Lectura 23. Omegaverse

Lectura 23.Omegaverse

Desde los principios de los tiempos existieron dos tipos de personas. Unas a cargo de las necesidades de la familia y otras a cargo de la crianza, con más acierto Alfas y Omegas.

Cuando el primer alfa y omega aparecieron en el mundo, ambos crearon una gran descendencia, en ese transcurso se dio a conocer a la nueva casta llamada los Betas; todo el mundo era feliz nadie se creía superior ni inferior, los Omegas eran muy felices criando a los cachorros y los Alfas o Betas se dedicaban a cuidar a los Omegas y traer el alimento a toda la manada.

Cuando aquel trágico día llego, el cielo estaba nublado, el viento no paraba de correr, se sentía la tristeza y la melancolía seguidas por un mal presentimiento. Un joven Alfa estaba buscando a una hermosa Omega para hacerla suya y madre de sus cachorros, cuando la encontró por el momento ambos eran felices.

-¡Eres una estúpida no puedes ni criar a un cachorro! ¡Tonta! ¡Inútil!- No se hizo esperar los golpes, aquella Omega estaba asustada sabía muy bien que en las parejas se daban las peleas algunas llegaban a los golpes, pero cuando un Omega utilizaba su aroma para poder tranquilizar a su Alfa nunca fallaba. En este caso era diferente, aquel Alfa era orgulloso y frio de corazón no se iba a dejar llevar por una simple "incubadora". Nadie sabía de esto, a excepción del pequeño Beta que veía cada día como su madre era maltratada por su padre, le dolía saber que él era causante de todos esos golpes y moretones.

(...)

-Fred.... me siento... incomodo...- Dijo dentro de su mente, en aquellos momentos incomodos siempre contaba con su contraparte, esa que todo el mundo tenia, pero nadie escuchaba.

-Que todo el mundo piense que somos una maldita incubadora es incómodo- Dijo sin ninguna pizca de amabilidad, así era Fred.

-No es eso... es otra cosa... ya sabes...- Su cara se tornaba roja, pues estaba experimentando algo natural de su casta.

-No...- Era un asunto serio, demasiado serio. -Creo que es lo que creo que es?-

-Es-estoy e-en...- Tartamudeaba, para ser la primavera vez que le daba ese tipo de problemas en la preparatoria estaba tomándolo muy bien.

-NO LO DIGAS¡¡- Su cara se había vuelta roja, decir algo tan delicado era muy vergonzoso.

-En... Celo....- Susurro lo más bajo que pudo.

Freddy lo primero que hizo fue quedarse quieto como un poste para luego correr en círculos mientras levantaba las manos gritando cualquier cosa. Por su parte Fred estaba en un estado de shock perpetuo.

-Nos jodimos...- Hablo de repente Fred, mientras se cruzaba de brazos y se ponía en pose pensativa.

-No... no puede ser así tan fácilmente...de-debemos de luchar¡¡.- Hablo lo más decidido posible. Pero le era imposible cuando sintió que muchos alfas estaban olfateando y buscando el origen de aquel mágico olor.

-Corre...ahora.- Dijo Fred, mientras que Freddy ya había emprendido vuelo hacia la enfermería de la preparatoria.

(...)

Golden Junior, el mejor alumno de la clase, con notas perfectas al igual que comportamiento. El alumno ejemplar.

-Estoy que me aburro¡¡¡¡- Grito Gold, o mejor dicho su alfa interior.

-Pues, yo no puedo hacer nada.- Golden estaba en su aula designada mientras que completaba algunos problemas de algebra. Como dije, el alumno ejemplar.

-Vámonos de aquí... escuche de los demás alfas que hay un omega suelto...-Lo que le faltaba en inteligencia le sobraba en perversión.

-Ya te he dicho que no deseo emparejarme con alguien... no después de la última vez.- Sin duda aquella experiencia le había dolió, enserio que sí. No deseaba marcar a alguien, quería primero enamorarse como cualquier persona normal y luego... marcarla y amarla para toda la vida, soñaba con una bella chica rubia, ojos verdes y cariñosa.

-Oh, vamos tío. Que aburrido eres... porque mejor no salimos de aquí... y comemos algo. ¿Te parece?-

-Bien... iré a pedir unos tacos... las clases no comienzan dentro de una hora.- Dicho esto se levantó y empezó a caminar hacia el puesto de tacos más cercano, cuando salió de aquella clase sintió un olor...agradable, hipnotizador. Pero no hizo caso a sus instintos y siguió caminando.

(...)

P.V.O Freddy

Tengo... miedo... que pasaría si... ¿Uno de ellos me encuentra?.... ¿Podría defenderme?

Después de todo soy un simple omega, uno tonto y descuidado. Maldita suerte la mía, yo no pedí ser lo que soy. Yo no quería ser omega, ¿Acaso hice algo malo para merecer tal castigo? Y si es así... me arrepiento...

Escuche que... los omegas hombres son los más pedidos en la....prostitución....

Yo no quiero acabar ahí... quiero a alguien que sepa amarme, valorarme, respetarme, llenarme de mimos... quiero a alguien así. Sé que tal vez no lo encuentre... sé que tal vez me quede solo.

-Freddy.... Escucho tus pensamientos...- Mi una compañía que tendré por esos años será mi hermano Fred, el que siempre me acompaño en las buenas y malas, de verdad le quiero.

-Que cursi eres... ahg me da ganas de vomitar.- Jejejeje en verdad le quiero.

-Es-espera... siento un olor...- A Alfa... está oliendo a ¡¡¡ALFA!!! Que hace un alfa ¡AQUÍ! En la ¡enfermería! Mis piernas... no responden... debo correr... eso me dice Fred... pero no puedo... Oh no... mis instintos están... aflorando... ¡¡NO!! ¡¡NO DEBO CEDER!!

-Corre... ¡APURATE! ¡¿QUE ACASO QUIERES SER MARCADO?! LA EMFERMERA NO ESTA, ¡¡CORRE!!- No puedo contra mis instintos... lo siento... no puedo correr... snif.... Lo siento...

(...)

P.V.O Golden

-¡Ahhh! ¡Qué asco! Todo es tu culpa.- Me dirijo a la enfermería, el taco que compre estaba malo... y me dio dolor de estómago. Debo aprender a no comprar de personas extrañas... en especial si lo venden en muy bajo precio.

-Oye ¿Fui yo quien te dijo que lo compraras?- ¡¡¡TU ME LO DIJISTE¡¡¡ Dijiste que ahorraríamos dinero, ¡ESTUPIDO PARASITO!

-¡Hey! más respeto con tu alfa, recuerda que puedo leer tu mente... Idiota.- Pe-pero somos la misma persona... que estúpido se llamó idiota el mismo JAJAJAJAJAJAJAAJAJAjajajaja ja ja ja.... espera...

-Oye... ¿Hueles eso?- Cautivador... sin lugar a dudas...

-¿Ves? Ya te gusto, ve por ahí... confía en mí.- Quiero ir... pero si el control se me escapa de las manos... podría marcar a alguien que no conozco, el peligro y la curiosidad es mucha.

-Vamos, aun nadie ha encontrado al omega... tenemos muy buena ventaja.- Eso es cierto... la mayoría de alfas o betas ya estarían detrás de él, casi no hay muchos omegas en esta universidad. Es muy buena oportunidad.

(Psdta: Los betas también buscan omegas, para protegerlos.)

Bien... lo hare... pero no lo marcare, lo protegeré. Por fin hare algo productivo, aparte de los ejercicios de algebra.

-Buena decisión.- Dime por donde ir...

(...)

Narradora

El chico rubio empezó a correr hacia donde su alfa interno le decía, debía de apresurarse pues un omega en celo no era nada bueno. Mientras que el pequeño omega estaba estático, sin mover ni un pelo se quedó llorando en silencio.

Cuando Golden pudo divisar al pequeño ser, se le quedo mirando. Como si estuviera hipnotizado. Aquel color de cabello, castañito claro, como si fuera el pelaje de un osito de peluche. Se movía al ritmo de la brisa, con la cabeza baja se podía divisar lo tenso que estaba, como si estuviera esperando un golpe. Sin duda adorable, pensó inconscientemente el chico rubio. Se le acerco lentamente y con mucho cuidado, tratando de ser dulce y amable. Agarrándole del mentón con mucho cuidado hizo que el pequeño levantara la mirada, su ojos eran más bellos que aquellos mechones que cubrían su rostro, Golden noto unas pequeñas lagrimas que brotaban de aquellos ojos azules zafiro. Sintió una punzada en su corazón al ver como aquel rostro se transformaba en uno de temor y miedo. Aun agarrándole el mentón con voz dulce dijo.

-Tranquilo... no te hare nada...- Dijo mientras secaba las lágrimas del omega con una mano, aquellos ojitos lo veían con estupefacción a tales actos por parte del alfa.

Palabras hermosas y tranquilizadoras para el menor le fueron dadas, así que en vez cerrar fuertemente sus ojos, los abrió y sonrió inconscientemente. Haciendo que el corazón del rubio volviera a latir.

-Gra-gracias.-

Pudo decir el ojos zafiro, su corazón aceleraba y su cara poco a poco se tornaba roja, todo por la cercanía. No podía creer que un alfa fuera tan apuesto y amable. Sus mechones rubios con un tono a dorado le era magnifico. Su voz y ojos combinaban a la perfección. Su altura, no era ni tan alto ni bajo, la estatura ideal.

Ambos alejándose, se saludaron como debe ser y se presentaron formalmente aunque ambos no se creían que Freddy estuviera en la misma clase que Golden, una coincidencia bastante peculiar.

-No puedes ir en tu estado a clases.- Dijo Golden, se preocupaba por el omega... en más adelante SU omega.

-¿Por qué no?- Pregunto inocentemente el castaño, pues en años anteriores cuando este tipo de problemas se daba era bastante normal, pues su colegio anterior era de puros omegas, pero cuando llego a preparatoria empezó a convivir con alfas.

-Ya sabes...- Dio el chico rubio mientras se rascaba la nuca nervioso. –Ellos pueden... ¿Saltarte?- No había mejor palabra para aquella acción... saltarte.

-Jajaja, ya entendí, pero no puedo saltarme clases...- Era su primer dia, no debía de perderlo.

-Bien entiendo... entonces...- Su alfa interno le propuso una idea algo escabellada.

(¿Por qué no le impregnamos nuestro olor?... así estaría seguro... pues nadie se atreverá a tocarlo... piénsalo es buena idea.) Algo que acepto el rubio ojos grises, pues era una idea que merecía la pena realizarla.

-Freddy ven...- El omega un tanto confuso se acercó a su amigo.

-¿Qué pasa?- Pregunto Freddy, pero al sentir los brazos de su amigo se quedó callado y confundido. Confundido por sus sentimientos, pues aquel abrazo lo estaba disfrutando.

-Bien... ya está, nadie te molestara y si alguien te quiere hacer algo, solo tienes que llamarme. ¿Entendido?-

El chico solo pudo asentir con la cabeza pues estaba perplejo, su cara y sus orejas estaban rojas.

-Oye... una pregunta... sé que será demasiado incomoda pero... me estaba preguntando... ¿Por qué aun no has... perdido el control?- El chico rubio, se estaba haciendo esa pregunta desde que vio al omega. Según las clases de castidad que brindaba la preparatoria un omega en celo tenía la necesidad de aparearse con un alfa pero la mayoría de omegas utilizaban inhibidores o supresores de celo, los cuales eran bastante caros.

-Pues... yo solo reacciono de esa manera... al contacto físico...- Declaro un poco avergonzado, pero como le tenía confianza al alfa no tenía por qué preocuparse.

(...)

-¡G-Golden!- Grito el castaño al sentirse intimidado por varios alfas.

Ya era hora de receso y todos habían salido al patio, pero un grupo de alfas sedientos de aparearse estaban aún en busca del omega. Mientras que la mayoría se había dado por vencido pues su agudo olfato les decía que aquel omega ya había sido reclamado, pues el olor de un alfa desconocido se encontraba mezclado con el seductor aroma del omega.

-Sabemos que no tienes una marca... así que...- Una propuesta bastante indecente, pero gracias al agudo odio de Gold, este pudo avisarle al chico rubio que el castaño estaba en problemas y sin lugar a dudad empezó a correr.

-Lo siento... pero este omega es mío.- Dijo serio Golden, mientras que se paraba al lado del castaño, el cual al sentir la presencia del otro empezó a abrasarle fuertemente.

-Que aguafiestas eres... solo dame 5 minutos con TU omega y me iré en son de paz.- Algo que el ojos grisáceos no iba a permitir.

-He dicho que no.- Su decisión era firme, mientras el tiempo transcurría sentía como su contrario se aferraba más a él. Algo que le hizo sentirse amado y a la vez confundido.

-Vámonos chicos... dejemos a la parejita a solas.- Y así todos los alfas se fueron, pues las feromonas que emanaban de Golden era de autoridad. Así es como los alfas se intimidaban e incluso se peleaban por un omega.

-Gracias.- Susurro Freddy, al no sentir el olor de aquellos alfas, el único que quería sentir era de su protector.

-Creo que debemos ir a mi dormitorio, me entere que la enfermera está de viaje y no vendrá en 2 semanas, es muy peligroso que te quedes solo.- Sintió como el débil cuerpo de Freddy empezaba a temblar, como si tuviera escalofríos.

-I-iré.- Dijo lo más bajito que pudo, y así el rubio lo abrazo con alegría y amor.

Y así pasaron los días, Golden impregnaba su olor en SU omega y ambos iban a sus clases. Pero ninguno de los dos sabía que el director poseía inhibidores de celo en caso de emergencia, los cuales dejo la enfermera. Aunque eso no les importo en lo absoluto, pasaron los días y estos se volvieron meses. Hasta que un día.

-Golden... quisiera... que...- Fue interrumpido.

-Yo... ¿Puedo?- Interrumpió el chico rubio y como respuesta vio que el castaño ascendía su cabeza, en señal de aprobación.

-Yo quiero... que seas mi alfa.- Dijo Freddy mientras que desabotonaba el cuello de su camisa y exponía su glándula omega.

-¿Es-estas seguro?- No quería que luego su amado se arrepintiera, pues luego de un rompimiento tanto omegas como alfas se llevaban un pedazo del corazón del otro.

-Si....Si Quiero...-

¿Fin?

_________________________

¿Deseas continuación?

-Si

-No

Roosal_Inda



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top