Capitulo 8

CAPITULO 8

Señor Jaken-llamo la pequeña el demonio dejo de limpiar su báculo para voltear hacia ella.

! Rin ¿por qué estas toda mojada?!-pregunto enfadado, la niña agacho la cabeza apenada.

Bueno... estaba jugando con Shippo y corrimos hasta un rio...-presiona parte de su vestido el agua caía entre sus dedos- y bueno me caí en el.

¡¿Qué?!-grito mandando a volar el báculo, rin estaba temblando-si te enfermas el amo se enfadara conmigo...

Lo siento no fue mi intención...

¡Sapo! deja a la niña en paz-dijo Sango ingresando a la cabaña, con un kimono entre las manos- ten lin ponte esto...-la pequeña recibió feliz el atuendo-y tu ven conmigo tenemos que hablar...

¡Humana detestable no me des ordenes!

¡¿Qué dijiste Jaken?!-el demonio verde salió corriendo del lugar, haciendo reír a la exterminadora quien salió tras él.

Señor Sesshomaru...-susurro la pequeña.

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Estúpidos humanos, viles y repugnantes, con sus muestras de cariño y amor.

Maldita sea el día en que vino a parar aquí, nada bueno estaba saliendo de todo esto.

Puras tonterías.

El solo ver a esos dos indeseables besándose ante sus ojos le daba asco, ya que en su naturaleza demoniaca no existían dichas muestras de afectos...

Tantos sentimientos entorpecen la mente, y definitivamente en especial la de aquella humana...

¿Cuántas veces la había escuchado?

Ho, si varias.

"Amo a Inuyasha", en resumen el amor por el Hanyou no era tan fuerte después de todo.

Pero mataría por verle la cara al estúpido en estos momentos, él no era de ir comentando cosas pero, si tenía que ver con molestar al inútil, no sonata tan mala idea, de hecho era una muy buena idea.

¿Se-Sesshōmaru?-lo llamo, él se dedicó a mirarla por unos largos segundos, percatándose del nerviosismo que emanaba- ¿me estabas buscando?- cansada del silencio volvió a hablar.

Recuperada del shock, Se acercó hacia la entrada de su hogar, a paso firme, no quería que el viera cuanto le afectaba el hecho de tenerlo a pasos de sus familia y la perla con quien sabe que intensiones, había venido.

Escúchame bien humana He venido a hacerte una propuesta

¿Qué?

Bien, que parte de escucha bien, no había entendido.

¿Digo cuál?-se apresuró a decir al ver su error, o menos que quería era un demonio furiosos al pie de su puerta.

Me ayudaras a volver a mi época.

Pero yo no sé cómo hacerlo...

Si no lo haces los humanos que llamas familia sufrirán las consecuencias

¡No puedes hacer eso!

Quieres una prueba-respondió, elevando sus garras destellantes de un verdoso veneno

No está bien lo haré, te ayudare, no le hagas nada a mi familia.

Perfecto, mientras tanto me encargare de que cumplas con tu trabajo

¿Te encargaras? ¿Qué quieres decir con eso?

Que mientras tu trabajes miko yo te vigilare-una maliciosa sonrisa a ser formo en sus labios- a partir de ahora viviré contigo.

¡¿WHAT THE FUCK?!

Si eso fue lo primero que se le vino a la mente.

Su cara se contrajo y sus ojos se abrieron de golpe.

¡De ninguna manera TU no vivirás conmigo y menos con mi familia cerca me escuchaste, te ayudare pero mantente alejado de ellos!

Los oídos del Youkai parecían quererle estallas, los gritos de la humana eran peor que alaridos, la tomo por el cuello lo suficiente mente fuerte para que no se zafara- aras lo que yo digo-pronuncio elevándola contra la pared, la manos de ella se desesperaban por lastimarlo -miko tu familia morirá si no lo haces, dalo por hecho.

Sintió las lágrimas amontonarse, pero no se las permitió salir, no demostraría debilidad ante él. La dejo caer con todo su peso sobre los pies, logrando que se lastimara el tobillo derecho. Los tacones eran muy altos.

El dolor era terrible, se lo presiono con ambas manos, gimiendo y dejándose vencer, las lágrimas salían sin control.

Sesshomaru la miraba, penando que se veía patética de esa forma llorando por un golpe y no por el que estuvo a punto de matarla.

No le agrado eso, ella debía, tenía que temerle, el solo hecho de saber que alguien en el mundo no le tema lo hacía enfadar.

Las puestas se abrieron dejando ver una mujer, parecido a la miko.

La señora Higurashi, se había despertado al escuchar tanto escándalo afuera, se preocupó al saber que era su hija, pero no imagino aquella escena.

Su hija tirada en el suelo llorando de dolor, se apresuró a ayudarla, pero cada vez que la movía los sollozos aumentaban.

¿Quién eres tú?-pregunto sin poder notar sus rasgos demoniacos- acaso eres el novio de mi hija.

¿El novio?

Que estas esperando ayúdala a subir-ingreso a la casa sin esperar respuesta- a su habitación yo llamare al doctor.

Nadie me da órdenes-dijo, pero de igual formas tomo a la joven en brazos.

Odiaba esperar, y si era la única solución lo aria

Lo más seguro-comenzó Naomi que hablaba por teléfono-es que se haya fracturado.

En forma nupcial la llevo hasta su cuarto, la recostó en la cama.

Al rato subió la mujer con una bolsa de hielo, para evitar la inflamación.

El solo se dedicaba a mirar desde el rincón, escuchando los gemidos de dolor.

"humanos inútiles" pensó

El doctor ya viene en camino Kagome.

Me duele no me toques mama duele mucho.

¿Hija cómo te lastimaste?

Yo-bueno yo me tropecé... pise mal y me lastime

¿Estás segura?

Si mama eso fue lo que paso, un pequeño accidente.

De acuerdo-volteo a verlo, donde por fin se dio cuento de sus marcas, y orejas-disculpe pero como es su nombre.

El no respondió

Se llama Sesshomaru y es el hermano de Inuyasha

Con que su hermano,-la mujer sonrió ampliamente- es un placer conocerlo ¿desea algo de tomar? ¿Café?

Recibió un gesto afirmativo, solo por esta ve dejo pasar el atrevimiento de la miko, el no hera hermano de ese hibrido.

Humana...

Lo siento Sesshomaru no quise meterme en tus asuntos.

Aquí esta-apareció su madre con una bandeja y dos tazas-ten Kagome traje para ti también.

Gracias...

El aroma dulzón llego a sus fosas nasales, el color cálido en aquel recipiente llamaba la atención, las burbujitas blancas en ella desaparecían de a poco.

Lo bebió y Kagome también.

¿Hace cuánto sales con mi hija?-pregunto de repente provocando que Kagome escupiera todo el café que tenía en la boca, y tocia hasta el punto de querer ahogarse.

Mamá él no es mi novio-tosió-él y yo no somos nada solo nos conocemos...

Ha yo pensé que sí lo era, como lo del joven Inuyasha no resulto, por cierto por que tus orejas son distintas- se acercó para tocarlas pero ella lo detuvo.

No mamá él no es como Inuyasha-en eso si estaban de acuerdo-Sesshomaru es un demonio completo.

Ya entiendo, bien los dejare solos-se dirigió a su hija-mañana hablaremos tu y yo-no le quedó otra que asentir nerviosa, su madre no era tanta quizás se había dado cuenta de que el accidente no resulto serlo-iré a esperar al doctor.

pasaron más de treinta minutos, en lo que a Kagome le parecieron los más largos de toda su vida, como era posible que estuviera sin hablar todo el tiempo, y tan tranquilo, sin embargo ella se estaba muriendo de los nervios y la curiosidad quería preguntarle de todo.

Abrió repetidas veces la boca pero las palabra no salían, se arrepentía al instante conociendo al condenado Youkai era seguro que no respondería ninguna de ellas, suspiro su estadía con el sería la más larga de su vida.

Toc-toc. La puerta sonó y se abrió dejando ver a un joven de alrededor de unos 25 años, su cabello era de color rojo y sus ojos negros, llevaba puesto una camisa negra y pantalones azul oscuro.

Doctor Kenshin-saludo la azabache, desde su lugar.

Hola Kagome, ¿cómo has estado?-pregunto este dejando a un lado de la cama sus maletín. Sin notar la presencia del demonio

Pues no muy bien que digamos-respondió, mostrándole su inflamado tobillo, que lentamente se volvía de un color morado.

Ho, déjame ver-y con sumo cuidado comenzó a inspeccionar el pie, palpadlo en diferentes lugares, ella reaccionaba ante el dolor.-si definitivamente está quebrado, no sé con exactitud cuánto pero, eso se puede arreglar, ve mañana a primera ahora a mi consultorio, tendremos que enyesarlo.

Pero mañana es domingo.

Lo sé, pero eso no me impedirá a que atienda a mi paciente favorita-respondió, el joven había sigo como un miembro importante de la familia, atendió el nacimiento de Souta, en varias ocasiones también ayudo a su abuelo.

La joven se sonrojo a tal punto que parecía un tomate maduro, Kenshin sonrió y saco una crema y pastillas-mientras tanto tomate una de estas ayudaran a bajar la inflamación y la crema también lo hará-ella las tomo.

El doctor se giró, encontrándose con algo que jamás creyó ver, un hombre con orejas puntiagudas y marcas en el rostro, gracias a kami que no veía sus garras, la azabache palideció.

"mierda ya me descubrieron"-pensó.

Pandillero, fue lo que pensó- soy el doctor de kagome mi nombre es Kenshin, disculpe por no saludarlo antes no lo había visto-extendió la mano cordial mente, en la miro segundos antes de aceptar.

Sesshomaru Taisho-fue lo único que dijo, el médico asintió y salió de la habitación con sus cosas, Kagome soltó todo el aire que no sabía en qué momento lo había retenido.

Eso estuvo cerca-se dijo así misma y claro que el la escucho, dado a sus agudos oídos-bien supongo que estas cansados puedes dormir aquí si así lo deseas.

El como siempre no le respondió tan solo se sentó en un rincón y cerró los ojos.

Se quedó por varios minutos observándolo, eran tan diferentes y parecidos a la vez, Inuyasha era dulce e infantil, podría volverse un caprichoso insoportable, y rudo algunas veces, pero no como él, Sesshōmaru era un ser frio sin corazón y despiadado, no demostraba sus sentimientos, no como lo hacía Inuyasha ella sabía cuándo él estaba triste o feliz.

Con el Youkai, no podía ver eso, él era tan expresivo como una hoja en blanco.

Sesshomaru-lo llamo y el dejo ver y sus soles que tenía por ojos, fríos y calculadores-puedes hacerme un favor... -una fina y delicada ceja se alzó, ella más nerviosa de lo que ya estaba prosiguió de todas formas-veras necesito que me alcances la pijama yo no-no puedo moverme.

No soy tu sirviente-corto.

¡Idiota!-ella grito sus ojos marrones estaban oscurecidos de rabia al punto de volverse negros-estoy herida por tu culpa y lo menos que puedes hacer es pasarme el pijama.

¡Ya te escuche y te lo vuelvo a repetir no. Lo. Are!-respondió puntualizando las últimas palabras ara que ella entendiera, ella lo miro con tanto odio contenido e infinito ero no respondió a duras penas se bajó de la cama, sujetándose con los muebles en el trayecto hasta quedar frente el armario, tomo su ropa y lo cerro de un portazo.

Gracias.-Carraspeo echa una fiera e intento volver por donde vino pero lo que antes fue tan fácil ahora se le hacía más difícil, y caminar con ese vestido a justado no ayudaba mucho, no controlo sus movimientos, se resbalo con la alfombra y se fue de espaldas al piso.

Dio un grito desesperado.

Pero el Youkai fue veloz y la sostuvo antes de llegar al suelo-ten más cuidado miko.

Sus labios temblaban desesperados por decir algo, pero tenerla así tan cerca no lograba pensar, los mechones plateados caían a sus costados, sus dorados ojos estaban fijos en ella, y pudo ver una diminuta sonrisa casi inexistente formarse en sus labios- yo- si lo tendré.

Respondió moviéndose incomoda en los brazos de él, de un rápido movimiento ella ya estaba recostada en la cama, y sus ropa a un costado, el se puso de espaldas mirando algún punto en la pared, ella lo entendió, deslizo sus ropas con mucho cuidado, hasta quedar solo en ropa interior, ponerse la camiseta fue lo fácil el problema era el pantalón, metió una pierna sin problemas, pero en cuanto quiso hacerlo mismo con la otro gimió, no podía doblarla y ella no llegaba al final de sus dedos para hacerlo, sola.

Suspiro, pero no podía hacerlo sola, quizás si llamaba a su mama ella podría ayudarla, pero su madre ya estaba descansando no quería molestarla, o mismo pasaba con su hermano y abuelo, el demonio no era una opción, para ello, no el pero...

Date prisa-lo escucho decir.

Lo aria si pudiera hacerlo yo sola pero no puedo-respondió cabiéndose con la camisa sus partes íntimas-Sesshomaru-llamo-podrías ayudarme-lo último fue dicho como una súplica. Él se giró y la observo desde su lugar con su pijama color rosa cubriendo buena parte de su anatomía, y el pantalón a medio vestir, dejando sus largas y contoneadas piernas al descubierto.

"no está mal para ser humana"-pensó caminando elegante mente hasta ella, y la ayudo a terminar, con su dilema tomo con mucho cuidado su pie herido, una corriente eléctrica atravesó su piel cuando la toco, se sentía bien.

Kagome pensó que quizá ganara algún premio al tomate del año, no podía sonrojarse todo el tiempo como lo hizo hoy.-gracias-susurro terminando de subirse la ropa él solo asintió y se fue al rincón donde cerró los ojos e intento descasar.-me curaría yo solo pero no soy lo suficientemente poderosa.-al parecer a la miko le gustaba hablar, o entendía la palabras DESCANSO-hasta mañana Sesshomaru-agrego al no recibir respuesta.

"hasta mañana miko" pensó

Continuara..........

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