Capitulo 6

CAPITULO 6

Se podría decir que ese día había empezado a las mil maravilla, en primer lugar era sábado y el día era sencillamente perfecto, el sol radiante y la brisa era fresca, en segundo sus amigas la habían ido a visitar en la mañana bueno prácticamente pasaron todo el día, hasta la tarde acompañándola, y tercero quizás lo más lindo de todo el día es que en la noche tenía una cita, con Houjo.

Cuando les comento a sus amigas casi la dejan sorda de los gritos de felicidad que dieron, sin mencionar los miles de consejos que recibió "no lleves tanto maquillaje" "se casual pero a la vez sensual" "escucha todo lo que él te diga" etc., etc.... pero por favor no nos olvidemos de lo más importante ¿¡Qué demonios llevaría puesto!? Un vestido, pantalones o su ya desgastado uniforme escolar....

"definitivamente necesito comprar un vestido"-se dijo así misma, sin más tomo su pequeño bolso monedero, y salió a toda prisa hacia el centro comercial.

"Wow creo que compre demasiado"-llevaba consigo tres bolsas en cada mano, no era de gastar tanto dinero per pensó que solo por esta vez aria una acepción, además que había ciertas cosa que le hacían falta; tenía tres vestidos por escoger ambos elegantes y hermosos, ya que según Houjo la llevaría a un restaurante en el centro de Japón y debía reconocerlo el chico se estaba esforzando por conseguir el amor de la azabache.

Volvía radiante a su hogar, encontrándose con varias/os conocidos de la escuela, saludo amablemente a cada uno de ellos, y siguió su camino recordó que en estos últimos días había estado buscando a Sesshomaru por todo el Japón, en la mañana en la tarde y en varias ocasiones por la noche, pero sin resultado, se lo había comido la tierra.

"según lo que entendí de la historia es que Sesshomaru está aquí para cumplir con algo y si no lo hace es probable que muera... -soltó un suspiro -pero ahora que lo recuerdo es muy probable que él se niegue ya que es muy orgulloso, y si en todo caso le va bien entonces...-abrió los ojos como platos y se detuvo un momento-¡Ho dios mío lo van a matar!, ya Kagome deja de pensar en tonterías-negó con la cabeza varias veces-él no se dejara vencer tan fácil"-siguió caminando, miro su reloj eran exactamente las 7 de la tarde, estaba con el tiempo justo Houjo iría por ella a las 9,el había sido muy amable durante todo este tiempo no solo al preocuparse por su salid sino que también había ido a verla u ayudado con los deberes de la escuela.

Se detuvo sin mirar, esa sensación, esa presencia familiar, era él. Por fin después de tantos días de búsqueda lo había hallado, mejor dicho la encontró primero, se desvió hacia una calle menos transitada-sal de ahí Sesshomaru.

Miko ¿Qué quieres?-respondió con su habitual tono frio y desinteresado ella se giró para encararlo.

Eres una persona difícil de encontrar te he estado buscando desde hace varios días-respondió dándole una gran sonrisa, vio al Youkai fruncir el ceño, molesto quizás por su trato.

¿Por qué?-le escucho decir, ella seguía sonriendo no podía negar que por primera vez en la vida estaba feliz de verlo.

Necesitamos hablar, quiero preguntarte algunas cosa-respondió acercándose a él, teniendo una mejor vista del demonio, inspecciono su rostro de porcelana, esos ámbares de oro fundido, la delicadas líneas magentas en sus mejillas y la bella luna azul decorando su frente.

De acuerdo-bien estaba más que sorprendida jamás pensó que el aceptara habar con ella.

Dime Sesshomaru ¿Por qué estás aquí?-pregunto sin dejar de mirarlo.

Eso no es de tu incumbencia miko-se imaginaba esa respuesta era como si de un momento a otro él para a hacer bueno al mismo insoportable de siempre.

Demonios tu sí que no cambias he-el frunció más el ceño y la miro amenazante, al parecer a esa mujer le gustaba tentar a su suerte- pero bueno ya me imaginaba tu respuesta-se giró.

Cuida tus palabras humana-levanto la mano enseñándole las garras-muchos han muerto por menos de lo que tu dijiste-le respondió, ella solo se atinó a mirarlo de costado.

De acuerdo-respondió resignada ya que sabía que él no le diría nada, comenzando a caminar-he ido a mi época Lin está con Inuyasha y los demás en la aldea de la anciana Kaede desde que te fuiste ha estado muy triste- la seguía desde atrás, ya sabiendo a donde se dirigía-también esta ese Sapo feo que dice ser un sirviente tuyo el tal Jaken-lo miro de soslayo comprobando que él la escuchara- están muy preocupados por ti yo aún no les he dicho lo que se... piensan que de seguro estas muerto o mal herido por ahí.

Ya estaba en las Él no respondió tan solo la siguió en silencio, para su fortuna la humana ya estaba en las entradas del templo, se giró para volverse, pero ella lo detuvo.

¿Quieres que les diga que estas aquí Sesshomaru?-pregunto con un pie sobre los escalones, mirando la amplia espalda cubierta de cabellos plateados.

Solo dile a Lin que estoy bien-respondió levitando- los demás no me interesan-se imaginó la enorme sonrisa en los labios de la miko, y en la pequeña al recibir la noticia.

Adiós Sesshomaru espero volver a verte-susurro, mirando como este se alejaba siendo consiente que el gracias a sus agudísimos oídos sobrenaturales, la escucharía.

El demonio sonrió mientras se alejaba, quizás solo por esta vez el aceptaría sin dudar un nuevo encuentro con ella, le resultaba curioso que no sintiera miedo o temor en su presencia, se mostraba más fuerte y valiente que cualquier otro ser que haya conocido en sus 200 años, y eso le gustaba, no era más bien que le llamaba la atención, la fortaleza de la miko era un completo misterio, uno que quizá develaría después.

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Ya los habitante de las aldeas, estaban en sus hogares, el olor a madera quemada se sentía en el aire, confundiéndose con el deliciosa sabor del guiso. Estaba pensando en agrandar su hogar, cada vez estaba más lleno de invitados, bueno Miroku y Sango tenían su casa propia pero ella debía hospedar a su hermana al Hanyou al zorito y ahora una pequeña niña de 8 años.

Jaken por su parte opto por irse con la exterminadora, ya que se peleaba a menudo con el odioso de Inuyasha, va él era quien más recibía los golpes, estos variaban con el paso del día pasaban de ser un chichón a varios moretones en la cabeza. ¡Y vaya que se compadecía de él! La niña muchas veces le dijo que ni su madre lo reconocería con tanto golpe, y ahí empezaba el lloriqueo.

Como en estos momentos, se reunían a comer todos juntos, inclusive ah-un ligaba una que otra porción, en ambiente era cálido, como el de una enorme familia, hasta podría atreverme a decir que el Hanyou se estaba encariñando con el sapo.

Gracias por la comida estuvo deliciosa-dijo la pequeña depositando el plato en el suelo con una mano, mientras que con la otra tomaba agua.

Es verdad es usted una gran cocinera-apoyo el monje tocando a la bella sango donde no debía

PLAF...

¡Qué cree que está haciendo!-reprocho furiosa, mientras que el ex monje se fricaba la mejilla dañada-pervertido.

Lo siento Sango no fue mi intención-se disculpó, sintiendo miedo de la que ahora era su mujer, desde hace un mes que compartían casa propia que construyeron con la ayuda de los aldeanos, el había dejado los hábitos para dedicarse solo a la bella exterminadora.

Si claro- respondió irónica.

Ese Miroku nunca cambia-dijo Shippo entre suspiros, negando con la cabeza los demás presentes asintieron en apoyo- nunca entenderé a los adultos.

Así siguieron conversando tranquilos durante un buen rato, hasta que la miko de cabellos negro salió disparada fuera de la cabaña, lo demás no se sorprendieron esto estaba pasando casi todos los días, cada vez con más frecuencia, el Hanyou y la anciana fueron tras ellas, las inexplicables nauseas de Kikyo les causaba temor, a todos.

La idea del que estuviera embarazado las pensaron todos pero fue descartada cuando ella les dijo que era imposible ya que estaba muerta, y su cuerpo no creaba vida.

Hermana te encuentras bien-llamo Kaede arrodillándose junto a ella.

Kikyo-susurro Inuyasha, esta no respondía seguía tosiendo sin cesar.

Inu-Inuyasha-lo llamo cubriéndose la boca con una mano mientras que con la otro apretaba su estómago, Kaede le quito barios cabellos que le cubrían el rostro.

¡Dios mío Miroku ven pronto!-grito asustando al ambarino, los demás salieron en el acto-mi hermana...

¿Qué sucede anciana?-dijo ayudándola a parar a la morena, ingresaron apresurados a la cabaña. Por otro lado Inuyasha estaba estático, su cuerpo no reaccionaba

"¿Porque?"se preguntaba así mismo, si ella no fue herida en ningún momento pero aun así- ¿Por qué Kikyo estaba sangrando si se supone que es imposible?... ¡Qué significa todo esto!

Varias de las serpientes caza almas entraban y salían del lugar, en una esquina estaba el sujetando con fuerzas las frías manos de su amada y por otro la anciana y el monje hacían hasta lo imposible para que ella dejara de sangrar, ¿Por qué la hemorragia salía de su boca si ella no poseía sangre alguna?

Los demás estaban esperando afuera alguna noticia del extraño suceso Sango lloraba en silencio le había tomado cierto cariño, se había olvidado de aquel pasado donde por poco casi mata a Kagome, para aceptarla como una compañera más.

"No me dejes otra vez Kikyo"-pensaba derramando lágrimas en silencio, sin soltarla. Porque la vida era tan injusta ahora que la tenía y podía hacer todo aquello que soñaron, ahora se derrumbaba como una pared de ladrillos viejos, dejando solo escombros... "no te perderé esta vez".

Después de que pasaron minutos pero para él fueron los más largos de su vida alguien hablo:

Ya se detuvo el sangrado-dijo aliviada la vieja miko secándose el sudor que corría por su frente-las hierbas hicieron efecto, Inuyasha ella estará bien solo necesita descansar.

Ambos dejaron solos al hanyou, este cuidaría bien de ella por el resto de la noche, mientras tanto afuera daban la gran noticia, pero nadie opino sobre lo que podría tener, la más probable era que quizás ya su tiempo en el mundo había expirado...

Pero claro esa solo era una suposición.

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Al otro lado del pozo una miko parecería que se encontraba en lo que ella decía que eran los últimos retoques de su vestuario:

Maquillaje los labios con brillo labial, y sus pestañas delineadas.

Peinado recogido, pero que caían en unas hermosa y bien formadas hondas.

Llevaba un delicado colgante en el cuello, un regalo de su padre que pocas veces lo había usado.

Cartera y por ultimo...

El vestuario que consistía en un hermoso vertido largo de color negro con tirantes remarcando cada curva de su cuerpo, zapatos taco alto del mismo color.

Escucho bocinazos en la entrada, ya era hora, llegando siempre puntual, descendió con pasos elegantes las escaleras hasta su encuentro.

Houjo hola-saludo dándole un beso en la mejilla, el nombrado se sonrojo ante la hermosa mujer que está viendo.

Esta bellísima Higurashi- alago mientas le abría la puerta del acompañante, ayudándola a ingresar.

Gracias tú también está muy guapo hoy-el llevaba puesto un esmoquin azul oscuro zapatos negro y la camisa era blanca-¿A dónde iremos?

Lo sabrás cuando lleguemos quiero que sea una sorpresa-respondió sonriente ya dentro de vehículo.

Ho

El viaje fue silencioso, pero no incomodo tan solo disfrutaban de su mutua compañía, hasta que él se estaciona frente a un elegante restaurant, desde afuera se podía apreciar la poca luz que esta tenia, ella conocía ese lugar era uno de los más caros, se preguntó cómo había hecho él para pagar un lugar así, ahora que lo pensaba de donde había sacado ese auto, nunca menciono que tuviera uno.

La ayudo a descender e ingresaron juntos, el camarero los guio a una mesa ya reservada para ambos Kagome miro embellecida el hermoso lugar, elegante sofisticado, y con ese aire a romanticismo puro, simplemente era perfecto.

Ordena lo que quieras por el dinero no te preocupes-dijo el viendo que ella, parecía no saber cómo actuar o decir.

Pero Houjo esta comida es muy cara-se sorprendió, al ver tantos 0 juntos, sin mencionar los costosos de los vinos.

No te preocupes por eso Higurashi-tomo una de las manos con la suya- disfrutemos de este momento-ella sonrió, él está con él era muy agradable, lo conocía de toda la vida y aun se sorprendía por todos los detalles que tenía con ella, sin duda sería un gran novio.

El mesero llego tomando las ordenes de ambos para al cabo de 20 minutos traérselos, compartieron una cena maravillosa, recordando viejas anécdotas de la escuela, o poniéndose al tanto de su viadas pasadas antes de conocerse, sin duda se divertía mucho con él ya que en cada palabras buscaba siempre la manera de captar su atención, aunque estas no tuvieran nada de interesantes.

Vaya Higurashi no sabía que eras tan divertida-comento el probando el vino tinto, ella aún seguía riendo, casi entre lágrimas.

Lo sé ni yo conocía esa parte de mí, la verdad la estoy pasando muy bien esta noche-esta vez fue ella quien bebió.

Qué te parece si caminamos un rato-sugirió mirando su reloj, ella asintió.

Con una señal llamo al mozo y le pago la cuenta, ambos se retiraron.

¿Pero que pasara con tu auto?-pregunto mirando dicho objeto.

No te preocupes mañana vendré por el-respondió tomándola de la cintura, incitándola a caminar. La noche estaba esplendida, no hacía calor pero tampoco frio, así que fueron un rato al parque, tomaron un helado, siguieron riendo y jugando como dos niños tontos, hasta que ella decidió que era el momento de regresar a su casa, y él como todo un caballero el acompaño ata la entrada.

Espero que esta noche se repita Higurashi-comento él mientras subían las escaleras del templo.

Me encantaría volver a salir contigo-respondió ella.

El la abrazo bajo el Goshinboku, ella se sonrojo hasta quedar igual que un tomate, se separaron sintiendo como sus respiraciones chocaban entre sí, sus cuerpos temblaban nerviosos, ella abrió su boca para decir algo, pero no pudo ya que fue aprisionada por los cálidos labios de su acompañante, se separaron por la falta de aire.

Esta mañana houjo-pronuncio ella muy avergonzada por su reacción acababa de besar al que consideraba su amigo, él sonrió ante su reacción y deposito otro beso en los labios de la miko, para luego despedirse, volver por donde vino.

Se quedó quieta por unos segundos respirando agitada, sentía a su corazón galopar con fuerzas en su pecho "fue por el vino" pensó girándose para ingresar a su casa, abrió los ojos como platos-Se-Sesshomaru

¿Qué hacia el ahí? y lo peor de todo es que la había visto besar a Houjo.

Continuara...

E

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