Rita observaba el interior del cuarto de Leroy, notando como este jugaba tranquilamente en su consola tirado en su cama usando auriculares, avanzó hasta la habitación de Lily donde encontró a la chica practicando con un maniquí una llave para asfixiarlo, todo mientras tarareaba alegremente un tema en forma tranquila, se dio media vuelta y abrió con cuidado la puerta del cuarto de Lisa, notando que esta se encontraba revisando un pizarrón donde salía un historial de acciones de ella, Lily y Leroy, algunas con dibujos de caras de oso de peluche a un lado en las que parecían ser buenas acciones y otras con caras de gato triste a un lado de las que parecían malas acciones, todo mientras sonaba rap a un volumen moderado que no alcanzaba a escucharse fuera de la habitación.

Rita al ver esto suspiro, alejándose de las habitaciones antes de llamar a Luan.

- ¿Mamá?

- Hola cielo, ¿Cómo has estado?

- Eh... bien, ¿Ocurre algo?

- Bueno, pensaba que había sido un tiempo desde que hablamos, y que se acerca el primero de abril, ¿No será que tienes planes de venir verdad?

- Me encantaría, pero tengo algunas cosas que hacer aquí, además he estado ocupada con la oficina, me encantaría visitarlos pero no podré.

- Oh... ¿Y no me llegará ningún paquete extraño verdad? Digo, sería una sorpresa muy sorprendente.

- Pues, realmente no, ¿Necesitas algo mamá? Puedo encargártelo y te llegaría la próxima semana si no es algo muy extraño.

- (Decepcionada) ¿En serio no tienes nada para mí, tu padre o tus hermanos?

- (Confundida) ¿No?

- Esta bien, como digas, perdón por molestarte cariño.

- ¿Ok?

- Adiós.

Y sin esperar que Luan le contestase cortó la llamada, cambiando el número ahora a Luna.

- ¿Mom?

- Mi tierna hijita, ¿Qué tal todo?

- Bien, pero te tengo que cortar, estoy por entrar iniciar un evento y no te quiero molestar con todo el ruido.

- Oye, ¿Y no puedes mantener la llamada? Quisiera escuchar tú música, puede soportarlo, en serio, ¿Aló?

Rita ni siquiera se dio cuenta en el momento que la llamada termino.

- Ok, este es mi limite.

Rauda se encamino hasta el segundo piso, abriendo con fuerza la puerta de Leroy antes de sacarlo de la habitación y ponerlo en el pasillo, acción que repitió con Lily y Lisa, dejando a los tres hermanos visiblemente confundidos.

- (Molesta) ¿Saben siquiera lo que están haciendo?

- ¿Divertirnos por separado en nuestras habitaciones? - Se arriesgo a contestar Lily.

- (Furiosa) ¡¿A eso le llaman diversión?!

- De hecho. - Ahora Lisa hablo. - Yo estaba haciendo un organigrama para proponer una actividad saludable y educativa en la que las virtudes de Leroy y Lily se vean...

- (Fría) Cállate Lisa.

- (Confusa) ¿Eh?

- ¡Por dios, tú deberías estar explotando algo! ¿Qué no tienes algún robot de destrucción masiva por ahí?

- ¿No?

- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo qué no?!

- Eso sería peligroso para nosotros.

Rita se volteó indignada, mirando ahora fijamente a Lily.

- Tú eres una adolescente, ¿No tienes alguna extraña aventura que me estás ocultando? - Lily negó con la cabeza. - ¿Una fiesta que tienes planeada que pueda destruir la casa? - Volvió a negar. - ¿Algún intento de hacer desaparecer a Lynn?

- Está muy lejos, me esperaré a la próxima fiesta, aunque si ella trae un buen regalo podría firmar una tregua...

Rita nuevamente miró con decepción a su hija, volteándose a Leroy.

- Tú eres pequeño, la edad de la hiperactividad, dime que tienes travesuras planeadas por favor.

- Solo jugaba roblox con mis amigos.

- ¡¿Eso es un videojuego prohibido o algo?!

- (Confundido) No que yo sepa.

- Madre, ¿Estás bien? - Hablo ahora preocupada Lisa.

Rita había comenzado a caminar en círculos, se notaba despeinada y parecía rascar con fuerza sus antebrazos, dirigiendo su mirada a la castaña en el momento que hablo.

- ¿Si estoy bien? ¿Estoy bien? ¿Te preocupas por mí?

- Estás hablando como si hubiéramos cometido algún delito, pero estamos limpias y limpio de actividades fuera de las normas de esta casa.

- Ustedes hacían cada desastre penado por la ley juvenil hace años, ¿Y ahora nada? ¿Se volvieron adolescentes ejemplares?

- Técnicamente aún no soy adolescente. - Dijo Leroy mientras levantaba su mano.

- Ese no es el punto... punto... ¿Punto? ¿Ustedes son buenos y yo me comporto como loca? Eso no es normal, esta casa era un desastre, ¿Y ahora funciona? Eso no ocurre, algo ocultan, si, nunca las cosas son tan buenas, algo hicieron, estoy segura, mi sentido de madre me lo dice, algo tiene que haber, algún desastre, alguna destrucción, la casa esta silenciosa y yo grito, ¿Eso es normal?

Lily se le acercó sigilosamente a Lisa mientras Rita seguía hablando contra el techo, susurrándole al oído.

- ¿A mamá se le soltó un tornillo o algo?

Pero los entrenados oídos de Rita la pudieron escuchar.

- ¡Que yo no estoy loca!

Pero en ese momento Lisa tomo un florero que había en una mesita cercana y lo tiro al piso, rompiéndolo, la destrucción de este no paso desapercibida en la, sin contar a Rita, tranquila casa, pero más que enojar aún más a la desesperada mujer, esta esbozo una sonrisa.

- (Feliz) ¿Qué hiciste Lisa?

- Soy una adolescente rebelde, muy rebelde, hay que causa caos.

- ¡Si! ¡Lo sabía jajaja! ¡Espera a que llegue tu padre, por ahora quédate en tu cuarto castigada!

La mujer bajo más tranquila, Leroy y Lily la observaron preocupados y Lisa solo suspiro.

- ¿Qué le paso a mamá? - Dijo Lily.

- Años de comportamientos destructivos supongo, necesitará un tiempo para entender que los tres no somos seres caóticos.

- Pero tiraste el florero y mamá parece que te castigara.

- ¿Querían seguir viéndola tan desesperada? Necesita calmarse poco a poco, un destrozo menos a la vez, creo, hablaré con papá cuando llegue. - Lisa puso una mano en la cabeza de sus dos hermanos. - No se preocupen, me aseguraré de que mamá se calme.

Lily se quitó rápidamente la mano de Lisa de su cabeza, volteándose en dirección a su cuarto.

- No necesitas que ella se concentre en ti, podríamos haber hecho algo también.

- Tengo mi historial con ella, además, ustedes no se merecen cargar con la paranoia que los demás le causamos.

La rubia se detuvo un momento, mirándola de reojo una vez más.

- Aun así... olvídalo, gracias, supongo.

Y cerró la puerta.

Para Lisa esa fue una victoria personal, pues había conseguido un gracias sincero de Lily después de mucho tiempo, y eso era suficiente por el momento.