CAPITULO 15

Ya habían pasado tres días desde que ella había llegado a la época antigua para ayudar a los peques.

¡Kagome!- llamaba un joven Hanyou a la sacerdotisa futurista- ¡kagome! Esta niña donde se ha metido-vio a la exterminadora que venía hacia él con unas botellas llenas de agua- Oye Sango ¿has visto a Kagome?

Si, está jugando con Shippo y Lin, cerca del rio- respondió esta , el hanyou salió a buscarla- ¡no la hagas enojar Inuyasha!- grito conociendo el gran oído de su amigo, que se perdía tras los árboles, en pocos minutos la encontró justo como la exterminadora se lo había dicho, correteaba a los niños por todos lados, bajo sus pies se extendía un enorme campo de flores amarillas adornadas en sus pétalos por puntos color marrón, Kagome llevaba puesto un quimono blanco y enormes flores de zakuras en tonos celeste y azules, en las mangas sobresalían hilos color plateado, tenía el cabello prolijamente atado por un listón negro dejando caer un mechón a ambos lados, Inuyasha sonrió enternecido mientras pensaba lo realmente hermosa que se veía, los siguió observado desde su lugar ya que ninguno se había dado cuenta aun de su presencia.

¡Te atrape!- dijo entre risas sosteniendo a Shippo entre sus brazos, quien cayó de rodillas por las cosquilla que la morena le causaba, mientras que Lin, se reían hasta el punto de querer llorar.

¡Tío Inuyasha!- la pequeña lo había descubierto, Kagome miro en la misma dirección que Lin y no tuvo más remedio que he cercarse- ¿has venido a jugar con nosotros?

FHe! Ya te dije que no me llames así niña y no tengo tiempo para sus juegos tontos- respondió con el ceño fruncido y los brazos cruzados, esquivando la mirada de reproche de la miko.

Inuyasha- dijo con la vos tan dulce que engañaría a los mismos ángeles- no te lo tomes así- la miro asustado había creído que ella lo castigaría por sus palabras.

Ka-Kagome- dijo con los ojitos brillantes de felicidad.

¡ABAJO!- y plaff el pobre Hanyou se tragó la tierra- ¡no le respondas de esa forma a Lin!

Te lo mereces por tonto- lo insulto el zorrito, pero Inuyasha fingió no escucharlo para no responderle y ser castigado una vez más.

Es que aún no me acostumbro- escupió algo de tierra tras esas palabras y se sacudió el polvo de su traje- por cierto los buscaba ya es hora de almorzar.

¡Qué bien!- exclamaron los tres, yéndose a la cabaña de la anciana Kaede.

No era una sorpresa que Lin y el Zorrito de nombre Shippo llamen "madre" a Kagome ya que fue ella misma quien le había contado de su reciente relación sentimental con el Youkai de cabellera plateada, dejando a un Jaken llorando un día entero por semejante locura por parte de su amito, diciendo que seguramente ella lo había embrujado o maldecido por que el poderoso Youkai Jamás se relacionaría sentimental mente con una Humana, hasta que no le dio más que rendirse a la cruda realidad ya que fue Inuyasha quien lo convenció amablemente a golpes.

Lin estaba que brincaba de felicidad cuando se enteró de que su amo estaba sano y salvo bajo los cuidados de la azabache que por encima de eso era a novia de su señor, en otras palabras era oficialmente su madre ya que consideraba al demonio como a un padre.

Pero Shippo en cambio tuvo una reacción diferente al principio se disgustó creyendo que la miko no le querría como a un hijo sino que preferiría a la pequeña, entonces Kagome entro en acción diciéndole que no debía preocuparse ni ponerse triste ya que en su corazón había mucho espacio para ambos y que ella lo seguiría queriendo como a su hijo, tanto así que decidió adoptarlo ahí mismo.

¿Mama en que piensas?- pregunto la pequeña de vestido naranja, la azabache se sonrojo al verse observada por todos ahí dentro de la cabaña.

Yo- rio nerviosa- bueno lo que pasa es que- que

Extrañas a Sesshomaru ¿verdad?- fue Shippo quien le pregunto aumentando el sonrojo de la miko, Inuyasha frunció las cejas molesto.

Si- respondió ella casi susurrando-¿me pregunto que estará haciendo?

El señor Sesshomaru la extraña- dijo Lin muy convencida y segura de sus palabras haciendo que los demás sonrieran por la reacción inocente de Kagome- estoy muy segura y Shippo también lo cree.

Y nosotras- aporto Sango recibiendo un asentimiento de Kikyo y Kaede.

¡Muchachas!- se sorprendió y luego sonríe- gracias por su apoyarme siempre.

Somos tus amigos Kagome- respondió Sango.

Aun me cuesta creer que seas la mujer del Señor Sesshomaru- Miroku lo dijo en un tono como si estuviera pensando, rascándose la barbilla, mientras que con su mano libre la acercaba peligrosamente a la intimidad trasera de la exterminadora.

¡Pervertido!- exclamo furiosa mientras lo dejaba inconsciente de un fuerte puñetazo en el rostro. El ambiente se llenó de risas y reproches para el monje pervertido.

Enserio Kagome no tienes por qué preocuparte ya que hoy volverás a verlo- le dijo Kikyo mientras le cerraba un ojo con picardía, el bufido del Hanyou se escuchó por el rincón- ¿Qué sucede Inuyasha no estás contenta con tu nueva cuñada?- pregunto con un tono receloso, mientras lo taladraba con la mirada, los demás se rieron en silencio esperando la respuesta.

¡Fhe por mi está bien!- fue lo que dijo temiendo por aquellos oscuros ojos color chocolate, que eran los de su bella mujer Kikyo.

Siguieron conversando por una hora más hasta que Kagome decidió que ya era momento de regresar a su casa con su familia y el Youkai, que seguramente debería estar exasperado de tanto esperarla.

¡Tráeme dulces cuando regreses madre!- le dijo el pequeño mientras le alcanzaba su mochila amarilla, ella se agacho hasta su altura y le dio un beso en la frente a él y a Lin. Ya estaban frente al pozo.

Dele mis saludos al señor Sesshomaru- le pidió la pequeña lin, dejando salir de entre sus ropas el hermoso colgante que el demonio le avía enviado como regalo.

No se preocupen, cuando regrese traeré regalos para todos- les dijo sonriendo mientras, acomodaba la mochila en su hombro- ¡adiós muchachos nos vemos pronto!

¡Adiós!- exclamaron los demás, Inuyasha se acercó a ver el interior del pozo donde ya no había rastro físico de la miko tan solo su aroma flotaba en el aire.

Inuyasha- se escuchó la vos triste de Kikyo a sus espaldas, el se giró al instante dándose cuenta que los demás los habían dejado solos

Kikyo..

¿Aun sientes algo por ella?

Qu- sorprendido-porque lo preguntas sabes que a la única mujer a la que amo es a ti Kikyo- respondió el acercándose a ella para abrazarla- lo que siento por Kagome es solo cariño- ella corresponde aquel gesto- te amo- le susurró al oído mientras acercaba sus labios a los de la miko

Yo también.

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Tres días habían pasado los resultados de la autopsia estaban sobre la mesa dentro de un sobre blanco con varias anotaciones pegadas alrededor del computador, miro por última vez el reloj en su muñeca y se estiro sintiendo como cada articulación de su cuerpo sonaba adolorido, masajeo su cuello un par de veces y luego se concentró a terminar de leer aquel informe antropológico de la época feudal. Cuando su amigo el forense lo había llamado para confirmar los resultados las muestras dieron todas positivas, le había tomado varias horas de trabajo e inclusive hizo un viaje hasta el museo de historia ubicado al oeste del Japón uno de los más antiguos y mundialmente reconocido por sus hallazgos, se entrevistó con Yurin una mejer latina de 45 años de edad , recomendada en todos lados por su experiencia y aportes históricos y científicos, la mujer se encargó de cerrar cualquier tipo de duda con respuesta a la toxina encontrada.

Ambos quedaron más que sorprendidos por que no había manera ni explicación para que se encontraran restos de que aun existían los demonios en la actualidad.

Las cosas no resultaron fáciles ya que Sara insistía en dar a conocer dichos hallazgos pero el detective Okasaki opinaba todo lo contrario no debían sembrar el pánico por algo que de seguro era solo una copia muy bien hecha del veneno de un Youkai de hace miles de años atrás. Se le pago una gran suma de dinero por su silencio y le hicieron firmar una clausula con la condición de que si decía algo seria envía a prisión por el resto de lo que le quedaba de vida, siendo así la señora amablemente acepto.

Tomo el sobre dispuesto a leerlo una vez más, para cerciorarse de que nada se le haya escapada, durante todo ese tiempo existía una sola persona que le llego a la mente, el prometido de la Higurashi el tal Sesshomaru Taisho, de quien no encontró absolutamente nada en los archivos que les fueron enviados por el F.B.I y la D.E.A, nada absolutamente nada era lo que habían encontrado, "el sujeto no existe", le dijeron varios de sus colegas.

"¿Quién eres Sesshomaru? ¿Por qué no puedo encontrar nada sobre ti?"- leyó las primeras líneas y de nuevo recordó aquella frase "el no existe", siguió con las demás líneas hasta detenerse una vez más en un punto, y giro su vista a una nota en particular anotada en rojo sobre su computadora "seres extremadamente poderosos y de aspecto peculiar", asocio esa palabras con la realidad, se sobresaltó casi hasta de tirar todo de la mesa, había conseguido algo, coloco en el buscador el nombre del individuo y agrego la palabras Youkai, de inmediato aparecieron más de un millón de resultados, reviso unos cuantos que no decían lo suficiente, tan solo coincidían en el nombre, estaba a punto de dejarlo cuando en un último intento descubrió más "considerado uno de los más poderoso Inu Youkai de la época feudal, hijo del gran demonio perro Inu no Taisho"-leyó algo sobre el general perro, y nombra que tiene un medio hermano mitad humano- "Lord Sesshomaru aborrece a los humanos por qué no acepta a su medio hermano, se conoce poco de su vida pero se caracterizó por ser extremadamente poderoso y sanguinario, también se dice que su aspecto era muy apuesto con la cabellera blanca y los ojos dorado-de inmediato la imagen idéntica a la apariencia de Sesshomaru le vino a la mente-rasgos físicos de esta distinguida familia pero lo que más sobresalían eran unas especies de marcas en su rostro que solo él y el gran general poseían como signo del linaje real que levaban en la sangre, no se sabe con exactitud qué tipo de marcas eran-lo recordó una vez más sin poder notar dichas marcas- libros antiguos dicen que tenía una media luna en la frente y otros que su cuerpo estaba cubierto por dos líneas de color purpura, pero claro no hay pruebas de ello"- eso era lo poco que decía sobre él, ahora estaba más que seguro de que aquel sujeto no era humano, tan solo tendría que comprobarlo pero para ello tenía que encontrarlo, se levantó de su cómodo asiento y tomo las llaves de auto dispuesto a irse.

¡Tomoya!- pero el tono enfadado de una joven mujer lo detuvo a pocos pasos de la puerta, se giró para encontrar se con el rosto enfadado de su esposa, que le miraba con el ceño fruncido y un pechero en los labios- ¿A dónde vas?

Nagisa tengo que ir a trabar, prometo no demorarme- respondió el.

Come algo antes, desde anoche que no has probado bocado- le aconsejo ella aflojando las facciones de su rostro, el suspiro.

No puedo- entonces vio como los choco latosos ojos de su esposa se angustiaban y se en llenaban de lágrimas mientras corría hacia la habitación y se encerraba, ¡malditos cambios de humor!, se repetía mentalmente, apresuro a llegar hasta ella, consolarla, había estado más sensible que lo normal en estos últimos días, el mes del parto se acercaba y el más que nunca debía estar a su lado pero con este nuevo caso, le resultaba una misión casi imposible, golpeo con cautela e ingreso, viéndola recostad en la cama mientras lloraba en silencio, sin pensarlo dos veces se acomodó a su lado y la abrazo pidiéndole perdón una y otra y otra vez hasta que logro calmarla, el Lord Sesshomaru debería de esperar, lo primordial eren ella y su bebe.

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Durante el tiempo en que la miko no estaba, el apuesto demonio, se había dedicado a ayudar en el templo y a hacer sus buenas obras.

Se encontraba como siempre descansando bajo la sombra fresca de Goshinboku, pero los gritos de personas llamaron su atención, Souta llegaba justo entonces exaltado y repitiendo con vos entrecortada.

¡Un- un incendio! Sesshomaru debes ir a ayudar- le ordeno sin esperar respuesta lo tomo por el brazo y lo saco a todo lo que sus pies le daban para llegar al gran edificio que se veía a lo lejos desprendiendo un sofocante humos color negro.

Los bomberos hacían hasta la imposible para poder controlarlo, pero la llamas no cesaban y aumentaba a cada segundo, aminaron entre la multitud expectante varios de ellos tenían el rostro cubierto de manchas de humo, un par de mujeres lloraban y gritaban desesperadas por algo o alguien.

La más grande de cabellos negros pedía derramando lágrimas y gritos por su pequeño, mientras que la otra de cabello Marrón por sus mascotas, ambos casos estaban atrapados entre las llamas, con mínimas posibilidades de que salieran ilesos del edificio.

¡Mantengan la calma!

¡Mi hijo está ahí dentro salven a mi bebe!

¡Ayúdenlos!

¡Por kami que alguien haga algo!

Se quitó la remera que llevaba encima.

Sin llamar la atención- le susurro Souta usando un tono de advertencia idéntico al de su hermana.

Sesshomaru se ató el largo cabello en una coleta, y camino entre las personas con solo sus pantalones azules puestos, un grupo de jovencitas al verlo se sonrojaron hasta las orejas y sus piraban por tan magnífico cuerpo masculino, y cuando el apuesto hombre les dedico una mirada de reojo cayeron al piso desmayadas como los conos de billar al ser derribados, una sonrisa arrogante se formó en los labios del Youkai.

¡Tras la cinta de seguridad!

¡Mi hijo sálvenlo!

¡Señor no puede pasar!

¡Mis cachorros! Ayúdenlos...

Asemos todo lo que-pero el hombre bombero no puedo terminar la frase ya que de repente un sujeto de cabellera blanca se pasó al otro lado y de un solo salto llego a la ventana del primer piso.

"no llames la atención" pensó Souta, antes de caer en el mundo de la inconsciencia, a quien diantres se le ocurría que saltar más de 20 metros no era llamar la atención, solo a uno a Sesshomaru.

¡Whou!

¡Es sorprendente ¿Cómo lo hizo?!

¡Imposible!

Una vez adentro ya no era necesario ser precavido, utilizo su poder sobrenatural para encontrar y llegar a donde estaba el niño, quien se acurruco en un rincón mientras tocia y lloraba por su madre, calculo que por su apariencia debía tener alrededor de 6 años o 7. El pequeño alzo la vista encontrándose con la mirada dorada del demonio, pudo notar también la tenue imagen de la media luna en su frente.

Quiero a mi mami- pidió el pequeño mientras corría a refugiarse entre las piernas del lord tal como Lin lo hacía cada vez que lo veía.

Te llevare con ella- le respondió él y lo cogió como un saco con solo usar uno de sus brazos, subió unos pisos más arriba donde se escuchaban con perfecta claridad los ladridos de unos perros, cuando los vio estos estaban corriendo en círculos con desesperación, eran dos de igual raza. Cuando Sesshomaru miro a uno de ellos se detuvieron al instante, como estatuas.

Los canes los siguieron sin hacer más escándalos, tras ellos los pedazos del edificio se caían como lluvia envuelta en llamas, apenas si se podía respirar, miro hacia atrás para cerciorarse de que los animales estuvieran bien, aquella escena donde ambos se ayudaban removió algo en su interior, se notaban que eran hermanos el parecido era mucho y el olor de su sangre también, uno de ellos se cayó en un hoyo que se formó de repente en el piso, y solo quedo aferrado con sus patas delanteras, y entonces el otro lo saco tomándolo por el cuello con su hocico.

Sostente fuerte- le dijo al niño, mientras cogía a los perros, dio un gran salto atravesando las paredes, sin hacerles daño claro está.

Souta vio todo aquello como una cruel pesadilla, que ocurría en cámara lenta, primero los restos de ladrillos que volaron del edificio y tras el Sesshomaru con el niño y los canes, pasaron segundos y el edificio termino por derrumbarse y volverse un montón de escombros, levantando una nube de polvo y llamas.

Sesshomaru aterrizo con distinguida elegancia frente a Souta.

¡Mi bebe¡- y la señora corrió para abrazar a su hijo.

¡Mami!

¡Guau!- ladraron ambos perros y salieron tras su dueña, que los atrapo y cobijo entre sus brazos.

Gracias.

¿Te hiciste algún daño?

Nop, el señor me ayudo- respondió el peque apuntando en dirección a Sesshomaru.

Muchas gracias no sabe cuán feliz me ha hecho- repentinamente le da un abrazo- estoy infinitamente agradecida con usted señor.

No fue nada humana- respondió el Youkai.

Lo felicito me sorprende la agilidad que posee- dijo uno de los bomberos dándole la mano agradecido.

Es todo un atleta- se apresuró a decir Souta- tiene muchas medallas en saltos.

Ha sí parece jamás vi a alguien saltar de esa forma en toda mi vida, es inhumano- le dijo otro de los bomberos que se acercó a saludarlos.

Es que se ejercita mucho- respondió una vez más Souta-me disculpo pero debemos irnos ¡adiós!

Lo saco a los tirones de aquel lugar ya que varios reporteros venían en dirección hacia ellos.

Tenía una bella luna en la frente- le dijo la mama a su hijo.

Si- respondió este sonriendo y luego la abraza.

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Vigilaron la casa de la sacerdotisa, pero no lograron verla, fueron y vinieron a toda hora, llegaron a pensar que se había ido del país ya que nadie sabía de ella, ni en su escuela, ni en el trabajo, pero él no se había dado por vencido vengaría la muerte de su hermano a toda costa, fue el mismo a ver al templo disfrazado de un monje si alguien le preguntaba algo tan solo diría que estaba de visita, había escuchado que el anciano era demasiado ingenuo en casos espirituales, que le gustaba fanfarronear sobre ello, decir que era algún tipo de admirador al viejo idiota sería suficiente para engañarlo.

Espero a que aquel sujeto de pelo blanco saliera del templo junto con el mocoso hermano de la miko, y cuando se vio libre subió las escaleras hasta quedar frente a la casa y el templo, vio al anciano barrer la entrada de este.

¿Hola es este el templo higurashi?- pregunto mientras sacaba un papel de entre sus ropas.

Sí, yo soy el dueño ¿qué es lo que desea joven?- respondió el abuelo de Kagome, dejando su tarea.

Pues vera he oído muchas historias sorprendentes sobre este lugar-

Si nuestro templo es muy reconocido ya que en el pasado mis ancestros fueron monjes que se dedicaban a hacer el bien y sus conjuros-

Disculpe que interrumpa su relato pero me resulta extraño que no haiga sacerdotisas- le comento como si estuviera hablando del clima o algo de los más normal, y ahí logro callar el aburridísimo relato del viejo parlante.

Sí, mi nieta es la sacerdotisa del templo.

Me gustaría conocerla ya sabe para felicitarla.

He- se rasca la frente y piensa- bueno es que en esos momento ella no-

¡Abuelo!- se escuchó la os juvenil de una azabache recién llegada.

¡Kagome hija!- saludo este y se fue a recibirla, mientras el s quedo mirando a la morena, de pies a cabeza, aun tenia puesto el kimono de la época antigua-¿Cómo te ha ido?

Muy bien abuelo ya estoy de regreso me gustaría darme un baño- le comento ella, sonriente- ¿y ese quién es?- pregunto mirando al extraño joven arado unos pasos frente a ella.

Es un visitante ha venido a escuchar las historias del templo- luego de pensar le dijo-por qué no le cuentas una de tus aventuras sería una buena propaganda, recuerda que estamos muy cortos de fondos- ella al oír esas últimas palabras asintió sin pensarlo debía ayudar a su familia en lo que fuera necesario- si, ten llévale esto a mama- le dijo entregándole la mochila, el anciano la tomo.

Lo dejo con mi nieta joven, ella le contara historias- el nombrado sonrió lo más amable que pudo, sin querer que notases lo que en realidad sentía en esos momentos.

Gracias- le dijo al anciano e hizo una reverencia- su abuelo me ha dicho que es usted una sacerdotisa muy poderosa- le conto, haciendo que Kagome le regalara una sonrisa-pero se le olvidó mencionar que también era muy hermosa- las mejillas de la morena se encendieron e intento ocultarlo.

Bueno y que desea escuchar hay mucho de qué hablar con respecto al templo- intento de no ponerse nerviosa, y hablar lo más natural posible.

Podría enseñarme el lugar primero- le sugirió el, sonriéndole, Kagome asintió en conformidad y comenzó a caminar mientras ella seguía desde atrás.

En este pequeño templo-señalando al conector de ambos mundos- hay un poso de as de 500 años, la gente que entonces vivía lo usaba para esconder los restos de los demonios, que acecinaban, se pueden ver los restos en el fondo-comenzó la azabache.

¿Podrías mostrármelo?- pregunto dándole una sonrisa muy amable, la miko dudo unos segundos.

Está bien- y abrió las puertas, ella iba a entrar primero pero antes de que diera otro paso más, sintió un piquete en el cuello, para segundos después comenzar a ver borroso- pero que-

Juju- podía escuchar la risa siniestra de aquel joven amable, pero no lograba verlo, todo se había vuelto oscuro- acerca el auto ya está hecho-ordeno a quien lo atendió al otro lado del teléfono, tomo a Kagome entre sus brazos, y la saco del templo cerciorándose de no ser visto, bajo las escaleras donde ya al final estaba una vagoneta de color azul oscuro esperando por ellos, la tiro en la parte trasera y salieron a toda velocidad de ahí.

Volvió a sacar el teléfono y marco otro número, espero a hacer atendido.

¿Diga?-se oyó al otro lado.

Tengo a la niña- le informo, escuchando como Sudou lanzaba una carcajada.

Muy bien hecho llevaba al lugar acordado ahí encontraras lo necesario, puedes hacer con ella lo que quieras-e hizo una pausa - pero ya sabes después de esto trabajaras para mí..

Sí, no tiene por qué recordármelo- le dijo en tono enfadado, Sudou soltó otra risa y colgó- llévame al Mensuy- le ordeno al conductor, quien apresuro más al vehículo para llegar lo antes posible.

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La mama de la higurashi salió como alma que lleva el diablo de la casa buscando desesperada a su hija, había sentido una fuerte punzada en el corazón hace unos minutos atrás, era la misma que sintió cuando su esposo falleció, el abuelo la seguía intentando calmarla que todo estaba bajo control y que la miko se encontraba afuera conversando con un joven muy amable, pero cuando fueron a revisar por los alrededores no había rastros ni de ella, ni de ese joven.

¡Llama a la policía!- le grito a su padre que fue corriendo a hacerlo.

Departamento de policía diga cuál es la emergencia- pidió la vos de una mujer al otro lado.

Mi nieta- mi nieta ha sido secuestrada- secuestrada manden a alguien ya- pedía ya al borde del colapso nervioso y del ataque cardiaco.

Cálmese por favor y repita una vez más- pidió muy amable la mujer, el abuelo respiro con fuerza le dijo todo.

Mi nieta ha sido secuestrada, su nombre es Kagome Higurashi, la dirección es Doishi ount 34)- respondió el abuelo. (No me pregunten qué quiere decir eso tan solo lo invente o lo escuche por ahí

Muy bien señor de inmediato mandaremos a alguien a investigar, pero por favor mantenga la calma.

Gracias señora- y colgó.

A todas las unidades nos informan de un 324 en la dirección Doishi ount 34-se escuchaba atreves del radio del auto, Okasaki, apretó el acelerador lo más que pudo- por favor respondan.

Aquí Okasaki estoy cerca del lugar- respondió el.

Okey detective le enviaremos una patrulla más por si acaso- le informo la mujer.

Tomoyo cuando escuches esto llámame por favor y, ve a casa y cuida de Nagisa- le dejo un mensaje a su celular.

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Sesshomaru estaba inquiero algo malo estaba pasando, lo sentía aunque estaba a pocos minutos de la casa de la miko podía percibir su aroma, pero si ella estaba ahí nada malo pasaba, entonces ¿Por qué estaba tan intranquilo?, miro al niño a su lado hablando probablemente le estaba diciendo algo que él no escuchaba no tenía ánimos para los regaños del peque.

Espero que lo hayas entendido- le dijo finalmente l niño dada por terminado su sermón.

Jump- le respondió el Youkai, aparentando a verlo oído, Souta sonrió, pero aquel gesto se desvaneció al ver la patrulla que s estacionaba frente a su casa y el detective de días antes subía a toda prisa los escalones. Entonces Sesshomaru reacciono y llego en un parpadeo a la entrada de la casa, lo único que Okasaki vio fue una fugaz figura de melena blanca cruzar a su lado, se sorprendió aún más cuando vio la mirada de advertencia que le dedico- ¿Qué haces aquí?- pregunto y pronto noto algo extraño en el ambiente un aroma desconocido de algún humano mezclado con el de Kagome- ¿Dónde está ella?- la madre de la Higurashi salió a socorrer al oficial que de un momento se quedó mudo y paralizado, sus dudas habían sido saldadas el dueño de aquel veneno era Sesshomaru.

Sesshomaru- dijo la morena- que alegría que estés aquí... se han llevado a Kagome- detrás de ella venia el abuelo justo entonces también había aparecido el menor.

¡¿Qué ha pasado con mi hermana?!

No sabemos dónde está- respondió la Naomi

¿Podría decirme que paso?- hablo finalmente Okasaki, saliendo de su estupor.

Esta mañana vino un joven interesado en las historias de nuestro templo- comenzó contando una vez más ya que su hija Naomi ya había oído la historia- yo me le ofrecí para contarle pero el me dijo que le gustaría oírlas de una sacerdotisa- Sesshomaru se alejó del grupo y comenzó a olfatear el lugar- fue entonces que llego kagome y le pedí que se las contara ella- ingreso al templo donde se encontraba el pozo-nunca debí dejarla sola con aquel hombre.

Bien necesito saber si recuerda como era.

Tenía el pelo castaño y una cicatriz bajo su parpado derecho- respondió el anciano

Riuko- susurro el nombre tan bajo que ninguno excepto el demonio alcanzo a oírlo, sin poder defenderse ya se encontraba elevado a más de medio metro del suelo, sujetado con fuerzas por el cuello-arde

¿Qué es lo que sabes por qué conoces a ese sujeto?-hablo con vos filosa, mientras reforzaba el agarre, Tomoya forcejeaba para soltarse y balbuceaba cosas indescifrables.

Detente Sesshomaru lo vas a matar- le ordeno el pequeño, este no lo soltó pero lo dejo que tomara algo de aire.

¡Habla!-los dorados ojos del peli plata se oscurecieron de rabia.

Es- es el hermano d-de uno de los que Tu asesi-naste-dijo con vos entrecortada ya dejándole en claro que el sabia de su existencia demoniaca y del ataque- el debe creer que- que ella lo-lo mato y-y-y por eso se la llevo-termino de relatar, Sesshomaru no vio mentira en los ojos del humano y lo dejo caer, Naomi lo ayudo a incorporarse.

¿Iras por mi hermana?- pregunto el pequeño Sesshomaru asintió en afirmación- voy por tus cosas- se fue corriendo a la casa para minutos después regresas con las espadas y el traje del Youkai, este se cambió dentro del templo y salió.

¡Por favor tráeme a mi hija!- le pidió amablemente la madre de su miko, mientras le acariciaba tiernamente el rostro, el demonio asintió, rompió la esquina de su delantal y le quito el maquillaje del rostro, Tomoya vio asombrado las marcas de color purpura que tenía, la media luna en la frente y dos rayas a ambos lados de los cachetes.

Iré contigo-hablo el oficial, mientras sacaba su arma y revisaba el cargador.

No necesito tu ayuda- respondió cortante.

Entonces Tomoya, le disparo. La bala paso rosándole el hombro- puedes ser un demonio pero de todas formas varias de estas te matarían- dijo y volvió a guardarla tras la camisa- a donde vamos habrá muchas de estas y sería peligroso que tu o Kagome resultaran heridos o mucho peor que ella muriera por tu idiotez.

As lo que quieras pero si te cruzas en mi camino-sonrió con maldad- te asesinare y no tendré compasión de ti- el Youkai, paso por al lado de Tomoya, logrando que se estremezca al imaginarse la forma en el demonio podría acabar con él en tan solo un instante.

¡Iremos en mi auto!- le grito ya que su compañero ya estaba a la mitad del camino de las escaleras del templo

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Había sido un largo día de trabajo nada había sido una larga mañana de trabajo, estaba realmente cansado pero la curiosidad le gano y deseo conocer a la joven que se encontraba en poder de Riuko, se había puesto su chaqueta cuando su celular sonó.

¿Diga?

¿Hola viejo amigo me extrañaste?- respondió una vos burlona, Sudou sabía perfectamente quien era el dueño.

¿Qué es lo que quieres tau?-salió de su oficina y tomo el ascensor-En estos momentos estoy muy ocupado.

Vamos no seas así solo quería saludarte saber cómo estas- el tono de sarcasmo se entendía a la perfección.

No tengo tiempo para tus juegos tontos dime de una vez que es lo que quieres- lo corto, ya había llegado a la salida del edificio.

Pero que perspicaz eres Sudou, es cierto te llamo porque estoy con unos amigos que te quieren ver- le comento, se podía escuchar pequeños murmullos de personas.

Estoy muy ocupado, será otro día.

Hooo no querrás defraudar a la familia, solo faltas tú-no pudo evitar abrir los ojos sorprendido pensó que le tomaría más tiempo volver a juntarlos- por tu silencio creo que vendrás te esperamos en "luna de media noche", ¿es un bar lo conoces?

Si, se dónde queda-respondió al fin, mientras ingresaba a su coche y arrancaba el motor.

¡Perfecto no tardes!- y colgó

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¡Dime porque teníamos que venir en esa chatarra!- exclamo furioso Riuko, mientras cargaba a la miko en brazos, la vagoneta se había descompuesto varios metros lejos de su destino y no tuvo más remedio que cargar a la joven hasta la casa, no era que ella pesara sino que la entrada estaba inclinada y le dificultaba un poco los pasos.

Se hallaban en el medio del bosque, el inmueble era una de las tantas propiedades de Sudou, le había cedido esta para que pudiera hacer las cosas bien y sin preocuparse de que alguien los oyera estaban a las afueras de la cuidad, donde los pueblos más cercanos estaba a miles de kilómetros.

¡Debiste revisar bien esa porquería!- le decía al joven que caminaba en silencio tras de el-apresura tu trasero y ábreme la maldita puerta- su compañero corrió a hacer lo que se le ordeno y el ingreso, una vez adentro la llevo al sótano, la arrojo sobre un trapo sucio y húmedo para luego encadenar sus manos a la pared, Kagome por el fuerte golpe comenzó a cobrar conciencia.

¿En dón-de estoy?- intento mover las manos pero no pudo, se sentó y miro a su alrededor, el lugar estaba sucio, varias objetos yacían tirados en un rincón "ahora lo recuerdo aquel joven me trajo a este lugar ¿Qué es lo que quiere de mi?", movió un poco las muñecas para intentar zafarse pero no obtuvo buenos resultados, se quedó en silencio pensando en la forma de salir de ahí y porque estaba en esa situación, ella no conocía a ese hombre jamás lo había visto en su vida- Sesshomaru por favor ven pronto.

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