Recibir la llamada de su hermanito con un tono angustiado es algo que nunca le había gustado, dependiendo del familiar y del tono también podría reaccionar igual, si fuese su pareja o una de sus hijas, Lynn o Lola también viajaría por todo el planeta de ser necesario para acudir en su ayuda, por lo menos era acudir a la casa de sus padres y no sonaba como que alguno de estos hubiese fallecido así que algo de calma le daba, pero mientras veía por la ventanilla como se acercaba Royal Woods un fuerte suspiro se escapó de su interior.

Era su pueblo natal y donde tenía muchos recuerdos preciosos, podía recordar el como corría por algunas calles o andaba en bicicleta, cuando intento aprender a patinar para impresionar a Ronalda, cuando condujo por primera vez a vancilla y casi atropello a Chandler, eran muchos recuerdos gratos, pero si se ponía a pensar demasiado venían los recuerdos de ella.

No la odiaba, pero no podía aceptarla y cada que se reunían en familia y veía a sus padres colocar un puesto vacío le partía el alma, no tanto por ella, sino por sus padres quienes sabía que la aceptaban después de todo lo que hizo, después de casi arrebatarles todo, seguir tus sueños era una cosa pero sacrificar a tu familia en el proceso era algo que repudiaba y quizás jamás se quitaría ese estigma, y lo sabía, incluso pese al tono con que hablo Leroy lo sabía, podía imaginar la situación, era ella, tomo un largo desvió para forzarlo a aceptarla una vez más, habían pasado un par de meses desde que hablaron y en todo el largo del viaje mientras barajaba todas las posibilidades y los datos, la ausencia de sus hermanas y el hermetismo de sus padres, sabía que tendría que enfrentarla allí, no quería, pero aunque fuese una probabilidad ínfima de que realmente su hermanito estuviese en problemas y no acudiese era algo que jamás se perdonaría.

Abriendo la ventanilla del vehículo para expulsar el humo del cigarro que venía consumiendo es que noto los primeros rasgos de aquella avejentada casa, todo se veía normal, demasiado normal.

No le agradaba.

En el momento que detuvo su vehículo sabía que en cualquier momento podría tener una bolsa en la cabeza o algún otro elemento de secuestro y despertaría en una habitación rodeado de sus hermanas a quienes Lucy ya habría convencido de que le perdonasen de alguna manera, por ello con total tranquilidad se bajó de su vehículo y dio unos pocos pasos, quedando a una distancia aceptable del hogar de sus padres antes de reunir aire y hablar con fuerza.

- No tengo ganas de seguir alguno de tus trucos o lo que sea, se que las demás están allí también y no entiendo porque se prestaron a esto, pero como hagas alguna tontería extraña me voy a ir y juro por todo lo que me importa que si estarás muerta para mí, así que simplemente aparece como una persona normal y conversemos como adultos.

Sin mayor animo de caer en más tretas, Lincoln se cruzo de brazos y espero, viendo como la puerta de entrada de la casa era abierta por Lucy la cual comenzó a caminar despacio, siendo observada por su espalda por el resto de la familia quienes se veían entre confundidos y decepcionados que todo lo que habían preparado había sido destruido por unas cuantas palabras del peliblanco.

- Hola Lincoln.

- Hola Lucy.

El peliblanco hablo con seriedad, la pelinegra se escucho más avergonzada, aun así, ambos se miraron a los ojos en el momento que hablaron.

- ¿Fue tú idea involucrar a Leroy en esto?

- Diría que un 50-50, mamá me ayudo con los detalles. - La mujer mayor saludo con algo de vergüenza a su hijo desde la distancia, pero este fingió no haberle prestado atención.

- Viví con ustedes muchas cosas así, no es algo nuevo, quizás nostálgico, pero no nuevo o inesperado.

- No ibas a venir ni a aceptar hablar conmigo si no hacía algo drástico.

- Secuestrar a las demás hasta que te perdonaran creo que sobrepasa un poco lo drástico.

- No las secuestré, hable con ellas, una por una, lo mismo con mamá y papá, esto nunca fue algo que esperase que fuese gratuito o de la nada, quería dejar que pasase un poco el tiempo para poder hablar con la mente más en frio y ver cómo podría solucionarlo, y en ese sentido eres el único que ni siquiera quería empezar a negociar.

- Esto no se trata de negociar, se trata de lo que hiciste. - Los brazos del peliblanco aflojaron, desviando la mirada. - No es fácil aceptar que esas cosas las haga tu hermana menor, ni menos cuando ayudaste en todo creyendo que era lo mejor.

- No pensaba bien en ese entonces.

- ¿Y tengo que perdonarte porque ahora te diste cuenta?

- Me estoy esforzando por buscarme tu perdón, pero no me das ninguna oportunidad, lo he intentado con todas y de todas ellas he recibido al menos algo con lo que esperar algo, quizás un requerimiento o simplemente una buena disculpa, ¿Por qué eres tan necio de perdonarme?

- ¿Siquiera estás haciendo esto por nosotros o simplemente lo haces por quedar bien contigo misma?

- ¿De qué hablas?

- No me agrada esta situación, hablas de que te perdonen como si fuese la obligación de los demás perdonarte porque te esfuerzas un poco, tú provocaste el daño y eso a veces no se cura con un lo siento o con una buena acción y no siempre el tiempo sana las heridas.

- ¿En serio puedes ser tan rencoroso? Quiero intentar volver a ser tu hermanita, pero no...

- ¿No qué? ¿Es mi obligación como hermano mayor o adulto?

- ¿Por qué eres tan agrio conmigo?

La voz de Lucy comenzaba a quebrarse, realmente se había esforzado, había hecho lo imposible 10 veces antes con tal de llegar a esta instancia, incluso temió lo suficiente para pensar que la presión social de la familia ayudaría pero Lincoln fácilmente rompió su plan, como si lo hubiese visto venir.

Aquella facilidad con la que trataba los temas familiares era algo que no lograba comprender, cual era su punto de comprensión de toda su familia para poder prevenir estos escenarios y armonizar la situación, cuando lo había analizado con el tiempo el caos que hubo en su adolescencia fue porque el mismo Lincoln lo provocaba, cuando supero eso él mismo sabía como amenizar las situaciones tranquilamente o prever males mayores, a su lado su compresión de su propio hermano no era nada, por eso quería su perdón, quería volver a relacionarse con él, porque quería...

- Quizás es porque...

- Dime Lucy, dime realmente la razón por la que quieres hablar conmigo y que nos volvamos a llevar bien.

- Yo... yo no...

La mirada de esta decayó, se había aferrado fuertemente a sus padres por apoyo en muchos momentos, lo mismo lo hizo con él hasta que hizo aquella jugada y huyo, si lo pensaba lo suficiente, desde ese día no pudo dormir bien, era algo que le carcomía desde el interior y sabía perfectamente que era lo que se lo ocasionaba, ella quería descansar, poder hacerlo en paz y sabía que para ello debía de ser perdonada por aquel que se dio tanto por ella.

No lo hacía por él, ni por su padre quien fue el más lastimado, ella lo sabía, todo seguía siendo por ella.

- ¿Cómo llegaste a eso? ¿Cómo sabes que mi disculpa no es sincera?

- Porque conozco bien a mi hermanita.

Eso hizo levantar su mirada, notando como este le miraba con suma tristeza.

- Se como hablas cuando no eres sincera, el pequeño gesto nervioso con la punta de tus dedos para evitar reacciones faciales, te conozco demasiado para olvidarte y por eso odio en lo que te convertiste, esa es la razón del porque rechazo tu disculpa, se que no es sincera y no es cosa de esfuerzo.

En ese momento dio media vuelta rumbo a su vehículo, pero fue detenido por una suave voz a su espalda.

- Si logro reencontrarme a mí misma, ¿Me perdonaras en esa ocasión?

- Eso tendría que conversarlo con mi hermanita, no con esta desconocida que tengo enfrente. - Giro su cabeza lo suficiente para ver parte de la cara de Lucy. - Cuando llegue ese día, por favor entra por la puerta.

Dicho eso, este se encamino a su vehículo y partió de él rumbo a su hogar, si algún día realmente lograse perdonarla o no era algo que no sabría decir, pero no pudo evitar esbozar una mueca alegre al ver que, al menos, era la expresión de una chica testaruda que no se iba a rendir.

Después de todo, el mañana no estaba escrito y cualquier cosa podría sucederle a él o a cualquier miembro de su familia, lo único que podía asegurar, es que de alguna manera siempre lograrían salir adelante.

- o - 

Hola, Ika aquí.

Cuando empecé este apartado ni en sueños pensé en hacer 101 pequeñas historias, menos irlas conectando en un "mundo", por ello algunas de estas historias no llegan a nada ni suman demasiado, era simplemente una idea random tras otra que en ocasiones sentía que podían dar más, fue agradable contarlas y dejarme llevar sin tener que usar demasiado mi cerebro y ese siempre fue el plan con estas historias.

Se que son pocos los que las disfrutaron, pero si llegaste a este punto te lo agradezco mucho, gracias por soportar 101 cosas que se me vinieron a la cabeza en algún momento random del día con esta funcionalmente disfuncional familia xD

Así que para finalizar, 3 preguntas mi estimado lector.

1. ¿Cual fue tu corto favorito y por qué?

2. ¿Quedaste con alguna duda de este universo? 

3. ¿Qué te pareció el concepto de una historia sin objetivo?

Con eso me despido gente.

Nos veremos en otra historia ^u^