Decisiones

- No esperaba encontrarte... aquí.

- Yo tampoco, ¿Cuánto ha sido? ¿2 años?

- Creo que sí.

- Vaya, como pasa el tiempo, ¿Y tienes tiempo para tomarte un café? Por los viejos tiempo Luan.

- Claro, señor Benjamín.

- Ahg, odio que me digan.

- Jajaja, lo sé.

Había sido un encuentro casual, en una ciudad distante a varias horas de Royal Woods donde Luan estudiaba leyes, una decisión que a varios les tomo por sorpresa considerando que todos pensaban que seguiría con su rol artístico, pero que la muchacha había negado con una tranquila sonrisa en su rostro, inclusive sus padres le habían dicho que no les importaba apoyarla, que podía seguir sus sueños estudiando actuación o algo similar, incluso si solo quería trabajar y buscar su camino entre la comedia, pero ella simplemente negó con la cabeza, agradeció por todo a su familia y se despidió, tanto de ellos como de gran parte de la vida que había formado en Royal Woods, y ahora, años después, esa vida había aparecido en una caminata casual por las nevadas calles en forma de su ex novio quien le acababa de invitar por un café.

Caminaron mientras conversaban tranquilamente, cosas de sus vidas diarias, cosas de sus nuevas vidas, decisiones que habían tomado y la extraña causalidad que los llevo a encontrarse en esa calle, aunque siempre con Luan haciendo alguna broma a la barba de chivo que el muchacho ahora mostraba en su rostro, así fue como llegaron a una cafetería cercana, una que Benjamín había visto hace solo unos minutos pero que no había tenido motivos para explorar, o al menos, no hasta toparse con aquella vieja conocida.

- ¿Entonces quieres venir a vivir a aquí?

- Sep, papá quiere expandir y que mejor que su hijo tome el mando para estar tranquilo, ya sabes cómo era, le daría un infarto si consiguiese a un cualquiera y lo pusiera al mando y ya está algo mayor para dejar Royal Woods.

- Diría que es más porque tu hermano sigue siendo menor y sería cruel alejarlo de sus amigos.

- ¿Y usar a su hijo mayor como si nada? Yo también tengo sentimientos sabes.

- Lo sé, aunque no eras bueno para expresarte sin tu muñeca.

- Lo dice la señorita que llevaba al señor cocos a todas partes, incluso cuando rompiste conmigo.

- Eso fue... algo difícil, diferente, no podía... hacerlo sola.

- Y aun así preparaste todo un evento en el que yo juraba que me ibas a pedir matrimonio solo para... decir que no podríamos seguir juntos.

- ¿Y lo de tomarse la vida con humor?

- Dime como se supone que podía tomarme eso con humor, yo... te amaba Luan, estabas un poco demente pero sabía que había un hermoso y gran corazón dentro de tu pecho, alguien tierna y agradable que se volvía loca de vez en cuando, y yo... quería ser parte de esa locura.

- Benny yo... ese era mi problema, - Luan desvió su mirada, observando como la nieve caía lentamente sobre la calle. - Tenía que afrontar cosas nuevas todo el tiempo y quería hacerlo con una sonrisa, pero... entre más lo pensaba, sobre todo cuando me volví la hermana mayor en casa, más veía que no podía mantenerme como la divertida y burlona que hace de todo una broma, y yo... yo sentí que debía madurar.

- Ya eras bastante madura, te convertiste en una persona aun más maravillosa durante ese tiempo.

- No, no era así, era solo una niña asustada que creía saber más de lo que realmente sabía, que podía vivir de sueños como la comedia o que con una sonrisa todo se arreglaba, pero no era así, hay veces en que una sonrisa no es la solución, en que el dinero debe priorizarse a la felicidad, en que debemos sacrificarnos por algo mejor y en los que debemos dejar de soñar para madurar.

Mientras más hablaba, la expresión de Luan se entristecía más, ver lo que tuvo que vivir Leni hasta su huida de casa le hizo pensar mucho, pensó en sus propias posibilidades, en lo que quería hacer y la vida que llevaba... y tuvo miedo.

El futuro le asusto, y fue cuando enterró algo dentro de sí para ser "un miembro funcional de la sociedad".

Se alejo de su familia para no despertar su interés de hacerles bromas, se alejo de su novio que sabía le motivaría a seguir las artes y la comedia, lentamente se distanció de sus amigos de la escuela para no dar incomodas explicaciones y empezar una nueva y funcional vida, pero aquella casual vista a su pasado había comenzado a pasarle factura, como si hubiese abierto un baúl cerrado el cual ahora era incapaz de volver a cerrar y ver la triste mirada de Benny sobre ella solo le laceraba todavía más.

- Así que esa era la verdadera razón de porque te fuiste de Royal Woods.

- Tenía que hacerlo Benny, lo que estaba haciendo... no era sano.

- Esto, tú yo de ahora, eso no es sano.

- Maduré, eso fue lo que hice.

- No, lo que hiciste fue dejarte ganar por el miedo y huiste.

- Sabia que no lo entenderías.

- ¿Entender qué? ¿Qué enterraste tus sueños y a eso lo llamaste madurar?

- N..No es así.

Benny se levanto de su asiento y se coloco junto a Luan, tomando sus mejillas para obligarla a verle.

- Luan, ¿Eres feliz haciendo esto?

- Claro que lo soy, disfruto... cada día.

- ¿Entonces porque cuando nos reencontramos tenías una sonrisa tan triste?

La única respuesta de Luan fue el silencio, Benny solo volvió a su asiento tras notar que la chica no respondería.

- Luan, esta... bien estar asustada por un futuro incierto, yo mismo vengo para empezar un negocio aquí del que estoy aterrado por gestionar solo, sin papá a mi lado, sin estudios superiores con lo que buscar otro trabajo si sale mal, pero... también es algo que se que haré y me sentiré pleno si lo hago, triunfe o no, pero... si ni siquiera lo intentase, no se si podría levantarme en el futuro y estar tranquilo, una... vida tranquila como es la que buscas, no es algo que yo soportaría, - Se levanto de su silla y saco de su billetera un par de dólares. - Y la Luan de la que me enamoré tampoco lo haría, porque ella era una persona apasionada, creo que tenías razón, separarnos en ese momento fue lo mejor, ten... una buena y tranquila vida Luan, la que estás buscando.

Benny se retiro en silencio en ese momento, al inhóspito exterior, sin certeza de donde ir pero con un objetivo claro, Luan por su parte observo el dinero, y pensó.

Podría quedarse allí, terminar su café y seguir su vida, o hacer una locura como antes y no perder aquella oportunidad que el destino le estaba presentando, recuperar un amigo, un apoyo o quizás algo más.

Siendo aquella decisión, una que Luan no olvidaría jamás.

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