El sol aún no había salido cuando el despertador de Lynn sonó, siempre se despertaba temprano para sus entrenamientos matutinos y ese día no sería la excepción, por lo que después de ponerse sus prendas deportivas bajo despacio para no despertar a sus hermanos y prepararse un batido de proteínas, todo como siempre lo había hecho, pero en el momento en que abrió la nevera pudo escuchar un fuerte ruido desde el piso, probablemente desde el sótano.

- ¿Qué demonios? Son las 5 de la mañana.

Extrañada se encamino a paso lento, en el momento que llego a las escaleras que conducían hasta esta habitación pudo escuchar sonido de una sierra cortando madera y a su padre totalmente concentrado en aquella tarea.

- ¿Papá?

Aquella palabra termino asustando al hombre quien se volteo para mirar la escalera.

- ¡Ah! Hija, ¿Qué haces aquí?

- La pregunta es, ¿Qué rayos haces tú aquí?

- Bueno, es mi casa, puedo estar en mi sótano.

- Pero son las 5 de la mañana.

- ¡¿Las 5?! Ah... eh... bueno, es que... me desperté... ¿Hace poco?

- ¿Algunas vez te han dicho que apestas mintiendo?

- (Decaído) Tú madre, Lori, algunos de mis amigo, tu abuelo y el señor al que le compro pescado en las mañanas.

La joven miro fijamente al adulto por unos momentos, pero luego camino fingiendo que no había escuchado eso.

- Entonces, ¿Qué estás haciendo?

- Ah, pues... ya sabes que esta será la primera navidad de Leroy, creo que hacerla especial es algo importante y uno tiene que estar preparado si quiere hacer algo mágico.

- Papá.

- ¿Si hija?

- Estamos en enero.

- ¿Y?

- Falta literalmente todo el año.

- Grandes preparativos requieren grandes tiempos de preparación.

El patriarca de la familia dejo sus herramientas y comenzó a caminar hacía su hija, algo que le permitió ver mejor a Lynn Jr el aspecto de su padre: una bata mal colocada, grandes ojeras, barba descuidada, podía oler a su padre y podía observar restos secos de café por la boca y pecho del hombre.

- Este año fue una navidad especial, estuvo muy cerca del nacimiento de Leroy, pero este año debe ser aun más especial, más grande, con más y mejores regalos, oh, envoltorios personalizados, jajaja, podría confeccionar los juguetes que quieran los menores mientras las mayores me ayudan con la confección de los escenarios, ¡Oh! Una pequeña actuación con Lily y Leroy, los dos chiquitines, ¡¡¡Oh!!! – En ese momento Lynn finalmente llego frente a su hija, tomándola de los hombros, mirándola con su desquiciada mirada mientras espuma salía por su boca – El santa secreto podría subir a un nuevo nivel, no solo un sorteo en diciembre, algo para preparar durante todo el año, ¡¿Me oyes Lynn?! ¡Todo el año! ¡Todo un año de olor a jengibre y nieve!

La muchacha solo podía ver como su padre gritaba cada vez más fuerte, apretando su cuerpo impidiéndole soltarle.

- (Aterrada) Papá, me asustas.

- ¡¡¡Será la mejor navidad de toda la existencia!!! ¡¡¡La mejor jajaja!!!

Lynn fue llevado a un psiquiátrico por una semana.