Capítulo único

Los Ángeles eran buenos y bondadosos.

Los demonios eran crueles y despiadados.

¿Porque siempre se pintan así?

¿Porque sean demonios... Son malos?

¿Porque son ángeles... Son necesariamente buenas personas?

Puedes ser un angel hipócrita.

Puedes ser un demonio manipulado.

¿Porque los buenos pagan las malas obras de los demás?

Aquel pequeño demonio siempre lo vio así, ante sus ojos se veía como un niño lastimado que había sido engañado. Ante la vista de los demás no era más que un ser vil y desagradable que debía permanecer en el infierno, castigado por unos pecados que, en realidad, no había cometido. Él era compasivo.

¿Su generosidad era su motivo de estar allí?

Lo empujaron fuera del palacio y le dieron un par de coces con las pezuñas, además de las garras y lo pisotearon. Gimió con dolor y trató de escapar de ahí, pero no se lo permitieron, lo aferraron de las alas cuando trató de alzar el vuelo y de las patas para después amordazarlo para no poder volar y lo tiraron a un vacío profundo, un pozo tortuoso, pronunciado, peligroso y con un final delicioso lleno de lava. Gritó desesperado, con temor, mordió las cuerdas de sus muñecas para liberarse, pero a esa velocidad tan vertiginosa con la que caía no llegaría a tiempo.

Para su suerte o para su desgracia, había sido invocado. Pero no podía dejarse ver así, debía ser un demonio fuerte y creul y no verse como una putita de nadie, a no ser. . .

El portal se abrió ante él, tragó saliva e inspiró con terror, se movió para no caer de cara al suelo cuando fuese transportado. El brillo lo inundó totalmente y lo siguiente que sintió al cerrar los ojos fue un fuerte zarandeo y un golpe en la cabeza, la superficie parecía ser madera, pero no estaba seguro de lo que era.

Gimió con dolor, sus alas se sentían pesadas, adoloridas, no se atrevía a abrir los ojos para ver la cara de impacto del humano o ente que lo había invocado.

- ¿¡Que narices. . .!?- sus puntiagudas orejas captaron ese tono nasal que lo precipitó a un círculo lleno de seguridad, una felicidad y un alivio interno que lo inundaron de forma espectacular, ¿Así se sentían los ángeles al entrar en el cielo? Él se sentía en el mismo cielo ahora mismo. Abrió los ojos levemente y sollozó volviendo a cerrarlos- ¿Pequeño? ¿Qué te ha pasado?- habló con suavidad agachándose ante el pequeño demonio, retiró el fuerte nudo que atrapaba sus muñecas, lo vio un poco mordisqueado, se ve que fue él mismo sin éxito para liberarse.

Solo sollozó con terror.

Incapaz de decir nada, lo enderezó para acercarlo a su propio cuerpo. Después deslizó sus manos por la espalda del joven para retirar la cuerda de las escarpadas y fieles alas del joven. Le acarició las mejillas para retirar las lágrimas de miedo y vergüenza.

- p-pastor...- mascullló con voz rota y llena de terror, aferrándose a la túnica azulada que este portaba, después se lanzó a sus brazos clavando sus garras en los pliegues de ropa, sintiendo que era reconfortado en el cuerpo de un humano pecador, Fuel seguido de la iglesia.- trataron de darme fin...

- ¿Es eso posible, impy?- "impy": pequeño demonio...

Mote cariñoso que le daba, aunque se negaba a aceptar que era cariñoso cuando el pastor lo invocaba por necesidad sexual o por necesidad anticristiana por textos prohibidos que mantenía ocultos al mundo entero escondidos siempre bajo la túnica o camuflados entre las lecturas bíblicas.

- lanzaron mi débil y amordazado cuerpo sin piedad a la ardiente lava infernal...- mascullló con un tono pobre, tratando de recuperar el autocontrol y recomponerse- deseaban poner fin a mi amabilidad rememorando mis últimos y desgraciados momentos de mi patética y castigada vida...

- ¿Moriste en la hoguera?- parecía asombrado de sus palabras fragiles que le daba. Parecía adolorido de rememorar ese recuerdo eterno que perduran en las mentes insanas de los castigados. Asintió con suavidad, sintió una nostalgia dolorosa que lo obligó a abrazarlo más fuerte. - pobre alma en pena...- acarició los estridentes mechones rubios del demonio, cruzándose con los diminutos cuernos que adornaban su cabeza, casi ocultos por las aleatorias direcciones de su pelo, entendía el dolor de la hoguera, el dolor que podía hacerte.

- ¿Para que me invoco joven pastor Craig?

- ah, si, cierto- habló recordando el asunto de su invocación. Se levantó del suelo acercándose al altar.

El demonio hizo lo mismo y la madera repiqueteó ante sus pasos como si un caballo se pasará por ahí, le pareció curioso ese detalle. Se irguió ante la magistral figura del pastor, quien buscaba apresurado entre las prohibidas lecturas para el menor, evitando contacto con las páginas para no sentir como una segunda muerte lo quemaba lentamente.

- aquí esta- tomó la hoja, separada del libro al tratarse solo de un escondite, y le mostró dicha hoja del demonio.- hallé estos escritos hace poco tiempo, tirados por basura en el almacén del pueblo mientras hacía recuento de alimentos y tenía curiosidad por saber de qué se trataba- el demonio rubio tomó la hoja viendo las inscripciones.

Era una carta muy maltratada, arrugada y vieja, despedazados por las esquinas y las que no, dobladas.

- una carta...- murmuró después de revisar el texto por encima- una carta de amor prohibido- contestó viendo los nombres de ambas personas- judío y católica...- miró el nombre de la destinataria una última vez- La segunda está muerta- miró al pastor con mirada intimidada.- es una carta de amor de despedida...

- judío y católica...- repitió con cierto asombro.- el único judío vivo en este pueblo es Kyle Broflovsky...- musitó con la mano en la barbilla, pensativo.

- exactamente él, el remicente es Kyle.

- no tenía conocimiento de que ese joven sabía lenguas prohibidas...- parecía ahora sí, asombrado de tal descubrimiento.- debo ir a hablar con él.

- Joven pastor Craig... No debería usted ir en presencia solitaria, ¿Que imagen daría usted como pastor al "poder" descifrar lenguas prohibidas?- le enterneció la preocupación del joven diablillo.- déjeme acompañarlo- rogó.

- dígame usted como un diablo como vos se pasaría por las asustadizas calles del pueblo- utilizó un ligero tono de sarcasmo, pero con una educación llena de maestría.

- disfrázeme, puedo ocultar mis pezuñas, pero no puedo decir lo mismo de mis alas o... mi cola o mis cuernos...

Meditó unos instantes y después dirigió su vista a la zona trasera, un lugar donde los monjes se vestían, allí había una túnica negra con un velo transparente de maya negra. Decidido, dejó al pequeño diablo solo para que esté se vistiera y al salir sintió un fuerte calor en sus mejillas, se veía muy atractivo, su estética y acentuada cintura encajaba a la perfección con su cuerpo, la túnica marcaba todo en general y, en si, era hermoso.

Emprendieron camino hacia el hogar del judío converso, la zona era apartada, nadie se fiaba de él, es por eso que vivía aislado del pueblo, para no causar problemas innecesarios, en una casa vigilada desde la zona de vigilancia, que pueden detenerlo en caso de que tratase de atacar a alguien, pero en si, era un muchacho tranquilo y relajado, que no armaba mucho jaleo. Tenía sus creencias y ya esta, además de no anteponer sus dioses a los católicos, ni proponer que también haya algún sitio en el que pudiera rezar el día que tocaba, como todos en la iglesia los domingos. El pastor picó a la puerta con los nudillos entre dos y tres veces, se escuchó un: "en seguida" desde dentro y al poco tiempo un joven de estridente y rizado cabello rojo abrió la puerta. Sus ojos verdes mostraban amabilidad y un poco de sorpresa al ver al pastor de la iglesia en la puerta de su casa, junto a una humilde "monja" seguramente su nueva aprendiz.

- ¿Que desea?- murmuró con extrañeza.

- ¿Podríamos entrar? Es un asunto importante y... Debe tratarse en silencio y sigilo- Kyle se quedó pálido por unos segundos, pero accedió a dejarlos pasar a ambos.

- ¿De que se trata Pastor Craig- murmuró acompañándolo con noble gesto hacia el salón, donde un candelabro de característica forma alumbraba la estancia junto a un pequeño altar en creencia a su Dios Moisés.

Además de las ventanas abiertas dejando pasar la brisa suave del campo, junto al agradable olor a cultivo de los campos donde trabajaban duramente.

Craig tomó la carta que tenía enrrollada como un tubo en la manga y la abrió.

- ¿Reconoce usted esta carta?- se la mostró e inmediatamente Kyle se quedó pálido y en shock.

1, el pastor sabía que había escrito una carta en idioma prohibido, 2, el pastor sabía que era una carta, 3, el joven pastor de confianza del pueblo sabía la lengua prohibida, ¿Como sino sabría que era una carta?

- puedo explicarlo, Joven pastor...- bajó la mirada avergonzado de su acción descubierta.- lo juro por Moisés que no tenía mala intención de dañar a nadie...

- no se preocupe, joven Kyle, no hemos venido a castigarlo- Kyle dio gracias en su lengua "natal" (o al menos natal para los familiares que en algún momento estuvieron en Palestina).- hemos venido a hacer unas preguntas, si bien, la destinataria fue un amor prohibido suyo, ¿no?

- perdone mi atrevimiento, pero, ¿Como sabe usted, noble pastor, lo que pone tratándose de una lengua prohibida?

- Impy...- musitó en bajo, le dio una mirada suave, este lo interpretó con un: "quítate el velo" y así lo hizo, recibiendo una mirada complaciente del pastor y una aterrorizada del pobre judío, quien, en respuesta a sus cuernos saltó del sillón alejándose unos pasos.- Él me lo tradujo...

- Craig, usted... ¿¡Invocó un demonio!?- su cerebro trataba de procesar lo que el noble y benevolente pastor había hecho.

Invocar un demonio del mismo infierno. Ponerse en contacto con Satán para invocar un diablillo, que si, que lo admitía, era hermoso, pero se salía de la palabra de Dios, de todo lo santo y no había posibilidad de salvar ese gran pecado. El pastor del pueblo había pecado en la palabra de Dios por invocarlo o por mínimamente ponerse en contacto...

- que lo haya hecho o no, no es importante... Solo había venido a pedir confirmación de que usted escribió la carta en lengua prohibida... Y si era cierto que la destinataria era un amor prohibido suyo... Por lo tanto, al saber que si lo hizo usted. . .

- si, Heidi Turner era su nombre- mascullló temeroso- ella... Ella era un angel de persona, que por mi culpa acabó donde ahora está... Quería pedirle perdón, que la amaba y que no podía vivir sin ella... No quise hacer daño a nadie, ni invocar nada, solo hablar con ella una última vez...

Se levantó del lugar en el que estaba sentado.

- entiendo... Bellas intenciones...- el de cabello rubio se lo quedó mirando y sonrió suave, en el tema del amor él era muy comprensivo, el poder del amor era más fuerte que nada....- debo irme ya. . .

- usted está unido en la iglesia, ¿No tiene miedo a que lo descubran?- apuntó al diablillo con el índice con terror.

- negativo- chasqueó la lengua volviendo a girar la mirada hacia  él- no lo harán, Impy es astuto, más de lo que piensas, es diferente de los demás...- le acarició la cabeza con varios toques, gesto que sonrojó al muchacho, buscando más tacto parecido- Por ahora me retiraré, no mencionaré nada de la carta, permanecerá en el olvido, tómelo como una confesión de pecado...- no dijo nada, solo veía como acariciaba sin miedo a ese diablo y como este disfrutaba este tacto, como si estuviese falto de amor, como si el único que le daba fuerzas era él, quizás era un demonio que quería ser ángel y librarse del pecado, solo lo acompañó a la puerta sin decir nada.

Al regresar a la iglesia, el muchacho de cabello amarillo volvió a materializar sus pezuñas, las cuales repiqueteaban en la madera del lugar, simulando así unos tacones de mujer, dignos de lo que fingía. Suspiró entrando en la zona trasera para cambiarse de nuevo y ponerse la camisa verde pistacho, después salió encontrándose con la mirada penetrante del muchacho pastor.

- Pastor- murmuró seguro- debo volver, ya hiciste uso de mis servicios, es tiempo de. . .- el azabache lo besó suave, cortándolo en mitad de su oración, se vio presa de los brazos del pastor y le acarició la cabeza, la zona de los cuernos, se mordió la lengua para evitar soltar algun palabra indebida, porque ahora mismo lo necesitaba, pero no debía.- joven pastor Craig...

- puedes marcharte, Impy...- musitó soltándolo y tomando la carta guardada en su manga para después guardarla en su santa Biblia, en teoria debía devolvérsela al judío, pero  prefirió conservarla- pero no será la última vez que me veas.

Un sentimiento de benevolencia se apoderó del demonio al escuchar eso, al menos había a alguien a quien le importaba su presencia y que quería estar él.

- pero antes, quisiera saber que lo llevó a morir en la hoguera...- cuando abrió el portal fue cuando dijo aquello, Tweek lo miró y suspiró... Ya le parecía raro que no lo hubiese reconocido.

- pastor... ¿Puedo contarle una historia?- este asintió con la cabeza dudoso. Tweek soneio un poco y el portal volvió a cerrarse- si bien, una vez alguien estuvo enamorado de un monje y ese monje lo estuvo de él- Craig apartó la mirada avergonzado, quizás era una historia diferente, no tenía porque referirse a él- unieron sus vidas carnalmente por toda la eternidad- Craig se mordió el labio aunque se asemejaba a la suya- pero ambos hombres fueron descubiertos, nadie sabe cómo, y los condenaron a la hoguera...- el pastor lo miró impaciente, con un sudor frío- el pastor escapó, pero el muchacho no lo hizo y su última mirada se dirigió hacia el noble pastor que miraba aterrado desde la esquina, oculto entre capas y túnicas, quien huyó entre lágrimas del pueblo...- Craig se mordió el labio- Esa, es la historia de su amante y la suya...- murmuró.

- ¿Porque me cuentas eso entonces?- murmuró confundido.

El diablo sonrió.

- Porque es la nuestra... Nuestra historia...

. . .

Craig se quedó pálido y en shock, no podía ser, él no podía ser.

- ¿T-Tweek?- jadeó totalmente en blanco, sin esperarse lo que acababa de escuchar. "Nuestra historia". Su antigua historia con ese joven campesino homosexual, con ese pequeño hereje, con ese que se arriesgaba diariamente durante la misa de los domingos, aprovechando que no habría nadie en el pueblo, que todos estarían en la iglesia, cuando todavía no era pastor, su pequeño Tweek, lo miró con sollozó casi inaudible.

- pensé que nunca me reconocerías... Craig...- sonrió dando un par de pasos acercándose al religioso- no esperaba que te dedicarías a la iglesia después de tu aventura conmigo... ¿Te sentiste culpable acaso?- le lanzó una sonrisa algo maliciosa, el azabache apartó la mirada con vergüenza.- no importa, como te descubran será peor...- río suavemente.

Lo tomó de las mejillas y lo besó potente, con ganas y necesidad, le sonrió y besó su frente.

- ¿Volverás al infierno?

- Puede hacer una excepción, el único que me invoca eres tú, eres el único que conoce mi círculo de invocación en el mundo entero- Craig lo vio con asombro- y no ha sido cosa de la casualidad- se alejó un par de pasos para deslizar los dedos por el libro sagrado hasta encontrar la página en la que escondía el círculo satánico.

Alejó las manos y se las miró, suspiró al ver las suaves quemaduras al tocar el libre sagrado.

- el círculo es único en el mundo y solo lo tienes tú...

- ¿Te vas a quedar?- río y asintió con la cabeza.

- puedo hacer una excepci. . .- miró las puertas acallando su voz con un jadeó nervioso y después corrió a la zona trasera, el pastor miró la puerta y después lo miró a él.

Cerró la Biblia y la tomó con las dos manos. Allí, en la puerta, el público civil, un grupo de cinco personas, entró y se sentaron en la banca, en la primera fila.

- pastor Craig...- este dejó el sagrado libro sobre su atriz y se acercó dando paso lento y poderoso hacia ellos. Su mirada pedía saber que sucedía- ¿Es cierto que hoy visitó al creyente de Moisés a su hogar?

- así es jóvenes muchachos... No fue nada de gran importancia, solo unas palabras con él...

- ¿Quien era su bella acompañante, es una muchacha de otra iglesia?- asintió con la cabeza.

- Tenía curiosidad en el creyente de Moisés... Simplemente cumplí su deseo...

- ya veo... Gracias pastor...

Todos se fueron menos uno de ellos, quien se quedó con un aire deprimido mirando la tela roja del suelo, la alfombra adornada de colores oro, junto al rojo y el granate.

- ¿Que sucede?- le preguntó sentándose a su lado, intuyendo que eso sería una confesión de pecado, era el típico comportamiento que adoptaban las piernas que se arrepentían de algo que habían hecho.- ¿Algún pecado que quieras confesar?

- ¿Como es estar enamorado?- sollozó.

No contestó, estaba prohibido y penado por la iglesia tener relaciones sexuales o casarse, pero él lo hizo en sus tiempos, y más penado todavía, con alguien se su mismo género.

- no sabría cómo responder esa pregunta... El estar enamorado es subjetivo... Se siente bien...- miró a la nada sonriendo un poco, pensando en Tweek, en su dulce Tweek escondido en la parte trasera- una persona que te haga sentir bien, que tú corazón se te acelere y sientas que te vas a morir, que no puedas hablar frente a él o. . .

- ¿Que es saber que no puedes amarlo?

- ¿A qué te refieres Stan? ¿"Amarlo"? ¿Lo?

- pastor, por favor... Ayúdeme a librarme de este pensamiento... No puedo permitírmelo, no puedo amarlo, no quiero hacerlo... No puedo...

- Stan... Amar a alguien del mismo género está penado y puedes acabar en la hoguera si lo descubren, ¿Pero quien dice que no puedes hacerlo al huir del pueblo? ¿Quien dice que iros lejos de aquí no podéis amaros?

- Pastor...

- ¿Quien dice que no a eso? Perdóname por las palabras que le diré ahora, pero vaya hacia él, tómelo de la mano y lléveselo lejos del pueblo, corran por su libertad más absoluta... Háganlo...

- ¿Lo dice usted en serio?

- lo digo en serio...

- gracias pastor...- se levantó y salió casi corriendo de la iglesia.

Escuchó una suave risilla.

- la homosexualidad es tu punto debilitaba, ¿No es así?- el rubio ya estaba a su lado, no sabía en qué momento había llegado, no había escuchado sus pasos, quizás había volado.

Se giró hacia él, movía sus alas enérgicamente y al unir sus ojos bajó al suelo.

- ¿Como no va a serlo si yo lo soy...?- se acercó a él y lo besó abrazándolo por la cintura.

- ay...- suspiró- pastor, ¿Como puede ser usted tan irresistible?- lo envolvió en un abrazo y se apoyó contra su pecho.

El azabache tan solo soltó una risilla y besó su mejilla.

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Soy atea, no pidáis la gran cosa xdxd

Ya he visto que ha quedado bien y decidí dejarlo así :v

¿Quien creen que es el chico del cual está enamorado Stan? --------------->

Pista: no es Kyle :v *el mundo explota*

Si, hice un Heidi x Kyle UwU

No soy muy fan de la pareja, pero not bad para un hetero con Kyle xdxd

En fin uwuwuwuwuwuwuwu

Me ha gustado escribirlo, ¿Que os pareció el giro de la historia de Craig y Tweek? --------------------->

Era evidente :v

Xdxd

Pues nada, espero que os haya gustado y nos vemos en un próximo one-short o capitulo de historia

Bye~

By Ecchisforlife

[3265 Palabras]

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