41. Sí Murasakibara alguna vez le confesase a Himuro que está enamorado de Kagami podría obtener dos reacciones de este; La buena: Himuro se alegra por él y le ayuda a conquistar a Kagami (porque sinceramente esta arto que pervertidos buenos para nada se quieran chingar a su bebé); O la mala: Himuro se convierte en un puto demonio y no deja que Mura se le acerque al Kagami ni en figurita. Las dos opciones serían divertidas de leer.