Leroy

Ver el fuego de la fogata arder le traía una extraña paz a Leroy, los repentino sonidos de las ramas al quebrarse combinado con los sonidos nocturnos del lago hacían un hermoso coro a su impresión, algo que combinado con el olor del pescado asándose y el ver a su hermano mayor perdido en ver el cielo nocturno mientras bebía su cerveza solo lograban amenizar más ese viaje entre ambos, algo único de ellos, era ya una tradición que se había formado entre los varones Loud desde el fallido intento de su padre por llevarle a pescar, algo que le daba risa el como Lincoln le conto como también había fallado su intento con este pero también como recordaba la amena tarde que tuvo gracias a la improvisación de su padre ese día. Desgraciadamente para él no fue similar y no fue algo memorable dado lo cansado que su padre estaba en su ocasión, pero si eso había valido para que Lincoln comenzase aquella tradición de llevarle a pescar, bien podía agradecer ese nefasto día.

Si lo pensaba bien, Lincoln nunca lo dijo explícitamente ni tampoco lo negó, pero era notorio el favoritismo que este le había dado desde que tenía uso de razón, incluso recordaba como nunca se perdió sus momentos importantes y siempre contestaba sus llamadas, incluso cuando por culpa de Lily termino en la comisaría este había pagado la fianza y se encargo de reprender a su hermana mayor por someterlo a ello, ahora le daba gracia pensarlo, pero la sola idea de que Lincoln viajase medio pais solo para sacarlo de la cárcel era de por si impresionante.

Incluso ahora, con esposa e hijos, seguía tomándose el tiempo para llevarle a acampar.

- Estas muy callado Lee, ¿Todo bien?

- Ah, si, lo estoy.

- ¿Seguro? Eres más de comentar cualquier tontería que tengas en la cabeza, jeje, recuerdo cuando eras pequeñito y me seguías a todos lados, me costo enseñarte a controlar esa boca frente a las chicas.

- ¿Lo dices por experiencia no?

- Por supuesto hombre, la de problemas en los que me metía por hablar demás, al menos hasta que aprendí a hablar lo necesario, era divertido verlas pelearse. - Leroy noto que la expresión de su hermano cambio por una cargada de nostalgia antes de dar un largo trago de su bebida. - Qué tiempos aquellos.

- Oye, ¿Tú amas a las chicas?

- Por supuesto. - Ni siquiera lo dudo.

- ¿Pero soy tu favorito?

- ¿Era tan evidente?

- Te juro que no se si me lo dices con sarcasmo o realmente creías que no me había dado cuenta.

- Mmm, un poco de esto, un poco de aquello. - Lincoln se levantó de su asiento y, como si fuese un niño pequeño, comenzó a revolver la cabellera de su hermano menor.

- Oye, deja eso que ya no soy un niño.

- Es difícil verlo así, siempre serás un pequeño a mi lado.

- Lo sé.

Lincoln volvió a su asiento y dejo que el silencio volviese a crear su ambiente natural, con ambos observando el lago a sus espaldas.

- ¿Por qué soy tu favorito?

- Porque eres mi único hermano hombre, porque eres tierno, porque eres divertido, no lo sé, simplemente es más fácil conversar contigo, no digo que sea difícil hablar con las demás, pero creo que no es el mismo vinculo que contigo, además, estoy seguro de que me ayudaste a madurar más de lo que hubiese hecho sin ti.

- Por favor, eso no hubiera influido, aunque Lily hubiese sido la menor seguro hubieras seguido siendo un buen hermano.

- Honestamente no me imagino compartiendo tan cerca con esa psicópata. - Dijo mientras sentía un pequeño escalofrío recorrer su espalda.

- Oye, Lily no es... bueno... no es tan... mmm... e..ella también tiene sus puntos buenos.

- Solo lo dices porque es tu hermana mayor directa y obligatoriamente era con quien más compartiste fuera de mí.

- No es tan así... creo...

Esta vez fue Leroy quien dio un largo trago a su bebida, tomando su pescado para comenzar a degustar en un intento de disimular la conversación.

- No importa cuantas veces vengamos al mismo lago, el sabor de estos peces es asombroso.

- ¿Intentas cambiar el tema eh? Bien, te tengo otro tema, ¿Quién era esa chica que te llamo esta tarde?

- Nadie, ¿De quién hablar?

- Mmm... huelo no solo el pescado asado y las brasas, también huelo sentimientos ocultos.

- No es nadie, lo juro, no pregunte más por favor.

- Pff, aguafiestas.

- ¿Y tú qué? ¿Algo que contar?

- No mucho realmente, este viaje me sirve para relajarme, aunque tus sobrinas querían venir conmigo para pasar la tarde con su tío Lee.

- Podrías haberlos traído, no me hubiera molestado.

- No lo creo, esto es un momento entre los dos.

- Y ambas salieron de ti, técnicamente estaría conversando con dos partes de ti que se independizaron.

La expresión de Lincoln se volvió seria, pero en cambio Leroy río con ganas hasta que el peliblanco termino contagiándose de aquella risa.

- Eres todo un caso Lee.

- Salud por eso.

Leroy levanto su cerveza mientras que Lincoln iba a hacerlo, pero se detuvo un momento a contemplarlo, su hermanito, en ocasiones sentía que lo conoció muy tarde, en otras que lo había consentido demasiado o incluso que lo había tratado más como un hijo que como un hermano menor, pero eran esos momentos donde sentía que nada de eso importaba, poder tenerlo allí, disfrutar de un grato día familiar mientras le permitía recordar todas sus vivencias juntas como si se congelase el tiempo, era algo que le agradaba mucho.

- Salud por eso.

Pues no necesitaba más que eso, un agradable hermanito con el que disfrutar de una buena tarde de pesca.

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