- Futuro -

- (Seria) Entonces, ¿Qué hacemos aquí?

- Bueno Lola... yo...

El muchacho de dorada cabellera jugueteaba nervioso con sus manos, sudando considerablemente evitando como podía la mirada de Lola.

La chica de 16 años por fuera aparentaba firmeza y dignidad, más por el interior estaba tan nerviosa como el chico frente a ella.

- (Pensando) Por dios, por dios, por dios, por dios, de verdad lo hizo, yo creía que los rumores eran solo eso, ay dios, debí haberle hecho caso a Meli y venir preparada, ¿Pero como iba a saber que Winston de verdad me iba a pedir salir hoy? ¡¿Y por que cuando vengo con mi peor atuendo?! Estas zapatillas ni siquiera van con mis pendientes, mierda, mierda, mierda, ¿Mi sudor estará desarmando mi maquillaje? ¿Estaré apestando? ¡Ahhhhhh!

- Eh... Lola...

El turbulento pensamiento de la adolescente se paralizo en el acto, dando un pequeño sobresalto casi imperceptible, pues se negaba a que sus pensamientos interiores fueran capaces de ser observador por el chico con claros deseos de hacerle aquella pregunta.

Desde la distancia, ocultas en un arbusto, Roxane y Meli observaban fijamente la escena, conversando en voz baja.

- Les dije que hoy lo iba a hacer.

- Bueno, parece que Lola si te hizo caso, o sea, mírala ahí, imperturbable, tan digna como siempre.

- ¿Digna? ¿Nuestra Lola?

- Ash, al menos lo que aparenta para la prepa, no te pongas a queja...

- ¡Shh! Wiston se movió.

El muchacho rubio aun con un notable rubor en su rostro bajo levemente la mirada, metiendo su mano al bolsillo de pantalón, como si buscase un objeto.

- ¿Qué estará buscando?

- Es un chico con clase, alguien así no llega y propone algo tan importante como un noviazgo, así como así sin prepararse.

- Pero algo como un ramo de flores o un obsequio lindo no cae en el bolsillo de un pantalón, algo así de pequeño tendría que ser joyería.

- ¿Joyería en la propuesta de noviazgo? Nada encaja en ese espectro... a menos que...

- ¿Qué cosa? Dime que cosa. – Meli se estaba impacientando al ver como el rostro de Roxane se deformaba gradualmente.

- Solo hay... una joyería que encaja en una propuesta así... pero es la que representa un símbolo para toda la vida.

- ¿Qué... quieres decir?

Roxane se llevo sus manos a la boca mientras ahogaba un chillido, fijándose con mayor intensidad en los gestos del muchacho.

- Se va a saltar el noviazgo.

- ¿Eh?

- Le va a proponer matrimonio, aquí y ahora.

Ambas chicas tuvieron que taparle la boca a la otra para evitar que sus chillidos fuesen escuchados por la parejita a unos pocos metros, algo que Lola si pudo notar, mirando de reojo a sus amigas quienes estaban haciendo uso de las señas que habían hecho para esos casos, pensando en el mensaje mientras fingía observar a Wiston.

- (Pensando) Ma-tri-mo-nio... matri... monio... ¿Matrimonio?

Lola pudo sentir como si la vida hubiese aparecido frente a ella y le hubiese dado una poderosa cachetada, viendo su rostro deformado levemente.

- (Pensando) ¡¡¡¿Matrimonio?!!! ¡¡¡Él y yo!!!

Su respiración se acelero mientras luchaba por que el temblor de sus piernas no fuera evidente para el muchacho quien parecía finalmente haber encontrado el objeto que tanto estaba buscando, pensando en todo lo que podrían pasar, en ella, en ambos, con su corazón latiendo tan rápido que en cualquier momento podría salirse de su pecho, teniendo unas enormes ganas de apoyarse en algún lugar mientras sentía que perdía la conciencia.

- (Pensando) Matri... matri... matri... matri... ¡Ahhhhh!

- Lola, yo...

- ¡¡¡Acepto!!!

- Oh, genial.

En ese momento, el muchacho saco un billete de 50 dólares de su chaqueta, dándoselos a Lola.

- Me alegra saber que no tienes problemas en cuidar a mi hermanita este fin de semana, alabados tus genes de hermana mayor, fiu... es difícil preguntarle a MI MEJOR AMIGA esas cosas, te veo el sábado.

Dicho eso el chico se retiró, caminando aliviado y sonriente mientras Lola se quedo quieta, en silencio absoluto.

Sus dos amigas salieron en silencio de los arbustos y, sin decir ni una palabra, oraron por ella en silencio, pues la cara de esta les decía todo lo que necesitaban saber.

El cerebro de Lola no iba a funcionar en el resto del día.