003. chapter three
♚ ARCADIA ♚
➤❛003━━chapter three❜
【el investigador】
❝A veces solo debemos recordar que la vida real es como una montaña rusa❞
🍀🌺🌷
Scott Lang había tenido dolores de cabeza terribles, ya sea en su adolescencia o en la cárcel, por distintas situaciones. Sin embargo, nunca antes tuvo recuerdos de encogerse de tamaño y volar sobre una hormiga.
Más desconcertante aún, despertarse y encontrar a dos personas vigilándolo.
—No me digan que me vieron dormir todo este tiempo.
—Si —respondió Hope con simpleza, sin molestarse en levantar la vista de su celular.
Damien puso los ojos en blanco y agitó su mano en señal de saludo, desde su lugar sentado a los pies de la cama. Scott le devolvió el saludo con desconfianza.
— ¿Puedo saber por qué? —cuestionó el hombre, aferrándose a la sábana como si fuera un salvavidas.
—Antes viniste aquí a robar —informó la mujer.
Lang se impulsó hacía arriba con sus manos, trató de pararse y disculparse, pero se detuvo antes de tocar el piso al ver todas las hormigas, lanzándose de regreso a la cama. Damien sofocó una risita con su manga y Hope miró al hombre como si este fuera patético.
—Paraponera clavata, son hormigas bala gigante, encabezan el índice Schmidt de dolor. Te vigilarán cuando no esté — Van Dyne le ofreció una sonrisa ligeramente maliciosa e ignoró la mirada aterrada del hombre y continuó—. El doctor Pym te espera abajo, no tardes.
Sin darle oportunidad de responder, salió a calmadamente de la habitación.
— ¡Espera! ¿De quién es esta pijama?
Damien resopló, divertido con la pregunta, logrando captar la atención de Scott. Él lo miró sin decir nada y el chico decidió tomar la iniciativa.
—No te lo tomes personal, esa es su actitud con la mayoría de las personas — Lang asintió, algo desorientado por todo y el chico le sonrió de manera reconfortante—. Soy Damien, por cierto. Por favor tómate tu tiempo, sé que todo esto debe ser extraño, te lo explicaremos cuando bajes.
Hizo un ademán, para restarle importancia a la situación, tratando de ser amigable, y salió de la habitación para darle privacidad.
La puerta volvió a abrirse a los pocos segundos
—Solo tienes que caminar como lo haces normalmente, las hormigas se mueven para no obstruir tu paso —le informó, asomando solamente su cabeza por la puerta—. Buen día, Scott.
Con eso, el universitario volvió a cerrar la puerta sin esperar una respuesta.
— ¿Sabes, Hope? Pudiste ser un poco más amable —se quejó, tomando asiento al lado de la mujer.
—No lo necesitamos —aseguró ella.
Hank negó con la cabeza.
—Ya tuviste la oportunidad de conocer a mi hija, Hope —dijo, sintiendo la presencia de Scott.
—Así es... Y es linda —contestó, sin saber exactamente como responder o si era seguro hacerlo.
Hope los ignoró a ambos y le sirvió la única rebanada de pastel a Damien, con una sonrisa, este la correspondió.
—Yo hice un gran esfuerzo para dejarte robar mi traje y luego Hope — La señala—, hace que te arresten.
—Que lo intente y cuando fracasé, lo haré yo —replicó la mujer de cabello corto.
Damien comió en silencio su pastel, no queriendo interrumpir las típicas peleas que tanto conocía, e ignorando lo que dijo Hank después mientras daba otros dos bocados y veía como las hormigas ponían más y más azúcar en su taza.
—... Con ondas electromagnéticas puedo estimular su centro nervioso olfatorio —escuchó que explicaba el anciano—. Yo hablo con ellas. Puedo ir a cualquier lado, escuchar todo e incluso ver todo.
—Me siento acosado —murmuró distraídamente, más para sí mismo que para cualquiera de los otros ocupando de la mesa y tomó otro bocado de pastel.
—Y no saber nada de nada — Hope se paró, tomando sus cosas. Scott no le quitó la mirada de encima—. Tengo que ir a ver a Cross.
Acarició el cabello del chico y salió sin siquiera mirar a los otros dos ocupantes de la habitación.
—Doctor Pym —llamó Lang, levantando la mano como si estuviera en la escuela.
—No necesitas hacer eso, Scott.
—Perdón, tengo una pregunta, señor — Exhaló, bajando la mano—. ¿Quién eres tú? ¿Quién es ella? ¿Por qué hay un niño aquí? ¿Qué sucede aquí? Y... ¿Cuándo puedo regresar a la casa?
—Ven con...
—Él es Hank Pym, ella es Hope Van Dyne, no soy un niño pero responderé que estoy aquí porque el anciano senil se complica demasiado la vida y yo soy mejor en esto que él. Lo que está pasando definitivamente te lo va a contar con un monólogo dramático de su pasado —interrumpió a Hank, juntando su plato vacío con los de Hope—. Por la cárcel no te preocupes, arreglé tu liberación sin que hubiera la necesidad de hacerte fugitivo.
Lang pareció ligeramente desconcertado por las rápidas respuestas pero, gracias a su experiencia con Luis, procesó todo rápidamente. Se sintió extasiado al escuchar que no era un fugitivo de la justicia.
— ¿En serio estoy libre? ¿Cómo? —preguntó con entusiasmo.
—El jefe de la policía me debe unos favores — Le sonrió, restándole importancia a la situación y parándose para caminar en dirrección al mayor de los tres—. Vamos, tío Hank, quiero escuchar tu monólogo.
El ex convicto sonrió alegremente y los siguió sin objeción alguna.
Pym se guardó para sí mismo su enojo por haber sido interrumpido y guió a ambos hasta el sótano, abrió la puerta y se adentró, seguido por sus acompañantes.
—Hace cuarenta años inventé una fórmula que altera la distancia atómica relativa —informó con orgullo al mismo tiempo que introducía la contraseña de su laboratorio secreto.
— ¿Eh?
—Logró alterar la distancia que separa a los átomos —respondió el chico, al ver la confusión de Scott—. Le da poder al traje, por eso funciona.
Hank asintió, de acuerdo con la interpretación y corrió la puerta de la habitación secreta.
—Pero era peligroso, demasiado peligroso, así que lo escondí, cambié mis objetivos y fundé mi compañía — Lang miró, maravillado, detenidamente la habitación—. Contraté a un joven protegido llamado Darren Cross.
—Es muy conocido.
Damien resopló con diversión.
—Tal vez ahora, antes era el asistente de tío Hank — Negó con la cabeza y tomó se sentó en un taburete—, tío Hank pensó hallar un hijo en él — Miró al hombre por un momento—. Tal vez desde ahí ya estaba senil.
El ladrón sonrió, el de cabello grisáceo lo ignoró, sintiéndose ofendido, y continuó con su relato.
—Mientras más nos acercabamos, más sospechaba que no le contaba todo. Oyó rumores de un invento llamada la partícula Pym y se obsesionó con recrear mi fórmula —se lamentó—. Me negué a ayudar así que... Conspiró en contra mía e hizo que me expulsaran de mi compañía.
Damien se mordió la mejilla para evitar soltar una carcajada.
— ¿Cómo consiguió que lo hicieran? —cuestionó Scott, con incredulidad asomándose en su voz.
—Hope es quién reside el consejo, dió el voto decisivo —explicó, en tono burlón el menor.
Scott apretó los labios para sofocar la sonrisa que amenazaba con extenderse por su rostro. Logrando obtener una expresión seria bastante tonta.
—Pero volvió a mí cuando vió lo cerca que estaba Cross de replicar mi fórmula —continuó, ignorando la burla del menor—. El proceso es altamente volátil, si no estás protegido con algún casco especial afecta el cerebro y su química. No creo que Darren lo entienda.
El universitario giró en la mesa una de las herramientas.
—No es como si ese tipo fuera estable en primer lugar —comentó, girando nuevamente la herramienta sobre su propio eje.
—Esto es muy interesante pero ¿Qué quieren de mí?
—Siempre he pensado que todos merecemos una segunda oportunidad ¿Y tú, Scott? — El hombre asintió—. Acepta ayudarme y yo prometo ayudarte para que estés con tu hija otra vez. ¿Estás listo para redimirte?
—Si, por supuesto, mis días de infiltrar y robar son historia —declaró con confianza—. ¿Qué es lo que debo hacer?
—Quiero que te infiltres y robes algo especial.
Damien soltó una carcajada.
—Disculpen — Trató de calmar su risa con la mano en su estómago—. Eso fue muy anticlimático.
Hank no dijo nada pero palmeó la cabeza del chico y salió de la habitación, dejando a un chico con un ataque de risa y a un ex convicto solo.
Scott se quedó parado en su lugar, sintiéndose incómodo, sin saber cómo iniciar una conversación con el investigador. Damien, habiendo calmado su risa, sacó una libreta y comenzó a escribir el borrador de otro de sus artículos.
—Bueno, eh ¿Cómo terminaste aquí? —preguntó nerviosamente.
—Caminé hasta aquí.
—Oh, si, supongo que eso es obvio —respondió el hombre con incomodidad.
El investigador soltó una risita.
—Estaba bromeando, Scott — Levantó su mirada de su libreta y se enfocó en el mayor—. Estoy aquí porque Hope me llamó, ya ves, Hank es muy inteligente en la ciencia pero muy ignorante en la vida. Si no hubiera intervenido, ahora mismo serías buscado por padrastro de tu hija.
— ¿Cómo sabes tanto de mí?
— ¿Cómo crees que Hank supo tanto de tu vida? — Dejó su pluma a un lado y se enderezó—. Soy un investigador, me pidió que buscara a un buen candidato para el traje y te encontré, es así de simple. Incluso escribí un sobre ti cuando redacté un artículo sobre sucesos heróicos no relaciones con gente con poderes, te comparé con Robin Hood.
— ¿Tú eres Forest Nypmh? —cuestionó, con incredulidad y asombro en su voz—. Incluso en prisión, los guardias y otros convictos estaban interesados en tus artículos. Tienes mucha presión sobre la opinión pública.
Damien tamborileó con sus dedos sobre su libreta y sonrió con orgullo al mismo tiempo que guardaba sus cosas en su mochila.
—Bueno, ya sabes, si necesitas algo siempre puedes llamarme — Extendió su mano y Scott no dudo en corresponder el saludo. Se miraron fijamente—. Soy Damien Blanchard.
Sin darle oportunidad de responder, el chico soltó su mano y salió de la habitación, sin borrar la sonrisa de su rostro.
Al llegar a la dirección que marcaba su celular, Blake Stanford soltó un suspiro; era una casa normal de dos pisos muy parecida a la que él y su padre compartían pero eso no calmó su nerviosismo. No sabía el tipo de persona que vivía ahí pero estaba seguro que era alguien muy inteligente y peligroso si había logrado descubrir su identidad como sunstroke y su número de teléfono.
Todas las luces de la casa estaban apagadas excepto por una habitación en el segundo piso, cuya ventana estaba abierta. El mensaje de texto que había recibido no tenía ninguna instrucción aparte de que fuera ahí por lo que, después de echar un vistazo alrededor para asegurarse que no haya nadie, dió un salto y expulsó fuego de sus manos como propulsores para alcanzar dicha ventana.
Era un truco que no tenía dominado y aunque no perdió el estilo al aterrizar en la habitación, el ruido que causó sin duda asustaría a cualquiera.
El castaño no estaba seguro de lo que esperaba pero fue grande su sorpresa cuando se dió cuenta que era una habitación común y corriente, muy parecida a la suya, solo un poco más desordenada; había una computadora con dos monitores en espera y el escritorio lleno de papeles de investigación de diferentes temas, junto con algunos platos sucios que seguramente significaban que el investigador que vivía ahí no se preocupaba mucho por comer adecuadamente.
Lo más extraño era el bulto de mantas que se encontraba en medio de la habitación, no sabía que era o si debía acercarse pero no había nadie en la habitación y el mensaje de texto no tenía instrucciones específicas sobre lo que iba a pasar. ¿Tal vez era un paquete para él?
Con cautela se acercó al paquete.
Damien se removió entre su suave manta de manera incómoda, sentía una cálida presencia en su cuarto usualmente templado que le hizo despertarse con lentitud de su sueño. A pesar de su estado somnoliento, no fue muy difícil para él hacer que su cerebro reconociera con rapidez a la figura que lo miraba fijamente.
— ¿Tú eres Blake? —cuestionó.
El pelinegro frotó sus ojos con su mano, de una manera tierna que no era tan usual en un universitario, sin quitarse aún la manta de encima y dejando ver expresión agotada y su cabello despeinado.
Bueno, eso no era lo que Blake esperaba del “paquete”.
— Sí, lo soy. —Le respondió haciendo un esfuerzo por no estirar su brazo para peinar el cabello del otro. — ¿Tú eres Nypmh?
El pelinegro asintió con un ligera sonrisa en sus dulces facciones, despertando de a poco con el tiempo que pasaba y aferrándose más a su cálida manta.
—Mi nombre es Damien, un gusto en conocerte, Blake —exclamó el chico, en un tono alegre y algo cansado.
— El gusto es mío. — Blake apartó la mirada mientras aclaraba la garganta, desconcertado con el sentimiento de familiaridad que destilaba el muchacho. — Dijiste que querías hablar conmigo, supongo que es sobre génesis ¿Cierto?
Los ojos del mayor parecieron brillar ante las palabras del joven y salió casi disparado hacía arriba de un salto, logrando ponerse de pie y estabilizarse en tiempo recordó.
Por supuesto, sin soltar la manta que le proporcionaba comodidad.
— ¡Si! Cuando estaba investigando encontré muchas cosas que me guiaron hasta ti ¡Estaba muy emocionado por conocerte! Incluso hice... — La diatriba emocionada del joven se vió rápidamente interrumpida por su estrepitosa caída, gracias a una hoja con parte de su tarea escrita ella, y un quejido escapando de sus labios mientras su cara se estrellaba contra el suelo—. Tierra, no hablaba en serio al decir que me tragaras.
El menor se mordió el interior de la mejilla intentando no reírse de la caída del pelinegro, pero no puedo quitar el tono burlesco de su voz cuando le preguntó:
— ¿Estás bien?
Realmente no hizo ningún esfuerzo por ayudarlo a levantarse.
Damien levantó su cabeza y la inclinó levemente a un lado, dejando reposar la manta sobre su cabello, dándole una imagen más infantil, y sin dejar ver la más mínima intención de levantarse.
—Hablemos aquí —estiró su mano levemente para palmear una parte del suelo frente a él, sin borrar la sonrisa de su rostro—. Vamos, toma asiento.
Ciertamente no era la actitud que Blake esperaba de la persona detrás del gran apodo de Nymph pero estaba claramente entretenido, aunque un poco irritado, con el mayor por lo que sin rechistar obedeció la orden y se sentó en el suelo a su lado.
— ¿Ya empezará la plática en serio?
—He estado preparado desde hace horas, no es mi culpa que alguien llegara tarde —recriminó el universitario, haciendo un puchero e inflando levemente sus mejillas para mostrar su molestia.
—Lamento haber llegado tarde, —le respondió con un suspiro y rodando los ojos ante la explicación que estaba dando. —Tuve un inconveniente con mi padre, pero ya estoy aquí.
—Oh — El chico asintió y volvió a su feliz expresión mientras asentía—. Descuida, seguramente debió ser importante ¡No hay problema!
—Entonces… ¿Génesis?
De pronto, la expresión alegre e infantil del joven Blanchard, se convirtió en una de completa seriedad. Con sus labios ligeramente apretados y sus ojos mostrando un ligero rencor en sus pupilas.
Un notorio contraste con el chico de hace unos segundos, que ahora parecía más un investigador con aire peligroso que un universitario infantil.
—Blake ¿Qué sabes de los minerales, las drogas y su relación con Génesis? —preguntó, sin apartar su penetrante mirada del adolescente.
— No mucho si te soy sincero. —Respondió entre avergonzado y enojado consigo mismo por no tener suficiente información—. Cuando recién empecé con esto de Sunstroke no me fijaba mucho en las personas que atrapaba pero después de un par meses me di cuenta que había gente lo suficientemente loca para atacarme de vuelta y todos tenían las mismas características.
»Ojos enrojecidos con pupilas dilatadas, lo que sea que estuviesen haciendo lo hacían con violencia y no dudaban en atacarme. Uní los puntos y después de que los... — Desvió la mirada y pasó una mano por su cabello con nerviosismo, su acompañante no dijo nada así que continuó—: ... Incinerara revisaba su ropa y todos tenían una bolsa de plástico pequeña, algunas veces con residuos del polvo morado.
»Investigué por mi cuenta, ya sabes, fui a los lugares en donde se hacen los intercambios, hice preguntas y me deshice de las personas que no me servían. Pero cuando por fin encontré un dealer con este polvo misterioso la única información que obtuve fue que no todos son “aptos” para vender esta droga, que es más cara que cualquier otra y que hay alguien por encima de los dealers que se encarga de conseguirla de Génesis.
El mayor asintió, analizando atentamente los hechos del adolescente.
—No estás muy lejos, pero probablemente te llevaría mucho descubrir toda la mierda que se esconde detrás —admitió el pelinegro, con un tono amable—. Esta droga es un prototipo de alguna droga de control que Génesis está desarrollando y, hasta el momento, sus fallos la han vuelto una droga peligrosa de tres fases ¿Hace un tiempo encontraste a alguien bajo el efecto de esta droga intentando cometer una violación, no? ¿Qué notaste? ¿Qué le hiciste?
La información golpeó a Blake como un tren, por un momento había olvidado que estaba hablando con Nymph en lugar de un universitario cualquiera. Por un momento quiso preguntarle como sabía sobre eso pero, si la reputación del pelinegro era algo a lo que temer, no había caso en cuestionarlo.
— Fue la primera vez que salvé a alguien, lo primero que noté fue la actitud hostil y los ojos enrojecidos aunque en ese momento no sabía que era por esta droga en específico. ¿Qué le hice? — Se tomó un tiempo para tranquilizar el enojo al recordar lo que ese bastardo estuvo por hacerle a su ahora mejor amiga. — Lo incineré, el tipo me golpeo al intentar defender a mi amiga así que solo regresé los golpes y las cosas se salieron un poco de control.
Damien tarareó por unos segundos mientras anotaba calmadamente los hechos en una libreta.
—Ciertamente incinerarlo fue lo correcto. Cómo ya dije, es una droga experimental y ni siquiera la propia Génesis a lograrlo contrarrestarlo, dejarlo vivo solo generaría más problemas — Hizo un ademán, restándole importancia al hecho de quitar una vida como si fuera algo a lo que está acostumbrado—. La primera etapa, como probablemente puedes darte cuenta, hace que el consumidor experimente un deseo sexual intensificado como si hubiera consumido un afrodisíaco... Lo que no sería un gran problema si no fuera por el hecho de que la temperatura del cuerpo alcanza niveles alarmantes y su fuerza se incrementa.
El reportero tamborileó con sus dedos en su libreta, dejando que su acompañante procesara la información por unos momentos.
—Después viene la segunda etapa —continuó, manteniendo su expresión serena mientras veía sus notas—. En este punto el consumidor adopta una conducta violento y errática, especialmente con aquellos que también han consumido la droga o con los que tiene lazos afectivos, a veces incluso llegando al punto de asesinarlo sin la más mínima vacilación.
Hizo una pausa, miró hacía arriba para encontrarse con la mirada expectante del chico y le ofreció una sonrisa tranquilizadora.
—La peor, por supuesto, es la última etapa ¿Quieres que continúe?
El menor se tomó unos segundos para digerir la información antes de asentir queriendo saber que podía ser peor que morir incinerado.
El francés bajó su mirada nuevamente a sus notas, en comprensión a la acción del muchacho.
—A pesar de que la droga ya es algo conocida, esta última etapa de ha mantenido entre Génesis, solo siendo conocido por mí fuera de la organización. Si descubren que sé esto antes de que podamos hacer un movimiento, me matarán, así que será mejor que no hagas algo descuidado —advirtió, sonando ligeramente amenazante pero sin perder el ligero ápice amable que mantenía desde el principio de la conversación—. La última etapa ya no representa ningún daño para otros, pero para el consumidor es una tortura peor que la misma muerte. Destruye su sistema nervioso, los deja sin fuerzas para si quiera levantarse, su sangre fluye de manera errática y descontrolada, sus órganos parecen desmoronarse y sufren hemorragias internas una tras otra... Una muerte realmente dolorosa.
Damien volvió a levantar su cabeza, con sus labios apretados y miró expectante al adolescente, esperando su veredicto de la situación.
Hubo un minuto completo de silencio en el que Blake procesaba la información que le acababa de dar el mayor. Toda la situación acababa de dar un giro que no esperaba y las cosas que creía parecían ser diferentes ahora.
— ¿Me estás diciendo que les hice un favor al matarlos? ¿La cantidad de droga que consumen tiene que ver con el resultado? —cuestionó.
Damien frunció levemente su ceño.
— ¿No tendrás alguna clase de filosofía que te impide matar a los que necesitan ser asesinados, verdad? Porque realmente hay veces en que una muerte podría salvar a muchas víctimas futuras y sacrificar esas vidas por una sola persona es algo estúpido — Anotó algo en su libreta antes de volver su atención al más joven—. Aún no estoy del todo seguro de qué es lo que hace que algunos puedan resistir parte de la droga, aún lo estoy investigando, pero parce que hay veces en que la se puede mantener la mente estable durante las primeras etapas y evitar la última etapa, dependiendo de la persona.
— Bueno yo no la tengo pero tengo un “compañero” que sí la tiene, —hizo una mueca al recordar a cierto arácnido. —es un poco molesto pero las costumbres se pegan.
El pelinegro sonrió, relajando sus rasgos y volviendo su expresión un poco más cálida con una sonrisa gentil adornando su rostro.
— ¿Y, qué vamos a hacer? —preguntó, expectante, mientras se inclinaba un poco más cerca del joven adolescente.
— Claramente tú eres el que tiene más información de los dos pero no quiero dejar esto sin resolver. — dijo mientras se reacomodaba en una posición más cómoda. — Deberíamos trabajar juntos, si esta droga es tan peligrosa no debería estar en las calles. Tú serás el cerebro y yo la fuerza.
Damien asintió.
—Pero, hablando en serio ¿Gritas "llamas a mí" cuando te prendes? —cuestionó con curiosidad, dejando su seriedad a un lado nuevamente.
Blake lo miró con una ceja alzada, incrédulo de la pregunta.
— No lo hago. — El menor se levantó del suelo y sacudió su ropa para quitar posible suciedad. —Creo que es hora de que me retire, si consigues nueva información me llamas, ya tienes mi número.
Con eso salió por la ventana, dejando a un chico sonriente.
N.A:
YA VAMOS POR EL TERCER CAPÍTULO
Realmente espero terminar acabar este acto pronto porque después iniciamos CW y todo se pone intenso.
Damien es tan multifacético 🛐
También aclaro que Damien es un alma libre, por lo que muy probablemente tenga alguna relación con otros personajes antes de llegar a Scott. Puede que incluso Scott no sea su relación más importante, pero eso ya lo dirá el futuro
Blake pertenece a mi querida wildrosxs 💖
¡Gracias por leer! ✨
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