.

-Todos han sido una gran molestia en mis planes -solté con furia.

-Por lo visto nunca fuiste más que un chiquillo caprichoso, Valentín... lo siento -El líder del consejo estelar siguió hablándome, parecía querer tenerme tranquilo un rato.

Fue allí cuando note a los seres traslucidos que se encontraban tras él, sentados uno frente al otro ayudándose para juntos entretejer con el poder de una poesía una cuerda de oro blanco que parecía cobrar vida.

Exigí que se detuvieran e intente lanzarles una llamarada con el poder suficiente para matarlos, pero aquellos desgraciados de David y Mat, adelantándose a mis deseos los protegieron en una capsula de agua sin ninguna imperfección. 

 Mi poder se desato por ende sobre ellos arrojándolos lejos de mí, mientras que era atacado igualmente por el padre de las damas.

-¡No te me acerques! -advertí- ¿Olvidas que tengo los poderes de tu gran amor? Si me matas nunca serás capaz de recuperarlos...

-¡Niño estúpido! tus amenazas no me asustan, aún si murieses con ellos sería mejor que mantenerte con vida, eres un descarriado y hay que devolverte a tu lugar.

Su mano se alzó velozmente impulsándome con su poder sobre el aire y dejándome caer a unos metros. Intente reponerme del duro golpe pero una vez pude levantarme la cuerda de oro se arrastró sobre el césped con la misma movilidad de una serpiente, envolviéndome de pies a cabeza antes de que pudiera atacarla. Su tacto era cual fuego quemando mi piel, a cada segundo iba apretándose más sacándome el aliento. 

Mat y David se acercaron y uniendo fuerzas con las dos damas y el líder del consejo estelar, invocaron un remolino de una luz destellante que se acercó a mi obligándome a cerrar los ojos, el remolino absorbió el poder de la dama dorada que yo había obtenido mientras la cuerda me comprimía más y más, unos quejidos se me escapaban al intentar tomar aire mientras mis piernas dejaban de responder para ese entonces. Caído y sin mi ventaja permanecía en el suelo deseando morir antes de pasar un minuto más con esa cuerda rozándome.

La dama dorada había recuperado su poder, mientras intentaba tomar aire ellos decidían mi destino.

-Si fuera por mí, termino con su vida, pero hija sé que te dolerá mucho más a ti que a nosotros, tú decides, ¿Lo hacemos polvo o lo dejamos en el exilio?

Mire a Valentín que parecía estar en la peor agonía.

-Extender el final no es debido -murmuré sacando lentamente de la manga de mi vestido una espada de fuego- solo causas destrucción Valentín, me separaste de mi familia e intentaste condenar al universo.

Balanceé la espada con gracia sobre su cuello.

-Mereces mucho más que esto, estate agradecido de nuestra misericordia.

No me detuve a pensarlo dos veces, y deje caer la espada ardiente sobre su cuello.

-Hiciste lo mejor Sofia -explica mi padre al verme cabizbaja.

-...Ya no soy Sofia...-digo con culpa, porque reconozco todo el daño que hice.

Mi padre se ríe tiernamente y se lanza a abrazarme- Hoy has vuelto a serlo...te llamas Sofía porque significa sabiduría y lo has demostrado con toda la entereza y madurez posible.

-Hija mía, escúchame bien -continua hablando- antes de que la carne de tu amado Valentín fuera cortada y convertido en cenizas, conjuré un regalo para ti y el universo, su paso por esta tierra ha desaparecido y con el todos los males que fueron causados por su culpa, es tu nueva oportunidad... es mi regalo y mi modo de decirte que te amo

 Lo abrazo dejando caer la espada que se deshace al tocar el suelo, y largo a llorar clamándole que me perdone, mi madre; que ahora al nunca existir Valentín él nunca la asesino y ha dejado de ser recuerdo, se nos une y vuelvo a sentirme niña. Mat y David descansan a unos metros, tranquilizados al saber que al fin todo acabo, mientras los seres traslucidos solo admiran todo por última vez sabiendo que no volverán a esta parte del universo en un buen tiempo.

-Es hora de reunir a la familia -dice mi padre limpiándome las lágrimas delicadamente.

Todos concurrimos a mi torre que contenía un pasillo que la unía a la torre de Asha, el único secreto que logre esconderle a Valentín, toque el octavo ladrillo de la tercera columna izquierda susurrando un hechizo que Asha y yo inventamos de pequeñas cuando jugábamos, la entrada extremadamente bien oculta se abrió dejándonos paso a la torre de Asha, anduvimos por los angostos pasillos iluminados por el poder de mi madre la dama dorada hasta que llegamos a su celda. 

Asha se aproximó a los barrotes y fijó su vista en mí, ella no esperaba para nada este final. Los miembros del consejo estelar elevaron unas esferas y cantaron algo precioso formando una llave que contenía todo pasado, presente y futuro, destelló un segundo en el aire y luego abrió la puerta que me separaba de mi hermana.

Ambas gritamos corriendo una a los brazos de la otra, acaricie su cabello sintiendo tan reconfortante su presencia.

-Créeme que lo siento tanto Asha, te he extrañado tanto hermana -sollocé.

-No te preocupes Sofi nunca creí que nada ni nadie fuera capaz de separarnos -me dijo abrazándome con fuerza. Y por primera vez en un largo tiempo me sentí completa al tenerla.

Nos volteamos luego hacia los demás, agradecimos su ayuda a Mat y David, nuestro padre prometió que sería recompensada, y en cuanto a los Humanos tuvimos que explicarles que una vez volvieran a su mundo se les haría muy difícil recordar sus aventuras en nuestro plano por lo que les otorgaríamos algo que los hiciera recordar por siempre cuando lo mirasen, Asha y yo juntamos fuerzas formando con nuestra unión dos espejos dorados, con delicadísimos detalles que imitaban flores.

-Al mirarlo verán la verdad de lo sucedido y la verdad del porvenir, úsenlo con sabiduría -dije entregándole uno a cada quien. 

Mat y David se les acercaron luego devolviéndoles con sus poderes su forma física para luego invocar el portal que los devolvería a su hogar y los humanos partieron.

-Estamos muy felices de su decisión -empezó hablando David- realmente nos alegra que se haya recobrado el equilibrio, pero ¿Qué sucederá con Luci?

Mi padre les sonrió ampliamente.

-Marchen en paz, Valentín nunca ha existido y su maldad nunca ha provocado que Sofía hechice a su compañera, lo más probable es que ahora este despertando de un sueño pesado al igual que los habitantes de su reino.

Mat asintió y abrió un portal para ambos, antes de irse se giró hacia nosotros;

-Estaremos a su disposición en caso de que suceda algo, no duden en solicitar nuestra ayuda, de nuevo, nos alegra que todo esté en orden.

Ambos se fueron tranquilamente. Nosotros aun debíamos hacer mucho, reconstruir nuestro reino por completo como una familia renovada. 


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