Amigo
Mientras se ocultaba en un manto de lodo recién mojado, Lana observaba fijamente la entrada trasera de la casa fijándose sobre todo en quien allí se encontraba sentada, observándole fijamente con una expresión confundida, como si no pudiese reconocerle del todo, esto hacía feliz a Lana tanto como le hacía cuestionarse por qué Lily seguía buscándole.
Moviéndose lentamente de lado intento perder el rastro, como si su camuflaje le hiciese invisible a ojos de su hermana más pequeña, pero la bebé seguía mirándole fijamente, cosa que ya empezaba a incomodarla, algo que era extraño, pues realmente no le importaba que alguien de su familia le observase o incluso uniese tal como lo hacían de vez en cuando algunos de sus hermanos, pero había algo en aquella mirada que simplemente le incomodaba.
Cuando ya se vio sobrepasada por la seriedad de la bebé, Lana se levanto, saco el exceso de lodo de su cuerpo y comenzó a retirarse con la intención de ir al viejo estanque a visitar a sus amigos anfibios, pero no se había alejado ni siquiera de la casa del Sr. Grouse cuando pudo fijarse que la pequeña aún le seguía, mirándole a la distancia.
- Vamos chica, déjame ya.
Ver a Lily responderle llevando su mano a su boca fue la señal de pasar de esta y seguir con su día, al menos una vez se encontrase con sus amigos animales podría fingir que nada de eso paso, siendo ese el momento donde choco con una de las mascotas del vecindario, un gran danés que ella misma había ayudado a su familia a entrenar y del cual se sentía tanto orgullosa como fascinada por el tamaño del animal, no dudando en esbozar una sonrisa antes de sentir deseos de abrazarle con fuerza, pero en ese momento pudo notar de reojo como la pequeña bebé se encontraba paralizada, ya no con una expresión seria como cuando le veía, sino que era una vista que pudo reconocer bien, miedo.
Era la oportunidad perfecta, ella no se acercaría más al perro y obtendría su ansiada libertad de aquella inquisidora mirada, algo que Lana supo comprender, acercándose hasta su inmóvil hermana antes de tomarla con algo de esfuerzo.
- Lily.
Los ojos de Lily comenzaron a llenarse de lágrimas y tiritar con más fuerza al notar que su, ahora obligatoria, dirección era aquel canino que superaba la altura de ambas, llevando sus manos hasta sus ojos con el vago intento de protegerse de aquel demonio cuadrúpedo que le miraba fijamente.
La pequeña no podía dejar de temblar, se arrepentía de haber seguido a su hermana y solo quería correr hasta su casa para olvidarlo todo en la seguridad de su cuna, incluso cuando sintió como una de sus manos era forzada a separarse de sus ojos le llenaba de puro terror, o al menos, hasta que pudo sentir con su palma un suave tacto en esta.
Pasaron unos momentos sintiendo aquel agradable tacto antes de arriesgarse a mover lentamente su mano, recorriendo aquel suave objeto mientras sentía que se tranquilizaba antes de recibir una suave palmada en su cabeza.
- Lily, te presento a mi amigo Rex.
En ese momento la pequeña abrió sus ojos y se encontró de frente al can, quien había acercado su hocico a la cara de esta y le recibió dándole una lamida en toda la cara.
- (Feliz) ¿Ves? Es tan dulce como un algodón de azúcar.
Lentamente Lily termino estirando la otra mano, entrando en contacto con ambas con él can y este, en respuesta, volvió a lamer a la pequeña.
- Sabía que se podían llevar bien.
- Jijiji.
Para ese momento, la bebe se soltó de su hermana para acariciar a la mascota, dejándose llevar mientras el perro daba suaves aullidos alegres ante su compañera de juego la cual ahora se reía felizmente, algo que Lana observaba con una sonrisa en su rostro al verles a ambos.
- Bueno hermana, ahora si me vo...
- (Feliz) Gadias Dada.
Los planes de Lana en ese momento se alteraron, pues ya tenía a dos buenas compañías con las que pasar el resto de la tarde.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top