Recurrencia
Sábado en la mañana, un precioso tiempo de descanso para Rita quién, para su desgracia y maravilla, había despertado bastante temprano estaba aprovechando de su tiempo de paz para beber chocolate caliente mientras estaba tirada en el sofá viendo una película, agradecida de la paz que gozaba su casa en ese momento.
- Cuanta paz.
En ese momento la puerta fue abierta, entrando Clyde tranquilamente quien tenía su propia llave.
- Buenos días señora Loud.
- Hola Clyde, Lincoln aun no baja.
- Posiblemente siga dormido, - Frunció el ceño molesto. - Y eso que él me dijo que hoy saldríamos temprano, iré a verlo.
- Adelante.
El moreno subió tranquilamente las escaleras y lo último que escucho fue la apertura de una puerta sin previo golpeo de esta, probablemente Clyde había entrado sin avisarle a Lincoln.
- Al menos sus planes no serán aquí si es tan temprano.
Los minutos pasaron y el resto de la familia comenzó a despertar, con ello el patriarca se encontraba terminando de preparar el desayuno y ya todos estaban sentados en la mesa mientras Rita ahora leía desde tu teléfono cuando levanto la vista al notar que Lynn estaba sirviendo los platos, viendo como un plato con comida era puesto frente a cada uno de sus hijos... y Clyde.
El resto de la mañana paso sin muchas variaciones, cada uno en su mundo cuando los dos adolescentes volvieron a casa, justo a la hora del almuerzo, algo que le era curioso es que mientras ponía los cubiertos conto la cantidad, suficiente para que Clyde pudiese sentarse a la mesa con ellos.
Ya almorzados Lucy había propuesto ver una película juntos en el sofá, por lo que todos estaban ya cómodamente distribuidos cuando noto que no había palomitas para servirse mientras empezaba la película en cuestión.
- Faltan palomitas.
- Oh, voy por ellas. - Dijo Clyde.
- Genial. - Replico el patriarca. - Están...
- Repisa derecha del lavado, la olla en el cubículo izquierdo, la mantequilla en la alacena, guardo un poco para colocarle caramelo como le gusta a Lola y Lily, todo en orden señor Loud.
- Gracias Clyde.
Rita quedo en silenció por un momento mientras el adolescente se retiraba a la cocina, momento en el que se levantó y fue tras él.
Una vez llego a la cocina vio como el moreno se movía tranquilamente por la cocina, claramente conociendo donde estaba cada cosa.
- Eh... Clyde.
- Oh, - Se volteó. - Dígame señora Loud.
- ¿Qué no te quieren en tu casa o qué?
- ¿Disculpe?
- ¡¿Dónde están esas palomitas?! ¡La película está por empezar! - Se pudo escuchar a Lola desde la sala.
- (Nervioso) ¡Y..Ya voy!
Rita solo entrecerró sus ojos, tomo un refresco del refrigerador y volvió al sofá, sentándose junto a Lynn.
- ¿No crees que Clyde viene mucho?
- Honestamente viene tanto que ya me había acostumbrado a verlo aquí, es como Charles o Cliff, no los ves todo el tiempo pero sabes que están por algún lugar de la casa.
- ¿Entonces Clyde sería algo así como una mascota?
- No cariño... tampoco puedes decir eso en público, menos hoy en día.
- ¿Entonces que es?
En ese momento Clyde llego con los aperitivos.
- Bueno familia, a comer.
Lynn solo le sonrió a su esposa, y ella entendió el mensaje.
El resto de la tarde paso tranquilamente, Clyde no se fue hasta después de cenar el cual termino ayudando a Lynn en la cena y posterior a eso, cuando Rita ya estaba por dormir, le hablo a su esposo.
- Creo que tenías razón, no es tan malo que Clyde venga.
- ¿Lo ves querida?
- Si, es bueno considerarlo como fa...
- Tener un mayordomo gratuito ayuda bastante, si vieses como deja los platos de limpios además de ayudarme con la cocina, incluso el otro día lo vi ayudando a Lola con el lavado de la ropa, que buen amigo tiene Lincoln.
- Ah si, eso.
- Suenas extraña, ¿Paso algo querida?
- Nada, buenas noches.
- Eh...
Rita decidió dejar de pensar en ello.
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