Hospital
En la sala de espera del hospital Ronnie Anne esperaba aunque nerviosa, paciente, había sido la primera persona en enterarse y no quería exponer a su madre a una situación así, por ello su idea era tener que ser fuerte y esperar, aunque algo de su preocupación se vio diluida en el momento que un hombre peliblanco apareció frente a ella.
- Hola Ronalda.
- ¿Qué haces aquí?
- Estaba visitando a Lori cuando la llamaron, creo que no necesita más golpes en su vida por una temporada y preferí venir en su nombre.
- Eso es engañarla, ¿Qué harás cuando Bobby salga de ahí dentro?
- No lo pensé demasiado, ¿Ok? Solo... no quería que se sintiera peor.
- Sigh, se que tenías buenas intenciones, pero no me parece correcto.
- Te entiendo, pero al menos entre recibir la llamada y sufrir la espera a verlo cuando ya este en recuperación creo que hay una gran diferencia.
- Podrías preocuparte un poco más por mi hermano.
- Lo hago, me agrada Bobby, pero también tengo que pensar en mi hermana.
Lincoln se sentó con un asiento de distancia de Ronnie Anne, mirando incomodo en varias direcciones en un intento de no centrarse en la chica a su lado, ella, por su parte, estaba pellizcando su falda, maldiciendo porque él había venido, como si no tuviese suficiente con la noticia de Bobby.
- ¿Has sabido algo de Bobby?
- Sigue en operación, lleva unas dos horas en quirófano creo.
- Eso es mucho tiempo.
- No necesito que me lo recuerdes, estoy al filo de un ataque desde que me llamaron.
- No era mi intención, aunque Bobby siempre ha sido alguien fuerte, estoy seguro de que saldrá bien y en nada lo verás tan vigoroso como siempre.
- ¿De que pendejada me hablas? Este último tiempo ha estado fatal.
- Puedo... imaginarlo.
- Entonces no digas estupideces.
- Solo intento animarte de alguna forma.
- ¿Te digo que me ayudaría? Que te callaras de una vez, o mejor, que te largaras.
Lincoln miro la expresión de Ronnie, podía notar toda la molestia en su expresión pero sus ojos se hallaban apagados, por lo que tomo la iniciativa y se acercó a esta, dándole un abrazo.
- ¡Suéltame carajo!
- Todo va a estar bien, créeme.
- ¡Claro que estará bien! - Aunque la morena se retorcía, no tenía la fuerza para soltar el abrazo de Lincoln. - Es mi hermano mayor, debe estar bien y esto no tendría que haberle pasado nunca.
- Lo sé, nadie querría que algo así pasase.
- ¡Odio tu maldita lástima! ¡Suéltame de una vez!
De un último y fuerte jalón rompió el abrazo de Lincoln, alejándolo antes de levantarse y mirarle furioso.
- ¡¿Y sabes que más odio?! ¡A Lori! ¡Ella es la causante de esto! ¡Ella solo le esta causando dolor a mi hermano y lo orillo a esto!
Ronnie apretó sus puños, insultándolo no a él sino a Lori esperaba alguna reacción, pero todo lo que vio fue a Lincoln dándole una mirada preocupada.
- ¡Deja de mirarme así desgraciado!
Con su puño tembloroso reunió sus fuerzas y acertó el puñetazo más fuerte que pudo dar en ese momento, no tenía para nada toda su fuerza real pero si toda la que le quedaba en ese momento, un puño que logro hacer retroceder a Lincoln y hacerlo quejarse de dolor que provoco que algunos trabajadores del lugar se acercasen preocupados, pero estos fueron detenidos por un gesto de Lincoln indicando que se calmaran, volviendo a acercarse mientras su labio sangraba y su mejilla se hinchaba, pero manteniendo la misma expresión preocupada.
- ¡Ya di algo maldita sea! ¡Reacciona de alguna manera infeliz! ¡¿Acaso quieres verme tan jodida como mi hermano ahora?! ¡¿Qué es algo que ustedes planeaban o qué?!
- Si todo esto te sirve de desahogo, puedo resistir un poco más, entiendo que te duele mucho lo ocurrido Ronalda y es tu ira hablando por ti.
- No entiendes... una mierda...
La furia se transformó en tristeza antes de darse cuenta.
- Bobby... él... él quería... era su sueño... y míralo ahora... peleando por su vida...
- Puedo imaginar que no era algo sencillo, y realmente lamento que todo esto haya ocurrido, pero él saldrá bien, créeme.
- Él... snif... él se tiene que recuperar...
Quizás habían pasado los años y sus caminos se habían separado, quizás no de la mejor forma, quizás de forma definitiva, pero al ver esa expresión de preocupación pese a todo lo que dijo la chica dejo fluir su interior, aquel ser asustado de todo lo ocurrido, que tenía miedo por su hermano, no importa lo fuerte que siempre hubiese creído que era, momentos como ese la derribaban y hasta hace unos momentos sentía que podía explotar en cualquier momento, pero nuevamente fue envuelta en ese abrazo conciliador del peliblanco y se dejo llevar, soltando todas sus preocupaciones por primera vez desde que esa pesadilla había comenzado.
Aun tendría que esperar para saber de su hermano, pero su espera se había hecho un poco más soportable gracias a su amigo.
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