Lily observaba como había un extraño silencio en su hogar, algo raro puesto que sabía que solo la mayor de sus hermanas no estaba y siendo tan temprano más de alguien ya debería de haber causado algún desastre, pero nada de eso ocurría, incluso Lisa se encontraba extrañamente calmada, pues esta solo observaba el techo desde su cama.

- ¿Lida?

- ¿Ocurre algo Lily?

- ¿Po que tan tanquila?

- Oh, bueno... creo que hoy no es un buen día para la ciencia.

Lily solo pudo observarla con incredulidad, pues desde que recordaba a ella jamás le había importado la situación para seguir haciendo ciencia, por lo que solo frunció el ceño y se encamino hasta la salida.

- Yo que tu no salgo hoy de esta habitación.

- Quiedo comida.

- Entiendo, entonces, por favor, deja bien cerrada la puerta al salir.

Lily no opino y salió del cuarto, encaminándose hasta las escaleras donde se preparaba para bajar, momento en el que Lincoln salió de su cuarto.

- ¡Lincon!

- ¡Shhhh!

El muchacho rápidamente se apresuro a tomar a su hermana y tapar su boca, algo que molesto a Lily quien mordió su mano.

- (Susurrando) Auch, eso no se hace Lily.

- Lincon malo.

- (Susurrando) Te estoy evitando un problema, ¿Quieres ayuda para bajar? - La pequeña asintió con la cabeza. - Bien.

El muchacho comenzó a bajar la escalera muy lentamente, evitando todo lo posible hacer mucho ruido, una vez ambos estuvieron en el primer piso Lincoln se encamino hasta la salida.

- ¿Lincon?

- (Susurrando) ¿Qué?

- ¿Onde vas?

- (Susurrando) Con Liam, es lo suficientemente lejos para estar a salvo, ni loco me quedo hoy en la casa, en fin, nos vemos... suerte.

Dicho eso el muchacho salió tan rápido como pudo de la casa, teniendo únicamente cuidado de no hacer mucho ruido al cerrar la puerta, Lily, por su parte, solo miraba molesta la puerta.

- ¡Dah! ¡Lincon malo!

La molesta niña se encamino hasta la cocina, hambrienta por su desayuno que nadie le sirvió ese día y parecía que nadie le iba a dar, encontrándose a su padre en la cocina, quien tenía puesta su bata al revés y unas enormes ojeras.

- ¡Papá!

- (Asustado) ¡Perdón cariño, no quise hacer nada malo, perdóname la vida!

El adulto termino en posición fetal en el suelo, pose en la que estuvo unos segundos antes de notar que quien estaba a su lado era Lily.

- Oh, lo siento cariño... espera, ¿Qué haces aquí abajo? ¿No oíste mis instrucciones?

- No y hambe.

- Tus hermanos debieron... ash, no importa, ve a tu cuarto querida, ya te subo algo y por nada del mundo salgas, ¿Entendido?

- ¡No!

- Lily, esto no es un juego, si estás mucho tiempo ella...

Un fuerte portazo pudo ser escuchado, helando la sangre de Lynn al punto que su rostro casi se volvió pálido.

- Oh... no...

- ¿Uh?

- ¡Oh no, Lily co...!

El adulto no pudo terminar su frase antes de sentir como una fuerte pisada acabo con todo bullicio en la habitación, casi como si la temperatura hubiera descendido bajo 0° en menos de un segundo, Lily no entendía que ocurría, pero su instinto le decía que no debía voltearse por nada del mundo, que solo la muerte le esperaba si se atrevía a voltear, tragando con dificultad el poco de saliva que le quedaba centro su mirada en su padre, el cual estaba temblando notablemente, enfocando muy lentamente su rostro en la pequeña.

- (Susurrando) Cuando te diga... corre... y no mires atrás... no importa lo que escuches o veas... solo... corre...

- (Asustada) Pa... pá...

Un nuevo paso pudo ser escuchado, instante que Lynn aprovecho para correr hacía la puerta del patio y abrirla.

- (Desesperado) ¡Corre Lily! ¡¡¡Corre!!!

La pequeña no lo pensó y corrió tan rápido como sus pequeñas piernas pudieron, viendo por un momento como su padre se interponía entre aquella sentencia de muerte y ella, sintiendo como aquella espalda era un símbolo de que estaría a salvo, viendo como Lynn solo alcanzo a darle una última mirada, una mirada que ella pudo entenderlo, le deseaba una buena vida.

- (Llorando) ¡¡¡Papá!!!

- (Enojada) ¡Me duele la espalda y quiero chocolate!

- ¡En seguida querida!

Rita no dejo un solo momento de paz para el castaño durante el resto de ese día.