CAPITULO 2

¿Y dime aceptas o no?-pregunto sonriente la mujer ángel, Sesshomaru soltó un bufido molesto para luego asentir-bien entonces empezaremos mañana.

El solo se limitó a mirarla de costado para luego salir volando convertido en una esfera de luz, los humanos ahí presentes salieron despavoridos, ver a un hombre volando no era cosa de todos los días.

Llego hasta un pequeño bosque, en realidad era un reserva natural, por ende no había humanos a su alrededor, busco el árbol más cómodo y el más grande, para poder descansar.

Quién diría si alguien le hubiera dicho en 200 años atrás que estaría pasando por esto, pensaría que era una broma de muy mal gusto, para luego matar al inventor de cosas tan absurdas, pero bueno estaba pasando y ahí estaba el, el más temido daiyouka que desprecio toda su vida a los humanos, ahora tendría que ayudar a dicha raza.

"patético "sé auto regaño, aceptando su cruel castigo, preferiría mil y millones de veces y venir del mismo infierno a tener pasar por esto, la simple idea era catastrófica, quizás todo sea un mal sueño, un terrible sueño del que quería despertar lo más pronto posible.

Por kami agradecería hasta al inútil de su sirviente o a hasta su medio hermano, pero por favor que alguien lo despierte, cualquiera de los dos sería de gran ayuda en este momento. Bueno eso era lo último pensar siquiera en rogar por la ayuda de ese par, ahora si estaba convencido todo era un sueño.

Molesto, no mejor dicho furioso cerro sus lindos ojos dorados para encontrar algo de tranquilidad.

.............................................casa de Kagome.............................

La familia Higurashi se encontraba finalizando su cena, la joven azabache fue la primera en levantarse-muchas gracias por la comida estuvo deliciosa-dijo a medida que lavaba su plato en el fregadero.

De nada hija-respondió feliz su madre, ella sonrió y subió a su habitación.

Como ya se encontraba en pijama solo atino a recostarse, en ese momento sintió que algo vibraba era su celular, lo toma de la mesa de luz y respondió-Hola-una voz femenina su escucho del otro lado de la línea- Eri ¿Cómo estás?... he si bien.... ¿Mañana? Bueno... si nos vemos a las siete... ¡adiós!

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Buenos días Sesshōmaru-saludaba una muy alegre mujer él solo la miro con frialdad y molestia, al parecer el sueño ahora se convertiría en algo mucho porque una pesadilla-huy pero que genio ¡Muéstrame una sonrisa!

Era más que obvio que se estaba burlando de él, "nota mental matar a la bruja muy lentamente, si es posible despellejarla viva", maldición desde cuando pensaba tanto en lo que por muchos años resulto lo más fácil del mundo matar a un ser insignificante.

Bien mi lord comencemos-dijo emprendiendo el vuelo, seguido por él. Al cabo de unos minutos llegaron hasta un parque infectado de humanos. Se preguntó solo por un momento si ella estaría ablando enserio-¡comienza!-mando apuntando asía una niña que miraba muy interesada un árbol.

Él le dirigió una mirada que claramente decía que se supone que tengo que hacer maldita bruja loca y desquiciada, ella obviamente lo entendió a la perfección-¿quieres que la mate?-pregunto con una pisca de esperanza matar a alguien lo aria sentir mejor de lo que estaba.

NO ayúdala -decía sin dejar de apuntar a la pequeña, él podía ser todo un demonio según él, pero para ella no era más que un bruto, como es posible que aún no entendiera-EL GATO-dijo ya asqueada de la situación, el demonio por fin entendió.

Diviso un pequeño bulto blanco sostenido en las ramas del árbol, salió de los arbusto donde se encontraba escondido, caminado con toda la elegancia y frialdad característica que solo él podía tener.

Era una hermosa niña de más o menos siete años, con descabellos rubios y enrulados, llevaba puesto un vestido celeste con flores azules, sus enormes ojos negros como la noche se posaron temerosas sobre la figura del hombre que tenía enfrente, la mirada de él era muy fría y espeluznante.

Mi gatito-comento temerosa, claramente intimidada por el-por favor-rogo apuntando la copa del árbol donde es travieso felino se encontraba.

Comenzó a levitar hasta quedar a la altura de dicho animal, que este al verlo se espantó tanto que maulló desesperado, caminando torpemente sobre la delgada rama, lo tomo por el pelaje de la misma forma que se toma el peor de los insectos, sujetándolo solo con la punta de sus dedos.

El pobre animal, le tiro todo un arsenal de zarpazos, moviéndose compulsivamente en todas las direcciones existentes, la niña palideció su gatito no la estaba pasando bien "por favor déjelo lo va a lastimar"

Entre la niña que pedía a gritos y el gato que no se quedaba quieto, bueno el resultado no fue el mejor , el michí cayo, y la niña se desmayó del susto no sin antes soltar un grito como para que varios humanos voltearan a ver por ella.

En menos de un segundo, como si de una avalancha se tratara fue pisoteado (literalmente), por una estampida de curiosos. Se levantó molesto sacudiéndose el polvo, "que humillación "pensó ser derribado por humanos no se vería nada bien ante sus enemigos, "muajajajaja" se imaginó la risa de Naraku.

Se volvió para enfrentarlos, grande fue su sorpresa al ver acusadores dedos sobre su persona, escucho varios gritos que sonaban como "auxilio una ambulancia"," llamen a la policía" o "ahí está el loco que ataco a la niña", entre otras cosas, sin pensarlo dos veces, salió como el descabullido como el peor de los ladrones, queriendo pasar desapercibido, ente la multitud, ni aunque fuera época de carnaval, todo el mundo se dio cuenta esas ropas no eran muy normales y esas orejas mucho menos.

Se vio atrincherado, sin tener más remedio que salir volando, desde las alturas los vio correr como un montón de hormigas, siendo perseguidas por algún poderoso pulícida o algo por el estilo.

"Es un demonio... un demonio"-corría gritando un joven, a todo lo que sus piernas le daban.

"No Superman"-decía otro.

Sesshomaru se supone que debes ayudar no sembrar el pánico ni mucho menos espantar-decía una vos claramente enfadada, el solo la ignoro-vámonos busquemos otra cosa pero esta vez trata de hacerlo bien.

Junto salieron sin rumbo fijo

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La joven miko se levantó esa mañana más tarde de lo normal, después de desayunar ayudo a su madre con la limpieza, luego salió de compras, ya que hacían falta algunos víveres.

Con la lista en mano camino asía el mercado, llevaba buen rato comprando lo necesario, hasta que una conversación ajena llamo su atención entre los murmullos logro entender solo dos cosas una era demonio y la otra Superman, se rio mentalmente, eso ni siquiera era algo coherente.

Salió con varias bolsas, en cada mano a medida que caminaba los comentarios eran más frecuentes.

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Listo ahí hay algo-el ángel apunto asía un callejón donde un grupo de muchachos golpeaban a otro-ve y ayúdalo

¿Quiere que lo proteja?-pregunto sin querer saber la respuesta

Si

No tengo porque hacerlo no es mi problema-respondió con su típico tono de voz fría

Entonces prepárate por qué vas a vivir el reto d tu vida con ellos-esa palabras se le hacían muy conocidas, no sabía porque pero siempre lograban convencerlo, porque no mejor dejarlo total el viviría por muchos años bien podría esperar que los humanos se extinguiesen o algo por el estilo, o porque no mejor levantar su propio imperio "El reino de lord Sesshōmaru", hasta no sonaba nada mal. Pero no para ello tendría que ensuciase demasiado las manos y además tendría que esperar y el odiaba tener que esperar.

Descendió molesto, llamando la atención de los bandidos:

¿Quién eres?-el no respondió

¿Qué quieres?-tampoco contesto nada avanzo amenazante hasta ellos

Largo-dijo con tono aterrador, sus cejas estaban evidentemente fruncidas

La respuesta que recibió fue un montón de risas chillonas, cosa que lo exaspero por completo.

¡Quién te crees que eres tú no nos das ordenes!

¡Maldito loco mejor lárgate si no quieres salir herido!

¡Si lárgate orejón!

"orejón "esa palabra retumbaba en su cabeza, lo sintió como un insulto asía su persona, (obvio) él no tenía las orejas grandes. Para el eran normales, como se atrevían a decirle eso.

PLAFF, el sonido de un golpe lo saco de su trance, uno de los bandido lo había golpeado, claro el no sintió nada pero el pobre hombre se retorcía de dolor en el suelo agarrándose la mano con fuerza. Los demás presentes al ver esto se le tiraron en sima con intenciones de atacarlo, él ni se movió.

¡Maldito me las pagaras!-patada y golpe

¡Toma!-un golpe, seguido de otro más

Bueno los resultados fueron los mismos, con la única diferencia es que ahora todos se retorcía de dolor en el suelo, sonrió satisfecho, pudo lograr su objetivo sin siquiera mover un musculo.

Levántate-era más una orden que una sugerencia el joven agredido lo miro temeroso, con las ropas llenas de sangre y su rostro pálido-¡que te levantes!

Al igual que un resorte salto poniéndose de pie, lo escaneo con la mirada el muchacho al perecer que ría decir algo, sus labios se habrían temerosos pero las palabras no salían.

¿Usted es... es Superman?-pregunto, al tiempo claramente avergonzado

Súper ¿Qué quién?-la verdad no entendía el significado de esas palabras y al no recibir explicación alguna se fue por donde vino, ya algún grupo de humanos lo ayudarían a ese pobre diablo.

Muy bien mi lord, fue excelente, tome un descanso es suficiente por ahora-le dijo dedicándole una enorme sonrisa, para luego volver a donde lo encontró descansando.

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Miro el reloj eran más de las cinco y media, tenía que darse prisa o no llegaría a tiempo. Cuando ingreso a su casa dejo los víveres y fue derecho a bañarse, salió envuelta en toalla, busco entre sus ropas lo apto para la ocasión, se decidió por un vestido en color rosa con flores en tonos más oscuros de largo asta por encima de las rodillas y ajustado en el busto, el pelo lo llevaría suelto y solo puso maquillaje en sus labios, un poco de brillo. "Perfecto" dijo mirándose en el espejo, tomo su bolso y salió rumbo al lugar acordado por sus amigas.

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Mientras tanto en el Sengoku había pasado más de un día desde la repentina desaparición del lord, sus más allegados lo buscaban desesperadamente por todo el bosque.

¡Amo Sesshōmaru! ¿Dónde está?... amo bonito salga no se esconda-gritaba un desesperado demonio sapo levantando cuanta piedra tenía en frente.

Señor Jaken ¿Dónde estará el amo?-pregunto una inocente rin con las riendas de ha-un en la mano.

Huuuy niña tonta si lo supiera no lo estaría buscando- reto dando brincos en el aire- deja de perder el tiempo y ayúdame a buscarlo.

Señor yo no creo que el amo quepa debajo de esa roca-comento como lo más normal del mundo, el sapo lo miro triste.

Lo se rin pero es que, ya no se por donde más buscar-poniéndose a llorar-amo bonito por favor no se muera... no por favor

No llore señor jaken estoy segura de que el amo no ha muerto, él es muy fuerte nadie le puede hacer daño-la pequeña de vestido naranja a cuadros consolaba al sapo escandaloso que tenia de niñero.

Tienes razón... pero debemos seguir buscando-sentencio ya sin llorar.

Bueno en ese caso porque no vamos donde el señor Inuyasha quizás él sepa algo-aconsejo la niña el sapo dudo unos minutos lego asintió-¡vamos!

Emprendió la carrera con aun tras ella, mientras tanto jaken corría torpemente tras ella

¡Espérame niña mis piernas no son tan largas!-tras decir eso cayó desplomado al suelo, se tropezó con una roca-¡que me esperes chamaca!

Juntos este grupo muy pintoresco salieron en busca de lo que para ellos parecía ser la respuesta a todos sus problemas. Quizás el hanyou medio hermano de su amito sabría algo de su paradero, pero bueno eso lo sabrán en el siguiente capítulo.