III

— ¡Silencio todo el mundo! En vista de que la esposa es una mujer muy aburrida, hemos planeado la despedida de soltero de nuestro amigo Hyungwon de una manera única y especial. — escuché la voz de Nunu afuera gritar un montón de cosas disparatadas, miré mis zapatos y medias blancas, para finalmente ver a mi lado a Minhyuk vestido con su traje de dos piezas de Chanel; era una falda y una chaqueta muy elegante, más tacones negros.

Definitivamente habíamos enloquecido.

— ¡chicas, salgan ya! — Nunu gritó por el micrófono bastante emocionado, sin embargo eso sólo ocasionó que me paralizara en mi lugar.   

— juro que voy a matarte, Hoseok, a ti y a toda esa manada de imbéciles que tienes por amigos. ¡Lo juro! — Minhyuk apretó los puños y maldijo al aire. Tenía razón de estar peor que molesto, pero es que no pude conseguir a nadie más que me ayudara en esta locura en la que me había yo metido.

— lo siento, Min. Lo sien...

— ey, chicas ¿por qué tardan tanto? Todos las están esperando. Pensé que ya habíamos ensayado esto. — Hyunwoo entró a la pequeña habitación del establecimiento que habían alquilado para la despedida de solteros de Hyungwon, él nos miró primero comprobando que todo anduviera bien,  acomodó un mechón en la peluca que era corta, y cuando quiso tocar a Minhyuk, este levantó su mano dispuesto a golpearlo. — tranquilo fiera. Vamos, salgan ya. Todos están ansiosos por conocerlas. — comentó él.

— ¿crees que esto es gracioso? — Minhyuk se veía ofendido a morir, su rostro mostraba un rencor especial y Hyunwoo sólo le sonrió guiñandole un ojo; eso fue algo que hizo que Min cerrara la boca al instante, porque no dijo absolutamente nada más. Hyunwoo salió luego de eso y volvió a tomar el micrófono.

— ¡Ahora sí, estén preparados. Nuestra bellezas de esta noche están listas para ustedes! ¡Chicas!

Salí sintiéndome muy avergonzado, pensaba que sinceramente debía de haberle dicho a NuNu que estaba enfermo o algo diferente, y no acceder a esta locura; Minhyuk me siguió de cerca, se apoyaba en mis hombros porque sus tacones se torcian de un lado a otro con cada paso que daba. La luz del reflector dio directo en mi rostro, así que hice algo de sombra con mi brazo buscando ver cuál era la reacción de todos al vernos; no era por nada, pero mi blusa amarilla de puntos negros seguro estaba haciéndome  parecer un idiota y ni hablar de la estúpida falda larga azul de cuadros que parecía un mantel mal diseñado.

Nadie decía nada, todo se quedó en silencio.

— ¡aplausos! — gritó NuNu aún tratando de animar la fiesta que por supuesto se había arruinado; en un rincón muy al fondo se escuchó a alguien pedir a las chicas, bueno, pues parecía que Hyunwoo los había engañado en grande. — Vamos, presentate. — Hyunwoo le pasó el micrófono a Minhyuk y este lo recibió de mala gana, se quitó los tacones y echó su cabello largo castaño hacia atrás.

— Whatsup bros, soy Dior. Espero se vayan al infierno. — hubo un silencio sepulcral luego de que la voz masculina de Minhyuk retumbara, y seguido a ello, unos chiflidos y algarabía llenaron el ambiente. Min me pasó el micrófono rodando los ojos, el mismo golpeó en mi pecho y lo tomé sintiéndome bastante nervioso.

¿qué demonios estaría pensando Hyungwon? Había arruinado por completo su fiesta; estaba realmente apenado.

— Vamos, Hoseok. Todos están esperando. — escuché a Hyunwoo murmurar a mi oído, así que cerré los ojos y tomé aire.

— Yo, soy Wonhee. — hice una estúpida inclinación y traté de afinar mi voz para sonar como a una mujer, pero lo único que podía sentir era que logrado comprobar lo tonto que me veía. Todos se mantuvieron en silencio por varios segundos antes de que un par de aplausos sonarán. Un clarisímo "¿Hoseok?" en una voz que no reconocí provino de alguna parte, así que dirigí mi vista hacia donde se encontraba un tipo de camiseta y chaqueta de Jean; traté de ver su rostro, pero me era imposible reconocerlo.

Hyunwoo quitó el micrófono de mis manos luego de que varios aplausos más sonarán desganados. Él me sonrió para darme ánimos, sin embargo era imposible no sentirme demasiado estúpido. Estaba siendo un verdadero idiota.

— Ya que han conocido a nuestras joyas de esta noche, vamos a vender a las chicas a su mejor postor ¿están preparados? — nadie respondió, la mayoría aclaraban sus gargantas incómodos, seguro. Miré a Nunu a ver si quizá se rendía en tal locura, pero a él nadie lo detenía — ¡no los oigo! ¿¡Están de acuerdo!?

— Sí ~

— ¿crees que estás en alguna película de alcohol, drogas y putas? ¿Por qué te estás divirtiendo tanto con esto? Me tienen enfermo. — Minhyuk habló de nuevo enfadado, su postura rígida y masculina hacia ver con gracia ese tan elegante traje de Chanel.

— Sólo dejamelo todo a mi, lindura. — al parecer NuNu tenía algo que hacía que Minhyuk se quedara pasmado, dado que de nuevo guardó silencio a nada más escuchar su voz. Min se giró a ver hacia el frente y soltó una sonrisa falsa que en lugar de decir 'soy una dulce flor delicada' decía 'tocame y te mato, hijo de puta' — Ahora ¿cuánto darán por nuestra preciosa Dior?

— ¡1.000 Won!

— ¡puedes metertelos por el trasero, maldito!

— wow, me agrada ¡5.000!

— ¡Perfecto! ¿Alguien da más? ¿6000?
— Shownu barrió el lugar con la vista antes de continuar. — OK! 5000 a la una, 5000 a los dos y... ¡5000 a las tres! ¡Dior, vendida a Jaehyun! Vamos belleza, ve a por tu hombre.

— juro que cortaré su pito si me toca. — Minhyuk tomó sus tacones alegando y bajó las escaleras entre refunfuños. Vi cómo se tiró al lado de un tipo de cabello castaño y casi al instante levantó la mano dispuesto a golpearlo cuando esté le rodeó la cintura con su brazo.

— Excelente, ahora tenemos una joya en bruto. Su masa muscular no tiene nada que ver con la delicadeza que posee esta belleza ¡Nuestra hermosa Wonhee! — su ánimo me hizo pensar como si estuviera en alguna película de esas extravagantes — ¿Quienes están interesados? ¿Cuánto ofrecen?

Todo fue silencio.

Era obvio, debía verme ridículo; no era como Minhyuk que cualquier cosa que usará igual él se vería bien, muy femenino, por así decirlo. Entendiendo el silencio estaba dispuesto abandonar el escenario, cuando escuché de nuevo esa voz que desconocía totalmente.

— 20.000 — miré hacía él, tenía la mano levantada y la verdad me sorprendió su buen ánimo.

— ¡Wow, nuestra Wonhee entró con fuerza! 25000 o más ¿alguien? — hubo otro silencio y Hyunwoo me miró encogiendose de hombros — Listo. 20.000 a las...

— 30.000 — el aire se quedó atascado en mis pulmones cuando escuché la voz de Hyungwon; sonó en alguna parte de abajo del escenario y traté de buscarlo, pero no lo hallé.

— ¡por fin el futuro esposo habla! Parece ser que la hermosa Wonhee ha llamado la atención del anfitrión ¡Vamos! ¿alguien más?

— 50.000 — volvió a decir el tipo de la chaqueta de Jean; estaba comenzando a sentirme un tanto agradecido por lo que hacía.

— 100.000 — volvió a decir decir Hyungwon. Hyunwoo me miró y me guiño un ojo emocionado. Yo me avergoncé lo suficiente.

— 400.000  — dijo la voz extraña — en efectivo. — remató.

— ¡oye, este idiota sólo ofreció 5000 por mí! — se quejó Minhyuk aún batallando por alejar Jaehyun que insistía en molestarlo. Shownu estaba asombrado, pero eso no le impidió continuar.

— eemm bueno, no esperaba que fuera para tanto pero... Está bien, subasta es subasta ¿alguien quiere dar más? — mi vista fue hacia al frente para saber si escucharía la voz de Hyungwon otra vez, pero él no dijo nada más. — perfecto. 400.000 a la una, 400.000 a las dos y... ¡400. 000 a las tres! ¡Wonhee, vendida a Jaebum!

— ¿¡qué!? Espera, Nunu ¡no!

No alcanzaba a entender absolutamente nada. El tipo que daba esa absurda cantidad de dinero era el mismo Jaebum que solía rondar nuestro salón en las horas libres, el mismo que me había intimidado y molestado durante la escuela y que no dudó ni un poco en hacerme la vida imposible luego de que fingí acostarme con Gaein. Miré a Hyunwoo en un ruego y él sólo me respondió:

— negocios son negocios, querida Wonhee.

Mire en dirección a donde estaba sentado Jaebum, él se levantó y se acercó hasta las escaleras del pequeño teatro; caminé inseguro hacia él y tomé la mano que me ofrecía. Todos comenzaron a chiflar y a decir tonterías que no tenían sentido, eso lo único que hizo fue entorpecer mis movimientos y casi tropiezo de no ser qué Jaebum ayudó a mantenerme firme; él parecía estar muy bien con ello.

— No esperé volver a verte de esta manera, Hoseok. — Su voz era mucho más gruesa que cuando íbamos a la escuela; no me había parado a detallar, pero Jaebum era en extremo atractivo, muchísimo en realidad. Sus labios delgados, los ojos pequeños y el cabello negro un tanto largo cayendo atrás sus orejas. Me quedé embobado viéndolo antes de poder decir nada.

— Eres tú... — eso salió de mi boca con sorpresa y aplaudí en seguida aún más asombrado — ¡Yah, en serio eres tú! — sonreí y lo seguí hasta la barra donde estaba sentado. Mirando hacia el escenario me di cuenta de que la vista desde ahí era clara, al contrario de estar allá arriba; apenas y mis ojos se  acostumbraban. — ¿y cómo es que llegaste aquí, Jaebum?

— Hyunwoo me invitó. Cuando escuché que era la despedida de soltero de Hyungwon me sorprendió bastante, pero fue más grato verte de nuevo, Hoseok. — él sonrió y agachó la mirada; yo lo miré sin entender. — ¿cómo es que terminaste así? Te ves...

— ¿yo? — miré mi ropa y solté a reírme. Ahora que estaba menos incómodo me parecía gracioso. — pfff larga historia. Lamento arruinar la fiesta con esta horrible apariencia.

— ¿arruinar? — una de sus cejas se levantó y negó con la cabeza mientras reía — pienso que fue lo mejor de la noche.

Solté a reírme empujando su hombro; no era que acostumbrara a disfrutar de los halagos, pero aquello me había hecho sentir bien. — Creí que me volvería loco allá arriba, así que gracias por no dejar que hiciera el ridículo.

— habría dado muchísimo más si hubiese sido necesario — y su sonrisa me cegó. No podía negar que la presencia de Jaebum me eclipsó lo suficiente, ya no era el chico raro que había conocido en la escuela; él era diferente ahora. Jaebum se giró pidiendo un trago al barman y luego me miró. — pide lo que quieras.

Abrí los ojos algo emocionado y asentí — una cerveza estará bien.

— ¿alguna marca en especial? — volvió a preguntar y moví los labios sintiendo que no había una en especial que quisiera, sólo quería algo para beber.

— cualquiera está bien. — sonreí y miré hacia atrás buscando a Hyungwon. Antes había escuchado su voz, pero no lograba verlo por ninguna parte.

Exactamente tres semanas pasaron desde que me acosté con él, luego de eso no hubo ni una llamada, mensaje o cualquier otra cosa similar; sólo silencio y una extraña resignación que me causaba dolor. Imaginaba que para Hyungwon había sido suficiente una vez para demostrar que era un buen hombre que haría cualquier cosa por su mejor mejor amigo, y seguro lo era, pero como un idiota yo extrañaba su calor, sus caricias y sus besos.

Extrañaba a Hyungwon por completo.

Quería saber qué estaba haciendo, volver a pasar esos largos tiempos a su lado y hablar de tonterías mientras estábamos en la cama sólo él y yo, tal y como hacíamos en el pasado. Era tonto, ya lo sé, pero lo extrañaba mucho más de lo normal, yo no tenía palabras suficientes para describir cuánto.

Sentí una caricia en mi brazo y giré a ver a Jaebum. — ¿pasa algo, Hoseok?

— No, No. Lo siento, me distraje un poco ¿Y qué ha sido de ti todos estos años? Parece que te está yendo muy bien. — nuestras bebidas llegaron y tomé un sorbo de la cerveza mirándolo atento, porque en serio Jaebum parecía muchísimo más maduro y atractivo.

— ahora trabajo componiendo música. Es un negocio rentable si tienes buenos contactos. — dio un sorbo a su vaso de whisky antes de sonreír, sus ojos me vieron por encima del vaso y me removi en la pequeña silla metálica; era una extraña intensidad que me hizo sentir nervioso, así que acomodé la falda y pasé mi falso cabello corto por detrás de la oreja, luego solté el aire ventilandome de paso el rostro con la mano. — escuché de Hyunwoo que eres escritor ¿qué escribes? — asentí y sonreí someramente inquieto.

— Yo, ammm críticas. Suelo escribir artículos y libros analíticos sobre investigaciones científicas y avances tecnológicos. Tengo mi propia editorial, así que es fácil.

— eres muy inteligente, Hoseok. Siempre me gustó mucho esa parte de ti. — sus palabras me hicieron reír al instante; hasta donde yo recordaba, Jaebum fue quien hizo mi vida de cuadritos. Lo que decía no tenía el mínimo sentido.

— me intimidabas, Jaebum. Y sinceramente me sorprende que estés aquí hablándome como si nada ¿qué te hacía ser así conmigo? No recuerdo haberte hecho nada para que te comportaras de esa manera tan cruel.

— oh, Tengo una explicación para eso — él sonrió abriendo los ojos, su sonrisa era matadora y casi pensé que estaba coqueteando conmigo. Era extraño.

— ajá ¿y eso es? — bebí otro sorbo de cerveza, levanté una ceja y esperé a escuchar una respuesta con el suficiente sentido como para comprender cómo alguien podía ser tan atemorizante con otra persona, es decir, no era como si me hubiese robado a su novia o que lo hubiera humillado públicamente contando algún secreto suyo ¡no! Él sólo había comenzado a comportarse como un malvado tipo de escuela de la nada y yo no lo comprendía.

— Me gustabas mucho. Me atrevo a decir que aún me gustas. — me ahogué con la cerveza que bajaba por mi garganta, tosí varias veces y Jaebum se acercó preocupado. — ¿estás bien, Hoseok? — Tosiendo un par de veces más levanté la mirada, Jaebum estaba cerca a mí rostro así que fruncí el entrecejo.

— ¿de qué diablos hablas? — traté de recuperar la respiración. Podía sentir el gentil toque de Jaebum en mi espalda, así que me alejé evitando el contacto.

— ¿nunca nadie te lo dijo? — su sorpresa era genuina, pero la mía era mayor ¿de qué hablaba Jaebum realmente? Era ridículo, jamás podría haberme dado cuenta de algo igual. Seguro estaba jugando conmigo. — me gustabas mucho, Hoseok, apenas y podía razonar sobre lo que hacía. Él día que fui a buscarte al salón después de clase pensaba en decirtelo todo, pero Hyungwon apareció e interrumpió mi confesión; saliste corriendo junto a él y no me dejaste explicarte nada. Lo siento si te asusté, mi actitud tampoco fue la mejor. No debí tratar de besarte sin tu consentimiento.

— Tú ¿estás hablando en serio? — no comprendía nada. El hombre frente a mí estaba diciendo esas palabras como si nada y su actitud relajada hacía que luciera bastante serio ante tal confesión; quería reír pero la situación no estaba como para eso, la expresión de Jaebum no me lo permitía.

— Por supuesto que sí, Hoseok. Una semana después de eso Hyungwon  averiguó sobre lo que pretendía, me buscó en el receso y comenzó una pelea exigiéndome que me alejara de ti. Pensé que te lo había dicho ¿no lo hizo? — negué con la cabeza lentamente. No sabía nada, ni sobre Jaebum y menos sobre la razones de la pelea; aunque siempre supe que hubo una tonta rivalidad entre los dos y comprendía algunas cosas, lo que me estaba confesando ahora mismo era algo casi, casi ilógico. — En serio no lo sabías — comentó decepcionado de mi plena ignorancia sobre todo — Lamento mucho haberte ocasionado tantos problemas, no era mi intención. Tampoco pienses que soy raro o me tengas asco, sólo, no lo sé. Me parecías increíble, Hoseok... — el miró hacia el teatro y sonrió volviendo la vista hacia mí — aún lo eres.

— vaya, esto es algo... Es algo demasiado nuevo — mis ojos pasaron de su rostro a mis manos y luego a donde estaba mi amigo hablando plácidamente junto a Hyunwoo; Jaehyun estaba a su lado asintiendo la cabeza y riendo con los otros dos hombres. — No, no voy a juzgarte ¿por qué lo haría? Te entiendo perfectamente.

— ¿en serio? — Jaebum sonó sorprendido por mi respuesta. Bueno, era sencillo como que sabía lo que acarriba ser homosexual en esta estúpida sociedad retrógrada y que entendía lo que era que te gustara mucho alguien y no poder ser correspondido.

— Sí. Lo hago, Jaebum. — mis ojos lo miraron fijamente. — en serio te entiendo y lamento no haberme dado cuenta de ello. También lamento que Hyungwon te hubiese molestado por mi culpa, no creo que haya sido su intención; es sólo que estaba asustado y quizá eso hizo que Won pensara que debía hacer algo al respecto.

— No te preocupes, entiendo por qué lo hizo...O lo entendía. Siempre pensé que él... Olvídalo; es una alegría que esté próximo a casarse y que tú estés aquí.

Bufé ante eso. — Pues ya ves, en dos meses y medio será un hombre felizmente casado. El tiempo pasa bastante rápido ¿no? Excelente. — la amargura de la cerveza no se comparaba a lo que sentía por dentro; lo agridulce de la situación y de todo el montaje barato que Kihyun no había querido aún detener, aquello me hacía sentir totalmente miserable. Pero claro, era fácil cuando simplemente señalas las culpas de los demás, excepto las tuyas.

— no pareces muy contento por él, si te soy sincero. — levantando la mano Jaebum llamó por el barman que llegó en seguida, pidió otro whisky en las rocas y volvió a verme. Mi mirada se encontraba perdida debido a sus palabras ¿de verdad ya era tan evidente? — ¿Hoseok?

— La odio... — cerré los ojos, la garganta la sentía seca y un temblor se apoderó de mi cuerpo; no era miedo, era física rabia.

— ¿ah?

— la odio, tanto... — mis manos temblaban por lo fuerte que las tenía cerradas, mi cuerpo estaba tenso a más no poder y cada musculo dolía terriblemente; intenté contener mis palabras, pero fue imposible. — odio a la prometida de Hyungwon, Jaebum, pero no por las razones que debería odiarla... Yo... Yo sólo la odio. — hice una pausa y traté de respirar porque el aire me faltaba demasiado. Mis ojos pasaron rápidamente por el suelo sin poder ver a Jaebum de frente de manera correcta, trataba de entender qué era lo que me hacía ser así de egoísta e insensato y lo comprendí. — La odio sólo porque es ella a quien Hyungwon ama, Jaebum. Soy una persona terrible...

— oh... Ahora entiendo todo. — el barman puso el vaso de whisky frente a Jaebum, este murmuró agradeciendo y tomó mi mano con fuerza. — Vamos, no te auroflageles por algo tan tonto. Dime ¿crees que eso merezca siquiera el estarlo mediatando tanto? No lo creo. — solté el aire y miré hacia un lado sin darle la cara aún; me sentía avergonzado de haberle confesado tal cosa, pero por alguna razón me sentía a gusto, comprendido. Lo necesitaba, necesitaba sacarlo. — Mira, Hoseok, eres alguien increíble, cualquiera podría ver eso así que ¿qué está mal? Somos personas, no tenemos que ser perfectos. Es lo más humano que he escuchado.

— su prometida lo engaña con Kihyun... Yo los vi, hace cuatro meses y medio en un bar de gangnam... Me siento terrible por no decirle nada al respecto. Como un tonto se lo he ocultado y no sé qué hacer ahora. — lo miré esperando una reacción de su parte y esta misma no tardó absolutamente nada en aparecer. Jaebum se detuvo a mirarme y se inclinó mirando primero a todos lados.

— Hoseok, eso es...

— Lo sé, es horrible. Pero Hyungwon la ama, la ama mucho y seguro estará demasiado herido si le digo que ella lo engaña estando tan cerca de su boda. — mi voz sonó desesperada. Jaebum se puso erguido, bebió de su whisky y se quedó pensativo mientras movía el vaso haciendo que los cubos de hielo sonaran armoniosos.

— tienes que decírselo. — lo dijo con firmeza; básicamente decía lo que Minhyuk me repetía todo el tiempo, pero que no había logrado hacer por cobarde. Mi pila de mierda tambaleaba y tambaleaba amenazando con desbaratarse. — si fuera mi caso, sin importar qué, lo diría. No tienes que pensar como que estás destruyendo algo, si es eso lo que viene a tu cabeza; sólo, no puedes destruir algo que ya no existe ¿entiendes? Y a mi parecer, Hyungwon tampoco ha sido muy honesto con todo.

— ¿a qué te refieres?

— es sólo mi impresión. — comentó y sonrió — hay un escritor muy famoso, se hace llamar Wonho. En uno de sus libros dice que el amor es supremamente flexible, él muestra que el amor puede tomar diversas formas, que tiene variables y que no se estanca en un sólo significado o expresión. — Jaebum jugó a acomodar su cabello tras sus orejas — Pienso que estoy de acuerdo con él. Son muy extensas las maneras en las que puedes amar, Hoseok, así que no te enfrasques demasiado. Sólo dile y ya verás.

— ¿Cómo es que conoces a Wonho? — de repente estaba sorprendido de que Jaebum conociera ese nombre; estaba halagado, pero también bastante impresionado con lo que decía, pues no esperaba siquiera que conociera algo de lo que escribía.

— es mi escritor favorito. Me he inspirado en varias ocasiones leyendo sus libros, es excelente. Aunque, bueno, escribe historias homoeróticas ¿estás bien con eso?

Solté a reírme de inmediato y Jaebum simplemente se quedó mirándome con una ceja levantada. — Mucho gusto — extendí mi mano hacia él — es un gusto conocer a mi fan número uno.

— ¿de qué hablas, Hoseok? — estaba casi indignado, así sonba, pero es que estaba tan asombrado que no pensé en que decía tonterías que él no podía comprender.

— ow, soy Wonho. Jamás esperé que en serio conocería a alguien que siguiera mi trabajo. Lamento si no lo dije a la primera.

— no puedes estar hablando en serio... — Asentí la cabeza y sonreí poniendo un mechón de cabello tras la oreja. Una sonrisa agradable se extendió en su rostro y se acercó mucho más hasta que nuestras rosillas se rozaron, estando así, pasó su mano por mi brazo acariciando. — Santos cielos, he sido fan tuyo desde hace varios años. — él sonó emocionado y reí ante su resplandeciente actitud — ¿qué tengo que hacer para obtener un autógrafo?

— bueno... — miré al escenario recordando lo que había hecho por mí hace un rato, las palabras que me dedicó para animarme y sonreí regresando la vista hacia él. — ¿qué te parece ir a mi oficina? Te daré el primer ejemplar del último libro que escribí; serás uno de los  primeros en leerlo y lo firmaré para ti también. Es en pago por todo lo que hiciste hoy, por escucharme y aconsejarme también. — La sonrisa en el rostro de Jaebum pareció alumbrar mucho más, era evidente que la idea le gustaba lo suficiente.

— Tú sólo dime el día y la hora, yo definitivamente iré a verte. — comentó.

— Perfecto. — pasé mis manos sobre la ropa recordando que todas mis cosas estaban en la habitación donde me había cambiado, levanté la vista hacia atrás del escenario y moví los labios pensando. — iré a buscar mi teléfono ¿de acuerdo? No tardaré. — él asintió y se movió hacia atrás permitiéndome salir. Corrí por todo el lugar subiendo las escaleras intentando ir rápidamente, sin embargo la estrecha falda me impedía casi moverme.

Cuando llegué a mis cosas levanté el saco blanco del traje y busqué entre los bolsillos encontrando una tarjeta de presentación, tomé mi teléfono, lo encendí y descubrí que tenía un mensaje que había llegado hace poco más de veinte minutos; era Hyungwon diciéndome que fuera a la habitación contigua a la zona en la que nos encontrábamos. Separé la vista del teléfono bastante desconcertado.

Volviendo al escenario bajé las escaleras y pasé la vista por todo el lugar viendo a cada una de las personas que estaban ahí. Minhyuk despegó la vista de Hyunwoo y me llamó levantando la mano, así que fui hacia él. — Hola ¿han visto a Hyungwon? — Min volteó a ver hacia atrás. — cuando llegué aquí estaba de pie justo allí — señaló un punto en la sala que estaba siendo ocupado, al parecer, por uno de sus compañeros de trabajo. — luego de eso sólo supe que estaba dando dinero por ti en la subasta.

— Salió justo después de eso — Dijo Jaehyun — Lo vi ir hacia la barra y salir.

— ¿en serio? — Hyunwoo bebió un sorbo de su trago haciendo después una mueca. — ¿qué tipo de fiesta de despedida de soltero es esta? Sin mujeres, sin diversión y ahora resulta que el anfitrión no está. — Nunu parecía totalmente decepcionado; muy contrario a cuando estaba tratando de animar a todos jugando con nosotros, ahora simplemente se rendía. — el único que parece que ha estado divirtiéndose en grande es Jaebum. Por fin cumplió su sueño de ganarte.

— Aish! — levanté mi musculoso brazo simulando que estrellaría mi puño en su cara; Hyunwoo río y se encogió a modo de juego. Aún preocupado, volví a mi posición pasando de nuevo la vista sobre las personas que se encontraban ahí. — ¿crees que soy algún tipo de puta o algo así? Maldita sea, deja ya de molestarme.

— Bueno, la pelea estuvo reñida. Tienes que aceptarlo. — Minhyuk sonrió y chocó copas con Jaehyun. Si mal no recordaba, hacía minutos atrás estuvo a punto de cortar su pito.

— Basta. Necesito buscar a Hyungwon. No bromeo

— si lo encuentras dile que no se preocupe, que como sea lograré traer a las chicas para que tenga un poco de acción antes del matrimonio. — Hyunwoo rio con picardia. Lo que sea que hubiese estado planeando ya lo había ejecutado, por que lo conocía perfectamente.

— ¿más acción de la que tiene su prometida? No lo creo. — los ojos se me expandieron como platos al escuchar aquello; las palabras de Minhyuk habían sido absolutamente inconscientes, o eso creí, hasta que vi a Hyunwoo y a Jaehyun reír como si de un chiste eso se tratara.

Al parecer todos lo sabían y nadie decía nada.

Me sentí parte de un circo donde la principal atracción era Hyungwon, estaba siendo un terrible amigo, pero peor, una terrible persona; al final  Jaebum tenía razón, debía decirlo todo sin importar qué. Decidido a encontrarlo, caminé de nuevo hacia la barra donde estaba Jaebum, toqué su hombro y le sonreí amablemente.

— mira, este es mi número de contacto. Puedes ir el lunes en la tarde, tendré el libro firmado para ti. Lo prometo.

— estaré ahí entonces. — sonreí y di la vuelta hacia la salida. Di un paso antes de sentir como Jaebum me sostenía del brazo. — espera ¿a dónde vas?

— iré a - iré a buscar a Hyungwon. Creo que me necesita. — se lo comenté mostrando al fin la preocupación que se colaba en mi pecho.

— ¿Hyungwon? — Jaebum levantó la vista como si apenas estuviera siendo consciente de que él en serio no estaba ahí junto a todos. — te acompaño entonces, déjame pagar por...

— No hay necesidad. — lo detuve y sonreí esperando comprendiera. — hablaré con él...

Él se detuvo de sacar su billetera y se quedó mirándome, luego regresó a su posición en que tomó el vaso de whisky bebiendo un trago largo, terminandose por ende todo el líquido. Apenas y frunció el ceño cuando el mismo pasó por su garganta.

— Ahora que lo veo así, me pregunto si es exactamente conveniente de que lo sepa todo...

No lo entendí, pero sentía mi afán aumentar con cada segundo; agradeciéndole nuevamente y prometiendo verlo el lunes salí corriendo encontrandome un pasillo largo, hacia afuera se podía ver perfectamente la salida y hacia dentro el resto de habitaciones. Corrí por el lado derecho deteniendome en la primera puerta oscura que vi, toqué varias veces y pude escuchar como la música se detuvo; creí que habría interrumpido a alguien, pero cuando la puerta se abrió descansé totalmente.

— Hyungwon.

Hubo un profundo silencio antes de escuchar su voz. — estuve a punto de ir a buscarte un par de veces... Lo hice, pero estabas muy bien acompañado.

— mierda, estaba demasiado preocupado por ti. Nadie sabía dónde estabas. — Hyungwon se movió a un lado dejándome pasar, entré rápido y me di cuenta de que la habitación era una pequeña sala de karaoke; en la mesa había una botella de vodka casi a terminar y el olor a cigarrillo era intenso. — ¿estás fumando de nuevo? Creí que ya no lo hacías. — se lo pregunté muy curioso. Conocía a mi mejor amigo, habían muchos hábitos que cambió a lo  largo de los años y ese era uno de ellos.

— Kristen lo odia, pero a veces lo hago...

Oh, Kristen.

No sabía exactamente si esa mujer era algo bueno para la vida de Hyungwon o por el contrario sólo hacía lo que hacía para poder controlarlo; pensaba más en lo segundo. Ella manejaba sus comidas, sus horarios de trabajo, los amigos e incluso había hecho que la despedida de soltero de Hyungwon estuviese llena de hombres, sin posibilidades de ver a nadie más. Era ridículo hasta ese punto.

Soltando el aire miré a todos lados y luego a Hyungwon.

— Lo siento, pero tenemos que hablar. — los nervios me golpearon una vez dije esas palabras; me sentía horrible de ser quien tuviera que decirlas, así que primero tomé asiento en el sillón negro que rodeaba parte del lugar. Hyungwon se sentó a mí lado mirándome intensamente hasta hacer que todo fuera incluso el triple de difícil e incómodo.

— Justo iba a decirte lo mismo. — el tono de voz que usó no me agradó para nada, le regresé la mirada sintiéndome demasiado consternado por su ceño que se frunció profundamente y bufando tomó mi muñeca obligándome a ponerme de frente. Hyungwon lucia muy molesto, bastante a decir verdad y lo peor es que no esperaba tener que lídear con su mal humor justo ahora.

— ¿qué te sucede ahora? — safandome de su agarre me alejé. — tenemos que hablar en serio, Hyungwon. Es sobre Kristen.

— No- — cerró los ojos fuertemente y puso su mano sobre mi boca — No la nombres... No ahora. — se vio afligido, sus labios abultados se juntaron, la tensión en su cuerpo era notaría y soltando el aire se acercó de nuevo. — He estado pensando mucho en ti, Hoseok... — comenzó de nuevo y creí haber escuchado mal. Miré hacía la pantalla encendida, luego hacia la mesa que estaba ocupada con una botella de vodka medio vacía, una cajetilla de cigarrillos y un encendedor; a todas partes menos a él. — no he podido dejar de pensar en lo que hicimos en tu apartamento. He estado deseando mucho estar cerca de nuevo, repetirlo si es posible ¿es raro a caso?

Sus palabras me sorprendieron lo suficiente. Me quedé callado mirando su rostro porque parecía herido y vulnerable, pasé saliva con dificultad y negué con la cabeza cualquier cosa que estuviera haciéndolo sentir de esa manera.

— Yo-yo también estuve pensando... Pensando en ti, Hyungwon. Creí que sería esa la única vez, que quizá accediste sólo porque soy tu mejor amigo. — su lengua pasó por sus labios gruesos, puso una mano sobre mi pierna y su mirada de inmediato viajó al lugar donde estaba tocando, su dedo frotó la tela y me miró de nuevo.

— sentí que me volvía loco cuando te vi sobre ese escenario ¿desde cuándo te ves así de hermoso? Hoseok, no entiendo lo que está sucediendome contigo ¿por qué de nuevo? ¿Por qué ahora?  — su mano entró por debajo de mí falda. El tacto fue suave sobre mi piel, quemaba y mi cuerpo tembló por completo.

— qué... ¿qué haces? Debemos regresar a la fiesta.  — me alejé de nuevo haciendo que sacara su mano de debajo de mi falda, tratando de componerme de paso; no podía ser que Hyungwon estuviera hablando en serio, él debía estar ebrio, era evidente que estaba bebiendo solo. Terco se inclinó sobre mí  atrapando mis labios en un beso profundo, su lengua se abrió paso y solté un suave gemido debido al contacto.

— ¿por qué quieres irte? ¿Acaso ese idiota te está esperando? — Hyungwon preguntó eso entre besos. De nuevo su mano entró por mí falda apretando mis muslos, así que negué con la cabeza antes de decir nada.

— No- no hay nadie esperandome... — un suspiro se escapó de mis labios, en lo que sus manos siguieron masajeando hasta subir a mi creciente erección. Me sentía inquieto, pero al mismo tiempo me encontraba emocionado; es que era exactamente eso lo quería. — te quiero a ti, Hyungwon...

— entonces no hay nada más qué discutir, Hoseok. Sólo déjame saber qué se siente, al menos una vez más... — luego de verlo por varios segundos al rostro lo besé de regreso. No podía negarlo de ningún modo, deseaba a Hyungwon, mi piel ardía en deseo por volver a sentirlo también.

Nuestros besos se hicieron profundos, Hyungwon levantó mi blusa amarilla y su lengua pasó húmeda por mi pezon haciendo que la piel se me erizara al instante; me sentía liviano y caliente. Su cabello negro era tan sedoso, hundí mis dedos jugando con los mechones de su nuca y mis piernas abiertas estaban sensibles ante el roce de sus ropas.

Él deslizó mis boxers por mis piernas blancas y fornidas, mi erección aclamaba por atención así que me toqué mientras rápidamente Hyungwon se dehacia de su cinturón y se abría los pantalones. Él se sentó tomando su miembro tocandose un par de veces antes de estirar su brazo y llamarme con un gesto de su mano.

— ven aquí, baby. — levantándome rápidamente me puse a hurtadillas sobre sus piernas y me fundí en un nuevo beso duro que mostraba todo mi deseo; movía mi lengua y me apretaba contra  él como si no hubiera más opción que ello, estaba perdido, desesperado y necesitado de su atención. Pensar en Hyungwon con esa mujer no ayudaba a mantenerme cuerdo tampoco, recordarla hacía que me sentiera celoso y muy egoísta con respecto a querer tenerlo sólo para mi; deseaba intensamente que me hiciera sentir como si no hubiese absolutamente nadie más en el mundo.

— te extrañé demasiado, Hoseok... — sus cálidas manos subieron por mis piernas, la falda azul a cuadros que vestía se encontraba totalmente arriba y el cabello de la peluca se pegaba a mi rostro por el sudor que comenzaba a formarse. — te extrañé como un tonto. Santo Dios, ni siquiera puedo decirte cuánta falta me hiciste. — Decía esas palabras entre besos. Mi cuello se sentía sensible debido a los mismos y sus manos apretaron mi trasero con una fuerza placentera; gemía por cada caricia y como un loco desquiciado que no piensa en nada más tomé su miembro, me senté sobre él y mordí mi labio muy fuerte para evitar hacer un ruido demasiado fuerte. — Diablos Hoseok...

Sus manos se anclaron en mi angosta cintura haciendo presión hacia abajo, aquella acción hizo que cerrara los ojos al sentir tan fuerte el cómo se deslizaba en mi interior abriendose paso y llenandome; lo quería tanto que no me importaba mucho el dolor o que lo que estaba haciendo efectivamente fuera lo que no debería hacer.

No me importaba.

Ahogué un ronco gemido en su boca cuando Hyungwon comenzó a moverse casi de inmediato, ambos estabamos tan urgidos, era como si necesitáramos uno del otro sin remedio alguno; sus caderas chocaban contra mi trasero, sentía cada penetracion tan deliciosa y placenteramente que gemí sin contenerme, aferrandome al respaldo del sillón permitía que entrara a un ritmo rápido que me encantaba.

Me encendía el sentimiento de sentirlo dentro de mi embistiendo y perdí la noción de tiempo, incluso la conciencia de donde estábamos en ese momento, sólo pensaba en él que me besaba y mordía la piel de mi cuello, en sus manos que apretaban mis muslos provocandome ese cosquilleo y en ese intenso revoloteo dentro de mi estómago.

— ¿Hyungwon? — Me quedé congelado una vez escuché la voz de NuNu tras la puerta; miré hacia la misma y dos par de golpes con los nudillos intensificaron mi miedo. — Hyungwon, bro. Te tengo una sorpresa, tienes que salir de ahí. — la perilla se movió de un lado a otro, estaba asegurada y eso fue un primer alivio. Viendo a Hyungwon me di cuenta de que este tenía la vista clavada en mi, una de sus manos fue a mi rostro y quitó un mechón de cabello que se pegaba a mis labios.

— Tenemos que regresar ya, Hyungwon — se lo murmuré muy rápido mientras Hyunwoo insistía en abrir la puerta y llamar a Won, pero él estaba siendo un terco obstinado. Se acercó de nuevo besándome y moviéndose lentamente, me estremecí ante la dulce mordida que le dio a mi labio inferior y siseé buscando al mismo tiempo se detuviera. — Won, ba-basta. Hyunwoo te está buscando.

—pronto se irá. — tiró la espalda contra el respaldo del sillón negro, sus piernas permanecieron firmes y con ambas manos apretó mi trasero y embistió nuevamente. Cubrí mi boca con la mano para no dejar escapar ningún sonido, su mirada se había vuelto aún más intensa y mordía su labio con fuerza, seguro para no hacer mayor ruido tampoco.

Me sentía bien de una extraña manera, es decir, era consciente de que nuestro amigo de escuela estaba ahí afuera, pero para mí eso estaba en segundo plano. Cerré los ojos por un momento y los abrí de nuevo moviéndome contra el miembro caliente de Hyungwon que entraba y salía de mi sin detenerse, escuché a alguien hablando con Hyunwoo y ambas personas se fueron luego de estar de acuerdo con algo, sus voces se hicieron lejanas dejando sólo nuestras respiraciones y sonidos que venían producto de las penetraciones.

Hyungwon deslizó su mano por debajo de la blusa amarilla, jugó con mis pezones produciendome un intenso calor que hizo cosquillear mi cuerpo y echando la cabeza hacia atrás gemí ante el intenso placer que no me dejaba siquiera razonar.

Las embestidas se hicieron aún más rápidas, el esfuerzo de nuestros cuerpos indicaba que estábamos cerca y guiado por lo que veían mis ojos besé los labios de Hyungwon; mi pasión no tenía límites, era tan profundo, mi boca húmeda abarcaba la suya por completo y gemía estrellando mi aliento contra su mejilla.

Rompí el beso para apoyar la frente en su hombro y estremercerme fuertemente con las estocadas que daba, quería gritar, pero mordí mi labio y me aferré al respaldo del sillón cuando una intensa sensación abordó mi cuerpo violentando cada rincón; era una corriente que me hizo ver blanco tras los ojos y que me hizo temblar sin medida. Hyungwon se detuvo apretandose contra mí trasero y ahogando su gemido en el hueco de mi cuello, e increíblemente nuestras respiraciones irregulares llenaron el oscuro lugar que era alumbrado por luces de colores festivos.

— creo que acabo de robarme a la princesa de alguien más... — sus labios recorrieron mi cuello con besos suaves, sus brazos rodeaban mi cintura y yo aún mantenía mi rostro oculto. Buscaba aire.

— sigues tratándome de princesa y juro que arrancaré tu verga de una mordida. — se lo advertí para que dejara de molestarme, pero sentí como formó una sonrisa.

— te retaría sólo por el placer de sentir mi polla dentro de esa boca tuya.

Hyungwon era un inconsciente.

Bufé y recibí un beso de su parte el cual profundicé sin complicaciones, el momento que habíamos comportido era tan íntimo... frases tontas, juguetos, caricias; Hyungwon era mi mejor amigo, mi casi hermano, mi primer amor y al parecer ahora también era mi amante. No supe siquiera en qué momento las cosas habían cambiado tanto, pero no me disgustaba para nada.

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Hola mis niñas!

Aquí un nuevo capitulo de esta historia, espero que la estén disfrutando y la distraen quienes van llegando. Nos vemos en un ratito 🤭💗

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