Capítulo 24

Aparco el e coche fuera de su hogar, Tomoyo lo esperaba ya fuera de su casa

La mujer en cuanto lo vio se llenó de una notable alegría-¡bienvenido, me alegra ver que estas bien!

-Gracias por cuidarlas...-el respondió dándole un pequeño abrazo.

-fue todo un placer, Nagisa es una mujer muy dulce, te sientes a gusto cuando estas con ella, y tu pequeña es tan hermosa...-Okazaki, sonrío a medida que escuchaba las palabras de su amiga, no pudo estar más de acuerdo, sin duda su mujer e hija eran las más preciado de su vida-Serás un buen padre- apretó con suavidad su hombro-Ya debo irme nos vemos luego...

-Sí, y gracias una vez más por cuidarlas- se rasco la nuca, mostrando una sonrisa.

Asintió y se despidió con la mano en el aire-hasta luego- el ingreso minutos después, se quitó el saco y se fue por un vaso de jugo, camino con pesadez hasta su recamara el dolor de cabeza se hacía cada vez más fuerte.

Suspiro, aquella imagen con Nagisa abrazada a Hushio era demasiado hermosa, casi irreal. Se paró a un lado de la cama y tomo la pequeña entre sus brazos quien dio un bostezo y suspiro hondo, para seguidamente ser depositada en la cuna por su papa', acaricio su mejilla y le dio un dulce beso en la cien.- Descansa...

Se colocó el pijama y se acostó a un lado de su esposa, la observo detenidamente, tenía las mejillas sonrojadas, era aún hermosa estando dormida. No podía tan siquiera imaginar una noche sin verla a su lado, la atrajo entre sus brazos, Nagisa adormila sonrió y se dejó estar, descansando en el pecho de su esposo.

Ahora estaba tranquilo, todo había terminado.

Nada podía hacerles daño.

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Pasaron dos días y Aome había terminado finalmente de hacer el papeleo en la comisaria, esa mañana iba de regreso a su casa en compañía de Souta, el detective Okazaki había sido muy amable en ofrecerles transporte.

-tal vez algún día sea un gran detective como usted- el pequeño dijo mostrando una sonrisa, pues no había dejado de interrogar al detective en todo el camino, preguntando cosas de sus trabajo, le dijo lo suficiente que termino maravillando al niño- ¡iré tras los malos!

-estoy seguro de que lo serás, pero debes saber que es un trabajo difícil, hay mucho que tener en cuenta y más si tienes una bella chica tras de ti- Okazaki sonrió con picardía al niño, quien se sonrojo evidentemente, Aome soltó una suave risa.

-te agradezco una vez más por avernos traído- Aome dijo con amabilidad, una vez que el carro se había detenido en las escaleras del templo.

-no es nada, además ya había terminado mi trabajo y tu casa me queda de paso...- él dijo antes de bajarse del auto y abrirle la puerta como todo un caballero- dele mis saludos a su querida madre y a Sesshomaru

-Lo are, no se preocupe

-hasta pronto Señorita Higurashi-le sonrió y estrecho su mano- Souta-se dirigió al pequeño- espero volver a verlos.

-¡Adiós detective!-Souta se despidió con la mano, mientras iba escaleras arriba-¡ya llegamos!- anuncio entrando a la casa, la azabache escucho ruidos provenientes de la cocina y fue a investigar.

-¿Quién eres tú?- ella pregunto curiosa y asustada, había una completa extraña revisando la nevera de su cocina, está al escucharla detuvo su acción y la encaro.

-Pero si es una mujer- el niño dijo sorprendido, tenía puesto en hermoso vestido color turquesa y su rostro parecía estar iluminado, era realmente muy bonita.

Tenía un trozo de pastel a medio comer, con restos de crema en el rostro, por un momento Aome sintió ganas de reír-Soy Hakiyu, amiga de Sesshomaru

-¿He?- fue la reacción de ambos humanos.

Estrecho levemente los ojos mirando a ambos-tú debes ser Aome y tu Souta verdad- comentó sin dejar de comer- hay esto esta delicioso- y sus ojos brillaron con alegría

-¿disculpe pero como es que nos conoce?

-no sabía que Sesshomaru tenía una amiga- murmuro el niño pensativo

-tampoco tenía idea-la morena añadió, y se sintió terriblemente molesta por ello, ¿por el dai Youkai no le había dicho sobre ella?- ¿Cómo llego aquí?

-y donde está el otro muchacho, ese tal Inuyasha-ambos notaron como había ignorado sus preguntas. Ya comenzaba a exasperar a la morena.

El menor de los Higurashi fue el primero en responder-Está en la época antigua.

-ya veo.

-¡Oiga deje de ignorarme y responda mis preguntas!- chillo la morena con la manos hechas un puño.

Hakiyu suspiro-así que esa gruñón, no les ha dicho sobre mí- hablo con vos ofendida- y yo que tanto me preocupe por ayudarlo... ¡Es un malagradecido!

-¿Qué haces aquí?

- ¡Sesshomaru!-chillo alegremente y corrió a abrazarlo frente a la mirada asesina de la joven miko.- veo que estas bien.- toco ligeramente su rostro y brazos, como viendo que no tenga heridas

-Disculpa- la vos de Aome la hizo voltear.

-ha, me había olvidado que estabas aquí- ella respondió sin darle importancia a la mirada de la joven.

Esa fue la gota que dreno el vaso, dando zancadas se acercó hasta quedar cara a cara-¡Sera mejor que me respondas, no has hecho más que ignorarme desde que llegaste y quita tus manos de Sesshomaru en este instante!- la sujeto de sus ropas y la alejo de un solo tirón.

El Dai Youkai sonrió.

La mujer ángel, miro detenidamente a la morena consiente de que solo lo había hecho para provocarla, pero la miko ya empezaba a darle miedo- quien diría que una sacerdotisa y un demonio, serian tal para cual...-formulo con voz tranquila- no debes de preocuparte, como dije soy solo una amiga de Sesshomaru- agrego, imaginado las cosas que pasaban por la mente de la mujer- como ya dije mi nombre es Hakiyu y soy un ángel, sirviente de lord Inu Taisho- Aome la vio con ojos sorprendidos, ahora que lo pensaba si tenía apariencia de ángel- Sé que Sesshomaru te dijo que fue encerrado aquí- la morena asintió, Souta había dejado la cocina en cuanto el demonio entro-y para volver debía hacer cosas buenas, e hizo casi todo lo contrario- sonrió al ver el ceño fruncido del susodicho- pero te salvo y se encargó de cuidarte, eso lo recompensa.

-¿Qué intentas decir?-el Dai Youkai hablo nuevamente

-digo que tu deuda esta saldada, y puedes volver a tu época- respondió sin más ganándose una breve pero sorprendida mirada del peli plata.

Aome sonrió, sabia cuanto el demonio quería regresar, a ver a la pequeña rin y su sirviente, y lo mejor era que ella podía acompañarlo y ver a sus amigos también.

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-pero ahí una cosa más, la sacerdotisa no podrá pasar, se quedara en este mundo hasta que muera- ahí estaba por eso tenía la ligera sensación de que le estaba ocultando algo, Sesshomaru la miro fríamente, advirtiéndole en silencio, de un posible ataque en su contra.

Aome tembló y miro instintivamente a su demonio ¿en verdad ya no volvería verlo? Si quiera pensaba en la posibilidad de abandonarla-¿Sesshomaru?

-vendrás conmigo

-No podrá si quiera atravesar el poso, su tiempo allí termino, es aquí a donde pertenece- Hakiyu respondió mirando a la pareja con seriedad pero el demonio estaba decidido a no dejarla, la llevo consigo al exterior de la casa- ¡la mataras si siquiera lo intentas Sesshomaru!- advirtió.

Aome sentía sus lágrimas caer.-debe a ver una manera...- ella murmuro mirando con suplicación a la mujer.

-tu no podrás pasar, si Sesshomaru no quiere dejarte él debe quedarse contigo, y si decide irse no podrá regresar, ni si quiera verte por minutos- la joven sabia cuanto le disgustaba tener que quedarse ahí, este no era un lugar para un demonio, Aome sabía que con el tiempo ambos se sentirían tan mal, consigo mismo.

-¿Qué decides Sesshomaru regresaras a tu época o te quedaras aquí?

-...- ¿Por qué dudaba si la respuesta era tan obvia y simple?

-¿Sesshomaru?

-...

-vete-esta vez el dejo ver su asombro ante lo que escucho- ve con Rin, ella te necesita y sé que tu no quieres esto-se alejó de el-no quieres pasar el resto de tu vida aquí- ni si quiera podía creer cómo fue posible que esa palabras salieran de su boca, lo estaba echando, lo estaba apartando de su lado, pero ella prefería eso a que verlo arrepentido el resto de su vida, Sesshomaru no sería feliz en un mundo como este-¡vete!

-No- Hakiyu se mantenía al margen de la discusión

-nunca voy a perdóname, si te quedas atado a mi...-susurro entre lágrimas, apenas si sentía las fuerzas para poder hablar.

Trato de acercarse pero ella se alejaba, lo estaba haciendo enfadar. Acaso esa mujer no comprendía que la quería consigo- No te atrevas a dejarme...

-no te estoy dejando, solo te estoy dando lo que quieres- aquello fue suficiente para que la tomara con fuerzas de los hombros y le hablara directamente a la cara.

-¡Te quiero a ti conmigo, sin importar cuando, ni donde!-tomo el rostro de la morena entre sus manos, borro las lágrimas que corrían por sus mejillas, ella lo veía fijamente aun con pequeñas lágrimas, noto cuando Sesshomaru sonrió y beso sus humedecidos labios, el sabor salino se fundió entre sus bocas.

No podía dejarlo ir.

No quería.

Moriría sin él.

-No me iré- susurro muy cerca de su rostro- no podrás hacerme cambiar de parecer- y ella estaba llorando nuevamente pero esta vez sus lágrimas eran de felicidad. La quería en verdad la quería, tanto que prefería quedarse con ella.

Hakiyu desapareció dejando sola a la pareja, la decisión ya había sido tomada, Solo kami sabía lo que podría pasarle...

-¿Qué- que pasara con Rin?

-Jaken sabrá cómo cuidarla.

-Inuyasha, Miroku y Sango están con ellos, también Kikyo- ella dijo tratando de poner calma en la cabeza del Youkai. Que sin duda estaba más que preocupado por la pequeña.

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Dos meses después.

Inuyasha resoplo en vos baja por decimoquinta ves en lo que quedaba del día, miro una vez más a la mujer a su lado, Kikyo estaba separando hierbas.

Escucho el grito de los niños aldeanos acercándose a la cabaña, con la anciana en su compañía

-¡Fhe!- se quejó ganándose una mirada, desaprobatoria de su miko.

-Inuyasha no te comportes así...- dijo esta con vos calma, mientras guardaba algunas hierbas en un canasto.- son solo niños

-solo lo dices porque no es a ti, a quien le tiran las orejas- movió la pierna izquierda con impaciencia, ya se había cumplido el tiempo pactado, tal como lo había dicho aquella extraña mujer.

Kikyo sabía que no era solo por los niños, la extraña actitud de su esposo

............................dos meses antes........................

El grupo estaba reunido en la casa de la anciana Kaede, todos alrededor de una fogata compartiendo de una charla, y disfrutando de una deliciosa sopa caliente. Inuyasha aún se estaba recuperando de sus heridas, pasaba las horas recostado y bajo los cuidados de la hermosa kikyo.

En eso Hakiyu entra sin anunciarse dejando a todos asustados, como era de esperarse, pensaron que era algún demonio o algo así.

-¿q-quien demonios eres tú?- Inuyasha fue el primero en reaccionar, pero apenas podía moverse.

-soy Hakiyu...-Y luego de que ella les contara quien era y que estaba habiendo ahí, se tranquilizaron.

Inuyasha se vio muy sorprendido al saber lo que su difunto padre estuvo haciendo, le devolvió la vida a Kikyo y estaría infinitamente agradecida con él.

Ya veo, estaré en deuda con el señor Taisho hasta el día en que muera- respondió la sacerdotisa- dale mis gracias cuando regreses- la mujer ángel asintió.

-en fin no vine solo para decirles eso.

-¿a no?

-no, también deben saber que el pozo se cerró-

-¡¿Qué has dicho?!- Fue interrumpida por un grito de Inuyasha.

-eso no puede ser posible- dijo sango derramando lágrimas, porque no volvería ver a su amiga.

-Aome- Kaede susurro cerrando los ojos.

-¿debe a ver una manera de que vuelva a funcionar?- Kikyo pregunto.

-eso intento decirles, solo se cerrara por dos meses-

-¡a verlo dicho antes!

-tu no me dejaste terminar- le dio una dura mirada al hibrido.

-¿no comprendo como que solo por meses?

-bueno veras... sucede que le dije a Sesshomaru que debía elegir entre ente mundo y el otro... pero si venía a este mundo jamás vería de nuevo a esa mujer- ella dijo sorprendiendo a todos.

- mi hermano decidió quedarse con Aome- no podía caer en su asombro lo que estaba escuchando. Pero si no lo hubiera visto en los ojos del Youkai aquel día, no lo creería

-Sí, prefirió vivir entre humanos, que dejarla ir...por eso decide hacerles esa pequeña broma y cerré el pozo por dos meses luego debas ir por ellos Inuyasha.

-¿y porque no vas tú y le dices la verdad?

-¡estás loco me matara sin pensarlo!- chillo atemorizada.

-¡te lo mereces por hacer algo así!- Hakiyu le saco la lengua, de manera infantil.

-bueno ya debo irme, tengo cosas que hacer en el otro mundo- se despidió con una sonrisa y desapareció de la vista de todos

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-por lo que veo estas muy ansioso- la anciana dijo mientras se sentaba al lado de su hermana- el poso de abrirá hoy, ¿iras a ver a Aome y a tu hermano?

-Medio hermano- le hace un desprecio.

La morena de cabellos largos dio un suspiro, ni con todos los años podrían cambian a ese par- Sera mejor que te des prisa, el atardecer pronto vendrá, y no olvides decirle a Sango- le entrego la canasta a su hermana después de decir esto- Kaede y yo te esperaremos para la cena-el hanyou se puso de pie y le dio un beso en los labios antes de marcharse.

-¡Sango, Miroku-los busco en la cabaña que compartían juntos, pero no los encontró- ¿Dónde están?!- camino por los alrededores

-Tío Inuyasha- llamo rin entusiasmada desde la cima de un árbol.

Casi se infarta en cuanto la vio-¡estás loca niña baja de ahí de inmediato!

-¡enseguida, solo estaba recolectando algunas frutas para darle a mis papas cuando regresen!

Inuyasha rodo los ojos-¿y donde esta ese bueno para nada?

-el señor Jacken ha ido con la señorita Sango y el señor Miroku, no vendrán hasta el anochecer- decía esto mientras daba cada paso con cautela, y poder bajar de ahí.

-Si esta niña se cae Sesshomaru me matara- pensaba aterrado- pero más miedo tengo de lo que Aome podría hacerme...- paso fuertemente saliva y no se tranquilizó hasta que Rin estuvo sana y salva en el suelo-¡ve con kikyo y la anciana espera ahí hasta que sango regrese, cuando la veas dile que hoy es el día!

Ella asintió sin rechistar mostrando una brillante sonrisa en los labios, había esperado tanto tiempo para verlos.- ¡Sí!- se alejó corriendo todo lo que sus pies le daban

-¡y aléjate de los arboles!

Cuando llego frente al pozo se encontró con Shippo mirando el interior de este, esperando que de un momento a otro ella lo traspasara-Shippo ¿desde cuándo estas aquí?

-no mucho- respondió sin siquiera mirarlo.

-bueno espérame aquí enseguida regreso- tras decir esto se metió de un solo salto, de inmediato la luz lo envolvió, había funcionado.

La Higurashi estaba sentada bajo la sombre del gran árbol sagrado, cuando la sintió, aquella energía proveniente del pozo. Se extrañó ya que había dejado de funcionar por dos meses, desde aquel día en que Sesshomaru decidió quedarse a su lado.

Se levantó y fue a ver de quien se trataba- ¿Inuyasha?- ella pregunto insegura de lo que sus ojos le mostraban, pero el ropaje rojo era inconfundible.

-Aome- el salió de un salto y la abrazo, la estrecho cariñosamente entre sus brazos. Estaba tan confundida ¿Cómo logro pasar? Si el pozo ya no serbia, aun así con sus dudas correspondió el gesto.

Un potente gruñido se escuchó a sus espaldas.

Aome se separó del hanyou y vio a un molesto Sesshomaru, parado en el umbral de la puerta. Seguramente lo había sentido al igual que ella.

-Fhe- la dejo ir y no fue hasta que la joven comenzó a subir las escaleras que el noto su abultado vientre. Y la siguió minutos más tarde

-¿Cómo lograste pasar?- Sesshomaru la atrajo posesivamente hacia su cuerpo, Inuyasha noto esto pero lo ignoro, su atención estaba en la miko.

-¿Qué- que te sucedió?- pregunto apuntando al bulto de la morena, esta sonrió por el gesto y acaricio suavemente su vientre, le dio la sonrisa más brillante que Inuyasha había visto. Y podía jurara que la mirada de su hermano ya no se mostraba fría, sino cálida.

-ya lo olvidaste, estoy embarazada, y serás tío... de dos- respondió con vos dulce, la mirada del hibrido se suavizo.

Sesshomaru frunció el ceño, mostrando su desacuerdo. Lo que hizo reír a Inuyasha lo mismo que la joven miko.

-¿pero ya dime como lograste pasar?

-el poso fue sellado por solo dos meses- saboreo internamente lo que estaba por venir- Hakiyu los engaño, se burló de Sesshomaru- vio la molesta mirada del demonio- veras ella quería ver una hermosa escena romántica por parte de el- Aome se sonrojo, bien sabía que habían hablado más de la cuenta aquel día, principalmente Sesshomaru.- ¡sí que tuvo un gran espectáculo!- se rio la cara de su medio hermano era todo un lujo de ver. Tal vez había exagerado un poco pero eso ninguno de los dos lo sabía.

Sesshomaru gruño

Inuyasha lo ignoro, tomo a Aome de la mano y comenzó a caminar hacia el pozo-¿y qué esperas Sesshomaru acaso no quieres ir a ver a esa niña escandalosa y a ese horrendo sapo que tienes de sirviente?-lo saco de su ensoñación. Pero antes de que pudieras pasar a través del pozo el tomo lo que le pertenecía.

Aome sonrió, Sesshomaru podía ser muy celoso cuando se lo proponía.

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