Lynn se encontraba sentado en la sala de estar leyendo una revista, su té aún humeaba junto a unos beagels, no pensaba en nada más que en concentrarse en su lectura cuando sintió un fuerte golpeteo en la puerta.

- (Confundido) ¿Quién será?

Se encamino hasta la puerta y, cuando la abrió, vio a una Lily de 16 años, vestida muy provocativamente masticar chicle.

- Oye viejo, me largo de esta pocilga, me voy con mi novio.

- P..Pero Lily, eres muy joven.

- ¡¡¡Deja de quejarte con mi vida, por eso me voy con mi novio!!! ¡¡¡Y estoy embarazada!!!

- ¡¡¡Lily!!!

Gritando con el sobresalto, Lynn despertó de golpe, gritando el nombre de su penúltima hija.

- Lynn, cállate y duérmete, solo fue una pesadilla.

Sin mucho esfuerzo su esposa se acomodó dándole la espalda y se quedó rápidamente dormida.

- Fue solo una pesadilla, uff, solo fue una pesadilla.

Se recostó y acomodo nuevamente, cerrando sus ojos intentando dormir, pero aquella visión de su sueño no dejaba de perturbarle por lo que cerca de 10 minutos después, Lynn se levantó y dirigió hasta el cuarto de su pequeña hija, y notando que esta dormía plácidamente comenzó a acariciar gentilmente su rostro.

- Mi pequeña Lily, tan chiquita, tan linda, sigue siempre siendo tan encantadora por favor.

- (Somnolienta) ¿Papá?

- Oh, perdón cariño, no quería despertarte.

- (Somnolienta) Lárgate por favor, quiero dormir.

Y tal como Rita minutos atrás, perezosamente se dio media vuelta dándole la espalda para quedarse dormida una vez más.

Lynn por su parte quedo pensando en aquella frase.

- ¿Lárgate?

Cuando llego la mañana Rita comenzó a levantarse perezosamente, restregando sus ojos con sus manos en un intento de quitarse parte de su pereza.

- Buenos días Lynn, - Se volteó y noto que no había nadie a su lado. - ¿Lynn?

Colocándose su bata salió de la habitación, notando a su esposo tirado en el sofá con grandes ojeras en sus ojos.

- Te ves del asco Lynn, ¿Dormiste siquiera anoche?

- ¿Me veo como si hubiese podido pestañear siquiera?

- No, pero es cortes preguntar.

- No digas estupideces entonces.

- Uy, alguien esta de muy mal humor, iré a hacer el desayuno, intenta ducharte o algo para quitarte esa cara de idiota al menos.

- Ñi, ñi, ñi.

- Sigue así y te dejare en la primaria junto con Lily y Leroy.

Rita comenzó a caminar, pero Lynn termino aferrándose a su bata.

- ¿Qué?

- Cariño, ¿Crees que los chicos siguen respetándome?

- Si lo dices porque tuviste ese sueño de Lily embarazada otra vez, recuerda que solo fue un...

- No, no es por eso, bueno, en parte, es que, al rato fui a verla para calmarme y ella... ella...

Los ojos del hombre comenzaron a humedecerse.

- ¡¡¡Ella me dijo que me largara!!! ¡¡¡A mí!!! ¡¡¡A su querido padre!!! ¡¡¡Buaaaaaaaa!!!

Rita observaba como el hombre frente a ella se derrumbaba, acariciando su cabeza con algo de preocupación y fastidio.

- Lynn.

- ¿Qué? Snif.

- ¿Fuiste en la noche verdad?

- Snif, sí.

- ¿Lily siquiera estaba consciente cuando te lo dijo?

- Bueno, la desperté por error, estaba consciente... creo.

- Lynn, escucha, eres un buen padre en general, los chicos te quieren tal como eres, no dejes que esa pesadilla haga cambiar tu mentalidad sobre lo que piensan de ti.

- Pero Lily...

En ese momento la pequeña bajo por las escaleras, mirando a su padre con preocupación.

- ¿Te paso algo papito?

Podía ver que la niña se hallaba preocupada por este, mirándolo con atención a su respuesta.

- Nada cariño, tu padre vio el documental de los cachorritos de nuevo esta mañana.

- Oh, papá, sabes que eres muy sentimental con esos cachorritos.

Lynn miro a la niña que parecía algo más aliviada, mirando de reojo a su esposa quien con la mirada le insto a preguntarle a la niña por lo ocurrido.

- Lily, cariño, ¿Recuerdas haber hecho algo anoche, algo muy feo?

- Mmm... nop, ¿Hice algo malo antes de ir a dormir?

- No cariño, - Intervino Rita. - Es solo que tu padre tuvo un sueño muy raro.

- Hablando de sueños, se que estaba teniendo un sueño desagradable, pero en cierto punto se volvió muy agradable, como si una gran calidez me hubiese envuelto.

- ¿Cómo así?

- Es como si una gentil mano me hubiese protegido.

- Ya veo, bueno, preparare el desayuno en breve, solo espera un poco.

- ¡Ok!

Con eso Lily se dirigió al patio trasero, dejando solos a los padres.

- Quizás hablaste con una muy adormilada Lily, pero creo que sus pensamientos por ti son bastante claros.

- Así veo.

- Los niños te aman Lynn, no dudes de eso, los criaste con todo el amor que pudiste y ahora deberías confiar en ello, lo que me recuerda, Leni vendrá la semana que viene, me llego un mensaje suyo anoche pero ya estabas dormido...

Quizás solo eran sus propias inseguridades hablando por él por momentos, pero cuando lograba pensar con claridad podía darse cuenta que, no importaba si eran sus hijos o su esposa, realmente podía contar con el amor de todos.