Oportunidad
- ¿Por qué estás tan nerviosa hermana? Lisa llegará dentro de poco.
- Eso es lo que me preocupa Lee, estuvo una semana con Luan y dijo que iba a aprender algo, - Su rostro se endureció, mirando con firmeza a su hermanito. - Y solo se puede aprender una cosa de esa tipa.
- ¿En serio era tan terrible convivir con Luan?
- El 60% del tiempo, si, tienes suerte de no conocer ninguno de sus 1° de abril.
- ¿Y crees que Lisa fue a aprender a hacernos la vida imposible?
- Ya tengo suficiente con sus inventos raros y que me use de sujeto de pruebas para que aprenda a hacer trampas caza bobos, solo imagínala sin necesidad de pedirnos que la ayudemos siendo que ella nos capture.
- Creo que estás exagerando Lily.
- No conoces el verdadero horror, ese es el problema.
Llego a la casa Loud en ese momento un taxi, Lily quien fue la primera en notarlo desde la ventana de la sala de estar tuvo un escalofrío, tragando con dificultad a la espera de fuese lo que fuese que tendría que vivir ahora.
- Sigo pensando que deberíamos haber huido, tenemos familiares por casi toda la nación, alguien podría habernos aceptado.
- Comienzas a preocuparme.
- El temor es bueno, te ayudara a sobrevivir.
Ahora el niño comenzaba a ponerse nervioso, momento en el que la puerta fue golpeada tranquilamente.
- Ve tu Lee, no me atrevo a ser la primera sacrificada.
- ¿No que las hermanas mayores protegen a los menores?
- Y mi hermana mayor esta por hacerme daño, así que yo te haré ese daño a ti en forma de traspasártelo, sin resentimientos Leroy, pero no pienso hacerlo.
Leroy termino escuchando una segunda vez el golpeteo de la puerta, momento en el que Lily volvió a negar con la cabeza y pensó que lo mejor era abrir de una vez, si todo iba a ser tan terrible como su hermana mayor le decía, lo peor que podría hacer sería enojarla teniéndola a la espera en la puerta, dirigiéndose a esta para ver a Lisa observarle con una expresión relajada.
- Saludos Leroy, ¿Cómo estuvieron en mi ausencia?
- (Confundido) ¿Bien?
- Percibo algo de duda en tus palabras, ¿Lily no te cuido bien?
- No es eso... ¿Estás bien?
- (Sorprendida) ¿Yo? ¿Por qué la pregunta?
- Suenas... muy relajada.
- Me agrada la compañía de Luan, eso es todo.
- ¡¡¡Te dije que volvería rara!!! - Grito Lily desde detrás del sofá, usándolo como trinchera.
- ¿Y qué le pasa a ella?
- Tiene miedo de que nos vayas a hacer la vida imposible como lo hacía Luan.
- Creo que almaceno recuerdos muy específicos en forma de trauma para creer eso, pero además de recomendarle un terapeuta no puedo hacer más, - Lisa dio un repentino aplauso el cual asusto ligeramente a Leroy y en gran medida a Lily. - Bien, usaré la cocina, no vengan en 32 minutos con 47 segundos.
Y sin más palabras Lisa ingreso al lugar, dejando solos a Leroy y Lily.
- Ya ves que está muy extraña.
- Quizás solo disfruto de verdad el viaje.
- Algo no anda bien, lo sé, mi sentido del peligro esta inusualmente activo desde que entro.
- Pues yo me iré a jugar videojuegos, asústate sola si quieres.
El pequeño subió a su cuarto dejando sola a Lily quien se escabullo tan sigilosa como pudo hasta la cocina, observando a la espalda de Lisa.
- Acabo de decir que me den un tiempo antes de entrar a este lugar.
Lily se ocultó rápidamente, incrédula que le hubiese detectado si estaba de espaldas.
- Se que sigues ahí, mejor aléjate. - Lily se volteó lentamente, mostrándole una gran sonrisa que exponía todos sus dientes además de abrir cuanto pudo sus ojos. - ¿No quieres estropear la sorpresa verdad?
Sudor frío comenzó a bajar de la frente de Lily quién termino por retroceder, fuese lo que fuese una sonrisa así no significaba nada bueno y parecía que su hermana había tomado medidas preventivas, sino no podía entender como es que le había detectado tan fácilmente pese a su sigilo, por lo que termino tomando la opción contraría y se dirigió a la salida de la casa, huyendo.
No le importaba la integridad de Leroy en ese momento, ya había visto el infierno demasiadas veces para no reconocer al diablo.
Pasaron casi dos horas desde que había salido de la casa e incluso había temido que le rastrease por el teléfono así que lo había apagado, pero el remordimiento de abandonar a su hermanito termino pensándole y volvió para ver si ya lo peor había pasado, encontrándose al momento de entrar con Lisa sentada en el sofá, esperándola con una expresión seria.
- ¿Dónde andabas?
- ¿Dependiendo de donde el castigo será peor?
- Esto no es un juego, si vas a salir avísale a alguien por lo menos, o mínimo un mensaje por teléfono, estaba realmente preocupada.
- ¿Y tus rastreadores?
- Ya les dije que se los quite, no quería seguir violando su privacidad de esa forma.
- Pues no te creo, has dicho muchas cosas y que crees, generalmente terminan siendo una mentira que te beneficia, ¿Crees que me trago el cuento de que fuiste con Luan por nada grave? Algo tramas Lisa, siempre tramas algo.
La castaña se quito sus gafas y comenzó a limpiarlas, apartando su mirada de Lily.
- No puedo negar eso, he sido irresponsable en muchos aspectos sobre todo éticos, pero créeme cuando te digo que eso ya quedo atrás.
- ¿Entonces debo creer que porque ahora eres la mayor en la casa de la noche a la mañana te volviste alguien más confiable y creíble?
- Al menos quiero hacer el intento, es un extraño sentimiento de responsabilidad, y yo... me di cuenta de que no había sido una buena hermana mayor entre más lo pensaba. - Lisa volvió a colocarse las gafas, acercándose a Lily. - Quiero intentar ser una buena hermana mayor, por eso fui donde Luan.
- Luan era la reina del caos.
- Luan era más que sus bromas baratas, ella fue una gran hermana mayor y lo sigue siendo, por eso necesitaba su tutela, estás son cosas que desafían a la ciencia misma, no era algo que podría hacer siguiendo libros como siempre lo he hecho.
- Simplemente no puedo creerte, no después de tantos años de... tus cosas de Lisa.
Lisa iba a refutar, pero termino negando con la cabeza y señalándole con la mano a Lily para que la siguiera, llevándola hasta la mesa donde había un puesto preparado.
- ¿Y esto?
- Prepare la cena, Leroy ya comió, solo faltas tú.
- Eh... Lisa, tus comidas son algo...
- No quieres creerme, acepto eso, soy la primera en reconocer que no fue hasta que me dieron esta responsabilidad que realmente lo pensé, y por ello creo que tengo que demostrarlo.
Dicho eso se adentró en la cocina, Lily pensó en retroceder y volver a su cuarto, Lisa no era de confianza, años de experimentos y tretas se lo habían grabado en su mente, si esa cena no era incomestible posiblemente era fruto de alguno de sus raros experimentos y usar la culpa una forma de volverla un sujeto de pruebas, pero en lo que dudo en irse Lisa volvió, observando que traía en sus manos un platillo de sopa de pollo.
- ¿Y eso?
- La cena, es algo simple... pero significa mucho para mí.
- ¿Tengo que comerlo?
- Es mi forma de que me creas.
Lily lo miro, el color y el aroma lucían normales, como la sopa que haría su padre.
- ¿Mi piel no va a cambiar de color verdad?
- No.
- Ni me saldrán más extremidades.
- No.
Sin dejar de dudar miro de reojo a Lisa, aunque tenía una expresión relativamente estoica podía notar que estaba algo nerviosa, más pruebas de que posiblemente le estaba engañando una vez más, pero aun así, tomo la cuchara y probo la sopa.
- Esto... sabe bien.
- Uff... menos mal, Leroy también lo dijo pero no sabía si era cortesía o no, se que tu serías la primera en decirme si sabe mal.
- Entonces, ¿Realmente es sopa de pollo?
- Se que no confías en mí, pero realmente me quiero esforzar en esto, - Lisa le tendió la mano en señal de buscar un apretón, siendo el momento en que Lily pudo notar que estaban llenas de cortes. - ¿Podrías darme la oportunidad?
Lily en vez de darle la mano probo otra vez la sopa.
- Supongo que ya lo estoy haciendo, ¿No?
Lisa retiró su mano, pero sonrió feliz.
Eso era un si para ella.
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