Lectura 27. Noche de Paz
Antes de empezar quisiera agradecerles por todo. No solo por las leídas, comentarios, votos, etc. Sino por todo ese amor virtual que se siente, aquí en mi corazoncito hay un lugar especial para ustedes, a todas aquellas personas que tuve el privilegio de hablar o conversar por chat o quizás por comentarios les doy un fuerte abrazo lleno de amor <3
Las amo <3 y si eres un chico pues también te amo <3
Espero que ustedes también tengan el mismo afecto que yo les tengo...
Roosal_Inda
Antes de la lectura debo aclarar que en esta ocasión hice una especie de reto propio. Cada parte tiene un modo de lectura diferente y espero les guste.
(Modo de lectura: Narrado por la 3ra persona)
Mundo dime si tendremos paz.
Quisiera que el amor hoy día reine sobre la faz.
Mundo dime si la humanidad.
Comparte esta noche con cariño y amistad.
Hoy día era navidad, un día de amor y cariño, un día para estar con nuestros padres y amigos, pero había un problema... ¿Qué pasaba si no tenías padres amorosos ni amigos? Pues Golden pasaba por ese incidente, tanto trabajo había hecho que su padre no pudiera estar en navidad y su asistente estaría con su familia. Entonces cuando todos se habían ido, se recostó en su escritorio, pues lo menos que quería hacer era regresar a casa a pasarla solo, hundió su cara en sus brazos, como si estuviera durmiendo y se puso a reflexionar, quizás Chica este encantada de pasarla navidad con él.
En aquellos momentos de tristeza entro a la habitación un castaño con ojos azules y al ver a quien estaba buscando se acercó a él.
-Oye Golden. –Pregunto Freddy, que se sentaba al lado del chico rubio, para hablar calmadamente. –Me preguntaba si quisieras... pasar la navidad conmigo. -
El chico rubio de la posición que estaba solo pudo dar un pequeño salto y mirar con los ojos bien abiertos a su compañero el cual estaba más rojo que un tomate.
- ¿E-es enserio? - Dijo esperanzado el chico con ojos grises que en esos momentos saltaba de alegría.
-Si no quieres no hay problema, puedo pasar la navidad solo...- Dijo el castaño que había malinterpretado aquella reacción y palabras, y sin decir más se fue corriendo de aquel salón sin un rumbo fijo.
- ¡ES-ESPERA FREDDY! - Grito el rubio que sin dudarlo salió corriendo atrás de su compañero.
Ambos estaban agitados, pero eso no era excusa para que Golden no se disculpara y arreglara el malentendido.
-Oye Freddy, me encantaría ir. –Dijo con una sonrisa el chico ojos grises, pero en cuanto vio a su contrario supo lo que pasaba.
- ¿Sabes algo rubio? No quiero que te aparezcas en mi puerta, así que hasta luego. –Fred había tomado el control, pero claro que para cualquier mal había una cura, o quizás un mal aún más fuerte.
-Disculpa lindura, no sé qué diablos está pasando, pero de algo estoy seguro y eso es que quiero ir a tu casa. - Dijo Gold que había tomado también el control del cuerpo.
Ambas sombras frente a frente estaban en una lucha de miradas que obviamente está siendo ganada por el rubio platinado, pero eso algo que Fred se guardaba en sus adentros.
-Si vas, por lo menos trae un regalo, estúpido. –Dijo el pelinegro con una sonrisa amplia y triunfante para luego retirarse de aquel lugar en silencio.
-Traeré dos, lindura- Dijo en voz alta Gold que sabía perfectamente que había ganado.
Y así fue, ambos concedieron el control a los originales y los dos chicos se miraron por última vez.
-Te espero a las ocho de la noche. –Dijo el castaño con una sonrisa sincera y algo avergonzada.
-Estaré ahí. – Dijo Golden que no podía controlarse de la emoción y daba gracias a Gold que había hecho cambiar de parecer al pelinegro.
(A las siete de la noche)
En una tienda cercana, el chico rubio con ojos grises, se encontraba hablando consigo mismo o mejor dicho con su contraparte, sobre los regalos perfectos para ambas personas, Fred y Freddy.
-No se... no me convence...- Dijo Golden que veía con un poco de desaprobación el regalo de Freddy.
-Entonces te jodes. –Dijo el rubio platinado que ya estaba harto de estar flotando al lado de la lámpara que no se desidia por el regalo.
(Ya la hora acordada)
(Modo de lectura: Dialogo)
Golden: Gold, trata de comportarte ¿Quieres? *Viendo al susodicho*
Gold: Si, si lo que sea *Desinteresado*
*Tocan la puerta*
Freddy: ¡Ya voy! ¡Un momento! *Corre a abrir la puerta*
Fred: Doradito, Foco *Ve a cada uno, pero más el regalo* Veo que solo traen un regalo...
Gold: En eso te equivocas lindura *Cruza de brazos*
Freddy: Bueno... pasa Golden... *Incomodo* Mis padres están de viaje así que... estamos solos, pero me enseñaron a cocinar el pavo. Así que hoy no moriremos de hambre.
Golden: ¿Te puedo ayudar? Nunca cocine algo en mi vida, pero... sería muy considerado de tu parte... *Entrando a la cocina*
Freddy: Claro *Sonriente* pero antes colócate esto *Le muestra un mandil*
Golden: N-no es un poco... *Se arrepiente de sus palabras, porque ve como Freddy empieza a entristecerse* Sabes olvídalo.... *Se lo coloca* Me queda hermoso :3
Freddy: Jejejeje *rie*
(Modo de lectura: Narrado en 1ra persona)
P.V.O Golden
Esa hermosa sonrisa... aquellos bellos ojos... mechones hermosos... quisiera poder protegerlos por el resto de mi vida... incluso daría mi vida por ellos... por el...
Nunca me sentí así... jamás en mi vida mi corazón latió tan rápido.... Tan acelerado que duele... ¿Cómo puedo ponerle fin?
-Golden, Golden debes de ponerle el relleno por aquí. - Me dijiste, estas tan feliz de que este aquí... me gusta esa sonrisa tuya, me encanta, me fascina, me aloca. Pero lastimosamente no es mía, porque si fuera mía, la cuidaría como el tesoro que es.
-A claro jejeje lo siento estoy en las nubes. –Las nubes no se comparan con tu sedoso cabello, aquellos mechones que en primaria los revolvía a mi antojo. Recuerdo aquellos días bajo del "Árbol de la felicidad" te acostabas sobre mis piernas y se echabas en el césped sin preocupación, cerrabas tus ojos suavemente y solo tarareabas la canción que te cantaba en las noches por teléfono.
-¿Las nubes? .... Hablando de eso ¿Dónde están Fred y Gold? – Si estoy contigo nada más importa, si estas a mi lado puedo respirar con facilidad, puedo ser feliz.
(Modo de lectura: Diario)
Bien, bien.... Estoy haciendo esto porque.... Bueno porque el idiota de Gold esta que espía y espía ¿Que no ve que quiero privacidad? Que idiota.... Pero bueno... estoy aquí solo en mi habitación... la habitación de Freddy... al menos tengo un momento de libertad. Abajo están todos melosos, puaj que asco, ni de vergas voy abajo.
Me cago en la.... Me acabo de dar cuenta que el maldito bastardo ha estado espiando mi laptop...
JODETE JODETE JODETE
Ahí está tu "confesión" maldito bastardo.
No me andes jodiendo y veteeeeee
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Largateeeeee¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Espera un momento... como puedo escribir si no estoy controlando el cuerpo.... a es cierto me entere de que puedo controlar pequeñas cosas hace una semana creo, ya ni me acuerdo. Pero bueno, quería contarte sobre... bueno sobre...
...
...
...
...
Oye laptop.... ¿Te gusta el pan?
Maldita sea
JODETE JODETE JODETE JODETE JODETE
Porque no dejas de ver mi puta laptop, vete¡¡¡¡
AHHH¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
(Modo de lectura: Escaso)
-Me encanta el cómo escribes sobre mí. – Mando un guiño muy coqueto a Fred.
-Creo que no te lo dije correctamente.... ¡Lárgate! -
-No lo creo lindo... me gusta molestarte... es divertido. - Se acercó lentamente a Fred, para dejarlo sin escapatoria.
-Maldito.... Siempre eres así, siempre contra la pared ¿Qué no tienes más trucos? – Dijo retadoramente.
-Claro que los tengo... pero sería una pérdida de tiempo usarlos en ti. –Dijo con sonrisa burlona.
-...- Agacho la cabeza en señal de tristeza.
(Modo de lectura: Normal)
-Oye... ¿Qué pasa? – Dijo Gold al sentir la tristeza invadir el cuerpo de su contrario. -
-Lárgate...- Dijo el pelinegro que trataba de zafarse del agarre contrario, pero no pudo. –He dicho que te largues. –No mostraba sus bellos ojos, estos estaban llenos de lágrimas que se retenían en sus pupilas.
-Oye no hablaba enserio. –Trataba de verlo a los ojos, pero el pelinegro desviaba la mirada, no quería tener en frente aquel rostro desalmado porque sin dudarlo le mandaría un golpe. –Oye mírame...- Con una mano libre le levanto el mentón para verlo directamente a los ojos y darse cuenta de lo que había hecho.
-I-idiota... snif...- Fred lloraba, pero el rubio no se quedó de brazos cruzados y lo acerco hacia él, lo abrazo y aferro a su cuerpo para que aquel llanto cesara. El pelinegro era ese tipo de persona que aparentaba ser fría y antisocial, pero la verdad era que... era sensible y orgulloso, nadie lo había visto llorar ni su propio hermano lo vio, pero aquel rubio ojos negros logro hacer lo que muchos no pudieron. ¿Cuál era la razón?
-De-déjame. – Dijo el pelinegro ya más tranquilo, aunque su cara estaba un poco ruborizada por el abrazo dado.
-No lo entiendes ¿Verdad? – Dijo el rubio mientras se aferraba aún más a su contrario, como si protegiera a una joya. Protegía una joya.
- ¿Entender qué? – Su corazón palpitaba velozmente y su mente volaba.
-Nada... nada...- Aquel momento ambos eran uno, ambos estaban bien con el contacto físico, estaban felices.
(Modo de lectura: Canción)
Psdt: Todo lo canta Gold
- Prometí quererte para siempre.- Aquella voz hipnotizadora y reconfortante hacia que el pelinegro volara entre sus pensamientos, pero aquel momento era algo especial para él.
- Y era cierto no había dudas en mi mente.- Aquella canción, era la indicada para un momento así pues... tenía que pedir perdón por aquella ocasión.
- Si el destino tuvo planes diferentes y te vi por accidente ...perdón. – Ambas almas gemelas estaban separadas por aquella estúpida sociedad y en especial el maldito orgullo, el cual en esos momentos no existía.
- Si me solté de ti, Si no te defendí. –Aquella traición había sido lo más dolorosa que le había pasado al pelinegro, en especial porque era su amor platónico el que lo apuñalaba por la espalda.
- Fue que mi corazón estaba ciego. –Su corazón y su vida iba en aquella canción, mientras que Fred escucha atentamente.
- Que estúpido es perderte para verlo. –Dicho esto, el pelinegro oculto su rostro en el pecho de su contrario como si de un niño pequeño se tratase.
-Lo siento. – Te perdono pensó el pelinegro.
-No espero amor ni odio. – Te daré mi amor... solo por esta vez... aquellas palabras rondaban su mente con la esperanza de que podía ser feliz una vez más.
-Ya tengo bastante con mi dolor. –Si tomaste conciencia... esta todo olvidado...
- Maldigo el episodio lo peor es que yo fui quien lo escribió. –Ya cállate... te he dicho que te perdono...-
-Me esperan los demonios que deja aturdido que juegan conmigo, Ya sé que es cobarde pedírtelo en una canción PERDON, PERDON. – El menor solo pudo levantar la mirada y cerrando los ojos lentamente, se inclinó un poco a su contrario y le dio un tierno beso.
El rubio platinado estaba impresionado, pero aun así correspondió aquel regalo traído desde el cielo, aquellos suaves y carnosos labios que estaban un poco calientes estaban posando los suyos.
(Modo de lectura: Sin diálogos.)
Aquella navidad sin duda había sido inolvidable para aquellas cuatro personas. Todas recibieron el mejor regalo que se les podía dar. Tanto como el rubio platinado, como el castaño.
Todos pudieron ser correspondidos y algunos perdonados.
En la primera planta encontramos a dos adolescentes que muy alegremente están preparando la cena para aquella noche tan especial. Mientras ríen y conversan, uno de ellos sin decir explicación alguna se acercó al contrario y le brindo un delicado beso para luego hacer como que nada paso y poner su concentración en el pavo y la ensalada. Pero las palabras estaban de más así que el castaño se acercó cariñosamente y le brindo un beso en la mejilla, ambos intercambiaron miradas y empezaron a preparar el famoso chocolate caliente.
En la segunda planta estaba un pelinegro y un rubio platinado ambos acurrucados en la aquella pequeña cama que solo estaba destinada para una persona. Sin ninguna explicación concreta el rubio platinado le dio un beso en la mejilla a su bello durmiente y le susurro su amor al odio contrario, el cual se sonrojaba con facilidad.
Entre abrazos y besos en la mejilla ambas parejas vivieron felices para siempre.
(Modo de lectura: 4ta pared.)
Después de tantas experiencias y desastres...
Tantas confusiones y padecimientos...
Ambas parejas, aunque son ficticias, vivirán en el fondo de nuestros corazones.
Muchos dirán que hacer un fanfiction de ellos ya es algo trillado, sin embargo, yo digo que cada escritor y lector es un mundo diferente, un mundo que me encantaría explorar por el resto de mi vida, todas aquellas historias que sin duda alguna se forman en mi mente, y en el de muchas.
Con dolor, con amor, con odio, con venganza... y muchas emociones más, yo creo que esta pareja todavía tiene para más "cuentos"
¿Y tú que piensas querido lector?
¿Todavía hay tiempo para Golddy y GoldFred?
FIN
Roosal_Inda
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