Discusiónes, discusiónes y más discusiónes...

La odio. Siempre la víctima de todo. Siempre la pobre madre que es maltratada por su hija...

SIEMPRE EL MISMO TEATRO.

Desde el maldito momento que entra por esa estúpida puerta llega haciéndome la vida imposible.

GRITOS.
PELEAS.
REGAÑOS ESTÚPIDOS.
GOLPES...

SI, G.O.L.P.E.S.

ESTOY TAN CANSADA DE ESTA MIERDA.

Odio, es en lo único que puedo pensar cuando me encuentro de nuevo acorralada en esa cama recibiendo más de sus maltratos... Ya ni siquiera me duelen.

Lo peor de todo es que no me puedo defender ya que, si se me ocurre poner si quiera una de mis manos para bloquear uno de sus puños, ella empieza con su teatro de que la estoy golpeando.

RIDÍCULA.

Cada día acumulo más odio en mi interior. Cada día siento que el odio que llevo por dentro me pesa más...

LA ODIO, LA ODIO, L.A O.D.I.O.

Son las mismas palabras repitiéndose una y otra vez en mi cabeza, 12 estúpidos años llevo aguantando toda esta mierda, 12 años en los que los golpes fueron mi maestro y los gritos mi canción de cuna.

VENGANZA!

Una palabra que me produce tanto placer y a la vez tanto miedo, y es que en el momento que pierda el control no estoy segura de que sea capaz de hacer...

Y matar es lo único que viene a mi cabeza.